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domingo, 21 de mayo de 2023

Tarta Red Velvet con frutos rojos y frosting de queso

La receta de hoy me hace especial ilusión tenerla en el blog, porque fue la tarta que decidí preparar cuando a principios de este año una amiga me pidió si le hacía una tarta para las bodas de oro de sus padres.

Desde el principio supe que tenía que tratarse de una tarta con la suficiente consistencia y firmeza, pues había que trasladarla al lugar del convite, con lo que eso significa.

Paralelamente una amiga que conocí hace ya unos años en la blogosfera (espero algún día dar el paso del mundo virtual al real, y tomarme un café con ella) coincidió que por esas fechas publicó el video de una tarta Red Velvet. Os hablo de Puri, la autora del blog; willyviajera

Desde el principio que vi el video que subió Puri, supe que esa iba a ser la tarta elegida, porque reunía los requisitos de consistencia y firmeza que necesitaba, y aunque nunca había hecho la tarta Red Velvet (la había probado en un par de ocasiones, pero nunca la había preparado yo), viniendo la receta de Puri, sabía que iba a acertar, como así ha sido.

Un par de semanas antes de las bodas de oro de los padres de mi amiga, coincidió que estaba de cumpleaños el hijo de otra amiga, y también le hice yo la tarta. ¿Adivináis cuál fue la tarta elegida…? Pues sí, ha sido la Tarta Red Velvet, porque aunque de Puri me fio totalmente, quería hacer un ensayo primero, y no había mejor ocasión para ello.

El resultado ha sido del todo satisfactorio, a la gente le encantó, y a mí también me gustó, más que las que recordaba haber comido en su día.

Así que llegados a este punto solo me queda indicaros la lista de ingredientes, y la posterior elaboración, y por supuesto darle las gracias a Puri, y recomendaros que visitéis su blog y os suscribáis a su canal, porque tiene recetas muy variadas, tanto dulces como saladas. Para ver el vídeo de esta tarta que subió Puri, pinchad aquí.

Ingredientes:

Para el bizcocho

-300gr. de harina de repostería
-20gr. de cacao puro en polvo
-1 cucharadita de levadura química Royal
-una pizca de sal
-2 huevos
-300gr. de azúcar
-200ml. de aceite de oliva suave (el mío de Aceites Abril)
-1 cucharadita de pasta de vainilla (en su defecto sustituir por esencia de vainilla)
-butter milk (240gr. de leche entera y 30gr. de zumo de limón)
-colorante en gel rojo
-3 cucharaditas de vinagre de manzana
-1 cucharadita de bicarbonato

Para el frosting de queso:

-200gr. de mantequilla
-300gr. de queso crema (el mío de Quescrem)
-200gr. de azúcar glas
-1 cucharadita de esencia de vainilla
(Opcional)
-6 hojas de gelatina
-40ml. de leche entera

Para el relleno y la decoración

- frosting de queso 
-frutos rojos (fresas, frambuesas y arándanos)

Elaboración:

Comenzaremos preparando el bizcocho, para ello primero preparamos la butter milk añadiendo a un cuenco 240gr. de leche entera y 30gr. de zumo de limón. Removemos con una cuchara y dejamos reposar como mínimo 10 minutos.

En un recipiente aparte mezclamos los ingredientes secos; la harina, el cacao, la levadura en polvo y la sal, y reservamos.

En otro recipiente batimos los 2 huevos con el azúcar hasta que espumen, después le añadimos el aceite y la pasta de vainilla y seguimos batiendo. Reservamos.

Al cuenco donde teníamos la butter milk en reposo le añadimos colorante rojo en gel y mezclamos hasta obtener un color rojo intenso. Dado que el bizcocho en el horno pierde intensidad de color, si le echáis muy poco después no saldrá con el color rojo que estamos buscando. En todo caso si os quedáis cortos con el colorante, no os preocupéis que más adelante tendréis la ocasión de añadirle más.

Continuamos con la elaboración del bizcocho, y ahora le añadiremos al cuenco que contiene los huevos, la butter milk coloreada de rojo, mezclamos un poco y seguidamente vamos añadiendo poco a poco la mezcla de harina, cacao, levadura y sal que teníamos reservada. Cuando esté todo integrado, desleímos en tres cucharaditas de vinagre de manzana, una cucharadita de bicarbonato, y lo añadimos a la mezcla anterior.

Antes de meterlo en el horno, nos fijamos que la masa del bizcocho tenga un intenso color rojo, si no es así le añadimos un poco más y lo integramos hasta tener un tono homogéneo.

Finalmente vertemos la masa en un molde, con papel de hornear en la base, y untado con mantequilla y espolvoreado de harina en los laterales, y lo llevamos al horno precalentado a 180ºC en la parte central del mismo.

En el momento de introducir el bizcocho dentro del horno, bajamos la temperatura del mismo a 160-170ºC lo dejamos cocer de 50 a 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio.

Cuando el bizcocho esté listo, lo dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Después con un cuchillo cortamos la parte superior para dejarlo plano (esta capa la podéis desmigar con las manos, y aprovechar las migas para la decoración de la tarta).

El bizcocho que nos queda, lo cortamos horizontalmente por la mitad para conseguir dos planchas y reservamos. Si lo hacéis el día anterior como en mi caso, dejadlo dentro de una bolsa de plástico para que no se reseque.

Una vez que tengamos listo el bizcocho tenemos que preparar el frosting de queso, para ello mezclamos en el bol de la batidora la mantequilla a punto pomada (significa que ha de estar a temperatura ambiente y con una textura similar a la de una pomada) y batimos hasta que blanquee. Después añadimos el queso y seguimos batiendo hasta integrarlo, y a continuación incorporamos el azúcar y la vainilla y batimos hasta lograr una crema suave con aspecto sedoso.

En mi caso para evitar problemas con el frosting, y que aguante firme, tengo un truco que he visto por internet (no cito la fuente porque no la recuerdo) y que consiste en añadir 6 hojas de gelatina previamente hidratadas, disueltas en 40ml. de leche caliente, se deja que baje la temperatura de la mezcla hasta que esté tibia, y luego la añadimos al froting, batimos unos minutos hasta que esté todo integrado, y listo para introducirlo en una manga pastelera y decorar con él nuestro pastel.

En este caso para aportarle frescor a esta tarta de por sí deliciosa, pero tal vez un poco empalagosa para los que no les gustan los postres excesivamente dulces, les he añadido al relleno fruta fresca, concretamente frutos rojos, mayormente fresas troceadas, cuyo sabor ácido complementa muy bien los sabores de esta tarta. También le añadí arándonos frescos, estos lógicamente enteros, los cuales al morderlos, la sensación en boca es inigualable. En menor medida le añadí frambuesas, estas solo las utilicé para la decoración de la tarta, en el relleno no las puse.

Respecto a la decoración, mezclé parte del frosting con la fruta para el relleno, luego cubrí los bordes con frosting, y decoré con frutos rojos y flores naturales.

 

La foto de arriba es de la tarta que preparé para el cumpleaños del hijo de mi amiga. Abajo os dejo dos fotos del corte para que veáis cómo queda por dentro.

La primera foto de este post corresponde a la tarta que preparé para las bodas de oro de los padres de mi amiga. Yo quería hacer una tarta redonda de dos pisos, pero ella la prefirió rectangular.

En fin, parece una tarta complicada, sobre todo por la cantidad de ingredientes que lleva, pero os aseguro que no lo es. Es un poco laboriosa, como la mayoría de tartas de este tipo, pero no es nada difícil. 

En cuanto al sabor, aun a sabiendas de que este tipo de tartas no son de mis preferidas, quedé muy contenta con el resultado. También por lo que me contaron, tuvieron mucho éxito entre los invitados, y eso es para mí la mayor recompensa.

Bueno, pues por fin termino por esta ocasión. Dentro de unos días si la alergia me lo permite, volveré con una nueva receta.

¡Os espero! Hasta entonces. Un abrazo.

lunes, 30 de enero de 2023

Pastelitos variados de hojaldre (I)


¿Cómo lleváis este tiempo de frío invierno? Yo regular, he estado unos días con una gripe tremenda. Por lo menos ahora no tengo fiebre y el dolor de garganta va remitiendo. La tos y la afonía persisten, pero eso tarda más en pasar.

En cuanto al frío, es lo que toca aquí en el norte, pero con la calefacción y la cocina de leña encendida se lleva bien. Me gusta que en invierno se note que es invierno y que haga frío, y en verano que haga calor, aunque dentro de unos límites, sin temperaturas extremas. Tolero mejor el frío que el calor, porque el frío como os decía se combate, pero el calor es más difícil.

Pero dejo la meteorología a un lado, y voy a lo que importa; recuerdo que hace tiempo cuando publiqué la receta de la elaboración de la masa de hojaldre, os prometí que os iría subiendo recetas con esta masa. Desde entonces algunas recetas con hojaldre ya os he mostrado, y hoy os traigo la receta de unos pasteles variados de hojaldre que hice hace tiempo para regalar.

En esta ocasión son tres tipos diferentes de pasteles; canutillos de hojaldre rellenos de crema pastelera, mini cañas de hojaldre con cabello de ángel, y por último unas “rosas” de hojaldre y manzana. De estas últimas me hubiera gustado tener fotos del paso a paso, pero desgraciadamente no las tengo, de todos modos os indicaré lo más detalladamente posible el proceso para que si os animáis las podáis hacer vosotros en casa. Es muy fácil, no tienen ninguna complicación, de todos modos si con la explicación que os voy a dar no os queda claro, en internet hay no solo fotos, sino también vídeos, de estos deliciosos pastelitos de hojaldre y manzana, que además de ricos quedan muy bonitos.

En cuanto a la elaboración del hojaldre, aunque a mucha gente le asusta, yo os animaría a que lo prepararéis vosotros en casa según os explico aquí

Dado que congela muy bien lo podéis preparar con antelación, pero  si lo veis complicado no tendréis problema para comprarlo, porque en todos los supermercados lo tienen a la venta en la sección de refrigerados. 

Empezamos con los canutillos rellenos de crema pastelera:

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-500ml. de leche entera
-40gr. de maicena
-3 yemas de huevo
-100gr. de azúcar
-1 trocito de canela en rama, o 1 vaina de vainilla
-la cáscara de 1 limón (solo la parte amarilla)
-huevo batido para pincelar
-azúcar glas para espolvorear

Elaboración:

En primer lugar elaboramos la crema pastelera, para ello de los 500ml. de leche, reservamos un vaso y el resto lo ponemos en un cazo al fuego junto con la cáscara de limón y la rama de canela, o si lo preferís, la vaina de vainilla. Si optáis por esta última, para aprovechar bien todo su aroma, debéis primero partirla por la mitad longitudinalmente con un cuchillo, después sacáis los granillos que contiene en su interior, y los añadís a la leche, así como la propia vaina.

Cuando la leche levante el hervor, apartamos del fuego y dejamos que infusione hasta que esté totalmente fría. En ese momento la colamos para retirar las pieles de limón y la canela o bien la vainilla según el caso, y la ponemos de nuevo al fuego junto con el azúcar hasta que alcance el punto de ebullición.

Mientras la leche se calienta añadimos al vaso de leche que habíamos reservado, las tres yemas de huevo batidas y la maicena, mezclamos bien y cuando la leche comience a hervir añadimos esta mezcla, bajamos el fuego al mínimo, y removemos constantemente con un batidor de varillas hasta que espese. En ese momento retiramos del fuego, cubrimos con film transparente para evitar que se forme costra en la superficie, y la dejamos enfriar. 

La preparación de la crema pastelera ya la podéis preparar la víspera y guardarla en el frigorífico.

Mientras la crema pastelera enfría, cortamos tiras largas de hojaldre de unos 2cm. de ancho, y las vamos enrollando alrededor del canutillo, procurando que queden las vueltas algo superpuestas para que luego no tenga huecos por donde se cuele el relleno. Hay que evitar también llegar al extremo del canutillo, para que cuando salga del horno tengamos por donde sujetarlo para retirar la masa.

Una vez que tengamos todos los canutillos con el hojaldre, los pincelamos con huevo batido, y los llevamos al horno precalentado a 180º C, con calor arriba y abajo hasta que tengan un bonito color dorado.

Cuando estén hechos, los retiramos del horno, dejamos que enfríen un poco para no quemarnos, y con una mano sujetamos el hojaldre sin presionar mucho para que no rompa, y con la otra tiramos del extremo del canutillo que sobresale. Después dejamos que enfríen por completo, y finalmente rellenamos de crema pastelera, y espolvoreamos por encima azúcar glas. Como veis son muy fáciles de hacer, y están deliciosos.

Seguimos con las cañitas de hojaldre y cabello de ángel.

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-cabello de ángel (el mío de la marca Hida)
-huevo batido para pincelar
-granillo de almendra

Elaboración:

Para elaborar estas cañas he usado cabello de ángel comprado, pues en casa lo hice varias veces, pero últimamente no lo hago porque la parcela que tenemos dedicada a huerto en la finca no da para plantar tantas cosas, y hay que priorizar. En realidad daría para más, pero buena parte de ella la ocupan y disfrutan mis gallinas felices.

Otra razón por la que no siembro calabazas de cabello de ángel, también conocidas como cidras, es porque el que he comprado me ha parecido de muy buena calidad, y como tampoco uso mucho pues cuando lo necesito compro un bote y listo. Como os indico en la lista de ingredientes es de la marca Hida, que ya había probado otros productos de esta marca y me encantaron. Podéis verlos todos los productos que comercializan pinchando aquí.

Dicho esto, la elaboración de las cañas de cabello de ángel es muy sencilla, simplemente cortamos cuadrados de masa de aproximadamente 8cm.x4cm., colocamos un montoncito de cabello de ángel en medio, enrollamos dejando la abertura por abajo, pintamos con huevo batido y echamos por encima granillo de almendra.

Por último, los llevamos al horno, precalentado a 180ºC, con calor arriba y abajo, hasta que tengan un bonito color dorado. ¡Están de vicio!

Por último vamos con las “rosas” de manzana y hojaldre

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-2 manzanas grandes (3 si son pequeñas)
-zumo de ½ limón
-agua
-mantequilla
-azúcar moreno o mermelada de albaricoque
-canela en polvo
-azúcar glas para decorar

Preparación:

Para la elaboración de las “rosas” de hojaldre y manzana, comenzamos lavando bien las manzanas, luego las cortamos en cuartos, es decir cada manzana en dos, y luego cada parte nuevamente en dos. Después les retiramos el corazón, y cortamos cada cuarto de manzana en lonchas finas.

A continuación colocamos las lonchas de manzana en un bol, cubrimos con agua fría y añadimos el zumo de limón, y llevamos el bol al microondas durante 3 minutos a máxima potencia.

Transcurrido el tiempo, echamos las manzanas dentro de un colador para escurrirlas bien. Reservamos.

Por otra parte, desenrollamos la masa de hojaldre, y cortamos tiras de 4 ó 5 centímetros de ancho por unos 30 centímetros de largo (generalmente el largo de las tiras coincidirá con el ancho que trae la lámina de hojaldre, si utilizáis hojaldre comprado)

Después fundimos un poco de mantequilla, y pincelamos las tiras de hojaldre. Sobre ellas esparcimos un poco de azúcar moreno y de canela molida, y con un rodillo presionamos un poco, no se trata de estirar la masa, sino de que el azúcar y la canela se adhieran ligeramente a ella. En este paso también podéis cambiar el azúcar moreno por mermelada, la de albaricoque le va especialmente bien. Si optáis por la mermelada no es necesario hacer presión con el rodillo porque la mermelada se adhiere a la masa por sí sola.

A continuación vamos colocando las lonchas de manzana que teníamos reservadas, procurando que queden algo superpuestas, es decir, que una loncha monte un poco en la anterior, y con la parte de la piel hacia fuera del hojaldre, y de manera que sobresalga algo por encima del mismo; y además las colocamos desde la mitad de la tira de hojaldre hacia arriba, dejando la mitad del hojaldre hacia abajo libre, sin nada. Después la parte de abajo la doblamos sobre la parte de arriba, y con ello observaréis que así las manzanas quedan sujetas para que no se suelten al darle la forma de “rosa”.

Por último vamos enrollando la tira hasta llegar al final, y ya tenemos la flor formada. Después con cuidado la metemos dentro de una cápsula de papel, y esta a su vez dentro de un molde para magdalenas, para que no pierdan la forma en el horno.

Finalmente las metemos en el horno, previamente precalentado a 180º C con calor arriba y abajo, hasta que estén hechas. Después solo queda retirar la bandeja del horno, dejar enfriar, y espolvorear por encima azúcar glas.

Bueno, pues para finalizar con este largo post, deciros que obviamente el hojaldre da para muchísimas otras combinaciones, tanto dulces como las de hoy, como también saladas, así que os iré mostrando más recetas elaboradas con esta versátil masa.

Gracias por estar ahí. Un abrazo.

lunes, 26 de diciembre de 2022

Tarta Mousse de Turrón de Jijona


Estos días estoy inspirada, y de hecho creo que es la primera vez que publico dos entradas en días consecutivos, desde que creé el blog, allá a mediados de julio del 2015.

¡Dios mío cómo pasa el tiempo!, parece que fue ayer, sin embargo cambiaron tantas cosas desde entonces a mi alrededor… Personas con las que me unía un vínculo tan fuerte que consideraba indestructible, y sin embargo desaparecieron de mi vida, y además en un momento muy complicado para mí.

Afortunadamente, de la incredulidad y la tristeza inicial, pasé a sentir una gran paz interior. La deslealtad y la traición de esas personas, ha sido sin duda el mayor y el mejor aprendizaje que he tenido nunca. Ha sido como una sanación. Después de lo ocurrido siento una paz que nunca había sentido,  y que ha creado una conexión especial con mis antepasados, porque los problemas venían de atrás, pero las máscaras tardaron en caer.

En estos últimos años he pensado mucho en mis padres, he tenido muchos diálogos imaginarios con ellos, y tengo la absoluta convicción de que están orgullosos por cómo me he comportado en todo este asunto.

En fin, me estoy desviando del tema, pero es que estas fechas me ponen melancólica. Ya tengo tendencia a ello de por sí, soy lo que definirían como una persona PAS (persona altamente sensible), y para más inri, tímida e insegura.   El caso es que se acerca Fin de Año, y eso nos invita a hacer balance. Son fechas para echar una mirada atrás y recordar a los que no están físicamente a nuestro lado, pero que vivirán siempre en el recuerdo.

Es tiempo también para ponerse metas de cara al nuevo año, que luego casi siempre quedan en simples propósitos, al menos en mi caso. 

También para reflexionar acerca de nuestra existencia… Yo como podéis comprobar soy mucho de comerme el coco, aunque últimamente ya estoy haciendo algo de callo, y ciertos comportamientos que antes me podían arruinar el día, o incluso la semana entera, ahora apenas me inmutan. 

Podía tratarse de algo tan simple como cruzarme con algún conocido por la calle y que no me saludara; podía ser una mirada o un gesto que yo por alguna razón interpretaba como de rechazo (que no necesariamente significaba que lo fuera), el caso es que sufría por todo, y me he dado cuenta de que no puedo vivir así, esperando siempre la aceptación de los demás, que tengo que vivir mi propia vida, y no preocuparme por lo que los demás digan o piensen de mí. Lo importante es ser fiel a mí misma, a mis principios, no hacer daño a nadie, y por lo demás, como decía Violeta Parra: ”Gracias a la vida que me ha dado tanto/ Me ha dado la risa y me ha dado el llanto…”

Bueno, vamos a lo que importa, que es la receta que os traigo hoy; una tarta mousse de turrón de Jijona, conocido también como turrón blando.

Ya os decía ayer que a mí no me gusta este turrón, me resulta muy empalagoso, en cambio en esta tarta entra muy bien, porque es una tarta con un sabor suave a turrón, que está deliciosa, os lo prometo.

Tiene también otra ventaja, y es que se prepara el día anterior, o incluso la antevíspera, y además es muy fácil de preparar y se tarda muy poco tiempo.

Incluso tiene otra ventaja añadida, y es que en casi todos los hogares cuando finalizan estas fiestas quedan sobras de turrón, pues bien, no os preocupéis, con esta tarta las podéis “reciclar” y de paso disfrutar de un bocado delicioso.

Si el día de Fin de Año cenáis en casa, o la comida del día de Año Nuevo, o bien el día de Reyes, y no tenéis un postre elegido, os recomendaría esta tarta sin dudarlo.

Para prepararla vais a necesitar los siguientes

Ingredientes:

-500ml de nata de montar 35% M.G.
-1 tableta de 250gr de turrón de Jijona
-120ml. de leche
-1 yema de huevo
-7 hojas de gelatina
-1 base de bizcocho genovés (es el mismo bizcocho que el del brazo de gitano que podéis ver pinchando aquí)

Para el almíbar de bañar el bizcocho:

-1 vaso de agua
-1/2 vaso de azúcar
-1/2 vaso de brandy

Para decorar
-almendra crocante
-virutas de chocolate
-christmas toppers

Preparación:

Comenzamos poniendo las hojas de gelatina en agua fría. Reservamos.

Cortamos la plancha del bizcocho del tamaño de la base de un molde desmontable. El mío es el molde de Lekué de 23cm., que tiene una base cerámica, que permite servir directamente la tarta en la misma, pero si no tenéis ese molde, cortáis un círculo de papel de hornear del tamaño de la base del molde, y después ponemos la plancha de bizcocho encima.

Lo siguiente será emborrachar el bizcocho, para ello hacemos un almíbar ligero poniendo 1 vaso de agua y ½ vaso de azúcar al fuego, cuando hierva y el azúcar se haya disuelto, añadimos ½ vaso de brandy, dejamos que hierva unos minutos más para que se evapore el alcohol, y con el almíbar caliente, y la ayuda de un pincel de silicona, emborrachamos bien todo el bizcocho. Reservamos.

Aparte batimos la leche y la yema de huevo. Ponemos al fuego, y cuando esté a punto de entrar en ebullición, añadimos el turrón previamente desmenuzado (las manos bien limpias son la mejor herramienta). Removemos la mezcla con una cuchara de madera, durante unos minutos, intentando deshacer los grumos de turrón. Después de que el turrón esté bien integrado (si os siguen quedando grumos podéis utilizar la batidora para deshacerlos), vamos añadiendo las hojas de gelatina de una en una, hasta integrarlas todas. Reservamos.

Cuando la mezcla de turrón esté templada, montamos la nata en la batidora, y luego la añadimos a la nata, y continuamos batiendo unos segundos hasta conseguir una mezcla homogénea.

Por último echamos esta mezcla en el molde, alisando la superficie con una espátula, y guardamos en la nevera unas 8 horas. Mejor dejarlo de un día para otro.

Por último solo nos queda desmoldar, decorar con virutas de chocolate y almendra crocante, y si tenéis por casa algún adorno típico de estas fechas también se lo ponéis, porque  queda bonito, y por los ojos también entra la comida.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero que la receta haya sido de vuestro agrado.

Un abrazo.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Brazo de gitano relleno de crema


La receta que os presento hoy, el brazo de gitano relleno de crema, me trae muchos recuerdos de la infancia, porque formaba parte de las sobremesas en casa, los días de fiesta, cuando había invitados.

Por entonces el brazo de gitano lo comprábamos en la panadería del pueblo, entre otras cosas porque en un día de fiesta bastante ajetreo hay de por sí en la cocina, cómo para pararse a preparar un dulce como este, que si bien es muy sencillo, tiene cierta elaboración, aunque la parte buena es que parte del proceso se puede hacer la víspera, o incluso la. Yo es lo que suelo hacer, la antevíspera preparo la crema pastelera, la víspera monto la nata y horneo la plancha de bizcocho, y el propio día solo tengo que montarlo y decorarlo al gusto.

Pero lo mejor es que os pase a explicar la receta. De entrada para un brazo de gitano como el de la foto, que da perfectamente para unas diez raciones generosas, necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

Para la plancha de bizcocho

-8 huevos medianos
-125gr. de harina común de todo uso
-125gr. de azúcar
-1 pizca de sal
-1/2 sobre de levadura tipo Royal

Para la crema pastelera

-500gr. de leche entera
-40gr. de maicena
-1 vaina de vainilla
-2 yemas de huevo

Para el decorado

-nata montada o merengue suizo
-azúcar glas
-guindas en almíbar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, para ello lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 500ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.

El siguiente paso consiste en preparar la plancha de bizcocho, para ello añadimos a la batidora tipo kichenaid los huevos, el azúcar y una pizca de sal, y batimos por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la mezcla doble el volumen inicial.

Seguidamente retiramos el recipiente de los huevos de la máquina, y con un batidor manual de varillas vamos integrando con movimientos envolventes la harina previamente tamizada y la levadura en polvo, procurando que no quede ningún grumo.

A continuación vertemos la mezcla en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado para que no se pegue, y horneamos con el horno precalentado a 180º C, en la parte central del mismo, con calor arriba y abajo.

Cuando esté hecho, retiramos del horno, y cortamos otro trozo de papel sulfurizado del tamaño de la plancha del bizcocho, lo colocamos por encima, y luego lo vamos enrollando en caliente, a la vez que vamos despegando el papel que tenía por abajo.

Guardamos enrollado hasta que enfríe.

Por último rellenamos con la crema pastelera que teníamos reservada, enrollamos de nuevo y espolvoreamos la superficie azúcar glas, después decoramos al gusto con nata montada o bien con merengue suizo y  se termina con unas guindas en almíbar.

Abajo os dejo una foto del corte, ¿no me digáis que no resulta apetecible? Pues animaros a prepararlo, que no es nada difícil, y dejando el bizcocho horneado la víspera y la crema hecha, el trabajo que da es muy llevadero.


Pues con esto me despido por hoy. Espero volver pronto con una nueva receta.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

Un abrazo.