Después de unos
días bastante desconectada del mundo virtual, sin que haya un motivo concreto,
simplemente por cansancio y desgana, tal vez debido a que por fin la
primavera hizo acto de presencia en
todo su esplendor, y con ella la astenia propia de esta época, aunque pese a
ello y a las alergias, sigue siendo mi estación preferida, así que retomo la
actividad en el blog con más ganas que nunca, y para hoy os propongo una receta
que a pesar de ser típica de mi tierra, hace muy poco tiempo que la degusté por
primera vez. Os hablo de la “carne ó caldeiro”
Aquí en Galicia
no hay feria o romería que se precie, que no cuente con al menos un puesto de
pulpo, en el que además de ofrecer el tan conocido “pulpo á feira” es frecuente
que ofrezcan también churrasco y “carne ó caldeiro”
Al principio
tenía ciertas reticencias a comer carne de res cocida en agua y ese fue el
principal motivo por el que he tardado tanto en decidirme a probar este plato,
y cuando hace algo más de un mes me lo ofrecieron en un local de menú del día
me atreví con él y logré comer casi la
mitad, y teniendo en cuenta lo tiquismiquis que soy ya fue un logro.
El por qué me da
repelús comer carne de vacuno cocida no lo sabría decir, quizás se deba a que
en casa cuando comíamos esta carne casi siempre era o bien en guisos, para lo
cual había sido rehogada en aceite previamente, o bien en las brasas, a la
parrilla.
Desde esa primera
experiencia en el restaurante, ya he preparado este plato en casa dos veces, y
seguro que quedan muchas más... El día que me lo dieron en el restaurante me
gustó lo suficiente como para comer casi la mitad del plato, y luego la primera
vez que lo preparé en casa me gustó aun más, y la segunda vez más todavía, y es que hay que ir dejando
atrás los prejuicios absurdos con la comida, y más ahora que en el carrefour ya
venden gusanos e insectos, jeje…
Bueno, no me enrollo más
y os dejo con la receta, veréis qué fácil es
Ingredientes:
-1kg. de carne de
falda de ternera preferiblemente con hueso
-1/2 kg. de
patatas
-1 trozo de "unto" no muy grande (si no encontráis utilizad un trozo de tocino)
- aceite de oliva
virgen extra
-sal gruesa
- Pimentón de la
Vera
Preparación:
Como suele
ocurrir en platos tan sencillos y con tan pocos ingredientes como este, es
conveniente que los ingredientes sean de buena calidad, no solo la carne, sino también el pimentón y el aceite con el que la
aliñamos. De la calidad de la materia prima dependerá en gran medida el
resultado final.
En la carnicería
pedid carne de ternera para cocer, y que os la den en una sola pieza, luego
la troceáis una vez cocida.
Aclarado lo
anterior, procedemos con la elaboración del plato, para lo cual ponemos una
olla grande con agua al fuego, añadimos un trozo pequeño de unto y un poco de
sal (no mucho porque luego salamos por encima cuando la aliñemos) Cuando comience a hervir añadimos la carne y dejamos
que se cueza a fuego medio procurando que esté todo el tiempo cubierta de agua,
hasta que esté tierna. En ese momento la retiramos a otra olla u otro cuenco
donde no pierda el calor, y añadimos un chorro del agua de cocción.
En el agua que
queda en la olla en la que hemos cocido la carne, añadimos las patatas, peladas
y enteras, dejamos cocer durante aproximadamente 20 minutos. Cuando estén
cocidas las retiramos a una fuente junto con la carne, espolvoreamos por encima
un poco de sal gruesa, un poco de pimentón dulce (yo además del
dulce le pongo una pizquita del picante), y regamos por encima con un chorro
generoso de un buen aceite de oliva virgen extra, y listo ya para servir a la
mesa.
Una última
recomendación, el agua sobrante de cocer la carne no la tiréis, la podéis
congelar en un tupper para utilizarla cuando necesitéis un fondo de carne, o
bien para hacer una sopa por ejemplo.
Como veis una
receta de lo más sencilla y saludable que os animo a preparar.
Y por hoy nada
más, nos vemos con una nueva receta dentro de unos días, espero que no tantos
como en esta ocasión, mientras que seáis muy felices.
Un abrazo.