Una de mis metas
para este año era atender un poco más el blog, pero de momento no ha sido
posible, una infección de garganta ha sido la causante. Afortunadamente ya estoy
mejor, y espero poco a poco y de una vez por todas recuperar tanto el ritmo de
las publicaciones como de las visitas a
los blogs amigos
.
Para compensar
esta larga ausencia, hoy os traigo un lujo de receta, se trata de unas
rosquillas que seguro habéis visto a la venta en más de un puesto ambulante en
alguna de las romerías o ferias que hay por los pueblos de nuestro país, y
también cómo no en algunas pastelerías. Os hablo de las rosquillas de aire bañadas en
merengue, una auténtica delicia para el paladar, ricas por sí solas, pero
que si las acompañamos de un café con leche calentito por la mañana ya son los más, y si
es en un día de frío invierno como los que tenemos esta semana aquí por el
norte, tenéis un desayuno perfecto para entonar el cuerpo y afrontar el día con
más energía.
Os dejo con la
lista de ingredientes y la preparación, espero que os animéis a elaborarlas en
casa, porque en contra de lo que pueda parecer no entrañan ninguna dificultad,
y el resultado os sorprenderá segurísimo. Salen tal cual las compradas, pero
hechas por uno mismo con sus propias manos, que eso para los amantes de la
cocina supone una satisfacción indescriptible.
Ingredientes (a
mí me salieron 16 rosquillas):
-12 yemas de huevo
-2 huevos enteros
-2 cucharadas de
manteca de cerdo
-8 gotas de
esencia de anís (yo lo compro en la farmacia, de la marca Arconsa. Si se
la pedís a vuestro farmacéutico seguro que os la consigue, viene en unos
botecitos de cristal de 15ml, y os da para muchas veces porque es un
producto muy concentrado, de hecho debéis tener
cuidado de no excederos, sino arruináis la masa. Si no conseguís esta esencia
utilizad en su defecto medio vaso de licor de anís, y una cucharadita de anises
en grano machacados en el mortero)
-harina de fuera (la que admita)
-una pizca de sal
Para el baño de
merengue
-250gr. de claras
-250gr. de azúcar glas
-500gr. de azúcar normal
Preparación:
En un cuenco amplio echamos las yemas y los huevos,
batimos ligeramente, añadimos entonces la manteca de cerdo, la sal y la esencia
de anís, seguimos batiendo unos minutos más y luego vamos añadiendo la harina tamizada poco a poco a poco, primero con el batidor de varillas y luego con una espátula
o una cuchara de madera para facilitar la labor, hasta obtener una masa cremosa y bastante pegajosa. En
ese momento, dejamos de añadir más harina, tapamos el cuenco con papel film, y
lo dejamos reposando en el frigorífico durante al menos una hora.
Después del tiempo de reposo, precalentamos el horno a
200º calor arriba y abajo, y mientras vamos haciendo las rosquillas, para lo cual embadurnamos las manos con aceite, cogemos una porción de masa, le hacemos un
agujero en el centro y lo vamos alargando hasta darle la forma deseada.
Os
aconsejo que no las hagáis muy grandes, tan solo un poco más que los famosos
donettes, porque luego crecen mucho en el horno. Por ese mismo motivo, cuando las
coloquéis en la bandeja dejad bastante espacio entre ellas.
Cuando hayamos terminado de dar forma a las rosquillas,
colocamos la bandeja en la parte central del horno. El tiempo ya lo vais viendo
vosotros, porque cada horno es un mundo. En el mío están sobre 20 minutos, los
primeros 10 a 200º, y los 10 siguientes a 170º. Si veis que se doran demasiado
por arriba y aun no están hechas del todo, cubridlas con papel de aluminio por
encima.
Sabréis que están hechas si al mirarlas por abajo tienen el mismo color dorado que por arriba, de no ser así es que el interior aun está crudo y debéis proseguir con la cocción unos minutos más, porque de lo contrario, si las sacáis del horno en ese momento, bajan de volumen en un tiempo récord, quedan todas aplastadas, y luego aunque las devolváis al horno ya son irrecuperables, de modo que la comprobación tiene que hacerse con las rosquillas dentro del horno.
Cuando estén hechas (nunca antes), se sacan del horno y se dejan enfriar sobre una rejilla (En este momento notaréis que pese a ser unas rosquillas bastante voluminosas son muy ligeras, vamos que pesan muy poco, porque el interior está ahuecado, por eso se las denomina rosquillas de aire, así que no preocuparos que es señal de que ha ido todo bien durante la cocción)
Después se
pincelan por ambos lados con el merengue que hice en la thermomix siguiendo
estos pasos:
1-Colocamos la
mariposa en las cuchillas, y añadimos al vaso las claras y el azúcar normal, y
programamos 4 minutos / 70º / velocidad 1 ½
2- Dejamos
enfriar hasta que la temperatura alcance los 37º, y en ese momento programamos
3 minutos / velocidad 3 ½ y vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas por el
bocal.
Al final nos
quedará un merengue muy firme, con el que pincelaremos las rosquillas por ambos
lados, y las dejamos secar a temperatura ambiente, o bien colocando la bandeja
dentro del horno, con una temperatura no superior a 50º.
Cuando el merengue de las rosquillas esté seco, si las tuvimos en el horno para que se secaran, las dejamos enfriar por completo, y luego las podemos guardar en una lata, donde se conservan varias días, suponiendo que duren, jeje...
Bueno, pues hasta
aquí la receta de hoy. Este domingo es 3 de febrero, día de San Blas, y seguro que en muchos pueblos de nuestro país en los que se celebra esta festividad, entre los que por cierto se encuentra el mío, seguro que encontráis a la venta rosquillas como estas, pero dado que el mal tiempo reinante no invita mucho a salir de casa, animaros y preparadlas vosotros mismos. Insisto que aunque parece una receta muy laboriosa, no lo es tanto,
y están absolutamente deliciosas.
Y sin más me despido por
hoy, nos vemos de nuevo dentro de unos días, espero.
Un beso y gracias por seguirme. Feliz fin de semana a tod@s.
Estas rosquillas las veo mucho en Granada cuando pasamos por allí y paramos a tomar un café. Es cierto que son muy ricas, las he probado con el cafelito, pero nunca las compro por el peligro que tienen. Las tuyas como siempre divinas, caseras y preparadas con mimo, como para no comerse unas cuantas.
ResponderEliminarMe alegro que ya estés bien de tu garganta y de verte por la blogosfera.
Un beso.
Tienen muy buena pinta, se parecen a los roscos de Loja,(Granada).
ResponderEliminarSaludos
Me encantan estas galletas, me llevo la receta para llevarla a la práctica.
ResponderEliminarCuidate para recuperarte del todo.
Vaya pinta tan buena!! Me guardo la receta. He visto en muchas ocasiones la receta de las otras rosquillas, las pequeñitas, pero éstas nunca. Me alegra que ya estés mejor, este tiempo es horrible...aquí lo mismo andamos...es lo que toca. Un besiño enorme a todos Maca.
ResponderEliminarQue buenas , estas rosquillas son de las que te pones a comer y no te das cuentas, espero que te recuperes pronto besitos
ResponderEliminarQue buena pintaaaaa.........esa son de las que se cuelannn
ResponderEliminarbesitos¡¡
Hola Maca yo todavia estoy fatal con un catarro que nos quita, en fin, me alegro que estes mejor.
ResponderEliminarEstas rosquillas me encantan me parecen una maravilla de receta a ver si la hago un dia. Mientras me llevo un para de ellas.
Un beso enorme Maca
Belén
Me han recordado a unas típicas del pueblo de mi marido , así que me guardo la receta por si me animo a prepararlas , se ven deliciosas .
ResponderEliminarMe alegro que estés mejor .
Un abrazo.