miércoles, 31 de enero de 2018

Albóndigas de jabalí en salsa de trufa negra


Hoy vengo con una receta de caza, aunque en esta época del año en la zona donde vivo ya estamos en veda. La temporada aquí finalizó hace poco, en enero tan solo se llevan a cabo algunas batidas de zorro, que abunda bastante por estas tierras.

Aquí además de caza menor, también hay algo de caza mayor, principalmente  jabalí, de manera que por estas fechas en más de un arcón frigorífico habrá carne de caza, y tratándose de un animal de la envergadura del jabalí,  no poca precisamente, si bien es cierto que por lo general eso no supone un problema, porque los miembros del coto de caza organizan comidas periódicamente que le encargan a algún empresario hostelero del lugar. A esas comidas puede acudir el que quiera, previo pago lógicamente, de esa manera sufragan parte de los gastos de la temporada.

Si alguno de los que me leéis tenéis carne de jabalí en el congelador y no sabéis qué hacer con ella o siempre termináis preparando la misma receta y ya os aburre, os propongo una manera diferente de preparar el jabalí: en albóndigas.  De esta forma además podéis aprovechar las partes menos nobles del animal, que no por ello de inferior calidad.

En mi caso, ni soy aficionada a la actividad cinegética, ni nadie en mi familia la practica, al menos que yo sepa,  pero desde hace unos años nos regalan en época de caza algo de carne de jabalí y de corzo, así que había que ir dándole salida, y en esta ocasión he elegido esta receta, que tiene un 50% de aportación propia, y el restante 50% es una compilación de diferentes recetas que circulan por la red.
Respecto a la preparación de la caza, conviene saber que cualquier carne de caza mayor debe congelarse previamente antes de cocinarla, pues es una carne más prieta y más dura, de modo que al congelarse se rompen las fibras y se ablanda.

Además la caza tiene un sabor tan característico que conviene marinarla para que pierda parte de su gusto original y éste se matice con el aroma de los ingredientes usados en el marinado. En mi caso al tratarse de albóndigas no he procedido al marinado, si bien la he dejado reposar un tiempo antes de degustarla para que terminen de asentarse los sabores. Es el típico plato que está mejor de un día para otro.

Si tenéis oportunidad, y os animáis a preparar estas albóndigas de jabalí os dejo la receta.

Ingredientes:

Para las albóndigas
-2kg. de carne de jabalí
-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-3 huevos de corral
-pimienta molida
-perejil fresco picado
-1/2 copa de vino de oporto
-sal
-harina de trigo para rebozar
-aceite de oliva virgen extra para freír

Para la salsa
-1 puerro
-1 zanahoria
-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-2 tomates triturados
-1 ½  copas de vino tinto
-1 copa de vino de oporto
-1 trufa negra
-pimienta molida
-perejil fresco picado
-tomillo en rama
-1 hoja de laurel
-1 cucharadita de harina de trigo para espesar la salsa
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

En primer lugar preparamos las albóndigas, para ello cubrimos con aceite de oliva virgen extra el fondo de una sartén y la ponemos al fuego, cuando el aceite esté caliente añadimos la cebolla picada finamente y rehogamos unos minutos. Después añadimos los ajos pasados por un prensa ajos o bien picados muy finamente, mezclamos unos segundos, retiramos del fuego y reservamos.

Seguidamente echamos la carne de jabalí picada en un cuenco, la salpimentamos, le añadimos los huevos, el perejil fresco picado, el vino de oporto y finalmente el sofrito de cebolla y ajo que teníamos reservado en la sartén. Amasamos con las manos, y luego cogemos pequeñas porciones y las pasamos por harina de trigo.

A continuación ponemos una olla al fuego y cubrimos  el fondo de la misma con  aceite de oliva virgen extra, cuando el aceite esté caliente añadimos las albóndigas y les vamos dando la vuelta hasta que estén doradas por todos lados. Luego las retiramos a una fuente y reservamos.

Después en el mismo aceite en que hemos dorado las albóndigas, preparamos la salsa, para lo cual sofreímos la zanahoria, el puerro, las cebollas y los ajos todo ello picado muy finamente, y añadimos también la hoja de laurel. Cuando todas las verduras estén rehogadas incorporamos el tomate triturado, mezclamos bien y dejamos que se haga todo junto unos minutos a fuego bajo, y luego añadimos una pizca de harina de trigo (aproximadamente una cucharadita), rehogamos un par de minutos más, y a continuación incorporamos el vino tinto y el vino de oporto, la pimienta, el perejil fresco, el tomillo, y la trufa negra picada muy finamente o incluso rallada. Cuando empiece a hervir bajamos el fuego al mínimo, añadimos la sal e incorporamos las albóndigas y dejamos que se terminen de hacer a fuego muy bajo durante 30 minutos aproximadamente. Por último rectificamos de sal, retiramos la hoja de laurel y la rama de tomillo, y listas para emplatar y servir.

Como veis es una receta un tanto laboriosa, pero sin apenas dificultad, y el resultado, a decir de los comensales que las probaron, estas albóndigas están exquisitas. Yo para ser sincera no puedo opinar al respecto, pues no como carne de caza, a duras penas compruebo el punto de sal, y de ahí no paso. A veces ni eso, si tengo alguien a quien encomendarle esa labor no la realizo yo, jeje...

Y por hoy nada más, en unos días nos vemos con nueva receta. Os espero a tod@s.

Un abrazo

miércoles, 17 de enero de 2018

Bizcocho de manzana y nueces


Las pasadas navidades Papá Noel me trajo un regalo que me hizo mucha ilusión, el molde Jubilee y el molde Pine Forest, ambos de Nordic Ware.

Había oído hablar maravillas de estos moldes, y lo primero que me llamó la atención cuando los tuve entre las manos fue lo pesados que eran en comparación con los convencionales.

Como tienen muchos recovecos me costaba creer que desmoldasen bien, pero doy fe de que sí, desmoldan perfectamente a la primera y sin esfuerzo alguno. Además reparten el calor uniformemente y eso se nota en el resultado final.

Como estamos en pleno invierno, el molde que elegí para el bizcocho que hoy os presento es el Pine Forest, pues después de desmoldado, si espolvoreamos la superficie del mismo con azúcar glass, semeja un bosque de abetos nevado. Queda precioso!!!

Y para un molde tan bonito he elegido uno de mis bizcochos preferidos, un bizcocho de nueces y manzanas, las cuales le aportan humedad, a pesar de lo cual resulta un  bizcocho esponjoso, nada pesado.

Os dejo la lista de ingredientes por si os animáis a prepararlo.

-4 huevos
-250gr. de azúcar
-3 manzanas
-1 puñado de nueces
-125gr. de leche entera
-125gr. de aceite de girasol
-ralladura de ½ limón
-250gr. de harina de repostería
-1 sobre de levadura química tipo Royal
-1 pizca de sal
-azúcar glass para decorar

Preparación por el método tradicional:

En primer lugar precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, y mientras el horno se calienta vamos preparando el bizcocho, para ello batimos los huevos con el azúcar hasta que dupliquen el volumen. Seguidamente añadimos el aceite, la leche, la ralladura de limón y la sal, integrando todo con movimientos envolventes para que la mezcla no pierda aire. Por último añadimos la harina y la levadura tamizadas, mezclando de nuevo con movimientos envolventes.

A continuación pelamos y descorazonamos las manzanas, y cascamos las nueces, picando finamente estas últimas, y cortando en cubitos pequeños las manzanas. Añadimos ambos ingredientes a la mezcla anterior, removemos un poco para que se repartan homogéneamente, y por último vertemos la mezcla en el molde, previamente engrasado con mantequilla y enharinado (yo en esta ocasión he utilizado un spray desmoldante) y lo ponemos en la parte central del horno. Si a media cocción vemos que se dora demasiado por la parte de arriba cubrimos con un trozo de papel de aluminio, y transcurridos unos 40 minutos (este tiempo es orientativo, depende un poco de cada horno) comprobamos con un palillo si está hecho, de lo contrario continuamos con la cocción unos minutos más. Por último retiramos el molde del horno, esperamos unos 10 minutos y luego desmoldamos. Cuando esté frío decoramos por encima con azúcar glass

Preparación en Thermomix:

1-Ponemos en el vaso el azúcar y la piel de limón y programamos 15seg./velocidad progresiva 5 a 10
2-Colocamos la mariposa en las cuchillas y agregamos al vaso los huevos y programamos 6 minutos/37º/velocidad 3,5
3-Programamos de nuevo 6 minutos /velocidad 3,5 sin temperatura
4-Retiramos la mariposa de las cuchillas y añadimos el aceite, la leche y la sal y programamos 15 seg./velocidad 4
5-Seguidamente añadimos la harina y la levadura y programamos 30seg./velocidad 5
6-Añadimos las manzanas y las nueces y con la espátula las mezclamos ligeramente y aprovechamos para bajar los restos que hayan quedado en las paredes del vaso.
7-Finalmente vertemos la mezcla en el molde y horneamos de la misma manera que por el método tradicional.

Pues espero que os haya gustado mi propuesta de hoy, un día por otra parte muy especial, pues hoy se celebra la festividad de San Antón, el patrón de los animales, y desde esta página quisiera hacer un llamamiento a los que me estáis leyendo y tenéis en mente adquirir una mascota, para que acudáis a la adopción, de esta manera no solo le estaréis brindando una segunda oportunidad a un pobre animal que ha sufrido las tristes consecuencias del abandono, sino que os estaréis dando la oportunidad a vosotros mismos de tener a vuestro lado a un ser absolutamente fiel, leal y sobre todo agradecido, pues la gratitud de estos animales, que han sufrido las secuelas del abandono, para con sus dueños, es infinita... tristemente lo sé por experiencia.

Y nada más por hoy. Nos vemos en unos días. 

Mientras que seáis muy felices. Un abrazo

martes, 9 de enero de 2018

Flan de castañas


Pasadas las fiestas navideñas, ahora lo que toca es hacer dieta sana  para compensar los excesos cometidos, sin embargo la receta que os propongo hoy es un flan de castañas, que si bien nos es muy compatible con una dieta hipocalórica,  resulta ideal para la sobremesa de un domingo o para una día que vengan invitados en casa, porque como todos los flanes es sencillísimo de preparar, y emplea como ingrediente principal las castañas que le confieren un sabor verdaderamente delicioso, y dado que a estas alturas pronto desaparecerán del mercado hasta el próximo otoño, he decidido publicar ahora la receta.

La última vez que preparé este flan fue hace tan solo unos días, en las pasadas navidades. Lo hice además de por lo sencillo que es y lo rico que está, porque en nuestra casa es habitual comer castañas en Navidad. Mi padre mientras vivió  siempre las pedía, así que esta receta se la dedico a él, cuya ausencia siempre duele y más en esas fechas.

Para preparar este flan necesitaréis los siguientes ingredientes:

-1 litro de leche entera
-6 huevos de corral
-180gr. de azúcar
-250gr. de castañas cocidas.
-una pizca de sal
-1 chupito de licor de anís (opcional)

Para el caramelo
-4 cucharadas de azúcar
-1 cucharada de agua
-unas gotas de zumo de limón exprimido

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es cocer las castañas, para ello les retiramos la cáscara externa, y las echamos en una olla cubiertas con agua fría del grifo, añadimos un poco de sal, ponemos la olla al fuego, y las dejamos hervir hasta que veamos que están cocidas, en ese momento las escurrimos bien y seguidamente les echamos por encima un chupito de licor de anís mientras están calientes para aromatizarlas.  
                                                                                               
Después dejamos enfriar, les retiramos la piel interior y reservamos.

El siguiente paso consiste en preparar el caramelo, para ello ponemos al fuego el azúcar y el agua en una sartén antiadherente, dejamos que el azúcar se vaya derritiendo y formando el caramelo a fuego medio-bajo para que no se nos queme,  removiendo de vez en cuando con un utensilio de madera.
Cuando veamos que el azúcar se ha caramelizado, cubrimos con él la base y los laterales de la flanera y reservamos.

A continuación echamos los huevos, las castañas cocidas, la leche y el azúcar en un recipiente hondo y con la batidora trituramos todo, después esta mezcla le echamos en la flanera y la llevamos al horno previamente calentado a 180º hasta que esté cuajado. En ese momento retiramos del horno, lo dejamos enfriar y luego lo llevamos al frigorífico durante al menos cuatro horas, o mejor aun de un día para otro que está incluso más rico.

Como veis más fácil imposible, y más rico también, sino probad y me decís.

Bueno, pues con las fiestas navideñas ya pasadas, y todo el ajetreo propio de esas fechas, retomo plenamente la actividad en el blog, así que dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Gracias a todos los que me seguís, y de un modo muy especial a mis compañeros que últimamente os tengo un poco abandonados. En los próximos días os devolveré la visita para ver todas las cosas ricas que habéis preparado en este tiempo. 

Un beso muy grande para tod@s.