Hoy como os había
dicho, os presento un plato de caza, en este caso un guiso de corzo con setas, muy apropiado para una celebración especial.
Resultaría ideal como
plato principal del menú de Año Nuevo o de Reyes, así que si aun no tenéis cerrado el menú de esas fechas, y contáis con la posibilidad
de conseguir carne de corzo, os recomiendo que os pongáis manos a la obra, ya que es un plato que aunque resulta algo laborioso no entraña ninguna dificultad.
Este plato lo
preparé ya varias veces en casa, se trata de una receta que cogí prestada hace
tiempo del blog de un querido y admirado compañero, Juan Carlos Alonso de
Gastronomía en Verso, y que adapté un poco a mi gusto.
A Juan Carlos seguro que muchos lo conocéis ya, pero en caso
contrario os sugiero que le echéis un vistazo a su página, porque el suyo es un
blog de referencia en el mundo de la blogosfera, sus publicaciones son absolutamente rigurosas y sus
recetas son de las que cuando las pruebas en casa nunca
fallan... Gracias Juan Carlos, como bien dices, cuando se comparte se gana, y
en mi has ganado hace tiempo una admiradora de tus dotes culinarias, y desde
que te conozco personalmente una admiradora de las cualidades que atesoras como
persona, siempre dispuesto a compartir y a hacer agradable la vida de los que te rodean.
Por cierto, este
plato, a decir de los que lo degustaron, está muy rico, como diría Juan Carlos
“vaise do mundo”, pero yo a pesar de
que lo preparé ya en varias ocasiones, nunca lo he probado. En mi caso es oír
hablar de corzos y pienso en Bambi, y no hay manera, os lo digo en serio.
Por otra parte
tengo una relación de amor-odio con el mundo de la caza. Desgraciadamente
muchos de los perros que acaban abandonados en nuestro país son perros de caza,
todavía tengo en la retina las imágenes de la pobre Alma, la perrita de
Chantada en Lugo, que murió por los tiros y los golpes que le propinó un
cazador desalmado. Ayer mismo he visto en la televisión unas imágenes grabadas
en Reino Unido donde un grupo de cazadores golpeaba un zorro contra el coche de
una organización animalista que protestaba contra la caza de este animal... Eso
sin contar las piezas de caza que los cazadores no logran cobrar y que han sido
abatidas y quedan malheridas y agonizando en el monte.
En este tema es
obvio que no se puede meter a todos en el mismo saco, también hay cazadores que
son responsables, mi propio padre era
cazador, y jamás dejó un perro abandonado, ni lo maltrató, por eso os hablo de
esa relación de amor-odio que siento por este mundo de la caza.
Recuerdo como
anécdota que siendo yo pequeña, mi padre tenía una perrita de color blanco llamada Tula, y tenía una enfermedad (desconozco cual porque como os digo yo era pequeña
por entonces) por lo que a veces después de llevar un tiempo en el monte, se agotaba y
se desvanecía, y recuerdo que mi padre la traía a hombros para casa, igual que
los pastores del Portal de Belén con las ovejas, pero él con la perra... Cómo
me gustaría que mi padre viviera para poder prepararle este plato de corzo...,
pero desgraciadamente eso no es posible,
así que con vuestro permiso le dedico a él la receta, y también a mi madre que está hoy de cumpleaños.
Para preparar
este plato de corzo necesitáis estos ingredientes:
-3 paletillas de corzo troceadas
-1kg. de patatas
-100gr. de
panceta curada
-200gr. de cantarellus
tubaeforme
-200gr. de
champiñones portobello
-2 puerros
-3 cebollas
-2 zanahorias
-6 tomates secos hidratados
-2 cucharadas de pulpa de pimiento choricero
-8 dientes de ajo
-Tomillo en rama
-Romero en rama
-1 manojo pequeño de perejil fresco
-1 hoja de laurel
-Sal
-Aceite de oliva
virgen extra
-1 cucharada de harina
-1 vaso de brandy
-2 vasos de caldo de carne
-500 ml. de vino tinto Mencía (en mi caso Rectoral de Amandi)
Preparación:
Empezamos troceando la carne, después la sazonamos con sal y pimienta y dejamos reposar preferiblemente en un recipiente hondo de cristal, durante al menos una hora para que tome bien la sal.
Mientras aprovechamos para pelar los ajos y los cortamos por la mitad desechando el germen central, limpiamos las cebollas y las cortamos en rodajas, a los puerros les retiramos la parte verde, sacamos la piel externa de la parte blanca, los lavamos bajo el grifo y a continuación los cortamos asimismo en rodajas. Las zanahorias las pelamos, lavamos y cortamos igualmente en rodajas.
Después echamos todas las verduras (ajos, cebollas, puerros y zanahorias y también los tomates deshidratados troceados) sobre la carne, añadimos también el romero, el tomillo, la hoja de laurel y el manojo de perejil picado, y por último añadimos 1/2 litro de vino tinto y 1/2 vaso de brandy, removemos bien con una cuchara de madera, tapamos con film transparente y dejamos reposar fuera del frigorífico durante 24 horas, dándole la vuelta a la carne a mitad de tiempo para que toda ella quede bien impregnada.
El siguiente paso consistirá en retirar la carne del adobo, se seca con papel de cocina absorbente y se sella en una olla con aceite de oliva virgen extra a fuego fuerte. Cuando esté dorada por un lado le damos la vuelta por el otro y después añadimos una cucharada de harina de trigo, removemos todo junto un par de minutos y añadimos el otro medio vaso de brandy, subimos el fuego al máximo, y con la campana extractora apagada, flambeamos durante unos minutos hasta que se consuma todo el alcohol, y añadimos la pulpa de pimiento choricero mezclándolo todo bien.
Paralelamente en una sartén con un fondo de aceite de oliva virgen extra pochamos las verduras del marinado, después una vez completado el paso anterior las añadimos a la olla de la carne, añadimos también el líquido del adobo y dos vasos de caldo de carne o en su defecto de agua. Continuamos con la cocción del conjunto durante unas dos ó tres horas hasta que la carne esté tierna, lo cual dependerá de la edad del animal.
Finalmente cuando la carne esté llegando a su punto, cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, doramos en él la panceta curada cortada en taquitos, pasados unos minutos añadimos dos dientes de ajo bien picados, y seguidamente añadimos los champiñones y las setas, salamos ligeramente porque la panceta ya le aporta sal, y rehogamos todo junto hasta que se consuma todo el líquido que sueltan las setas. Cuando esté listo añadimos las setas a la olla de la carne y continuamos con la cocción del conjunto unos minutos más hasta que la carne se pinche con facilidad con un tenedor, momento en el que probamos de sal y rectificamos si fuese necesario, y dejamos reposar el quiso hasta el día siguiente, que es cuando se han asentado bien los sabores y está más rico.
Para acompañarlo, preparamos unas patatas fritas en el último momento.
Como podéis comprobar, la receta es un poco laboriosa, pero de difícil no tiene nada, así que si os gusta la carne de caza y tenéis ocasión, no dejéis de probarla.
Y esto ha sido todo por hoy. Nos vemos en breve
Hasta entonces. Feliz semana.
Que guiso mas rico con una carne que por aqui es dificil de encontrar , Feliz Año guapa besitos
ResponderEliminarHola Maca sabes me pasa como a ti pienso en corzo y pienso en Bambi.
ResponderEliminarPero lo he comido mas de una vez y la verdad es que esta bien rico.
Seguro que te quedo de vicio y ademas con una de mis setas favoritas, las que llamamos aqui camagrocs.
Bueno te deseo unas felices fiestas y una buena entrada de año 2020.
Mil besos para ti y tu familia