martes, 28 de diciembre de 2021

Zamburiñas a la plancha


Hola amigos. Espero que hayáis pasado bien la Nochebuena y el día de Navidad, pero como aun quedan fechas señaladas por delante antes de que finalicen las fiestas navideñas, hoy os propongo un plato de marisco que está delicioso y se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

Es de esos platos, en los que podemos esperar que los comensales estén sentados a la mesa, para comenzar a cocinarlos y que así los degusten en su punto.

Al tratarse de una preparación tan simple, el resultado final viene dado por la calidad de la materia prima, no solo del ingrediente principal, en este casa unas zamburiñas (o en su defecto unas volandeiras, de precio más asequible) sino también del aceite que conviene que sea de buena calidad, y por supuesto los ajos y un manojo perejil bien fresco para que le aporte todo su aroma.

Ingredientes (para 4 personas):

-12 zamburiñas
-150ml de aceite de oliva virgen extra
-40ml de vino blanco
-1 manojo de perejil fresco (solo las hojas)
-3 dientes de ajo
-sal maldon en escamas

Preparación:

Lo primero que haremos es prepar el aliño, para ello primero cortamos los ajos por la mitad, les retiramos el germen central, los pasamos por un prensa ajos, y los echamos en un bote de cristal con tapa.

Añadimos también al vaso, el aceite de oliva, el vino blanco, y las hojas de perejil finamente picadas, y agitamos enérgicamente hasta conseguir una especie de vinagreta. Reservamos.

Aparte, retiramos las zamburiñas de las conchas, lavando bien estas y secándolas con papel de cocina porque es dónde vamos a presentar el plato.

Lavamos también la carne de las zamburiñas, asegurándonos bien de que no lo queden restos de arena, las secamos un poco con papel de cocina, y las colocamos sobre la plancha bien caliente, con unas gotas de aceite de oliva.

Las dejamos hacer menos de un minuto por cada lado, y luego las colocamos cada una en una concha, echamos por encima un poco del aliño (agitamos de nuevo el bote de cristal antes de utilizar el aliño) y por último unas escamas de sal maldon, y acto seguido a servir y disfrutar.

No me digáis que no es un plato bien sencillito, y lo mejor es que está para chuparse los dedos.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero volver con una nueva receta antes de fin de año, pero si no tengo tiempo, desearos a todos que tengáis una buena salida y entrada de año.

Un beso

sábado, 11 de diciembre de 2021

Crema de queso azul con uvas y nueces caramelizadas


Se acercan las fiestas navideñas, y la receta que os traigo hoy resulta perfecta como entrante. Se trata de una crema de queso azul que lo ideal es prepararla la víspera para que tenga la consistencia adecuada y se asienten los sabores. 

Las nueces que la acompañan también se pueden caramelizar con antelación y así en el último momento solo habría que presentarla en recipientes individuales y ya tenéis este entrante listo para servir a la mesa, y así disponéis de más tiempo para preparar el resto de platos, que son fechas en las que suele haber mucho trajín en la cocina.

Si os gusta el contraste de sabores y texturas, este entrante os encantará, y aunque lleva queso azul, que tiene un sabor muy pronunciado, como se utiliza poca cantidad para hacer la crema, en el resultado final se nota pero no tiene un sabor fuerte.

Sin más dilación os detallo la lista de ingredientes y los pasos a seguir para su elaboración.

Ingredientes:

Para la crema

-250ml. de nata para montar (35% M.G.)
-60gr. de queso de untar tipo philadelphia
-30gr. de queso azul
-sal
-pimienta molida

Para las nueces caramelizadas

-1 ½ vasos de nueces pecanas
-1 vaso de azúcar
-1/3 vasos de agua
-zumo ½ limón

Decoración:

-uvas
-nueces caramelizadas

Preparación:

La víspera comenzamos realizando la crema, para ello ponemos un cazo a fuego medio, añadimos la nata y los dos quesos, removemos para que se fundan los quesos y se integren en la mezcla. Dejamos cocer unos 10 minutos hasta que comience a espesar, en ese momento añadimos una pizca de pimienta molida y una pizca de sal, y continuamos con la cocción otros 10 minutos más aproximadamente, pero bajando el fuego al mínimo. Cuando la mezcla haya espesado lo suficiente, retiramos del fuego, y cuando enfríe la pasamos a un bote de vidrio con tapa y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

Aparte tenemos que caramelizar las nueces, para ello ponemos el azúcar, el agua y el zumo de limón en una olla a fuego bajo. Cuando al hervir se empiecen a formar burbujas, añadimos las nueces y con una cuchara de madera removemos continuamente.

Al principio notaremos que el azúcar se va caramelizando, y transcurridos unos minutos ese caramelo que se había formado se cristalizará, es como si se secara y se hubiera adherido a las nueces, eso es señal de que todo va bien, pero todavía no hemos terminado, tenemos que seguir removiendo hasta que se produzca la siguiente fase, en la cual el azúcar que ya se había adherido a las nueces, recupera el brillo perdido al cristalizarse, en ese momento apagamos el fuego, e inmediatamente extendemos las nueces en la encimera sobre papel de hornear, o sobre un tapete de silicona. Cuando estén frías las guardamos en un bote de vidrio con tapa.

Finalmente solo nos queda la presentación, para ello colocamos un poco de crema de queso en el fondo de recipientes individuales (en este caso utilicé unas cucharillas de aperitivo) y encima colocamos la mitad de una uva fresca y una nuez pecana caramelizada tal y como se ve en la foto, y listo para servir a la mesa y sorprender a vuestros invitados.

Y esto ha sido todo por hoy. En unos días vuelvo con una nueva receta.

Un abrazo.

martes, 7 de diciembre de 2021

Stollen (Pan Dulce Alemán)


Estamos ya en la segunda semana de Adviento, y durante esta época previa a la Navidad, en muchas ciudades europeas se celebran los tradicionales mercadillos navideños.

Uno de los países que cuenta con una larga tradición en este ámbito es Alemania, y en estos mercadillos, el Stollen (un pan dulce), y el Glühwein, un vino caliente especiado, cuya receta os mostraré en otra ocasión, no pueden faltar.

La receta del Stollen como la conocemos ahora, tiene su origen precisamente en este tiempo de Adviento, durante el cual los cristianos vivían una época de ayuno en la cual no podían tomar leche ni mantequilla, y por tal motivo los panaderos elaboraban un pan insípido que no agradaba a los nobles, por lo que le rogaron al príncipe Ernst von Sachen, en el año 1430, que intercediera ante el Papa Nicolás V para poder incluir la mantequilla en su elaboración.

Esta petición fue rechazada, y no fue hasta el año 1491, cuando el Papa Inocencio VIII permitió añadir la mantequilla al pan, durante el período de ayuno en el Adviento.

Después de la mantequilla, se fue enriqueciendo más el pan con el paso de los años, incorporando frutos secos, frutas confitadas y diversas especias. El resultado es un pan con una miga suave y tierna a pesar de su apariencia compacta, y lo mejor, es el aroma que desprende después de tres semanas de maduración. Es una auténtica delicia.

La forma del Stollen recuerda a un recién nacido envuelto en pañales, por eso se usa abundante azúcar glas para cubrir su exterior. La forma del mismo apenas ha sufrido variaciones con el tiempo, porque se elabora intencionadamente con esa apariencia.

Las ciudades alemanas de Naumburgo y Dresde están ligadas al origen de este pan dulce. Los Stollen elaborados en esta última localidad cuentan con la denominación Dresdner Stollen protegida desde el año 1997, y allí, todos los años, el segundo sábado de Adviento, se celebra la Stollenfest (fiesta del Stollen)

No es la primera vez que preparo este pan, el año pasado también lo hice, pero por circunstancias ajenas a mi voluntad no pude sacarle fotos y compartir la receta con vosotros, así que este año lo he vuelto a hacer con la misma receta del año pasado, que es un mix de varias recetas encontradas en internet, hasta reproducir lo más fielmente posible la receta original

El resultado, como os digo más arriba, es un pan jugoso y lleno de aromas, que se han ido potenciando durante las tres semanas que ha estado madurando. 

Vamos ya con la receta.

Ingredientes:

Fruta macerada
-250gr. de uvas pasas 
-80gr. de naranja escarchada 
-100ml. de ron añejo

Preparado de especias para el Stollen
-1 unidad de anís de estrella
-1/2 rama de canela
-2 clavos de olor
-1/2 vaina de vainilla
-2 vainas de cardamomo (sin la cáscara de fuera, solo las semillas)
-1 pizca de nuez moscada rallada

Prefermento
-100gr. de harina de fuerza
-50gr. de levadura fresca
-80ml. de leche entera
-1 cucharadita de azúcar

Masa
-300gr. de harina de fuerza
-90gr. de azúcar
-1 huevo tamaño mediano
-2 yemas de huevo
-50ml. de leche entera
-60gr. de harina de almendra
-80gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-el preparado de especias del Stollen
-la fruta macerada
-ralladura de 2 limones (solo la parte amarilla)
-60gr. de almendras tostadas picadas gruesamente
-60gr. de nueces picadas gruesamente
-1 cucharadita de sal

Acabado
-mantequilla derretida para bañar el Stollen
-azúcar glas en abundancia para espolvorear por arriba

Preparación:

Tres días antes de preparar el Stollen, ponemos la fruta a macerar con el ron, para ello picamos la naranja escarchada en cubitos, y la echamos en un recipiente con tapa, añadimos también las uvas pasas, y por último el ron. Tapamos el recipiente, agitamos y dejamos en maceración durante tres días. Una ó dos veces al día, volvemos a agitar el recipiente para que toda la fruta quede bien impregnada.

Otra cosa que tenemos que hacer antes de comenzar con la preparación propiamente dicha del Stollen, es moler todas las especias y reservar.

Después preparamos el prefermento, y para ello diluimos en un recipiente la levadura en la leche tibia, añadimos el azúcar, mezclamos y por último añadimos la harina tamizada, mezclamos de nuevo hasta integrarla, y tapamos con papel film hasta que casi triplique su tamaño.

Cuando el prefermento esté listo, echamos en la panificadora la harina tamizada, añadimos también la harina de almendra, las especias molidas, el azúcar y la sal, la leche tibia, el prefermento, el huevo y las dos yemas, y seleccionamos el programa de amasado de la panificadora durante aproximadamente diez minutos, el tiempo justo para que se integren todos los ingredientes y se forma una bola de masa dentro de la cubeta. En ese momento interrumpimos el programa, y con la panificadora tapada dejamos la masa en reposo una media hora.

Después de ese tiempo de reposo, continuamos con el programa de amasado hasta que concluya, en mi máquina otros diez minutos (20 minutos en total)

Una vez terminado el programa de amasado, volvemos a comenzar de nuevo el mismo programa, y vamos añadiendo en tres tandas, la mantequilla a temperatura ambiente, cortada en dados. Cuando esté toda la mantequilla integrada en la masa esperamos a que concluya el programa de amasado, retiramos la masa de la cubeta a un recipiente amplio, y lo cubrimos con papel film y dejamos en reposo hasta que doble el volumen.

Una vez que la masa ha levado, la colocamos sobre la encimera ligeramente enharinada, amasamos un poco para desgasificar, y con un rodillo formamos un rectángulo, después esparcimos sobre la masa las frutas que teníamos macerando, bien escurridas. Esparcimos también las almendras y las nueces picadas. A continuación amasamos con las manos hasta integrar todo en la masa. Al principio cuesta un poco, pero poco a poco se consigue.

Una vez que tenemos las frutas maceradas y los frutos secos integrados en la masa, la aplastamos con un rodillo dándole forma de óvalo, y con el mismo rodillo hacemos una hendidura longitudinal algo descentrada, de manera que nos queden dos lóbulos uno más grande que otro. Doblamos la masa por la hendidura, de manera que quede el lóbulo pequeño sobre el grande para darle la forma típica del Stollen. 

Colocamos el Stollen ya formado sobre la bandeja del horno sobre papel sulfurizado, lo cubrimos con papel film, y dejamos que fermente hasta que aumente en torno a un 50%. No va a doblar el volumen, peque la masa soporta mucho peso de las frutas maceradas y los frutos secos.

Cuando el Stollen haya crecido, precalentamos el horno a 165º, y lo colocamos en la segunda ranura empezando por abajo con calor abajo durante los primeros 15 minutos, y después, unos 40 minutos más aproximadamente, con calor arriba y abajo, hasta que tenga un bonito color dorado. 

Una vez listo lo retiramos del horno, y en caliente lo pincelamos con mantequilla derretida, espolvoreamos abundante azúcar glas por encima, y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez frío, lo envolvemos en papel de hornear, después cubrimos con film transparente, y finalmente lo metemos dentro de una bolsa de plástico hermética, con cierre en zip, y lo dejamos madurar durante 3 semanas en la parte baja del frigorífico. 

Abajo podéis ver con más detalle los trozos de frutos secos y de naranja escarchada. Lástima que no podáis apreciar también el olor tan maravilloso que desprende después de estar madurando durante tres largas semanas.


Parece muy latoso, pero os aseguro que el resultado final bien merece la pena el trabajo y la larga espera.

Con el deseo de que os haya gustado, me despido por hoy. Nos vemos en unos días con una nueva receta ideal para las fiestas que se avecinan.

Hasta entonces. Un abrazo.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Detalles para invitados 2020 y 2021


El año 2020 y el 2021 las celebraciones estuvieron marcadas por el covid, pese a ello, en las épocas en las que las restricciones se habían rebajado, siguieron celebrándose con las lógicas precauciones.

Los que me seguís, ya sabéis que de un tiempo a esta parte, cuando algún niño de mi entorno se bautiza o hace la Primera Comunión, me gusta agasajarle a él y a sus padres con un detalle dulce, para entregar a sus invitados, a modo de recuerdo de esa fecha tan especial.

En las fotos faltan algunos que me olvidé fotografiar, y cuando me acordé ya era tarde porque los había entregado, pero como podéis observar, últimamente me decanté más por las galletas dulces en vez de los tarros de mermelada, como venía ocurriendo en años anteriores.

Algunas galletas iban decoradas simplemente con fondant, en unos casos con la grabación del nombre del niño y la fecha de la celebración, y en otros con unos cortadores con formas infantiles que compré no hace mucho.

En otros casos las galletas llevaban una capa de fondant, y sobre esta una fotografía del niño con el nombre y la fecha, en oblea comestible.

Espero que os gusten. Yo estas fotos las guardo en este post para que me queden como recuerdo, y me despido hasta dentro de unos días, que volveré con una receta navideña.

Hasta entonces. Un abrazo