Hoy vengo con una
receta de caza, aunque en esta época del año en la zona donde vivo ya estamos
en veda. La temporada aquí finalizó hace poco, en enero tan solo se llevan a
cabo algunas batidas de zorro, que abunda bastante por estas tierras.
Aquí además de
caza menor, también hay algo de caza mayor, principalmente jabalí, de manera que por estas fechas en
más de un arcón frigorífico habrá carne de caza, y tratándose de un animal de
la envergadura del jabalí, no poca
precisamente, si bien es cierto que por lo general eso no supone un problema,
porque los miembros del coto de caza organizan comidas periódicamente que le
encargan a algún empresario hostelero del lugar. A esas comidas puede acudir el
que quiera, previo pago lógicamente, de esa manera sufragan parte de los gastos
de la temporada.
Si alguno de los
que me leéis tenéis carne de jabalí en el congelador y no sabéis qué hacer con
ella o siempre termináis preparando la misma receta y ya os aburre, os propongo
una manera diferente de preparar el jabalí: en albóndigas. De esta forma además podéis aprovechar las
partes menos nobles del animal, que no por ello de inferior calidad.
En mi caso, ni
soy aficionada a la actividad cinegética, ni nadie en mi familia la practica,
al menos que yo sepa, pero desde hace
unos años nos regalan en época de caza algo de carne de jabalí y de corzo, así
que había que ir dándole salida, y en esta ocasión he elegido esta receta, que tiene un 50% de aportación propia, y el restante 50% es una compilación de diferentes recetas que circulan por la red.
Respecto a la
preparación de la caza, conviene saber que cualquier carne de caza mayor debe
congelarse previamente antes de cocinarla, pues es una carne más prieta y más
dura, de modo que al congelarse se rompen las fibras y se ablanda.
Además la caza
tiene un sabor tan característico que conviene marinarla para que pierda parte
de su gusto original y éste se matice con el aroma de los ingredientes usados
en el marinado. En mi caso al tratarse de albóndigas no he procedido al
marinado, si bien la he dejado reposar un tiempo antes de degustarla para que
terminen de asentarse los sabores. Es el típico plato que está mejor de un día
para otro.
Si tenéis
oportunidad, y os animáis a preparar estas albóndigas de jabalí os dejo la
receta.
Ingredientes:
Para las
albóndigas
-2kg. de carne de
jabalí
-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-3 huevos de
corral
-pimienta molida
-perejil fresco
picado
-1/2 copa de vino
de oporto
-sal
-harina de trigo
para rebozar
-aceite de oliva
virgen extra para freír
Para la salsa
-1 puerro
-1 zanahoria
-2 cebollas
-3 dientes de ajo
-2 tomates
triturados
-1 ½ copas de vino tinto
-1 copa de vino
de oporto
-1 trufa negra
-pimienta molida
-perejil fresco
picado
-tomillo en rama
-1 hoja de laurel
-1 cucharadita de
harina de trigo para espesar la salsa
-aceite de oliva
virgen extra
Preparación:
En primer lugar preparamos las albóndigas, para ello cubrimos con aceite de
oliva virgen extra el fondo de una sartén y la ponemos al fuego, cuando el
aceite esté caliente añadimos la cebolla picada finamente y rehogamos unos
minutos. Después añadimos los ajos pasados por un prensa ajos o bien picados
muy finamente, mezclamos unos segundos, retiramos del fuego y reservamos.
Seguidamente echamos la carne de jabalí picada en un cuenco, la
salpimentamos, le añadimos los huevos, el perejil fresco picado, el vino de
oporto y finalmente el sofrito de cebolla y ajo que teníamos reservado en la
sartén. Amasamos con las manos, y luego cogemos pequeñas porciones y las
pasamos por harina de trigo.
A continuación ponemos una olla al fuego y cubrimos el fondo de la misma con aceite de oliva virgen extra, cuando el
aceite esté caliente añadimos las albóndigas y les vamos dando la vuelta hasta
que estén doradas por todos lados. Luego las retiramos a una fuente y
reservamos.
Después en el mismo aceite en que hemos dorado las albóndigas, preparamos
la salsa, para lo cual sofreímos la zanahoria, el puerro, las cebollas y los
ajos todo ello picado muy finamente, y añadimos también la hoja de laurel.
Cuando todas las verduras estén rehogadas incorporamos el tomate triturado,
mezclamos bien y dejamos que se haga todo junto unos minutos a fuego bajo, y
luego añadimos una pizca de harina de trigo (aproximadamente una cucharadita),
rehogamos un par de minutos más, y a continuación incorporamos el vino tinto y
el vino de oporto, la pimienta, el perejil fresco, el tomillo, y la trufa negra
picada muy finamente o incluso rallada. Cuando empiece a hervir bajamos el
fuego al mínimo, añadimos la sal e incorporamos las albóndigas y dejamos que se
terminen de hacer a fuego muy bajo durante 30 minutos aproximadamente. Por
último rectificamos de sal, retiramos la hoja de laurel y la rama de tomillo, y
listas para emplatar y servir.
Como veis es una receta un tanto laboriosa, pero sin apenas dificultad, y
el resultado, a decir de los comensales que las probaron, estas albóndigas
están exquisitas. Yo para ser sincera no puedo opinar al respecto, pues no como
carne de caza, a duras penas compruebo el punto de sal, y de ahí no paso. A
veces ni eso, si tengo alguien a quien encomendarle esa labor no la realizo yo,
jeje...
Y por hoy nada más, en unos días nos vemos con nueva receta. Os espero a
tod@s.
Un abrazo