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lunes, 16 de enero de 2017

Tarta de piña


Hoy vengo con una receta dulce que hice hace ya tiempo, concretamente el 29 de junio del año pasado, para una celebración familiar.

Es una tarta ideal para el verano pero también para la época invernal, en este caso basta con sacarla del frigorífico un par de horas antes de servirla y listo.

Cómo no podía ser de otra forma, hay distintas variantes de esta tarta, algunos utilizan sobaos u otro tipo de bollería para su elaboración, pero yo he preferido hacer un bizcocho casero con un suave aroma a piña.

Antes de contaros cómo se prepara, he de deciros que he utilizado un molde redondo de 22cm. de diámetro para hacer el bizcocho, y luego para la tarta he utilizado uno de 20cm., porque así queda el bizcocho bien ajustado a las paredes del molde, y eso hará que la mezcla de la gelatina impregne el bizcocho como si se tratase de una esponja, sino se colaría por los laterales y el bizcocho flotaría. Aclarado esto, vamos ya con la receta en sí misma, veréis que fácil es.

Ingredientes:

-230gr de harina floja
-150gr de azúcar
-230gr de mantequilla a temperatura ambiente
-4 huevos a temperatura ambiente
-1.1/2 cucharaditas de levadura Royal
-150ml de zumo de piña de buena calidad (Pago, Granini, …)
-rodajas de piña en almíbar
-guindas en almíbar (cerezas)
-60gr. de azúcar moreno
-200ml del almíbar de la piña
-250ml de nata líquida
-1 sobre de gelatina de piña Royal

Preparación:

En primer lugar procedemos a hacer el bizcocho en el molde más grade, para ello batimos 200gr de mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar hasta que éste quede bien disuelto. Ha de quedaros una crema de consistencia parecida a la pasta dental. Seguidamente añadimos los huevos de uno en uno hasta que estén todos integrados en la mezcla. Después añadimos 100ml de zumo de piña, batimos de nuevo, y por último añadimos la harina previamente tamizada y la levadura en polvo, mezclamos con una espátula, y reservamos mientras preparamos el molde grande.

Lo primero es untar los bordes con 30gr de mantequilla (aproximadamente) y espolvorear luego con 30gr de harina (aproximadamente) para que después el bizcocho se desmolde sin problema. En la base del molde extendemos el azúcar moreno, encima de éste ponemos las rodajas de piña todo alrededor de la base y colocamos una en el centro de la misma. En el agujero de cada rodaja de piña colocamos una guinda en almíbar, después echamos encima la masa del bizcocho, y lo llevaremos al horno precalentado a 180º durante unos 40 minutos aproximadamente, calor arriba y abajo los primeros 15 minutos, y luego calor solo abajo, hasta que veamos que está cocido. Para comprobarlo pinchamos con un palillo, y si sale limpio es señal de que ya está listo, en ese caso, lo sacamos del horno, lo desmoldamos en caliente antes de que se enfríe el almíbar que se habrá formado en la base, porque sino luego se quedaría pegado, y lo dejamos enfriar.

Aparte en un cazo añadimos la nata líquida y el almíbar de la piña y lo llevamos al fuego hasta que alcance el punto de ebullición, en ese momento añadimos la gelatina de piña disuelta en 50ml de zumo de piña, removemos bien y cuando alcance de nuevo el punto de ebullición lo retiramos del fuego y dejamos que la mezcla pierda temperatura hasta que esté tibia.

Mientras forramos la base del molde pequeño con papel de hornear, introducimos en él el bizcocho dándole la vuelta, es decir, con las rodajas de piña por abajo.

Como os dije más arriba, el bizcocho ha de quedar bien ajustado en el molde más pequeño, para que la mezcla de gelatina no se cuele por los laterales. Finalmente echamos encima la gelatina poco a poco, para que la vaya absorbiendo el bizcocho, en este paso nos podemos ayudar de un tenedor, haciendo incisiones en él para facilitar esta labor. Por último dejamos la tarta en el frigorífico, mejor de un día para otro, y cuando la queráis desmoldar, pasáis el hilo de un cuchillo por los laterales del molde, y le dais la vuelta sobre una fuente redonda adornada con blonda decorativa, retiráis el papel de hornear que habíamos puesto en la base, y voilà, ya tenéis la tarta lista y decorada, con las rodajas de piña y las guindas por arriba.

Es una tarta con un suave sabor a piña que resulta de lo más agradable. Os animo a que probéis y me decís ;)