Llegados a este punto he de aclarar que normalmente el caldo se sirve sin ningún sofrito, si bien yo en mi casa he visto que mi madre siempre le preparaba un sofrito al final, y está riquísimo así. A mí me gusta más con sofrito que sin él, por eso al gusto de cada uno. Para el sofrito echamos aceite de oliva en una sartén y picamos en juliana un trozo de cebolla (1/4 aproximadamente) y la añadimos a la sartén. Ponemos al fuego, y cuando la cebolla comience a tomar color retiramos la sartén del fuego, esperamos unos instantes para que el aceite pierda algo de temperatura y luego añadimos la cucharadita de pimentón, removemos y acto seguido se lo añadimos al caldo, lo removemos todo junto, le apagamos el fuego, retiramos el unto, y dejamos reposar con la olla tapada unos diez minutos. Después ya lo podemos servir, preferiblemente en unos cuencos de barro como manda la tradición, y en cuanto a la carne la servimos en una fuente aparte para que cada comensal se sirva al gusto.
lunes, 21 de noviembre de 2016
Caldo gallego
Por fin ha llegado
el frío y la lluvia, aunque ésta última yo la verdad no la echaba de menos, y
eso que este año en Galicia no nos podemos quejar porque hemos tenido un otoño
muy seco y caluroso, aun queda un mes para que finalice, pero un poco de frío ya
lo echaba en falta... Además las
navidades están ahí a la vuelta de la esquina y no era cuestión de comer el
turrón en mangas de camisa ;)
Pues bien, la
receta que os traigo hoy, el caldo gallego, también necesita de un tiempo
invernal para que podamos disfrutar plenamente de su sabor... Recuerdo que el
año pasado a finales de junio, comí en un restaurante en el que ofrecían caldo
gallego a un grupo de turistas que venían en autobús en una excursión
organizada, encima aquel día hacía un
sol de justicia, y no sé qué recuerdo
guardarían aquellos turistas del caldo gallego, pero no creo que sea el mejor
de los posibles. Por muy rico que estuviese, el caldo gallego, igual que la
sopa castellana, la fabada asturiana, el cocido, etc. son platos que apetecen más
y sientan mejor cuando hace frío, cada cosa tiene su momento, y por muy
típicos que sean no es lo más adecuado
servirlos en según qué época, pero bueno, tampoco lo critico, precisamente por
ser platos típicos la gente de fuera los demanda durante todo el año.
El caso es que
ahora el frío llegó, y en mi huerta tengo unas nabizas preciosas, así que el
otro día hice el primer caldo de la temporada, que me supo a gloria y me sentó
aun mejor. Os comparto la receta por si os animáis a prepararlo en casa.
Ingredientes
(para 8 personas)
-250gr. de
alubias blancas
-500gr. de
costilla de cerdo salada (sirven también otras partes del cerdo, como el morro,
un trozo de lacón, etc. pero que sean salados)
-50gr. de unto
-6 patatas
medianas o 4 grandes
-1 manojo de nabizas
o grelos (en su defecto pueden utilizarse berzas o incluso repollo aunque el
sabor varía mucho)
-1 chorizo
(opcional)
-7 litros de agua
(aproximadamente)
Para el sofrito
(opcional):
-aceite de oliva
virgen extra
-1/4 de cebolla
-1 cucharadita de
pimentón dulce de calidad
Preparación:
La víspera
dejamos las alubias en remojo en agua fría durante toda la noche. Al día
siguiente echamos unos 7 litros de agua fría en una olla, añadimos las alubias
que teníamos en remojo bien escurridas, la carne, el chorizo (yo casi nunca le
echo chorizo al caldo, pero mucha gente lo hace), y el unto. Ponemos la olla al
fuego, y dejamos que hierva durante una hora aproximadamente. Pasado ese tiempo
retiramos la carne, y el chorizo a un plato, y añadimos la patatas cortadas menudas
como si fueran para tortilla pero un poco más gruesas, y en rodajas no muy
grandes. Cuando la olla levante el hervor después de añadirle las patatas,
añadimos las nabizas bien limpias, y cortadas finamente y dejamos que cueza
todo junto unos 15 minutos aproximadamente. Mientras preparamos el sofrito.
Cuando hago caldo
en casa utilizo una olla grande, luego lo guardo en tuppers en el frigorífico,
y así tengo caldo para varios días, además
el caldo es de esos platos que está
mejor el día siguiente que el día que se prepara, es como si se “asentasen”
mejor los sabores.
Espero que os haya
gustado. Nos vemos de nuevo en unos días.
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Hola guapísima !!!
ResponderEliminarLa única vez que he tomado caldo gallego fue en el mes de Julio de hace unos cuantos años. Pero era en un viaje que hice por aquellas preciosas tierras y no quería perder la oportunidad, así volví, que casi ruedo de lo que comí jajaja
Lo del unto, lo descubrí hace poco no creas. Para vosotros es lo más natural del mundo, pero cuando pregunté a una amiga gallega qué era eso, no supo explicarme. Días después me fijé que una carnicería que venden productos gallegos la tienen de forma habitual.
Creo que aunque lo hiciera, no me quedaría tan rico como el tuyo, con los productos autóctonos, pero me ha encantado ver cómo lo haces y saber tu receta familiar.
En casa también tengo siempre caldo casero y en cuanto se termina, renuevo con la olla más grande jajaja
Besotes mi niña, feliz semana.
Hola guapísima.
ResponderEliminarMi padre estuvo algunos años estudiando en Galicia y le encantaba el caldo gallego, con los grelos y el lacón, le volvía loco. Aquí en Las Palmas hay mucha tradición gallega, está La Casa de Galicia y muchos restaurantes gallegos y casi siempre me solía llevar dónde él disfrutaba mucho de un plato como el que nos enseñas en esta entrada. Muchos recuerdos han venido a mi mente.
Excelente plato. Un abrazo mi niña.
Este caldo lo degusté por primera vez en Galicia, en Santiago de Compostela concretamente. Entonces no me gustó mucho, pero es que no era como el tuyo, ni parecido. Ahora apetece y entra de maravilla como buen plato único de cuchara que es. Es lo que toca y lo tomamos con mucho gusto.
ResponderEliminarBss
Maca, que maravilla esa taza de caldiño. Como no va a apetecer estos días con el frío que hace y si lo acompañamos con unas filloas ya ni te cuento ;) Yo lo hice el fin de semana pasado. A mi me gusta aún más de un día para otro.
ResponderEliminarUn biquiño preciosa. Que pases un buen fin de semana al calorcito
Como no he visitado aún Galicia no he tenido el placer de disfrutar este caldo así que agradezco mucho tu receta a ver si me animo a prepararlo en casa. Y es que con el tiempo que nos acompaña los platos de cuchara son lo que más apetece cuando llegas a casa
ResponderEliminar¡Besos mil!
Muy rico, con este tiempo que bien sienta, un beset
ResponderEliminarYa se que de este caldo a estas horas que llego no queda nada, lastima porque mira que esta rico, lo probé cuando fui a tu tierra y me encanto, viendo la foto imagino lo rico que te a quedado.
ResponderEliminarUn beso
La pregunta que siempre ha surgido espontáneamente en nuestra familia es ¿mejor el sabor del caldo gallego o de la sopa del cocido? pues mira, difícil, difícil. Nosotros no somos gallegos, somos madrileños ya sabes, pero tenemos que reconocer que aunque estos sabores no pertenezcan a nuestro ADN gastro, estos gallegos tienen un plato de 10!!
ResponderEliminarEl caldo gallego, la sopa de cocido, la sopa castellana... No sabría con cual quedarme. Son sabores distintos pero igual de ricos
ResponderEliminarBesos