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lunes, 16 de mayo de 2022

Pizza de pimientos del piquillo, anchoas y cebollas

                                                                                  


Después de unos días desaparecida, aunque afortunadamente no por nada malo, salvo un par de días que lo pasé mal por la alergia, al fin he sacado tiempo para compartir con vosotros una nueva receta, en esta ocasión una pizza de pimientos del piquillo en conserva, cebolla y anchoas; unos ingredientes muy básicos pero que dan como resultado una pizza con una mezcla de sabores muy rica, especialmente si os gusta el contraste dulce-salado, que le aportan la cebolla y las anchoas.

Para la masa he elegido la que uso siempre, porque cuando el resultado es bueno para qué cambiar, aunque sigue en la lista de pendientes una pizza con masa de fermentación lenta, pero aun no le ha llegado el momento.

Sin más rodeos os dejo ya con la lista de ingredientes y su posterior elaboración.

Ingredientes:

Para la masa
-240gr. de harina de fuerza
-150ml. de agua
-1 cucharada de aceite de oliva
-1 cucharadita de sal
-12gr. de levadura fresca de panadería (ó ½ sobre de levadura seca de panadería)

Para el relleno
-70gr. de tomate triturado (yo no tenía en esta ocasión y utilicé en su lugar tomates enteros en conserva)
-6 pimientos del piquillo en conserva
-2 latitas de anchoas en conserva
-1 cebolla
-180gr. de mezcla de quesos (en mi caso emmental, gouda y mozzarella)
-orégano seco

Preparación:

Empezaremos preparando la masa, y en mi caso pese a que tengo panificadora, y para hacer masas es ideal, por comodidad y para acelerar el proceso, muchas veces utilizo la thermomix. Para ello echo el agua, la sal y el aceite de oliva en el vaso, y programo 3 minutos/ temperatura 37º/velocidad cuchara. Después añado el resto de ingredientes, es decir, la harina y la levadura, y programo 3 minutos/función amasar. Una vez terminado de amasar, guardo la masa en un cuenco untado en aceite, y lo cubro con papel film hasta que la masa haya doblado el volumen.

Para amasarla en la panificadora echamos todos los ingredientes en la cubeta por el siguiente orden: agua, sal, aceite de oliva, harina y levadura; y seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado que en mi máquina dura 1 hora 30 minutos (20 de amasado y los restantes de levado).

Si no tenéis robot de cocina para preparar la masa, se amasa perfectamente a mano, para ello echáis en un recipiente amplio la harina previamente tamizada y la sal, removéis con una cuchara de madera para mezclar, y luego hacéis un huevo en medio como si se tratase del cráter de un volcán, y añadís en él el agua tibia, en la cual habréis desleído previamente la levadura. Después vais mezclando con la ayuda de una cuchara de madera en un principio, y luego cuando se empiece a formar una bola, seguís amasando en la encimera, con las manos, durante unos diez minutos. A continuación guardáis la masa en un cuenco untado en aceite y lo tapáis para evitar que entren corrientes de aire, y ya solo queda esperar que la masa doble su volumen, en ese momento estará lista para seguir con la preparación de la pizza.

Con la masa ya lista, el siguiente paso consiste en precalentar el horno, con calor arriba y abajo, a 250º.

Mientras el horno se va calentando, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo, dándole la forma deseada (en este caso yo la hice rectangular), y la colocamos sobre la bandeja del horno en la cual habremos colocado previamente papel de hornear. Sobre la masa extendemos el tomate triturado, y sobre él espolvoreamos orégano seco al gusto.

Seguidamente añadimos los pimientos del piquillo cortados en tiras, y encima las anchoas.


Después la cebolla cortada en juliana fina.
 
 
Por último distribuimos el queso por toda la superficie, y horneamos con la bandeja del horno situada sobre la base del mismo, es decir, la bandeja, en contacto con la base del horno. Esto último es importantísimo para que la base de la pizza salga crujiente.

Finalmente cuando veamos que la pizza está cocida, en mi horno tarda en torno a los 12-15 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe un poco y después la cortamos en porciones y lista para servir y disfrutar.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Gracias por leerme.

Un abrazo.                                                                        

lunes, 25 de abril de 2022

Truchas a la Navarra


Donde vivo, con la llegada de la primavera se dan cita a la orilla de los ríos los pescadores buscando las tan preciadas truchas. Hablo lógicamente de la pesca fluvial, cuya temporada comienza en marzo y finaliza a finales de julio aquí en Galicia.

Desgraciadamente desde que mi padre falleció no he vuelto a probar truchas de río, de modo que me tengo que conformar con las de piscifactoría, que tampoco están nada mal, y se pueden comer en cualquier época del año, aunque no sé por qué pero es en primavera y verano cuando más me apetecen.

La receta que os presento hoy, truchas a la Navarra, es muy sencilla de preparar y está de vicio, y si utilizáis truchas de río es el no va más, pero si no tenéis esa suerte y son truchas de piscifactoría, procurad que no sean muy grandes, porque cuánto más pequeñas más ricas estarán.

Vamos ya con la receta, veréis qué fácil es

Ingredientes (para 4 personas)

-1kg. de truchas
-lonchas finas de jamón ibérico (mejor si tiene algo de grasita)
-harina para rebozar
-aceite de oliva suave para freírlas
-sal
-pimentón picante
-2 dientes de ajo

Preparación:

En primer lugar evisceramos las truchas y las lavamos bien bajo el grifo. Después las secamos con papel de cocina, espolvoreamos con una pizca de pimentón picante en su interior, rellenamos cada trucha con una loncha de jamón, las salamos y las rebozamos ligeramente en harina. Reservamos.

Aparte echamos aceite de oliva suave en una sartén y añadimos dos dientes de ajo que previamente habremos chafado dándole un golpe fuerte con la hoja de un cuchillo. Esperamos a que los ajos se doren, en ese momento los retiramos y añadimos las truchas y las freímos a fuego medio-alto, primero por un lado y luego por el otro, hasta que estén doradas por ambos lados.

A medida que se vayan haciendo las vamos retirando a una fuente, y las servimos acompañadas de una ensalada básica de lechuga, tomate y cebolla, y unas patatas que habremos cocido, y después las escurrimos y seguidamente le echamos aceite de oliva virgen extra por encima.

Como veis más fácil y sencillo imposible, y lo más importante, un plato delicioso, que a mí me trae muchos recuerdos de la infancia, de cuando mi padre iba a pescar los domingos a un río de aquí de la zona, y mi madre le preparaba algo de comer, muchas veces una tortilla, y mientras él llenaba la bota de vino, y después cuando regresaba, si la jornada había sido productiva, las truchas las vendían en un restaurante de la zona para hacerse con un dinerito extra, y si traía pocas piezas, entonces preparaba mi madre esta receta que os acabo de mostrar, y al ser pocas casi todas me las comía yo, porque ya se sabe que para unos padres primero que ellos son los hijos, así que en justa recompensa esta entrada se la dedico a ellos dos, a Antonio y a Carmen, mis adorados padres, que ahora vuelven a estar juntos de nuevo y me cuidan desde el cielo. ¡Os quiero!

Y con esto finalizo por hoy. Nos vemos en unos días.

Un abrazo.

martes, 12 de abril de 2022

Bacalao a la Portuguesa


Después de unos días ausente he vuelto de nuevo a sentarme delante del ordenador dispuesta a publicar una nueva receta, en este caso de bacalao que es lo que toca en plena Semana Santa.

Pese a mi ausencia, las dos últimas recetas las había dejado programadas, por lo que el ritmo de publicaciones de momento va según lo que tenía previsto, no así la visita a los blogs amigos, porque estuve unos días de viaje, y luego a la vuelta entre deshacer maletas y una cosa y otra van pasando los días, pero poco a poco volveré a la rutina.

Pero vamos a lo que importa, a la receta del bacalao a la portuguesa que os traigo hoy, de la cual solo puedo deciros que es una de mis recetas favoritas de bacalao, también la de mi marido, de modo que en casa la preparamos muy a menudo.

Los ingredientes que necesitaréis para preparar este plato, para dos personas, son los siguientes:

-2 trozos de lomo de bacalao
-2 patatas grandes
-1 pimiento rojo
-2 pimientos verdes italianos
-1 cebolla grande
-4 dientes de ajo
-un puñado de aceitunas negras
-harina para rebozar el bacalao
-aceite de oliva virgen extra
-pimentón dulce
-pimienta
-1 hoja de laurel

Para el caldo de pescado:

-colas de bacalao
-1 puerro
-1 zanahoria
-1 hoja de laurel

Elaboración:

En mi caso cuando hago este plato, siempre procuro tener guardado en el congelador un caldo hecho con colas de bacalao, puerro, zanahoria, y una hoja de laurel, luego lo congelo en pequeños envases (porque en esta receta se necesita poca cantidad) y los saco del congelador la víspera.

Otra cosa que hay que hacer con antelación es desalar el bacalao como de costumbre.

Una vez hecho lo anterior, secamos bien con papel de cocina los lomos de bacalao, lo salpimentamos y rebozamos en harina.

Seguidamente ponemos una sartén con aceite de oliva virgen extra al fuego, cuando esté el aceite caliente doramos el bacalao por ambos lados y reservamos.

En la misma sartén (es decir, sin cambiar el aceite) doramos las patatas previamente peladas y cortadas en rodajas un poco gruesas. No hace falta que estén del todo hechas por dentro, porque el plato luego se termina en el horno, simplemente que se doren a temperatura media-alta. Cuando estén listas las colocamos en una fuente apta para horno, y las salamos. Encima de ellas colocamos los lomos de bacalao que teníamos reservados.

Si el aceite de la sartén ha mermado mucho, añadimos un poco y en él añadimos los pimientos rojos y verdes cortados en tiras, los rehogamos durante unos minutos hasta que estén blanditos, y luego los colocamos por encima de las patatas y el bacalao. Por último, de nuevo en la misma sartén, a la cual añadiremos aceite si fuese necesario, echamos una hoja de laurel y después la cebolla cortada en juliana fina, salamos ligeramente, y cuando esté transparente, añadimos los dientes de ajo pasados por el prensa ajos (a mí me encanta el sabor del ajo, pero no me gusta encontrarlo en el plato), dejamos que se dore, y luego retiramos la sartén del fuego para que pierda calor, y añadimos una cucharadita de pimentón dulce, mezclamos bien y echamos todo el contenido de la sartén en la fuente. Añadimos también un puñadito de aceitunas negras, y 100ml. del caldo hecho con las colas de bacalao.  



Llevamos la fuente al horno, precalentado a 180º calor arriba y abajo, durante aproximadamente 20 minutos, y por último solo queda sentarse a la mesa y disfrutar. Os aseguro que está de vicio.

Y con esto me despido por hoy hasta dentro de unos días que os enseñaré las Monas de Pascua de este año.

Hasta entonces. Que disfrutéis de esta Semana Santa.

Un saludo.

martes, 29 de marzo de 2022

Manitas de cerdo con berzas (Festa da Uña de San Lázaro)

 

El quinto domingo de cuaresma, conocido también como Domingo de Pasión, se celebra la festividad de San Lázaro, y en Santiago de Compostela, la iglesia de San Lázaro se encuentra a la entrada de la ciudad sobre el camino francés. Allí los vecinos del barrio y aledaños, así como otros venidos de lejos, celebran ese día la festividad de su patrono honrando al santo con misas y procesión, a la que se une la subasta de las uñas de cerdo así como otras partes del cerdo, que se le ofrecen al santo siguiendo una antiquísima tradición.

Como en toda romería gallega no faltan los puestos con rosquillas, empanadas, churros y garrapiñadas en las inmediaciones del templo, y por supuesto tampoco falta la música para amenizar la jornada.  

En el aspecto gastronómico, por esas fechas en los locales de hostelería de la zona, las uñas de cerdo con berzas, chorizo y patatas son el plato estrella, tanto es así que le dedican una fiesta, la conocida como “Festa da Uña” que este año tiene lugar de los días 1 al 3 de abril.

Las uñas de cerdo, más conocidas como manitas de cerdo, tienen una textura gelatinosa que me encanta, y hace unas semanas cuando fui hacer la compra, vi unas que me gustaron y las traje con la idea de hacer este delicioso plato, el cual hoy comparto con vosotros, aprovechando que el próximo fin de semana en Santiago se celebra la “Festa da Uña”.

Ingredientes (para 4 personas):

-4 uñas partidas por la mitad
-4 chorizos
-un buen manojo de berzas tiernas (las hojas pequeñas del centro)
-1kg. de patatas
-aceite de oliva virgen extra
-pimentón dulce
-4 dientes de ajo

Preparación:

La noche anterior dejamos las uñas a desalar. Al día siguiente miramos por si tuvieran restos de pelitos, algo que ocurre con frecuencia, y personalmente a mí me da mucho repelús encontrarme eso en el plato, por lo que os aconsejo que utilicéis una cuchilla de las de afeitar, sin usar por supuesto, y que retiréis todo resto de pelos que pudieran tener. También podéis usar para esta tarea un soplete de cocina.

Después las lavamos bien bajo el grifo del agua fría y las echamos en una olla grande, cubrimos con abundante agua y dejamos cocer durante unas tres horas a fuego medio. Transcurrido ese tiempo miramos si están cocidas, y de no estarlo continuamos con la cocción hasta que al pincharlas con un tenedor se note la carne blandita. En ese momento las retiramos a una fuente y reservamos.

A continuación probamos de sal el agua donde se han cocido las manitas, y añadimos más si fuera necesario, después añadimos las berzas bien lavadas y enteras y los chorizos, y dejamos cocinar durante unos 30 minutos.

Mientras la verdura y los chorizos se van cociendo, pelamos las patatas, las cortamos por la mitad, y las añadimos a la olla. Aprovechamos para mirar los chorizos, y si están cocidos los retiramos, sino dejamos que se sigan cociendo con las patatas y la verdura.

Entretanto aprovechamos para retirar los huesos (al menos los más grandes) de las manitas de cerdo, y después las devolvemos a la olla para que cuezan de nuevo unos cinco o diez minutos con todo el conjunto.

Mientras,  cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos los ajos laminados, y cuando empiecen a dorarse retiramos del fuego y añadimos el pimentón, removemos y reservamos fuera del fuego.

Por últimos solo nos queda emplatar, para ello servimos un ó dos patatas por comensal, un chorizo, una manita de cerdo y un poco de verdura, y echamos por encima un poco de la ajada de la sartén.

Como podéis observar es una receta que lleva su tiempo, pero no tiene la más mínima complicación, y si os gustan las manitas de cerdo, este plato os va a encantar seguro, así que os animo a que lo preparéis en casa.

Termino por hoy. Nos vemos en unos días.

Un abrazo.

domingo, 6 de marzo de 2022

Ropa Vieja


Después de unos días ausente coincidiendo con el carnaval, vuelvo con una nueva receta que es continuación de la última que publiqué, el cocido, porque el ingrediente principal de la receta de hoy es precisamente las sobras del cocido.

El nombre de la receta ya nos pone en preaviso, porque se conoce como “ropa vieja”, pero que el nombre no os lleva a engaño, no creáis que se trata de un plato de segunda categoría, al contrario, a mí me gusta incluso más que el propio cocido.

Como decía un amigo hace unos días en las RR SS, hay un cocido por civilización, por país, por región y por casa, y con la “ropa vieja” ocurre lo mismo, de modo que la receta que yo os muestro es la que más se adapta a nuestros gustos. Espero que sea también de vuestro agrado.

Ingredientes:

-Restos del cocido (patatas, verdura, legumbres, carnes y embutidos)
-Aceite de oliva virgen extra
-1 cebolla
-3 dientes de ajo
-1 cucharadita de pimentón dulce

Preparación:

Lo primero es deshuesar y desmenuzar las carnes sobrantes del cocido y los embutidos, y mezclar con la verdura, los garbanzos y las patatas.

A continuación ponemos un sartén al fuego y añadimos un poco de aceite de oliva con que apenas cubra el fondo de la misma. Cuando el aceite esté caliente añadimos la cebolla picada, y rehogamos a fuego bajo hasta que adquiera un color transparente, seguidamente añadimos los ajos picados, dejamos un par de minutos más hasta que empiecen a dorarse. En ese momento, retiramos la sartén del fuego, esperamos a que baje un poco la temperatura del aceite, añadimos el pimentón y mezclamos bien.

Después volvemos a poner la sartén en el fuego y añadimos los restos del cocido, mezclamos y dejamos al fuego removiendo de vez en cuando hasta que se caliente todo el contenido de la sartén de manera uniforme, y acto seguido a servir y a disfrutar de un plato sencillo, económico y lo mejor de todo, muy rico.

Con esto termino por hoy. Nos vemos pronto.

Un abrazo.

jueves, 24 de febrero de 2022

Cocido de mi madre


En Galicia ya desde comienzos de otoño empieza la temporada de cocidos, y los locales de hostelería ofrecen en sus cartas este plato tan completo, pero la época álgida de los cocidos es sin duda en Carnavales, así que aprovecho estas fechas para publicar la receta del cocido.

En ningún hogar gallego falta a lo largo del invierno un cocido, en cada casa lo hacen a su gusto, aportándole así su sello particular, por eso yo a esta receta la llamo “Cocido de mi madre”, porque es cómo lo preparaba ella siempre en casa, solo con el añadido de los garbanzos, que mi madre no los ponía porque ya bastante contundente es el cocido, pero como a mi marido le gustan ahora se los añado. Lo que no falta nunca es la carne salada de cerdo, los embutidos (en mi zona chorizos, y en menor medida botelos o androllas), las patatas, y la verdura (grelos o repollo)

Cuando teníamos invitados en casa, generalmente utilizábamos repollo en lugar de grelos porque estos no le gustan a todo el mundo, y ese día, desde primera hora de la mañana mi madre ponía al fuego la olla más grande que había en casa, y le añadía las carnes y los embutidos, luego a medida que estaban hechos, los iba retirando a una fuente, y finalmente cocía la verdura y las patatas, ¡qué recuerdos…! Desgraciadamente estas escenas tan cotidianas nos las valoramos lo suficiente, y luego con el tiempo las añoramos, es lo que me pasa a mí, y por eso esta receta se la dedico a mi adorada madre. ¡Te quiero mamá, eternamente te quiero…!

Os detallo los ingredientes que utilicé para hacer este cocido, son los siguientes:

-1/2 cabeza de cerdo salada con oreja incluida
-1 trozo de costilla de cerdo salada
-4 trozos de gallina
-1 hueso de ternera
-2 repollos medianos
-4 chorizos
-250gr. de garbanzos
-fideos finos (opcional para preparar la sopa de cocido)

Preparación:

El día anterior ponemos los garbanzos en remojo, y la carne a desalar en una olla grande cubierta con agua.

Al día siguiente retiramos el agua de la carne, cubrimos con abundante agua fría del grifo, y añadimos las carnes de cerdo, la de gallina, el hueso de ternera, los chorizos y ponemos a fuego alto.

Cuando la olla comience a hervir, añadimos los garbanzos escurridos, colocados dentro de una bolsa de red especial para cocer legumbres y evitar con ello que se desperdiguen por toda la olla y sean así más fáciles de retirar cuando estén cocidos. Cuando la olla vuelva a hervir bajamos el fuego, y dejamos que se vaya cociendo todo, alrededor de unas dos horas y media o tres horas.

En este tiempo iremos retirando las carnes según vayan estando cocidas, primero los chorizos, y después la costilla de cerdo. La carne de gallina, si es de un animal joven también se hará pronto, y al revés, cuanta más edad tenga la gallina más tiempo tardará en estar cocida, aunque esto último es preferible porque le da más sabor al caldo.

En unos 90 minutos estarán listos los garbanzos, y los retiramos también, en ese momento aprovechamos para comprobar cómo está la cabeza de cerdo que es lo que más tarda en cocerse. Lo más probable es que todavía no esté bien hecha, por lo tanto continuamos con la cocción entre 30 y 60 minutos más, dependiendo del tamaño de la pieza.

Cuando toda la carne esté cocida, reservamos y probamos de sal el caldo resultante rectificando si fuera necesario, después apartamos para otra olla pequeña una parte de ese caldo obtenido, y luego le añadimos unos fideos finos para preparar la sopa de cocido. En esta ocasión yo no lo hice, pero lo recomiendo porque esa sopa está exquisita y es muy reconfortante sobre todo en un día de frío invierno.

En la olla principal añadimos el repollo limpio y dejamos que hierva en torno a unos 20 minutos, después añadimos las patatas peladas y cortadas por la mitad (siempre lo hago porque alguna a veces está mala por dentro), y dejamos cocer hasta que las patatas y la verdura estén cocidas.

Por último en una fuente colocamos la carne troceada y los chorizos, y en otra los garbanzos, el repollo y las patatas, y listo por fin para servir a la mesa y disfrutar en familia.

Con el cocido las cantidades de los ingredientes van un poco a ojo, pero es mejor pecar por exceso que por defecto, porque después lo que sobre se puede reciclar de muchas maneras, por ejemplo en unas croquetas cuya receta podéis ver pinchando aquí, en una empanada o en "ropa vieja” que es lo que voy a preparar yo en esta ocasión con lo que me ha sobrado, y luego más adelante subiré la receta al blog para compartirla con vosotros.

Espero que os haya gustado la receta. A mí me ha servido para rememorar momentos maravillosos, y para rendirle un homenaje a mi madre que tantas veces preparó este cocido en casa.

Nos vemos dentro de unos días. Disfrutad del Carnaval.

Un beso.

viernes, 11 de febrero de 2022

Pan de Ajo (en Panificadora)



Esta receta que os presento hoy, el pan de ajo, ha sido todo un descubrimiento para mí, no solo por su forma, sino sobre todo por su sabor.

Pese a ello hace ya tiempo que no lo preparo, quizás porque siendo un aperitivo, me apetece más tomarlo en la terraza de casa, al aire libre. Allí, este pan acompañado de unas lascas de jamón ibérico, unos tomates de la huerta aliñados, y una cervecita fresca, resolvió en más de una ocasión, una comida de domingo.

Se trata de un pan, repleto de aroma, con una textura crujiente en el exterior y muy jugoso en su interior, que a nadie dejará indiferente.

La receta, con alguna pequeña variación, la saqué del libro “Los Secretos del Pan Casero” de Esbieta, un libro que os recomiendo si os gusta la cocina, y más concretamente el mundo de las masas, porque ella es una maestra en este terreno y sus recetas nunca fallan.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la masa
-400gr. de harina de todos uso
-230gr. de agua tibia (36ºC)
-6gr. de levadura fresca
-una pizca de sal
-15gr. de azúcar

Para el aderezo
-5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
-1 manojo de perejil fresco
-5 dientes de ajo
-una pizca de sal para el aderezo
-sal en escamas para espolvorear por encima

Preparación:

En primer lugar diluimos el azúcar y la levadura en el agua tibia, después vertemos la mezcla en la cubeta de la panificadora, y añadimos la harina y la sal por ese orden.

Seguidamente seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina dura 90 minutos.

Mientras la panificadora realiza su tarea, aprovechamos para preparar el aderezo, para lo cual, lavamos bajo el grifo el manojo de perejil, lo secamos con papel de cocina, y le retiramos los tallos gruesos, quedándonos solo con las hojas y los tallos más finitos, los cuales echamos en el vaso de la batidora. Añadimos también los ajos pelados y sin el germen central, por último añadimos la sal y el aceite, y mezclamos todo con la batidora. Reservamos.

Cuando la masa esté lista, espolvoreamos harina sobre la superficie de trabajo, volcamos la masa de la cubeta, y desgasificamos. Después con un rodillo de cocina, la estiramos formando una lámina de aproximadamente 40x30cm. (como podéis ver en la foto de abajo no hace falta que os quede perfecta, jeje…)

A continuación echamos unas cucharadas de aderezo sobre la masa, y con la ayuda de un pincel de cocina, untamos bien por todas partes.



Después con un cortapizzas o un cuchillo, cortamos tiras de unos 4 ó 5cm. de ancho.


Seguidamente colocamos las tiras de masa en una bandeja de horno, unas a continuación de otras, formando un disco como el que se ve en la foto de abajo, y a continuación dejamos reposar en un lugar alejado de corrientes de aire, y con una temperatura cálida, hasta que doble el volumen. Si en casa no tenéis un sitio así, meted la bandeja dentro del horno encendido a 25ºC.



Una vez que el pan de ajo haya doblado su volumen, pincelamos por encima un poco más de aliño, espolvoreamos unas escamas de sal Maldon, y metemos en el horno precalentado a 190ºC, colocándolo en la parte inferior, con calor arriba y abajo, durante unos 30-35 minutos.

Yo en esta ocasión utilicé la panificadora porque me simplifica el proceso, ya que permite sacar la masa con el primer levado hecho, pero si no tenéis panificadora podéis usar la amasadora. El tiempo de amasado es de unos 20 minutos a velocidad mínima. Después solo tenéis que esperar a que la masa suba, duplicando su volumen, y lo siguiente, es estirarla, cortar tiras, formar el disco, dejar reposar de nuevo hasta que vuelva a doblar el volumen, y por último hornear.

Por supuesto que también se puede amasar a mano, no entraña mayor dificultad, simplemente el trabajo de estar amasando en torno a unos 20minutos, un trabajo que teniendo la panificadora, que deja perfectamente las masas, yo prefiero ahorrar.

Esto es todo por hoy, dentro de unos días volveré con una receta muy típica de mi tierra en las fechas que se avecinan, los carnavales, que están ya a la vuelta de la esquina.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

miércoles, 26 de enero de 2022

Patatas a la Riojana


El plato que os traigo hoy, hacía mucho tiempo que no lo preparaba, y no porque no nos guste en casa, al contrario, nos encanta, pero sin saber muy bien por qué últimamente no lo preparé, sin embargo el otro día, tenía el frigorífico a mínimos, solo había un par de chorizos y poco más.

Como las patatas, las cebollas y los ajos, los tengo siempre porque son de cosecha propia, pues ese día casi no había más alternativa que preparar este plato sí o sí, y como no tenía la receta publicada en el blog, le hice una foto, y hoy la comparto con vosotros, así que os dejo con la lista de ingredientes y su posterior desarrollo.  

Ingredientes:

-1kg. de patatas
-2 chorizos
-1 cebolla
-4 dientes de ajo
-1 hoja de laurel
-una cucharadita de pimiento choricero
-una pizca de pimentón dulce
-sal
-agua
-aceite de oliva

Preparación:

En primer ponemos una olla al fuego con un poco de aceite de oliva, no demasiado, porque luego el chorizo ya le aporta grasa, simplemente que cubra apenas el fondo de la olla.

Picamos muy finamente la cebolla, y la añadimos a la olla, junto con una hoja de laurel. Rehogamos a fuego bajo hasta que la cebolla esté bien pochadita, y después añadimos el ajo picado, dejamos que se dore un poco, y añadimos los chorizos cortados en rodajas, rehogamos el conjunto unos minutos más, y después apartamos el olla del fuego para que el aceite pierda algo de temperatura y añadimos una pizca de pimentón, mezclamos bien, y luego añadimos las patatas cortadas en trozos de unos 4 ó 5 cm.

Para cortar las patatas cuando estemos a mitad del corte, hacemos presión con el cuchillo, para que la patata rompa, y así suelte todo su almidón y nos quede al final una salsa espesita.

Una vez añadidas las patatas, cubrimos con agua fría, y añadimos también una cucharadita de pulpa de pimiento choricero. Después colocamos de nuevo la olla en el fuego y dejamos hervir el conjunto, durante aproximadamente 30 minutos, a fuego medio tirando a bajo, con la tapa de la olla sin que cubra por completo, sino que quede un respiro para que salga parte del vapor, y moviendo la olla de vez en cuando, para que la salsa engorde.

Cuando las patatas estén cocidas, apagamos el fuego, y dejamos que el guiso repose durante unos 10 minutos antes de consumir.

Es un plato muy humilde, pero muy rico y muy apetecible en días fríos de invierno como los que estamos viviendo, y más apetecible todavía si lo acompañamos de un tinto Rioja, y un pan artesano.

Pues esta ha sido mi propuesta de hoy. Dentro de unos días volveré con otra nueva receta, y mientras espero pasar por las cocinas de mis compañer@s que desde Navidad he estado un poco desconectada del mundo virtual.

Gracias por estar ahí. Un beso.

martes, 28 de diciembre de 2021

Zamburiñas a la plancha


Hola amigos. Espero que hayáis pasado bien la Nochebuena y el día de Navidad, pero como aun quedan fechas señaladas por delante antes de que finalicen las fiestas navideñas, hoy os propongo un plato de marisco que está delicioso y se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

Es de esos platos, en los que podemos esperar que los comensales estén sentados a la mesa, para comenzar a cocinarlos y que así los degusten en su punto.

Al tratarse de una preparación tan simple, el resultado final viene dado por la calidad de la materia prima, no solo del ingrediente principal, en este casa unas zamburiñas (o en su defecto unas volandeiras, de precio más asequible) sino también del aceite que conviene que sea de buena calidad, y por supuesto los ajos y un manojo perejil bien fresco para que le aporte todo su aroma.

Ingredientes (para 4 personas):

-12 zamburiñas
-150ml de aceite de oliva virgen extra
-40ml de vino blanco
-1 manojo de perejil fresco (solo las hojas)
-3 dientes de ajo
-sal maldon en escamas

Preparación:

Lo primero que haremos es prepar el aliño, para ello primero cortamos los ajos por la mitad, les retiramos el germen central, los pasamos por un prensa ajos, y los echamos en un bote de cristal con tapa.

Añadimos también al vaso, el aceite de oliva, el vino blanco, y las hojas de perejil finamente picadas, y agitamos enérgicamente hasta conseguir una especie de vinagreta. Reservamos.

Aparte, retiramos las zamburiñas de las conchas, lavando bien estas y secándolas con papel de cocina porque es dónde vamos a presentar el plato.

Lavamos también la carne de las zamburiñas, asegurándonos bien de que no lo queden restos de arena, las secamos un poco con papel de cocina, y las colocamos sobre la plancha bien caliente, con unas gotas de aceite de oliva.

Las dejamos hacer menos de un minuto por cada lado, y luego las colocamos cada una en una concha, echamos por encima un poco del aliño (agitamos de nuevo el bote de cristal antes de utilizar el aliño) y por último unas escamas de sal maldon, y acto seguido a servir y disfrutar.

No me digáis que no es un plato bien sencillito, y lo mejor es que está para chuparse los dedos.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero volver con una nueva receta antes de fin de año, pero si no tengo tiempo, desearos a todos que tengáis una buena salida y entrada de año.

Un beso

sábado, 11 de diciembre de 2021

Crema de queso azul con uvas y nueces caramelizadas


Se acercan las fiestas navideñas, y la receta que os traigo hoy resulta perfecta como entrante. Se trata de una crema de queso azul que lo ideal es prepararla la víspera para que tenga la consistencia adecuada y se asienten los sabores. 

Las nueces que la acompañan también se pueden caramelizar con antelación y así en el último momento solo habría que presentarla en recipientes individuales y ya tenéis este entrante listo para servir a la mesa, y así disponéis de más tiempo para preparar el resto de platos, que son fechas en las que suele haber mucho trajín en la cocina.

Si os gusta el contraste de sabores y texturas, este entrante os encantará, y aunque lleva queso azul, que tiene un sabor muy pronunciado, como se utiliza poca cantidad para hacer la crema, en el resultado final se nota pero no tiene un sabor fuerte.

Sin más dilación os detallo la lista de ingredientes y los pasos a seguir para su elaboración.

Ingredientes:

Para la crema

-250ml. de nata para montar (35% M.G.)
-60gr. de queso de untar tipo philadelphia
-30gr. de queso azul
-sal
-pimienta molida

Para las nueces caramelizadas

-1 ½ vasos de nueces pecanas
-1 vaso de azúcar
-1/3 vasos de agua
-zumo ½ limón

Decoración:

-uvas
-nueces caramelizadas

Preparación:

La víspera comenzamos realizando la crema, para ello ponemos un cazo a fuego medio, añadimos la nata y los dos quesos, removemos para que se fundan los quesos y se integren en la mezcla. Dejamos cocer unos 10 minutos hasta que comience a espesar, en ese momento añadimos una pizca de pimienta molida y una pizca de sal, y continuamos con la cocción otros 10 minutos más aproximadamente, pero bajando el fuego al mínimo. Cuando la mezcla haya espesado lo suficiente, retiramos del fuego, y cuando enfríe la pasamos a un bote de vidrio con tapa y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

Aparte tenemos que caramelizar las nueces, para ello ponemos el azúcar, el agua y el zumo de limón en una olla a fuego bajo. Cuando al hervir se empiecen a formar burbujas, añadimos las nueces y con una cuchara de madera removemos continuamente.

Al principio notaremos que el azúcar se va caramelizando, y transcurridos unos minutos ese caramelo que se había formado se cristalizará, es como si se secara y se hubiera adherido a las nueces, eso es señal de que todo va bien, pero todavía no hemos terminado, tenemos que seguir removiendo hasta que se produzca la siguiente fase, en la cual el azúcar que ya se había adherido a las nueces, recupera el brillo perdido al cristalizarse, en ese momento apagamos el fuego, e inmediatamente extendemos las nueces en la encimera sobre papel de hornear, o sobre un tapete de silicona. Cuando estén frías las guardamos en un bote de vidrio con tapa.

Finalmente solo nos queda la presentación, para ello colocamos un poco de crema de queso en el fondo de recipientes individuales (en este caso utilicé unas cucharillas de aperitivo) y encima colocamos la mitad de una uva fresca y una nuez pecana caramelizada tal y como se ve en la foto, y listo para servir a la mesa y sorprender a vuestros invitados.

Y esto ha sido todo por hoy. En unos días vuelvo con una nueva receta.

Un abrazo.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Pizza de atún, cebolla y aceitunas negras

Desde julio del año 2015 que empecé con el blog, hasta la fecha, no había publicado la receta de ninguna pizza. La de hoy es la primera, y eso que las preparo con cierta frecuencia, y tienen mucho éxito en casa, así que entre la larga lista de recetas que tengo pendientes de publicar, he pensado que ya era hora de darle visibilidad a las pizzas.

La masa que utilizo es siempre la misma, es una masa de pan que me da muy buen resultado, y cuando algo funciona para qué cambiar. Digo esto, porque a la pizza, muchas veces terminamos poniéndole  restos de ingredientes de otras recetas que tenemos en el frigorífico, para evitar que se estropeen, al menos en mi caso sucede así, de modo que tener una base de pizza que dé buen resultado es ideal, porque después el relleno cada uno le pone el que quiera, y en ese sentido, esta masa es ideal.

Tengo pendiente, eso sí, de probar una masa de fermentación lenta, que no necesita amasado, y a simple vista queda espectacular, pero de momento todavía no hice ningún experimento con ella. En todo caso si me da resultado la utilizaré en determinadas ocasiones, pero la que vengo usando siempre, por muy buenos resultados que obtenga con la otra, la seguiré usando porque es más rápido el proceso y el resultado magnífico.

La pizza elegida para esta ocasión lleva unos ingredientes que casan muy bien, y son los que os paso a detallar sin más dilación.

Ingredientes:

Para la masa
-240gr. de harina de fuerza
-150ml. de agua
-1 cucharada de aceite de oliva
-1 cucharadita de sal
-12gr. de levadura fresca de panadería (ó ½ sobre de levadura seca de panadería)

Para el relleno
-1 cebolla mediana
-80gr. de atún en aceite de oliva (peso escurrido)
-1 puñado de aceitunas negras deshuesadas
-180gr. de mezcla de quesos (en mi caso emmental, gouda y mozzarella)
-70gr. de tomate triturado
-orégano seco

Preparación:

Empezaremos preparando la masa, y en mi caso pese a que tengo panificadora, y para hacer masas es ideal, por comodidad y para acelerar el proceso, utilizo la thermomix. Para ello echo el agua, la sal y el aceite de oliva en el vaso, y programo 3 minutos/ temperatura 37º/velocidad cuchara. Después añado el resto de ingredientes, es decir, la harina y la levadura, y programo 3 minutos/función amasar. Una vez terminado de amasar, guardo la masa en un cuenco untado en aceite, y lo cubro con papel film para que la masa haya doblado el volumen.

Si no tenéis robot de cocina para preparar la masa, se amasa perfectamente a mano, para ello echáis en un recipiente amplio la harina previamente tamizada y la sal, removéis con una cuchara de madera para mezclar, y luego  hacéis un huevo en medio como si se tratase del cráter de un volcán, y añadís en él el agua tibia, en la cual habréis desleído previamente la levadura. Después vais mezclando con la ayuda de una cuchara de madera en un principio, y luego cuando se empiece a formar una bola, seguís amasando en la encimera, con las manos, durante unos diez minutos. A continuación guardáis la masa en un cuenco untado en aceite y lo tapáis para evitar que entren corrientes de aire, y ya solo queda esperar que la masa doble su volumen,  en ese momento estará lista para seguir con la preparación de la pizza.

Con la masa ya lista, el siguiente paso consiste en precalentar el horno, con calor arriba y abajo, a 250º.

Mientras el horno se va calentando, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo, dándole la forma deseada (en este caso yo la hice  redonda, pero otras veces la hago rectangular), y la colocamos sobre la bandeja.  Sobre esta base extendemos el tomate triturada, y sobre él espolvoreamos orégano seco al gusto.

Seguidamente añadimos el atún desmenuzado, la cebolla cortada en juliana fina, y las aceitunas (enteras o cortadas por la mitad, al gusto de cada uno)

Por último distribuimos el queso por toda la superficie, y horneamos con la bandeja del horno situada sobre la base del mismo, es decir, la bandeja, en contacto con la base del horno. Esto último es importantísimo para que la base de la pizza salga crujiente.

Finalmente cuando veamos que la pizza está lista, en mi horno en torno a los 12-15 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe un poco y podamos dar buena cuenta de ella.

Nada más por hoy, nos vemos en unos días con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.

Un abrazo.

domingo, 17 de octubre de 2021

Revuelto de gambas y espárragos trigueros



Me encantan los revueltos, porque además de ser muy ricos, se preparan en un abrir y cerrar de ojos, y resuelven una comida sin apenas trabajo.

Los preparo con muchas cosas, pero el que os traigo hoy es de gambas y espárragos trigueros.

Sé que no estamos en temporada de espárragos, pero en la actualidad los encontramos en el supermercado en cualquier época del año, así que esta receta que llevaba tiempo en la carpeta de borradores, ve hoy a la luz.

Los ingredientes que necesitaréis para preparar este delicioso revuelto son los siguientes:

-8 huevos de corral
-1 manojo de espárragos trigueros
-300gr de gambas peladas
-4 dientes de ajo o bien un manojo de ajos tiernos
-aceite de oliva virgen extra
-sal
-pimienta negra recién molida (en mi caso una mezcla de 5 pimientas)

Preparación:

Antes de nada, aclararos que en la lista de ingredientes menciono 4 ajos, o bien un manojo de ajos tiernos, y la razón es que hay gente que no le gusta un sabor tan pronunciado a ajo, y en este caso una opción es sustituirlos por un manojo de ajos tiernos, o sino, añadir los cuatro ajos cortados por la mitad, y luego antes de añadir los huevos, retirarlos. De esta manera el aceite se impregna del sabor del ajo, y nos aseguramos de no encontramos el ajo en la boca.

Aclarado lo anterior, lo primero que debemos hacer es cubrir el fondo de una sartén con aceite de oliva y colocarla al fuego. Cuando el aceite esté caliente añadimos las gambas, le damos un par de vueltas por ambos lados y reservamos.

En el mismo aceite añadimos los ajos cortados en láminas, cuando empiecen a dorarse, bajamos el fuego y añadimos los espárragos trigueros limpios y cortados en trozos. Si optamos por añadir ajos tiernos, los añadimos también después de retirar las gambas, los dejamos durante un par de minutos, y acto seguido añadimos los espárragos. Mantenemos el fuego bajo, removiendo el contenido de la sartén con frecuencia.

Cuando los espárragos estén tiernos, añadimos las gambas que teníamos reservadas, mezclamos, salpimentamos el conjunto, y añadimos los huevos ligeramente batidos. Seguidamente removemos, estando muy atentos a retirar del fuego, cuando los huevos estén cuajados, pero sin que queden secos.

Se sirven en caliente acompañados de un buen pan artesano a ser posible.

Y con esta sencilla receta me despido por hoy. Espero que os haya gustado. Dentro de unos días nos vemos con una nueva receta.

Hasta entonces, un saludo.

domingo, 3 de octubre de 2021

Tortitas de Camarones


Hoy os traigo una receta típica del Sur de nuestro país, que está para chuparse los dedos, me refiero a las tortitas de camarones.

Aquí por el Norte es muy complicado encontrar camarones frescos, que sería lo ideal, pero sirven también los camarones cocidos o congelados.  Los que yo utilicé eran congelados, y la cabeza se la retiré, lo cual no debe hacerse, pero a mí me da repelús ;)

La primera vez que probé estas tortitas fue en un bar en Valladolid, y me gustaron tanto que después en cuanto conseguí los camarones la puse en práctica.

La receta la saqué de la red, pero no recuerdo de dónde y ahora no la encuentro, por eso no cito lo fuente, pero fue de las recetas consultadas la que más me convenció, y después de probar el resultado  comprobé que la intuición no me había fallado, porque estaban exquisitas, mucho más ricas todavía que las que probé en aquel bar de Valladolid.

Creo que la diferencia en buena parte radica en utilizar harina de garbanzo recién molida, y eso lo conseguimos moliendo los garbanzos en un robot de cocina, yo lo hice en la thermomix. Mejor esto que comprar la harina de garbanzos en el supermercado.

Cuánto más líquida sea la masa, más se expandirá en la sartén y más finas y crujientes saldrán las tortitas, pero también absorben más aceite y resultan más indigestas. Estas ni son muy finitas ni muy gruesas, y para mí gusto resultan ideales, de todos modos si os gustan más finas, añadid una ó dos cucharadas más de agua a la masa.

Ingredientes:

-150gr. de camarones
-100gr. de harina de trigo
-100gr. de harina de garbanzo
-250ml. de agua fría
-1 cebolla dulce, pequeña (si es grande ½ cebolla)
-unas ramas de perejil fresco
-aceite de oliva virgen suave para freír
-sal

Preparación:

Limpiamos la cebolla y la picamos finamente. Reservamos.

Lavamos el perejil, retiramos las hojas,  desechando los tallos, las picamos finamente y reservamos también.

En un cuenco añadimos la cebolla picada, las hojas de perejil picadas, la harina de trigo, la harina de garbanzos, y una pizca de sal. Mezclamos bien con una cuchara de madera, y por último añadimos el agua y mezclamos hasta obtener una masa homogénea. Después añadimos los camarones, mezclamos un poco, y dejamos reposar la masa en el frigorífico durante 1 ó 2 horas.

Transcurrido el tiempo de reposo, ponemos una sartén grande al fuego, cubrimos la base con aceite, y cuando esté el aceite bien caliente, pero sin que llegue a humear, vamos echando cucharadas de masa. Como es una masa bastante blanda, se expandirá en la sartén formando la tortita.

Dejamos que se hagan por un lado, y luego le damos la vuelta para que se doren por el otro. Después la retiramos del aceite, y las pasamos a una fuente sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Así hasta terminar con toda la masa, y después servir en caliente, que es como más ricas están.

La verdad es que es una receta deliciosa, ideal para un día de fiesta o celebración, y aunque no es precisamente barata, pues los camarones son carísimos,  como se necesita poca cantidad se puede uno permitir un capricho de vez en cuando.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta.

Un abrazo.