El pollo asado es
de esas recetas que nunca fallan, y que gustan a casi todos. Poca gente conozco
que no le guste la carne de pollo asada, haciendo memoria solo a un primo que
en una ocasión que estuvo ingresado en el hospital, cuando fui a visitarlo se quejaba
de que le daban mucho pollo y que él la carne de pollo no la probaba.
A mí por el
contrario, y pese a que no soy muy carnívora, el pollo me gusta de cualquier
manera, incluso simplemente cocido en agua, pero tengo que reconocer que cómo
más me gusta es asado, y lo que más me gusta es la piel bien churrascadita y
crujiente.
Hasta que hace
unos años compramos un horno de leña en la localidad zamorana de Pereruela, lo
preparaba en el horno eléctrico, y está muy rico, pero ahora lo preparamos
siempre en el horno de leña, y tiene un sabor diferente, no sabría cómo
describirlo, pero se le nota y no solo
con el pollo o las carnes en general, con las pizzas por ejemplo el resultado
es espectacular.
Cuando compramos
el horno de leña compramos también un recipiente para asar pollos precisamente,
es como un plato circular de barro con
un saliente en la parte central, también de barro, sobre el que se coloca e el
pollo sentado y así la piel queda
crujiente por todos los lados, sino la parte que tocaba la bandeja quedaba en
contacto con el líquido que suelta el pollo durante la cocción y no tenía esa
textura crujiente.
Ese saliente
central sobre el que se asienta el pollo, es también de barro, y ya sabéis que
el barro alcanza altas temperaturas, con lo cual, al ir introducido dentro del
pollo, ayuda a que se haga bien por dentro.
Este asador de
pollos como es de barro en su totalidad, se puede usar tanto en hornos de leña,
de gas o eléctricos, e incluso en cocinas de inducción, de manera que aunque no
tengáis el horno de leña, si os interesa adquirir un asador de estos o
cualquier otro recipiente de barro, como también venden online, os dejo el
enlace aquí.
Y sin más paso a
detallaros los ingredientes que necesitáis para preparar la receta de hoy.
-1 pollo entero eviscerado
-4 patatas
grandes ó 5 medianas
-1 cebolla
-sal
-1/2 limón
Preparación:
La víspera con un
soplete de cocina quemamos bien cualquier resto de plumas que traiga el pollo,
después lo lavamos, los secamos con un paño limpio, y por último salamos por
dentro y por fuera, y lo guardamos en
la nevera hasta el día siguiente.
Al día siguiente
encendemos el horno, para ello utilizamos papel de periódico arrugado, y encima
de él colocamos pequeñas ramas, encendemos el fuego y cuando la leña empiece a
consumirse vamos colocando troncos más grandes, pasados unos minutos, cuando
veamos que el fuego está lo suficientemente avivado, cerramos la puerta con la
rendija abierta y el tiro abierto, y esperamos a que se consuma toda la leña.
Cuando esté a
punto de consumirse la leña, comprobamos la temperatura del horno, debe estar
sobre 200º, si no la ha alcanzado añadimos algo más de leña, y después de que
haya ardido toda ya estará seguramente en los 200º, o posiblemente más.
Otra forma de saber si la temperatura del horno es la adecuada para introducir los alimentos, es comprobar que la bóveda esté blanca, pues cuando empezamos a encender el fuego se pone toda oscura por el humo, y llega un momento en que se vuelve blanca, ese es sin duda el mejor indicativo de que el horno está listo para cocinar. Ahora será el momento de extender las brasas por la base del horno, para que se caliente uniformemente, cerramos la puerta y la rendija, cerramos también el tiro, y esperamos cinco minutos.
Durante ese
tiempo de espera, pelamos las patatas, las cortamos en rodajas algo gruesas y
las salamos. Asimismo pelamos la cebolla.
Después colocamos
dentro del pollo medio limón, y lo introducimos en el asador. En la base del
mismo colocamos las cebollas y la patatas mezcladas, añadimos un chorro de aceite de oliva virgen extra por
encima, y medio vasito de agua.
A continuación
apartamos las brasas del horno a un lado y colocamos el pollo dentro, en un
principio cubierto con papel de aluminio para que se vaya haciendo poco a poco
por dentro y no se queme la piel, después cuando veamos que al pinchar con un
tenedor ya está hecho por dentro, sacamos el papel de aluminio y dejamos unos
minutos más el pollo destapado dentro del horno, para que la piel termine de hacerse,
y coja ese color dorado y esa textura crujiente que caracteriza a los pollos
asados.
En esta ocasión
el pollo tardó en hacerse unos 50 minutos, pero eso dependerá un poco del
tamaño del ave. A media cocción siempre conviene darle la vuelta al asado,
para que se haga por todas partes igual.
Y poco más, de
esta manera tan sencilla, conseguiréis un pollo asado crujiente, doradito y
delicioso, que acompañado de las patatas y una sencilla ensalada hará las
delicias de los paladares más exigentes.
Si usáis un horno
eléctrico o uno de gas, obviamente el procedimiento es el mismo, en torno a
200º de temperatura, y unos 50 minutos de horneado para un pollo mediano,
dándole la vuelta a media cocción, y tapado con papel de aluminio hasta los 10
últimos minutos aproximadamente para que se haga bien por dentro primero, y
después lo retiramos para que la piel se dore y se vuelva crujiente.
Por último, antes de terminar me gustaría dedicar la receta de hoy a Paqui Garrote, que comparte muchas de mis recetas en su grupo de facebook. Ella y su familia son los dueños de la Alfarería La Fábrica en Pereruela (Zamora), cuyo enlaces os dejé más arriba por si os interesa adquirir algún utensilio de barro para vuestra cocina. Siendo así no dejéis de contactar con ellos pues son gente muy amable, servicial y de confianza.
Esta familia tiene también dos casas de turismo rural en esta localidad zamorana, una zona muy interesante desde el punto de vista turístico, pues no muy lejos está Fermoselle y los famosos Arribes del Duero, y la capital, Zamora, está a tan solo 15 kilómetros.
Y poco más por hoy, nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. ¡Os espero!
Feliz semana a tod@s