lunes, 27 de septiembre de 2021

Flan de huevo


En alguna ocasión os he hablado de mis gallinas felices, pues ellas me permiten elaborar dulces exquisitos como el que os muestro hoy, el flan de huevo, esta vez en tamaño extra grande. Hace tanto que saqué la foto que no recuerdo cuando lo preparé, pero supongo que había invitados ese día porque normalmente lo hago en otra flanera más pequeña.

Es de mis postres favoritos, y ya sabéis que no tiene ninguna complicación, simplemente es batir la mezcla y cocerla en el horno al baño María hasta que cuaje.

La diferencia en el resultado final vendrá dada por la utilización de un caramelo casero, el empleo de huevos ecológicos o camperos, porque aparte de tener mejor sabor tienen menos agua, y también el empleo de leche entera, que le aportará más cremosidad.

Si os gusta darle más aroma, podemos optar por infusionar la leche con canela en rama y cáscara de limón, o con una vaina de vainilla.

Luego habréis visto flanes con burbujas en su interior y otros sin ellas, eso va por gustos, y dependerá de la temperatura del agua que utilizamos para el baño María, el que las tenga o no. Si queréis un flan con una masa compacta sin agujeritos, el agua no puede llegar a hervir en el horno, por lo tanto necesitaréis más tiempo de horneado y a una temperatura inferior, de 150º a 160º. Por el contrario si queréis un flan con burbujas, tenéis que hornearlo a 180º.

Para preparar este postre tan delicioso necesitáis los siguientes ingredientes:

Para el caramelo
-120gr. de azúcar
-unas gotas de zumo de limón

Para el flan
-10 huevos
-1 litro de leche
-150gr. de azúcar

Opcional
-1 rama de canela
-cáscara de un limón

O bien
-1 vaina de vainilla

Preparación:

Comenzaremos por preparar el caramelo, para ello ponemos un recipiente al fuego, añadimos el azúcar y unas gotas de limón, y dejamos al fuego hasta que empiece a coger un ligero color dorado, a partir de ahí vamos removiendo poco a poco hasta que todo el azúcar esté disuelto, y en ese momento retiramos del fuego y cubrimos la base y las paredes de la flanera ó flaneras individuales. Reservamos.

Si optáis por aromatizar la leche, empezamos por ponerla en un cazo al fuego (tened en cuenta que debéis echar algo más de un litro, porque al hervir, parte se evapora), añadimos una rama de canela y la cáscara de un limón (sólo la parte amarilla), o bien una rama de vainilla abierta por la mitad, y retirándole los granos con un cuchillo (se añade todo, los granos y la vaina).Cuando la leche levante el hervor, apagamos el fuego, y dejamos que enfríe para que vaya cogiendo el aroma de la canela o la vainilla según el caso.

Una vez que tengamos la leche fría, la pasamos por un colador para retirar la canela y el limón, o la vaina de vainilla, según lo que hayamos utilizado.

A parte batimos los huevos, disolvemos el azúcar en la leche y mezclamos con los huevos, y finalmente vertemos la mezcla en la flanera y horneamos al baño María hasta que haya cuajado. En ese momento retiramos del horno, dejamos enfriar a temperatura ambiente, y luego lo dejamos en la nevera porque es bien fresquito cómo más rico está.

Si lo hacéis de un día para otro estará mejor si cabe, porque se asientan los sabores.

Se desmolda en el momento de servir.

Hasta pronto. Saludos

martes, 21 de septiembre de 2021

Habas a la vinagreta


La receta de hoy hacía años que no la preparaba, pese a que me trae recuerdos de la infancia, porque desde muy pequeña recuerdo habérsela visto preparar a mi padre en verano, cuando había habas verdes en la huerta.

Hace unos días me acordé de esta receta, y la casualidad quiso que este pasado domingo mi prima Josefa, me trajese un bolsa con habas verdes, así que hoy mismo las preparé, le hice las fotos, y aquí os dejo la receta por si alguno tiene todavía habas verdes y se anima a a ponerla en práctica

Me hace especial ilusión compartir esta receta, porque me la enseñó mi padre, y él aprendió a preparla en la mili. Fue allí dónde probó por primera vez las habas a la vinagreta.

La receta por supuesto se la dedico a mi padre, y a dos buenos amigos que hizo allí en Ceuta, donde fue destinado, Gerardo y Jesús. Ambos eran de aquí, de la provincia de A Coruña, pero por aquellos tiempos no había móviles ni siquiera teléfonos en la mayoría de los hogares, lo cual hizo que después de la mili se perdieran la pista.

El destino quiso que muchos años después, uno de ellos, Jesús concretamente, coincidiera en una feria con un vecino nuestro, el cual le dio nuestro número de teléfono…, y un buen día suena el teléfono de casa, descuelga mi padre y se encuentra con la sorpresa… Quedó un poco cortado, a pesar de que nuestro vecino ya le había advertido de que le iba a llamar. Hablaron un rato y acordaron volver a llamarse otro día…

Por entonces mi padre estaba un poco desanimado, llevaba meses con anemia y se encontraba siempre muy cansado. De repente todo se precipitó un día que fui con él por urgencias y me dijeron que tenía leucemia, cinco días después falleció, por lo que después de la mili, Jesús y Gerardo, que eran vecinos y nunca perdieron el contacto entre ellos, no volvieron a ver a mi padre con vida. Los avisamos y nos acompañaron el día del entierro. A día de hoy sigo en contacto con ellos.

Es una historia agridulce, pero la vida tiene estas cosas. Lo dicho, la receta se la dedico a los tres: a Jesús, a Gerardo y a mi padre (Antonio)

Ingredientes:

-1kg. de habas verdes (sin la vaina)
-1 cebolla
-3 huevos cocidos
-100ml de aceite de oliva virgen extra
-30ml. de vinagre de vino
-sal

Preparación:

Comenzamos por desvainar las habas, luego las echamos en una olla, añadimos una hoja de laurel y cubrimos de agua. Ponemos la olla al fuego y cuando empiecen a hervir añadimos sal al gusto, y continuamos con la cocción.

A parte cocemos los huevos en agua durante 10 minutos, luego retiramos el agua caliente, añadimos agua fría, y cuando hayan enfriado, retiramos la cáscara, y los picamos. Reservamos.

Por otro lado echamos en un bote que tenga tapa, el aceite, el vinagre, una pizca de sal y la cebolla picada, tapamos y agitamos bien para que emulsione un poco el aceite. Si no tenemos un bote con tapa, batimos enérgicamente con un tenedor durante un par de minutos y obtendremos el mismo resultado. Reservamos la vinagreta que hemos preparado.

Cuando las habas estén casi hechas, añadimos la vinagreta con la cebolla a la olla, mezclamos bien, dejamos cocer unos cinco minutos más, luego apagamos el fuego, añadimos los huevos picados, removemos el conjunto y dejamos reposar un poco.

En casa la servimos tibia, es como más nos gusta.

Deciros que aunque no es un plato muy fotogénico, os aseguro que está de vicio, si las probáis repetiréis seguro.

Nada más por esta ocasión, solo espero que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado. Con ese deseo me despido hasta la próxima vez.

Un abrazo.

martes, 14 de septiembre de 2021

Empanada de bacalao con uvas pasas en horno de leña


Hola amig@s,

Desde el pasado mes de diciembre no he vuelto a realizar publicaciones en el blog, porque en el mes de enero falleció mi madre, la luz de mi vida.

Ya nada será igual sin ella, pero ahora que llegó septiembre y es el mes de la vuelta a la rutina, mi intención es continuar con la actividad en el blog, por mí, y también por ella, porque sé que es lo que le gustaría.

Una de las cosas que a ella le gustaba mucho era la empanada de bacalao con uvas pasas, y como la tenía en la carpeta de borradores desde hace tiempo, ha sido la elegida en esta ocasión.

Cuando tengo tiempo y ganas la hago en horno de leña, que da un poco más de trabajo, pero tiene aún mejor sabor, si cabe. Por supuesto que se puede hacer en horno convencional, de hecho yo la hago muchas veces. A continuación os detallo la lista de los

Ingredientes:

Para la masa
-300 ml. de agua
-480gr. de harina de fuerza
-25gr. de levadura fresca ó un sobre de levadura de panadería deshidratada
-una pizca de sal
-una cucharada de aceite de oliva

Para el relleno
-500gr. de bacalao desalado
-250gr. de uvas pasas
-4 cebollas medianas
-pimientos rojos en conserva (o asados y sin piel ni semillas)
-aceite de oliva virgen extra
-una cucharada de pimentón dulce
-sal

Preparación:

En primer lugar preparamos el relleno, porque lo ideal es que esté frío cuando formemos la empanada. Para ello cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos la cebolla, salamos y removemos, y a continuación bajamos el fuego al mínimo, dejando que se vaya pochando muy lentamente, entre 30 y 40 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando esté la cebolla bien pochada, retiramos del fuego, y añadimos el pimentón, removemos bien y con una cuchara retiramos el exceso de aceite a un recipiente (lo necesitaremos después para pintar la empanada al final).

Mientras la cebolla se va pochando aprovechamos para hidratar las uvas pasas, para ello las ponemos en un cuenco, las cubrimos con agua caliente y reservamos.

Por otro lado desmigamos el bacalao con las manos, le retiramos las espinas, y lo escurrimos bien.

Al final cuando la cebolla esté pochada y hayamos apartado el exceso de aceite, le añadimos el bacalao y las uvas pasas bien escurridas, mezclamos bien y reservamos hasta el momento de rellenar la empanada.

Con el relleno ya listo, lo siguiente es hacer la masa, para ello echamos el agua tibia en un bol, añadimos la sal y la cucharada de aceite (sirve el que nos sobró de pochar la cebolla, teniendo cuidado de que nos quede suficiente para pintar la empanada en el paso final), mezclamos y seguidamente vamos añadiendo la harina poco a poco. Después de echar el primer puñado de harina y cuando esté bien integrada, añadimos la levadura desmenuzándola con las manos, removemos bien y seguimos añadiendo harina hasta incorporarla toda. Al principio podemos utilizar un batidor de varillas, y después cuando la masa se empiece a desprender de las paredes amasamos a mano, mínimo diez minutos.

Se puede amasar en la batidora, y también en la panificadora, utilizando el programa de amasado que en la mía dura 20 minutos, o en la thermomix siguiendo los siguientes pasos:

1-Añadir el agua, la sal y el aceite al vaso, y programar, 3 minutos/temperatura 37º/ velocidad cuchara

2-Añadir la harina y por último la levadura desmenuzada, y programar función amasar, 3 minutos/ velocidad espiga.

Una vez hecha la masa, la dejamos reposar en un lugar cálido, dentro de un recipiente tapado con papel film o con un paño de cocina, para evitar las corrientes de aire, hasta que doble el volumen.

Cuando haya doblado el volumen, la amasamos de nuevo un par de minutos sobre la encimera untada con un poco de aceite, y la dividimos en dos mitades, una ligeramente más grande que la otra.

La mitad más grade la estiramos bien con el rodillo y la colocamos en la bandeja del horno sobre papel de hornear, luego en el centro añadimos todo el relleno, y después como la masa tiende a encogerse, con la mano izquierda vamos estirando del centro hacia los bordes, y con la otra mano extendemos el relleno.


Cuando tengamos todo el relleno extendido de manera uniforme, ponemos por encima unas tiras de pimiento rojo


Cubrimos con la otra mitad de la masa, sellando los bordes con las manos. En el centro hacemos un agujero para que salga el vapor durante la cocción.


Por último con un pincel pintamos con el aceite que habíamos reservado del relleno.


La metemos en el horno, previamente calentado a 180ºC, justo en la parte central, 15 minutos con calor abajo, luego otros 15 minutos con calor arriba y abajo, y por último calor solo arriba hasta que coja un bonito color dorado.

En horno de leña ya es más complicado. A mí me dieron un truco, y es que una vez calentado el horno y retirado los rescoldos, esperar hasta que se pueda esparcir una cucharada de harina por la superficie y no se queme. Después hay que ir vigilando de vez en cuando por la mirilla hasta que veamos que está hecha.


Parece muy complicado pero es más laborioso que difícil, de todos modos el esfuerzo merece la pena, porque está verdaderamente deliciosa. Espero que os guste.

Un abrazo