viernes, 29 de abril de 2016

Tocinillo de cielo



El tocinillo de cielo es un dulce tradicional, típico sobre todo de Andalucía, donde todo parece indicar que tuvo su origen, concretamente en la provincia de Cádiz, en Jerez de la Frontera para ser más exactos. 

Al parecer los bodegueros de esta zona utilizaban claras de huevo para el proceso de clarificación del vino, y lógicamente eso creaba un excedente de yemas de huevo, las cuales regalaban a las monjas y fueron ellas las que con sólo agua, azúcar y yemas crearon esta auténtica delicatessen.

El nombre de tocinillo de cielo se debe por un lado a su aspecto y textura, y por otro lado es debido a su origen religioso, pues lo elaboraban las monjas en el convento.

Paso ya a daros la receta, veréis que fácil es

Ingredientes:

-6 yemas de huevo
-250gr. de azúcar
-125ml. de agua
-caramelo líquido para el molde

Preparación:

Primero caramelizamos el molde, lo ideal sería hacer el caramelo en casa, para ello ponemos un vaso de azúcar en una sartén antiadherente y añadimos una cucharilla del café de agua, dejamos que se vaya haciendo el caramelo removiendo con un utensilio de madera para que no se queme el azúcar. 

Cuando el caramelo esté listo, cubrimos con él la base y las paredes del molde y reservamos.

Aparte ponemos en un cazo el agua y el azúcar al fuego, cocemos durante unos veinte minutos hasta que el agua se vaya evaporando y se forme un almíbar que alcance el punto de hebra. Sabréis que ha alcanzado ese punto cuando al coger una cucharada de almíbar y dejarla caer no lo hace de golpe, sino que se forma una especie de hilo o hebra. Se observa sobre todo al final que las últimas gotas se van deslizando de la cuchara poco a poco. 

Otra forma de saberlo es coger un poco del almíbar entre los dedos índice y pulgar, y si al separarlos vemos que se forma ese hilo o hebra del que os hablaba, es que está en el punto deseado. Entonces apartamos del fuego y dejamos que enfríe un poco.

Por otro lado batimos las yemas en un cuenco y cuando el almíbar esté templado se lo añadimos al cuenco de las yemas poquito a poco, y sin dejar de batir. 

Por último pasamos la mezcla por un colador, y la echamos en el molde caramelizado. Finalmente lo llevamos al horno, a 170º baño María, calor arriba y abajo, durante unos 40 minutos aproximadamente. 

Antes de sacarlo del horno pinchamos con un palillo o un cuchillo y si sale limpio es que ya está listo, de lo contrario continuamos con la cocción unos minutos más hasta que esté.

En último lugar retiramos del horno, dejamos enfriar a temperatura ambiente, y luego lo llevamos al frigorífico hasta que lo vayamos a desmoldar para servir. Podéis hacer como yo y servirlo en cuadraditos, o bien en porciones y acompañado de un rosetón de nata, con alguna fruta fresca... En fin, eso según los gustos y la imaginación de cada uno.

Aclararos antes de finalizar que el azúcar que figura en la lista de ingredientes es el que se utiliza para la elaboración de la receta en sí misma, no el empleado para hacer el caramelo.

Un abrazo y hasta pronto

sábado, 23 de abril de 2016

Sopa de ave con fideos y verduras


Estos días de atrás en los que he estado con bronquitis he tomado muchas sopas y purés por prescripción médica. En uno de esos días hice una sopa de ave con verduras y fideos que os presento a continuación.

Ingredientes:

-6 litros de agua
-2 carcasas de ave (mejor gallina, sino pollo)
-6 puerros
-1 calabacín grande
-1 cebolla
-2 tomates medianos
-3 zanahorias medianas
-1 taza de guisantes finos
-1 manojo pequeño de judías verdes frescas
-6 huevos duros
-apio
-250gr. de fideos finos
-sal
-aceite de oliva virgen extra
-azafrán

Preparación:

Primeramente ponemos una olla con los seis litros de agua al fuego y añadimos el apio y las dos carcasas de ave limpias de restos de pieles y de grasa, y con ello preparamos un caldo, dejando cocer a fuego bajo durante una hora aproximadamente. 

Después retiramos el apio, y las carcasas de ave, las cuales llevamos a una fuente, las dejamos enfriar y luego le sacamos toda la carne que tengan y reservamos, el caldo por un lado y la carne picada por otro.

En otra olla o cazo ponemos agua fría al fuego, cuando empiece a hervir añadimos los huevos con cuidado de que no se rompan, y cuando levanten de nuevo el hervor, mantenemos en el fuego durante diez minutos, luego retiramos, escurrimos el agua caliente, los cubrimos de agua fría, y cuando estén fríos retiramos la cáscara y reservamos.

Aparte, mientras se va haciendo el caldo de ave, y se van cociendo los huevos, ponemos una olla o una sartén antiadherente al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra, y echamos la zanahoria previamente pelada y limpia, cortada en trocitos pequeños, y las judías, las cuales habremos lavado bien bajo el grifo y luego cortado el rabito y la punta, y después las picamos también en trozos pequeños para lo cual las cortamos en dos mitades longitudinalmente y luego transversalmente en trozos los más finos posible. 

Removemos de vez en cuando, y transcurridos cinco minutos añadimos los puerros y la cebolla cortados también muy finos, rehogamos todo junto unos minutos más, y en una tercera tanda echamos el calabacín (con la piel) cortado en cubitos pequeños y los tomates rallados, y lo rehogamos todo junto (zanahorias, judías, puerros, cebolla, calabacín y tomates) durante unos veinte minutos aproximadamente, a fuego bajo y removiendo de vez en cuando.

Por último añadimos los guisantes al caldo de ave que teníamos reservado, los dejamos cocer unos diez minutos, a continuación echamos el sofrito de verduras, los huevos duros picados, los fideos, el azafrán, y la sal, y dejamos cocer la pasta el tiempo que nos indique el fabricante en el envase. Transcurrido ese tiempo, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos minutos antes de servir.

Bien calentita, en un día invierno que haga frío, sienta muy bien al cuerpo. Y cuando uno está constipado ya no digamos. 

Es cierto que da un poco de trabajo si no tenemos un procesador de alimentos que nos ayude a picar la verdura, pero podemos hacer gran cantidad como hice yo en esta ocasión y guardarla en el frigorífico durante días, y así al llegar a casa solo tenemos que calentar la sopa y listo.

Saludos.

viernes, 15 de abril de 2016

Guisantes con jamón


De nuevo he estado ausente unos días, pues la gripe de la que os hablé días atrás, al final derivó en bronquitis, y todavía no estoy recuperada, pero lo peor ha pasado, o eso espero, así que de nuevo acudo a mi cita con vosotros para presentaros una plato que cocino en casa muy a menudo: los guisantes con jamón.

Son muy facilitos de preparar y en casa nos gustan mucho. Además es un plato muy completo desde el punto de vista nutricional, porque el jamón, entre otras propiedades, aporta proteínas, y los guisantes aportan entre otros, minerales como el calcio y el magnesio, además son muy ricos en fibras solubles. Si a eso le añadimos las propiedades del huevo, tenemos un plato tan nutritivo que serviría perfectamente como plato único.

Os recomiendo que utilicéis unos guisantes muy tiernos, esa es la clave. Si es posible utilizad también huevos camperos, y por supuesto un buen aceite de oliva virgen extra, con esto el resultado será un éxito rotundo.

Os explico cómo se preparan, o para ser más exactos cómo los preparo yo. 

Ingredientes (para 2 personas)

-600gr. de guisantes frescos ó congelados
-4 lonchas de jamón serranos un poco gruesas
-4 huevos duros
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-1 cucharadita de pimentón dulce
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

En primer lugar ponemos una olla con agua al fuego, cuando comience a hervir echamos los guisantes congelados y a la que vuelva a levantar el hervor salamos a nuestro gusto. 

Los dejamos hervir a fuego bajo unos diez minutos aproximadamente, hasta que estén cocidos, y luego los escurrimos y reservamos los guisantes por un lado y ¼ de vaso del líquido de cocer los guisantes por otro.

Mientras se cuecen los guisantes ponemos otra olla con agua al fuego, cuando levante el hervor echamos los 4 huevos a cocer, con cuidado de que no se rompan. Cuando lleven diez minutos hirviendo ya estarán cocidos, entonces apagamos el fuego, sacamos los huevos a otro recipiente, los cubrimos con agua fría, y reservamos.

Aparte cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra y añadimos la cebolla y los ajos, ambos bien picaditos, y cuando empiecen a dorarse, añadimos las cuatro lonchas de jamón cortadas en pequeños trozos, rehogamos todo junto unos minutos y luego apartamos la sartén del fuego para que el aceite pierda algo de temperatura y añadimos el pimentón, removemos bien y a continuación echamos el líquido de cocer los garbanzos que teníamos reservado. 

De nuevo ponemos la sartén al fuego y cuando empiece a levantar el hervor echamos los guisantes removiendo de vez en cuando durante unos minutos para que se vaya consumiendo el líquido.

Mientras retiramos la cáscara de los huevos, los picamos en trozos pequeños y añadimos a la sartén con los guisantes y el jamón, mezclamos todo bien durante un breve instante, y ya estarán listos para servir a la mesa.

Este mismo plato también puede prepararse de la misma manera, pero en vez de añadir los huevos duros picados, se termina la cocción de los guisantes en el horno en cazuelas de barro individuales, y encima de cada cazuela se casca un huevo que se cuajará con el calor del horno. Yo los hago de las dos formas, y de cualquiera de ellas están exquisitos.

Un beso 

sábado, 2 de abril de 2016

Fresas con nata


A principios de abril ya encontramos en todos los supermercados y fruterías fresas a muy buen precio, bueno, para ser más exactos fresones, porque las fresas tardan un poco más.

Yo días atrás compré una bandejita y preparé con ellas este postre que es todo un clásico y que todo el mundo sabe cómo se prepara, pese a ello aquí os dejo mi receta

Ingredientes (para 4 personas)

-20 fresones (5 por persona)
-500ml. de nata líquida (35% M. G.)
-200gr. de azúcar glas

Para decorar (opcional)
-sirope de fresa, sirope de chocolate, caramelo líquido, granillo de almendra, etc.

Preparación:

En primer lugar lavamos bien las fresas bajo el grifo, con agua fría, luego las secamos con papel de cocina, retiramos el rabito, y reservamos 4 enteras para la decoración final, y la parte de arriba de otras 4 cortadas en horizontal por la mitad. 

Las fresas restantes las picamos en trocitos pequeños y las repartimos en 4 cuencos o copas de postre.

A parte montamos la nata, para ello la vertemos en un bol que esté bien frío, le añadimos el azúcar glas, y batimos con las varillas hasta que esté bien montada. A continuación echamos la nata en una manga pastelera con boquilla rizada y decoramos con ella los cuencos por encima de las fresas.

Por último en cada cuenco colocamos en el centro la fresa que teníamos cortada por la mitad, la fresa entera que habíamos reservado la cortamos en 4 trozos longitudinales y la colocamos en el cuenco cómo se observa en la imagen, y finalmente terminamos la decoración con sirope de fresa, en este caso.

Este postre conviene prepararlo en el momento de servirlo, en todo caso podéis guardarlo en la nevera si es por poco tiempo.
Como es lógico la decoración va al gusto de cada uno, en esta ocasión yo las presenté así, otras veces lo hice diferente. Es cuestión de gustos e imaginación.

Nada más por hoy, espero que os haya gustado la receta, y no dejéis de ponerla en práctica, porque muchas veces echamos mano de los botes de nata en spray y no tienen punto de comparación con la nata de buena calidad montada en casa.

Un abrazo y hasta pronto.

sábado, 26 de marzo de 2016

Monas de Pascua 2016

 

Hola de nuevo a todos. Después de unos días de gripe y catarro todavía no bien curados, acudo de nuevo a mi cita con vosotros. Perdonadme que estos días haya estado un tanto ausente del blog, solo he hecho un esfuerzo para publicar la receta de las torrijas, porque son de esos dulces típicos que solo consumimos durante unos días al año, y... o bien se publican en estas fechas, o luego tienen que esperar hasta el próximo año.

Disculpas también a mis colegas, por no pasar de visita por vuestra cocina, espero ponerme pronto al día y ver todas las cosas ricas que habéis preparado estos días en los que he estado ausente.

Y sin más, vamos ya con lo que nos ocupa, una nueva receta, en este caso la “Mona de Pascua” que en mi tierra llamamos “Bollo de Pascua”, y es costumbre que se lo regalen los padrinos a los ahijados el domingo de Pascua o Resurrección, es decir, tal día como mañana.

Básicamente se trata de un pan dulce muy parecido al Roscón de Reyes, es decir, un pan tipo brioche, que se decora para la ocasión con pollitos de chenille, plumas, conejitos, anises de colores, algún chuche, etc. 

Más abajo os pongo fotos para que veáis cómo he decorado este año las Monas de Pascua por si os puede aportar alguna idea.

Ahora os dejo con la receta

Ingredientes (para 1 mona grande y 2 pequeñas):

-100gr. de leche entera
-4 huevos
-180gr. de azúcar
-10gr. de sal
-60gr. de manteca de vaca (sirve mantequilla)
-10gr. de licor de anís
-4 gotas de esencia de anís
-1 pizca de colorante alimentario amarillo para paella (opcional)
-600gr. de harina de fuerza
-25gr. de levadura prensada de panadería

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes de la masa, por el orden en el que aparecen en la lista. Iniciamos el programa de solo amasado, que en mi panificadora es el nº 11, y tiene una duración de 20 minutos. Una vez finalizado el programa, lo reiniciamos dos veces más, hasta completar una hora de amasado.

A continuación sacamos la masa de la cubeta y la echamos en una superficie plana untada en aceite, en mi caso la encimera. La dejamos reposar durante 10 minutos y luego la dividimos en dos partes iguales. Cogemos una de las partes y con las manos untadas en aceite formamos una bola y la trasladamos a una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.

Con la otra parte de la masa procedemos de la misma manera (aunque yo en este caso como hice una mona grande y dos pequeñas, esta última parte la dividí a su vez en dos) y luego ponemos las bandejas de las monas dentro del horno apagado, para que leven, hasta que tripliquen el volumen.

Una vez que las monas hayan levado lo suficiente, las pincelamos con un huevo batido, las decoramos por encima a nuestro gusto (en esta ocasión he utilizado anises de colores y minilacasitos) y las llevamos al horno, previamente calentado a 150º, durante 30 minutos, calor abajo los primeros 15 minutos, y después calor arriba y abajo hasta el final.

Si veis que se doran demasiado por la parte de arriba le ponéis por encima un trozo de papel de aluminio, y seguís con la cocción hasta que estén listas. Después las sacamos del horno, las dejamos enfriar sobre una rejilla, y terminamos la decoración con algún motivo de Pascua, como pollitos de chenille, conejitos, etc.

Por último las envolvéis y le ponéis un lazo y listas para regalar :-)

Y nada más por hoy. Feliz domingo de Resurrección a todos!!!


Aspecto de la Mona una vez horneada y decorada

Una Mona con el envoltorio lista para regalar

Otra Mona también preparada para regalar

jueves, 17 de marzo de 2016

Torrijas de leche


Se acerca la Semana Santa, y los escaparates de las pastelerías se llenan del dulce típico por excelencia de estas fechas: las torrijas.

Parece mentira que con unos ingredientes tan básicos como son la leche, el pan, y los huevos surja un postre tan delicioso. Y parece mentira también que algo tan exquisito y fácil de hacer se consuma sólo durante unos días al año, aunque bueno, eso podemos ponerle remedio nosotros mismos.

Yo siempre que llegan estas fechas y hago torrijas, me digo que las tengo que hacer más a menudo, pero luego pasa el tiempo y nunca me pongo a ello. Lo mismo me ocurre con otros postres típicos que también me encantan como las “filloas”, las “orellas” y las flores de Carnaval, el roscón de Reyes, etc. Por otro lado, hace años que visito blogs de cocina, y tengo tantas recetas pendientes que le faltan días al año para poder hacer todo lo que quisiera.

Esta receta que subo hoy al blog es quizás la más tradicional, pero aparte de ésta, tengo otra receta de torrijas, hechas con pan de brioche,  y caramelizadas. Un postre absolutamente delicioso, que combina la jugosidad de la torrija en sí, con la costra del caramelo que se crea en la superficie, algo verdaderamente sublime. Más adelante subiré esta receta, pero hoy vamos con éstas, más tradicionales, e igualmente deliciosas.

Ingredientes:

-1 barra de pan del día anterior
-1 litro de leche
-1 palo de canela en rama
-la cáscara de medio limón
-3 huevos
-azúcar al gusto
-canela molida
-aceite de girasol para freír

Preparación:

En primer lugar tenemos que aromatizar la leche, para ello la ponemos en un cazo al fuego y añadimos el palo de canela y la corteza de limón, procurando que ésta última no lleve nada de la parte blanca porque le da amargor. 

Cuando la leche llegue al punto de ebullición la retiramos del fuego, añadimos azúcar a nuestro gusto, removemos para disolver y dejamos en infusión hasta que la leche esté tibia. En ese momento la colamos para retirar la canela en rama y la corteza de limón, la ponemos en una fuente honda y reservamos.

Aparte cortamos el pan en rodajas de centímetro y medio de grosor aproximadamente, las mojamos bien en leche y dejamos reposar en una rejilla alrededor de media hora.

Mientras batimos los huevos, y ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de girasol. Cuando el aceite esté caliente pasamos las rodajas de pan por huevo batido y las vamos friendo hasta que queden doradas por fuera y jugosas por dentro. 

A continuación las pasamos a una fuente sobre papel absorbente, y cuando hayamos terminado con todas, las colocamos una fuente de servir y espolvoreamos por encima de cada una, una pizca de azúcar y canela molida mezcladas a partes iguales, y listas para llevar a la mesa y disfrutar de un auténtico manjar.

Espero que os guste. Un beso y hasta pronto.

jueves, 10 de marzo de 2016

Duelos y Quebrantos


“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda...”

Así comienza la obra cumbre de la literatura hispana y una de las mejores obras literarias de la historia: El Quijote, de manera que en homenaje a su autor, el célebre Miguel de Cervantes, a la Mancha, y a sus gentes, os presento hoy la receta de los “duelos y quebrantos”, un plato típico de esa región, que ofrecen la mayoría de restaurantes de la zona y suelen servirlos en cazuela de barro.

Antes del Quijote no se había hecho alusión a esta preparación culinaria en ninguna obra literaria, pero sí con posterioridad. El origen de los duelos y quebrantos según algunas teorías está relacionado con la muerte repentina de un animal de labor de la época, como las vacas, el burro o el caballo, de modo que los labradores aprovechaban su carne preparando un guiso con ella, y el nombre procede del duelo y el quebranto que el labrador sufría durante su cocinado. En la actualidad los duelos y quebrantos no son sino un revuelto de huevo con chorizo y tocino.

Os dejo ya la receta, veréis que fácil es

Ingredientes (para 4 personas):

-2 chorizos
-400gr. de tocino entreverado curado
-8 huevos (mejor camperos)
-2 dientes de ajo
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

Ponemos una cazuela al fuego y cubrimos la superficie con aceite de oliva virgen extra (no demasiado porque luego el tocino suelta grasa), añadimos los dos ajos laminados y cuando empiecen a dorarse añadimos el tocino entreverado picado en dados pequeños. 

A los pocos minutos, cuando el tocino haya soltado casi toda la grasa, añadimos los chorizos desmenuzados en pequeños trozos o bien cortados en rodajas muy finas. 

Rehogamos todo junto durante unos minutos más y a continuación añadimos los huevos previamente batidos y vamos removiendo hasta que el huevo cuaje, cuidando que quede jugoso, no esperar demasiado tiempo porque sino quedaría muy seco. Por último comprobamos cómo está de sal y rectificamos si fuera necesario, y ya está listo para servir.

Como veis es un plato humilde, fácil de preparar y está riquísimo. No se puede abusar porque es muy calórico, pero de vez en cuando no hace daño darse un capricho.

Espero que os haya gustado. Un saludo.

domingo, 6 de marzo de 2016

Premio Litarcichis


Soy todavía una novata en este mundo bloggeril, por eso cuando días atrás me enteré que mi amiga virtual Raquel Galin se había acordado de mí para otorgarme este premio me hizo una ilusión enorme. En parte por ser mi primer premio, pero sobre todo por ser ella quien me lo otorgó, pues aunque no tengo el gusto de conocerla personalmente (de momento) la siento casi como de la familia, ya que a través de su blog: Mi diversión en la cocina, hace partícipes a sus seguidores de aspectos relacionados con su vida cotidiana que te hacen quererla sin haberla conocido. Pronto te das cuenta que detrás de la pantalla, aparte de una gran cocinera hay sobre todo una gran persona, una mujer sencilla, humilde y generosa.

Si no conocéis todavía su blog os invito a que lo hagáis, seguro que os sorprenderá porque tiene recetas muy interesantes. Aparte es muy imaginativa, y con lo que encuentra por casa enseguida se las ingenia para sacar adelante un plato delicioso... a mí personalmente me ha dado muchas ideas.

Gracias Raquel, eres un encanto!!!


-¿Qué significa BOR? Significa Blog Original.
-Litarcihis: Nombre de la mención a los blogs.
-Literarios: libros, poesía, relatos y todo tipo de escrituras fantásticas, terror, ciencia ficción...
-Sobre Arte: Pintura, escultura, música, arquitectura, decoración, cocina, cine, teatro...
-Ciencia: Biología, naturaleza, arqueología, física, matemáticas, astrología, botánica...
-Historia: Todos aquellos que nos hablen de nuestro pasado y recuerden con fotos y escritos todo aquello que la memoria olvida.
-Bloggers: Un premio que es concebido no sólo al blog, sino también al creador que se lo trabaja muchas a veces a diario y lo mima dándole presencia, estética y realce para que quede bonito a simple además de llenarlo con contenido adictivo.
-Los blogs nominados deben ser de tu agrado y aportarte algo a nivel personal (es indiferente el número de seguidores que tenga).
-Normas: Agradecer al autor y el blog que te lo concede.
-Publicar el premio en un lugar visible de tu blog.
-Nominar al número de blogs que creas conveniente (10 blogs como máximo).
-Comunicar tu nominación a los blogs elegidos.


Ahora viene lo más difícil, nominar a otros blogs, y como hay algunos bloggers que por falta de tiempo no participan en este tipo de premios en cadena, pues sólo nombraré a dos que me gustan mucho y que creo que les hará ilusión recibirlo, de todos modos si lees esto y quieres el premio, tienes mi permiso para llevártelo a tu blog

Los blogs que nomino son:


martes, 1 de marzo de 2016

Banda de manzana


Después de unos días desconectada por diferentes motivos, vuelvo de nuevo con una receta dulce que os resultará familiar. Se trata de un pastel de manzana, que además de estar delicioso es muy fácil de hacer.

A mí las manzanas crudas me sientan mal, puede estar el frutero lleno de ellas que no toco ni la primera..., en cambio cocinadas, bien sea en una tarta, en una compota, y sobre todo asadas al horno, me gustan muchísimo y no me hacen daño.

Esta receta la preparo varias veces, sobre todo en otoño, porque mi vecino tiene un manzano pegado al muro medianero con nuestra finca, y las que caen para nuestro lado las aprovecho yo. 

No sabría decir de qué variedad son esas manzanas, pero lo que es seguro es que para este pastel van muy bien porque son algo ácidas, y el contraste de lo ácido con lo dulce es muy interesante.

No me enrollo más y os dejo con la receta

Ingredientes:

-3 manzanas
-1 placa de hojaldre rectangular
-Mermelada de albaricoque ó melocotón
Para la crema pastelera:
-250ml. de leche
-2 yemas de huevo
-1 vaina de vainilla
-Cáscara de medio limón
-25gr. de maicena
-70gr. de azúcar

Preparación:

En primer lugar vamos a hacer la crema pastelera, para ello cortamos la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad, y con la punta de un cuchillo vaciamos los granos y reservamos ambos (vaina y granos). Seguidamente apartamos medio vaso de leche y reservamos también.

La leche restante la ponemos en un cazo al fuego y añadimos la cáscara de medio limón (sólo la parte amarilla, cuidando de que no lleve la piel blanca que tiene debajo porque esa amarga), y los granos y la vaina de vainilla, dejamos que llegue al punto de ebullición y retiramos del fuego. 

Añadimos en ese momento el azúcar, removemos bien, tapamos y dejamos infusionar durante unos minutos hasta que esté tibia, para que la leche se impregne bien de los aromas del limón y la vainilla. Después la colamos a otro recipiente limpio, para retirar la vaina de la vainilla y las cáscaras de limón. 

Añadimos luego las dos yemas de huevo batidas, y la maicena previamente diluida en la leche que teníamos reservada. Ponemos la mezcla al fuego, y removemos constantemente para que no se pegue, hasta que espese, en ese momento retiramos del fuego, pasamos la crema a un bol, dejamos atemperar, y si no la vamos a usar en el momento, la cubrimos con papel film, y aguanta así un par de días en la nevera, aunque lo ideal es utilizarla en el momento como vamos a hacer nosotros ahora.

Hecha la crema pastelera, solo nos falta montar el pastel, para ello estiramos la plancha de hojaldre, la pinchamos con un tenedor dejando un borde por los cuatro lados de unos dos centímetros aproximadamente. 

Echamos la crema pastelera en una manga con boquilla rizada, cubrimos el hojaldre con la crema pastelera dejando libres los bordes, y luego colocamos encima las manzanas, peladas, descorazonadas y cortadas en gajos (según se aprecia en la foto) y por último llevamos al horno previamente precalentado, y lo dejamos en la parte central, con calor arriba y abajo a 200º hasta que veamos que está hecho el hojaldre.

Finalmente sacamos el pastel del horno, lo dejamos enfriar sobre una rejilla, cuando esté frío lo pincelamos por arriba con una mezcla de agua y mermelada de albaricoque o melocotón a partes iguales, y ya solo nos queda colocar el pastel sobre una blonda decorativa y estará listo para presentar a nuestros invitados.

Espero que os haya gustado. Nos vemos en unos días. Hasta entonces que seáis muy felices.

lunes, 22 de febrero de 2016

Ensalada variada con queso de cabra y vinagreta de miel


A pesar de estar en invierno de vez en cuando apetece una ensalada, además necesitamos comer verdura, y si es cruda mejor porque de esa forma no se pierden nutrientes.

Esta ensalada que os propongo hoy serviría como plato único para una cena ligera por ejemplo, pero sobre todo es ideal como primer plato si tenéis invitados a comer en casa, porque es original, está riquísima y se prepara en muy poco tiempo, además los ingredientes que lleva la convierten en una ensalada más apropiada para una celebración o un día de fiesta que para diario.

Os dejo ya con la receta

Ingredientes (para 4 personas)

-600gr. de verdura variada: lechuga verde, lechuga roble, canónigos, espinacas, rúcula, escarola...
-12 rodajas de queso de rulo de cabra (rulo pequeňo)
-12 tomates cherry
-4 nueces enteras
-1 cucharada sopera de miel
-1 cucharada sopera de vinagre de módena
-3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
-sal

Preparación:

Echamos la verdura limpia en un bol, añadimos los tomates cherry cortados por la mitad, las nueces cortadas en trozos, salamos al gusto y removemos bien.

Aparte en una taza hacemos la vinagreta y para ello añadimos la miel, el vinagre y el aceite, removemos bien y con esa vinagreta aliñamos las verdura mezclando bien todo con un par de cucharas.

Luego emplatamos la ensalada, y por último ponemos una sartén al fuego y cuando esté caliente vamos poniendo las rodajas de rulo de cabra y las dejamos un minuto por cada lado. Después colocamos encima de cada plato de ensalada 3 rodajas de queso, y servimos a la mesa.

La verdura os aconsejo que compréis esas bolsas que traen la verdura ya limpia, lista para aliñar porque hay bolsas que contienen una mezcla de verduras y si las compráis por separado os sale más caro y os sobrará verdura.

Nada más, solo espero que os haya gustado la receta y que os animéis a ponerla en práctica.

Un beso