lunes, 26 de marzo de 2018

Leche frita


Metidos ya de lleno en  Semana Santa, una época en la que los más afortunados ya estaréis disfrutando de unas merecidas vacaciones, y otros esperando al jueves para poder desconectar por unos días, habrá también mucha gente, entre la que me incluyo, que va a pasar estos días en casa, pero unos y otros, estoy segura de que no perderemos oportunidad de disfrutar de la gastronomía típica de estas fechas, y en ese sentido os propongo un postre que si bien se consume a lo largo del año, es típico de Semana Santa, me estoy refiriendo a  la leche frita.

La leche frita desde que tengo la thermomix  la hago con más frecuencia que antes, porque simplifica mucho el proceso, de hecho desde entonces no he vuelto a preparar este postre por el método tradicional, a pesar de ello la leche la infusiono aparte, porque al utilizar canela en rama, no la añado a la máquina pues siempre se puede desprender algún trocito, de manera que pongo la leche a hervir con el palo de canela, y al levantar el hervor apago el fuego y dejo que enfríe, después la paso por un colador y prosigo con la preparación de la receta en la thermomix. Aclarado esto,  y  sin más dilación,  os detallo los pasos a seguir para elaborar este rico postre, tanto en thermomix como por el método tradicional.

Ingredientes:

-1000gr. de leche entera
-250gr. de azúcar
-200gr. de harina de repostería
-50gr. de maicena
-1 cucharadita de canela molida
-1 palo de canela
-2 huevos
-1 pizca de sal
-aceite de oliva suave para freír
-piel de un limón

Preparación tradicional.

En primer lugar ponemos la leche a hervir junto con un palo de canela. En cuanto levante el hervor, retiramos del fuego y dejamos enfriar. Después la pasamos por un colador para retirar los restos de canela. Reservamos la mitad y la otra mitad la ponemos de nuevo al fuego (si utilizáis el mismo recipiente lo tenéis que lavar primero)  junto con 150gr. de azúcar y una pizca de sal, mezclamos para que se disuelva y dejamos hasta que alcance el punto de ebullición.

 Mientras la leche se calienta, desleímos 100gr. de harina y la maicena, en la leche reservada. Cuando hierva, bajamos el fuego al mínimo y añadimos esta mezcla sin dejar de remover hasta que espese y se forme una crema, la cual echaremos en un molde cuadrado de aproximadamente 25cm.x25cm. Tiene que quedar de un grosor aproximado de 2cm. Dejamos enfriar y reservamos en el frigorífico durante al menos 2 horas (yo la preparo la víspera y queda en la nevera toda la noche)

Aparte ponemos una sartén antiadherente al fuego con abundante aceite de oliva suave y añadimos la cáscara de un limón (solo la parte amarilla)

Mientras se calienta el aceite, batimos los huevos y reservamos. Cortamos la crema fría en 24 porciones, las rebozamos en los 100gr. de harina restantes, y las pasamos por huevo batido.

Freímos las porciones rebozadas en el aceite ya caliente del que retiramos previamente la cáscara de limón.

Una vez fritas las porciones las retiramos a una fuente sobre papel absorbente, luego las rebozamos en una mezcla formada por los 100gr de azúcar restantes y la cucharadita de canela molida. Después colocamos en la fuente de servir, y a disfrutar!!!

En la foto no se aprecia el rebozado de azúcar y canela, porque ese día se me había terminado la canela molida, así que opté por espolvorearle el azúcar por encima y luego con el soplete caramelizarlo, y os aseguro que estaban para chuparse los dedos, tanto que repetiré la experiencia ;)

Preparación en thermomix:

Como os decía más arriba, aunque utilice la thermomix, infusiono la leche aparte, para ello echo la leche en un cazo, añado un palo de canela en rama, la pongo al fuego hasta que levante el hervor, después apago el fuego, dejo que enfríe y la paso por un colador para retirar los restos de canela.

1-Una vez infusionada la leche, la echamos en el vaso junto con 150gr. de azúcar, 100gr. de harina, la maicena y la sal. Sin poner el cubilete programamos 12min./ 100º/ velocidad 4

2- Una vez hecho lo anterior echamos la crema en un molde cuadrado de aproximadamente 25cm.x 25cm. y proseguimos con la elaboración siguiendo los mimos pasos que por el método tradicional.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Dentro de unos días volveré con una propuesta dulce, una receta típica de Pascua en muchos países europeos. Mientras desearos a los que estáis de vacaciones que el tiempo acompañe para que podáis sacarle el mayor partido a estos días de asueto, y a los que os quedáis en casa, desearos también que seáis muy felices y que os animéis a preparar algún postre típico de estas fechas como el que os propongo hoy, o unas torrijas de leche cuya receta podéis ver pinchando aquí

Un beso a tod@s

miércoles, 21 de marzo de 2018

Paella de bacalao, coliflor y ajos tiernos


Con la Semana Santa a las puertas, el bacalao cobra especial protagonismo en los menús de estas fechas. Quizás la preparación más tradicional sea el potaje de vigilia, cuya receta podéis más abajo , sin embargo hay muchas otras recetas que usan también como ingrediente principal el bacalao, y que están absolutamente deliciosas. Una de ellas es la que hoy os propongo:  arroz con bacalao, coliflor y ajos tiernos.

Esta paella la preparé por primera vez el año pasado por estas fechas después de verla publicada en el blog cocina por afición de Juan Hernández. Los que no lo conozcáis os invito a que lo hagáis, porque Juan elabora unos platos muy apetitosos y muy fáciles de preparar.

Aquí en mi tierra esta receta es un tanto novedosa, no es habitual comer el arroz acompañado de bacalao y coliflor, por eso la primera vez que lo preparé estaba un tanto escéptica en cuanto al resultado, pero éste no pudo ser más satisfactorio, tanto que desde ese primer día, he vuelto a repetir la receta varias veces.

Os digo cómo se prepara, veréis que fácil es

Ingredientes:

-450gr. de arroz de grano redondo
-450gr. de coliflor
-2 tomates grandes maduros
-18 ajos tiernos
-1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera
-una pizca de azafrán molido
-caldo de pescado (en mi caso lo hice con colas de bacalao)
-sal
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

En primer lugar se hace el caldo de pescado, en mi caso he utilizado colas de bacalao en salazón previamente desaladas. Para prepararlo se pone una olla con agua al fuego, se añaden dos puerros limpios y cortados por la mitad (solo la parte blanca de los mismos), dos zanahorias peladas y cortadas también por la mitad, una cebolla grande cortada en cuartos y las colas de bacalao. Se deja hervir a fuego medio durante unos 45 minutos aproximadamente, luego se rectifica de sal si fuese necesario, se pasa por un colador y se utiliza en caliente para preparar la paella. En caso de que optásemos por hacer el caldo con antelación lo tendríamos que calentar antes de utilizarlo.

Cuando desalé las colas de bacalao que utilicé para el caldo, también desalé el bacalao que empleé en la paella, después medí el arroz para saber la cantidad de caldo que debía utilizar, en mi caso el doble de líquido (caldo de pescado en este caso) que de arroz.

Una vez hecho lo anterior, troceamos la coliflor y la cortamos en ramilletes, quitamos la  parte exterior y las raíces de los ajos tiernos y los cortamos en trozos de unos 3cm. Seguidamente colocamos una paella al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra, y sofreímos la coliflor a fuego lento hasta que coja un poco de color, después añadimos los ajos tiernos, rehogamos un par de minutos más  e incorporamos el bacalao escurrido y desmigado. Cocinamos a fuego lento unos 5 minutos más, añadimos el pimentón, removemos bien todo el conjunto y seguidamente añadimos el tomate rallado. Sofreímos hasta que el tomate reduzca e incorporamos el caldo de pescado, el arroz bien esparcido por toda la paella, y  el azafrán. Dejamos cocer durante aproximadamente 20 minutos, los 10 primeros a fuego fuerte, y los últimos 10 minutos a fuego bajo. Por último dejamos reposar 10 minutos antes de servir y a disfrutar!!! Como veis un plato lleno de sabor y muy fácil de preparar. 

A continuación os dejo las otras recetas de bacalao que tengo publicadas en el blog

Nos vemos en unos días. Un beso a tod@s

miércoles, 14 de marzo de 2018

Ponche segoviano


Como reza el dicho, lo prometido es deuda, así que tal como os adelanté en la anterior entrada, os presento uno de mis dulces favoritos, que no es otro que el ponche segoviano.

Los que me seguís sabéis que soy una enamorada de estas tierras castellanas, de sus paisajes y de su gastronomía, y en este apartado el ponche segoviano ocupa el primer puesto en la lista.

La primera vez que lo probé fue en el archiconocido Mesón de Cándido, y desde ese mismo momento el reto para mí ha sido elaborar en casa esa auténtica exquisitez, y el resultado es el que os muestro a continuación, una verdadera delicia para el paladar.

La receta que hoy os presento es la del ponche segoviano al estilo de Cándido, y para su elaboración me he guiado por la receta del mismo Canal de Candido, y por la receta de Carlos Dube  del blog Mercado Calabajío, el cual os recomiendo encarecidamente que visitéis porque para mi gusto es de los mejores de la blogosfera.

Antes de entrar en materia os cuento brevemente la historia que hay detrás del Ponche Segoviano.

En 1926 el confitero Frutos García Martín empezó a comercializar este dulce en la confitería El Alcázar de la plaza mayor de Segovia. El rey Alfonso XIII, que veraneaba por entonces en la localidad segoviana de  la Granja de San Idefonso, lo animó a que lo diera a conocer fuera de Segovia, a lo que accedió el confitero, presentándolo incluso en la Exposición Universal de Barcelona del año 1929 en donde obtuvo la medalla de oro, y desde entonces la Confitería El Alcázar tiene la patente de este dulce cuya base es la yema de huevo y la almendra, como inventores del mismo.

Como era de esperar han aparecido varias  versiones de la receta original, la de hoy es la que vienen preparando en el Mesón de Cándido desde hace muchos años. La original lleva una crema de yema, la que hoy os presento lleva un relleno de crema pastelera.

Os dejo ya con la receta

Ingredientes:

Para el bizcocho
-4 huevos
-100gr. de harina floja (harina de repostería)
-100gr. de azúcar
-una pizca de sal

Para la crema pastelera
-500ml de leche entera
-2 yemas de huevo
-100gr. de azúcar
-35gr. de maicena
-1/4 palo de canela

Para el mazapán
-200gr. de almendra molida
-200gr. de azúcar glass
-40gr. de clara de huevo pasteurizada

Para el almíbar
-1 vaso de azúcar
-1 vaso de agua
-1/4 palo de canela
-corteza de limón
-corteza de naranja

Para decorar
-azúcar glass

Preparación.

Comenzaremos preparando el mazapán o pasta de almendra, para ello se mezclan todos los ingredientes con las manos hasta formar una bola, luego la envolvemos en papel film y la dejamos reposar en la nevera al menos un par de horas, aunque yo suelo prepararlo la víspera y lo dejo reposar toda la noche en el frigorífico.

La víspera también os aconsejo que preparéis el bizcocho para repartir el trabajo y que no os resulte pesada la elaboración de la receta. Para hacer el bizcocho separamos las claras de las yemas, añadimos la mitad del azúcar a las yemas, y con un  batidor de varillas batimos hasta que blanqueen y doblado el volumen, reservamos.

La otra mitad del azúcar lo añadimos a las claras junto con una pizca de sal y batimos hasta que alcancen el punto de nieve. Sabremos que lo han alcanzado cuando al dar la vuelta al recipiente no se caen.

A continuación mezclamos las claras con las yemas de manera muy suave y con ayuda de una espátula realizando movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Primero añadimos un par de cucharadas de claras y con la espátula las vamos integrando, cuando estén, añadimos otro par de cucharadas de claras, y así sucesivamente hasta terminar de integrar todas las claras en la mezcla.

Por último añadimos la harina previamente tamizada, también con movimientos envolventes, es decir,  muy suavemente y de abajo hacia arriba para que la mezcla no pierda  aire, y finalmente ya solo nos resta verterla en un molde rectangular de aproximadamente 15x25 cubierto con papel sulfurizado, e introducirlo en la parte central del horno, precalentado a 180º, con calor arriba y abajo. Lo dejamos en torno a unos 15 ó 20 minutos, luego lo retiramos del horno, lo dejamos enfriar sobre una rejilla, y cuando esté totalmente frío lo desmoldamos, lo partimos por la mitad, y reservamos.

Mientras el bizcocho se hornea aprovechamos para preparar un almíbar, para ello echamos en un cazo todos los ingredientes y llevamos a ebullición, cuando empiece a hervir bajamos el fuego al mínimo y dejamos que siga hirviendo en torno a 5 minutos, después dejamos enfriar y colamos.

Con el almíbar y el bizcocho fríos, lo siguiente que haremos es emborrachar este último, para ello utilizamos un pincel y calamos bien las dos mitades del bizcocho y reservamos.

Ahora preparamos la crema pastelera, para ello en un cazo echamos la leche y la canela en rama, lo ponemos al fuego y en cuanto levante ebullición, apagamos, tapamos y dejamos infusionar. Cuando la leche esté fría la colamos, y reservamos un vaso. La leche restante la volvemos a echar en el cazo (recomiendo que antes lo lavemos), añadimos el azúcar, removemos, y lo ponemos nuevamente al fuego. Al vaso de leche que hemos reservado le añadimos las yemas batidas y la maicena, removemos bien la mezcla, y cuando la leche del cazo levante el hervor, bajamos el fuego al mínimo, añadimos la mezcla de leche, yemas y maicena, y cocemos hasta que espese sin dejar de remover en ningún momento. Cuando haya espesado retiramos del fuego, cubrimos por encima con un trozo de papel film para que no haga costra, y dejamos enfriar.

Finalmente ya solo nos queda montar el pastel, para ello colocamos en una bandeja una de las planchas de bizcocho que teníamos emborrachadas, encima echamos una capa de crema pastelera, a continuación colocamos la otra plancha de bizcocho, y luego cubrimos por arriba y por los laterales con la crema pastelera restante.

Después sacamos el mazapán de la nevera, lo colocamos entre dos láminas de papel de  hornear,  y con un rodillo de cocina los estiramos finamente dándole forma rectangular. Luego colocamos esta lámina de mazapán sobre el pastel, cubrimos bien la superficie incluidos los laterales, retiramos el sobrante y decoramos por encima abundante azúcar glass. Por último para darle el aspecto típico que tiene este postre quemamos el azúcar formando un enrejado, y al fin, listo para disfrutar de un bocado exquisito que pondrá el broche de oro al mejor banquete.

Aquí os dejo otra foto para que apreciéis mejor el corte


Parece complicado, y aunque sobre el papel no lo es, lo cierto es que tiene cierta dificultad encontrar el punto de equilibrio adecuado. Yo con esta receta, la cual preparé ya varias veces, lo he logrado, así que si la seguís como os indico y utilizáis materias primas de primera calidad, algo también sumamente importe, seguro que lo lograréis. Animaros porque el resultado merece mucho la pena.

Y por hoy nada más, dentro de unos días volveré con una receta de bacalao, un ingrediente que será el protagonista en los menús  de muchos hogares de nuestro país en las fechas que se aproximan. 

Os espero. Mientras sed muy felices

miércoles, 28 de febrero de 2018

Judías verdes con jamón


Cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando tomábamos  las uvas para dar la bienvenida al 2018, y ya van allá dos meses..., pasaron los Carnavales y la Semana Santa está a la vuelta de la esquina.

La primavera empieza a manifestarse, las cigüeñas ya ocupan sus nidos, en algunos árboles se aprecian pequeños brotes, hay más horas de luz porque los días son más largos..., no sé, es como si resurgiera la vieda, y no negaré que ese despertar de la naturaleza me encanta, me aporta energía, me llena de vitalidad... Esto para la gente que vive en una ciudad quizás no sea tan perceptible, pero los que como yo vivimos en el rural lo notamos más.

Bueno, el caso es  buena parte del invierno ha quedado atrás,  la primavera está cada vez más cerca, y yo con más ganas de cocinar que nunca. Tengo muchas recetas ricas que mostraros, estad atentos porque en la próxima entrada os prepararé un postre delicioso, yo diría que sublime, pero eso será dentro de unos días. Para hoy he elegido un plato de verdura por todos conocido: judías verdes con jamón. Un plato sencillo, sano, y muy rico.

Para preparar este rico plato de judías con jamón necesitáis los siguientes

Ingredientes:

-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-100 gr. de aceite de oliva virgen extra
-200 gr. de jamón serrano en lonchas picadas o en tacos
-850 gr. de judías verdes troceadas (frescas o congeladas)
-2 cucharadas de tomate frito (mejor casero)
-sal

Preparación por el método tradicional:

En primer lugar ponemos una olla con agua al fuego, cuando levante el hervor añadimos la sal (no demasiada, porque el jamón curado ya le aporta sal) y a continuación echamos las judías. Si son frescas las lavamos bien bajo el grifo del agua fría, les cortamos las puntas y las troceamos. Si las utilizamos congeladas, las echamos directamente del congelador a la olla.

Cuando la olla levante de nuevo el hervor, bajamos la intensidad del fuego, y continuamos con la cocción a fuego bajo durante 20 minutos aproximadamente. Después las escurrimos bien y las reservamos.

Aparte en una sartén echamos el aceite, cuando esté caliente añadimos la cebolla picada finamente, rehogamos unos minutos y luego añadimos los ajos, y a continuación el jamón. Rehogamos todo junto unos minutos e incorporamos el tomate frito, mezclamos bien y al cabo unos 5 minutos incorporamos las judías. Removemos todo durante unos minutos más para que las judías se impregnen bien del sabor del sofrito, y ya tenemos el plato listo para emplatar y servir a la mesa.

Preparación en Thermomix:

Ante de detallaros los pasos a seguir, deciros que para la preparación en thermomix debéis utilizar judías frescas, y en caso de que las empleéis congeladas dejad que se descongelen previamente a temperatura ambiente.

Para la preparación procederemos de la siguiente manera

1º- Ponemos en el vaso las cebollas cortadas en 4 trozos, y los ajos cortados por la mitad y sin el germen central. Trituramos durante 8 segundos / velocidad 4

2º- Bajamos con la espátula hacia las cuchilla los restos que hayan quedado en la tapa y en las paredes del vaso. Si quedan trozos grandes programamos de nuevo 2 segundos /velocidad 5, y de nuevo bajamos los restos con la espátula.

3º-Añadimos el aceite, y programamos 12 minutos / temperatura 100º/velocidad cuchara/giro a la izquierda

4º-Colocamos la mariposa en las cuchillas, añadimos el tomate frito y el jamón, y programamos 3 minutos /temperatura varoma / velocidad cuchara / giro a la izquierda.

5º- Añadimos las judías verdes y programamos 30 minutos / temperatura varoma / velocidad cuchara / giro a la izquierda.

6º Retiramos la mariposa, comprobamos el punto de sal rectificando si fuera necesario, y servimos inmediatamente.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. La mayoría seguro que ya conocía este plato de verduras, pero por si acaso alguno de vosotros nunca lo ha probado y os gustan las judías, no dejéis de prepararlo, porque como veis no tiene ninguna complicación, y os gustará tanto que con total seguridad, en adelante, pasará a formar parte de vuestro recetario.

Y ya para finalizar os recuerdo de nuevo que el próximo día os presentaré el que sin duda es uno de mis postres favoritos. Si queréis descubrir de cuál se trata permaneced atentos ;)

Os espero, gracias por leerme. Un abrazo. 


miércoles, 21 de febrero de 2018

Conejo al ajillo


¿Os gusta la carne de conejo…? Yo tengo que reconocer que no demasiado, aunque últimamente estoy poniendo de mi parte para que esto cambie, de todos modos preparado de la manera que os propongo hoy sí que me gusta, y mucho además, y no es que se trate precisamente de una receta innovadora, sino de todo un clásico, os hablo del conejo al ajillo.

La de conejo es una carne blanca y magra,  que al contener muy poca grasa resulta idónea  para dietas hipocalóricas.  Es además muy sana, rica entre otros en fósforo, potasio y calcio y para más inri es de las carnes más económicas  que encontramos en el mercado.

En la receta de hoy el ajo es un ingrediente principal, y a los que no os guste por el sabor tan fuerte que le caracteriza, os aconsejo que no dejéis de prepararla por tal motivo, pues en este plato el sabor a ajo es muy sutil.

Y sin más preámbulos, paso a contaros cómo preparo yo este guiso tradicional de conejo al ajillo.

Ingredientes:

-1 conejo
-12 dientes de ajo
-230 ml de vino blanco
-175ml de aceite de oliva virgen  extra
-tomillo en rama
-romero
-pimienta negra recién molida
-sal
-patatas fritas para acompañar

Preparación:

En mi caso cuando compro el conejo ya le pido al carnicero que me lo trocee, sino lo troceamos en casa. Después ponemos una olla al fuego y añadimos el aceite de oliva, cuando esté caliente añadimos los ajos sin pelar, dándoles previamente un golpe sobre la encimera para chafarlos un poco. Dejamos que se hagan a fuego bajo para que no se quemen, y pasados unos 5 minutos cuando veamos que ya están hechos los retiramos a un plato y reservamos.

Mientras los ajos se hacen  aprovechamos para salpimentar el conejo, y cuando retiremos los ajos de la olla, subimos la intensidad del fuego y añadimos el conejo para que se dore por ambos lados  y quede bien sellado, evitando así que se pierdan los jugos, algo muy importante en carnes magras como la de conejo.
Cuando el conejo esté dorado  añadimos el vino blanco y dejamos que hierva unos minutos para que se evapore el alcohol.  Después bajamos la intensidad del fuego al mínimo y agregamos a la olla los ajos que teníamos reservados, la rama de tomillo, y unas hojas de romero. Mezclamos bien con una cuchara de madera, y tapamos la olla manteniéndola a fuego mínimo durante unos 45 minutos aproximadamente, dándole la vuelta a la carne a mitad de cocción para que todas las partes del conejo entren en contacto con la salsa que está en el fondo de la olla y rectificando de sal si fuese necesario.

Para acompañar esta receta resultan ideales una patatas fritas, para ello cuando el conejo está listo ponemos una sartén al fuego y añadimos aceite de oliva (este aceite de freír las patatas no está incluido en la lista de ingredientes), cuando el aceite está caliente vamos añadiendo las patatas cortadas en rodajas finas en pequeñas tandas. A medida que vayan estando las retiramos a una fuente y salamos.
Finalmente solo queda emplatar , para ello servimos uno ó dos trozos de conejo por comensal (dependiendo del tamaño), junto con unas pocas patatas fritas, y regamos todo con la salsa del fondo de la olla .

Como podéis ver un plato que no ofrecen ninguna complicación, y que está de rechupete, tanto que hasta me gusta a mí que no soy muy fan de la carne de conejo ;)

Nos vemos en unos días. ¡Sed felices!

sábado, 10 de febrero de 2018

Chulas gallegas (Fritos)


Para la entrada de hoy he elegido una receta  típica de los Carnavales en Galicia, son las denominadas Chulas gallegas, conocidas en otros lugares con el nombre de Fritos.

Además de por Carnaval, en la zona en la que vivo, también era típico prepararlas para la comida campestre que se celebra todos los años el 21 de septiembre, en el municipio limítrofe de Trazo (A Coruña), con motivo de la festividad de San Mateo. Aunque últimamente los puestos de venta de pulpo y churrasco han restado protagonismo a estas comidas que las familias de la zona preparaban la víspera en casa para luego degustar en el recinto de la ermita el día de la fiesta, lo cierto es que aun queda gente que las sigue preparando. Por  este motivo la receta de hoy me trae muchos recuerdos de la infancia, y como tal le tengo un cariño especial. Además por fin he podido calcular las cantidades para que la masa quede con la consistencia adecuada y las chulas resulten esponjosas y tiernas, pues como ocurre con muchas recetas que hacían nuestras abuelas, ellas las hacían a ojo, sin pesar los ingredientes.

Os dejo con la lista de los mismos y la preparación de la receta, y os animo a que las preparéis, ya veréis como os encantan y pronto repetís.

Ingredientes:

-120gr. de leche entera
-2 huevos camperos
-30gr. de azúcar
-180gr. de harina
-1 pizca de sal
-1/2 sobre de levadura royal
-aceite de oliva suave para freír
-azúcar para espolvorear por encima

Preparación:

La preparación es súper sencilla, tan solo hay que batir los huevos, añadir la leche, el azúcar y la sal, mezclar todo bien, y luego agregar la harina y la levadura, integrar todo y dejar reposar durante al menos 30 minutos.

Transcurrido el tiempo de reposo, ponemos una sartén al fuego con aceite de oliva suave, cuando esté caliente, con la ayuda de dos cucharas vamos echando en la sartén pequeños montoncitos de masa.
Cuando estén dorados por un lado le damos la vuelta para que se hagan por el otro, y luego los colocamos en una fuente sobre papel absorbente.

Cuando tengamos todas chulas hechas las espolvoreamos por encima con un poco de azúcar, y listas para tomar con un cafecito, o un chocolate con leche, por ejemplo.

En días de frío como los que  nos acompañan es cuando más apetecen estos dulces de sartén.

Y por hoy termino. Nos vemos en unos días. Mientras que seáis muy felices. 

Un beso a tod@s

miércoles, 31 de enero de 2018

Albóndigas de jabalí en salsa de trufa negra


Hoy vengo con una receta de caza, aunque en esta época del año en la zona donde vivo ya estamos en veda. La temporada aquí finalizó hace poco, en enero tan solo se llevan a cabo algunas batidas de zorro, que abunda bastante por estas tierras.

Aquí además de caza menor, también hay algo de caza mayor, principalmente  jabalí, de manera que por estas fechas en más de un arcón frigorífico habrá carne de caza, y tratándose de un animal de la envergadura del jabalí,  no poca precisamente, si bien es cierto que por lo general eso no supone un problema, porque los miembros del coto de caza organizan comidas periódicamente que le encargan a algún empresario hostelero del lugar. A esas comidas puede acudir el que quiera, previo pago lógicamente, de esa manera sufragan parte de los gastos de la temporada.

Si alguno de los que me leéis tenéis carne de jabalí en el congelador y no sabéis qué hacer con ella o siempre termináis preparando la misma receta y ya os aburre, os propongo una manera diferente de preparar el jabalí: en albóndigas.  De esta forma además podéis aprovechar las partes menos nobles del animal, que no por ello de inferior calidad.

En mi caso, ni soy aficionada a la actividad cinegética, ni nadie en mi familia la practica, al menos que yo sepa,  pero desde hace unos años nos regalan en época de caza algo de carne de jabalí y de corzo, así que había que ir dándole salida, y en esta ocasión he elegido esta receta, que tiene un 50% de aportación propia, y el restante 50% es una compilación de diferentes recetas que circulan por la red.
Respecto a la preparación de la caza, conviene saber que cualquier carne de caza mayor debe congelarse previamente antes de cocinarla, pues es una carne más prieta y más dura, de modo que al congelarse se rompen las fibras y se ablanda.

Además la caza tiene un sabor tan característico que conviene marinarla para que pierda parte de su gusto original y éste se matice con el aroma de los ingredientes usados en el marinado. En mi caso al tratarse de albóndigas no he procedido al marinado, si bien la he dejado reposar un tiempo antes de degustarla para que terminen de asentarse los sabores. Es el típico plato que está mejor de un día para otro.

Si tenéis oportunidad, y os animáis a preparar estas albóndigas de jabalí os dejo la receta.

Ingredientes:

Para las albóndigas
-2kg. de carne de jabalí
-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-3 huevos de corral
-pimienta molida
-perejil fresco picado
-1/2 copa de vino de oporto
-sal
-harina de trigo para rebozar
-aceite de oliva virgen extra para freír

Para la salsa
-1 puerro
-1 zanahoria
-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-2 tomates triturados
-1 ½  copas de vino tinto
-1 copa de vino de oporto
-1 trufa negra
-pimienta molida
-perejil fresco picado
-tomillo en rama
-1 hoja de laurel
-1 cucharadita de harina de trigo para espesar la salsa
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

En primer lugar preparamos las albóndigas, para ello cubrimos con aceite de oliva virgen extra el fondo de una sartén y la ponemos al fuego, cuando el aceite esté caliente añadimos la cebolla picada finamente y rehogamos unos minutos. Después añadimos los ajos pasados por un prensa ajos o bien picados muy finamente, mezclamos unos segundos, retiramos del fuego y reservamos.

Seguidamente echamos la carne de jabalí picada en un cuenco, la salpimentamos, le añadimos los huevos, el perejil fresco picado, el vino de oporto y finalmente el sofrito de cebolla y ajo que teníamos reservado en la sartén. Amasamos con las manos, y luego cogemos pequeñas porciones y las pasamos por harina de trigo.

A continuación ponemos una olla al fuego y cubrimos  el fondo de la misma con  aceite de oliva virgen extra, cuando el aceite esté caliente añadimos las albóndigas y les vamos dando la vuelta hasta que estén doradas por todos lados. Luego las retiramos a una fuente y reservamos.

Después en el mismo aceite en que hemos dorado las albóndigas, preparamos la salsa, para lo cual sofreímos la zanahoria, el puerro, las cebollas y los ajos todo ello picado muy finamente, y añadimos también la hoja de laurel. Cuando todas las verduras estén rehogadas incorporamos el tomate triturado, mezclamos bien y dejamos que se haga todo junto unos minutos a fuego bajo, y luego añadimos una pizca de harina de trigo (aproximadamente una cucharadita), rehogamos un par de minutos más, y a continuación incorporamos el vino tinto y el vino de oporto, la pimienta, el perejil fresco, el tomillo, y la trufa negra picada muy finamente o incluso rallada. Cuando empiece a hervir bajamos el fuego al mínimo, añadimos la sal e incorporamos las albóndigas y dejamos que se terminen de hacer a fuego muy bajo durante 30 minutos aproximadamente. Por último rectificamos de sal, retiramos la hoja de laurel y la rama de tomillo, y listas para emplatar y servir.

Como veis es una receta un tanto laboriosa, pero sin apenas dificultad, y el resultado, a decir de los comensales que las probaron, estas albóndigas están exquisitas. Yo para ser sincera no puedo opinar al respecto, pues no como carne de caza, a duras penas compruebo el punto de sal, y de ahí no paso. A veces ni eso, si tengo alguien a quien encomendarle esa labor no la realizo yo, jeje...

Y por hoy nada más, en unos días nos vemos con nueva receta. Os espero a tod@s.

Un abrazo

miércoles, 17 de enero de 2018

Bizcocho de manzana y nueces


Las pasadas navidades Papá Noel me trajo un regalo que me hizo mucha ilusión, el molde Jubilee y el molde Pine Forest, ambos de Nordic Ware.

Había oído hablar maravillas de estos moldes, y lo primero que me llamó la atención cuando los tuve entre las manos fue lo pesados que eran en comparación con los convencionales.

Como tienen muchos recovecos me costaba creer que desmoldasen bien, pero doy fe de que sí, desmoldan perfectamente a la primera y sin esfuerzo alguno. Además reparten el calor uniformemente y eso se nota en el resultado final.

Como estamos en pleno invierno, el molde que elegí para el bizcocho que hoy os presento es el Pine Forest, pues después de desmoldado, si espolvoreamos la superficie del mismo con azúcar glass, semeja un bosque de abetos nevado. Queda precioso!!!

Y para un molde tan bonito he elegido uno de mis bizcochos preferidos, un bizcocho de nueces y manzanas, las cuales le aportan humedad, a pesar de lo cual resulta un  bizcocho esponjoso, nada pesado.

Os dejo la lista de ingredientes por si os animáis a prepararlo.

-4 huevos
-250gr. de azúcar
-3 manzanas
-1 puñado de nueces
-125gr. de leche entera
-125gr. de aceite de girasol
-ralladura de ½ limón
-250gr. de harina de repostería
-1 sobre de levadura química tipo Royal
-1 pizca de sal
-azúcar glass para decorar

Preparación por el método tradicional:

En primer lugar precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, y mientras el horno se calienta vamos preparando el bizcocho, para ello batimos los huevos con el azúcar hasta que dupliquen el volumen. Seguidamente añadimos el aceite, la leche, la ralladura de limón y la sal, integrando todo con movimientos envolventes para que la mezcla no pierda aire. Por último añadimos la harina y la levadura tamizadas, mezclando de nuevo con movimientos envolventes.

A continuación pelamos y descorazonamos las manzanas, y cascamos las nueces, picando finamente estas últimas, y cortando en cubitos pequeños las manzanas. Añadimos ambos ingredientes a la mezcla anterior, removemos un poco para que se repartan homogéneamente, y por último vertemos la mezcla en el molde, previamente engrasado con mantequilla y enharinado (yo en esta ocasión he utilizado un spray desmoldante) y lo ponemos en la parte central del horno. Si a media cocción vemos que se dora demasiado por la parte de arriba cubrimos con un trozo de papel de aluminio, y transcurridos unos 40 minutos (este tiempo es orientativo, depende un poco de cada horno) comprobamos con un palillo si está hecho, de lo contrario continuamos con la cocción unos minutos más. Por último retiramos el molde del horno, esperamos unos 10 minutos y luego desmoldamos. Cuando esté frío decoramos por encima con azúcar glass

Preparación en Thermomix:

1-Ponemos en el vaso el azúcar y la piel de limón y programamos 15seg./velocidad progresiva 5 a 10
2-Colocamos la mariposa en las cuchillas y agregamos al vaso los huevos y programamos 6 minutos/37º/velocidad 3,5
3-Programamos de nuevo 6 minutos /velocidad 3,5 sin temperatura
4-Retiramos la mariposa de las cuchillas y añadimos el aceite, la leche y la sal y programamos 15 seg./velocidad 4
5-Seguidamente añadimos la harina y la levadura y programamos 30seg./velocidad 5
6-Añadimos las manzanas y las nueces y con la espátula las mezclamos ligeramente y aprovechamos para bajar los restos que hayan quedado en las paredes del vaso.
7-Finalmente vertemos la mezcla en el molde y horneamos de la misma manera que por el método tradicional.

Pues espero que os haya gustado mi propuesta de hoy, un día por otra parte muy especial, pues hoy se celebra la festividad de San Antón, el patrón de los animales, y desde esta página quisiera hacer un llamamiento a los que me estáis leyendo y tenéis en mente adquirir una mascota, para que acudáis a la adopción, de esta manera no solo le estaréis brindando una segunda oportunidad a un pobre animal que ha sufrido las tristes consecuencias del abandono, sino que os estaréis dando la oportunidad a vosotros mismos de tener a vuestro lado a un ser absolutamente fiel, leal y sobre todo agradecido, pues la gratitud de estos animales, que han sufrido las secuelas del abandono, para con sus dueños, es infinita... tristemente lo sé por experiencia.

Y nada más por hoy. Nos vemos en unos días. 

Mientras que seáis muy felices. Un abrazo

martes, 9 de enero de 2018

Flan de castañas


Pasadas las fiestas navideñas, ahora lo que toca es hacer dieta sana  para compensar los excesos cometidos, sin embargo la receta que os propongo hoy es un flan de castañas, que si bien nos es muy compatible con una dieta hipocalórica,  resulta ideal para la sobremesa de un domingo o para una día que vengan invitados en casa, porque como todos los flanes es sencillísimo de preparar, y emplea como ingrediente principal las castañas que le confieren un sabor verdaderamente delicioso, y dado que a estas alturas pronto desaparecerán del mercado hasta el próximo otoño, he decidido publicar ahora la receta.

La última vez que preparé este flan fue hace tan solo unos días, en las pasadas navidades. Lo hice además de por lo sencillo que es y lo rico que está, porque en nuestra casa es habitual comer castañas en Navidad. Mi padre mientras vivió  siempre las pedía, así que esta receta se la dedico a él, cuya ausencia siempre duele y más en esas fechas.

Para preparar este flan necesitaréis los siguientes ingredientes:

-1 litro de leche entera
-6 huevos de corral
-180gr. de azúcar
-250gr. de castañas cocidas.
-una pizca de sal
-1 chupito de licor de anís (opcional)

Para el caramelo
-4 cucharadas de azúcar
-1 cucharada de agua
-unas gotas de zumo de limón exprimido

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es cocer las castañas, para ello les retiramos la cáscara externa, y las echamos en una olla cubiertas con agua fría del grifo, añadimos un poco de sal, ponemos la olla al fuego, y las dejamos hervir hasta que veamos que están cocidas, en ese momento las escurrimos bien y seguidamente les echamos por encima un chupito de licor de anís mientras están calientes para aromatizarlas.  
                                                                                               
Después dejamos enfriar, les retiramos la piel interior y reservamos.

El siguiente paso consiste en preparar el caramelo, para ello ponemos al fuego el azúcar y el agua en una sartén antiadherente, dejamos que el azúcar se vaya derritiendo y formando el caramelo a fuego medio-bajo para que no se nos queme,  removiendo de vez en cuando con un utensilio de madera.
Cuando veamos que el azúcar se ha caramelizado, cubrimos con él la base y los laterales de la flanera y reservamos.

A continuación echamos los huevos, las castañas cocidas, la leche y el azúcar en un recipiente hondo y con la batidora trituramos todo, después esta mezcla le echamos en la flanera y la llevamos al horno previamente calentado a 180º hasta que esté cuajado. En ese momento retiramos del horno, lo dejamos enfriar y luego lo llevamos al frigorífico durante al menos cuatro horas, o mejor aun de un día para otro que está incluso más rico.

Como veis más fácil imposible, y más rico también, sino probad y me decís.

Bueno, pues con las fiestas navideñas ya pasadas, y todo el ajetreo propio de esas fechas, retomo plenamente la actividad en el blog, así que dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Gracias a todos los que me seguís, y de un modo muy especial a mis compañeros que últimamente os tengo un poco abandonados. En los próximos días os devolveré la visita para ver todas las cosas ricas que habéis preparado en este tiempo. 

Un beso muy grande para tod@s.