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martes, 12 de mayo de 2020

Dorada al horno


Después de un par de propuestas dulces, hoy os traigo una receta salada. En este caso de pescado, en concreto la dorada, que además de rica es muy económica, si es de piscifactoría, claro está...

Sobre si es preferible el pescado de piscifactorías o el “salvaje”, a mí a estas alturas cada vez me ofrecen más confianza los productos de acuicultura. No es lo mismo comer un pescado criado en estas instalaciones, que comer un pollo de granja. Los peces tienen más libertad de movimientos, y en cuanto a la alimentación se supone que está muy controlada, con lo cual problemas como el anisakis, o el mercurio presente en determinadas especies marinas, desaparecen.

 En nuestros tiempos la acuicultura resulta de vital importancia para la sostenibilidad marina, sin la cual  algunas especies se verían en peligro, no solo por la actividad humana, sino también por otras especies con las que convive.

Las doradas procedentes de piscifactoría suelen ser de ración, más pequeñas que las pescadas en el mar, de todos modos con los demás ingredientes que lleva la receta, creo que media dorada por comensal es suficiente, por lo que necesitareis dos doradas para cuatro comensales.

Os detallo a continuación la lista completa de los ingredientes(4 personas):

-2 doradas de ración
-4 patatas
-1 pimiento rojo
-1/2 pimiento verde (yo en esta ocasión no lo puse porque no lo tenía)
-2 cebollas 
-2 dientes de ajo
-1 tomate
-1/2 limón
-sal
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Yo le pido al pescadero que me limpie las doradas, sino lo tenéis que hacer en casa, y luego desescamarlas. Esto último  para mí  es fundamental, pues no me gusta nada encontrar escamas del pescado en la comida.

Una vez que tengamos las doradas limpias y descamadas, las salpimentamos y reservamos.

Aparte echamos abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén honda, la ponemos a fuego fuerte, y cuando el aceite está caliente echamos las patatas (en dos tandas) cortadas en rodajas un poco gruesas, y cuando empiecen a dorarse las echamos en una fuente apta para el horno. Salamos y reservamos.


Bajamos el fuego de la sartén y en el mismo aceite en el que hemos freído las patatas, añadimos los pimientos cortados en tiras longitudinales, los pochamos durante unos cinco minutos, y luego añadimos los ajos cortados en láminas y las cebollas cortadas en juliana fina, salamos el conjunto, y seguimos pochando pimientos, ajos y cebollas, removiendo de vez en cuando, hasta que las cebollas adquieran un color transparente.


Con una espumadera pasamos los pimientos y cebollas a la fuente sobre las patatas.


Encima colocamos un tomate crudo bien lavado y cortado en rodajas muy finitas, y encima de todo ponemos las doradas, a las cuales previamente hacemos tres cortes transversales en la parte de arriba y en cada corte colocamos media rodaja de limón.

Por último regamos con parte del aceite sobrante,  y llevamos la fuente al horno, en la parte central, con fuego arriba y abajo a unos 180º  durante unos 20 minutos aproximadamente.


Como veis es una receta muy sencillita, y muy rica. En casa la preparo con mucha frecuencia, porque nos encanta a los tres.

Y con esto termino por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.

Un abrazo.

sábado, 25 de enero de 2020

Guiso de calamares y patatas


Esta receta hace ya tiempo que la tengo en borradores a la espera de ser editada, y el otro día visitando el blog de una compañera he visto que ella publicó una parecida, y me acordé que la tenía ahí pendiente desde hace mucho, y entre eso y que ahora estamos en temporada invernal, me pareció el momento ideal para que viera la luz y compartirla con todos vosotros, porque estos guisos de cuchara cuando más apetecen es cuando hace frío.

Como soy del interior de Galicia, en mi casa este guiso siendo pequeña no se preparaba, sin embargo forma parte de mis recuerdos de infancia porque en el comedor escolar nos daban guiso de calamares con patatas una vez por semana, y me gustaba tanto que ese día para mí era fiesta.

Después cuando fui creciendo he ido buscando recetas, y aunque no era tan fácil como ahora porque entonces aun no existía internet, entre lo que fui encontrando hice experimentos, y poco a poco logré dar con una receta que es la que más me recuerda a la que comía en el colegio, y desde entonces es la  que sigo preparando en casa, no una vez por semana como cuando era niña y comía en el comedor escolar, pero sí con bastante frecuencia.

Os dejo ya con la lista de ingredientes, son los siguientes:

-850gr. de calamares
-1kg. de patatas
-1 pimiento verde italiano
-1 cebolla grande
-4 dientes de ajo
-2 cucharadas de pulpa de pimiento choricero
-1 tomate rallado
-1 cucharadita de pimentón dulce de calidad
-120ml de vino blanco
-agua
-aceite de oliva virgen extra
-sal

Preparación:

En primer lugar limpiamos los calamares, retiramos las vísceras,  separamos el cuerpo de los tentáculos, cortamos el primero en trozos y los tentáculos los cortamos por la mitad. Reservamos
Pelamos las patatas, las cortamos en trozos medianos con un cuchillo y casi al llegar al final rompemos (las chascamos) para que de esa manera las patatas cuando las añadamos al guiso suelten más fécula y nos quede una salsita más espesa.. Reservamos

Picamos finamente la cebolla y los  dientes de ajo,  y el pimiento en trozos pequeños.

A continuación cubrimos el fondo el una olla con aceite de oliva virgen extra y la ponemos al fuego, cuando el aceite esté caliente echamos el pimiento verde troceado, rehogamos unos minutos y luego añadimos la cebolla y los ajos picados, rehogamos unos minutos más todo junto hasta que la cebolla coja un color transparente. En ese momento apartamos la olla del fuego y añadimos una cucharadita de pimentón dulce. Removemos bien fuera del fuego para que no se nos queme el pimentón, y cuando esté todo bien mezclado volvemos a colocar la olla en el fuego, añadimos un tomate rallado, y dos cucharadas de pulpa de pimiento choricero. Mezclamos todo bien  y  seguimos cocinando durante unos minutos, a continuación añadimos los calamares, mezclamos y cuando se consuma el líquido que sueltan, subimos el fuego al máximo y añadimos el vino blanco, después de unos minutos cuando se consuma el alcohol, añadimos las patatas, cubrimos de agua, salamos  y dejamos cocer durante unos 45 minutos aproximadamente.

Después de ese tiempo, miramos si los calamares están bien hechos y en caso afirmativo retiramos la olla del fuego, la mantenemos tapada y en reposo durante unos 30 minutos aproximadamente para que se asienten los sabores, y listo ya para servir a los comensales.

Como veis es un guiso muy fácil de preparar, lleno de sabor,  que sienta de maravilla, y muy sano y nutritivo.

Un beso. Feliz domingo

sábado, 28 de diciembre de 2019

Navajas a la plancha


Llego un poco tarde, cuando estamos ya metidos de lleno en las celebraciones navideñas, pero si no tenéis aun pensado un primer plato para el menú de la cena de Fin de Año o de la comida de Año Nuevo, la receta de hoy es perfecta porque lo reúne todo, se trata de un marisco barato,  está riquísimo, y además la forma de prepararlo que os propongo es facilita y muy rápida, os hablo de unas navajas de las rías gallegas a la plancha con un aliño de aceite de oliva, ajo y perejil.

Para preparar esta exquisitez al alcance de todos los bolsillos necesitáis los siguientes ingredientes:

-1 kg. de navajas frescas
-150ml de aceite de oliva
-4 dientes de ajo
-1 puñado de perejil
-Sal gorda o sal  Maldon en escamas

Preparación:

En primer lugar para retirar los restos de arena que puedan traer, metemos las navajas en agua con sal dentro de un recipiente redondo, colocadas en vertical como si se tratase de bolígrafos colocados en un lapicero. Las dejamos así al menos durante un par de horas, procurando que queden bien cubiertas de agua, y después las escurrimos y las secamos con un paño de cocina de algodón o con papel absorbente.

Seguidamente picamos muy finamente los ajos y el perejil y los echamos en un bote que tenga tapa, como los de la mermelada, pero obviamente que esté limpio. En el mismo bote añadimos también unas arenas de sal y 100ml de aceite, tapamos el bote y agitamos bien fuerte para que la mezcla emulsione un poco. (Este paso lo podríamos hacer la víspera y guardar el tarro en la nevera, de esta forma tendría incluso más sabor, tan solo en el momento de utilizar el aliño hay que agitar de nuevo el frasco y listo)

Después calentamos la plancha a alta temperatura, añadimos unas gotas del aceite de oliva restante y colocamos las navajas con la carne tocando la plancha caliente y las tenemos vuelta y vuelta durante 2 minutos como máximo para evitar que nos queden chiclosas o correosas.

Una vez plancheadas las navajas las vamos colocando en una bandeja, espolvoreamos unas escamas de sal Maldon (también sirve sal gruesa) y luego con una cuchara repartimos a nuestro gusto el aliño de aceite, ajo y perejil por encima y listas ya para llevar a la mesa y disfrutar de un auténtico manjar.

A continuación os dejo el enlace de otras recetas de marisco que tengo publicadas en el blog,


Y por hoy me despido, pero antes de finalizar el año espero que todavía me dé tiempo a pasar de nuevo por aquí  y proponeros un plato de caza ideal para celebrar las fiestas navideñas que aun están por llegar.

Hasta entonces. Un beso

domingo, 14 de abril de 2019

Bacalao dorado (Bacalhau à Brás)


A pesar del tiempo transcurrido desde la anterior entrega, no me he olvidado de vosotros ni del blog, lo que ocurre es que últimamente ando un poco mal de tiempo, pero después de Semana Santa a ver si me organizo mejor y puedo retomar la actividad  habitual en el blog y la visita a mis blogs de cabecera. No prometo nada porque me conozco, pero lo intentaré :)

Por lo de pronto hoy os traigo una receta muy rica, típica de la cocina portuguesa, que utiliza como ingrediente principal, el bacalao, un ingrediente que cobra especial protagonismo en nuestras mesas estos días, y aunque de cualquier forma que lo preparemos está rico, siempre resulta más apetitoso si variamos la preparación, de manera que en esta ocasión os propongo esta receta. Para prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

-400gr. de bacalao salado desmigado (migas de bacalao)
-2 cebollas medianas
-4 patatas grandes
-8 huevos medianos
-un puñado de aceitunas negras
-perejil fresco picado
-pimienta recién molida
-una pizca de sal
-aceite de oliva virgen extra de la mejor calidad

Preparación:

En primer lugar pelamos la patatas, y las cortamos en bastoncitos, como si fuesen para freír, pero muchísimos más finitas. Para ello yo utilizo el rallador de queso, por la parte que tiene los agujeros más grandes, sino también lo podéis hacer a mano, pero insisto que deben quedar muy finitas, como palillos para que os hagáis una idea.

Una vez cortadas las patatas las echamos en un cuenco grande con agua muy fría (podéis añadirle unos cubitos de hielo al agua) para que suelten el almidón, y que luego el revuelto que vamos a hacer no quede como una papilla.

Una vez bien lavadas, las echamos en un escurridor para que suelten todo el agua que les queda.

Seguidamente ponemos una olla plana o una sartén al fuego, añadimos aceite de oliva  y cuando el aceite esté caliente freímos las patatas por tandas, una vez fritas las patatas las retiramos a un plato y reservamos. En el mismo aceite de freír las patatas echamos la cebolla, y cuando hecha la cebolla, retiramos el exceso de aceite, y añadimos el bacalao desmigado y desalado, rehogamos bien y dejamos hacer durante unos minutos a fuego bajo. Cuando veamos que el bacalao ya está hecho, añadimos una pizca de pimienta negra recién molida, removemos bien, y añadimos las patatas, mezclamos todo.

Aparte echamos los huevos en un cuenco, añadimos una pizca de sal, y batimos bien. Seguidamente los echamos a la mezcla de patatas, cebolla y bacalao, y removemos como si fuésemos a preparar un revuelto.

Después emplatamos, espolvoreamos con un poco de perejil picado, y adornamos con unas aceitunas negras.

Como veis, es una preparación del bacalao bien sencilla, y a la vez deliciosa. 

Como os dije más arriba, este plato es típico de Portugal, donde se conoce como bacalado dorado, por el color amarillo que le otorgan los huevos, o bien como bacalao á Brás, en honor a su inventor, un mesonero lisboeta.

Pues nada, espero que os haya gustado la receta de hoy. Según vaya de tiempo, os subiré la receta de las torrijas de vino y miel, y las fotos de las Monas de Pascua  2019, que prepararé estos días como viene siendo habitual en los últimos años.

Si queréis ver otras recetas con bacalo que tengo publicadas en el blog os dejo el enlace a continuación.


Un beso a tod@s. Gracias por leerme.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Langostinos a la plancha


Se acercan las fiestas y seguro que la mayoría ya tenéis el menú decidido, si no es así, aquí va una sugerencia, que a buen seguro estará presente en las mesas navideñas de muchos hogares de nuestro país, pues el marisco en esta época es muy consumido, y los langostinos tienen un precio razonable comparado con otros mariscos, y además se preparan en un abrir y cerrar de ojos, y gustan a casi todos.

Os indico cómo los preparo yo en casa.

Ingredientes:

-Langostinos, gambas o gambones
-Aceite de oliva virgen extra
-Sal gruesa o en escamas
-un manojo pequeño de perejil picado
-2 dientes de ajo
-1 limón

Preparación:

En primer lugar echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra en la plancha o bien en una sartén antiadherente, cuando el aceite esté muy caliente echamos los langostinos. Es importante que el aceite esté bien caliente, para que se brasee la cáscara y que la carne del langostino quede al dente, porque si tiene poca temperatura, aparte de que nos llevará más tiempo, terminarán cocidos por dentro, y eso debemos evitarlo.

Aparte, en un tarro de cristal limpio, echamos medio vaso de aceite de oliva virgen extra, un puñadito de perejil finamente picado y dos ajos también bien picados. Tapamos el tarro con la tapa y batimos enérgicamente para que se mezcle todo bien. (Esta mezcla la podemos hacer con anterioridad, incluso la víspera)

Cuando los langostinos empiecen a dorarse por uno de los lados, añadimos un poco de sal gruesa ( yo prefiero la sal en escamas), damos la vuelta y regamos con una cucharadita de la mezcla del tarro.

Dejamos que se cocinen por  ese lado y cuando estén por ambas partes retiramos a una fuente y servimos acompañados de rodajas de limón para que cada comensal haga uso de él, rociándolos por encima. ( En la foto falta el limón porque lo tenía en una bandejita aparte)

Como veis en una receta de lo más fácil y sencilla, tanto que quien más quien menos los ha preparado en alguna ocasión, y las fiestas que se aproximan son una de esas ocasiones especiales en las que disfrutar de un bocado tan exquisito como éste.

Nos vemos dentro de unos días, de nuevo con una propuesta para estas fechas tan señaladas. ¡Estad atentos! 

Saludos

jueves, 14 de diciembre de 2017

Vieiras a la gallega


Han pasado tan solo unos días desde la anterior entrada, pero muchas cosas han cambiado en este tiempo, pues ahora estamos con la Navidad en modo on, y por lo tanto con la casa decorada, es decir, el Árbol y el Nacimiento puestos,  y dado que las fiestas ya están ahí, el siguiente paso es  ir ultimando detalles relacionados con en el menú.

La receta que os traigo hoy, vieiras a la gallega, es un plato típico de mi tierra, y constituye sin duda alguna una buena opción para fechas especiales como las que se avecinan.

Su elaboración es muy sencilla, eso sí, como suele ocurrir en estos casos, la diferencia en el resultado final vendrá dada por la calidad de la materia prima empleada, y en esta receta me refiero en concreto al vino. Utilizad un vino blanco de calidad, mejor un Ribeiro, un Albariño o un Godello.

En cuanto a las vieiras, a pesar de que no es del marisco más caro del mercado, lo cierto es que por estas fechas los precios se disparan, pero podéis optar por vieiras congeladas, el resultado será igualmente bueno y os ahorráis un dinerillo. De hecho hay  establecimientos que tienen a la venta bolsas con carne de vieiras congelada, traen varias unidades y la marca que yo he probado en alguna ocasión me ha gustado mucho el resultado.

Respecto a las conchas, no las tiréis, las laváis y las guardáis por si algún día optáis por comprar estas bolsas congeladas con carne de vieras.

Os dejo ya con la receta. Para prepararla vais a necesitar los siguientes

Ingredientes (para 6 personas):

-12 vieiras
-4 cebollas grandes
-6 dientes de ajo
-2 lonchas gruesas de jamón serrano cortadas en taquitos
- 300ml. de vino blanco gallego de calidad
-3 cucharadas de tomate frito o bien 1 cucharadita de pimentón dulce
-1 cucharada de perejil picado
-6 cucharadas de pan rallado aproximadamente
-Aceite de oliva virgen extra
-Harina de trigo
-Sal
-Pimienta

Preparación:

Lo primero que haremos si empleamos vieiras frescas es echarlas en un recipiente hondo lleno de agua, le añadimos un puñado de sal gruesa y dejamos reposar como mínimo dos horas.

Transcurrido ese tiempo las limpiamos bajo el grifo, para ello abrimos la concha y la vaciamos. La parte plana de  la misma la desechamos y la parte cóncava la lavamos bien y la reservamos porque vamos a servir el plato en ella.

Después lavamos bien las vieiras bajo el grifo, retirando las vísceras y las pieles externas, y nos quedamos solo con la carne de vieira y el coral, los cuales salpimentamos como podéis ver en la siguiente imagen.


A continuación ponemos una sartén al fuego y cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra. Mientras se calienta el aceite, rebozamos las vieiras en harina, escurrimos la sobrante y las sellamos en la sartén un par de minutos por cada lado a fuego medio. Después las retiramos y las colocamos en las conchas que habíamos reservado.

En la misma sartén echamos los taquitos de jamón, removemos y los dejamos al fuego un par de minutos. Seguidamente añadimos las cebollas y los ajos ambos picados muy finamente, rehogamos a fuego suave durante aproximadamente 10 minutos removiendo de ven en cuando. Cuando la cebolla coja un color transparente añadimos el tomate frito, mezclamos bien, subimos el fuego al máximo y  acto seguido echamos el vino. Dejamos que hierva unos minutos para que se evapore el alcohol, probamos de sal y rectificamos si es necesario. Finalmente cubrimos las vieiras con este sofrito hasta llenar la concha y espolvoreamos por encima pan rallado y perejil picado.

Por último las llevamos al horno en la parte central, con una temperatura en torno a 180º, con calor arriba y abajo  y dejamos que se terminen de hacer durante unos cinco minutos aproximadamente.

Observaciones:

Es frecuente que para preparar este plato en lugar de utilizar tomate se emplee pimentón dulce, si optáis por esa opción  cuando se lo añadáis a la sartén procurad que el aceite no esté demasiado caliente pues sino se quema y arruinaría el plato.

Lo habitual también es emplear las vieiras sin enharinarlas ni pasarlas por la sartén, pero a mí me gustan más así, quedan más jugosas por dentro, y le dan sustancia al sofrito.

Bueno, pues después del entrante de cecina con foie de pato y membrillo, y estas vieiras a la gallega de primero, ¿qué os parece de segundo un rico asado? Si os gusta la propuesta estad atentos en los próximos días.

Un beso a tod@s

sábado, 14 de octubre de 2017

Tiznao manchego


Para el primer post del mes de octubre he elegido un plato típico de Almagro y toda su comarca del Campo de Calatrava en la provincia de Ciudad Real. Se trata del tiznao manchego, que junto con las famosas berenjenas de  Almagro, más identifican gastronómicamente a esta localidad.

Almagro es una ciudad preciosa, con un importante conjunto histórico-artístico, del que destaca su plaza mayor, donde se encuentra el corral de comedias mejor conservado de toda España.

La vinculación de la ciudad con las artes escénicas es tan relevante que el Museo Nacional de Teatro tiene aquí su ubicación, y ejemplo también del compromiso de esta localidad con el mundo de las artes escénicas son el Festival Internacional de Teatro Clásico que se celebra todos los años en el mes de julio, además del Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo de Almagro y más recientemente, en concreto desde 2014, el Festival de Creación Universitaria de Almagro.

En el aspecto gastronómico, uno de los platos típicos como os decía más arriba es el tiznao, un plato que recibe este nombre porque los ingredientes se asan, y para ello antiguamente se usaban las cenizas y las ascuas del fuego, de ahí el nombre de tiznao, pero los que no dispongáis de una parrilla en la que poder hacer fuego, podéis utilizar el horno e incluso una plancha ó una sartén.

Como gallega que soy, no conocía este plato hasta que lo he visto publicado en un blog que sigo desde hace tiempo, las recetas del marqués de muchabarba, cuya visita os recomiendo porque tiene un montón de recetas interesantes a la vez que sencillas.

La última vez que estuvimos en tierras manchegas, la pasada primavera, nos lo ofrecieron en un local en la localidad de Daimiel, y la verdad de no haberlo visto antes en el blog de este compañero no lo habríamos pedido, y me hubiera perdido un plato de la gastronomía típica manchega que merece un reconocimiento que tristemente no tiene, y es una pena porque está delicioso. Nos gustó tanto que al regreso del viaje no tardé en prepararlo en casa. La primera vez que lo hice seguí la receta del mencionado blog al pie de la letra, y a la siguiente vez hice una pequeña modificación para adaptarlo más a mis gustos, pero al fin y al cabo tampoco importa tanto, porque con el tiznao pasa como con todo, existen diversas versiones, y la mía es una más. Os cuento cómo lo hice.

Ingredientes:

-2 buenas tajadas de bacalao
-4 patatas
-6 dientes de ajo
-3 pimientos rojos secos
-2 cebolletas grandes frescas
-aceite de oliva virgen extra
-sal
-agua para cocer las patatas

Preparación:

En primer lugar tenemos que desalar el bacalao, para ello la noche anterior lo ponemos en un recipiente con agua, colocándolo con la piel hacia arriba, y lo metemos en el frigorífico cambiándole el agua cada 8 horas. 

Con el bacalao ya desalado, los secamos con un paño de cocina y lo reservamos.

Aparte lavamos las patatas y las ponemos a cocer en agua con la piel hasta que estén hechas.

Mientras ponemos en la parrilla los pimientos secos, las cebolletas cortadas en 4 trozos y el bacalao  (si no disponéis de ella podéis usar el horno ó también una plancha) Hay que tener cuidado con los pimientos para que no se quemen, porque sino amargarían y estropean el plato (notaremos que están hechos cuando se resquebrajen) Mientras las verduras y el bacalao se están haciendo se les da la vuelta de vez en cuando.

Cuando las patatas estén cocidas las cortamos en trozos pequeños, el bacalao cuando esté hecho le retiramos la piel y las espinas y lo desmigamos en lascas, y las cebolletas y los pimientos los desmenuzamos.

Aparte ponemos una sartén al fuego y cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra. Cuando esté caliente añadimos los ajos cortados en rodajas finas, y en cuanto empiecen a tomar color, retiramos la sartén del fuego para que baje la temperatura del aceite y añadimos el pimentón.

En un cuenco echamos los pimientos, las cebolletas, las patatas y el bacalao, mezclamos un poco con cuidado de no deshacer las patatas, colocamos en la fuente de servir, y encima echamos el contenido de la sartén.

Como os dije es un plato exquisito, pero bastante contundente, al menos para mi delicado estómago, de manera que hice una modificación en la receta original, pues los ajos tendrían que hacerse al fuego con el resto de ingredientes, y el aceite se echa al final, pero en crudo, en cambio yo he probado friendo los ajos en el aceite y para mi gusto está aun más rico así si cabe, y no me resulta tan fuerte que era lo que estaba buscando.

Si os gusta el bacalao os animo a que lo preparéis de esta manera, va a ser un triunfo seguro.

Un saludo a tod@s

lunes, 26 de junio de 2017

Ensalada de cogollos de lechuga con pimientos, atún y anchoas


Ya llegó el verano, y con él la primera ola de calor de la temporada, así que hoy os traigo una receta muy apropiada para esta época del año. Se trata de una ensalada de cogollos de lechuga con pimientos del piquillo, atún y anchoas.

Cuando hace tanta calor apetece menos cocinar, y ya no digamos encender el horno o los fogones, en cambio una ensalada se prepara en un abrir y cerrar de ojos, es sana y le sienta de maravilla al cuerpo, porque es ligera y refrescante.

Esta ensalada no la preparo muy a menudo, y eso que está riquísima, pero en verano que es cuando más apetecen las ensaladas, como tenemos una finca al lado de casa y en ella entre otras cosas ponemos lechugas y tomates, para darles salida casi siempre terminamos preparando la típica ensalada básica de lechuga con tomate y cebolla. 

En esta ocasión en cambio, me decidí por esta ensalada, porque la otra semana estuvimos de viaje por Huesca, y de vuelta a casa paramos en Navarra donde compramos una lata de pimientos del piquillo de Lodosa, los cuales, como soy muy impaciente, ya los preparé rellenos de bacalao (esta receta la subiré en otra ocasión), y unos pocos que me sobraron decidí darles salida con esta ensalada.

Al igual que la mayoría de ensaladas, no tiene ni la más mínima dificultad. Si os animáis a prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes (para 2 personas):

-3 cogollos de lechuga
-1  lata de anchoas
-4 pimientos del piquillo
-200gr. de atún en aceite de oliva
-Aceitunas verdes y negras (en esta ocasión no le puse porque no tenía)
-Sal
-Vinagre de Módena

Preparación:

En primer lugar lavamos bien los cogollos de lechuga bajo el grifo, luego los secamos con papel de cocina, por último retiramos las hojas de fuera,  cortamos cada uno en cuatro partes longitudinalmente, y los disponemos en una fuente todo alrededor de la misma, y después salamos.

Seguidamente escurrimos el atún y lo colocamos en el centro de la fuente. Encima de los cogollos vamos colocando los pimientos del piquillo cortados en tiras longitudinalmente y sobre éstos disponemos los filetes de anchoa, y después esparcimos por toda la fuente un puñado de aceitunas verdes y negras.

Aparte preparamos una vinagreta con el aceite de oliva que le hemos escurrido al atún y con un chorro de vinagre de Módena. La proporción ha de ser una parte de vinagre por tres de aceite. Mezclamos bien, y cuando tengamos la vinagreta preparada, aliñamos bien  con ella toda la ensalada, y lista ya para servirla a la mesa y disfrutar de un plato lleno de sabor y nutrientes.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva propuesta.

Un abrazo a tod@s

martes, 3 de enero de 2017

Almejas a la marinera


Antes de nada desearos a todos un Feliz 2017, y después pediros disculpas por esta breve ausencia sin previo aviso, no es que me haya pasado nada especialmente grave, han sido las infecciones respiratorias las causantes de ello… Yo quería pasar unas fiestas tranquilas, y vaya si lo fueron, el día de Nochebuena me fui para cama a las 9, sin cena ni nada… En fin, lo importante es que ahora las cosas van mejor, y espero que sigan así. Además aun queda fiesta por delante, pues aun nos queda la visita de los Magos de Oriente, y para ese día os propongo un plato muy rico y muy popular aquí en Galicia, que son ni más ni menos que las almejas a la marinera. Eso sí, compradlas frescas, nada de congeladas, la diferencia es abismal.

Os dejo ya la receta veréis qué fácil es.

Ingredientes (para 4 personas)

-1,5 kg de almejas
-1 cebolla dulce
-2 dientes de ajo
-1 hoja de laurel seco
-2 cucharadas de salsa de tomate casero
-1 cucharadita de pimentón dulce
-1 vaso de vino blanco (el albariño es ideal)
-1vaso de caldo de pescado (en su defecto agua)
- 2 cucharadas soperas de harina de trigo bien colmadas
-aceite de oliva virgen extra
-perejil picado
-sal

Preparación:

Es fundamental utilizar unas almejas frescas, tan frescas que deben estar vivas (es cruel pero debe ser así..., procuro no pensar en eso cuando las echo a la olla...), y lo primero que debemos hacer es eliminar la arena que tienen dentro, para ello las echamos en un recipiente grande con agua a la que añadimos un buen puñado de sal gruesa y las dejamos ahí por espacio de dos o tres horas. Transcurrido ese tiempo las retiramos, las lavamos bajo el chorro del agua fría, las pasamos a un escurridor, y reservamos.

Aparte en una olla aplanada o en una sartén honda, cubrimos el fondo con aceite de oliva virgen extra de la mejor calidad, añadimos la cebolla picada muy finamente y la hoja de laurel entera, cuando la cebolla esté transparente añadimos el ajo y el perejil bien picados, rehogamos unos minutos más y añadimos la dos cucharadas de salsa de tomate, seguimos rehogando un par de minutos, y luego apartamos del fuego y añadimos el pimentón, removemos bien y agregamos la harina y llevamos de nuevo la olla al fuego, rehogamos la harina otro par de minutos, y luego añadimos el vaso de vino blanco y el vaso de agua, dejamos que se evapore el alcohol y que la salsa se vaya reduciendo hasta que alcance una consistencia de crema ligera, en ese momento salamos al gusto, retiramos la hoja de laurel y añadimos las almejas que teníamos reservadas para abrirlas. Removemos bien para que las almejas se mezclen con la salsa, tapamos la olla y dejamos unos ocho o diez minutos a fuego medio, moviendo la cazuela de vez en cuando para que se integren bien todos los sabores.

En fin, ya veis que no tienen ningún misterio, es una receta muy fácil de elaborar, el único secreto está en utilizar ingredientes de la mejor calidad. Es un plato para un día de fiesta, así que no escatiméis en gastos y procurad que todos los ingredientes , no solo las almejas, estén a la altura de lo que este plato festivo se merece… Quiero decir, que no utilicéis un vino de tetra brick o un aceite de mala calidad, por poner un ejemplo.

Bueno, pues espero que os haya gustado la receta, y si aun no tenéis previsto nada para la comida del día de Reyes, ésta es una opción fantástica. Si probáis ya me diréis.

Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta, mientras sed felices y que lo Reyes os traigan muchas cosas buenas ;)

martes, 29 de noviembre de 2016

Bacalao con nata ("Bacalhau com natas")


La receta de hoy emplea como ingrediente principal uno de mis pescados favoritos: el bacalao.

Como sabéis los portugueses son los verdaderos expertos en la preparación de este pescado, aunque en nuestro país tampoco le vamos a la zaga. Recetas como el bacalao a la gallega, el bacalao a la vizcaína, el tiznado manchego o la esqueixada catalana, son una muestra de la importancia que tiene este producto a lo largo de la geografía española. Eso sin hablar de otras recetas como el bacalao al pil pil, el bacalao con garbanzos y espinacas (conocido también como potaje de vigilia), los buñuelos de bacalao, las croquetas de bacalao, los pimientos de piquillo rellenos de bacalao, etc, cuya presencia no se limita a un territorio concreto sino que se preparan a lo largo y ancho del país.

Algunas de esas recetas las iré subiendo en el futuro, pero la que hoy os traigo es típica del país vecino y se conoce como Bacalao con nata (Bacalhau com natas) Se trata de una receta muy sencilla que no entraña ninguna complicación,  si bien es algo laboriosa, pero el resultado final os aseguro que bien merece la pena ese esfuerzo previo.

Para hacer el bacalao con nata necesitáis lo siguiente

Ingredientes (para 4 personas):

-4 trozos medianos de lomos de bacalao en salazón
-4 patatas
-2 dientes de ajo
-1 hoja de laurel
-1 cebolla grande
-40gr. de mantequilla
-3/4 litros leche entera
-250ml de nata para cocinar
-2 cucharadas soperas de harina de trigo
-nuez moscada
-pimienta en grano
-sal
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Lo primero es desalar el bacalao, para ello lo laváis bien bajo el grifo del agua fría, luego colocáis los lomos de bacalao en un recipiente hondo, llenáis de agua fría, y lo dejáis en el frigorífico cambiando el agua cada 8 horas durante 1 día ó día y medio dependiendo del grosor de los trozos. Una vez esté el bacalao desalado, los escurrimos bien, y los secamos con papel de cocina.

En una olla ponemos la leche al fuego, y cuando esté a punto de levantar el hervor añadimos los lomos de bacalao y dejamos cocer por espacio de 5 minutos aproximadamente. Cuando el bacalao esté cocido lo sacamos de la olla a una fuente con una espumadera y dejamos enfriar. Cuando esté frío, los desmigamos retirando las espinas y las pieles, y reservamos. Por su parte la leche la colamos para retirar los restos de bacalao que hayan quedado y luego le añadimos la nata, mezclamos y reservamos.

Seguidamente ponemos una sartén con abundante aceite de oliva al fuego, cuando esté caliente añadimos las patatas previamente peladas y cortadas en cubitos, salamos al gusto, y las freímos. Cuando estén fritas las retiramos a una fuente sobre papel absorbente, y reservamos también.

En la misma sartén dónde hemos frito las patatas, retiramos el exceso de aceite, hasta que simplemente quede el fondo de la sartén cubierto de una fina capa de aceite, añadimos la cebolla cortada en juliana, los ajos picados y la hoja de laurel, rehogamos todo junto, y después retiramos el laurel y añadimos las patatas y las lascas de bacalao que teníamos reservadas, y mezclamos todo bien.

Por último encendemos el horno con grill a 180º aproximadamente, y mientras hacemos una bechamel. Para ello ponemos una sartén al fuego, añadimos la mantequilla, y cuando esté fundida, añadimos la harina y removemos durante unos minutos para que se rehogue. Después vamos añadiendo poco a poco la leche con nata que teníamos reservada, sin dejar de remover, hasta que adquiera la consistencia deseada (no demasiado líquida pero tampoco muy espesa), en ese momento salamos la bechamel al gusto, añadimos la nuez moscada y la pimienta molida y luego con una cucharón echamos la mitad de esa bechamel sobre la mezcla de patatas, bacalao y cebolla, removiendo todo para que queden todos los ingredientes bien integrados. Por último echamos ésta mezcla en una fuente apta para horno, mejor si es de barro, y cubrimos por encima con el resto de la bechamel y llevamos al horno hasta que esté gratinado, y listo por fin para llevar a la mesa y disfrutar.

Nada más por hoy, nos vemos en unos días con una nueva receta. Que seáis felices!!!

domingo, 19 de junio de 2016

Salmón a la plancha con cachelos y salsa tártara


Con la llegada del calor apetece menos meterse entre fogones, y al mismo tiempo sientan mejor platos más ligeros. El que os presento hoy, como lleva salsa tártara no es del todo ligero, aunque podemos aligerarlos nosotros reduciendo la cantidad de la misma, por lo demás es un plato de pescado, muy sano, rico, y que se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

Os dejo con la receta sin más dilación

Ingredientes (para 4 personas):

-4 rodajas de salmón (en mi caso 8 porque eran muy finitas)
-1kg. de patatas
-sal
-pimienta
-aceite de oliva virgen extra.

Para la salsa tártara
-300gr. de mayonesa (mejor si es casera)
-60gr. de pepinillos en vinagre
-60gr. de cebolla
-30gr. de alcaparras
-1 cucharadita de mostaza
-perejil picado

Preparación:

Comenzaremos preparando la salsa tártara, para ello picamos finamente los pepinillos, la cebolla, las alcaparras, y el perejil, e incorporamos todo ello a la mayonesa, junto con la mostaza, mezclamos bien y guardamos en el frigorífico hasta el momento de emplatar.

Aparte lavamos concienzudamente las patatas bajo el chorro del agua fría debido a que las vamos a cocer con la piel (dónde yo vivo le llamamos cachelos a la patata cocida con la piel) y podrían tener restos de tierra u otras impurezas, luego las cortamos en rodajas de unos 2cm. de grosor, las echamos en una olla, cubrimos de agua y llevamos al fuego. En cuanto levanten el hervor añadimos la sal y continuamos con la cocción hasta que estén hechas, en ese momento escurrimos y echamos por encima un chorro de un buen aceite de oliva virgen extra.

Cuando veamos que a las patatas les falta poco para estar cocidas, podemos ir preparando el pescado, para ello salpimentamos las rodajas de salmón y luego ponemos una sartén antiadherente al fuego y añadimos unas gotas de aceite de oliva, cuando el aceite esté caliente plancheamos el salmón, unos minutos por cada lado, y luego sólo nos queda emplatar, para ello servimos una rodaja de salmón en cada plato y acompañamos con las patatas cocidas (cachelos) y la salsa tártara.

Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a ponerla en práctica, os aseguro que está riquísimo el salmón así preparado…, hasta me gusta a mí y eso que no soy nada entusiasta de este pescado ^-^