Después de un par
de propuestas dulces, hoy os traigo una receta salada. En este caso de pescado,
en concreto la dorada, que además de rica es muy económica, si es de
piscifactoría, claro está...
Sobre si es
preferible el pescado de piscifactorías o el “salvaje”, a mí a estas alturas cada vez me ofrecen más confianza los productos de
acuicultura. No es lo mismo comer un pescado criado en estas instalaciones, que
comer un pollo de granja. Los peces tienen más libertad de movimientos, y en
cuanto a la alimentación se supone que está muy controlada, con lo cual
problemas como el anisakis, o el mercurio presente en determinadas especies
marinas, desaparecen.
En nuestros tiempos la acuicultura resulta de
vital importancia para la sostenibilidad marina, sin la cual algunas especies se verían en peligro, no
solo por la actividad humana, sino también por otras especies con las que
convive.
Las doradas
procedentes de piscifactoría suelen ser de ración, más pequeñas que las
pescadas en el mar, de todos modos con los demás ingredientes que lleva la
receta, creo que media dorada por comensal es suficiente, por lo que
necesitareis dos doradas para cuatro comensales.
Os detallo a
continuación la lista completa de los ingredientes(4 personas):
-2 doradas de
ración
-4 patatas
-1 pimiento rojo
-1/2 pimiento
verde (yo en esta ocasión no lo puse porque no lo tenía)
-2 cebollas
-2 dientes de ajo
-1 tomate
-1/2 limón
-sal
-aceite de oliva
virgen extra
Preparación:
Yo le pido al
pescadero que me limpie las doradas, sino lo tenéis que hacer en casa, y luego
desescamarlas. Esto último para mí es fundamental, pues no me gusta nada
encontrar escamas del pescado en la comida.
Una vez que
tengamos las doradas limpias y descamadas, las salpimentamos y reservamos.
Aparte echamos abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén honda, la ponemos a fuego fuerte, y cuando el aceite está caliente echamos las patatas (en dos tandas) cortadas en rodajas un poco gruesas, y cuando empiecen a dorarse las echamos en una fuente apta para el horno. Salamos y reservamos.
Bajamos el fuego de la sartén y en el mismo aceite en el que hemos freído las patatas, añadimos los pimientos cortados en tiras longitudinales, los pochamos durante unos cinco minutos, y luego añadimos los ajos cortados en láminas y las cebollas cortadas en juliana fina, salamos el conjunto, y seguimos pochando pimientos, ajos y cebollas, removiendo de vez en cuando, hasta que las cebollas adquieran un color transparente.
Con una espumadera pasamos los pimientos y cebollas a la fuente sobre las patatas.
Encima colocamos
un tomate crudo bien lavado y cortado en rodajas muy finitas, y encima de todo
ponemos las doradas, a las cuales previamente hacemos tres cortes transversales
en la parte de arriba y en cada corte colocamos media rodaja de limón.
Por último
regamos con parte del aceite sobrante,
y llevamos la fuente al horno, en la parte central, con fuego arriba y
abajo a unos 180º durante unos 20
minutos aproximadamente.
Como veis es una receta muy sencillita, y muy rica. En casa la preparo con mucha frecuencia, porque nos encanta a los tres.
Y con esto termino por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.
Un abrazo.