lunes, 16 de noviembre de 2020

Bombones de frambuesa y foie gras de pato con escamas de sal

Muchas veces nos quejamos de que los comercios cada vez adelantan más la campaña navideña, una práctica que me da la impresión de que ha ido calando en la sociedad y cada vez colocamos la decoración en casa con más antelación. Yo hasta principios de diciembre nunca lo he hecho, eso como muy temprano, sin embargo este año ya he visto en las RR SS a varias personas que se han puesto a ello, supongo que algo habrá influido la situación anómala que atravesamos por la crisis sanitaria del coronavirus. Os comento esto porque la receta que os traigo hoy resulta un aperitivo ideal  para los menús navideños y por supuesto para cualquier otra celebración. Se trata de un bocado exquisito, que se prepara con antelación y resulta muy sencillo. Os aseguro que sorprenderá a vuestros invitados.

Comentaros antes de entrar en materia que para elaborar estos bombones necesitaréis unos moldes iguales o parecidos a los que veis en las fotografías de abajo. Mejor sería con forma redondeada porque así la presentación queda mejor, pero sirve con cualquier forma, lo que sí es necesario es que sean de silicona para desmoldarlos sin problema.

Ingredientes:

Para la gelatina de frambuesa
-125gr. de frambuesas frescas
-200ml. agua 
-60gr. de azúcar
-6 hojas de gelatina 

Para la mousse de foie gras
-150gr. de foie gras de pato
-200gr. de nata líquida de cocinar
-50gr. de leche entera
-una pizca de sal
-escamas de sal maldon para poner por encima al servir
-pimienta negra recién molida (yo uso mezcla de pimientas)
-6 hojas de gelatina 
-2 cucharadas de azúcar
-30gr. de vino Oporto (un chorrito)

Preparación:

Empezamos preparando la gelatina de frambuesa, para ello en primer lugar ponemos las hojas de gelatina en un plato hondo y las cubrimos con agua para que se hidraten durante unos minutos.

Mientras  echamos en un cazo las frambuesas, 200ml de agua y el azúcar, y llevamos a ebullición removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a hervir pasamos la mezcla por un colador para retirar las semillitas de las frambuesas y ponemos la mezcla ya colada de nuevo al fuego. Cuando esté a punto de ebullició, apagamos el fuego, añadimos las hojas de gelatina escurridas, y cuando estén incorporadas,  vertemos la mezcla en los moldes llenando hasta la mitad.

Los moldes debéis de tenerlos sobre una superficie rígida para poder transportarlos hasta el frigorífico sin que se desparrame el líquido. Allí deberán permanecer hasta que la gelatina esté bien fría y cuajada.

Una vez preparada la gelatina de frambuesa toca preparar la mousse de foie gras, para lo cual empezamos también poniendo las hojas de gelatina en un plato hondo cubiertas con agua para que se hidraten.

En un cazo echamos la leche, el foie gras, la nata, el Oporto, la sal, el azúcar y la pimienta recién molida, mezclamos con unas varillas y llevamos al fuego hasta que empiece a hervir, en ese momento trituramos para que no quede ningún grumo, agregamos la gelatina y volvemos a remover hasta que se integre en la mezcla. Dejamos que pierda temperatura hasta que esté tibia, y rellenamos la mitad sobrante de los moldes, pero antes con la punta de un palillo limpio hacemos unas pequeñas incisiones en forma de cruz en el centro de la gelatina de frambuesa (me olvidé de sacar foto) para que luego al desmoldar no se separen las dos capas. Que no lleguen al fondo, porque luego la presentación se vería afectada.
Llevamos de nuevo al frigorífico para que la mousse de foie gras de pato se solidifique y cuando vayamos a servirlos retiramos los moldes del frigorífico, desmoldamos con cuidado y servimos con escamas de sal maldon por encima.
 

Espero que os haya gustado la receta de hoy y os sirva para elaborar vuestros menús en ocasiones especiales o un día que os queráis dar un capricho así sin más.

Un abrazo. Cuidaros mucho

martes, 3 de noviembre de 2020

Risotto de setas y trufa negra

 
Cada vez conozco a más gente que le encanta al otoño, pero no es precisamente mi caso. Del otoño lo único que me gusta son los colores ocres que tiñen el paisaje otorgándole un encanto especial, por lo demás solo le veo desventajas, la principal la falta de horas de luz, y también la bajada de temperaturas, la lluvia y la humedad características climáticas de esta estación por estos lares.

Desde el punto de vista gastronómico, el otoño es época de membrillos, de boniatos, castañas, calabazas, de setas..., y curiosamente tampoco soy especialmente fan de ninguno de estos productos, los consumo pero sin demasiado entusiasmo. Definitivamente no me gusta el otoño, pero a estas alturas del año, se ha hecho evidente en todas sus manifestaciones y no puedo ignorarlo aunque quiera, basta con subir la persiana por las mañanas cuando me levanto para percibirlo, así que para ir acorde con esta época del año, hoy os traigo la receta de un plato de origen italiano con un toque muy otoñal, me refiero a un risotto de setas y trufa negra.

Si os gustan los risottos y os gustan las setas os va a encantar, porque resulta muy aromático. Si hasta a mí me encanta que no soy muy fan de las setas, es porque está rico de verdad.

He de aclarar que las setas que he utilizado son setas de cultivo, no setas silvestres, pues nunca me he atrevido a ir al monte a buscarlas ya que para mí es un mundo bastante desconocido y tengo miedo a una intoxicación. Si utilizáis vuestras setas silvestres favoritas, qué duda cabe que el plato gana enteros.

Ingredientes:

-380gr. de arroz especial para risotto
-1 litro de caldo de caldo de ave o caldo de verduras
-450gr de setas variadas (en mi caso champiñones y pleurotus ostreatus)
-1 trufa negra
-1 vaso de vino blanco
-2 dientes de ajo
-1 cebolla grande
-50gr. de mantequilla
-100gr. de queso parmesano
-50gr. de aceite de oliva
-sal

Preparación:

En una olla ancha y plana echamos el aceite y a fuego bajo rehogamos la cebolla picada finamente hasta que tome un color transparente, después añadimos los ajos pasados por el prensa ajos, removemos y a continuación añadimos los champiñones limpios cortados en láminas y las setas cortadas en trozos medianos, cocinamos esta vez a fuego medio y removiendo constantemente hasta que se consuma el líquido que sueltan las setas y los champiñones, entonces añadimos el arroz, rehogamos bien durante un par de minutos, después añadimos el vino blanco y esperamos al menos otro par de minutos más hasta que se evapore el alcohol, y luego añadimos todo el caldo en tres veces, removiendo constantemente, y esperando a que se consuma el caldo añadido, antes de añadir más cantidad.

Es importantísimo no dejar de remover durante todo el tiempo de cocción del arroz, pues eso hará que suelte el almidón y que quede mucho más cremoso.

Cuando añadamos el caldo restante por tercera y última vez, añadimos también sal al gusto y el queso parmesano. Seguimos removiendo un par de minutos. Para entonces el arroz ya tendrá un aspecto muy cremoso, y si lo probamos notaremos que está al dente, es entonces cuando añadimos la mantequilla y la trufa rallada, removemos bien durante otro par de minutos y finalmente retiramos del fuego, y listo para servir a la mesa y disfrutar de un risotto absolutamente delicioso y muy aromático.

Espero que os guste mi receta de hoy. Nos vemos dentro de los días. Mientras que seáis todo lo felices que se pueda ser dentro de la situación que nos está tocando vivir

Un abrazo