lunes, 25 de abril de 2022

Truchas a la Navarra


Donde vivo, con la llegada de la primavera se dan cita a la orilla de los ríos los pescadores buscando las tan preciadas truchas. Hablo lógicamente de la pesca fluvial, cuya temporada comienza en marzo y finaliza a finales de julio aquí en Galicia.

Desgraciadamente desde que mi padre falleció no he vuelto a probar truchas de río, de modo que me tengo que conformar con las de piscifactoría, que tampoco están nada mal, y se pueden comer en cualquier época del año, aunque no sé por qué pero es en primavera y verano cuando más me apetecen.

La receta que os presento hoy, truchas a la Navarra, es muy sencilla de preparar y está de vicio, y si utilizáis truchas de río es el no va más, pero si no tenéis esa suerte y son truchas de piscifactoría, procurad que no sean muy grandes, porque cuánto más pequeñas más ricas estarán.

Vamos ya con la receta, veréis qué fácil es

Ingredientes (para 4 personas)

-1kg. de truchas
-lonchas finas de jamón ibérico (mejor si tiene algo de grasita)
-harina para rebozar
-aceite de oliva suave para freírlas
-sal
-pimentón picante
-2 dientes de ajo

Preparación:

En primer lugar evisceramos las truchas y las lavamos bien bajo el grifo. Después las secamos con papel de cocina, espolvoreamos con una pizca de pimentón picante en su interior, rellenamos cada trucha con una loncha de jamón, las salamos y las rebozamos ligeramente en harina. Reservamos.

Aparte echamos aceite de oliva suave en una sartén y añadimos dos dientes de ajo que previamente habremos chafado dándole un golpe fuerte con la hoja de un cuchillo. Esperamos a que los ajos se doren, en ese momento los retiramos y añadimos las truchas y las freímos a fuego medio-alto, primero por un lado y luego por el otro, hasta que estén doradas por ambos lados.

A medida que se vayan haciendo las vamos retirando a una fuente, y las servimos acompañadas de una ensalada básica de lechuga, tomate y cebolla, y unas patatas que habremos cocido, y después las escurrimos y seguidamente le echamos aceite de oliva virgen extra por encima.

Como veis más fácil y sencillo imposible, y lo más importante, un plato delicioso, que a mí me trae muchos recuerdos de la infancia, de cuando mi padre iba a pescar los domingos a un río de aquí de la zona, y mi madre le preparaba algo de comer, muchas veces una tortilla, y mientras él llenaba la bota de vino, y después cuando regresaba, si la jornada había sido productiva, las truchas las vendían en un restaurante de la zona para hacerse con un dinerito extra, y si traía pocas piezas, entonces preparaba mi madre esta receta que os acabo de mostrar, y al ser pocas casi todas me las comía yo, porque ya se sabe que para unos padres primero que ellos son los hijos, así que en justa recompensa esta entrada se la dedico a ellos dos, a Antonio y a Carmen, mis adorados padres, que ahora vuelven a estar juntos de nuevo y me cuidan desde el cielo. ¡Os quiero!

Y con esto finalizo por hoy. Nos vemos en unos días.

Un abrazo.

viernes, 22 de abril de 2022

Monas de Pascua 2022

Un poco más tarde de lo que tenía previsto, os muestro las Monas de Pascua que hice este año.

Aquí en Galicia, igual que en otras regiones de España, como por ejemplo en Cataluña, es costumbre que los padrinos agasajen a sus ahijados con las conocidas como "Monas de Pascua", que en Galicia tradicionalmente consistía en una “Rosca de Pascua” o una “Trenza de Pascua” cuya imagen os muestro abajo. La masa es la misma que la del “Roscón de Reyes”, y la receta la podéis ver pinchando aquí.

En Cataluña sin embargo, las monas suelen ser de huevos y figuras de chocolate, costumbre que también ha arraigado últimamente aquí en Galicia, por eso algunas monas como las de la foto que encabeza este post, son de huevos de chocolate, decorados con papel de polipropileno con un estampado propio de estas fechas.

Por último hice una tarta que decoré también con motivos de Pascua: un conejito y mini huevos de chocolate. La imagen es la que os muestro arriba. La tarta era de zanahoria, la famosa carrot cake, y la receta la podéis ver pinchando aquí.

Y esto ha sido todo por hoy, pronto volveré con una nueva receta. Hasta entonces que seáis muy felices.

Un abrazo.

martes, 12 de abril de 2022

Bacalao a la Portuguesa


Después de unos días ausente he vuelto de nuevo a sentarme delante del ordenador dispuesta a publicar una nueva receta, en este caso de bacalao que es lo que toca en plena Semana Santa.

Pese a mi ausencia, las dos últimas recetas las había dejado programadas, por lo que el ritmo de publicaciones de momento va según lo que tenía previsto, no así la visita a los blogs amigos, porque estuve unos días de viaje, y luego a la vuelta entre deshacer maletas y una cosa y otra van pasando los días, pero poco a poco volveré a la rutina.

Pero vamos a lo que importa, a la receta del bacalao a la portuguesa que os traigo hoy, de la cual solo puedo deciros que es una de mis recetas favoritas de bacalao, también la de mi marido, de modo que en casa la preparamos muy a menudo.

Los ingredientes que necesitaréis para preparar este plato, para dos personas, son los siguientes:

-2 trozos de lomo de bacalao
-2 patatas grandes
-1 pimiento rojo
-2 pimientos verdes italianos
-1 cebolla grande
-4 dientes de ajo
-un puñado de aceitunas negras
-harina para rebozar el bacalao
-aceite de oliva virgen extra
-pimentón dulce
-pimienta
-1 hoja de laurel

Para el caldo de pescado:

-colas de bacalao
-1 puerro
-1 zanahoria
-1 hoja de laurel

Elaboración:

En mi caso cuando hago este plato, siempre procuro tener guardado en el congelador un caldo hecho con colas de bacalao, puerro, zanahoria, y una hoja de laurel, luego lo congelo en pequeños envases (porque en esta receta se necesita poca cantidad) y los saco del congelador la víspera.

Otra cosa que hay que hacer con antelación es desalar el bacalao como de costumbre.

Una vez hecho lo anterior, secamos bien con papel de cocina los lomos de bacalao, lo salpimentamos y rebozamos en harina.

Seguidamente ponemos una sartén con aceite de oliva virgen extra al fuego, cuando esté el aceite caliente doramos el bacalao por ambos lados y reservamos.

En la misma sartén (es decir, sin cambiar el aceite) doramos las patatas previamente peladas y cortadas en rodajas un poco gruesas. No hace falta que estén del todo hechas por dentro, porque el plato luego se termina en el horno, simplemente que se doren a temperatura media-alta. Cuando estén listas las colocamos en una fuente apta para horno, y las salamos. Encima de ellas colocamos los lomos de bacalao que teníamos reservados.

Si el aceite de la sartén ha mermado mucho, añadimos un poco y en él añadimos los pimientos rojos y verdes cortados en tiras, los rehogamos durante unos minutos hasta que estén blanditos, y luego los colocamos por encima de las patatas y el bacalao. Por último, de nuevo en la misma sartén, a la cual añadiremos aceite si fuese necesario, echamos una hoja de laurel y después la cebolla cortada en juliana fina, salamos ligeramente, y cuando esté transparente, añadimos los dientes de ajo pasados por el prensa ajos (a mí me encanta el sabor del ajo, pero no me gusta encontrarlo en el plato), dejamos que se dore, y luego retiramos la sartén del fuego para que pierda calor, y añadimos una cucharadita de pimentón dulce, mezclamos bien y echamos todo el contenido de la sartén en la fuente. Añadimos también un puñadito de aceitunas negras, y 100ml. del caldo hecho con las colas de bacalao.  



Llevamos la fuente al horno, precalentado a 180º calor arriba y abajo, durante aproximadamente 20 minutos, y por último solo queda sentarse a la mesa y disfrutar. Os aseguro que está de vicio.

Y con esto me despido por hoy hasta dentro de unos días que os enseñaré las Monas de Pascua de este año.

Hasta entonces. Que disfrutéis de esta Semana Santa.

Un saludo.