La sopa
castellana es uno de esos platos tradicionales que se van transmitiendo de
generación en generación. Es sencillísima de preparar y sienta muy bien al
cuerpo en un frío día de invierno, o después de un día de excesos
gastronómicos. Por otra parte utiliza ingredientes muy sencillos que siempre
tenemos por casa, y otra ventaja es que nos sirve para aprovechar los restos de
pan del día anterior.
Este plato tiene años de historia, y origen humilde, pues al parecer surgió en tierras zamoranas, en época de escasez de alimentos, en los que la clase trabajadora no tenía nada que echar a la olla más que pan sobrante, duro como una piedra y ajos, y así haciendo de la necesidad virtud, surgió un plato que ha ido evolucionando hasta el día de hoy, que se ha enriquecido con la incorporación de otros ingredientes como los huevos, el jamón y/o el chorizo, convirtiéndolo así en un plato mucho más completo, pero sigue siendo en esencia, un plato humilde, como lo fue en sus orígenes.
Vamos ya con la receta.
Ingredientes
(para 4 personas):
-100gr. de jamón curado en taquitos
-1 chorizo en taquitos
-4 huevos de gallina
-12 dientes de ajo (1 cabeza grande ó 2 pequeñas)
-1 cucharadita de pimentón dulce
-2 litros de caldo de ave o de jamón
-aceite de oliva virgen extra
Para el caldo:
-2 carcasas de pollo si es un caldo de ave ó 1 codillo de jamón curado si es caldo de jamón
-2 puerros
-2 zanahorias
-1 rama de apio
-sal
-2 carcasas de pollo si es un caldo de ave ó 1 codillo de jamón curado si es caldo de jamón
-2 puerros
-2 zanahorias
-1 rama de apio
-sal
Preparación:
Primero tenemos
que hacer el caldo, para ello cocemos las carcasas de pollo o el codillo de jamón, los puerros y las zanahorias y la rama de apio en abundante agua, luego con una cuchara sacamos la
grasa que tenga en la superficie, lo pasamos por un colador y reservamos.
A parte, cubrimos
el fondo de una olla con aceite de oliva y echamos los dientes de ajo
laminados, pasados un par de minutos añadimos el jamón y el chorizo cortado en
daditos y rehogamos todo junto, luego apartamos del fuego para que baje un poco
la temperatura del aceite para añadir
el pimentón y que éste no se queme.
Cuando se haya disuelto el pimentón
en el aceite, llevamos de nuevo al fuego, añadimos el pan cortado en trozos,
rehogamos un poco el pan en el aceite, y acto seguido añadimos el caldo que teníamos
reservado. Cuando empiece a hervir, salamos al gusto y luego escalfamos en la sopa 4 huevos (1 por
persona), tapamos y pasados unos minutos, cuando el huevo esté cuajado, apartamos del fuego y dejamos reposar. Servimos en caliente.
Se puede utilizar
agua en vez de caldo, es más rápido, pero yo os recomiendo el caldo, porque le
da más sustancia al plato, y bien desgrasado no tiene por qué añadir
calorías. Si no disponemos de tiempo
para hacer el caldo, podemos hacerlo el día anterior, y sino también existe la
posibilidad de utilizar los caldos de los que venden en brick, en cambio las famosas pastillas de caldo no os las recomiendo porque no son nada sana.
El pan, conviene
que sea pan candeal conocido también por esta zona como pan de Castilla, pero si tenéis dificultad para adquirirlo, serviría también una barra de pan. En cuanto a la
cantidad que se utiliza, yo he usado aproximadamente 180gr. pero aquí va un
poco por gustos, hay a quien le gusta la sopa más suelta, y a quien le gusta más
espesita, por lo tanto la cantidad de pan que os indico es orientativa
Y nada más por
hoy, espero que os haya gustado la receta, y si es así, os animo a ponerla en
práctica, porque es muy fácil y está muy rica.
Un saludo y hasta la próxima.