La receta de hoy
emplea como ingrediente principal uno de mis pescados favoritos: el bacalao.
Como sabéis los
portugueses son los verdaderos expertos en la preparación de este pescado,
aunque en nuestro país tampoco le vamos a la zaga. Recetas como el bacalao a la
gallega, el bacalao a la vizcaína, el tiznado manchego o la esqueixada
catalana, son una muestra de la importancia que tiene este producto a lo largo
de la geografía española. Eso sin hablar de otras recetas como el bacalao al pil pil, el bacalao con
garbanzos y espinacas (conocido también como potaje de vigilia), los buñuelos
de bacalao, las croquetas de bacalao, los pimientos de piquillo rellenos de
bacalao, etc, cuya presencia no se limita a un territorio concreto sino que se
preparan a lo largo y ancho del país.
Algunas de esas
recetas las iré subiendo en el futuro, pero la que hoy os traigo es típica del
país vecino y se conoce como Bacalao con nata (Bacalhau com natas) Se trata de
una receta muy sencilla que no entraña ninguna complicación, si bien es algo laboriosa, pero el resultado
final os aseguro que bien merece la pena ese esfuerzo previo.
Para hacer el
bacalao con nata necesitáis lo siguiente
Ingredientes
(para 4 personas):
-4 trozos
medianos de lomos de bacalao en salazón
-4 patatas
-2 dientes de ajo
-1 hoja de laurel
-1 cebolla grande
-40gr. de
mantequilla
-3/4 litros leche
entera
-250ml de nata
para cocinar
-2 cucharadas
soperas de harina de trigo
-nuez moscada
-pimienta en
grano
-sal
-aceite de oliva
virgen extra
Preparación:
Lo primero es
desalar el bacalao, para ello lo laváis bien bajo el grifo del agua fría, luego
colocáis los lomos de bacalao en un recipiente hondo, llenáis de agua fría, y
lo dejáis en el frigorífico cambiando el agua cada 8 horas durante 1 día ó día
y medio dependiendo del grosor de los trozos. Una vez esté el bacalao desalado,
los escurrimos bien, y los secamos con papel de cocina.
En una olla
ponemos la leche al fuego, y cuando esté a punto de levantar el
hervor añadimos los lomos de bacalao y dejamos cocer por espacio de 5 minutos
aproximadamente. Cuando el bacalao esté cocido lo sacamos de la olla a una
fuente con una espumadera y dejamos enfriar. Cuando esté frío, los desmigamos
retirando las espinas y las pieles, y reservamos. Por su parte la leche la
colamos para retirar los restos de bacalao que hayan quedado y luego le
añadimos la nata, mezclamos y reservamos.
Seguidamente
ponemos una sartén con abundante aceite de oliva al fuego, cuando esté caliente
añadimos las patatas previamente peladas y cortadas en cubitos, salamos al
gusto, y las freímos. Cuando estén fritas las retiramos a una fuente sobre
papel absorbente, y reservamos también.
En la misma
sartén dónde hemos frito las patatas, retiramos el exceso de aceite, hasta que
simplemente quede el fondo de la sartén cubierto de una fina capa de aceite,
añadimos la cebolla cortada en juliana, los ajos picados y la hoja de laurel,
rehogamos todo junto, y después retiramos el laurel y añadimos las patatas y
las lascas de bacalao que teníamos reservadas, y mezclamos todo bien.
Por último encendemos
el horno con grill a 180º aproximadamente, y mientras hacemos una bechamel.
Para ello ponemos una sartén al fuego, añadimos la mantequilla, y cuando esté
fundida, añadimos la harina y removemos durante unos minutos para que se
rehogue. Después vamos añadiendo poco a poco la leche con nata que teníamos
reservada, sin dejar de remover, hasta que adquiera la consistencia deseada (no
demasiado líquida pero tampoco muy espesa), en ese momento salamos la bechamel
al gusto, añadimos la nuez moscada y la pimienta molida y luego con una
cucharón echamos la mitad de esa bechamel sobre la mezcla de patatas, bacalao y
cebolla, removiendo todo para que queden todos los ingredientes bien integrados.
Por último echamos ésta mezcla en una fuente apta para horno, mejor si es de
barro, y cubrimos por encima con el resto de la bechamel y llevamos al horno
hasta que esté gratinado, y listo por fin para llevar a la mesa y disfrutar.
Nada más por hoy, nos vemos en unos días con una nueva receta. Que seáis
felices!!!
Hola Maca!! que bien hoy llego la primera así que supongo que de premio, me tendras un poco guardado para mi para llevarme en mi tapper de mañana jaja.
ResponderEliminarSabes he escuchado muchas veces hablar de esta receta pero no la conocía bien y tu lo has explicado al detalle, tiene que estar bien rica y sabes bien vale la pena un poco de esfuerzo si el resultado es así de rico, tendré que probarla, se ve deliciosa.
Un beso enorme y buenas noches!!
El bacalao borda cualquier receta, a mi me gusta mucho. Cuando lo usas en arroces es lo más. Me encantara disfrutar de las próximas recetas que subas con este bocado de dioses, un beset
ResponderEliminarEn casa somos incondicionales del bacalao, lo cocino de muchas formas y siempre nos gusta. Tu preparación me parece muy rica, así que me la llevo que seguro que encuentro hueco para hacerla estos dias. Suave y exquisito.
ResponderEliminarBss
Hola guapísima !!!
ResponderEliminarEs cierto que los portugueses tienen esa fama, pero también que nosotros preparamos recetas de bacalao memorables.
Como la receta que nos enseñas, no lo he comido nunca pero desde ya te digo que estoy segura que me encantaría porque todo lo que lleva me gusta.
Después de leerme atentamente tu receta, es cierto que laboriosa es, pero exquisita también. Te quedó de película mi querida Maca y ese pan que asoma seguro que fue una buena compañía :)
Besotes mi niña, feliz semana.
Uuuummm muero de amor ,como tenia que estar ese bacalao con nata ,de muerte relenta no lo siguiente en casa no dejaran de hacerte la ola ,te ha quedado un plato de relujo.
ResponderEliminarA mi me rechifla el bacalao y asi para mi sola no lo suelo hacer pena que no estemos mas cerca porque me tenias en casa a cenar .
Bicos mil y feliz semana wapa.
Esto es un platazo, el bacalhau com natas es un de esas preparaciones con este pescado que por aquí se olvidan, y es de nuestros vecinos los portugueses, esos que están ahí, compartiendo península, pero que parece que no están. Menuda gastronomía tienen más increíble. Una injusticia.
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