Dice el título de
la película que las bicicletas son para el verano, y yo añadiría que los
helados también.
La verdad es que
en cualquier época del año están ricos, pero el placer de degustar un helado en
una calurosa tarde de verano es único, y si encima es un helado casero, ya ni
os cuento.
Os aseguro que si
os acostumbráis a los helados caseros, 100% naturales, los industriales dejarán
de gustaros, porque no tienen punto de comparación.
El que os
presento hoy combina dos frutas que casan muy bien, el mango y el plátano. El
primero le da el sabor característico de esta fruta que a mí tanto me gusta, y
el plátano además de sabor le aporta una cremosidad increíble.
El resultado es
un helado cremoso, con un sabor absolutamente delicioso y repleto de minerales
como el potasio, el magnesio y el fósforo, y vitaminas de vital importancia
para nuestro organismo como la vitamina C, E, B6, B9 (ácido fólico) y
betacarotenos, unos pigmentos presentes en determinados alimentos que
constituyen una fuente fundamental de vitamina A.
Si a lo anterior
le añadimos el calcio de lo lácteos estamos ante un alimento rico y muy
nutritivo que hará las delicias de grandes y pequeños, a quienes les podéis
cumplir el capricho de tomar helados (con moderación obviamente) sin remordimientos.
Además si se lo presentáis en unos moldes como los de la foto, de la firma
Lekué, les resultarán aun más
apetitosos, y es que además tienen la ventaja de que son muy fáciles de
desmoldar y apenas ocupan espacio en el congelador debido a que se pueden
apilar unos encima de otros.
Vamos ya con la
lista de los ingredientes:
-1 mango maduro
-2 plátanos de
Canarias maduros
-125gr. yogur
griego (1 yogur)
-200ml de nata
líquida 35% M.G.
-100gr. de azúcar
-50gr. de azúcar
invertido (receta aquí)
Preparación:
Echamos todos los
ingredientes en el un recipiente y los trituramos con la batidora, luego
guardamos la mezcla en el frigorífico para que enfríe durante al menos 4 horas.
Yo suelo dejarla toda la noche y luego por la mañana preparo el helado.
Para la
elaboración del helado, si vuestra heladera no dispone de compresor, el cuenco
interior de la misma deberá permanecer 24 horas antes en el congelador. Transcurrido este
tiempo estará ya listo para utilizar, para ello introducimos el cuenco en la
heladera, y la ponemos en marcha, y a continuación con la máquina en marcha
vamos vertiendo la mezcla que teníamos enfriando en el frigorífico, y se deja
mantecando durante unos 30 minutos.
Trancurrido ese
tiempo, introducimos el helado en moldes individuales y los guardamos en el
frigorífico. También podemos guardarlo en un solo recipiente que sea apto para
ir al congelador, como por ejemplo en
un tupper, y luego ir sacando porciones a medida que se necesiten con una cuchara de helado.
En el caso de que
no tengáis heladera podéis igualmente preparar este helado en casa, para lo cual una
vez triturada la mezcla la ponemos en el congelador durante 2 horas, al cabo de
este tiempo se empezará a notar el proceso de congelación, removemos la mezcla
con una cuchara y devolvemos al congelador. Cuando hayan trancurrido 3 horas
más repetimos el mismo proceso, volvemos a congelar de nuevo una vez más
durante otras 3 horas, luego los sacamos, removemos bien y por último guardamos
en moldes individuales o en un molde grande, y listo para disfrutar cuando más
nos apetezca.
Cómo podéis ver
más fácil imposible, así que no tenéis excusa para no preparar en casa este
rico helado. Si os animáis seguro que repetís.
Si me lo permitís, esta receta se la dedico a mi adorado padre, que es hoy su cumpleaños. Felicidades papá. Te quiero y te echo mucho de menos. ¡Espérame!
Bueno, pues con
un rico y refrescante helado de plátano y mango me despido por hoy. Dentro de
unos días si nada lo impide volveré con una nueva receta. Mientras tanto solo
me queda desearos que seáis muy felices.
Un abrazo