Menos mal que la
primavera ya toca a su fin, porque la de este año está siendo especialmente
difícil por mis problemas de alergia. El año pasado en cambio, estuve perfecta,
tanto que ya me las prometía muy felices, pero a pesar de estar cinco años
vacunándome, y tomar diariamente antihistamínicos, la susodicha no está por la
labor de dejarme en paz tan fácilmente, así que hoy, aprovechando que parece
que tengo unos días de tregua, os presento una nueva receta muy apropiada para
esta época del año, cuando el calor ya aprieta, me estoy refiriendo al
salmorejo.
Siendo gallega,
es fácil comprender que sea un plato de incorporación reciente a mi recetario,
pero desde que lo descubrí, me cautivó.
Pese a ser un
sabor un tanto novedoso para mí, no me supuso ningún esfuerzo adaptar el
paladar al mismo, al contrario. Lo único que he notado es que cada vez que lo
preparo me gusta más y más.
Antes de tener la
thermomix ya lo preparaba y me gustaba, pero creo que con la thermomix se logra
una finura difícil de igualar. Encima no hay que colarlo para eliminar pepitas
ni pieles, con lo cual se ensucia menos y se ahorra trabajo, y por si esto no
fuera suficiente, la emulsión final del aceite sale perfecta, para mi gusto
mejor que con la batidora. En todo caso os dejo la preparación de las dos
maneras, en thermomix y por el método tradicional, de modo que no tenéis excusa
para no hacerlo.
Si os animáis,
necesitaréis los siguientes
Ingredientes:
-150gr. de aceite
de oliva de sabor suave (1 vasito)
-1 kg de tomates bien maduros
-175gr. de miga de pan del día anterior (en mi caso pan de barra)
-1 ó 2 ajos (si lo queréis suave solo uno, si lo queréis más fuerte los
dos)
-1 cucharadita de sal
-30gr. de vinagre (la receta original no lleva)
Para acompañar
-huevos duros picados
-jamón ibérico picado
-picatostes, etc.
Preparación en thermomix:
1-Colocamos una
jarra sobre la tapa del vaso, pesamos el aceite y lo reservamos para el final.
2-Ponemos en el
vaso el ajo (sin la parte central para evitar que resulte indigesto), los
tomates muy bien lavados y la sal. Trituramos programando 30 segundos
/velocidad 5
3-Añadimos el pan
y el vinagre, y programamos de nuevo 30 segundos /velocidad 5
4-Seguidamente lo
batimos programando 2 minutos /velocidad 10
5-A continuación
bajamos los ingredientes hacia el fondo del vaso con la espátula, colocamos la
tapa y el cubilete y programamos 1,5 minutos / velocidad 5 para emulsionar el
aceite que teníamos reservado, el cual vamos vertiendo poco a poco sobre la
tapa, alrededor del cubilete, hasta que termine de incorporarlo.
6-Finalmente lo
guardamos en un tupper, lo dejamos en el frigorífico hasta que esté bien frío,
y luego lo servimos en cuencos individuales o en platos hondos, y encima ponemos
unas cucharaditas de huevos duros picados, jamón picado, unos picatostes o
cualquier otro ingrediente que os apetezca. Yo en ocasiones le añado jamón
picado y espárragos verdes hechos a la plancha y troceados. Es una combinación
que me gusta mucho.
Preparación por
el método tradicional:
Lavamos muy bien
los tomates, los cortamos en trozos grandes, y los trituramos con la batidora.
A continuación colamos la mezcla para eliminar pepitas y pieles que le hayan
quedado. Después añadimos el pan troceado, mezclamos bien y esperamos unos 30
minutos para que el pan se ablande y sea más fácil de batir. Transcurrido el
tiempo de espera añadimos el ajo (sin la parte central para evitar que nos
repita), añadimos también el vinagre, y la sal, y batimos de nuevo hasta que
quede lo más fino posible. Por último vamos añadiendo el aceite poco a poco sin
dejar de batir, y cuando esté todo bien integrado vertemos en un recipiente que
llevaremos al frigorífico hasta el momento de consumirlo. A la hora de servirlo
lo más habitual es acompañarlo de huevos cocidos y jamón.
Pues con esta
humilde, sana, rica y fresquita receta me despido por hoy. Nos vemos en unos
días.
Un beso