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lunes, 10 de abril de 2023

Monas de Pascua 2023


Como os había prometido en el anterior post, hoy os muestro las monas de Pascua que preparé este año. Ya sabéis que las monas se las regalan los padrinos a los ahijados por Pascua.

En Galicia lo mona consiste en un dulce muy parecido al roscón de Reyes, pero con decoración típica de estas fechas (pollitos, huevos, plumas, etc). Suele dársele forma de bollo, a modo de un pan dulce, pero también se hacen trenzas, y en otros casos se les da forma de roscón con agujero en medio.

En algunas zonas del levante español, preparan también por estas fechas un pan dulce muy similar, que recibe el nombre de “panquemao”, en Asturias lo típico es un bizcocho mantecado, mientras que en Cataluña lo típico son las figuras de chocolate.

Ayer, Domingo de Resurrección, comimos en casa de unos familiares, y para el postre preparé un semifrío de limón, con una decoración acorde a la fecha. Os muestro la foto abajo, pero la receta de este postre la publicaré en breve.


Para preparar las monas tradicionales de mi tierra, he introducido algunas variaciones en la receta que seguía siempre. Os dejo a continuación la receta de este año

Ingredientes:

Para el prefermento

-70gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-90gr. de leche entera
-2 huevos medianos
-25gr. de levadura fresca (la mía de Levanova) ó 1 sobre de levadura seca de panadería
-20 gr. de azúcar

Para la masa

-Todo el prefermento
-320gr. de harina de fuerza  (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-80gr. de azúcar
-5gr. de sal
-75gr. de mantequilla sin sal
-1 huevo
-1 pizca de esencia de anís
-ralladura de 1 naranja y de 1 limón

Elaboración:

En primer lugar preparamos el prefermento, para ello ponemos la leche al fuego, cuando levante el hervor apartamos del fuego, dejamos reposar hasta que esté tibia y entonces añadimos la levadura, desleímos y añadimos el azúcar y lo huevos batidos. Mezclamos todo y finalmente añadimos la harina. Mezclamos hasta integrarla y luego dejamos reposar tapado con papel film, en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que triplique el volumen.

Cuando el prefermento haya triplicado el volumen, removemos con una cuchara, volvemos a tapar y dejamos reposar de nuevo hasta que nuevamente triplique el volumen. Cuando lo haga volvemos a remover con una cuchara y de nuevo vuelta a reposar para que por tercera y última vez vuelva a triplicar el volumen.

Después añadimos todo el prefermento a la cubeta de la panificadora, añadimos también la mantequilla a temperatura ambiente, el huevo, las ralladuras de cítricos, la esencia de anís, el azúcar, la harina y la sal, por ese orden, y seleccionamos el programa de “solo amasado” que en mi máquina es el número 11 y tiene una duración de 20 minutos.

Al finalizar el programa de amasado, dejamos la masa dentro reposando con la máquina apagada y la tapa abierta para que no se recaliente, durante 10 minutos, y de nuevo volvemos a seleccionar el mismo programa para continuar amasando 20 minutos más. Después retiramos la masa, le damos la forma deseada a nuestra mona (yo algunas las hice redondas como si se tratase de un bollo de pan, y otras las hice con un agujero en el centro igual que los roscones), y dejamos reposar en un lugar lejos de corrientes de aire hasta que las monas tripliquen su volumen (hablo en plural, porque con estas cantidades os saldrán 2 monas de tamaño mediano tirando a pequeño, pero si queréis podéis hacer una sola más grande).

Por último solo nos resta pincelarlas con huevo batido, espolvorear azúcar por encima, y hornear a 150ºC en la parte central del horno, con fuego abajo los primeros 10 minutos, y luego fuego arriba y abajo hasta que adquieran un bonito color dorado por arriba.

También podéis amasar las monas en la thermomix, para ello preparáis el prefermento tal como os indico más arriba, y después de que haya triplicado el volumen por tercera vez, lo añadías al vaso, junto con los restantes ingredientes, dejando para el final la harina y después de esta la levadura, y programamos tiempo 3 minutos, función amasar. Una vez finalizado, retiramos la masa del vaso, le damos la forma deseada y a partir de aquí, procedemos de la misma manera que os indico más arriba.

Abajo podéis ver una de las que preparé, esta con forma de roscón
 con agujero en el centro.


Y con esto doy por terminada la Pascua de este año. En cuanto a vosotros espero que hayáis disfrutado de estos días de asueto, y deciros que dentro de unos días volveré con una nueva receta. ¡Os espero!

Un abrazo.

miércoles, 5 de abril de 2023

Pan de Pascua Serbio


En estas fechas lo que toca es recetas típicas de Semana Santa y de Pascua. En las redes sociales abundan estos días las fotos de torrijas (las mías las podéis ver pinchando aquí), de leche frita (que ya publiqué en su día y podéis ver pinchando aquí), y como no, las monas de Pascua, que todos los años os muestro las mías, y este año si nada lo impide también lo haré.

Pero hoy comparto con vosotros la receta de un Pan de Pascua típico de Serbia. Es un pan vistoso y muy rico, con cierto parecido al pan de molde. Este pan resulta ideal para estos días festivos que se aproximan y que nos permiten disfrutar de un desayuno con calma, sin las prisas impuestas por el horario laboral. Unas rebanadas de este pan tostadas, untadas en una buena mantequilla y por encima una mermelada casera, acompañado todo con un zumo de fruta recién exprimido, constituye un desayuno de auténtico lujo.

Os animo a que lo preparéis, parece muy laborioso, pero puestos en materia descubriréis que no es para tanto, y la satisfacción de haberlo hecho uno mismo no tiene precio.

Si tenéis una panificadora o la thermomix, ni siquiera necesitáis amasar a mano, tan solo estirar la masa con un rodillo, y dado que es una masa muy manejable no entraña ninguna dificultad.

Os detallo a continuación la lista de

Ingredientes:

-550gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-150ml. de leche entera
-75ml. de aceite de oliva suave (el mío de Aceites Abril)
-15gr. de sal
-20gr. de azúcar
-100gr. de mantequilla sin sal
-1 huevo tamaño L
-1 yogur griego sin azúcar (125gr.)
-20gr. de levadura fresca (la mía de Levanova) ó 7gr. de levadura seca

Elaboración:

Comenzamos disolviendo la levadura en la leche ligeramente templada. Removemos bien para integrarla y dejamos reposar la mezcla durante unos veinte minutos.

Aparte mezclamos los ingredientes secos, es decir, la harina, la sal, y el azúcar. Después añadimos el aceite, la leche, el yogur griego y el huevo batido. Amasamos el conjunto durante unos 10 ó 15 minutos, hasta que consigamos una masa elástica.

Cuando tengamos la masa lista, formamos una bola, y la guardamos en un recipiente untado con aceite, dejándola reposar en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que doble su volumen.

Una vez que la masa haya crecido la dividimos en 8 porciones iguales. Cada una de ellas la estiramos con un rodillo, lo más finas que podamos, y dándole forma rectangular.

Cuando tengamos la primera porción de masa estirada, es decir, una vez formada la primera lámina rectangular de masa, la pincelamos con la mantequilla derretida, pero esta última que no esté caliente, tan solo tibia.

Colocamos la siguiente lámina sobre la anterior, aplastamos ligeramente y hacemos coincidir los bordes, y untamos de nuevo con mantequilla. Repetimos esta operación hasta terminar con las 8 láminas. Aclararos que sobre la última lámina no se extiende mantequilla.

Terminado todo el proceso, presionamos todas las capas con las manos, procuramos en la manera de lo posible que todos los bordes coincidan y estiramos con el rodillo formando así un único rectángulo más grande.

Después cortamos ese rectángulo en 4 tiras y las enrollamos sobre sí mismas. Luego colocamos las 4 partes en un molde rectangular cubierto con papel de horno, y dejamos reposar de nuevo hasta que hayan doblado su tamaño.

A continuación precalentamos el horno a 180º C, pintamos con un poco de leche, y horneamos durante unos 45 minutos en la parte central, los primeros 15 minutos con fuego solo abajo, y los restantes con fuego arriba y abajo. Cuando tenga un bonito color dorado, retiramos del horno, desmoldamos, y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Como os decía al principio, si tenéis una panificadora podéis preparar la masa en ella. Para ello, disolvemos la levadura y el azúcar en leche tibia y la echamos en la cubeta. Dejamos reposar durante unos 20 minutos.

A continuación añadimos el huevo ligeramente batido, el aceite, el yogur griego, la harina de fuerza y la sal, y seleccionamos el programa de ”solo amasado”, que en mi panificadora tiene una duración de 20 minutos.

Una vez terminado, dejamos reposar la masa dentro de la cubeta 10 minutos, y activamos de nuevo el mismo programa de “solo amasado”, con lo cual la masa está 40 minutos amasándose con un descanso de 10 minutos en medio.

Una vez finalizado por segunda vez el programa de amasado, retiramos la masa de la cubeta, formamos una bola, y la guardamos en un recipiente untado con aceite, dejándola reposar en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que doble su volumen. Y a partir de aquí se procede a dividir y extender la masa igual que por el método tradicional.

Por último existe la opción de hornear el pan en la misma panificadora, para ello introducimos las 4 porciones finales de la masa en la cubeta limpia, seleccionamos el programa de “solo horneado”, seleccionamos tueste alto, y duración del programa 45minutos. Al finalizar desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Lo que no tenéis panificadora, pero tenéis thermomix, podéis utilizar este robot para amasar el pan, para ello debéis seguir los siguientes pasos.

1- Echamos en el vaso la leche y programamos tiempo 3 minutos/ temperatura 37ºC/velocidad 1,5

2- Añadimos el azúcar y la levadura y programamos tiempo 30 segundos/velocidad 4

3- Por último añadimos el huevo ligeramente batido, el aceite, el yogur griego, la harina de fuerza y por último la sal, y programamos tiempo 3 minutos/ función amasar.

4- A partir de aquí, retiramos la masa del vaso, formamos una bola con ella, y procedemos en todo momento de igual manera que por el método tradicional.

Al final como podéis ver, queda un pan muy bonito, y lo mejor de todo es que está muy rico, e igual acompaña a algo dulce como salado, como un fiambre por ejemplo.

Espero que os guste. Nos vemos dentro de unos días.

Mientras tanto que seáis muy felices y que disfrutéis de estos días de descanso.

Un abrazo.

miércoles, 25 de enero de 2023

Pizza Romana


Hoy vengo con una nueva receta de pizza, en este caso una clásica; la pizza romana, que seguro que todos habéis probado en alguna ocasión, y cuyos ingredientes, además del tomate, el queso y el orégano de siempre, incluyen el jamón cocido, los champiñones frescos laminados y las aceitunas negras. Sin duda una combinación de ingredientes muy afortunada, que la convierten en una de mis pizzas favoritas.

La masa es la misma que llevo utilizando hace ya muchos años, para las pizzas y las empanadas, y me da tan buenos resultados que creo que ya no la cambiaré nunca.

Os dejo con la lista de ingredientes y a continuación os explico cómo la preparo.

Ingredientes:

Para la masa

-150ml. de agua
-240gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-1 cucharada de aceite de oliva virgen extra (el mío de Aceites Abril)
-1/2 sobre de levadura de panadería o 12gr. de levadura fresca
-1 cucharadita de sal

Para el relleno

-70gr. de tomate triturado
-8 champiñones medianos ó 12 pequeños
-12 aceitunas negras cortadas por la mitad
-10 lonchas de jamón cocido
-200gr. de queso mozzarella fresco
-orégano seco
-especias para pizza (Es opcional. Yo uso las de Jauja)

Preparación:

Empezaremos preparando la masa, y en mi caso pese a que tengo panificadora, y para hacer masas es ideal, por comodidad y para acelerar el proceso, muchas veces utilizo la thermomix. Para ello echo el agua, la sal y el aceite de oliva en el vaso, y programo 3 minutos/ temperatura 37º/velocidad cuchara. Después añado el resto de ingredientes, es decir, la harina y la levadura, y programo 3 minutos/función amasar. Una vez terminado de amasar, guardo la masa en un cuenco untado en aceite, y lo cubro con papel film hasta que la masa haya doblado el volumen.

Para amasarla en la panificadora echamos todos los ingredientes en la cubeta por el siguiente orden: agua, sal, aceite de oliva, harina y levadura; y seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado que en mi máquina dura 1 hora 30 minutos (20 de amasado y los restantes de levado).

Si no tenéis robot de cocina para preparar la masa, se amasa perfectamente a mano, para ello echáis en un recipiente amplio la harina previamente tamizada y la sal, removéis con una cuchara de madera para mezclar, y luego hacéis un huevo en medio como si se tratase del cráter de un volcán, y añadís en él el agua tibia, en la cual habréis desleído previamente la levadura. Después vais mezclando con la ayuda de una cuchara de madera en un principio, y luego cuando se empiece a formar una bola, seguís amasando en la encimera, con las manos, durante unos diez minutos. A continuación guardáis la masa en un cuenco untado en aceite y lo tapáis para evitar que entren corrientes de aire, y ya solo queda esperar que la masa doble su volumen, en ese momento estará lista para seguir con la preparación de la pizza.

Con la masa ya lista, el siguiente paso consiste en precalentar el horno, con calor arriba y abajo, a 250º.

Mientras el horno se va calentando, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo, dándole forma redonda, para ello estiramos del centro hacia fuera, y la colocamos sobre la bandeja del horno en la cual habremos colocado previamente papel de hornear en la base. Sobre la masa extendemos el tomate triturado, y sobre él espolvoreamos orégano seco al gusto y yo además le pongo una mezcla de especias para pizza de la marca Jauja.

Seguidamente añadimos el queso desmenuzándolo con las manos en pequeños montoncitos, y lo repartimos por toda la superficie. Después limpiamos los champiñones, y con una mandolina los cortamos en láminas finas, y los distribuimos por toda la superficie. Por último ponemos las lonchas de jamón cortadas en trozos no muy pequeños, y las aceitunas negras cortadas por la mita, y horneamos con la bandeja del horno situada sobre la base del mismo, es decir, la bandeja, en contacto con la base del horno. Esto último es importantísimo para que la base de la pizza salga crujiente.

Finalmente cuando veamos que la pizza está cocida, en mi horno tarda en torno a los 12-15 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe un poco y después la cortamos en porciones y lista para servir y disfrutar.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Muchas gracias por leerme. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.

Un abrazo.

viernes, 20 de enero de 2023

Empanada de pollo y champiñones


En la anterior entrada, os comenté que había asado unas manzanas en el horno de leña, con el calor residual que quedó después de preparar un asado de pollo (podéis ver la receta pinchando aquí)

Pues bien, como solo somos dos personas en casa, mi marido y yo, un pollo entero es mucho y siempre sobra bastante, pero eso no es un problema, porque las sobras siempre acabo reciclándolas, bien sea en croquetas, en una ensalada, o como en este caso, en una empanada de pollo y champiñones, que os aseguro que está de vicio.

Os dejo ya con la lista de ingredientes y su elaboración, veréis que fácil es.

Ingredientes:

Para la masa

-300ml de agua
-450gr de harina de fuerza (la mía Harina Tradicional Zamorana)
-25gr de levadura fresca de panadería ó 9gr de levadura de panadería deshidratada
-1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra (el mío de Aceites Abril)
-2 cucharaditas pequeñas de sal

Para el relleno

-6 cebollas
-400gr. de champiñones limpios y laminados
-sobras de pollo asado
-pimientos en conserva (los míos en esta ocasión eran caseros)
-aceite de oliva virgen extra (el mío de Aceites Abril)
-1 pizca de sal
-1 cucharada de pimentón dulce (el mío de Jauja)
-1/2 vasito de vino blanco (opcional)

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora el agua, el aceite de oliva, la sal, la harina tamizada y la levadura, por ese orden, y luego iniciamos el programa de amasado con fase posterior de levado que en mi panificadora es el número 7 y tiene una duración de 1 hora 30 minutos.

Mientras la panificadora prepara la masa, nosotros aprovechamos para elaborar el relleno, y para ello ponemos una sartén antiadherente al fuego y cubrimos la base de la misma con aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos las cebollas cortadas en juliana fina, y salamos ligeramente.

Dejamos que se rehogue a fuego suave durante unos 20 minutos.
 

Después añadimos los champiñones limpios y cortados en láminas finas. Cuando levanten el hervor, añadimos medio vaso de vino blanco (esto es opcional).

Dejamos que se hagan a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que se evapore todo el líquido que sueltan. En ese momento retiramos la sartén del fuego, para que el aceite pierda algo de calor, y añadimos el pimentón, removemos bien y dejamos reposar hasta que la masa esté lista.
 

Cuando la panificadora haya terminado retiramos la masa de la cubeta, la colocamos sobre una superficie enharinada y desgasificamos ligeramente, y la dividimos en dos partes casi iguales, solo una un poquito más grande que la otra. Cogemos la parte más grande y con ayuda de un rodillo la extendemos finamente, la colocamos en la base de una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.

Aparte, a los champiñones y la cebolla que teníamos en la sartén, les escurrimos el aceite, y le añadimos los restos de pollo desmenuzados y mezclamos bien. Después con esa mezcla rellenamos la empanada.

 

Por encima repartimos unos pimientos en conserva.
 

A continuación tapamos con la masa restante que habremos estirado previamente con el rodillo. Hacemos un agujero en el centro para que respire en el horno.

Después pincelamos con el aceite con pimentón que quedó en la sartén donde habíamos sofrito la cebolla y los champiñones.
 

Por último la llevamos al horno, en el mío en la cuarta ranura empezando por abajo, justo en la parte central, a 180º los primeros 15 minutos con fuego abajo, y luego 10 minutos más con fuego arriba y abajo, y los últimos 5 minutos solo fuego arriba para que coja un bonito color dorado. A lo mejor en vuestro horno puede tardar más o menos, eso ya lo vais viendo.

Cuando esté hecha la retiramos del horno y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe.

Espero que os haya gustado. Hasta la próxima.

Un abrazo.

viernes, 11 de febrero de 2022

Pan de Ajo (en Panificadora)



Esta receta que os presento hoy, el pan de ajo, ha sido todo un descubrimiento para mí, no solo por su forma, sino sobre todo por su sabor.

Pese a ello hace ya tiempo que no lo preparo, quizás porque siendo un aperitivo, me apetece más tomarlo en la terraza de casa, al aire libre. Allí, este pan acompañado de unas lascas de jamón ibérico, unos tomates de la huerta aliñados, y una cervecita fresca, resolvió en más de una ocasión, una comida de domingo.

Se trata de un pan, repleto de aroma, con una textura crujiente en el exterior y muy jugoso en su interior, que a nadie dejará indiferente.

La receta, con alguna pequeña variación, la saqué del libro “Los Secretos del Pan Casero” de Esbieta, un libro que os recomiendo si os gusta la cocina, y más concretamente el mundo de las masas, porque ella es una maestra en este terreno y sus recetas nunca fallan.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la masa
-400gr. de harina de todos uso
-230gr. de agua tibia (36ºC)
-6gr. de levadura fresca
-una pizca de sal
-15gr. de azúcar

Para el aderezo
-5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
-1 manojo de perejil fresco
-5 dientes de ajo
-una pizca de sal para el aderezo
-sal en escamas para espolvorear por encima

Preparación:

En primer lugar diluimos el azúcar y la levadura en el agua tibia, después vertemos la mezcla en la cubeta de la panificadora, y añadimos la harina y la sal por ese orden.

Seguidamente seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina dura 90 minutos.

Mientras la panificadora realiza su tarea, aprovechamos para preparar el aderezo, para lo cual, lavamos bajo el grifo el manojo de perejil, lo secamos con papel de cocina, y le retiramos los tallos gruesos, quedándonos solo con las hojas y los tallos más finitos, los cuales echamos en el vaso de la batidora. Añadimos también los ajos pelados y sin el germen central, por último añadimos la sal y el aceite, y mezclamos todo con la batidora. Reservamos.

Cuando la masa esté lista, espolvoreamos harina sobre la superficie de trabajo, volcamos la masa de la cubeta, y desgasificamos. Después con un rodillo de cocina, la estiramos formando una lámina de aproximadamente 40x30cm. (como podéis ver en la foto de abajo no hace falta que os quede perfecta, jeje…)

A continuación echamos unas cucharadas de aderezo sobre la masa, y con la ayuda de un pincel de cocina, untamos bien por todas partes.



Después con un cortapizzas o un cuchillo, cortamos tiras de unos 4 ó 5cm. de ancho.


Seguidamente colocamos las tiras de masa en una bandeja de horno, unas a continuación de otras, formando un disco como el que se ve en la foto de abajo, y a continuación dejamos reposar en un lugar alejado de corrientes de aire, y con una temperatura cálida, hasta que doble el volumen. Si en casa no tenéis un sitio así, meted la bandeja dentro del horno encendido a 25ºC.



Una vez que el pan de ajo haya doblado su volumen, pincelamos por encima un poco más de aliño, espolvoreamos unas escamas de sal Maldon, y metemos en el horno precalentado a 190ºC, colocándolo en la parte inferior, con calor arriba y abajo, durante unos 30-35 minutos.

Yo en esta ocasión utilicé la panificadora porque me simplifica el proceso, ya que permite sacar la masa con el primer levado hecho, pero si no tenéis panificadora podéis usar la amasadora. El tiempo de amasado es de unos 20 minutos a velocidad mínima. Después solo tenéis que esperar a que la masa suba, duplicando su volumen, y lo siguiente, es estirarla, cortar tiras, formar el disco, dejar reposar de nuevo hasta que vuelva a doblar el volumen, y por último hornear.

Por supuesto que también se puede amasar a mano, no entraña mayor dificultad, simplemente el trabajo de estar amasando en torno a unos 20minutos, un trabajo que teniendo la panificadora, que deja perfectamente las masas, yo prefiero ahorrar.

Esto es todo por hoy, dentro de unos días volveré con una receta muy típica de mi tierra en las fechas que se avecinan, los carnavales, que están ya a la vuelta de la esquina.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

martes, 7 de diciembre de 2021

Stollen (Pan Dulce Alemán)


Estamos ya en la segunda semana de Adviento, y durante esta época previa a la Navidad, en muchas ciudades europeas se celebran los tradicionales mercadillos navideños.

Uno de los países que cuenta con una larga tradición en este ámbito es Alemania, y en estos mercadillos, el Stollen (un pan dulce), y el Glühwein, un vino caliente especiado, cuya receta os mostraré en otra ocasión, no pueden faltar.

La receta del Stollen como la conocemos ahora, tiene su origen precisamente en este tiempo de Adviento, durante el cual los cristianos vivían una época de ayuno en la cual no podían tomar leche ni mantequilla, y por tal motivo los panaderos elaboraban un pan insípido que no agradaba a los nobles, por lo que le rogaron al príncipe Ernst von Sachen, en el año 1430, que intercediera ante el Papa Nicolás V para poder incluir la mantequilla en su elaboración.

Esta petición fue rechazada, y no fue hasta el año 1491, cuando el Papa Inocencio VIII permitió añadir la mantequilla al pan, durante el período de ayuno en el Adviento.

Después de la mantequilla, se fue enriqueciendo más el pan con el paso de los años, incorporando frutos secos, frutas confitadas y diversas especias. El resultado es un pan con una miga suave y tierna a pesar de su apariencia compacta, y lo mejor, es el aroma que desprende después de tres semanas de maduración. Es una auténtica delicia.

La forma del Stollen recuerda a un recién nacido envuelto en pañales, por eso se usa abundante azúcar glas para cubrir su exterior. La forma del mismo apenas ha sufrido variaciones con el tiempo, porque se elabora intencionadamente con esa apariencia.

Las ciudades alemanas de Naumburgo y Dresde están ligadas al origen de este pan dulce. Los Stollen elaborados en esta última localidad cuentan con la denominación Dresdner Stollen protegida desde el año 1997, y allí, todos los años, el segundo sábado de Adviento, se celebra la Stollenfest (fiesta del Stollen)

No es la primera vez que preparo este pan, el año pasado también lo hice, pero por circunstancias ajenas a mi voluntad no pude sacarle fotos y compartir la receta con vosotros, así que este año lo he vuelto a hacer con la misma receta del año pasado, que es un mix de varias recetas encontradas en internet, hasta reproducir lo más fielmente posible la receta original

El resultado, como os digo más arriba, es un pan jugoso y lleno de aromas, que se han ido potenciando durante las tres semanas que ha estado madurando. 

Vamos ya con la receta.

Ingredientes:

Fruta macerada
-250gr. de uvas pasas 
-80gr. de naranja escarchada 
-100ml. de ron añejo

Preparado de especias para el Stollen
-1 unidad de anís de estrella
-1/2 rama de canela
-2 clavos de olor
-1/2 vaina de vainilla
-2 vainas de cardamomo (sin la cáscara de fuera, solo las semillas)
-1 pizca de nuez moscada rallada

Prefermento
-100gr. de harina de fuerza
-50gr. de levadura fresca
-80ml. de leche entera
-1 cucharadita de azúcar

Masa
-300gr. de harina de fuerza
-90gr. de azúcar
-1 huevo tamaño mediano
-2 yemas de huevo
-50ml. de leche entera
-60gr. de harina de almendra
-80gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-el preparado de especias del Stollen
-la fruta macerada
-ralladura de 2 limones (solo la parte amarilla)
-60gr. de almendras tostadas picadas gruesamente
-60gr. de nueces picadas gruesamente
-1 cucharadita de sal

Acabado
-mantequilla derretida para bañar el Stollen
-azúcar glas en abundancia para espolvorear por arriba

Preparación:

Tres días antes de preparar el Stollen, ponemos la fruta a macerar con el ron, para ello picamos la naranja escarchada en cubitos, y la echamos en un recipiente con tapa, añadimos también las uvas pasas, y por último el ron. Tapamos el recipiente, agitamos y dejamos en maceración durante tres días. Una ó dos veces al día, volvemos a agitar el recipiente para que toda la fruta quede bien impregnada.

Otra cosa que tenemos que hacer antes de comenzar con la preparación propiamente dicha del Stollen, es moler todas las especias y reservar.

Después preparamos el prefermento, y para ello diluimos en un recipiente la levadura en la leche tibia, añadimos el azúcar, mezclamos y por último añadimos la harina tamizada, mezclamos de nuevo hasta integrarla, y tapamos con papel film hasta que casi triplique su tamaño.

Cuando el prefermento esté listo, echamos en la panificadora la harina tamizada, añadimos también la harina de almendra, las especias molidas, el azúcar y la sal, la leche tibia, el prefermento, el huevo y las dos yemas, y seleccionamos el programa de amasado de la panificadora durante aproximadamente diez minutos, el tiempo justo para que se integren todos los ingredientes y se forma una bola de masa dentro de la cubeta. En ese momento interrumpimos el programa, y con la panificadora tapada dejamos la masa en reposo una media hora.

Después de ese tiempo de reposo, continuamos con el programa de amasado hasta que concluya, en mi máquina otros diez minutos (20 minutos en total)

Una vez terminado el programa de amasado, volvemos a comenzar de nuevo el mismo programa, y vamos añadiendo en tres tandas, la mantequilla a temperatura ambiente, cortada en dados. Cuando esté toda la mantequilla integrada en la masa esperamos a que concluya el programa de amasado, retiramos la masa de la cubeta a un recipiente amplio, y lo cubrimos con papel film y dejamos en reposo hasta que doble el volumen.

Una vez que la masa ha levado, la colocamos sobre la encimera ligeramente enharinada, amasamos un poco para desgasificar, y con un rodillo formamos un rectángulo, después esparcimos sobre la masa las frutas que teníamos macerando, bien escurridas. Esparcimos también las almendras y las nueces picadas. A continuación amasamos con las manos hasta integrar todo en la masa. Al principio cuesta un poco, pero poco a poco se consigue.

Una vez que tenemos las frutas maceradas y los frutos secos integrados en la masa, la aplastamos con un rodillo dándole forma de óvalo, y con el mismo rodillo hacemos una hendidura longitudinal algo descentrada, de manera que nos queden dos lóbulos uno más grande que otro. Doblamos la masa por la hendidura, de manera que quede el lóbulo pequeño sobre el grande para darle la forma típica del Stollen. 

Colocamos el Stollen ya formado sobre la bandeja del horno sobre papel sulfurizado, lo cubrimos con papel film, y dejamos que fermente hasta que aumente en torno a un 50%. No va a doblar el volumen, peque la masa soporta mucho peso de las frutas maceradas y los frutos secos.

Cuando el Stollen haya crecido, precalentamos el horno a 165º, y lo colocamos en la segunda ranura empezando por abajo con calor abajo durante los primeros 15 minutos, y después, unos 40 minutos más aproximadamente, con calor arriba y abajo, hasta que tenga un bonito color dorado. 

Una vez listo lo retiramos del horno, y en caliente lo pincelamos con mantequilla derretida, espolvoreamos abundante azúcar glas por encima, y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Una vez frío, lo envolvemos en papel de hornear, después cubrimos con film transparente, y finalmente lo metemos dentro de una bolsa de plástico hermética, con cierre en zip, y lo dejamos madurar durante 3 semanas en la parte baja del frigorífico. 

Abajo podéis ver con más detalle los trozos de frutos secos y de naranja escarchada. Lástima que no podáis apreciar también el olor tan maravilloso que desprende después de estar madurando durante tres largas semanas.


Parece muy latoso, pero os aseguro que el resultado final bien merece la pena el trabajo y la larga espera.

Con el deseo de que os haya gustado, me despido por hoy. Nos vemos en unos días con una nueva receta ideal para las fiestas que se avecinan.

Hasta entonces. Un abrazo.

miércoles, 27 de octubre de 2021

Bollitos de calabaza para Halloween


Se acerca Halloween, y aunque es una temática que no me gusta absolutamente nada, pero nada de nada, al tener el blog, siempre se procura que las publicaciones vayan acorde con la época del año que corresponda, y por eso el año pasado por estas fechas publiqué unas galletas con forma de calabaza, y este año me decanté por unos bollitos también con forma de calabaza, que le vi a Esbieta.

Elegí esta receta por varios motivos, principalmente  porque las recetas de Esbieta nunca fallan, también porque me gustó mucho como quedan los bollitos una vez horneados, y si a eso le añadimos que tengo en casa calabazas de mi huerto, la elección estaba clara, y tengo que decir que no me equivoqué, al contrario, fue todo un acierto. Salen unos bollitos muy esponjosos, ideales para tomar así solos sin más acompañando un café con leche por la mañana, para untar con mermelada, etc.

Como llevan poco azúcar, admiten también un relleno salado, como por ejemplo unas lonchas de queso o de embutido. 

Ingredientes (para 8 bollitos):

-390gr. de harina (yo usé la mitad harina de fuerza, y la otra mitad harina común de todo uso)
-1 huevo
-40gr. de azúcar
-5gr. de sal
-25gr. de mantequilla
-120gr. de calabaza asada
-160ml. de agua
-15gr. levadura fresca ó 1/2 sobre de levadura seca de panadería
-8 nueces pecanas para decorar

Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer es asar la calabaza, para ello yo aproveché que ese día hice un asado en el horno de leña, y luego con el calor residual asé la calabaza cortada por la mitad.

Después de asarla, esperamos a que enfríe, vaciamos la pulpa, y la aplastamos bien con un tenedor hasta hacer un puré. Reservamos

Aparte echamos en azúcar en agua templada, removemos hasta disolver, a continuación añadimos la levadura, y removemos hasta disolver de nuevo. Dejamos reposando unos 10 ó 15 minutos, para que se active la levadura.

Añadimos a la cubeta de la panificadora la harina previamente tamizada, la sal, el puré de calabaza, la yema de huevo (reservamos la clara que nos hará falta más adelante), la levadura, y seleccionamos el programa de “solo amasado” que en mi máquina tiene una duración de 20 minutos. Al finalizar, dejamos reposar 5 minutos, y después se añade la mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubitos, y seleccionamos de nuevo el programa de “solo amasado” para que amase de nuevo otros 20 minutos.

A continuación retiramos la masa a un recipiente, cubrimos con papel film, y esperamos a que doble su volumen. Después la volcamos en la encimera espolvoreada con un poco de harina, y amasamos un poco con las manos para desgasificarla.

Seguidamente dividimos la masa en 8 porciones del mismo peso, formamos con cada una de ellas una bolita, en el centro hacemos un hueco y colocamos una nuez pecana simulando el rabito de la calabaza, luego con un cuchillo hacemos 8 cortes equidistantes, sin llegar al centro, y colocamos los bollitos en una bandeja de horno sobre papel de hornear.

Tapamos con papel film, y esperamos de nuevo a que doblen el volumen. Cuando lo hayan hecho, pincelamos con la clara del huevo, y llevamos al horno precalentado a 150º calor arriba y abajo.

Los dejamos hasta que tengan un bonito aspecto dorado por la parte de arriba, en ese momento retiramos del horno, y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Se conservan bien durante un par de días, pero para ello hay que guardarlos dentro de una bolsa de plástico cerrada.

Y con esto termino por hoy. Nos vemos en unos días.

Un abrazo.

martes, 14 de septiembre de 2021

Empanada de bacalao con uvas pasas en horno de leña


Hola amig@s,

Desde el pasado mes de diciembre no he vuelto a realizar publicaciones en el blog, porque en el mes de enero falleció mi madre, la luz de mi vida.

Ya nada será igual sin ella, pero ahora que llegó septiembre y es el mes de la vuelta a la rutina, mi intención es continuar con la actividad en el blog, por mí, y también por ella, porque sé que es lo que le gustaría.

Una de las cosas que a ella le gustaba mucho era la empanada de bacalao con uvas pasas, y como la tenía en la carpeta de borradores desde hace tiempo, ha sido la elegida en esta ocasión.

Cuando tengo tiempo y ganas la hago en horno de leña, que da un poco más de trabajo, pero tiene aún mejor sabor, si cabe. Por supuesto que se puede hacer en horno convencional, de hecho yo la hago muchas veces. A continuación os detallo la lista de los

Ingredientes:

Para la masa
-300 ml. de agua
-480gr. de harina de fuerza
-25gr. de levadura fresca ó un sobre de levadura de panadería deshidratada
-una pizca de sal
-una cucharada de aceite de oliva

Para el relleno
-500gr. de bacalao desalado
-250gr. de uvas pasas
-4 cebollas medianas
-pimientos rojos en conserva (o asados y sin piel ni semillas)
-aceite de oliva virgen extra
-una cucharada de pimentón dulce
-sal

Preparación:

En primer lugar preparamos el relleno, porque lo ideal es que esté frío cuando formemos la empanada. Para ello cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos la cebolla, salamos y removemos, y a continuación bajamos el fuego al mínimo, dejando que se vaya pochando muy lentamente, entre 30 y 40 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando esté la cebolla bien pochada, retiramos del fuego, y añadimos el pimentón, removemos bien y con una cuchara retiramos el exceso de aceite a un recipiente (lo necesitaremos después para pintar la empanada al final).

Mientras la cebolla se va pochando aprovechamos para hidratar las uvas pasas, para ello las ponemos en un cuenco, las cubrimos con agua caliente y reservamos.

Por otro lado desmigamos el bacalao con las manos, le retiramos las espinas, y lo escurrimos bien.

Al final cuando la cebolla esté pochada y hayamos apartado el exceso de aceite, le añadimos el bacalao y las uvas pasas bien escurridas, mezclamos bien y reservamos hasta el momento de rellenar la empanada.

Con el relleno ya listo, lo siguiente es hacer la masa, para ello echamos el agua tibia en un bol, añadimos la sal y la cucharada de aceite (sirve el que nos sobró de pochar la cebolla, teniendo cuidado de que nos quede suficiente para pintar la empanada en el paso final), mezclamos y seguidamente vamos añadiendo la harina poco a poco. Después de echar el primer puñado de harina y cuando esté bien integrada, añadimos la levadura desmenuzándola con las manos, removemos bien y seguimos añadiendo harina hasta incorporarla toda. Al principio podemos utilizar un batidor de varillas, y después cuando la masa se empiece a desprender de las paredes amasamos a mano, mínimo diez minutos.

Se puede amasar en la batidora, y también en la panificadora, utilizando el programa de amasado que en la mía dura 20 minutos, o en la thermomix siguiendo los siguientes pasos:

1-Añadir el agua, la sal y el aceite al vaso, y programar, 3 minutos/temperatura 37º/ velocidad cuchara

2-Añadir la harina y por último la levadura desmenuzada, y programar función amasar, 3 minutos/ velocidad espiga.

Una vez hecha la masa, la dejamos reposar en un lugar cálido, dentro de un recipiente tapado con papel film o con un paño de cocina, para evitar las corrientes de aire, hasta que doble el volumen.

Cuando haya doblado el volumen, la amasamos de nuevo un par de minutos sobre la encimera untada con un poco de aceite, y la dividimos en dos mitades, una ligeramente más grande que la otra.

La mitad más grade la estiramos bien con el rodillo y la colocamos en la bandeja del horno sobre papel de hornear, luego en el centro añadimos todo el relleno, y después como la masa tiende a encogerse, con la mano izquierda vamos estirando del centro hacia los bordes, y con la otra mano extendemos el relleno.


Cuando tengamos todo el relleno extendido de manera uniforme, ponemos por encima unas tiras de pimiento rojo


Cubrimos con la otra mitad de la masa, sellando los bordes con las manos. En el centro hacemos un agujero para que salga el vapor durante la cocción.


Por último con un pincel pintamos con el aceite que habíamos reservado del relleno.


La metemos en el horno, previamente calentado a 180ºC, justo en la parte central, 15 minutos con calor abajo, luego otros 15 minutos con calor arriba y abajo, y por último calor solo arriba hasta que coja un bonito color dorado.

En horno de leña ya es más complicado. A mí me dieron un truco, y es que una vez calentado el horno y retirado los rescoldos, esperar hasta que se pueda esparcir una cucharada de harina por la superficie y no se queme. Después hay que ir vigilando de vez en cuando por la mirilla hasta que veamos que está hecha.


Parece muy complicado pero es más laborioso que difícil, de todos modos el esfuerzo merece la pena, porque está verdaderamente deliciosa. Espero que os guste.

Un abrazo


lunes, 26 de octubre de 2020

Pan de Muerto


El Pan de Muerto, es un pan dulce típico de México, país en el que la celebración del Día de Muertos (conocido aquí en España como día de Difuntos) es una de las más importantes del calendario religioso y cultural del país, al punto de que en el año 2003 la UNESCO declaró la festividad dedicada a los muertos en México como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Aunque de entrada pueda resultar un tanto contradictorio, en esta festividad los mexicanos celebran “la vida” de los seres queridos que han fallecido. Con las celebraciones que tienen lugar desde el 31 de octubre al 2 de noviembre, se honra a los fallecidos con elementos que demuestran que los difuntos siempre estarán invitados a la mesa de los vivos, de hecho se considera que durante esos días el espíritu de los muertos regresa a reunirse con sus familiares, los cuales para honrarles levantan altares.

En los altares no puede faltar una foto del difunto, también la flor simbólica de estas festividad conocida como Flor de Cempasúchil, de color amarillo-anaranjado, por cuyo color y olor es la encargada de conducir a los difuntos hacia la ofrenda. En esos altares colocan también cirios, agua para que las almas calmen su sed después de un largo viaje y repongan fuerzas para el camino de vuelta. También colocan sal como elemento purificador para que las almas no se corrompan en su viaje de vuelta al más allá, y por supuesto no puede faltar la comida preferida del difunto, y en este apartado nunca falta el protagonista por excelencia de esta celebración: el pan de muerto.

No existe una sola receta ni una sola forma para el pan de muerto, pues varía según la zona del país, pero el más común es el que os presento hoy, el cual como no podía ser de otra forma, también está cargado de simbolismo.

Como podéis ver en la foto, se trata de un bollo redondo, y esa forma redonda representa el ciclo de la vida, arriba lleva unas tiras de masa que representan las extremidades superiores e inferiores del difunto, y encima de todo lleva una bolita más pequeña coronando el pan, la cual representa el cráneo.

Cómo me gustaría visitar México en esta época del año..., es de esas cosas que me gustaría vivir una vez en la vida, pero toca esperar porque tal y como está el panorama no está la cosa para viajar, y por otra parte no me atrevo a cruzar el charco con mi madre enferma, de modo que ojala tarde muchísimo en poder cumplir ese sueño porque eso significará que mi madre me acompañará mucho años más, y ese sin duda alguna es mi principal deseo.

Pero aunque lo de viajar a México tendrá que esperar, lo que sí he hecho ya ha sido probar su famoso pan de muerto y os aseguro que está absolutamente delicioso. Lo haré muchas más veces porque nos encantó.

He visto varias recetas por la red, y al final me decanté por esta que podéis ver pinchando aquí, pues su autora es toda una experta en lo que a elaboración de masas se refiere.

Si hacéis como yo, y utilizáis una amasadora o una panificadora, el proceso es mucho más sencillo, porque a mano hay que amasar bastante tiempo para que se desarrolle el gluten y para los que no les guste trabajar con masas puede resultar bastante tedioso.

Y sin más dilación, os detallo la lista de ingredientes:

Para el prefermento

-70gr. de harina de fuerza
-90gr. de leche entera
-2 huevos medianos
-21gr. de levadura fresca (ó 7gr. de levadura seca)
-20gr. de azúcar

Para la masa

-Todo el prefermento
-330gr. de harina de fuera
-80gr. de azúcar
-5gr. de sal
-95gr. de mantequilla sin sal
-1yema de huevo
-1 cucharadita de agua de azahar
-ralladura de 1 naranja

Preparación:

Empezamos preparando el prefermento, para ello ponemos la leche al fuego, y cuando empiece a levantar el hervor apartamos del fuego y dejamos reposar hasta que esté tibia, en ese momento añadimos la levadura, desleímos, y añadimos el azúcar y los huevos ligeramente batidos, mezclamos todo bien y por último echamos la harina, mezclamos hasta que esté integrada y luego dejamos en un lugar cálido hasta que triplique el volumen. A mí me tardó 30 minutos y la tenía tapada con papel film cerca de la cocina de leña con una temperatura ambiental en torno a los 25ºC.

Cuando el prefermento haya triplicado el volumen, removemos con una cuchara, y dejamos reposar de nuevo hasta que de nuevo triplique el volumen. Cuando eso vuelva a suceder removemos nuevamente con una cuchara y dejamos que vuelva a triplicar el volumen por tercera y última vez (tened mucho cuidado, porque la segunda y tercera vez la masa del prefermento tarda mucho menos en subir y triplicar el volumen, de modo que no os vayáis lejos y no la perdáis de vista).

Cuando haya subido por tercera vez volvemos a remover con una cuchara para que baje, y echamos todo el prefermento en la cubeta de la panificadora. Echamos también la mantequilla a temperatura ambiente, la yema de huevo, la ralladura de naranja, una cucharadita de agua de azahar, el azúcar, la harina y la sal y seleccionamos el programa de solo amasado que en mi máquina es el número 11 y tiene una duración de 20 minutos. Al finalizar el programa dejo reposar la masa dentro de la cubeta durante 10 minutos y luego vuelvo a iniciar el mismo programa para continuar amasando otros 20 minutos más. De nuevo dejo reposar la mas otros 10 minutos y después la saco de la cubeta y le doy forma a los bollos.

Para darle la forma característica apartamos 95gr. de masa para hacer el cráneo y los huesos de las extremidades. La masa restante la dividimos en dos partes iguales, le damos forma redonda y colocamos en una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.

A los 95gr. de masa que habíamos apartado le añadimos 5gr. de harina e integramos bien. Esto se hace para que cuando formemos los huesos que representan las extremidades éstos mantengan bien la forma. Después dividimos esta masa en cuatro trozos de 20gr. y dos trozos de 10gr. Con los primeros haremos los huesos para ello formamos unos bastoncillos o cilindros rodando la masa sobre la superficie de trabajo y luego presionando con los dedos anular, corazón e índice damos forma a las articulaciones. Después colocamos dos cruzados sobre cada bollo y encima coronamos con una bolita en cada uno de los bollos que formaremos con las dos porciones de 10gr. de masa que teníamos reservada.

Con el pan de muerto ya formado ahora hay que cubrirlo con papel film untado en aceite para que no haga costra por encima y esperar a que doble el volumen, para ello yo los pongo dentro del horno cerrado a 30ºC para acelerar el proceso.

Cuando han crecido el doble, los retiro del horno, subo la temperatura del mismo con calor arriba y abajo hasta los 150ºC, mientras retiro el papel film de encima de los bollos, los espolvoreo por encima con azúcar, y cuando el horno haya alcanzado la temperatura seleccionada, los introduzco en el horno y cambio el fuego dejándolo solo por abajo. Después cuando los bollos alcanzan un bonito color dorado por encima apago el fuego, retiro la bandeja del horno y la coloco sobre una rejilla hasta que enfríen.

Después ya solo queda preparar un chocolate bien caliente y disfrutar de este rico pan tan cargado de sabor y simbología.

Espero que os haya gustado mi receta de hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva propuesta. Mientras tanto que seáis muy felices.

Un abrazo