Por fin he podido
sentarme delante del ordenador y redactar una nueva entrada. Ha sido un poco
más tarde de lo previsto debido a una recaída de la gripe, pero lo importante
es que aquí estoy, y vengo con una receta que seguro que la mayoría la conocéis
de sobra, pero como todavía no la tenía en el blog, hoy le tocó su turno.
Lo curioso es que
tengo recetas en la carpeta de borradores, esperando salir a la luz, desde hace casi dos años, y de
repente el otro día mi prima y vecina, Josefa, me enseño en el móvil la foto de
una crema de calabaza que había preparado en su casa días atrás, y me entró antojo de
ella, así que en cuanto tuve oportunidad allá me fui al supermercado a
comprarme una hermosa calabaza para prepararla, y como las dos últimas recetas
que he publicado en el blog han sido dulces, creí que ya tocaba algo salado,
así que le saqué una foto y aquí va la receta, espero que os guste
Ingredientes:
-1 kg. de
calabaza cacahuete (curcubita moschata)
-2 patatas
medianas
-1 cebolla grande
ó 2 medianas
-3 dientes de ajo
-2 zanahorias
-Caldo de ave o de verduras
-sal
-aceite de oliva
virgen extra
-150ml. de nata
líquida
-pimienta recién
molida
-pipas de calabaza, picatostes... (opcional)
Preparación:
Comenzamos
poniendo una olla al fuego y cubrimos el fondo de la misma con aceite de oliva
virgen extra. A continuación añadimos la cebolla y la zanahoria peladas y picadas, los
ajos pelados y cortados por la mitad (sin el germen interior) y rehogamos todo junto unos
minutos removiendo de vez en cuando.
Mientras se
rehoga la verdura de la olla, lavamos, pelamos, retiramos las semillas y
picamos en trozos medianos la calabaza. Para esta receta yo siempre uso la conocida como calabaza
cacahuete (curcubita moschata)
Cuando las
verduras estén tiernas, añadimos a la olla la calabaza y rehogamos todo junto
unos minutos más. Después añadimos las patatas cortadas en trozos, salamos, y añadimos el caldo de ave ó verduras hasta cubrir, luego lo dejamos al fuego hasta que al pinchar
las patatas y la calabaza con un tenedor notemos que están hechas. En ese
momento apagamos el fuego, trituramos con la batidora, y luego rectificamos de
sal y echamos un poco de pimienta recién molida.
Removemos
bien con una espátula para mezclar, y comprobamos que no queda ningún trozo sin triturar, y luego lo devolvemos al fuego un par de minutos hasta que veamos que empiezan a salir burbujas (sin que llegue a
hervir), apagamos el fuego y ya tenemos nuestra crema de calabaza lista para
servir.
Cuando la sirvamos echamos en cada plato un hilo de nata líquida y opcionalmente también unas unas gotas de aceite de oliva virgen extra, unas pipas de calabaza, unos picatostes... Además de resultar más atractiva a la vista, sientan muy bien al paladar, y hacen de esta crema un plato aun más apetecible.
El secreto de
esta crema de calabaza, y de cualquier crema de verduras en general, radica en
rehogar bien las verduras, emplear un caldo de verduras o de ave (mejor que
agua del grifo) y por supuesto en emplear un buen aceite de oliva virgen extra.
Haciéndolo así el éxito está asegurado.
Y poco más por
hoy, sólo me queda despedirme hasta dentro de unos días que volvamos a vernos
con una nueva receta. Mientras sed muy felices.
Un saludo