jueves, 29 de febrero de 2024

Pimientos del piquillo rellenos de bacalao



Una vez terminado el Carnaval, se va Don Carnal y llega Doña Cuaresma, y con ella llegan las restricciones culinarias que impone esta última respecto al consumo de carne, lo que ha permitido que el ingrediente principal de la receta de hoy, el bacalao, se convirtiera en el ingrediente estrella de la época de cuaresma en nuestro país.

La razón principal, es que el bacalao al conservarse en salazón, llegaba a todos los puntos de la geografía española, a diferencia de otros pescados, que solo eran accesibles para las personas que vivían en la costa.

En el blog tengo varias recetas con bacalao, pero la de hoy creo que es de mis favoritas, porque el bacalao es de los pescados que más me gustan, y también me encantan los pimientos, así que para mí esta es una combinación de éxito seguro.

Es una  receta algo laboriosa, pero su elaboración como veréis más adelante, se divide en dos partes, y eso hace que el trabajo que da sea más llevadero.

En cuanto al resultado, es un plato tan rico, con un sabor tan suave y delicado, que es ideal para un día de celebración como Navidad, un cumpleaños, para el día de las fiestas patronales del pueblo, y por supuesto para época de cuaresma, pues aunque no cumpláis con sus imposiciones, cualquier excusa es buena para disfrutar de un plato tan delicioso.

Os dejo con la lista de

Ingredientes:

Para el relleno
-800gr. de leche entera a temperatura ambiente
-100gr de mantequilla
-190gr. de harina todo uso
-1 cucharada de nuez moscada molida
-1 pizca de pimienta negra molida
-1/2 cebolla
-50gr. de aceite de oliva
-2 dientes de ajo
-1 ramillete de perejil fresco (solo las hojas)
-350gr. de bacalao desalado desmigado.
-pimientos del piquillo en conserva

Para el rebozado
-aceite de oliva virgen extra
-harina de todo uso
-huevo batido

Para la salsa

-200ml. de nata para cocinar
-1 pizca de sal
-1 pizca de azúcar
-275gr. de pimientos del piquillo
-unas gotas de aceite de oliva virgen extra

Preparación tradicional:

Comenzamos poniendo en una olla el bacalao desalado, añadimos 1 litro de leche y llevamos al fuego hasta que levante el hervor, después bajamos el fuego al mínimo, y esperamos unos minutos hasta que el bacalao esté cocido, en ese momento apagamos el fuego, retiramos el bacalao a una fuente para que enfríe y reservamos la leche.

Si os fijasteis, en la lista de ingredientes indica 800ml. de leche, y aquí he puesto un litro, la razón es que al hervir la leche tiene una merma, pero la cantidad a usar a la hora de preparar el relleno son 800ml,

Cuando el bacalao esté frío, lo desmigamos, retiramos las pieles y las espinas, y reservamos. Cuando le leche esté fría, la colamos y la reservamos también (solo 800ml.)

Aparte ponemos una sartén al fuego, cubrimos el fondo de la misma con aceite de oliva virgen extra, y añadimos la cebolla picada finamente, rehogamos durante unos minutos hasta que la cebolla coja un color transparente, añadimos los ajos pasados por un prensa ajos, y después el perejil finamente picado, damos un par de vueltas, le apagamos el fuego a la sartén, y añadimos fuera del fuego el bacalao desmigado. Mezclamos bien y reservamos.

Aparte hacemos la bechamel, para ello fundimos la mantequilla en una sartén o en una olla, cuando esté derretida, añadimos la harina y con una cuchara de madera, removemos sin parar durante unos minutos para que se cueza y no quede un engrudo.

Cuando la harina esté bien rehogada, vamos añadiendo la leche en la que habíamos cocido el bacalao y que teníamos reservada, muy poco a poco, y sin dejar de remover, hasta que nos quede una masa sin grumos y muy cremosa. En el momento de añadir la leche, añadimos además una cucharada de nuez moscada molida y una pizca de pimienta negra molida.

Por último cuando tengamos la bechamel hecha, rectificamos de sal si fuera necesario, y la mezclamos con el contenido de la sartén que teníamos reservado, integramos todo bien, y lo pasamos a un tupper cubriendo con papel film para que no haga costra.

Dejamos que enfríe un poco, y luego guardamos la mezcla durante al menos 8 horas en el frigorífico para que cuaje bien y nos sean fáciles de rellenar los pimientos.

Para rellenar los pimientos, cogemos en la mano izquierda el pimiento del piquillo, y con la otra mano cogemos trozos de la mezcla que teníamos en el refrigerador y rellenamos el pimiento, así hasta terminar toda la mezcla.

Cuando todos los pimientos estén rellenos, los pasamos por harina, después por huevo batido, y seguidamente los pasamos a una sartén con aceite de oliva virgen extra, y cuando estén hechos por un lado le damos la vuelta por el otro.

A medida que estén hechos los pasamos a una fuente, sobre papel absorbente, para eliminar el exceso de aceite, y reservamos.

Para hacer la salsa, ponemos otra sartén al fuego, añadimos un poquito de aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos 275gr. de pimientos del piquillo, una pizca de azúcar y una pizca de sal, removemos y cocinamos durante unos minutos, a continuación añadimos 200ml. de nata de cocinar, mezclamos de nuevo, y luego trituramos todo con la turmix.

A la hora de presentar el plato, colocamos un poco de salsa en la base, y encima los pimientos. Adornamos con unas hojas de perejil fresco, y listo para disfrutar.

Preparación en Thermomix:

Comenzamos igual que en el método tradicional, cociendo el bacalao en la leche, y luego colamos la leche, y el bacalao lo desmigamos y retiramos las espinas y las pieles. Reservamos el bacalao y la leche por separado.

Recordad de poner en la olla 1 litro de leche, aunque más adelante solo utilicemos 800ml, porque al hervir hay una merma.

A continuación seguimos estos pasos:

1-Añadimos al vaso la mantequilla, el aceite, la cebolla, los ajos y el perejil, y troceamos 2 segundos /velocidad 5, luego bajamos los restos al fondo con la espátula, y repetimos la operación si fuera necesario.

2-Sofreímos programando 4 minutos/temperatura 120º/velocidad 1

3-Añadimos la harina y sofreímos 4 minutos/120º/velocidad 2

4-Incorporamos la leche (800ml.), la nuez moscada, la pimienta molida, y mezclamos programando 10 segundos/velocidad 6

5-Después programamos 8 minutos/120º/velocidad 4

6-Retiramos todo a un recipiente amplio y no muy alto, y con la ayuda de la espátula o de una cuchara añadimos el bacalao desmigado que teníamos reservado, mezclamos bien, rectificamos de sal si fuera necesario, cubrimos con papel film, y después de que haya enfriado un poco, dejamos en la nevera mínimo 8 horas para que esté la mezcla bien fría y sean fáciles de rellenar los pimientos.

Después el resto del proceso es el mismo que por el método tradicional, es decir, rellenar los pimientos, luego rebozarlos en harina, después pasarlos por huevo y freírlos en una sartén con un poco de aceite de oliva.

En cuanto a la salsa, es tan sencilla, que yo siempre la preparo por el método tradicional como os indiqué más arriba.

Pues espero que la receta os haya gustado, y que os animéis a ponerla en práctica.

Es todo por hoy, nos vemos pronto. 

Un abrazo

martes, 13 de febrero de 2024

"Orellas" de Carnaval (sin levadura)


La receta de hoy de hoy me hubiera gustado haberla publicado la semana pasada, porque es una de las recetas típicas del Carnaval en mi tierra, Galicia; me estoy refiriendo a las “Orellas de Carnaval”, pero por diferentes motivos no pude hacerlo, de todos modos como hoy es martes, el día grande del Entroido (así se denomina al Carnaval en Galicia), aun estoy a tiempo, además el próximo fin de semana todavía se celebra el denominado sábado y domingo de piñata, que ponen fin a estas fiestas, las cuales en algunos pueblos de Galicia duran todo un mes, así que si os animáis todavía estáis a tiempo de preparar esta receta, si bien no es necesario que sea Carnaval para hacer un dulce de sartén tan rico como este


En el blog ya tengo dos recetas de Orellas publicadas. Una la podéis ver pinchando aquí, se trata de una receta que incorpora levadura de panadería. No salen unas orellas crujientes, requisito indispensable para la mayoría de la gente, pero si hay personas que no le gusten las crujientes o no pueda comerlas, esas le encantarán, sobre todo recién hechas, ¡están espectaculares!

La otra receta que tengo publicada, es la de mi amiga Tere Rico, una experta repostera, y cuya receta ha sido ganadora en varios concursos. La receta la podéis ver pinchando aquí. Son unas orellas deliciosas, pero para mi tienen un inconveniente, y es que incorporan mucha cantidad de manteca cocida de vaca, que junto al resto de ingredientes, hace que no me sienten del todo bien al estómago, y esa fue la razón de buscar una receta más ligera, y después de probar la receta que voy a publicar hoy, tengo claro que se queda conmigo para siempre, porque no he sentido molestias estomacales, y para mi gusto son las más ricas que he probado nunca.

Os dejo a continuación con la lista de

Ingredientes:

-4 huevos medianos
-2 cáscaras de huevo de aceite de girasol
-2 cáscaras de huevo de anís (os recomiendo Anís El Mono, porque he probado otras marcas y no quedan igual)
-2 cáscaras de huevo de azúcar
-550gr. aproximadamente de harina de todo uso.
-1 pizca de sal
-ralladura de una naranja
-ralladura de un limón
-4 gostas de esencia de anís (opcional, yo se las pongo porque me gusta mucho el sabor a anís. La esencia que yo uso es de la marca Arconsa, y la compro en la farmacia de mi pueblo, que siempre la tienen a la venta por estas fecha, pero si usáis esta marca, tened cuidado de no pasaros con la cantidad, porque es un aroma muy concentrado)
-azúcar glass para espolvorear por encima
-aceite de girasol para freír

Preparación:

Yo para preparar la masa de las orellas uso la panificadora, porque deja una masa lisa y brillante, que luego se extiende perfectamente con el rodillo, queda finísima, y no rompe.

Comienzo echando en la cubeta de la panificadora los cuatro huevos, de los cuales elijo uno, y ese lo rompo con cuidado con la punta de un cuchillo por la parte superior, dejando solo el hueco necesario para vaciar el huevo. Después con la cáscara bien lavada, echo dos cáscaras llenas de azúcar, otras dos cáscaras de anís, y por último dos cáscaras más de aceite de girasol. A continuación se añade las ralladuras de naranja y limón, la esencia de anís, y por último una pizca de sal y la harina, que en esta ocasión utilicé en total 550gr., pero de entrada partí de 475gr.

Ponemos la panificadora en funcionamiento en el programa de solo amasado, que en mi máquina dura 20 miutos.

Trascurridos unos 3 ó 4 minutos de iniciado el programa, abrimos la tapa de la panificadora y miramos si el contenido de la cubeta ha formado una bola, en cuyo caso la cantidad de harina es la correcta, pero por el contrario, si la masa no se despega de las paredes de la panificadora, es porque nos hemos quedado cortos con la harina y debemos seguir añadiéndole más, en pequeñas cantidades, hasta que se despeque de la paredes y forme una bola.

El hecho de que la harina añadida no sea la exacta es debido a varios motivos, uno que cada tipo de harina absorbe más o menos líquidos, y en esta receta en concreto, se debe fundamentalmente a que usamos como unidad de medida la cáscara del huevo, y según sea el huevo de grande, mayor o menor proporción de líquidos habrá con respecto a la harina utilizada, y según el caso, puede ser necesario añadirle más, siguiendo el criterio que os acabo de comentar, pero siempre poco a poco, para no excedernos.

Una vez terminado el programa de amasado, lo reiniciamos, y amasamos otros 20 minutos. En total sobre 40 minutos de amasado.

Cuando la masa esté hecha, la echamos en una bolsa de plástico limpia, en la cual previamente habremos añadido un poco de aceite de girasol y frotamos la bolsa todavía vacía, para que las paredes de la misma se impregnen de aceite. Después sacamos la masa de la cubeta y la echamos en la bolsa, la atamos, y la dejamos en el frigorífico hasta el día siguiente.

Yo suelo preparar la masa por la noche, y a la mañana siguiente la divido en porciones, sobre la encimera untada con aceite de girasol. Con estas cantidades salen en torno a 20 unidades, dependiendo del tamaño que hagamos las orellas.

A continuación las estiramos con un rodillo, y las freímos en la sartén en aceite de girasol, primero por un lado, y luego por el otro.


Por último, una vez frías, las espolvoreamos por encima con azúcar glass, aunque en esta ocasión yo no lo tenía y le puse del normal, pero con el azúcar glass quedan más bonitas.

Espero que os animéis a prepararlas, estoy segura de que os sorprenderá el resultado.

Gracias por leerme. Un abrazo y hasta la próxima.

miércoles, 17 de enero de 2024

Bombón de morcilla sobre compota de manzana


Pasada la primera mitad del mes de enero, parece que las fiestas navideñas forman parte de un pasado lejano, aunque he visto por ahí cuando voy en coche, algunos rezagados que todavía no han retirado la decoración de esas fechas. En mi caso como este año no decoré la casa me ahorré ese trabajo, que `por otra parte no me gusta nada, porque me entra la nostalgia.

Os menciono la Navidad, porque la receta que os traigo hoy, suele formar parte en los últimos tiempos de mis aperitivos para esas fiestas, y aunque llega tarde por la fecha en la que estamos, considero que a lo largo del año siempre hay algún cumpleaños, aniversario de boda o similar, en los que este aperitivo tiene cabida y os dejará un muy sabor de boca, a vosotros y a vuestros invitados, siempre que no seáis aprensivos con eso de la sangre que contiene la morzilla. Yo hace años era una de esas personas, ahora poco a poco voy abriendo un poco mi mente en temas culinarios, y la verdad es que disfruto de cosas que antes me negaba a probar, la receta de hoy es un claro ejemplo de ello.

Estos bombones de morzilla sobre compota de manzana, que así se llama la receta, los preparo siempre en la thermomix, y aunque en la foto que ilustra la receta aparecen manzanas de la variedad fuji de nuestro manzano, las que utilizo para la elaboración de este aperitivo son manzanas reineta, que tienen un punto ácido que combina muy bien con la morzilla. Precisamente la variedad de manzanas fuji es quizás la que menos os recomiendo porque son más dulzonas y les falta ese puntito de acidez.

Si se diera el caso de que el resultado de la pasta de manzana y morcilla os pareciera muy ácida, podéis añadirle una pizca de azúcar; lo mismo ocurre con la compota de manzana que compone la base, pero os aconsejo añadir muy poquito e ir probando.

Os dejo a continuación la lista de ingredientes y su posterior elaboración.

Ingredientes:

-350gr. de manzana reineta
-250gr. de morzilla (sirve la de Burgos y también la de cebolla)
-1 pizca de pimienta molida
-150gr. de agua
-2 claras de huevo
-120gr. de granillo de almendra cruda
-aceite de oliva suave para freír. El mío de Aceites Abril

Preparación:

En primer lugar aclararos que el peso de las manzanas que figura en el índice de recetas, es con estas peladas y descorazonadas. Una vez hecho esto las cortamos en trozos y ya las tenemos listas para procesar.

Seguidamente ponemos en el vaso de la thermomix 100gr. de manzanas, programamos 4 segundos / velocidad 4.

A continuación bajamos los restos con la espátula, y después añadimos la morzilla, 1 pizca de pimienta, y programamos 4 segundos / giro inverso / velocidad 4. Terminado el tiempo, vertemos el contenido en un cuenco y lo guardamos en el frigorífico para que coja consistencia. Hasta aquí lo podéis dejar preparado la noche anterior, como suelo hacer yo.

El siguiente paso, con el vaso lavado, consiste en poner el resto de las manzanas (250gr.) y el agua y programar 15minutos / 100 ºC / velocidad 1. Una vez terminado el tiempo, programamos 30 segundos / velocidad 7, y reservamos.

Por otra parte formamos bolas de tamaño un poco más grande que una avellana, las rebozamos en las claras de huevo previamente batidas, y después las pasamos por el picadillo de almendra.

Cuando tengamos todas las bolas formadas, ponemos aceite de oliva suave en una sartén al fuego, y cuando esté caliente (no en exceso), las freímos en él, y luego las dejamos escurrir el exceso de aceite sobre papel de cocina absorbente.

Por último, repartimos la compota de manzana en cucharillas de aperitivo, y colocamos encima un bombón de morzilla en cada cucharilla.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya gustado la receta. Dentro de unos días volveré con otra nueva propuesta.

Un abrazo

miércoles, 10 de enero de 2024

Detalles para invitados 2023


Como este es el primer post de este año 2024, al que dimos la bienvenida hace poco, lo primero que quiero es desearos a todos los que me seguís un feliz año, y daros las gracias por ello, pues a pesar de que últimamente he estado un poco apartada de este medio, las visitas a mi blog continúan al mismo ritmo, lo cual me hace sentir muy honrada.

Llevo una época de cierto bajón anímico, en el cual tuvo mucho que ver la desaparición de mi perrita Maite a finales del pasado mes de octubre, y debido a ello comienzo el año compartiendo con vosotros un post que tendría que haber visto la luz a finales del año pasado, me refiero a los detalles para invitados que hice en el 2023.

En el mes de junio, hice unas galletas para repartir a los invitados de la boda de Débora y Gonzalo. Fue una cantidad considerable, no recuerdo exactamente la cifra, pero la más grande con diferencia de las que había hecho hasta entonces.

Tuve dos problemas con estas galletas; el primero que al pedir las cartulinas por internet, no me fijé en el grosor, y eran bastante delgaditas, de modo que tuve que echar mano de unas arandelas adhesivas para que el hilo al atar no las rompiera. El segundo inconveniente es que apenas tenía tiempo (una semana) para hacer tantas galletas, porque hay que amasarlas, cortarlas, hornearlas, decorarlas, envasarlas, etiquetarlas…, así que opté por comprar el fondant en lugar de hacerlo en casa como de costumbre, y el sabor no me convenció, pero bueno, la galleta casera de mantequilla con aroma de vainilla lo camuflaba bastante, así que al final conseguí salvar los obstáculos y quedé satisfecha del resultado final. Los novios me dijeron que también, así que yo por mi parte solo puedo desearles una larga y feliz vida en común, y darles las gracias por confiar en mí.

En la foto de abajo, os muestro un detalle de estas galletas, y al fondo se ven tres de las seis cajas de galletas que entregué para los invitados de esta boda.

Las galletas estaban hechas con la receta de siempre, decoradas con fondant trabajado en los bordes con esteca, y sobre el fondant una oblea comestible con el diseño elegido por los novios. Para la decoración he elegido cartulina rosa palo, que iba a juego con el ramo de la novia, cortada con un perforador grande con forma de corazón, y para atar la bolsa, escogí un cordón roji-blanco que combinaba con el diseño de la oblea.


Para el primer día del mes de julio, hice unas galletas para la Primera Comunión de Emma y Roi. Estas galletas, a diferencia de las anteriores, eran cuadradas no redondas, y no llevaban oblea, solo fondant, en el cual iba estampado el nombre de los niños y la fecha del evento, y decoradas en el borde del fondant con esteca.

La etiqueta en este caso era doble, una de color blanco abajo sin ninguna inscripción, y otra marrón kraft arriba. En la de arriba unas palabras de agradecimiento por la asistencia al evento en la mitad superior, y en la mitad inferior dos cortes con forma de paloma, que al pegar ambas cartulinas con cinta adhesiva por las dos caras, se veían de color blanco. El lazo de color verde, a juego con el color del fondant.

La persona que me las encargó me dijo que a los niños y a sus papás les habían gustado mucho, así que yo encantada.



A finales del mismo mes de julio, hice unas galletas para la Primera  Comunión de una niña, Yaiza.
Estas eran redondas, con fondant blanco trabajado con esteca en el borde, y sobre él una oblea comestible elegida por la niña.
La cartulina de color morado en combinación con el diseño de la oblea. La etiqueta en este caso ha sido rectangular, con el borde ondulado. Sobre ella una inscripción de agradecimiento por la asistencia al evento, y una paloma cortada en cartulina blanca, y pegada con una cinta adhesiva por ambos lados, con espuma en el centro para darle volumen. El lazo, en hilo de color marrón, a juego con el color de la galleta.


A finales de agosto, en concreto el día 20, hizo la Primera Comunión Mencía, una niña que vive en mi aldea. En su día ya hice unos botes de mermelada para su Bautizo, que podéis ver pinchando aquí.
Mencía en sus actividades extraescolares va a clases de gimnasia ritmica, y tanto ella como su madre, querían que esta actividad a la que la niña es tan aficionada. estuviera presente en un evento tan especial para ella, de modo que las galletas que le hice, eran redondas con fondant blanco encima, trabajado en esteca en los bordes, y sobre el fondant una oblea comestible, con la inscripción del nombre de la niña, y la fecha de la Comunión.
El diseño de las obleas es una gimnasta actuando con diferentes aparatos; la cuerda, el aro, la pelota...


Las obleas en este caso además de cambiar el diseño, habiendo en total nueve modelos que podéis ver en la imagen superior, también cambiaba el fondo, de modo que las cartulinas las elegí de diferentes tonos a juego con el fondo de la oblea.
La cartulina la corté cuadrada, con los bordes en zig zag, y en la mitad superior una inscripción con unas palabras de cortesía por la asistencia al evento, y en mitad inferior llevaba pegada una cruz en papel kraft en combinación con el color de la propia galleta, igual que el cordel, y sobre la cruz, una paloma blanca a juego con el color blanco del fondant, pegada en cinta de doble cara con volumen. Vale más una imagen que mil palabras, y en la foto de abajo se aprecia bien.


Hace años, cuando Mencía era pequeñita, le gustaban mucho los dibujos de Peppa Pig, así que compré el cortador, y lo estrené (realmente no he vuelto a tocarlo) para hacerle unas galletas para uno de sus cumpleaños. Esa foto la tenía por ahí, pendiente de publicar, y me parece que hoy es el momento adecuado.
La receta no recuerdo exactamente cual era, pero sin duda es una receta de un libro que tengo en casa que se titula "111 galletas con una masa".
Los ojos de Peppa son de la marca Wilton. El hocico lo hice con el propio cortador, colocado tal y como se ve en la imagen de abajo y con la esteca que aparece al lado. La boca de Peppa la hice con la esteca que aparece al lado de la boca.


Y con esto me despido por hoy. Un abrazo.