Parece
que aun fue ayer Navidad, y ya están aquí los Carnavales… ¡hay
que ver qué pronto pasa el tiempo! Y como no podía ser de otra manera, en lo referente a
la gastronomía, hay una serie de platos y dulces que son típicos de
estas fechas. El que hoy os presento es uno de ellos, se trata de las
Flores de Carnaval. En Galicia donde yo vivo son típicas de estas fechas, en cambio hay regiones de España que las elaboran por Semana Santa.
Estas
flores además de vistosas, son muy fáciles de hacer, y aunque se
fríen en aceite no os preocupéis que no salen nada aceitosas, todo
lo contrario, salen secas y muy crujientes. Incluso para mí que soy
delicada de estómago y tengo problemas con este tipo de masas que se
fríen en la sartén, nunca tuve ninguna molestia cuando las comí, y hace ya bastantes años que no faltan en mi casa por carnavales.
Los
ingredientes que se utilizan para hacer esta receta seguro que la
mayoría los tenéis ya en casa, lo que sí necesitáis es un molde especial
para hacerlas, pero si no lo tenéis lo encontraréis sin
dificultad, lo tienen en casi todas las ferreterías, incluso en la
de mi pueblo lo tienen, y eso que vivo en un lugar muy pequeño.
Paso
a explicaros la receta, ya veréis qué fácil es
Ingredientes:
-2
yemas de huevo
-500ml.
de leche entera
-50ml.
de licor de anís
-375gr.
de harina de repostería
-una
pizca de sal
-ralladura
de un limón
-azúcar
para espolvorear al final
Preparación:
En
un bol echamos las yemas de huevo, batimos un poco y añadimos la
leche, la sal, la ralladura de limón y el licor de anís. Mezclamos
todo bien y luego añadimos la harina poco a poco y seguimos
removiendo hasta que quede una mezcla homogénea , sin grumos.
Después tapamos el bol con film transparente o con un paño de
cocina y lo dejamos reposar durante dos horas.
Transcurrido
el tiempo de reposo ponemos una sartén al fuego con abundante aceite
de girasol, e introducimos el molde en él, para que se vaya
calentando. Mientras el aceite toma temperatura y el molde se
calienta dentro del aceite, batimos de nuevo la mezcla, y después
cuando veamos que el aceite está caliente, sacamos el molde y los
introducimos en la masa (procurando siempre que ésta no se desborde
por encima del molde, sino que le falte un poco para llegar arriba,
porque sino luego no se desprende la flor) y levantamos, escurrimos
un poco y lo metemos de nuevo en el aceite caliente. Pasados unos
segundos levantamos otra vez y ya se desprende la flor por sí sola,
y si no lo hiciera nos ayudamos de una cuchara o tenedor y por los
bordes del molde empujamos un poco hacia abajo y seguramente ya se
suelta sin mayor dificultad. Seguimos con el mismo procedimiento
hasta terminar, y vamos colocando las flores en una fuente, e
intercalando entre una y otra, papel de cocina absorbente.
Cuando
hayamos terminado de hacer las flores, cogemos un plato hondo (de los
que se usan para servir la sopa), echamos en él azúcar, y vamos
rebozando las flores en el azúcar una a una, luego las pasamos a una
fuente o a una bandeja con blonda decorativa como hice yo, y listas
para servir y disfrutar :-)
Observaciones:
Normalmente
no suele haber problemas a la hora de desprender la flor del molde,
basta con levantarlo un poco y hacer un pequeño movimiento de arriba
hacia abajo y ya se suelta. Si tenéis dificultad, haced como os dije
más arriba, ayudaros de una utensilio de cocina y ejerced un poco de
presión sobre los bordes del molde. Si pese a ello no sois capaces
de sacarla entonces no perdáis la paciencia ni os desaniméis, es
cuestión de “hacer borrón y cuenta nueva” :-) Apagad el fuego,
lavad el molde muy bien procurando que no le queden restos de masa
adheridos, luego lo secáis cuidadosamente, y lo introducís de
nuevo en el aceite, encended de nuevo el fuego, y esperar hasta que
tengáis bien claro que está caliente, porque una de las causas del
fallo anterior posiblemente haya sido que el aceite aun no tenía la
temperatura suficiente.
Otra
causa podría ser que la cantidad de harina fuese insuficiente,
porque no todas se comportan igual, y en ese caso le echáis una
pizca más, no mucha (ha de quedaros una mezcla semilíquida, como la
de las filloas o creps).
A
lo mejor las primeras os dan un poco la lata, pero no os desaniméis,
después de que llevéis hecho 3 ó 4 ya salen como churros, ¡cosa
más fácil imposible!
Y
ya no sigo, porque sino parece que convierto la cosa más sencilla del mundo en algo sumamente complicado, algo por otra parte muy frecuente en mí, casi endémico :-(
En
fin, si os animáis a hacerlas y os surge alguna dificultad, dejadme un comentario y en cuanto pueda os lo aclaro.
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