viernes, 31 de agosto de 2018

Panna cotta al aroma de vainilla con coulis de frambuesa


Llevo unos días fatal de la alergia, los que me seguís ya sabéis que de vez en cuando me quejo de este problema, lo llevo como puedo con extra de medicación los días más críticos, pero aun así cuesta atender los quehaceres diarios y más sentarse delante del ordenador aunque sea para compartir con los demás tu afición favorita. Sin embargo hoy que me ha dado tregua, aprovecho para presentaros una nueva receta, en este caso se trata de una receta dulce, la panna cotta, que siempre resulta apetecible, pero en verano todavía más si cabe, porque se toma fresquita y no es nada pesada. Acompañada con un coulis de frambuesa como la preparé en esta ocasión, se convierte en un manjar de dioses.

La panna cotta, que literalmente significa “nata cocida”, es un postre de origen italiano, concretamente de la región del Piamonte, y se cree que surgió para dar salida a los excedentes de nata. 

Tradicionalmente la nata se cocía al baño María, y  para que cuajara se utilizaban claras de huevo, salvando las diferencias, vendría a ser lo equivalente a un flan, pero sin yemas, y empleando nata en lugar de leche.

En la actualidad en cambio, es muy frecuente emplear gelatina para cuajar la nata, es una opción que da menos trabajo, y por tanto más rápida, si bien debemos usar la cantidad justa de gelatina para no convertir un postre suave y delicado como es la panna cotta, en un bocado de textura chiclosa.

Os indico las dos opciones, para que si os animáis a prepararla en casa escojáis la que más os guste, o mejor aun, para que probéis las dos y así  luego poder elegir con más criterio.

La que figura en la foto está hecha con gelatina, pues yo a pesar de que me encanta la cocina, y especialmente la repostería, también termino sucumbiendo a la comodidad, jeje...

Ingredientes para la panna cotta

-500ml. de nata para montar 35% M. G.
-5 claras de huevo ó en su defecto  5 hojas de gelatina
-100gr. de azúcar
-1 vaina de vainilla
-1 pizca de sal
-hojas de menta para decorar

Ingredientes para el coulis de frambuesa:
-250gr. de frambuesas frescas (reservar algunas para la decoración final)
-4 cucharadas de azúcar
-4 cucharadas de agua

Preparación tradicional de panna cotta con claras de huevo:

Echamos la nata en un cazo junto con el azúcar, la sal, y la rama de vainilla partida por la mitad a lo largo. Ponemos el cazo al fuego y lo retiramos justo cuando la nata comience a hervir, y dejamos enfriar. Cuando esté fría la mezcla retiramos la vaina de vainilla.

A continuación batimos las claras hasta que espumen un poco, muy poco realmente,  no se trata de que lleguen a montar,  y después las pasamos por un colador y las añadimos a la nata. Mezclamos todo bien, y seguidamente echamos esta mezcla en flaneras individuales ligeramente caramelizadas, y las llevamos al horno, a temperatura baja, en torno a 130º, con calor arriba y abajo, al baño María, procurando que el agua cubra aproximadamente ¾ partes de las flaneras. Las mantenemos en el horno por espacio de 1 hora aproximadamente, o hasta que veamos que están cuajadas. Luego retiramos la bandeja del horno y dejamos las flaneras dentro del agua hasta que enfríen por completo, y después las guardamos en el frigorífico durante 8 horas más ó menos.

Como os he dicho más arriba, para acompañar la panna cotta en este caso he utilizado un coulis de frambuesa, y para prepararlo echamos en un cazo todos los ingredientes, es decir,  las frambuesas, el azúcar y el agua, y ponemos a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo. Cuando empiece a hervir lo mantenemos al fuego durante 8 minutos, sin olvidarnos de remover a cada rato, y luego con la batidora trituramos la mezcla, dejamos enfriar y ya tenemos el coulis listo para servir como acompañamiento. Terminamos la decoración con unas frambuesas enteras que habremos reservado (yo me olvidé) y unas hojas de menta.

Preparación de panna cotta con gelatina.

Introducimos las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante cinco minutos para que se ablanden.

Mientras en un cazo echamos la nata junto con el azúcar, la sal, y la rama de vainilla partida por la mitad longitudinalmente. Justo cuando alcance el punto de ebullición retiramos el cazo del fuego, y en ese momento añadimos las hojas de gelatina bien escurridas, removemos para que se mezcle bien y esperamos a que pierda algo de temperatura. Después retiramos la vaina de vainilla, echamos la mezcla en moldes individuales, esperamos a que termine de enfriar a temperatura ambiente, y por último dejamos cuajar en la nevera durante al menos 4 horas.

A la hora de servir el postre, sumergimos los moldes durante un par de segundos en agua caliente, procurando que ésta no entre en su interior, y para acompañar preparamos el coulis de frambuesa como os indico más arriba, y decoramos con unas frambuesas enteras y unas hojas de menta.

Y por hoy termino..., se nos fue agosto y empieza septiembre, un mes que marca  la vuelta a la rutina y a la normalidad, y yo espero también recuperar la rutina perdida y pasar a visitar las cocinas de los blogs amigos que tengo un poco abandonados.

Hasta pronto. Sed felices!!!

viernes, 24 de agosto de 2018

Huevos rellenos de mayonesa y atún


Aquí en el norte este año tenemos un verano un tanto atípico, alternan días de un calor extremo con otros en los que no sobra una mantita en cama. No niego que soy muy friolera, pero lo cierto es que en casa tenemos una estufa de leña, y hay días que al anochecer la enciendo un rato, por el frío que hace..., en cambio repentinamente, de un día para otro, todo eso cambia y los termómetros se disparan y suben una barbaridad.

Bien, pues en uno de esos días que sufrimos una ola de calor, preparé la receta que os presento hoy, los huevos rellenos, y dado que aun no la tenía publicada en el blog aproveché para fotografiarlos, y hoy, pocos días después, ya ve la luz, a pesar de que tengo otras recetas que llevan meses, alguna incluso más de un año, esperando su turno en la capeta de borradores, pero  esta receta aunque se puede preparar en cualquier época del año, es ahora en verano cuando más apetece.

Para prepararlos necesitaréis los siguientes ingredientes:

-6 huevos
-1 lata mediana de atún en aceite de oliva
-aceitunas verdes
-1/2 cebolla pequeña

Para la mayonesa
-150ml. de aceite de oliva suave
-1 yema de huevo
-un chorrito de vinagre
-una pizca de sal

Preparación:

Ponemos en un cazo los seis huevos previamente lavados, añadimos una pizca de sal y cubrimos con agua del grifo. Llevamos al fuego y cuando comiencen a hervir contamos diez minutos, y transcurrido ese tiempo retiramos el cazo del fuego, escurrimos el agua y llenamos de nuevo con agua fría. Cuando los huevos hayan enfriado les sacamos la cáscara y reservamos.

Aparte picamos finamente la cebolla y la echamos en un recipiente, añadimos el atún escurrido, lo desmenuzamos y mezclamos bien.

Seguidamente cortamos los huevos por la mitad longitudinalmente y retiramos la yema, la cual añadimos a la mezcla de atún y cebolla, e integramos bien todo. Por su parte las claras las colocamos en la fuente de servir para después rellenarlas.

Por último tenemos que preparar una mayonesa, para ello añadimos al vaso de la batidora el aceite, la yema de huevo, una pizca de sal y un chorrito de vinagre. Después introducimos el brazo de la batidora hasta el fondo, y muy lentamente vamos subiendo hacia arriba hasta llegar a la superficie. Después batimos subiendo y bajando el brazo dentro del vaso durante unos segundos y ya tenemos la mayonesa lista.

A continuación echamos la mayonesa en el recipiente donde tenemos la mezcla de atún, las yemas de huevo cocido y la cebolla picada, mezclamos todo bien, y con esta mezcla pastosa rellenamos las claras cocidas que teníamos reservadas. Por último colocamos una tira de pimiento de piquillo encima, y los guardamos en la nevera al menos dos horas antes de servir para que enfríen bien, y después... a disfrutar!!!

Y por hoy finalizo, os emplazo para dentro de unos días con una nueva receta. Mientras sed muy felices.

Un abrazo

lunes, 6 de agosto de 2018

Horchata de chufa valenciana


Estos días buena parte del país ha sufrido una ola de calor que batió récord de temperatura, y aunque aquí en el norte por suerte no nos tocó la peor parte, donde yo vivo los efectos se hicieron notar con creces, sobre todo con el paso de los días por el calor acumulado, y para combatirlos nada mejor que una bebida refrescante como la horchata de chufas.

La chufa es un pequeño tubérculo que procede de la planta Cyperus esculentos, tiene un tamaño similar al de una alubia, y su superficie es rugosa en forma de nudos. Aunque en el antiguo Egipto ya se encontraron chufas formando parte del ajuar de algún faraón, en nuestro país fue introducida en la comunidad valenciana por los musulmanes en el s. VIII, si bien no fue hasta el s. XIII cuando se extendió su cultivo y aparecen las primeras referencias a la leche de chufas, antecesora de la actual horchata de chufas.

La chufa valenciana cuenta con Denominación de Origen Protegida desde el año 1995, que protege e identifica el cultivo de la chufa en dieciséis municipios de la comunidad valenciana, situados todos ellos en la parte norte de la huerta de Valencia.

Prácticamente toda la producción de chufa valenciana se emplea para la fabricación de horchata, una bebida vegetal elaborada a base de chufas, agua y azúcar, generalmente aromatizada con algo de canela y cáscara de limón.

En Valencia la horchata de chufas se consume mucho, hasta el punto de que existen horchaterías, que son establecimientos  dónde elaboran una horchata 100% natural, sin nada de conservantes. En estos locales es frecuente tomar esta bebida con  unos fartóns, un dulce típico valenciano, que surgió precisamente para acompañar a la horchata. Se trata de un bollo alargado, blando y dulce que se moja en la horchata, aunque combina igualmente con bebidas calientes como un chocolate a la taza ó un café con leche.

La receta de los fartóns queda pendiente para otra ocasión, pero si os apetece probar una horchata totalmente natural, sin ningún conservante ni aditivo os indico cómo prepararla a continuación.

Para los que vivimos fuera de Valencia, la chufa no es fácil de encontrar, pero si os animáis a preparar la horchata en casa, en internet podéis conseguir chufas sin dificultad.

Yo este año  era la primera vez que probaba, y es tan fácil de preparar y el resultado fue tan satisfactorio que repetiré sin duda, pues buscaba un sabor auténtico como el de la horchatería que visitamos en un viaje que hicimos a Valencia hace dos años, y lo conseguí..., nada que ver con las horchatas que nos venden en los supermercados.

Os dejo con los ingredientes y la elaboración

Ingredientes:

-300gr. de chufas
-200gr. de azúcar
-1 trozo pequeño de cáscara de limón (solo la parte amarilla)
-1 cucharadita de canela molida
-1,5 litros de agua mineral bien fría

Preparación Tradicional:

El día anterior echamos las chufas en un cuenco y las cubrimos con agua del grifo. Mantenemos en el frigorífico durante 24 horas para que se hidraten.

A continuación le escurrimos el agua en la que se estuvieron hidratando, y las echamos en un recipiente hondo junto con la cáscara de limón. Cubrimos con agua limpia bien fría y con una batidora de mano o bien con la batidora de vaso, trituramos todo muy bien.

Después volcamos la mezcla sobre una paño de cocina bien seco y limpio, colocado en una olla, y cuando se haya filtrado todo el  líquido apretamos bien para exprimir el máximo de jugo.

Seguidamente añadimos el azúcar, la canela en polvo y el resto del agua, y removemos para que se disuelva el azúcar y se mezcle bien la canela, y después la guardamos en el frigorífico hasta que esté bien fría y ya la podemos consumir..

Preparación en Thermomix:

1-El día anterior echamos las chufas en un cuenco y las cubrimos con agua del grifo. Mantenemos en el frigorífico durante 24 horas para que se hidraten.

2-Trascurrido ese tiempo, las escurrimos y  las introducimos en el vaso de la thermomix junto con la cáscara de limón, y programamos 10 seg. / velocidad 7-10

3- Bajamos los restos de las paredes del vaso y de la tapa al fondo y volvemos a programar 15seg. / velocidad progresiva 7 a 10

4-Bajamos de nuevo los restos al fondo del vaso y cubrimos con agua. Después programamos 20 segundos / velocidad progresiva 5-7-10

5- Retiramos la mezcla del vaso y la volcamos sobre una paño de cocina bien seco y limpio, colocado en una olla, y cuando se haya filtrado todo el  líquido apretamos bien para exprimir el máximo de jugo.
6- A continuación añadimos el azúcar, la canela en polvo y el resto del agua, removemos bien para que se disuelva el azúcar y se mezcle bien la canela, y después la guardamos en el frigorífico hasta que esté bien fría y la podamos tomar.

La horchata una vez preparada hay que conservarla en el frigorífico a baja temperatura, y aun así se debe consumir relativamente pronto, preferiblemente en el día, pues sino se puede agriar. Cada vez que la vayamos a consumir debemos remover o agitar bien la botella que la contenga, pues los posos de chufa se depositan rápidamente en el fondo.

Pues con esta refrescante, rica y sana bebida, me despido por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta. Hasta entonces sed muy felices.

Un abrazo a tod@s.