Como viene siendo habitual últimamente, he tardado más de lo que tenía
pensado en publicar contenido en el blog, y sigo sin devolver las visitas a los blogs amigos, lo cual me hace sentir mal conmigo misma. Afortunadamente nada malo ha pasado en mi vida ni en mi entorno en
este tiempo, simplemente los días son tan cortos en esta época del año, y tengo tantas cosas que
hacer, que no me llega el tiempo a nada.
Antes tenía un ritmo de publicaciones en el blog que iba manteniendo sin
ningún esfuerzo, pero desde que el año pasado me registré en facebook y en
intagram (sí..., habéis leído bien, todavía el año pasado..., y casi por
obligación!!!) siento que ahora me cuesta mucho mantener el ritmo de las publicaciones, y no es porque haya perdido la ilusión
por el blog, todo lo contrario, pero es como si no abarcara todo, y eso me
produce una especie de frustración. No quiero darme de baja de las redes sociales, porque eso supone
perder el contacto con mucha gente, tardé
en sucumbir a las mismas, pero ahora me pregunto cómo he estado tanto tiempo
viviendo de espaldas a ellas... A ver cómo lo voy compaginando todo, ahora que
pronto llegan las navidades y el cambio de año, para el 2019 mi principal propósito va a ser mantener la regularidad en las publicaciones y en el
contacto con mis colegas.
En realidad no quiero esperar al próximo año, debo empezar ya a ponerme las pilas, porque se acercan las
fiestas y antes hay una serie de recetas que me encantaría compartir con todos
vosotros, pero primero, y dado que el blog para mí, además de una
ventana al mundo, es también un cuaderno de bitácoras, deseo dejar constancia en el mismo de los detalles para invitados que
preparé para agasajar a los padres de dos niño que se bautizaron en
este año 2018.
Uno fue Fabio, el hijo de Noelia y Roberto, que es un familiar lejano nuestro, y con el que tenemos buena relación. Fabio recibió las aguas bautismales el 17 de marzo. En este caso preparé unos saquitos en cuyo interior iban unas galletas y unos bombones. Para envolverlos utilicé papel seda de color banco y celeste.
Así es cómo quedaron.
Más recientemente fue Adan, el hijo de nuestros vecinos Vanesa y Jesús
Manuel, el que reunió a sus familiares con motivo de su bautizo. Fue el pasado
domingo, 25 de noviembre, y en esta ocasión opté una vez más por botes de mermelada
de diferentes sabores (albaricoque, nectarina y ciruela roja) que preparé yo
misma este pasado verano.
Para la presentación utilicé unas bolsitas rígidas y transparentes, para que permitiesen ver el contenido, y las adorné con rafia de color celeste y la correspondiente etiqueta con el nombre del niño y la fecha del bautizo.
Así fue cómo quedaron.
Como siempre os digo, si tenéis algún evento de este tipo a la vista, y os animáis a preparar vosotros mismos en casa estos detalles para obsequiar a los invitados, espero que la entrada de hoy os pueda servir para sacar ideas. En todo caso se queda aquí guardada para el recuerdo, como las de años anteriores que podéis ver pinchando en los siguientes enlaces:
Para finalizar por hoy, solo me resta desearles a Fabio y a Adan toda la
felicidad del mundo, y a sus padres salud y suerte para educarlos y verlos
crecer convertidos en personas de bien en la edad adulta. Con ese deseo me
despido por hoy.
Dentro de unos días volveré con una receta navideña. Os espero
Feliz fin de semana
Hola Maca!! Te entiendo perfectamente. A mi me pasa igual, los dias no me llegan a nada ya que ahora tengo mas responsabilidades y a veces acabo agotada!!
ResponderEliminarLos detalles son monísimos y como bien dices salud a todos que en esta vida es lo mas importante aunque a veces se crea que no. Besiños a todos!!
Es verdad que a veses no da tiempo a todo , yo no tengo instragan por lo mismo por que no se como voy ha sacar tiempo, te quedaron unos detallito muy bonito besitos feliz finde
ResponderEliminarSon ideas fantástica, un beset
ResponderEliminarTambién soy reacia a las redes sociales por el tiempo extra que ocupan, aunque me temo que tendré que sucumbir a ellas el próximo año. No te sientas mal por no poder llegar a todo, a veces nos exigimos demasiado y eso tampoco es bueno.
ResponderEliminarLos regalitos que nos traes ya los ví en su momento, pero has hecho bien en recordarlos, son ideas muy prácticas y bonitas.
un beso.