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lunes, 16 de noviembre de 2020

Bombones de frambuesa y foie gras de pato con escamas de sal

Muchas veces nos quejamos de que los comercios cada vez adelantan más la campaña navideña, una práctica que me da la impresión de que ha ido calando en la sociedad y cada vez colocamos la decoración en casa con más antelación. Yo hasta principios de diciembre nunca lo he hecho, eso como muy temprano, sin embargo este año ya he visto en las RR SS a varias personas que se han puesto a ello, supongo que algo habrá influido la situación anómala que atravesamos por la crisis sanitaria del coronavirus. Os comento esto porque la receta que os traigo hoy resulta un aperitivo ideal  para los menús navideños y por supuesto para cualquier otra celebración. Se trata de un bocado exquisito, que se prepara con antelación y resulta muy sencillo. Os aseguro que sorprenderá a vuestros invitados.

Comentaros antes de entrar en materia que para elaborar estos bombones necesitaréis unos moldes iguales o parecidos a los que veis en las fotografías de abajo. Mejor sería con forma redondeada porque así la presentación queda mejor, pero sirve con cualquier forma, lo que sí es necesario es que sean de silicona para desmoldarlos sin problema.

Ingredientes:

Para la gelatina de frambuesa
-125gr. de frambuesas frescas
-200ml. agua 
-60gr. de azúcar
-6 hojas de gelatina 

Para la mousse de foie gras
-150gr. de foie gras de pato
-200gr. de nata líquida de cocinar
-50gr. de leche entera
-una pizca de sal
-escamas de sal maldon para poner por encima al servir
-pimienta negra recién molida (yo uso mezcla de pimientas)
-6 hojas de gelatina 
-2 cucharadas de azúcar
-30gr. de vino Oporto (un chorrito)

Preparación:

Empezamos preparando la gelatina de frambuesa, para ello en primer lugar ponemos las hojas de gelatina en un plato hondo y las cubrimos con agua para que se hidraten durante unos minutos.

Mientras  echamos en un cazo las frambuesas, 200ml de agua y el azúcar, y llevamos a ebullición removiendo de vez en cuando. Cuando empiece a hervir pasamos la mezcla por un colador para retirar las semillitas de las frambuesas y ponemos la mezcla ya colada de nuevo al fuego. Cuando esté a punto de ebullició, apagamos el fuego, añadimos las hojas de gelatina escurridas, y cuando estén incorporadas,  vertemos la mezcla en los moldes llenando hasta la mitad.

Los moldes debéis de tenerlos sobre una superficie rígida para poder transportarlos hasta el frigorífico sin que se desparrame el líquido. Allí deberán permanecer hasta que la gelatina esté bien fría y cuajada.

Una vez preparada la gelatina de frambuesa toca preparar la mousse de foie gras, para lo cual empezamos también poniendo las hojas de gelatina en un plato hondo cubiertas con agua para que se hidraten.

En un cazo echamos la leche, el foie gras, la nata, el Oporto, la sal, el azúcar y la pimienta recién molida, mezclamos con unas varillas y llevamos al fuego hasta que empiece a hervir, en ese momento trituramos para que no quede ningún grumo, agregamos la gelatina y volvemos a remover hasta que se integre en la mezcla. Dejamos que pierda temperatura hasta que esté tibia, y rellenamos la mitad sobrante de los moldes, pero antes con la punta de un palillo limpio hacemos unas pequeñas incisiones en forma de cruz en el centro de la gelatina de frambuesa (me olvidé de sacar foto) para que luego al desmoldar no se separen las dos capas. Que no lleguen al fondo, porque luego la presentación se vería afectada.
Llevamos de nuevo al frigorífico para que la mousse de foie gras de pato se solidifique y cuando vayamos a servirlos retiramos los moldes del frigorífico, desmoldamos con cuidado y servimos con escamas de sal maldon por encima.
 

Espero que os haya gustado la receta de hoy y os sirva para elaborar vuestros menús en ocasiones especiales o un día que os queráis dar un capricho así sin más.

Un abrazo. Cuidaros mucho

martes, 7 de enero de 2020

Recordando la Navidad de 2019


Hoy vuelvo con un post distinto a los habituales, pues no os traigo una receta, sino unas fotos de algunos dulces que preparé las pasadas fiestas.

Los que me conocéis ya sabéis que para mí el blog, además de una ventana abierta al mundo a través de la que comparto y recibo información, la cual me enriquece como persona, sobre todo en lo relativo al ámbito gastronómico y culinario, es también un cuaderno de bitácoras, un lugar en el que tener guardadas mis recetas, y mirando las fotos que hice durante las pasadas fiestas, me pareció también buena idea tenerlas almacenadas aquí, para el recuerdo, y de paso os dejo el enlace a la receta que ya había  publicado en su día.

Para empezar en la foto de arriba os muestro una  imagen del Árbol de Navidad y el Nacimiento que decoró nuestro salón estas pasadas fiestas

Abajo,  un detalle del Nacimiento, que al tener poco espacio y haber tantas figuras, son de pequeño tamaño y desde lejos no se aprecian.


En la siguiente foto podéis ver unos Árboles de Navidad de Galletas que hice para regalar. La receta la podéis ver pinchando aquí.

También hice una casita de galletas decorada con chuches que quedó preciosa, pero utilicé otra receta, la cual en su día subiré al blog junto con las fotos, por eso no las pongo ahora.


Asimismo hice dos Troncos de Navidad rellenos de nata (fotos de abajo) con cobertura de chocolate. La receta la podéis ver pinchando aquí.




Además de estos dos troncos que me encargó una amiga, hice para nosotros uno relleno de crema de castañas decorad con lascas de chocolate simulando el tronco de un árbol, y cuya receta subiré también más adelante y será entonces cuando publique las fotos.

Y para poner el broche de oro final a las fiestas, no podía faltar en casa el Roscón de Reyes. En la primera foto de abajo dos sin relleno, y en la última uno relleno de nata. 

En el blog tengo dos recetas de roscones, la que utilicé para hacer estos que aparecen en las fotos, es la que llevo preparando desde hace años y nunca me falla, la podéis ver pinchando aquí




Lógicamente no preparé solo recetas dulces,  también  platos salados, pero a esos no le saqué fotos, solo a unos aperitivos que aun no tengo publicados en el blog, y cuyas fotos verán la luz cuando publique la receta correspondiente.

Pese a que el blog lo he tenido un poco desatendido últimamente, lo que es la cocina ha trabajado a pleno rendimiento, y tengo un montón de recetas esperando a que les llegue su día, la mayoría confío en que les llegue su turno en este 2020, y espero que vosotros sigáis ahí como hasta ahora.

Nos vemos pronto, esta vez ya con una nueva receta. Mientras tanto, sed felices!!!

Un beso

domingo, 5 de enero de 2020

Naranjas Confitadas (para el roscón de reyes)


Como este es el primer post del 2020, antes de entrar en materia me gustaría desearos a todos un Feliz Año, fundamentalmente que no os falte la salud que es lo más importante.

Respecto a la receta de hoy, aunque en principio no tenía pensado publicarla tan pronto, porque estas naranjas las preparé hoy mismo, y tengo recetas esperando desde hace un montón de tiempo para ser publicadas, algunas hasta tres años,  pero sucedió que terminé las naranjas confitadas que tenía para adornar el roscón de reyes que voy a hornear mañana, así que tuve que preparar más, y como es una receta que no tenía aun en el blog, pensé que mejor ocasión que hoy para ver la luz imposible, porque todos los cocinillas de este país están metidos de lleno en la “operación roscón” para poner el broche de oro final a las fiestas navideñas, y qué mejor que unas naranjas confitadas caseras para adornar nuestro roscón.

También os recomiendo que entorno a 1/3 parte del azúcar que le añadáis al roscón lo sustituyáis por azúcar invertido cuya receta podéis ver pinchando aquí, de esta manera el roscón os saldrá mucho más jugoso y esponjoso. Si no tenéis los ingredientes necesarios para prepararlo o bien vais justos de tiempo, lo podéis sustituir por miel, el resultado es el mismo y no se nota el sabor.

Abajo os dejo el enlace de las dos recetas de roscones que tengo publicadas en el blog, una sin masa madre (mi receta de toda la vida que me da unos resultados estupendos), y otra que incluye patata cocida entre sus ingredientes, una versión curiosa de este dulce tan tradicional que acompaña nuestros desayunos el día de Reyes mientras abrimos los regalos que dejaron SS MM de oriente.

Sin más dilación, vamos ya con la receta. Para preparar estas naranjas confitadas necesitáis los siguientes ingredientes:

-2 naranjas
-350gr. de azúcar
-500gr. de agua
-1 trozo de canela en rama o de una vaina de vainilla (opcional)

Preparación:

Ponemos el agua junto con el azúcar al fuego y dejamos que empiece a hervir. Mientras lavamos concienzudamente las naranjas bajo el grifo para eliminar cualquier resto de pesticida, pues vamos a utilizar toda la naranja, corteza incluida.

Una vez limpias las naranjas, las cortamos sobre una tabla de madera en rodajas limpias.

Cuando el almíbar empiece a hervir, si lo deseáis podéis añadir un trozo de vaina de vainilla o de canela en rama según vuestras preferencias, y seguidamente añadimos las rodajas de naranjas y dejamos cocer a fuego lento durante aproximadamente unas 2 horas, removiendo de vez en cuando.

A continuación apagamos el fuego, y dejamos enfriar las naranjas en el almíbar. Después las retiramos del almíbar una a una, y las colocamos sobre una rejilla colocada a su vez en una fuente para que se sequen durante 24 horas, después cada rodaja la cortamos por la mitad, y las vamos colocando en un tupper pequeño, con papel de hornear intercalado para que no se peguen unas a otras como podéis ver en la foto de abajo, y ya las podemos congelar y estarán listas para cuando necesitemos hacer uso de ellas.


Sirven no solo para adornar el roscón de reyes, sino también otros postres, incluso en sí mismas, bañadas en chocolate, constituyen un dulce absolutamente delicioso.
Y ahora os dejo el enlace a las dos recetas de los roscones que tenéis publicados en el blog.


Bueno, pues por hoy solo me queda desearos que los reyes se porten bien. Hasta pronto

Un beso

domingo, 29 de diciembre de 2019

Guiso de corzo con cantarellus tubaeforme


Hoy como os había dicho, os presento un plato de caza, en este caso un guiso de corzo con setas,  muy apropiado para una celebración especial. 

Resultaría ideal  como plato principal del menú de Año Nuevo o de Reyes, así que si aun no tenéis cerrado el menú de esas fechas, y contáis con la posibilidad de conseguir carne de corzo, os recomiendo que os pongáis manos a la obra, ya que es un plato que aunque resulta algo laborioso no entraña ninguna dificultad.

Este plato lo preparé ya varias veces en casa, se trata de una receta que cogí prestada hace tiempo del blog de un querido y admirado compañero, Juan Carlos Alonso de Gastronomía en Verso, y que adapté un poco a mi  gusto. 

A Juan Carlos seguro que muchos lo conocéis ya, pero en caso contrario os sugiero que le echéis un vistazo a su página, porque el suyo es un blog de referencia en el mundo de la blogosfera, sus publicaciones son absolutamente rigurosas y sus recetas son de las que cuando las pruebas en casa nunca fallan... Gracias Juan Carlos, como bien dices, cuando se comparte se gana, y en mi has ganado hace tiempo una admiradora de tus dotes culinarias, y desde que te conozco personalmente una admiradora de las cualidades que atesoras como persona, siempre dispuesto a compartir y a hacer agradable la vida de los que te rodean.

Por cierto, este plato, a decir de los que lo degustaron, está muy rico, como diría Juan Carlos “vaise do mundo”,  pero yo a pesar de que lo preparé ya en varias ocasiones, nunca lo he probado. En mi caso es oír hablar de corzos y pienso en Bambi, y no hay manera, os lo digo en serio.

Por otra parte tengo una relación de amor-odio con el mundo de la caza. Desgraciadamente muchos de los perros que acaban abandonados en nuestro país son perros de caza, todavía tengo en la retina las imágenes de la pobre Alma, la perrita de Chantada en Lugo, que murió por los tiros y los golpes que le propinó un cazador desalmado. Ayer mismo he visto en la televisión unas imágenes grabadas en Reino Unido donde un grupo de cazadores golpeaba un zorro contra el coche de una organización animalista que protestaba contra la caza de este animal... Eso sin contar las piezas de caza que los cazadores no logran cobrar y que han sido abatidas y quedan malheridas y agonizando en el monte.

En este tema es obvio que no se puede meter a todos en el mismo saco, también hay cazadores que son responsables, mi propio  padre era cazador, y jamás dejó un perro abandonado, ni lo maltrató, por eso os hablo de esa relación de amor-odio que siento por este mundo de la caza.

Recuerdo como anécdota que siendo yo pequeña, mi padre tenía una perrita de color blanco llamada Tula, y tenía una enfermedad (desconozco cual porque como os digo yo era pequeña por entonces) por lo que a veces después de llevar un tiempo en el monte, se agotaba y se desvanecía, y recuerdo que mi padre la traía a hombros para casa, igual que los pastores del Portal de Belén con las ovejas, pero él con la perra... Cómo me gustaría que mi padre viviera para poder prepararle este plato de corzo..., pero desgraciadamente eso no es posible,  así que con vuestro permiso le dedico a él la receta, y también a mi madre que está hoy de cumpleaños.

Para preparar este plato de corzo necesitáis estos ingredientes:

-3 paletillas de corzo troceadas
-1kg. de patatas
-100gr. de panceta curada
-200gr. de cantarellus tubaeforme
-200gr. de champiñones portobello
-2 puerros
-3 cebollas
-2 zanahorias
-6 tomates secos hidratados
-2 cucharadas de pulpa de pimiento choricero
-8 dientes de ajo
-Tomillo en rama
-Romero en rama
-1 manojo pequeño de perejil fresco
-1 hoja de laurel
-Sal
-Aceite de oliva virgen extra
-1 cucharada  de harina
-1 vaso de brandy
-2 vasos de caldo de carne
-500 ml. de vino tinto Mencía (en mi caso Rectoral de Amandi)

Preparación:

Empezamos troceando la carne, después la sazonamos con sal y pimienta y dejamos reposar preferiblemente en un recipiente hondo de cristal, durante al menos una hora para que tome bien la sal.

Mientras aprovechamos para pelar los ajos y los cortamos por la mitad desechando el germen central, limpiamos las cebollas y las cortamos en rodajas, a los puerros les retiramos la parte verde, sacamos la piel externa de la parte blanca, los lavamos bajo el grifo y a continuación los cortamos asimismo en rodajas. Las zanahorias las pelamos, lavamos y cortamos igualmente en rodajas. 

Después echamos todas las verduras (ajos, cebollas, puerros y zanahorias y también los tomates deshidratados troceados) sobre la carne, añadimos también el romero, el tomillo, la hoja de laurel y el manojo de perejil picado, y por último añadimos 1/2 litro de vino tinto y 1/2 vaso de brandy, removemos bien con una cuchara de madera, tapamos con film transparente y dejamos reposar fuera del frigorífico durante 24 horas, dándole la vuelta a la carne a mitad de tiempo para que toda ella quede bien impregnada.

El siguiente paso consistirá en retirar la carne del adobo, se seca con papel de cocina absorbente y se sella en una olla con aceite de oliva virgen extra a fuego fuerte. Cuando esté dorada por un lado le damos la vuelta por el otro y después añadimos una cucharada de harina de trigo, removemos todo junto un par de minutos y añadimos el otro medio vaso de brandy, subimos el fuego al máximo, y con la campana extractora apagada, flambeamos durante unos minutos hasta que se consuma todo el alcohol, y añadimos la pulpa de pimiento choricero mezclándolo todo bien.

Paralelamente en una sartén con un fondo de aceite de oliva virgen extra pochamos las verduras del marinado, después una vez completado el paso anterior las añadimos a la olla de la carne, añadimos también el líquido del adobo y dos vasos de caldo de carne o en su defecto de agua. Continuamos con la cocción del conjunto durante unas dos ó tres horas hasta que la carne esté tierna, lo cual dependerá de la edad del animal.

Finalmente cuando la carne esté llegando a su punto, cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, doramos en él la panceta curada cortada en taquitos, pasados unos minutos añadimos dos dientes de ajo bien picados, y seguidamente añadimos los champiñones y las setas, salamos ligeramente porque la panceta ya le aporta sal, y rehogamos todo junto hasta que se consuma todo el líquido que sueltan las setas. Cuando esté listo añadimos las setas a la olla de la carne y continuamos con la cocción del conjunto unos minutos más hasta que la carne se pinche con facilidad con un tenedor, momento en el que probamos de sal y  rectificamos si fuese necesario, y dejamos reposar el quiso hasta el día siguiente, que es cuando se han asentado bien los sabores y está más rico.

Para acompañarlo, preparamos unas patatas fritas en el último momento.

Como podéis comprobar, la receta es un poco laboriosa, pero de difícil no tiene nada, así que si os gusta la carne de caza y tenéis ocasión, no dejéis de probarla.

Y esto ha sido todo por hoy. Nos vemos en breve

Hasta entonces. Feliz semana.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Navajas a la plancha


Llego un poco tarde, cuando estamos ya metidos de lleno en las celebraciones navideñas, pero si no tenéis aun pensado un primer plato para el menú de la cena de Fin de Año o de la comida de Año Nuevo, la receta de hoy es perfecta porque lo reúne todo, se trata de un marisco barato,  está riquísimo, y además la forma de prepararlo que os propongo es facilita y muy rápida, os hablo de unas navajas de las rías gallegas a la plancha con un aliño de aceite de oliva, ajo y perejil.

Para preparar esta exquisitez al alcance de todos los bolsillos necesitáis los siguientes ingredientes:

-1 kg. de navajas frescas
-150ml de aceite de oliva
-4 dientes de ajo
-1 puñado de perejil
-Sal gorda o sal  Maldon en escamas

Preparación:

En primer lugar para retirar los restos de arena que puedan traer, metemos las navajas en agua con sal dentro de un recipiente redondo, colocadas en vertical como si se tratase de bolígrafos colocados en un lapicero. Las dejamos así al menos durante un par de horas, procurando que queden bien cubiertas de agua, y después las escurrimos y las secamos con un paño de cocina de algodón o con papel absorbente.

Seguidamente picamos muy finamente los ajos y el perejil y los echamos en un bote que tenga tapa, como los de la mermelada, pero obviamente que esté limpio. En el mismo bote añadimos también unas arenas de sal y 100ml de aceite, tapamos el bote y agitamos bien fuerte para que la mezcla emulsione un poco. (Este paso lo podríamos hacer la víspera y guardar el tarro en la nevera, de esta forma tendría incluso más sabor, tan solo en el momento de utilizar el aliño hay que agitar de nuevo el frasco y listo)

Después calentamos la plancha a alta temperatura, añadimos unas gotas del aceite de oliva restante y colocamos las navajas con la carne tocando la plancha caliente y las tenemos vuelta y vuelta durante 2 minutos como máximo para evitar que nos queden chiclosas o correosas.

Una vez plancheadas las navajas las vamos colocando en una bandeja, espolvoreamos unas escamas de sal Maldon (también sirve sal gruesa) y luego con una cuchara repartimos a nuestro gusto el aliño de aceite, ajo y perejil por encima y listas ya para llevar a la mesa y disfrutar de un auténtico manjar.

A continuación os dejo el enlace de otras recetas de marisco que tengo publicadas en el blog,


Y por hoy me despido, pero antes de finalizar el año espero que todavía me dé tiempo a pasar de nuevo por aquí  y proponeros un plato de caza ideal para celebrar las fiestas navideñas que aun están por llegar.

Hasta entonces. Un beso

viernes, 3 de mayo de 2019

Chuletitas de cordero lechal a la brasa



Para dar la bienvenida a mayo, el mes de las flores, elegí una receta exquisita, festiva, y tan sencilla que casi no tiene más elaboración que el trabajo de encender el fuego y esperar a que haya brasa, porque vamos a preparar unas chuletitas de cordero a la brasa, una opción ideal para festejar por ejemplo el próximo domingo el día de la madre.

Este tipo de recetas son ideales para preparar al aire libre, y ahora que ya empieza a hacer buen tiempo, es la época perfecta para ello. Además las reuniones en torno las brasas asando carne, son muy entretenidas, pues mientras uno se encarga de hacer y mantener el fuego, otro se encarga de preparar una ensalada para acompañar el asado…,  y finalmente, cuando en la hoguera hay rescoldo, se echa la carne, y entre todos se decide cuando está en el punto para empezar con el festín, de modo que como quien no quiere la cosa, entre conversaciones, risas, alguna copita de vino y algún aperitivo para preparar el paladar, tenemos listas unas chuletas de cordero a la brasa que os aseguro que están para chuparse los dedos, ¿Lo dudáis? Haced la prueba. 

Para ello vais a necesitar los siguientes ingredientes:

-Chuletas de cordero
-Aceite de oliva virgen extra
-Perejil picado
-Sal en escamas
Para acompañar
-Patatas fritas, pimientos asados, ensalada de tomate y lechuga, etc.

Preparación:

En primer lugar conviene decir que el resultado final, como sucede casi siempre, depende de la calidad de la materia prima, en este caso el cordero, salvo eso, lo demás casi os cuento en la introducción de la receta cómo se prepara, pues no hay más que encender el fuego, irlo alimentando hasta que haya brasas y en ese momento las expandimos uniformemente y colocamos las chuletitas sobre la parrilla.

Es ideal disponer de una parrilla de las que tienen rejilla doble y la carne queda colocada en medio, porque así cuando veamos que las chuletitas están hechas por un lado, le damos la vuelta a todas de golpe, sino al ser tan pequeñas, tardaríamos más tiempo y no se harían todas igual.

Como os decía, cuando veáis que las chuletitas estén hechas por un lado, lo cual tardarán unos 3 ó 4 minutos, le dais la vuelta por el otro y después las emplatamos, espolvoreamos por encima sal en escamas, y  acompañamos por ejemplo de una ensalada básica de lechuga, tomate y cebolla, o bien como hice yo en esta ocasión  que las acompañé de unas patatas fritas y unos pimientos asados también a la brasa.

Opcionalmente podéis aliñar las chuletitas por encima después de salir del fuego con un majado hecho en el mortero con una pizca de perejil fresco picado, una pizca de sal en escamas, dos dientes de ajo, y aceite de oliva virgen extra, aunque yo en esta ocasión utilicé chuletas de cordero lechal, que de por sí es una carne muy tierna y jugosa, y decidí no ponerle ningún aliño, simplemente al sacarlas del fuego le espolvoreé sal por encima y nada más, porque cuando el producto es de calidad, se cumple la premisa de que menos es más, pues se perciben más los sabores genuinos.

Bueno, pues en espera de que mi propuesta de hoy sea de vuestro agrado, me despido hasta la próxima. Como siempre os digo, gracias por leerme.

Feliz fin de semana

lunes, 7 de enero de 2019

Roscón de Reyes con patata (Thermomix)


Dado que el presente es el primer post del año, antes de continuar quisiera desearos a todos un feliz 2019, fundamentalmente que no falte la salud, que es lo más importante.

Respecto a la receta de hoy, como ayer fue el día de Reyes, y dado que mi blog lleva por título Roquillas y Roscones, no podía faltar en casa mi dulce favorito, típico además de esta fecha, aunque yo lo preparo también a lo largo del año.

El roscón que hice en esta ocasión es un tanto especial, pues lleva un ingrediente para mí muy novedoso: la patata cocida.

Era la primera vez que hacía esta receta, y tengo que confesar que me costó decidirme, porque lo de añadir patatas cocidas a un dulce como el roscón me crea ciertas reticencias, pero después de probarlo he de reconocer que el sabor de la patata no se aprecia, solo cambia la textura, y se mantiene jugoso mucho más tiempo. Os animo a que probéis, seguro que os sorprende, y aunque yo tengo mi receta favorita, que podéis ver aquí, esta versión la repetiré más veces.

La receta la saqué del blog La Cocina de Consu, el cual os aconsejo que le echéis un vistazo, porque tiene recetas muy interesantes, además de muy bien explicadas, y lo fundamental, que cuando las haces nunca fallan.

Vamos ya con la lista de ingredientes (para 2 roscones):

-500gr. de harina de fuerza
-250gr. de patata hervida
-3 huevos
-220gr. de azúcar + (50gr. para espolvorear por encima)
-cáscara de un limón
-cáscara de una naranja
-1 cucharadita de agua de azahar
-1 sobre de levadura seca de panadería, ó 25gr. de levadura fresca
-125ml. de aceite de oliva
-frutas confitadas
-almendra picada o fileteada
-1 huevo para pintar el roscón

Preparación:

En primer lugar hervimos en agua las patatas peladas durante 20 minutos. Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos, y con un prensapatatas las chafamos, dejamos enfriar y reservamos.

Por otra parte en el vaso de la thermomix añadimos el azúcar, la piel de naranja y de limón (sin nada de parte blanca) y  programamos 15 segundos / velocidad 9

A continuación añadimos al vaso los huevos, el aceite de oliva, la levadura y las patatas y programamos 2 minutos/temperatura 37º /velocidad 4

Después añadimos la harina y programamos 4 minutos/velocidad espiga (función amasar) Dejamos la masa reposar en el vaso hasta que doble su volumen.

Cuando haya doblado el volumen, retiramos la masa del vaso y la volcamos en la encimera ligeramente untada en aceite, y amasamos para desgasificar y dar forma a los roscones. En este paso untaremos también las manos en aceite para que la masa no se nos pegue.

Guardamos los roscones en un lugar cálido y alejado de corrientes de aire,  hasta que vuelvan a doblar el volumen. Yo los dejo en el horno apagado.

Cuando los roscones estén levados precalentamos el horno a 150º con calor en la parte de abajo, y mientras pincelamos los roscones con huevo batido. Luego los decoramos con almendras picadas o fileteadas, frutas confitadas, y azúcar ligeramente humedecido en agua.

Colocamos la bandeja con el roscón (debemos hornear primero uno y luego el otro) en la parte central del horno, y cuando tengo un color dorado por la parte de arriba retiramos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Si lo queremos rellenar, una vez frío es el momento de cortarlo por la mitad y rellenarlo de lo que más nos guste: nata, trufa, crema pastelera... Yo en esta ocasión preparé uno sin relleno (para poder tomarlo la mañana de Reyes con un chocolate a la taza calentito) y otro relleno de nata que podéis ver a continuación.


Y ya para terminar, daros las gracias como siempre por seguirme, y emplazaros para dentro de unos días, con una nueva receta. Mientras, sed felices.

Un abrazo

domingo, 23 de diciembre de 2018

Surtido de mantecados y polvorones


Mañana es día de Nochebuena, y el dulce que os traigo seguro que forma parte de la sobremesa en muchos de vuestros hogares, y me atrevería a decir que en la mayoría de los casos serán comprados, por eso os pongo la receta, porque como lo casero no hay nada, y todavía quedan muchas fiestas por delante..., y sino la guardáis para las del próximo año :)

El origen de los polvorones y mantecados se sitúa según unos en la localidad sevillana de Estepa, y según otros en la localidad malagueña de Antequera. Sea como fuere, en ambas localidades, distantes entre sí unos 50 kilómetros, era frecuente el uso de manteca de cerdo para las elaboraciones reposteras, con el fin de dar salida a las excedencias de este producto que abundaba en la zona debido a los numerosos bosques de encina cuyo fruto, la bellota, servía de alimento a los cerdos. Aparte de las encinas, también el cultivo de trigo era importante en la zona, con lo cual había abundancia de los dos ingredientes principales de polvorones y mantecados: la harina de trigo y la manteca de cerdo.

A diferencia de lo que ocurre con otros dulces típicos de la Navidad como los mazapanes y los turrones, de los cuales existen recetas antiquísimas, en el caso de polvorones y mantecados apenas hay documentos anteriores al s. XIX.

En cuanto a la diferencia entre unos y otros, la principal es que los polvorones incluyen en sus ingredientes una pequeña cantidad de almendra, con lo cual en realidad los polvorones vienen siendo una especialidad de mantecados.

Y después de esta breve introducción, y antes de entrar en materia, comentaros que en  esta ocasión los hice de 4 variedades: de almendra, de canela y ajonjolí, de limón y de chocolate. Para elaborarlos necesitaréis los siguientes

Ingredientes (comunes para las 4 variedades):

-180gr. de harina de trigo
-90gr. de manteca de cerdo
-90gr. de azúcar glas

Para los de almendra
-sustituir 50gr. de harina de trigo por 50gr. de harina de almendra (almendra molida)
-1 puñadito de granillo de almendra (almendra picada)

Para los de chocolate
-añadir 25gr. de chocolate puro en polvo

Para los de limón
-añadir la cáscara de 2 limones (solo la parte amarilla)

Para los de canela y ajonjolí
-añadir 2 cucharaditas de canela molida
- y un puñadito de semillas de ajonjolí (sésamo)

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es tostar la harina de trigo, la harina de almendra (almendra molida), el granillo de almendra (almendra picada) y las semillas de ajonjolí, para ello colocamos una sartén antiadherente al fuego, y echamos la harina de trigo (mejor en varias tandas porque es bastante cantidad para echarla toda de golpe), removemos con una cuchara de madera hasta que coja un ligero color tostado. Sacamos a un recipiente, dejamos enfriar y reservamos. 

Hacemos lo mismo con la harina de almendra, el granillo de almendra y las semillas de ajonjolí. 

Dejamos enfriar cada ingrediente por separado y reservamos. Este paso se puede hacer la víspera para aligerar carga de trabajo.

A continuación vamos con la elaboración de los polvorones y mantecados propiamente dicha, empezando por los de limón, para ello echamos en un cuenco 180gr. de harina de trigo tostada que teníamos reservada, 90gr. de manteca de cerdo, 90gr. de azúcar glas (yo he usado azúcar normal que pulvericé en la thermomix 15 segundos / velocidad progresiva 5-7-10), y la ralladura de dos limones (en mi caso añadí a la thermomix sobre el azúcar pulverizado, la piel de los dos limones sin nada de parte blanca, y programé de nuevo 15 segundos /velocidad progresiva 5-7-10, y el contenido resultante lo añadí al cuenco con el resto de ingredientes) 

Mezclamos todo bien con las manos hasta que todos los ingredientes se integren y podamos formar un cilindro sobre la encimera. Envolvemos el cilindro de masa en papel film y lo guardamos en el frigorífico durante al menos 4 horas.

Para hacer los de chocolate procedemos de la misma manera que con los de limón, solo que en vez de ralladura de limón, añadimos al cuenco junto con los 180 gr. de harina, 90gr. de  manteca de cerdo y 90gr. de  azúcar glas, 25gr. de chocolate puro en polvo. Procedemos de la misma manera, es decir, amasamos bien con las manos, hacemos un cilindro y guardamos en la nevera durante 4 horas.

Para los de canela y ajonjolí añadimos al cuenco además de los 180gr. de harina de trigo, 90gr. de manteca de cerdo, 90gr. de azúcar glas, un puñadito de semillas de ajonjolí tostadas y dos cucharaditas de las del café de canela molida. Amasamos de la misma manera, formamos un cilindro y guardamos también en el frigorífico.

Por último para los de almendra, haremos exactamente lo mismo, solo que en este caso a los ingredientes comunes le añadimos un puñadito de almendra picada la cual habíamos tostado anteriormente y añadimos también 50gr. de harina de almendra, la cual restaremos de la harina de trigo, es decir, que en esta receta los ingredientes serían: 130gr. de harina de trigo tostada, 50gr. de harina de almendras tostada, un puñadito de almendras picadas, 90 gr. de azúcar glas y 90 gr. de manteca de cerdo. Amasamos bien, formamos un cilindro y guardamos en el frigorífico 4 horas.

Una vez pasadas las 4 horas reglamentarias, precalentamos el horno a 200º calor arriba y abajo, y mientras se calienta el horno sacamos los cilindros de masa del frigorífico y con un cuchillo vamos cortando discos que colocamos en la bandeja sobre papel de hornear.

A continuación horneamos hasta que veamos que empiezan a dorarse y a resquebrajarse por los laterales y dejamos enfriar sin manipularlos, sino se romperían.


Polvorones de limón y  de almendra  recién salidos del horno


Polvorones de canela con ajonjoli y de chocolate recién salidos del horno


Cuando estén fríos podéis envolverlos en papel seda de colores, que tienen a la venta en cualquier librería, y  listos para guardar en una lata ó caja hermética hasta el momento de servir.

Puede parecer un poco latosa la receta, pero creedme que no lo es, y el resultado merece mucho la pena, además de porque están muy ricos, por la satisfacción de haberlos hecho nosotros mismos..., por no hablar del aroma que impregna toda la casa, aroma a Navidad diría yo...

Y llegados a este punto, en unas fechas tan señaladas, desearos de corazón que disfrutéis mañana de la noche más especial del año, que paséis un buen día de Navidad, y cómo no, que Papá Noel os traiga muchos regalos.

FELIZ NAVIDAD!!! 

jueves, 20 de diciembre de 2018

Langostinos a la plancha


Se acercan las fiestas y seguro que la mayoría ya tenéis el menú decidido, si no es así, aquí va una sugerencia, que a buen seguro estará presente en las mesas navideñas de muchos hogares de nuestro país, pues el marisco en esta época es muy consumido, y los langostinos tienen un precio razonable comparado con otros mariscos, y además se preparan en un abrir y cerrar de ojos, y gustan a casi todos.

Os indico cómo los preparo yo en casa.

Ingredientes:

-Langostinos, gambas o gambones
-Aceite de oliva virgen extra
-Sal gruesa o en escamas
-un manojo pequeño de perejil picado
-2 dientes de ajo
-1 limón

Preparación:

En primer lugar echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra en la plancha o bien en una sartén antiadherente, cuando el aceite esté muy caliente echamos los langostinos. Es importante que el aceite esté bien caliente, para que se brasee la cáscara y que la carne del langostino quede al dente, porque si tiene poca temperatura, aparte de que nos llevará más tiempo, terminarán cocidos por dentro, y eso debemos evitarlo.

Aparte, en un tarro de cristal limpio, echamos medio vaso de aceite de oliva virgen extra, un puñadito de perejil finamente picado y dos ajos también bien picados. Tapamos el tarro con la tapa y batimos enérgicamente para que se mezcle todo bien. (Esta mezcla la podemos hacer con anterioridad, incluso la víspera)

Cuando los langostinos empiecen a dorarse por uno de los lados, añadimos un poco de sal gruesa ( yo prefiero la sal en escamas), damos la vuelta y regamos con una cucharadita de la mezcla del tarro.

Dejamos que se cocinen por  ese lado y cuando estén por ambas partes retiramos a una fuente y servimos acompañados de rodajas de limón para que cada comensal haga uso de él, rociándolos por encima. ( En la foto falta el limón porque lo tenía en una bandejita aparte)

Como veis en una receta de lo más fácil y sencilla, tanto que quien más quien menos los ha preparado en alguna ocasión, y las fiestas que se aproximan son una de esas ocasiones especiales en las que disfrutar de un bocado tan exquisito como éste.

Nos vemos dentro de unos días, de nuevo con una propuesta para estas fechas tan señaladas. ¡Estad atentos! 

Saludos