lunes, 22 de noviembre de 2021

Tejas de almendra

La receta que os traigo hoy, las tejas de almendra, son muy versátiles en repostería, pues igual sirven para acompañar un café con leche por la mañana en el desayuno, como un té a media tarde, pero también resultan ideales acompañando un postre tipo pudin o flan, unas natillas…, y desde luego es el acompañamiento perfecto para un helado, sobre todo si es un helado de frutas con un toque ácido, porque el contraste del ácido con el dulzor de la teja casan de maravilla.

Sin más demora, vamos con la receta.

Ingredientes:

-2 claras de huevo
-150gr. de azúcar
-125gr. de almendra laminada
-50gr. de mantequilla
-30gr. de harina de trigo

Preparación:

En primer lugar separamos las yemas de las claras, reservando las primeras para otra preparación porque en esta receta no las vamos a necesitar, y las claras las batimos a punto de nieve.

A medio batir añadimos el azúcar en dos tandas, y seguimos batiendo hasta que estén bien firmes. En ese momento añadimos la mantequilla derretida y tibia, y seguimos batiendo hasta incorporarla. Después añadimos la harina, la integramos y añadimos la mitad de las almendras laminadas y mezclamos con una cuchara. 

A continuación en una bandeja de horno, sobre papel de hornear, ponemos media cucharada sopera de la mezcla en seis montoncitos. 


Con otra cuchara extendemos muy bien para que queden finitas.


Por último colocamos encima de cada una el resto de las almendras (también podemos añadir toda la almendra en este momento, de esta manera la masa es más fácil de extender con la cuchara, y el resultado final no varía) y metemos la bandeja en el horno precalentado a 170º con calor arriba y abajo, en la parte central, y horneamos hasta que empiecen a coger un bonito color dorado. 

Tardan algo menos de diez minutos en mi horno, pero eso depende un poco de cada horno.

Una vez sacadas del horno, hay que despegarlas del papel con una espátula o el filo de un cuchillo antes de que se enfríen, y colocarlas sobre un rodillo de cocina u otro objeto cilíndrico similar,  para que cojan la forma de tejas.

Se procede así con el resto de la masa, y una vez horneadas y formadas todas las tejas, cuando estén frías, se guardan en una caja metálica, donde se conservan durante varios días.

Guardadas en una caja, con una bonita lazada, son un detalle ideal para regalar por ejemplo en las próximas fiestas navideñas.


Y con esto me despido por hoy. Dentro de unos días nos vemos de nuevo con una nueva receta.

Un abrazo.

6 comentarios:

  1. Aunque la repostería no es mi fuerte, las tejas sí que tengo ganas de prepararlas por todas las aplicaciones que has nombrado y porque están muy buenas. Tal y como las presentas también son ideales para un regalo.
    Un beso

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  2. Hola Maca. Siempre me han llamado la atención las tejas porque están muy ricas, pero nunca las he hecho y leyendo como las has preparado veo que apenas tienen complicación, bueno para las expertas como tú 😂😂, otra cosa es para un aficionado como yo. Más que tejas saldrían ladrillos 😂😂.
    Sin duda te han salido tentadoras.
    Un abrazo y que tengas una buena semana.

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  3. Desde luego que son versátiles, Maca. Una teja casera como esta alegra el día a cualquiera, y la idea de utilizarlas para hacer un regalo me parece estupenda. Así tan doraditas las encuentro irresistibles

    Abrazos!!

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  4. Que ricas, te han salido perfectas. A mi hija la pequeña le encantan.
    Besos. Lola

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  5. Hola Maca, es cierto que son muy versátiles , además de deliciosas.
    Hace tiempo que no las preparo, pero cada vez que lo hago desaparecen rápido.
    A ti te han quedado perfectas y es que tienes manitas de oro mi niña.
    Un abrazo.

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  6. Maca te han quedado espectaculares, con un dorado ¡bonito a rabiar! ¿Sabes? nunca las he comido y tengo mucha curiosidad.

    Por cierto conozco el Arzúa Ulloa, es un queso que me encanta y que consigo en Carrefour (gracias doy a poder hacer la compra online porque el más cercano me pilla a 50 kilómetros) Nunca lo he probado con carne de membrillo, pero seguiré tu consejo

    ¡Besos mil!

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