sábado, 31 de diciembre de 2022

X Xuntanza de Bloggers Gastronómicos de Galicia

 
Hoy no os traigo una receta como de costumbre, sino que vengo a hablaros de un evento al que acudí el pasado 29 de octubre; la X Xuntanza de Bloggers Gastronómicos de Galicia, que este año se celebró en la Ribeira Sacra.

Después de dos años sin poder celebrarse debido al coronavirus, por fin pudimos retomar la costumbre de reunirnos una vez al año, para compartir aficiones en común, y dar a conocer paisajística y gastronómicamente una región de nuestra hermosa tierra. En esta ocasión , como os dije, la elegida fue la Ribeira Sacra, una de las zonas más bonitas de Galicia.

La jornada comenzó a primera hora de la mañana con un desayuno en el bar Cantón de Bailen, en el municipio de Monforte de Lemos, consistente en un trozo de bica y café, o bien un pincho de tortilla el que lo prefirió.


Foto de Belén Delgado Pulgar, del blog El toque de Belén


Una vez reunidos todos y con las pertinentes acreditaciones, desde el bar en el que desayunamos nos dirigimos andando al Centro do Viño da Ribeira Sacra, que está cerquita, en un precioso edificio del s. XVIII que anteriormente fue un hospital, y también sede de la Casa Consistorial.                              




El vino de la Ribeira Sacra, junto con el Albariño, Valdeorras, Monterrei y Ribeiro, conforman las cinco Denominaciones de Origen con que cuentan los vinos gallegos, siendo la más joven  precisamente la del vino de la Ribeira Sacra, que fue creada en 1997.

El territorio de la Ribeira Sacra, lo componen, un conjunto de municipios del sur de la provincia de Lugo y norte de Ourense. La capital de la Ribeira Sacra es Monforte de Lemos, localidad lucense que se encuentra en el sur de la provincia, y es a la vez capital de la comarca Tierra de Lemos.

Desde el punto de vista turístico, el centro neurálgico de Monforte es la colina de San Vicente, donde se encuentran el Monasterio de San Vicente, la Torre del Homenaje, y el Palacio de los Condes de Lemos.

De visita obligada es también el Colegio de Nuestra Señora de la Antigua, conocido popularmente como Colegio de los Escolapios, porque en la actualidad imparten clase en él los Padres Escolapios. Situado junto al río Cabe, que atraviesa la ciudad, y de estilo herreriano, este edificio es conocido también como el Escorial gallego.

Al lado del Colegio de los Escolapios, en pleno centro de la ciudad, se encuentra el Puente Viejo, considerado de origen romano, si bien su estructura actual es posterior a la época de los romanos.


Al otro lado del puente, se encuentra un nuevo punto de interés para el visitante; el Convento de las Clarisas, que alberga uno de los museos de arte sacro más importantes de España.

Además de la capital, hay muchos otros lugares que visitar en esta región de Galicia: monasterios, iglesias, miradores, pequeños pueblos con encanto, bodegas, y por supuesto una rica y variada gastronomía, además de sus afamados vinos, son razones de peso para viajar a esta zona.

Pero volviendo a los actos de la Xuntanza, en la visita guiada al Centro del Vino, nos hablaron entre otras cosas, de las distintas subzonas que comprende el territorio de la Ribeira Sacra, y que son: Amandi, Quiroga-Bibei, Chantada, Ribeiras do Sil y Ribeiras do Miño.


La guía que nos acompañó también hizo referencia a las variedades de uva que se cultivan en la Ribeira Sacra. Para los tintos se utilizan principalmente uvas Mencía, Albarello (también conocida como Brancellao) y Merenzao. Para los blancos se utilizan uvas Albariño, Dona Branca, Godello, Loureira, Torrontés y Treixadura.




La vendimia en la Ribeira Sacra es una actividad de riesgo, pues las vides están distribuidas en bancales o terrazas, para adaptar el cultivo al relieve y salvar las enormes pendientes del terreno, que va de un 30% como mínimo a un 100% como máximo.

Debido a ello, la viticultura de esta denominación de origen ha sido reconocida en el año 2011 con el sello específico de "viticultura heroica" por el CERVIM, organismo internacional que difunde los valores de la viticultura de montaña, presente tan solo en un 5% del viñedo global.


En los últimos tiempos algunos viñedos disponen de un sistema especial de transporte adaptado a la finca, que consiste en una cinta transportadora con dos rieles. favoreciendo el traslado de la uva en las zonas de más pendiente.


Y finalizada la visita al Centro del Vino, no sin antes hacernos la foto de familia que encabeza este post, pusimos rumbo al siguiente punto de la agenda del día; un viaje en catamarán por los Cañones del Sil, con salida del embarcadero Ponte do Sil, gracias a la colaboración de la Diputación de Lugo

Pese a que el día amaneció lluvioso, durante los primeros minutos del trayecto escampó, lo cual nos permitió disfrutar del paisaje en el exterior de la embarcación.




Cuando la lluvia hizo de nuevo acto de presencia, bajamos al interior a disfrutar de una cata de vinos Godello y Mencía por cortesía de la D. O. Ribeira Sacra


Anteriormente había visitado esta zona, pero no había hecho el viaje en catamarán, y era algo que tenía pendiente, pero lo que no imaginé nunca fue poder cumplir mi deseo en tan grata compañía, pues entre las amenas indicaciones de la guía que nos acompañó, las impresionantes vistas del paisaje y la cata de vinos, el trayecto se hizo muy ameno, y cuando llegamos al final del mismo, afortunadamente había cesado la lluvia.

Y después del viaje en catamarán pusimos rumbo al restaurante-vinoteca Merenzao, donde tuvo lugar el acto principal de la jornada; una comida de confraternización de todos los bloggers y acompañantes que asistimos al evento.

Foto de Belén Delgado Pulgar del blog El toque de Belén

Al frente de los fogones estaba el chef Carlos J. González, que elaboró un menú abundante y muy variado.


Para abrir boca, unos aperitivos consistentes en: tartaleta de anguila ahumada y cremoso de queso del Cebreiro. "Guacamole" de calabaza asada y salicornia, y por último, Mejillón de Galicia escabechado en su concha crocante. Los tres muy ricos, especialmente el mejillón, para mi gusto.


Seguimos con huevo Mollet de Pazo de Vilane Shitakes y suave bechamel trufada. Me encantó, estaba exquisito.


El siguiente plato fue Jurel de PescadeRías marinado en AOVE Arbequina de Aceites Abril sobre focaccia de olivas negras y cremoso de aguacate. Un bocado exquisito también.

Este plato y el anterior se sirvieron en orden inverso a como figuran en la carta del menú.


Después vino un plato más consistente: Guiso de pulpo y almejas de PescadeRías con garbanzos y carabinero crocante.



Continuamos con un plato de carne, en este caso, Esfera de Ternera Gallega y cremoso de boniato asado.


Y para finalizar le tocó el turno a los postres que consistieron en trufas de chocolate y licor con tofe de cacahuetes, y unos dulces caseros a Modo de Petit Fours.



Para último, un rico café.


Foto de Belén Delgado Pulgar del blog El toque de Belén

Y del restaurante, nos dirigimos a la bodega Regina Viarum donde tuvo lugar el último acto de la jornada.

Los paisajes desde allí son impresionantes, y llegamos justo a tiempo para sacar las últimas fotos, pues estaba al caer la noche.


También el recinto de la bodega está sumamente cuidado, haciendo que cada rincón sea digno de ser inmortalizado con la cámara.





El de la foto es mi marido, con cara de despistado :)




A las puertas de la bodega nos recibieron con un vino,

Foto de Roberto Ledo de Diario Luso-galaico

Ya en el interior, el guía que nos acompañó nos informó de un modo muy didáctico, acerca de todo el proceso que llevan a cabo para la elaboración del vino, desde que la uva entra en la bodega hasta el embotellado final.






Después asistimos a una cata de cinco vinos, cuatro tintos y uno blanco.



Y para finalizar nos despidieron regalándonos a cada uno de los asistentes una botella de sus vinos, todo un detalle que es muy de agradecer, al igual que la exquisita atención y la información tan interesante que nos ofrecieron acerca de las actividades que se llevan a cabo en la bodega.

No fue el único regalo que recibimos, Aceites Abril nos regaló a cada uno de los bloggers asistentes tres botellas de aceite de oliva, una de ellas personalizada, un detalle que a todos nos hizo especial ilusión.

Y antes de terminar, quisiera agradecer el trabajo de los organizadores para que esta jornada tan bonita se llevara a cabo: María Pérez Patiño del blog Desayuna Coruña, Emilia Santiago Blanco del blog Cousas de Milia, José Antonio Domínguez del blog Rutas y Restaurantes, María José Basanta del blog Laurel y Canela, y Antonio Doce del blog  El Octopus Larpeiro

Y también por supuesto agradecer el esfuerzo de los colaboradores: 


Deputación de Lugo, Concello de Monforte de Lemos, Mexillón de Galicia D.O.P. , Tenera Galega, Aceites Abril, Merenzao Restaurante-Vinoteca, Pazo de Vilane, PescadeRías, Ribeira Sacra Ruta do Viño, Ribeira Sacra Consello Regulador D. O., Centro do Viño Ribeira Sacra


Y gracias también a todos los que me leéis. Deseo de corazón que que en este 2023, que comienza dentro de unas horas. seáis muy felices y sobre todo que no os falte la salud, que es lo primordial. 

Un fuerte abrazo.

lunes, 26 de diciembre de 2022

Tarta Mousse de Turrón de Jijona


Estos días estoy inspirada, y de hecho creo que es la primera vez que publico dos entradas en días consecutivos, desde que creé el blog, allá a mediados de julio del 2015.

¡Dios mío cómo pasa el tiempo!, parece que fue ayer, sin embargo cambiaron tantas cosas desde entonces a mi alrededor… Personas con las que me unía un vínculo tan fuerte que consideraba indestructible, y sin embargo desaparecieron de mi vida, y además en un momento muy complicado para mí.

Afortunadamente, de la incredulidad y la tristeza inicial, pasé a sentir una gran paz interior. La deslealtad y la traición de esas personas, ha sido sin duda el mayor y el mejor aprendizaje que he tenido nunca. Ha sido como una sanación. Después de lo ocurrido siento una paz que nunca había sentido,  y que ha creado una conexión especial con mis antepasados, porque los problemas venían de atrás, pero las máscaras tardaron en caer.

En estos últimos años he pensado mucho en mis padres, he tenido muchos diálogos imaginarios con ellos, y tengo la absoluta convicción de que están orgullosos por cómo me he comportado en todo este asunto.

En fin, me estoy desviando del tema, pero es que estas fechas me ponen melancólica. Ya tengo tendencia a ello de por sí, soy lo que definirían como una persona PAS (persona altamente sensible), y para más inri, tímida e insegura.   El caso es que se acerca Fin de Año, y eso nos invita a hacer balance. Son fechas para echar una mirada atrás y recordar a los que no están físicamente a nuestro lado, pero que vivirán siempre en el recuerdo.

Es tiempo también para ponerse metas de cara al nuevo año, que luego casi siempre quedan en simples propósitos, al menos en mi caso. 

También para reflexionar acerca de nuestra existencia… Yo como podéis comprobar soy mucho de comerme el coco, aunque últimamente ya estoy haciendo algo de callo, y ciertos comportamientos que antes me podían arruinar el día, o incluso la semana entera, ahora apenas me inmutan. 

Podía tratarse de algo tan simple como cruzarme con algún conocido por la calle y que no me saludara; podía ser una mirada o un gesto que yo por alguna razón interpretaba como de rechazo (que no necesariamente significaba que lo fuera), el caso es que sufría por todo, y me he dado cuenta de que no puedo vivir así, esperando siempre la aceptación de los demás, que tengo que vivir mi propia vida, y no preocuparme por lo que los demás digan o piensen de mí. Lo importante es ser fiel a mí misma, a mis principios, no hacer daño a nadie, y por lo demás, como decía Violeta Parra: ”Gracias a la vida que me ha dado tanto/ Me ha dado la risa y me ha dado el llanto…”

Bueno, vamos a lo que importa, que es la receta que os traigo hoy; una tarta mousse de turrón de Jijona, conocido también como turrón blando.

Ya os decía ayer que a mí no me gusta este turrón, me resulta muy empalagoso, en cambio en esta tarta entra muy bien, porque es una tarta con un sabor suave a turrón, que está deliciosa, os lo prometo.

Tiene también otra ventaja, y es que se prepara el día anterior, o incluso la antevíspera, y además es muy fácil de preparar y se tarda muy poco tiempo.

Incluso tiene otra ventaja añadida, y es que en casi todos los hogares cuando finalizan estas fiestas quedan sobras de turrón, pues bien, no os preocupéis, con esta tarta las podéis “reciclar” y de paso disfrutar de un bocado delicioso.

Si el día de Fin de Año cenáis en casa, o la comida del día de Año Nuevo, o bien el día de Reyes, y no tenéis un postre elegido, os recomendaría esta tarta sin dudarlo.

Para prepararla vais a necesitar los siguientes

Ingredientes:

-500ml de nata de montar 35% M.G.
-1 tableta de 250gr de turrón de Jijona
-120ml. de leche
-1 yema de huevo
-7 hojas de gelatina
-1 base de bizcocho genovés (es el mismo bizcocho que el del brazo de gitano que podéis ver pinchando aquí)

Para el almíbar de bañar el bizcocho:

-1 vaso de agua
-1/2 vaso de azúcar
-1/2 vaso de brandy

Para decorar
-almendra crocante
-virutas de chocolate
-christmas toppers

Preparación:

Comenzamos poniendo las hojas de gelatina en agua fría. Reservamos.

Cortamos la plancha del bizcocho del tamaño de la base de un molde desmontable. El mío es el molde de Lekué de 23cm., que tiene una base cerámica, que permite servir directamente la tarta en la misma, pero si no tenéis ese molde, cortáis un círculo de papel de hornear del tamaño de la base del molde, y después ponemos la plancha de bizcocho encima.

Lo siguiente será emborrachar el bizcocho, para ello hacemos un almíbar ligero poniendo 1 vaso de agua y ½ vaso de azúcar al fuego, cuando hierva y el azúcar se haya disuelto, añadimos ½ vaso de brandy, dejamos que hierva unos minutos más para que se evapore el alcohol, y con el almíbar caliente, y la ayuda de un pincel de silicona, emborrachamos bien todo el bizcocho. Reservamos.

Aparte batimos la leche y la yema de huevo. Ponemos al fuego, y cuando esté a punto de entrar en ebullición, añadimos el turrón previamente desmenuzado (las manos bien limpias son la mejor herramienta). Removemos la mezcla con una cuchara de madera, durante unos minutos, intentando deshacer los grumos de turrón. Después de que el turrón esté bien integrado (si os siguen quedando grumos podéis utilizar la batidora para deshacerlos), vamos añadiendo las hojas de gelatina de una en una, hasta integrarlas todas. Reservamos.

Cuando la mezcla de turrón esté templada, montamos la nata en la batidora, y luego la añadimos a la nata, y continuamos batiendo unos segundos hasta conseguir una mezcla homogénea.

Por último echamos esta mezcla en el molde, alisando la superficie con una espátula, y guardamos en la nevera unas 8 horas. Mejor dejarlo de un día para otro.

Por último solo nos queda desmoldar, decorar con virutas de chocolate y almendra crocante, y si tenéis por casa algún adorno típico de estas fechas también se lo ponéis, porque  queda bonito, y por los ojos también entra la comida.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero que la receta haya sido de vuestro agrado.

Un abrazo.

domingo, 25 de diciembre de 2022

Emulsión de Patatas con Pulpo


Como todavía es día de Navidad, aproveché un ratito para pasar por aquí a desearos a todos los que me leéis, que hayáis pasado hoy un buen día, y ayer una tranquila y agradable Nochebuena en compañía de vuestros seres queridos. De paso comparto con vosotros la receta de un entrante que preparé para la cena de ayer, y aunque ya lo había preparado en otras ocasiones, no tenía foto, pero esta vez pude hacérsela y como es tan fácil de preparar y está tan rico, y dado que todavía quedan fiestas por delante, os dejo la receta por si a alguien le puede interesar prepararlo de cara a Fin de Año, Año Nuevo o Reyes.

Se trata de una emulsión de patatas con pulpo, y la receta en la que me basé es de Rosa Ardá de Velocidad Cuchara.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la emulsión de patata:

-1.750ml. de agua
-2 hojas de laurel
-sal
-700gr. de patatas peladas y cortadas en dados
-250gr. de nata de montar
-35gr. de aceite de oliva virgen extra (yo como sabéis utilizo Abril)
-pimienta molida

Para la ajada:

-1 diente de ajo
-80gr. de aceite de oliva virgen extra (el mío Abril)
-1 cucharadita colmada de pimentón dulce (yo siempre utilizo Jauja)
-1/2 cucharadita de pimentón picante (el mío también de Jauja)
-sal al gusto

Para la presentación final:

-400gr. de tentáculos de pulpo cocido
-unas escamas de sal Maldon

Preparación:

Esta receta se puede preparar íntegramente en la thermomix (os indicaré los pasos a seguir más abajo), pero yo solo he utilizado el robot de cocina para preparar la emulsión de patata, en cambio la cocción de las mismas y la ajada la hice aparte porque me resulta más cómodo, de manera que lo primero que hice fue cocer las patatas, para ello se pelan, se lavan bien bajo el grifo y luego se cortan en dados, y se añaden a una olla, junto con dos hojas de laurel y la sal necesaria, luego cubrimos con agua fría y ponemos al fuego hasta que estén cocidas. Las mías tardaron cerca de 20 minutos desde que levantaron el hervor.

Una vez cocidas las patatas se escurren y se echan en el vaso de la thermomix. Añadimos también la nata, el aceite y una pizca de pimienta molida y se programa tiempo 3 minutos /temperatura 70ºC/ velocidad 4.

Una vez transcurrido el tiempo, retiramos la emulsión de patatas a una manga pastelera y la servimos en cuencos individuales (la razón de introducirla en una manga, es para evitar que se nos caigan restos por fuera y estropeen la presentación).

Mientras las patatas se estaban cociendo, ya fui preparando el pulpo, que en mi caso era pulpo ya cocido envasado al vacío, que para esta receta me parece ideal porque se adelanta tiempo, y además cocer un pulpo a propósito para esta receta me parece un desperdicio, ya que se necesita poca cantidad, y es tan caro que no está la cosa como para desperdiciarlo.

Al venir cocido, solo hay que sacarlo del envase, secar un poco con una servilleta de papel, y luego cortar los tentáculos en rodajas no demasiado gruesas. Reservamos.

Mientras esperaba por las patatas, también preparé la ajada, para ello ponemos el aceite en una sartén al fuego, y le añadimos un ajo cortado por la mitad (y sin el germen interior). Cuando el ajo esté dorado, apagamos el fuego, retiramos el ajo, y cuando el aceite haya perdido algo de temperatura añadimos el pimentón dulce y el picante, removemos y reservamos.

Por último solo nos queda el montaje final, y para ello rellenamos los cuencos individuales en los que vayamos a presentar este entrante, con la emulsión de patata que tenemos en la manga pastelera, dejando un 1/3 de los mismos sin rellenar. Encima repartimos el aceite con el pimentón entre todos los cuencos, y por último repartimos las rodajas de pulpo, espolvoreamos por encima unas escamas de sal maldon, y listo para disfrutar de un entrante fácil de preparar y absolutamente delicioso, que incluso podéis preparar con antelación, y luego antes de servir, lo ponéis unos minutos dentro del horno caliente, y así de esta manera, con un golpe de calor en el horno, el pulpo para mi gusto incluso queda mejor. En todo caso nunca lo presentéis frío, porque pierde mucho, sin duda caliente está mejor.

A continuación os dejo todos los pasos que debéis seguir si queréis preparar la receta íntegramente en la thermomix.

1-Ponemos en el vaso el agua, y el laurel, y programamos tiempo 12 minutos/temperatura 100ºC/velocidad 1.

2- Añadimos la sal, colocamos el cestillo en su posición dentro del vaso y ponemos dentro las patatas peladas y cortadas (tienen que quedar cubiertas por el agua), y programamos tiempo 20 minutos/temperatura 110ºC/velocidad 1. Cuando finalice el tiempo, retiramos el cestillo con la espátula, tiramos el agua de cocción y volvemos a colocar el vaso en la máquina.

3-Echamos la patatas cocidas en el vaso, añadimos la nata, el aceite, una pizca de pimienta molida, y rectificamos de sal si fuera necesario (para ello probamos primero una patata, y si vemos que está baja de sal añadimos una pizca más), y programamos tiempo 3 minutos/ temperatura 70ºC/velocidad 4. Una vez terminado el tiempo, introducimos la emulsión de patatas en una manga pastelera.

4-Después de lavar bien el vaso y secarlo, añadimos el aceite y 1 ajo cortado por la mitad (sin el germen central) y programamos tiempo 1 minuto/temperatura 100ºC/velocidad 1.

5-Retiramos el ajo, añadimos el pimentón dulce, el picante y la sal, y programamos tiempo 20 segundos/sin temperatura/velocidad 3. Después ya solo nos queda el montaje final, tal como os señalo más arriba.

Como os decía al principio, todavía quedan fiestas por delante, y os animo a que probéis este entrante que estoy segura que os va a sorprender muy gratamente.

Y por hoy termino, mañana si puedo os subo la receta de una tarta de mousse de turrón blando, que está exquisita, y es facilísima de preparar. Incluso a mí que no me gustan demasiado los dulces típicos de la Navidad, en especial el turrón blando, esta tarta me encanta.

Hasta mañana. Un beso a tod@s

martes, 20 de diciembre de 2022

Bacalao con coliflor



Dadas las fechas en las que estamos, toca una receta típica de Navidad, y en este caso os traigo un plato típico de la cena de Nochebuena aquí en Galicia; me refiero al bacalao con coliflor.

A estas alturas quien más quien menos imagino que ya tiene el menú elegido, pero si queda algún despistado al que se le haya echado el tiempo encima y que todavía no tenga nada en mente, os propongo este plato típico de mi tierra.

Cuando vivían mis padres lo preparábamos siempre, ahora hay años que no, pero  en todo caso a lo largo del año lo preparamos en más de una ocasión.

Es un plato con una elaboración muy sencilla y con un sabor delicioso, aunque la foto no le hace justicia, así que si os gusta el bacalao, probad esta receta que os aseguro que os va a encantar.

Lo importante para que salga bien es utilizar un bacalao de calidad, una coliflor bien fresca y un buen aceite de oliva, con eso el éxito está asegurado, así que paso ya a detallaros la lista de

Ingredientes (para 4 personas):

-4 lomos de bacalao gruesos 
-4 patatas grandes
-1 coliflor grande
-4 huevos
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-aceite de oliva virgen extra (yo empleé la variedad hojiblanca de Aceites Abril)
-1 cucharadita de pimentón dulce (siempre utilizo el de mi marca preferida: Productos Jauja)
-sal

Preparación:

En primer lugar ponemos un cazo con agua al fuego y cuando levante el hervor, echamos los huevos, dejamos cocer durante 10 minutos, y después retiramos a un cuenco con agua fría. Cuando los huevos estén fríos, retiramos la cáscara y reservamos.

Mientras se están cociendo los huevos vamos pelando las patatas y limpiando la coliflor, retirándole las hojas. Después las patatas las cortamos en dados grandes y la coliflor la cortamos en ramilletes medianos.

Seguidamente echamos la coliflor y las patatas en una olla, añadimos agua hasta que cubra 1 ó 2 dedos por encima, y desde que comience a hervir, cocemos durante unos 12 minutos a fuego medio. Transcurrido ese tiempo añadimos a la olla los lomos de bacalao previamente desalados y cocemos el conjunto durante unos 5 minutos más desde que levante de nuevo el hervor. Seguidamente retiramos los lomos de bacalao a una fuente, colocamos alrededor los huevos duros cortados por la mitad, y reservamos.

Una vez retirado el bacalao, probamos las patatas y rectificamos de sal si fuese necesario, después reservamos un vaso del líquido de cocción, y escurrimos bien las patatas y la coliflor y las vertemos en una fuente. Reservamos.

Mientras se cocina el bacalao y la verdura, aprovechamos para preparar la ajada, para ello ponemos una sartén al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra, y cuando esté caliente añadimos el ajo laminado, lo doramos ligeramente y seguidamente añadimos la cebolla cortada en juliana. Sofreímos a fuego medio hasta que esté bien pochada. Apagamos el fuego y añadimos el pimentón, mezclamos bien y después añadimos 4 cucharadas soperas del agua de la cocción, mezclamos y se lo echamos por encima a los lomos de bacalao, a las patatas y a la coliflor, y listo para servir y disfrutar.

Pues con el deseo de que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado, me despido hasta la próxima.

Un abrazo.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Detalles para invitados 2022


Desde los inicios del blog, allá por el 2015, todos los años os muestro los detalles que preparo a lo largo del año, para repartir a los invitados a eventos como bautizos, comuniones o similares de personas de mi entorno.

Este año post covid ha habido bastantes eventos, por lo que no os los enseño todos ya que en algunos el detalle a regalar se repite, de modo que os enseño solo aquellos en los que he introducido alguna novedad. También sucede que algunos no he tenido ni tiempo a sacarles foto.

Empiezo con la Primera Comunión de Martín, el hijo de una prima, que se celebró el pasado 14 de mayo, el mes por excelencia de las comuniones.

En este caso preparé unos botes de mermelada, y dos tipos de galletas, unas con la foto del niño, y otras con unos cortadores con forma de cáliz que compré en un viaje a Burgos, son de la marca Ibili, y ya los había utilizado en anteriores ocasiones, pero a Martín le gustaron y sus deseos eran órdenes, máximo en un día en el que él era el protagonista de la jornada.

En la foto que encabeza el post, podéis ver cómo quedaron los detalles que preparé para la comunión de Matín, y en la foto de abajo, os muestro las galletas que preparé para Nico en el mes de junio, por encargo de una amiga, que conoce a su madre.

El niño es una aficionado al fútbol, y la madre quería unas galletas con forma de balón de fútbol y con la camiseta de su equipo: el Barça, para agasajar a los invitados a su Primera Comunión.

Para teñir el fondant utilicé colorantes en gel de Wilton, y si bien no logré el tono que deseaba, creo que dan el pego, y lo importante es que al niño y a su mamá, les gustaron.




Por último os muestro las galletas de mantequilla que preparé para la Primera Comunión de Noa, también por encargo de mi amiga que conoce a la madre.

Noa es una niña que le encanta el color verde, y la madre quería unas galletas con su nombre para colocar en la mesa dulce que le iba a preparar, así que opté por preparar unas galletas redondas, decoradas con fondant teñido de un color verde claro, y en cada galleta una letra del nombre en color blanco para que destacara más. Para sujetar la galleta, una vez cortada y colocada sobre la bandeja del horno, la pinché por el centro con un palillo de madera, de los que se utilizan para las brochetas, y para que el palillo no se quemase en el horno, la parte que quedaba fuera de la galleta lo cubrí con papel de aluminio, que luego retiré al enfriar la galleta. Por último decoré la galleta con  fondant, y una vez que este se secó, metí cada una en una bolsa transparente, a modo de piruleta, y la até con una cinta, de color verde, por supuesto. (Unas galletas igual a estas, pero con los colores del Barça, también se las preparé a Nico, como podéis ver en la foto anterior).

Aparte de estas galletas con el nombre de la niña para la mesa dulce, también le preparé unas galletas, con su foto, para repartir a los invitados.

Abajo os dejo la foto de las galletas de Noa.


Este año han sido todo comuniones, y alguna para el año próximo si no hay novedad también habrá, pero eso os lo cuento si Dios quiere en otro post dentro de un año, por estas fechas, como de costumbre.

Así pues esto ha sido todo por hoy. En breve nos vemos de nuevo, espero.

Un abrazo.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Paella Marinera


Pocas recetas se identifican más con nuestro país que la paella, y aunque en el blog ya tenía publicada la receta de una paella mixta, la receta de hoy es de una paella de marisco.

Diría que es una paella más para días de fiesta o celebración, por lo que os recomiendo que utilicéis marisco fresco de buena calidad, porque la diferencia en el resultado final lo justifica. En ese sentido si cuenta con el sello de "PescadeRías ¿de onde sinon?" la calidad y el manejo adecuado del producto es un hecho.

Otra cosa que os recomiendo es que empleéis Azafrán de La Mancha D.O.P. y no un colorante cualquiera o un azafrán de fuera de peor calidad. Si seguís los consejos que os recomiendo más abajo, os aseguro que le aportará el color suficiente a la paella, además de aroma.

Os dejo ya con la lista de los ingredientes que necesitáis para preparar esta rica paella.

Ingredientes (para 4 personas):

-4 tazas de arroz
-9 tazas de caldo de pescado
-300gr. de calamares
-12 mejillones
-12 langostinos (ó 12 cigalas pequeñas)
-12 almejas
-300gr. de berberechos
-1 pimiento morrón grande
-4 dientes de ajo
-1 tomate triturado
-1 vaso de guisantes frescos o congelados
-aceite de oliva virgen extra Abril
-28 hebras de azafrán D.O.P. La Mancha
-1 cucharada sopera de pulpa de pimiento choricero
-1 hoja de laurel

Para el caldo:

-Huesos de rape, o también morralla, o bien espinas, cabezas y colas de pescado que pedís a vuestra pescadera de confianza
-1 zanahoria
-1 puerro
-1 rama de apio
-sal
-agua

Preparación:

En primer lugar preparamos el caldo de pescado, para ello ponemos una olla al fuego con agua y añadimos el pescado elegido, el puerro, la zanahoria, la rama de apio, y la sal. Dejamos que se cueza durante 30 minutos aproximadamente. Antes de apagarle el fuego rectificamos de sal si fuese necesario y reservamos.

Aparte en una olla con un poquito de agua y una hoja de laurel abrimos los mejillones. Dejamos enfriar y retiramos la cocha de arriba, dejando solo la que está adherida a la carne del mejillón. Reservamos

Los berberechos y las almejas los tenemos en agua con sal al menos durante 2 horas para que suelten la arena, cada uno en un recipiente distinto. Después los lavamos bien bajo el grifo, escurrimos y reservamos.

Por otro lado colocamos la paella al fuego, añadimos aceite de oliva virgen extra con que apenas cubra la base de la paella y añadimos los langostinos, dejamos que se hagan un poco por un lado, y luego le damos la vuelta para que se hagan por el otro, y retiramos y reservamos. Después le toca el turno a los calamares, previamente limpiados y cortados en trozos (en mi caso en anillas). Dejamos que se hagan unos minutos, y retiramos y reservamos.

A continuación añadimos el pimiento morrón cortado en tiras, después de que haya estado unos minutos rehogándose a fuego bajo y ya esté blandito, añadimos los ajos picados, seguimos rehogando un par de minutos removiendo para que no se quemen los ajos, y después añadimos el tomate previamente triturado.

Cuando el líquido del tomate se haya consumido, es el momento de echar una cucharada de pulpa de pimiento choricero, removemos de nuevo el conjunto.

A continuación echamos 9 medidas de caldo de pescado previamente colado, y cuando levante el hervor añadimos los guisantes (si son congelados, los descongeláis primero), y después subimos el fuego al máximo, añadimos 4 medidas de arroz de grano redondo, si es arroz bomba mejor, pero nunca arroz de grano largo. Para medir el arroz usaremos la misma medida que la que utilizamos para medir el caldo, y procuramos que el arroz quede uniformemente repartido.

Justo después de añadir el arroz, añadiremos las hebras de Azafrán D. O. P. de La Mancha. Recomiendan emplear 7 hebras por persona, y en este caso como es una paella para 4 personas utilizaremos 28 hebras, y para aprovechar todo su aroma y el color que le aporta a la paella, primero aconsejan que se aplasten bien en el mortero, y a continuación se le añade medio vaso de agua caliente, y se deja infusionar unos 30 minutos, y luego en el momento de añadir el arroz, añadimos también el contenido del mortero, por lo que este paso ya hay que tenerlo preparado con antelación al momento de añadir el arroz.

Después de añadir el caldo, los guisantes, el arroz y el azafrán, toca añadir los berberechos y las almejas y dejamos cocer todo junto a fuego alto durante 5 minutos removiendo solo una vez al principio, y solo los justo para que quede bien repartido, y luego bajamos el fuego y colocamos por encima los langostinos, los mejillones y los calamares a modo de decoración, y dejamos cocer otros 15 minutos más, pero esta vez sin remover absolutamente nada porque de lo contrario el arroz suelta el almidón y no queda el grano suelto.

Transcurrido el tiempo de cocción, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos diez minutos antes de servir cubierto con papel de aluminio.

Para terminar aclararos que la foto que ilustra este post es de una paella para dos personas, por eso veréis menos ingredientes de los que cito en la receta.

Y eso es todo. Nos volvemos a ver dentro de unos días.

Hasta pronto. Un abrazo.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Pastel de Cabracho


Este año me ha pasado Halloween sin preparar ninguna receta propia de esas fechas, también es cierto que a mí es una temática que no me atrae nada. Brujas, arañas, fantasmas, sangre…, todo eso me desagrada bastante.

La verdad es que el tiempo pasa volando, y en las tiendas ha sido terminar Halloween y ponerse con la decoración navideña en modo ON, y precisamente la receta que os traigo hoy, el pastel de cabracho, bien pudiera formar parte de los entrantes en las próximas fiestas navideñas.

La primera y única vez que probé un pastel de cabracho fue en Asturias. Allí la mayoría de locales de hostelería lo ofrecen, y por eso pensaba que era una receta típica asturiana, pero su origen es otro bien distinto. Se trata de una receta del reputado cocinero vasco, Juan Mari Arzak, quien en la década de los 70, modificó el pastel de merluza, sustituyendo esta por el cabracho.

Lo cierto es que desde que probé este pastel en Asturias, quise preparar la receta en casa, pero pasaron años hasta que pude conseguirlo, porque no encontraba el cabracho a la venta en ninguna pescadería, por eso cuando a finales del verano del año pasado acompañé a mi marido a un centro comercial por motivos laborales, mientras lo esperaba entré al supermercado que había en ese centro comercial, y al llegar a la sección de pescadería casi no me podía creer que lo que tenía ante mis ojos eran dos ejemplares de cabracho. Solo había dos, los justos para preparar esta receta…, pareciera que estuvieran esperando por mí. El caso es que vine para casa con ellos más contenta que si me hubiera tocado la lotería, y más contenta me quedé cuando preparé el pastel, porque salió delicioso.

Además de rico, es muy fácil de preparar, y tiene otra ventaja, y es que se prepara la víspera. Sin más dilación, os dejo con la lista de

Ingredientes:

-500gr. de cabracho fresco
-300ml. de nata líquida
-180gr. de tomate frito
-4 huevos
-1 ó 2 pimientos del piquillo en conserva (opcional)
-una pizca de sal
-mantequilla y pan rallado para untar el molde

Para cocer el cabracho

-el cabracho eviscerado pero con la cabeza (en mi caso eran 2 unidades)
-1 zanahoria
-1 cebolla
-1 puerro
-1 hoja de laurel
-unos granos de pimienta negra
-una pizca de sal

Preparación:

En primer lugar cocemos los cabrachos, para ello echamos en una olla el pescado eviscerado pero con las cabezas, la zanahoria, la cebolla, el puerro, la hoja de laurel, los granos de pimienta y una pizca de sal. Cubrimos con agua, y una vez que levante el hervor, dejamos cocer a fuego bajo durante 15 minutos aproximadamente. Después retiramos el pescado a una fuente, y el caldo lo colamos, y de nuevo volvemos a echar el caldo ya colado en la olla y el pescado, y volvemos a cocerlo otros 15 minutos más. Una vez finalizado el tiempo de cocción, retiramos el pescado, lo dejamos enfriar y después lo desmenuzamos con las manos, retiramos las espinas y reservamos.

El caldo no lo tiréis, lo volvéis a pasar por el colador por si se pudiera desprender alguna espina del pescado, dejáis que se enfríe, y lo congeláis para otra ocasión en la que necesitéis un caldo de pescado.

Por último echamos en un cuenco el pescado desmenuzado, la nata, los huevos, el tomate frito, una pizca de sal, y los pimientos del piquillo en conserva si optáis por añadírselos (yo os animaría a que se los pongáis porque le dan un punto de sabor muy bueno), y luego con la batidora trituramos todo.

Después vertemos la mezcla en un molde rectangular, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado. Esto se hace para que desmolde bien y no se pegue a las paredes.

Por finalizar, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, y lo cocemos al baño María, procurando que el agua no entre en ebullición, para que no salpique y entre dentro del molde que contiene el pastel, y horneamos durante unos 40 ó 45 minutos, hasta que esté cuajado, lo cual comprobaremos introduciendo un palillo, y si sale limpio es que ya está listo, sino hay que continuar con la cocción unos minutos más y volver a hacer la prueba del palillo.

Este pastel es típico servirlo en pequeñas porciones, sobre tostas de pan, y acompañado de salsa rosa.

Pues esto ha sido todo por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Hasta pronto.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Brazo de gitano relleno de crema


La receta que os presento hoy, el brazo de gitano relleno de crema, me trae muchos recuerdos de la infancia, porque formaba parte de las sobremesas en casa, los días de fiesta, cuando había invitados.

Por entonces el brazo de gitano lo comprábamos en la panadería del pueblo, entre otras cosas porque en un día de fiesta bastante ajetreo hay de por sí en la cocina, cómo para pararse a preparar un dulce como este, que si bien es muy sencillo, tiene cierta elaboración, aunque la parte buena es que parte del proceso se puede hacer la víspera, o incluso la. Yo es lo que suelo hacer, la antevíspera preparo la crema pastelera, la víspera monto la nata y horneo la plancha de bizcocho, y el propio día solo tengo que montarlo y decorarlo al gusto.

Pero lo mejor es que os pase a explicar la receta. De entrada para un brazo de gitano como el de la foto, que da perfectamente para unas diez raciones generosas, necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

Para la plancha de bizcocho

-8 huevos medianos
-125gr. de harina común de todo uso
-125gr. de azúcar
-1 pizca de sal
-1/2 sobre de levadura tipo Royal

Para la crema pastelera

-500gr. de leche entera
-40gr. de maicena
-1 vaina de vainilla
-2 yemas de huevo

Para el decorado

-nata montada o merengue suizo
-azúcar glas
-guindas en almíbar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, para ello lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 500ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.

El siguiente paso consiste en preparar la plancha de bizcocho, para ello añadimos a la batidora tipo kichenaid los huevos, el azúcar y una pizca de sal, y batimos por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la mezcla doble el volumen inicial.

Seguidamente retiramos el recipiente de los huevos de la máquina, y con un batidor manual de varillas vamos integrando con movimientos envolventes la harina previamente tamizada y la levadura en polvo, procurando que no quede ningún grumo.

A continuación vertemos la mezcla en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado para que no se pegue, y horneamos con el horno precalentado a 180º C, en la parte central del mismo, con calor arriba y abajo.

Cuando esté hecho, retiramos del horno, y cortamos otro trozo de papel sulfurizado del tamaño de la plancha del bizcocho, lo colocamos por encima, y luego lo vamos enrollando en caliente, a la vez que vamos despegando el papel que tenía por abajo.

Guardamos enrollado hasta que enfríe.

Por último rellenamos con la crema pastelera que teníamos reservada, enrollamos de nuevo y espolvoreamos la superficie azúcar glas, después decoramos al gusto con nata montada o bien con merengue suizo y  se termina con unas guindas en almíbar.

Abajo os dejo una foto del corte, ¿no me digáis que no resulta apetecible? Pues animaros a prepararlo, que no es nada difícil, y dejando el bizcocho horneado la víspera y la crema hecha, el trabajo que da es muy llevadero.


Pues con esto me despido por hoy. Espero volver pronto con una nueva receta.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

Un abrazo.