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lunes, 10 de abril de 2023

Monas de Pascua 2023


Como os había prometido en el anterior post, hoy os muestro las monas de Pascua que preparé este año. Ya sabéis que las monas se las regalan los padrinos a los ahijados por Pascua.

En Galicia lo mona consiste en un dulce muy parecido al roscón de Reyes, pero con decoración típica de estas fechas (pollitos, huevos, plumas, etc). Suele dársele forma de bollo, a modo de un pan dulce, pero también se hacen trenzas, y en otros casos se les da forma de roscón con agujero en medio.

En algunas zonas del levante español, preparan también por estas fechas un pan dulce muy similar, que recibe el nombre de “panquemao”, en Asturias lo típico es un bizcocho mantecado, mientras que en Cataluña lo típico son las figuras de chocolate.

Ayer, Domingo de Resurrección, comimos en casa de unos familiares, y para el postre preparé un semifrío de limón, con una decoración acorde a la fecha. Os muestro la foto abajo, pero la receta de este postre la publicaré en breve.


Para preparar las monas tradicionales de mi tierra, he introducido algunas variaciones en la receta que seguía siempre. Os dejo a continuación la receta de este año

Ingredientes:

Para el prefermento

-70gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-90gr. de leche entera
-2 huevos medianos
-25gr. de levadura fresca (la mía de Levanova) ó 1 sobre de levadura seca de panadería
-20 gr. de azúcar

Para la masa

-Todo el prefermento
-320gr. de harina de fuerza  (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-80gr. de azúcar
-5gr. de sal
-75gr. de mantequilla sin sal
-1 huevo
-1 pizca de esencia de anís
-ralladura de 1 naranja y de 1 limón

Elaboración:

En primer lugar preparamos el prefermento, para ello ponemos la leche al fuego, cuando levante el hervor apartamos del fuego, dejamos reposar hasta que esté tibia y entonces añadimos la levadura, desleímos y añadimos el azúcar y lo huevos batidos. Mezclamos todo y finalmente añadimos la harina. Mezclamos hasta integrarla y luego dejamos reposar tapado con papel film, en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que triplique el volumen.

Cuando el prefermento haya triplicado el volumen, removemos con una cuchara, volvemos a tapar y dejamos reposar de nuevo hasta que nuevamente triplique el volumen. Cuando lo haga volvemos a remover con una cuchara y de nuevo vuelta a reposar para que por tercera y última vez vuelva a triplicar el volumen.

Después añadimos todo el prefermento a la cubeta de la panificadora, añadimos también la mantequilla a temperatura ambiente, el huevo, las ralladuras de cítricos, la esencia de anís, el azúcar, la harina y la sal, por ese orden, y seleccionamos el programa de “solo amasado” que en mi máquina es el número 11 y tiene una duración de 20 minutos.

Al finalizar el programa de amasado, dejamos la masa dentro reposando con la máquina apagada y la tapa abierta para que no se recaliente, durante 10 minutos, y de nuevo volvemos a seleccionar el mismo programa para continuar amasando 20 minutos más. Después retiramos la masa, le damos la forma deseada a nuestra mona (yo algunas las hice redondas como si se tratase de un bollo de pan, y otras las hice con un agujero en el centro igual que los roscones), y dejamos reposar en un lugar lejos de corrientes de aire hasta que las monas tripliquen su volumen (hablo en plural, porque con estas cantidades os saldrán 2 monas de tamaño mediano tirando a pequeño, pero si queréis podéis hacer una sola más grande).

Por último solo nos resta pincelarlas con huevo batido, espolvorear azúcar por encima, y hornear a 150ºC en la parte central del horno, con fuego abajo los primeros 10 minutos, y luego fuego arriba y abajo hasta que adquieran un bonito color dorado por arriba.

También podéis amasar las monas en la thermomix, para ello preparáis el prefermento tal como os indico más arriba, y después de que haya triplicado el volumen por tercera vez, lo añadías al vaso, junto con los restantes ingredientes, dejando para el final la harina y después de esta la levadura, y programamos tiempo 3 minutos, función amasar. Una vez finalizado, retiramos la masa del vaso, le damos la forma deseada y a partir de aquí, procedemos de la misma manera que os indico más arriba.

Abajo podéis ver una de las que preparé, esta con forma de roscón
 con agujero en el centro.


Y con esto doy por terminada la Pascua de este año. En cuanto a vosotros espero que hayáis disfrutado de estos días de asueto, y deciros que dentro de unos días volveré con una nueva receta. ¡Os espero!

Un abrazo.

martes, 21 de junio de 2022

Coca de San Juan


Estamos a las puertas de la noche de San Juan, la más mágica del año, y también la más corta, y esa noche en muchos lugares del Levante español, el dulce que no puede faltar es la denominada Coca de San Juan, un dulce tipo brioche, que lleva crema pastelera, y va decorada con piñones y frutas confitadas.

En Galicia también se prepara un dulce muy similar, que se llama “Tarta Larpeira” la cual se consume especialmente por San Juan, pero también a lo largo del año. Podéis ver la receta de la “Larpeira” pinchando aquí.

Hay cocas de muy diversos ingredientes, y las hay dulces y saladas, pero la de hoy es dulce, porque aquí en Galicia en la cena de la noche de San Juan no pueden faltar las sardinas a la brasa y el churrasco, y a mayores una coca salada sería excesivo, en cambio un trozo de esta coca, o de una larpeira gallega en la sobremesa sientan de maravilla.

No me enrollo más y os dejo con la lista de ingredientes:

Para la masa madre

-20gr. de leche tibia
-10gr. de levadura fresca (ó 3gr. de levadura deshidratada)
-40gr. de harina de fuerza

Para la masa

-toda la masa madre
-125gr. leche a temperatura ambiente
-50gr. de azúcar
-1 huevo pequeño
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-40gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-ralladura de una naranja
-250gr. de harina de fuerza
-una pizca de sal

Para la crema pastelera

-250gr. de leche entera
-2 yemas de huevo
-20gr. de maicena
-50gr. de azúcar
-1 vaina de vainilla

Para decorar

-piñones y fruta confitada

Para el almíbar

-120ml. de agua
-120ml. de licor de anís
-90gr. de azúcar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, porque tiene que estar fría cuando la empleemos, por eso es aconsejable prepararla antes, incluso se puede hacer la víspera y guardarla en el frigorífico.

Para prepararla lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 250ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos.

El siguiente paso consiste en preparar la masa madre, para ello mezclamos bien todos los ingredientes, y dejamos tapado con papel film hasta que doble el volumen.

Cuando la masa madre esté lista la añadimos a la cubeta de la panificadora o bien a la amasadora y a continuación los ingredientes de la masa principal en el orden que aparecen en la lista de ingredientes, y amasamos durante una hora. En mi panificadora el programa de amasado dura 20 minutos, con lo cual hay programarla de nuevo dos veces. Con las amasadoras ocurre lo mismo, una vez finalizado el tiempo de amasado hay que volver a programar las veces necesarias hasta completar la hora.

Una vez finalizado el amasado dejamos la masa en reposo durante 10 minutos para que se relaje, y después con la ayuda de un rodillo la aplanamos dándole forma ovalada, la colocamos en la bandeja del horno, y la dejamos allí con la puerta cerrada para que no entren corrientes de aire, hasta que haya triplicado su volumen.

Ahora en verano como la temperatura ambiente es alta no hace falta encender el horno, pero si hacéis esta receta en invierno, os aconsejo que cuando la dejéis reposar en el horno para levar, que lo encendáis a baja temperatura, en torno a los 25ºC, porque así sube más pronto.

Cuando haya levado lo suficiente, la pincelamos con un huevo batido (este huevo no figura en la lista de ingredientes), echamos la crema pastelera que habíamos reservado en una manga con boquilla rizada y hacemos una especie de enrejado por encima como se aprecia en la foto.

Por último decoramos con guindas en almíbar y piñones al gusto, y llevamos al horno, previamente precalentado a 150ºC con calor abajo los primeros 10 minutos, y luego calor arriba y abajo hasta que adquiera un bonito color dorado en la superficie. En ese momento retiramos del horno y colocamos la bandeja sobre una rejilla.

Mientras la coca se cuece en el horno, preparamos el almíbar poniendo un cazo al fuego con el agua, el licor de anís y el azúcar, y dejamos hervir durante unos 10 minutos hasta que adquiera una consistencia como de punto de hebra, que se consigue cuando al poner una gota entre los dedos índice y pulgar, se forma como un hilo. Apagamos el fuego y reservamos.

Cuando retiremos la coca del horno, en caliente, inyectamos con una jeringa de repostería el almíbar por distintos puntos de la coca, procurando que quede el almíbar bien distribuido. Dejamos enfriar y listo para servir.

Para que no se reseque una vez fría os aconsejo que la guardéis en una bolsa de plástico o bien que la cubráis con papel film.

La coca auténtica de San Juan no lleva este almíbar, pero os aseguro que le queda de vicio, hará que esté mucho más tierna y jugosa.

Pues espero que os haya gustado la receta de hoy, y deseo que disfrutéis mucho la noche de San Juan.

Hasta pronto. Un abrazo.

viernes, 22 de abril de 2022

Monas de Pascua 2022

Un poco más tarde de lo que tenía previsto, os muestro las Monas de Pascua que hice este año.

Aquí en Galicia, igual que en otras regiones de España, como por ejemplo en Cataluña, es costumbre que los padrinos agasajen a sus ahijados con las conocidas como "Monas de Pascua", que en Galicia tradicionalmente consistía en una “Rosca de Pascua” o una “Trenza de Pascua” cuya imagen os muestro abajo. La masa es la misma que la del “Roscón de Reyes”, y la receta la podéis ver pinchando aquí.

En Cataluña sin embargo, las monas suelen ser de huevos y figuras de chocolate, costumbre que también ha arraigado últimamente aquí en Galicia, por eso algunas monas como las de la foto que encabeza este post, son de huevos de chocolate, decorados con papel de polipropileno con un estampado propio de estas fechas.

Por último hice una tarta que decoré también con motivos de Pascua: un conejito y mini huevos de chocolate. La imagen es la que os muestro arriba. La tarta era de zanahoria, la famosa carrot cake, y la receta la podéis ver pinchando aquí.

Y esto ha sido todo por hoy, pronto volveré con una nueva receta. Hasta entonces que seáis muy felices.

Un abrazo.

martes, 7 de diciembre de 2021

Stollen (Pan Dulce Alemán)


Estamos ya en la segunda semana de Adviento, y durante esta época previa a la Navidad, en muchas ciudades europeas se celebran los tradicionales mercadillos navideños.

Uno de los países que cuenta con una larga tradición en este ámbito es Alemania, y en estos mercadillos, el Stollen (un pan dulce), y el Glühwein, un vino caliente especiado, cuya receta os mostraré en otra ocasión, no pueden faltar.

La receta del Stollen como la conocemos ahora, tiene su origen precisamente en este tiempo de Adviento, durante el cual los cristianos vivían una época de ayuno en la cual no podían tomar leche ni mantequilla, y por tal motivo los panaderos elaboraban un pan insípido que no agradaba a los nobles, por lo que le rogaron al príncipe Ernst von Sachen, en el año 1430, que intercediera ante el Papa Nicolás V para poder incluir la mantequilla en su elaboración.

Esta petición fue rechazada, y no fue hasta el año 1491, cuando el Papa Inocencio VIII permitió añadir la mantequilla al pan, durante el período de ayuno en el Adviento.

Después de la mantequilla, se fue enriqueciendo más el pan con el paso de los años, incorporando frutos secos, frutas confitadas y diversas especias. El resultado es un pan con una miga suave y tierna a pesar de su apariencia compacta, y lo mejor, es el aroma que desprende después de tres semanas de maduración. Es una auténtica delicia.

La forma del Stollen recuerda a un recién nacido envuelto en pañales, por eso se usa abundante azúcar glas para cubrir su exterior. La forma del mismo apenas ha sufrido variaciones con el tiempo, porque se elabora intencionadamente con esa apariencia.

Las ciudades alemanas de Naumburgo y Dresde están ligadas al origen de este pan dulce. Los Stollen elaborados en esta última localidad cuentan con la denominación Dresdner Stollen protegida desde el año 1997, y allí, todos los años, el segundo sábado de Adviento, se celebra la Stollenfest (fiesta del Stollen)

No es la primera vez que preparo este pan, el año pasado también lo hice, pero por circunstancias ajenas a mi voluntad no pude sacarle fotos y compartir la receta con vosotros, así que este año lo he vuelto a hacer con la misma receta del año pasado, que es un mix de varias recetas encontradas en internet, hasta reproducir lo más fielmente posible la receta original

El resultado, como os digo más arriba, es un pan jugoso y lleno de aromas, que se han ido potenciando durante las tres semanas que ha estado madurando. 

Vamos ya con la receta.

Ingredientes:

Fruta macerada
-250gr. de uvas pasas 
-80gr. de naranja escarchada 
-100ml. de ron añejo

Preparado de especias para el Stollen
-1 unidad de anís de estrella
-1/2 rama de canela
-2 clavos de olor
-1/2 vaina de vainilla
-2 vainas de cardamomo (sin la cáscara de fuera, solo las semillas)
-1 pizca de nuez moscada rallada

Prefermento
-100gr. de harina de fuerza
-50gr. de levadura fresca
-80ml. de leche entera
-1 cucharadita de azúcar

Masa
-300gr. de harina de fuerza
-90gr. de azúcar
-1 huevo tamaño mediano
-2 yemas de huevo
-50ml. de leche entera
-60gr. de harina de almendra
-80gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-el preparado de especias del Stollen
-la fruta macerada
-ralladura de 2 limones (solo la parte amarilla)
-60gr. de almendras tostadas picadas gruesamente
-60gr. de nueces picadas gruesamente
-1 cucharadita de sal

Acabado
-mantequilla derretida para bañar el Stollen
-azúcar glas en abundancia para espolvorear por arriba

Preparación:

Tres días antes de preparar el Stollen, ponemos la fruta a macerar con el ron, para ello picamos la naranja escarchada en cubitos, y la echamos en un recipiente con tapa, añadimos también las uvas pasas, y por último el ron. Tapamos el recipiente, agitamos y dejamos en maceración durante tres días. Una ó dos veces al día, volvemos a agitar el recipiente para que toda la fruta quede bien impregnada.

Otra cosa que tenemos que hacer antes de comenzar con la preparación propiamente dicha del Stollen, es moler todas las especias y reservar.

Después preparamos el prefermento, y para ello diluimos en un recipiente la levadura en la leche tibia, añadimos el azúcar, mezclamos y por último añadimos la harina tamizada, mezclamos de nuevo hasta integrarla, y tapamos con papel film hasta que casi triplique su tamaño.

Cuando el prefermento esté listo, echamos en la panificadora la harina tamizada, añadimos también la harina de almendra, las especias molidas, el azúcar y la sal, la leche tibia, el prefermento, el huevo y las dos yemas, y seleccionamos el programa de amasado de la panificadora durante aproximadamente diez minutos, el tiempo justo para que se integren todos los ingredientes y se forma una bola de masa dentro de la cubeta. En ese momento interrumpimos el programa, y con la panificadora tapada dejamos la masa en reposo una media hora.

Después de ese tiempo de reposo, continuamos con el programa de amasado hasta que concluya, en mi máquina otros diez minutos (20 minutos en total)

Una vez terminado el programa de amasado, volvemos a comenzar de nuevo el mismo programa, y vamos añadiendo en tres tandas, la mantequilla a temperatura ambiente, cortada en dados. Cuando esté toda la mantequilla integrada en la masa esperamos a que concluya el programa de amasado, retiramos la masa de la cubeta a un recipiente amplio, y lo cubrimos con papel film y dejamos en reposo hasta que doble el volumen.

Una vez que la masa ha levado, la colocamos sobre la encimera ligeramente enharinada, amasamos un poco para desgasificar, y con un rodillo formamos un rectángulo, después esparcimos sobre la masa las frutas que teníamos macerando, bien escurridas. Esparcimos también las almendras y las nueces picadas. A continuación amasamos con las manos hasta integrar todo en la masa. Al principio cuesta un poco, pero poco a poco se consigue.

Una vez que tenemos las frutas maceradas y los frutos secos integrados en la masa, la aplastamos con un rodillo dándole forma de óvalo, y con el mismo rodillo hacemos una hendidura longitudinal algo descentrada, de manera que nos queden dos lóbulos uno más grande que otro. Doblamos la masa por la hendidura, de manera que quede el lóbulo pequeño sobre el grande para darle la forma típica del Stollen. 

Colocamos el Stollen ya formado sobre la bandeja del horno sobre papel sulfurizado, lo cubrimos con papel film, y dejamos que fermente hasta que aumente en torno a un 50%. No va a doblar el volumen, peque la masa soporta mucho peso de las frutas maceradas y los frutos secos.

Cuando el Stollen haya crecido, precalentamos el horno a 165º, y lo colocamos en la segunda ranura empezando por abajo con calor abajo durante los primeros 15 minutos, y después, unos 40 minutos más aproximadamente, con calor arriba y abajo, hasta que tenga un bonito color dorado. 

Una vez listo lo retiramos del horno, y en caliente lo pincelamos con mantequilla derretida, espolvoreamos abundante azúcar glas por encima, y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez frío, lo envolvemos en papel de hornear, después cubrimos con film transparente, y finalmente lo metemos dentro de una bolsa de plástico hermética, con cierre en zip, y lo dejamos madurar durante 3 semanas en la parte baja del frigorífico. 

Abajo podéis ver con más detalle los trozos de frutos secos y de naranja escarchada. Lástima que no podáis apreciar también el olor tan maravilloso que desprende después de estar madurando durante tres largas semanas.


Parece muy latoso, pero os aseguro que el resultado final bien merece la pena el trabajo y la larga espera.

Con el deseo de que os haya gustado, me despido por hoy. Nos vemos en unos días con una nueva receta ideal para las fiestas que se avecinan.

Hasta entonces. Un abrazo.

miércoles, 27 de octubre de 2021

Bollitos de calabaza para Halloween


Se acerca Halloween, y aunque es una temática que no me gusta absolutamente nada, pero nada de nada, al tener el blog, siempre se procura que las publicaciones vayan acorde con la época del año que corresponda, y por eso el año pasado por estas fechas publiqué unas galletas con forma de calabaza, y este año me decanté por unos bollitos también con forma de calabaza, que le vi a Esbieta.

Elegí esta receta por varios motivos, principalmente  porque las recetas de Esbieta nunca fallan, también porque me gustó mucho como quedan los bollitos una vez horneados, y si a eso le añadimos que tengo en casa calabazas de mi huerto, la elección estaba clara, y tengo que decir que no me equivoqué, al contrario, fue todo un acierto. Salen unos bollitos muy esponjosos, ideales para tomar así solos sin más acompañando un café con leche por la mañana, para untar con mermelada, etc.

Como llevan poco azúcar, admiten también un relleno salado, como por ejemplo unas lonchas de queso o de embutido. 

Ingredientes (para 8 bollitos):

-390gr. de harina (yo usé la mitad harina de fuerza, y la otra mitad harina común de todo uso)
-1 huevo
-40gr. de azúcar
-5gr. de sal
-25gr. de mantequilla
-120gr. de calabaza asada
-160ml. de agua
-15gr. levadura fresca ó 1/2 sobre de levadura seca de panadería
-8 nueces pecanas para decorar

Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer es asar la calabaza, para ello yo aproveché que ese día hice un asado en el horno de leña, y luego con el calor residual asé la calabaza cortada por la mitad.

Después de asarla, esperamos a que enfríe, vaciamos la pulpa, y la aplastamos bien con un tenedor hasta hacer un puré. Reservamos

Aparte echamos en azúcar en agua templada, removemos hasta disolver, a continuación añadimos la levadura, y removemos hasta disolver de nuevo. Dejamos reposando unos 10 ó 15 minutos, para que se active la levadura.

Añadimos a la cubeta de la panificadora la harina previamente tamizada, la sal, el puré de calabaza, la yema de huevo (reservamos la clara que nos hará falta más adelante), la levadura, y seleccionamos el programa de “solo amasado” que en mi máquina tiene una duración de 20 minutos. Al finalizar, dejamos reposar 5 minutos, y después se añade la mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubitos, y seleccionamos de nuevo el programa de “solo amasado” para que amase de nuevo otros 20 minutos.

A continuación retiramos la masa a un recipiente, cubrimos con papel film, y esperamos a que doble su volumen. Después la volcamos en la encimera espolvoreada con un poco de harina, y amasamos un poco con las manos para desgasificarla.

Seguidamente dividimos la masa en 8 porciones del mismo peso, formamos con cada una de ellas una bolita, en el centro hacemos un hueco y colocamos una nuez pecana simulando el rabito de la calabaza, luego con un cuchillo hacemos 8 cortes equidistantes, sin llegar al centro, y colocamos los bollitos en una bandeja de horno sobre papel de hornear.

Tapamos con papel film, y esperamos de nuevo a que doblen el volumen. Cuando lo hayan hecho, pincelamos con la clara del huevo, y llevamos al horno precalentado a 150º calor arriba y abajo.

Los dejamos hasta que tengan un bonito aspecto dorado por la parte de arriba, en ese momento retiramos del horno, y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Se conservan bien durante un par de días, pero para ello hay que guardarlos dentro de una bolsa de plástico cerrada.

Y con esto termino por hoy. Nos vemos en unos días.

Un abrazo.

lunes, 26 de octubre de 2020

Pan de Muerto


El Pan de Muerto, es un pan dulce típico de México, país en el que la celebración del Día de Muertos (conocido aquí en España como día de Difuntos) es una de las más importantes del calendario religioso y cultural del país, al punto de que en el año 2003 la UNESCO declaró la festividad dedicada a los muertos en México como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Aunque de entrada pueda resultar un tanto contradictorio, en esta festividad los mexicanos celebran “la vida” de los seres queridos que han fallecido. Con las celebraciones que tienen lugar desde el 31 de octubre al 2 de noviembre, se honra a los fallecidos con elementos que demuestran que los difuntos siempre estarán invitados a la mesa de los vivos, de hecho se considera que durante esos días el espíritu de los muertos regresa a reunirse con sus familiares, los cuales para honrarles levantan altares.

En los altares no puede faltar una foto del difunto, también la flor simbólica de estas festividad conocida como Flor de Cempasúchil, de color amarillo-anaranjado, por cuyo color y olor es la encargada de conducir a los difuntos hacia la ofrenda. En esos altares colocan también cirios, agua para que las almas calmen su sed después de un largo viaje y repongan fuerzas para el camino de vuelta. También colocan sal como elemento purificador para que las almas no se corrompan en su viaje de vuelta al más allá, y por supuesto no puede faltar la comida preferida del difunto, y en este apartado nunca falta el protagonista por excelencia de esta celebración: el pan de muerto.

No existe una sola receta ni una sola forma para el pan de muerto, pues varía según la zona del país, pero el más común es el que os presento hoy, el cual como no podía ser de otra forma, también está cargado de simbolismo.

Como podéis ver en la foto, se trata de un bollo redondo, y esa forma redonda representa el ciclo de la vida, arriba lleva unas tiras de masa que representan las extremidades superiores e inferiores del difunto, y encima de todo lleva una bolita más pequeña coronando el pan, la cual representa el cráneo.

Cómo me gustaría visitar México en esta época del año..., es de esas cosas que me gustaría vivir una vez en la vida, pero toca esperar porque tal y como está el panorama no está la cosa para viajar, y por otra parte no me atrevo a cruzar el charco con mi madre enferma, de modo que ojala tarde muchísimo en poder cumplir ese sueño porque eso significará que mi madre me acompañará mucho años más, y ese sin duda alguna es mi principal deseo.

Pero aunque lo de viajar a México tendrá que esperar, lo que sí he hecho ya ha sido probar su famoso pan de muerto y os aseguro que está absolutamente delicioso. Lo haré muchas más veces porque nos encantó.

He visto varias recetas por la red, y al final me decanté por esta que podéis ver pinchando aquí, pues su autora es toda una experta en lo que a elaboración de masas se refiere.

Si hacéis como yo, y utilizáis una amasadora o una panificadora, el proceso es mucho más sencillo, porque a mano hay que amasar bastante tiempo para que se desarrolle el gluten y para los que no les guste trabajar con masas puede resultar bastante tedioso.

Y sin más dilación, os detallo la lista de ingredientes:

Para el prefermento

-70gr. de harina de fuerza
-90gr. de leche entera
-2 huevos medianos
-21gr. de levadura fresca (ó 7gr. de levadura seca)
-20gr. de azúcar

Para la masa

-Todo el prefermento
-330gr. de harina de fuera
-80gr. de azúcar
-5gr. de sal
-95gr. de mantequilla sin sal
-1yema de huevo
-1 cucharadita de agua de azahar
-ralladura de 1 naranja

Preparación:

Empezamos preparando el prefermento, para ello ponemos la leche al fuego, y cuando empiece a levantar el hervor apartamos del fuego y dejamos reposar hasta que esté tibia, en ese momento añadimos la levadura, desleímos, y añadimos el azúcar y los huevos ligeramente batidos, mezclamos todo bien y por último echamos la harina, mezclamos hasta que esté integrada y luego dejamos en un lugar cálido hasta que triplique el volumen. A mí me tardó 30 minutos y la tenía tapada con papel film cerca de la cocina de leña con una temperatura ambiental en torno a los 25ºC.

Cuando el prefermento haya triplicado el volumen, removemos con una cuchara, y dejamos reposar de nuevo hasta que de nuevo triplique el volumen. Cuando eso vuelva a suceder removemos nuevamente con una cuchara y dejamos que vuelva a triplicar el volumen por tercera y última vez (tened mucho cuidado, porque la segunda y tercera vez la masa del prefermento tarda mucho menos en subir y triplicar el volumen, de modo que no os vayáis lejos y no la perdáis de vista).

Cuando haya subido por tercera vez volvemos a remover con una cuchara para que baje, y echamos todo el prefermento en la cubeta de la panificadora. Echamos también la mantequilla a temperatura ambiente, la yema de huevo, la ralladura de naranja, una cucharadita de agua de azahar, el azúcar, la harina y la sal y seleccionamos el programa de solo amasado que en mi máquina es el número 11 y tiene una duración de 20 minutos. Al finalizar el programa dejo reposar la masa dentro de la cubeta durante 10 minutos y luego vuelvo a iniciar el mismo programa para continuar amasando otros 20 minutos más. De nuevo dejo reposar la mas otros 10 minutos y después la saco de la cubeta y le doy forma a los bollos.

Para darle la forma característica apartamos 95gr. de masa para hacer el cráneo y los huesos de las extremidades. La masa restante la dividimos en dos partes iguales, le damos forma redonda y colocamos en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.

A los 95gr. de masa que habíamos apartado le añadimos 5gr. de harina e integramos bien. Esto se hace para que cuando formemos los huesos que representan las extremidades éstos mantengan bien la forma. Después dividimos esta masa en cuatro trozos de 20gr. y dos trozos de 10gr. Con los primeros haremos los huesos para ello formamos unos bastoncillos o cilindros rodando la masa sobre la superficie de trabajo y luego presionando con los dedos anular, corazón e índice damos forma a las articulaciones. Después colocamos dos cruzados sobre cada bollo y encima coronamos con una bolita en cada uno de los bollos que formaremos con las dos porciones de 10gr. de masa que teníamos reservada.

Con el pan de muerto ya formado ahora hay que cubrirlo con papel film untado en aceite para que no haga costra por encima y esperar a que doble el volumen, para ello yo los pongo dentro del horno cerrado a 30ºC para acelerar el proceso.

Cuando han crecido el doble, los retiro del horno, subo la temperatura del mismo con calor arriba y abajo hasta los 150ºC, mientras retiro el papel film de encima de los bollos, los espolvoreo por encima con azúcar, y cuando el horno haya alcanzado la temperatura seleccionada, los introduzco en el horno y cambio el fuego dejándolo solo por abajo. Después cuando los bollos alcanzan un bonito color dorado por encima apago el fuego, retiro la bandeja del horno y la coloco sobre una rejilla hasta que enfríen.

Después ya solo queda preparar un chocolate bien caliente y disfrutar de este rico pan tan cargado de sabor y simbología.

Espero que os haya gustado mi receta de hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva propuesta. Mientras tanto que seáis muy felices.

Un abrazo

jueves, 30 de abril de 2020

Donuts caseros con glaseado


Hace unos días subí las fotos a facebook e instagram de unos donuts que llevaba años sin hacer, y a raíz de eso varias personas me pidieron la receta, de modo que aunque tengo más de cincuenta recetas pendientes en la carpeta de borradores esperando a ver la luz, y no tenía pensado publicarla por el momento, hoy le toca a los donuts.

 No solo os voy a  dar la receta, sino que visto el interés que despertaron mis donuts, al final os daré una serie de consejos para que nada quede fuera de control en el caso de que os animéis a prepararlos y que el resultado no sea el esperado por vosotros, sino que sea mucho mejor del que podáis imaginar, porque os aseguro que si seguís los consejos lograréis unos donuts caseros que os sorprenderán, tan tiernos como los comprados, e incluso más ricos y lógicamente más sanos, así que paso ya a detallaros lo que necesitáis para prepararlos.

Ingredientes:

-250ml de leche entera
-500gr. de harina de fuerza
-70gr. de azúcar
-1 huevo
-50gr. de mantequilla
-25gr. de levadura fresca de panadería ó 9gr. de levadura deshidratada de panadería
-una pizca de sal
-cáscara de media naranja
-cáscara de medio limón
-1/2 vaina de vainilla o 1 cucharada de vainilla líquida
-4 vainas de cardamomo (opcional)
-aceite de girasol para freír.
Para la glasa:
-250gr. de azúcar glas
-6 cucharadas de agua (ver consejos y observaciones al final)
-1cucharada de zumo de limón

Preparación:

La masa de los donuts la podéis preparar en la panificadora, en la amasadora, en la thermomix, e incluso a mano. Yo en esta ocasión la hice en la panificadora, pero os indicaré también cómo hacerlos en la thermomix y cómo hacer para amasarlos a mano.

Independientemente de dónde amasemos, lo primero que debemos hacer es aromatizar la leche, para ello ponemos al fuego 300ml de leche (no me he equivocado, he puesto en los ingredientes 250ml porque esa es la cantidad que realmente necesitamos, pero debemos echar algo más porque al hervir se evapora y si echamos la cantidad justa luego no obtendremos los 250ml que nos hacen falta) junto con las cáscaras de naranja y limón, la media vaina de vainilla abierta por la mitad longitudinalmente, y las semillas de cardamomo. Tan pronto como levante el hervor, apartamos del fuego y dejamos enfriar.

Para preparar la masa en la panificadora, colamos la leche para retirar las cáscaras de los cítricos, la vainilla y el cardamomo y echamos 250ml en la cubeta, junto con el azúcar, la sal, el huevo, la harina y la levadura por ese orden. A continuación seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina es el número 7, y tiene una duración de 1hora y 30 minutos, de los cuales los primeros 20 minutos son de amasado y los restantes de levado. Finalizado el programa, retiramos la masa de la cubeta a una superficie untada con aceite de girasol, desgasificamos y con ayuda de un rodillo de cocina estiramos la masa dejándola con un grosor de aproximadamente 1cm. Después cortamos los donuts de un diámetro aproximado de 10cm. para ello hay unos cortadores especiales, pero si no los tenéis os podéis ayudar de un vaso por la parte del borde, y para el hueco central podéis emplear un tapón de una botella como el de la coca cola por ejemplo. Después los vais colocando sobre cuadraditos de papel de hornear  untados también en aceite de girasol. Cuando los tengáis todos cortados y colocados sobre los trozos de papel de hornear, los cubrís con film transparente, y dejáis que vuelvan a subir un poco, al menos 30 minutos si la temperatura ambiente es alta, sino necesitarán más tiempo, incluso hasta 1 hora.

Seguidamente ponéis un cazo alto y estrecho con aceite de girasol al fuego, dejáis que coja una temperatura ni muy alta ni demasiado baja, y vais echando los donuts de uno en uno en el aceite, cogiéndolos por el papel de hornerar, dejando que se doren primero por una parte y luego le dais la vuelta y los dejáis dorar por la otra. A continuación los vais retirando a una fuente sobre papel absorbente.
Al terminar de freír todos los donuts, se prepara la glasa para ello en un cuenco mezclamos el azúcar glas, el agua y el zumo de limón, y después con un pincel de cocina pintamos todos los donuts con la glasa, y dejamos secar sobre una rejilla entre 15 y 30 minutos, y listos ya para degustar. 

Así, recién hechos, es como mejor están, porque con el tiempo se resecan, para ello es importante meterlos en una lata o sino cubrir el recipiente en el que estén con papel film, para que no entre aire y se mantengan frescos el máximo posible, y aun así no aguantan mucho. Al día siguiente de hacerlos ya no saben igual, es lo malo que tienen. 

Si en lugar de la panificadora optáis por amasar a mano, que sepáis que no tiene ninguna dificultad, en ese caso tamizamos la harina y la echamos en un cuenco,  la mezclamos junto con la sal y el azúcar. Luego hacemos un hueco en el centro como si se tratase del cráter de un volcán, y en él añadimos la levadura disuelta en la leche, el huevo ligeramente batido y la mantequilla a temperatura ambiente, y mezclamos bien con una cuchara o una espátula de madera hasta que ya no se pueda seguir trabajando la masa con ella.

En ese momento espolvoreamos una pizca de harina en la encimera y seguimos amasando durante aproximadamente unos 10 ó 15 minutos, hasta conseguir una masa lisa, sin ningún grumo, y que no se pegue a la superficie de trabajo.

Después pasamos de nuevo la masa al  cuenco en el que se inició el amasado, tapamos con papel film, esperamos a que doble el volumen, lo cual dependerá de la temperatura ambiente, y cuando eso suceda, desgasificamos, estiramos con el rodillo, los cortamos, los dejamos levar nuevamente tapados con papel film, y después los freímos y finalmente los pincelamos con la glasa de la misma manera que comenté más arriba.

Para preparar la masa en la amasadora,  simplemente añadimos todos los ingredientes en el vaso, dejamos amasando entre 10 ó 15 minutos, luego esperamos a que leven hasta que doblen el volumen, después desgasificamos, estirarmos la masa con el rodillo, cortamos los donuts, los dejamos tapados para que vuelvan a levar y luego freimos  y pincelamos con glasa.

Por último si optáis por la thermomix para prepararlos debéis seguir los siguientes pasos:

1- Echamos la leche en el vaso, y programamos 1minuto/ temperatura 37º/velocidad 1
2- Añadimos la levadura y programamos 30 segundos / velocidad 3
3- A continuación echamos en el vaso el resto de ingredientes: el azúcar, la mantequilla, el huevo, la harina y la pizca de sal y programamos 3 minutos/ sin temperatura/ velocidad espiga. Al terminar dejamos que la masa leve hasta que suba por el bocal.
4- Cuando la masa asome por el bocal, programamos de nuevo 1 minuto/ sin temperatura/ velocidad espiga para desgasificarla
5- Sacamos la masa del vaso y la echamos sobre la encimera untada con aceite de girasol, la extendemos con un rodillo, y seguimos con la secuencia ya descrita que consiste en cortar los donuts, dejar que leven de nuevo, freirlos y por último  pincelarlos con la glasa.

Consejos y observaciones:

-En la lista de ingredientes os hablo del cardamomo para perfumar la leche. Esta especia muy utilizada en la cocina hindú, no es fácil de encontrar en las tiendas de alimentación, pero imagino que en las herboristerías lo encontraréis sin dificultad, pues tiene varias propiedades medicinales.

En todo caso en la sección de gourmet del Corte Inglés la tienen porque en alguna ocasión las compré allí. También en internet están a la venta. Las que tengo ahora en casa las compré por Amazon.

Es verdad que esta especia le da un aroma especial a los donuts, pero no es imprescindible en absoluto, eso sí, en caso de que no la utilicéis os aconsejo que en lugar de emplear la cáscara de media naranja  para perfumar la leche, echéis la cáscara completa de la naranja.

-Respecto a lo de perfumar la leche, a mí parecer, es lo que marca la diferencia entre unos donuts ricos, y unos donuts irresistibles. Si no perfumamos la leche, no aportamos aroma, y al final el donuts no dejará de ser una masa dulce, tierna y esponjosa, pero sin más.

Respecto a este mismo tema, en la lista de ingredientes os menciono las vainas de vainilla o bien la vainilla líquida. A los más puristas nos gusta más el producto natural, es decir la vainilla en vaina, pero la esencia de vainilla también le aporta mucho aroma. Lo único que en caso de optar por esta opción la añadáis a la leche una vez que haya hervido con las cáscaras de los cítricos y haya enfriado.

-En el desarrollo de la receta os hablo de ir colocando los donuts una vez cortados sobre cuadraditos de papel de hornear untados con aceite (cada donut en un cuadradito) Esto se hace para que al trasladarlos hasta  el aceite donde los vamos a freír, como han estado levando y han crecido, y si los tocamos con las manos pierden volumen y se deforman.

Se trataría de coger el donut en el papel, y  volcarlo sobre el aceite con cuidado de no quemarse. Si os da miedo que os salte aceite y os podáis quemar, echad el papel también dentro, luego con una pinza de cocina cuando le vayáis a dar la vuelta al donut para que se dore por la otra parte, retiráis el papel sin peligro.

-Respecto a la glasa con la que se pincelan los donuts, necesitáis 6 cucharadas de agua si se utiliza azúcar glas del comprado porque ese contiene almidón, pero si utilizáis azúcar blanco normal del que tenéis en casa y lo pulverizáis vosotros con la thermomix u otro robot de cocina, entonces en lugar de 6 cucharadas, poned sólo 4 cucharadas de agua.

-Por último, para freír los donuts os aconsejo que utilicéis un cazo estrecho y hondo por, dos motivos. Primero porque así es más económico ya que vais a utilizar menos aceite, y segundo y  fundamental, porque es conveniente freír los donuts de uno en uno, pues así la temperatura del aceite se mantiene constante y es más fácil de controlar, ya que la temperatura del aceite es fundamental porque si está muy alta, se dorarían muy pronto por fuera pero quedarían sin terminar de hacer por dentro, y si está muy baja, absorben aceite y no quedarían bien. Los donuts deben resultar tiernos, esponjosos, pero nada aceitosos. De hecho el aceite de la fritura apenas baja después de haberlos freído todos.


Mirad cómo queda el glaseado, y en la foto del corte, que podéis ver abajo, se aprecia perfectamente la esponjosidad.


Bueno, pues con todos estos consejos espero que si os animáis a prepararlos no tengáis ningún problema, pero si os surge alguna duda me escribís un correo en el formulario de contacto, y en cuanto me sea posible gustosamente os responderé.

Y por hoy nada más, feliz fin de semana. Hasta la próxima

martes, 23 de abril de 2019

Monas de Pascua 2019


Las fiestas de Pascua este año ya tocan a su fin, los días principales fueron ayer lunes, y sobre todo el domingo, que es cuando la tradición manda que los padrinos entreguen las famosas monas a los ahijados.

Yo muy a mi pesar no tengo ahijados, lo que sí tengo es varios  niños en la familia y en el vecindario, y me gusta tener un detalle con ellos en estas fechas.

Al ser varios,  suelo rellenar una cestita con una mezcla de chocolatinas y chuches, luego la envuelvo con papel de polipropileno, la adorno con un lazo y algún motivo de Pascua, y luce igual de bonita ó más que muchos huevos de chocolate que venden a un precio desorbitado teniendo en cuenta la escasez del contenido y la mala calidad del chocolate.

A continuación os dejo las fotos de las cestitas que preparé este año,  y también de las Roscas de Pascua que es lo que tradicionalmente regalan aquí en Galicia por estas fechas los padrinos a los ahijados, y que viene siendo como un Roscón de Reyes pero adornado con pollitos, plumas de colores y otros motivos de Pascua.

Este año como novedad también hice un Tronco de Primavera, que no es más que un brazo de gitano, relleno en este caso con nata, cubierto con chocolate fundido, y adornado con detalles  propios de estas fechas: nidos, pollitos, flores, mariposas, conejitos, etc.

 Espero que estas fotos os den ideas para el próximo año, aunque si tenéis ahijados aun estáis a tiempo de cumplir con la tradición este mismo año, pues en algunos pueblos todavía se celebra la Pascua el domingo siguiente al de Resurrección, y aquí en una localidad cercana celebran todos los años el martes de Pascua, vamos que están hoy de fiesta ;)

Al hilo de esto, me viene a la memoria una estrofa que le escuché muchas veces a mi padre, y él a su vez se la escuchó a su madre, a mi abuela María, decía así:

“Domingo de San Lázaro, maté un pájaro,
domingo de Ramos, los pasé por los baños,
domingo de Pascua, lo pasé por el ascua
y domingo de Pascuantilla, lo pasé por la gargantilla…”

Vendría a hacer referencia, a que las fiestas de Pascua se clausuran el domingo siguiente al de Resurrección.

Y ya que hice mención a ellos, le dedico la entrada de hoy a mi adorado padre, y a mis abuelos paternos, Eduardo y María. 








Y con las fotos termino por hoy, espero que os hayan gustado, y os emplazo para dentro de unos días, con una nueva receta. Estad atent@s

Un beso. Gracias por leerme.

lunes, 7 de enero de 2019

Roscón de Reyes con patata (Thermomix)


Dado que el presente es el primer post del año, antes de continuar quisiera desearos a todos un feliz 2019, fundamentalmente que no falte la salud, que es lo más importante.

Respecto a la receta de hoy, como ayer fue el día de Reyes, y dado que mi blog lleva por título Roquillas y Roscones, no podía faltar en casa mi dulce favorito, típico además de esta fecha, aunque yo lo preparo también a lo largo del año.

El roscón que hice en esta ocasión es un tanto especial, pues lleva un ingrediente para mí muy novedoso: la patata cocida.

Era la primera vez que hacía esta receta, y tengo que confesar que me costó decidirme, porque lo de añadir patatas cocidas a un dulce como el roscón me crea ciertas reticencias, pero después de probarlo he de reconocer que el sabor de la patata no se aprecia, solo cambia la textura, y se mantiene jugoso mucho más tiempo. Os animo a que probéis, seguro que os sorprende, y aunque yo tengo mi receta favorita, que podéis ver aquí, esta versión la repetiré más veces.

La receta la saqué del blog La Cocina de Consu, el cual os aconsejo que le echéis un vistazo, porque tiene recetas muy interesantes, además de muy bien explicadas, y lo fundamental, que cuando las haces nunca fallan.

Vamos ya con la lista de ingredientes (para 2 roscones):

-500gr. de harina de fuerza
-250gr. de patata hervida
-3 huevos
-220gr. de azúcar + (50gr. para espolvorear por encima)
-cáscara de un limón
-cáscara de una naranja
-1 cucharadita de agua de azahar
-1 sobre de levadura seca de panadería, ó 25gr. de levadura fresca
-125ml. de aceite de oliva
-frutas confitadas
-almendra picada o fileteada
-1 huevo para pintar el roscón

Preparación:

En primer lugar hervimos en agua las patatas peladas durante 20 minutos. Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos, y con un prensapatatas las chafamos, dejamos enfriar y reservamos.

Por otra parte en el vaso de la thermomix añadimos el azúcar, la piel de naranja y de limón (sin nada de parte blanca) y  programamos 15 segundos / velocidad 9

A continuación añadimos al vaso los huevos, el aceite de oliva, la levadura y las patatas y programamos 2 minutos/temperatura 37º /velocidad 4

Después añadimos la harina y programamos 4 minutos/velocidad espiga (función amasar) Dejamos la masa reposar en el vaso hasta que doble su volumen.

Cuando haya doblado el volumen, retiramos la masa del vaso y la volcamos en la encimera ligeramente untada en aceite, y amasamos para desgasificar y dar forma a los roscones. En este paso untaremos también las manos en aceite para que la masa no se nos pegue.

Guardamos los roscones en un lugar cálido y alejado de corrientes de aire,  hasta que vuelvan a doblar el volumen. Yo los dejo en el horno apagado.

Cuando los roscones estén levados precalentamos el horno a 150º con calor en la parte de abajo, y mientras pincelamos los roscones con huevo batido. Luego los decoramos con almendras picadas o fileteadas, frutas confitadas, y azúcar ligeramente humedecido en agua.

Colocamos la bandeja con el roscón (debemos hornear primero uno y luego el otro) en la parte central del horno, y cuando tengo un color dorado por la parte de arriba retiramos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Si lo queremos rellenar, una vez frío es el momento de cortarlo por la mitad y rellenarlo de lo que más nos guste: nata, trufa, crema pastelera... Yo en esta ocasión preparé uno sin relleno (para poder tomarlo la mañana de Reyes con un chocolate a la taza calentito) y otro relleno de nata que podéis ver a continuación.


Y ya para terminar, daros las gracias como siempre por seguirme, y emplazaros para dentro de unos días, con una nueva receta. Mientras, sed felices.

Un abrazo