jueves, 24 de febrero de 2022

Cocido de mi madre


En Galicia ya desde comienzos de otoño empieza la temporada de cocidos, y los locales de hostelería ofrecen en sus cartas este plato tan completo, pero la época álgida de los cocidos es sin duda en Carnavales, así que aprovecho estas fechas para publicar la receta del cocido.

En ningún hogar gallego falta a lo largo del invierno un cocido, en cada casa lo hacen a su gusto, aportándole así su sello particular, por eso yo a esta receta la llamo “Cocido de mi madre”, porque es cómo lo preparaba ella siempre en casa, solo con el añadido de los garbanzos, que mi madre no los ponía porque ya bastante contundente es el cocido, pero como a mi marido le gustan ahora se los añado. Lo que no falta nunca es la carne salada de cerdo, los embutidos (en mi zona chorizos, y en menor medida botelos o androllas), las patatas, y la verdura (grelos o repollo)

Cuando teníamos invitados en casa, generalmente utilizábamos repollo en lugar de grelos porque estos no le gustan a todo el mundo, y ese día, desde primera hora de la mañana mi madre ponía al fuego la olla más grande que había en casa, y le añadía las carnes y los embutidos, luego a medida que estaban hechos, los iba retirando a una fuente, y finalmente cocía la verdura y las patatas, ¡qué recuerdos…! Desgraciadamente estas escenas tan cotidianas nos las valoramos lo suficiente, y luego con el tiempo las añoramos, es lo que me pasa a mí, y por eso esta receta se la dedico a mi adorada madre. ¡Te quiero mamá, eternamente te quiero…!

Os detallo los ingredientes que utilicé para hacer este cocido, son los siguientes:

-1/2 cabeza de cerdo salada con oreja incluida
-1 trozo de costilla de cerdo salada
-4 trozos de gallina
-1 hueso de ternera
-2 repollos medianos
-4 chorizos
-250gr. de garbanzos
-fideos finos (opcional para preparar la sopa de cocido)

Preparación:

El día anterior ponemos los garbanzos en remojo, y la carne a desalar en una olla grande cubierta con agua.

Al día siguiente retiramos el agua de la carne, cubrimos con abundante agua fría del grifo, y añadimos las carnes de cerdo, la de gallina, el hueso de ternera, los chorizos y ponemos a fuego alto.

Cuando la olla comience a hervir, añadimos los garbanzos escurridos, colocados dentro de una bolsa de red especial para cocer legumbres y evitar con ello que se desperdiguen por toda la olla y sean así más fáciles de retirar cuando estén cocidos. Cuando la olla vuelva a hervir bajamos el fuego, y dejamos que se vaya cociendo todo, alrededor de unas dos horas y media o tres horas.

En este tiempo iremos retirando las carnes según vayan estando cocidas, primero los chorizos, y después la costilla de cerdo. La carne de gallina, si es de un animal joven también se hará pronto, y al revés, cuanta más edad tenga la gallina más tiempo tardará en estar cocida, aunque esto último es preferible porque le da más sabor al caldo.

En unos 90 minutos estarán listos los garbanzos, y los retiramos también, en ese momento aprovechamos para comprobar cómo está la cabeza de cerdo que es lo que más tarda en cocerse. Lo más probable es que todavía no esté bien hecha, por lo tanto continuamos con la cocción entre 30 y 60 minutos más, dependiendo del tamaño de la pieza.

Cuando toda la carne esté cocida, reservamos y probamos de sal el caldo resultante rectificando si fuera necesario, después apartamos para otra olla pequeña una parte de ese caldo obtenido, y luego le añadimos unos fideos finos para preparar la sopa de cocido. En esta ocasión yo no lo hice, pero lo recomiendo porque esa sopa está exquisita y es muy reconfortante sobre todo en un día de frío invierno.

En la olla principal añadimos el repollo limpio y dejamos que hierva en torno a unos 20 minutos, después añadimos las patatas peladas y cortadas por la mitad (siempre lo hago porque alguna a veces está mala por dentro), y dejamos cocer hasta que las patatas y la verdura estén cocidas.

Por último en una fuente colocamos la carne troceada y los chorizos, y en otra los garbanzos, el repollo y las patatas, y listo por fin para servir a la mesa y disfrutar en familia.

Con el cocido las cantidades de los ingredientes van un poco a ojo, pero es mejor pecar por exceso que por defecto, porque después lo que sobre se puede reciclar de muchas maneras, por ejemplo en unas croquetas cuya receta podéis ver pinchando aquí, en una empanada o en "ropa vieja” que es lo que voy a preparar yo en esta ocasión con lo que me ha sobrado, y luego más adelante subiré la receta al blog para compartirla con vosotros.

Espero que os haya gustado la receta. A mí me ha servido para rememorar momentos maravillosos, y para rendirle un homenaje a mi madre que tantas veces preparó este cocido en casa.

Nos vemos dentro de unos días. Disfrutad del Carnaval.

Un beso.

miércoles, 16 de febrero de 2022

Periquitos de Carnaval


Como os prometí en la anterior entrada, hoy os traigo un dulce típico de esta época del año, los Carnavales, en la localidad coruñesa de Ordes, a cuya comarca pertenezco.

Os hablo de los llamados Periquitos de Carnaval, una masa que se fríe en la sartén, se hacen de manera similar a las rosquillas, pero con forma de nudo como podéis ver en la foto de abajo, y más finitos que las rosquillas, por eso unas de sus características es su textura crujiente.


Se guardan en perfecto estado en un bote de cristal durante días, y esto también es típico, ni en cajas, ni en latas, ni en bolsas, aunque yo como botes de cristal grandes no tengo, uso botes de plástico que me regalaron en un tienda de chuches, de los que vienen con los chupas de pica-pica, porque los iban a tirar y a mí me vienen de maravilla para guardar los dulces como magdalenas, galletas, rosquillas, y en este caso los periquitos.


Os animo a que preparéis esta receta en casa, porque su elaboración es muy sencilla, de hecho si tenéis niños pequeños les encantará colaborar, además los ingredientes que se emplean todos los tenemos por casa, y lo más importante, tienen un sabor absolutamente increíble a anís y limón. ¡Os encantarán!

Ingredientes:

-2 huevos
-100gr. de azúcar
-225gr. de harina de fuerza
-225gr. de harina de todo uso
-zumo de 1/2 limón
-ralladura de 1/2 limón
-40gr. de licor de anís
-8 gotas de esencia de anís
-50gr. de aceite de oliva
-2 cucharaditas de levadura royal
-1 pizca de sal
-aceite de girasol para freír

Preparación:

En primer lugar lavamos bien un limón, y lo pelamos con un pelador o en su defecto con un cuchillo, procurando que salga solo la parte amarilla, sin nada de la piel interior de color blanco.

Paralelamente ponemos el aceite en una sartén al fuego, y añadimos la mitad de la piel de limón, cuando empiece a coger un color dorado, apartamos el aceite del fuego,  y dejamos enfriar.

Por otra parte en la thermomix o en un robot similar, añadimos el azúcar y la otra mitad de la piel del limón, y pulverizamos en velocidad progresiva 5-7-10 durante 15 segundos. Si no tenéis robot, la mitad del limón lo ralláis con un rallador de cocina.

Aparte batimos los huevos hasta que empiecen a espumar, añadimos la mezcla de limón y azúcar, (o bien la ralladura de limón y el azúcar por separado si en lugar del robot usasteis el rallador manual), batimos hasta obtener una mezcla homogénea, después añadimos la sal, el zumo de limón, el licor de anís, la esencia de anís, el aceite de oliva colado y seguimos batiendo durante un par de minutos hasta que todos los ingredientes estén integrados.

Después vamos integrando la harina poco a poco, al principio utilizamos el batidor manual de varillas, y después con la ayuda de una cuchara de madera, vamos añadiendo la harina hasta que se forme una bola de masa suave, que se despegue de las manos. Seguidamente dejamos reposar esta bola de masa en el frigorífico durante al menos un par de horas, aunque yo los amaso la víspera, y dejo la masa reposar toda la noche en el frigorífico.

Después del reposo, untamos con un poco de aceite la superficie de trabajo, cortamos pequeñas porciones de masa, con las manos la estiramos formando tiras muy finas, de un tamaño similar al de las rosquillas, pero más finitas, y en lugar de forma cilíndrica, en este caso hacemos un nudo con la masa. Así hasta terminar con toda la masa.

Por último ponemos una sartén con abundante aceite a fuego medio-alto, cuando esté caliente vamos friendo los periquitos, y cuando estén dorados por ambos lados, los escurrimos y retiramos a una bandeja sobre papel absorbente.

Ya para terminar, y una vez fríos, los espolvoreamos con azúcar glas y los guardamos en un bote de cristal como se acostumbra hacer en Ordes.

Y esto ha sido todo, espero que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado. Con ese deseo me despido. 

Un abrazo.

viernes, 11 de febrero de 2022

Pan de Ajo (en Panificadora)



Esta receta que os presento hoy, el pan de ajo, ha sido todo un descubrimiento para mí, no solo por su forma, sino sobre todo por su sabor.

Pese a ello hace ya tiempo que no lo preparo, quizás porque siendo un aperitivo, me apetece más tomarlo en la terraza de casa, al aire libre. Allí, este pan acompañado de unas lascas de jamón ibérico, unos tomates de la huerta aliñados, y una cervecita fresca, resolvió en más de una ocasión, una comida de domingo.

Se trata de un pan, repleto de aroma, con una textura crujiente en el exterior y muy jugoso en su interior, que a nadie dejará indiferente.

La receta, con alguna pequeña variación, la saqué del libro “Los Secretos del Pan Casero” de Esbieta, un libro que os recomiendo si os gusta la cocina, y más concretamente el mundo de las masas, porque ella es una maestra en este terreno y sus recetas nunca fallan.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la masa
-400gr. de harina de todos uso
-230gr. de agua tibia (36ºC)
-6gr. de levadura fresca
-una pizca de sal
-15gr. de azúcar

Para el aderezo
-5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
-1 manojo de perejil fresco
-5 dientes de ajo
-una pizca de sal para el aderezo
-sal en escamas para espolvorear por encima

Preparación:

En primer lugar diluimos el azúcar y la levadura en el agua tibia, después vertemos la mezcla en la cubeta de la panificadora, y añadimos la harina y la sal por ese orden.

Seguidamente seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina dura 90 minutos.

Mientras la panificadora realiza su tarea, aprovechamos para preparar el aderezo, para lo cual, lavamos bajo el grifo el manojo de perejil, lo secamos con papel de cocina, y le retiramos los tallos gruesos, quedándonos solo con las hojas y los tallos más finitos, los cuales echamos en el vaso de la batidora. Añadimos también los ajos pelados y sin el germen central, por último añadimos la sal y el aceite, y mezclamos todo con la batidora. Reservamos.

Cuando la masa esté lista, espolvoreamos harina sobre la superficie de trabajo, volcamos la masa de la cubeta, y desgasificamos. Después con un rodillo de cocina, la estiramos formando una lámina de aproximadamente 40x30cm. (como podéis ver en la foto de abajo no hace falta que os quede perfecta, jeje…)

A continuación echamos unas cucharadas de aderezo sobre la masa, y con la ayuda de un pincel de cocina, untamos bien por todas partes.



Después con un cortapizzas o un cuchillo, cortamos tiras de unos 4 ó 5cm. de ancho.


Seguidamente colocamos las tiras de masa en una bandeja de horno, unas a continuación de otras, formando un disco como el que se ve en la foto de abajo, y a continuación dejamos reposar en un lugar alejado de corrientes de aire, y con una temperatura cálida, hasta que doble el volumen. Si en casa no tenéis un sitio así, meted la bandeja dentro del horno encendido a 25ºC.



Una vez que el pan de ajo haya doblado su volumen, pincelamos por encima un poco más de aliño, espolvoreamos unas escamas de sal Maldon, y metemos en el horno precalentado a 190ºC, colocándolo en la parte inferior, con calor arriba y abajo, durante unos 30-35 minutos.

Yo en esta ocasión utilicé la panificadora porque me simplifica el proceso, ya que permite sacar la masa con el primer levado hecho, pero si no tenéis panificadora podéis usar la amasadora. El tiempo de amasado es de unos 20 minutos a velocidad mínima. Después solo tenéis que esperar a que la masa suba, duplicando su volumen, y lo siguiente, es estirarla, cortar tiras, formar el disco, dejar reposar de nuevo hasta que vuelva a doblar el volumen, y por último hornear.

Por supuesto que también se puede amasar a mano, no entraña mayor dificultad, simplemente el trabajo de estar amasando en torno a unos 20minutos, un trabajo que teniendo la panificadora, que deja perfectamente las masas, yo prefiero ahorrar.

Esto es todo por hoy, dentro de unos días volveré con una receta muy típica de mi tierra en las fechas que se avecinan, los carnavales, que están ya a la vuelta de la esquina.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.