Hoy os traigo unas galletas cuya receta saqué de un libro que me regalaron por un cumpleaños, y se titula "111 galletas con 1 masa"
Es una masa muy fácil y resulta ideal si lo que queremos al final es decorar las galletas, tanto si es con fondant como hice yo en esta ocasión, como con glasa.
Respecto a la decoración siendo hoy el último día de octubre, la temática es casi obligado que sea de halloween, así aproveché para estrenar unos moldes con forma de calabaza que llevan un par de años al menos en la alacena de la cocina.
Sin más rodeos, os detallo a continuación la lista de
Ingredientes:
-125gr. de harina de repostería (sirve harina común de todo uso)
-1 yema de huevo
-50gr. de azúcar
-1 pizca de sal
-100gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-la ralladura de un limón
-colorantes alimentarios en gel
Preparación:
Comenzamos tamizando la harina en la encimera, y hacemos un hoyo en el centro como si se tratase del cráter de un volcán. Echamos en él la yema de huevo, el azúcar, la sal, la mantequilla cortada en cubitos y la ralladura del limón.
Trabajamos todos los ingredientes con las manos hasta obtener una mezcla homogénea y formamos una bola. La envolvemos en papel film y la dejamos en el frigorífico al menos dos horas.
Después precalentamos el horno a 180 ºC y forramos una bandeja con papel vegetal. Espolvoreamos un poco de harina en la encimera y con un rodillo estiramos la masa hasta dejarla de un grosor de unos 4mm, después cortamos las galletas con el cortapastas y las colocamos en la bandeja, luego las horneamos a media altura, con calor arriba y abajo, hasta que cojan un ligero color dorado. Seguidamente retiramos del horno y dejamos enfriar dentro de la bandeja, la cual colocaremos sobre una rejilla para que circule el aire por abajo.
Una vez frías, toca decorarlas con el fondant, el cual lo podéis comprar o bien prepararlo vosotros en casa con la receta cuyo enlace os dejo en la lista de ingredientes. Si lo hacéis en casa tenéis que colorearlo, para ello os aconsejo que utilicéis colorante en gel, pues es fácil de teñir con él, y al ser en gel no cambia apenas la textura del fondant, cosa que sí ocurriría con los colorantes líquidos.
Si hacéis calabazas como hice yo en esta ocasión, necesitaréis el color negro, el color verde y el color naranja. Yo uso siempre colorantes de la marca Wilton porque van muy bien, y se mezclan fácilmente. En este caso necesitaba el color negro, el verde y el naranja. Los dos primeros los tenía, pero el naranja no, y para hacerlo mezclé 1/3 de color rojo magenta con 2/3 de color amarillo.
Para colorear el fondant, hacéis una bola con él, luego con los dedos formáis un hueco en el centro, y con la ayuda de un palillo vais echando poco a poco y amasando con las manos hasta conseguir la intensidad deseada. Para no mancharos las manos os aconsejo que utilicéis unos guantes de látex deshechables.
Finalmente solo queda cortar el fondant con el cortapastas y colocarlo encima de la galleta. Para pegar el fondant a la galleta podéis utilizar pegamento alimentario que venden en las tiendas especializadas de repostería, pero sirve perfectamente (y es más natural) la mermelada. Untáis una finísima capa de mermelada sobre la galleta y encima colocáis el fondat. Después se deja secar durante unas horas, y cuando esté seco si tenéis niños en la familia o en vuestro entorno más cercano, metéis una galleta de estas en una bolsa de las que se utilizan para las chuches, la atáis con una rafia y seguro que les hace una ilusión enorme cuando la reciban.
Y con esto finalizo por hoy, nos vemos pronto. Espero y deseo que disfrutéis del fin de semana aunque las circunstancias no son muy propicias.
Un abrazo