Hoy os traigo uno de los dulces típicos de mi tierra, la tarta
larpeira, también conocida como bolla larpeira
En gallego larpeira significa golosa, y se denomina así a
esta tarta porque va rellena de crema pastelera y emborrachada en un almíbar de
anís. La masa básicamente es como la del roscón de reyes, y por su elaboración
recuerda a las cocas de San Juan.
Mejor os dejo con la receta y lo veis
Ingredientes
(para 2 larpeiras como la de la foto):
Para la masa
-100gr. de leche
entera
-4 huevos
-120gr. de azúcar
-60gr. de azúcar
invertido (sirve miel)
-10gr. de sal
-60gr. de manteca
de vaca (sirve mantequilla)
-20gr. de licor
de anís
-4 gotas de
esencia de anís
-1 pizca de
colorante alimentario amarillo para paella (opcional)
-600gr. de harina
de fuerza
-25gr. de
levadura prensada de panadería
Para la crema
pastelera del relleno
-500ml de leche
entera
-45gr. de maicena
-3 yemas de huevo
-100gr. de azúcar
-1 rama de canela
-la cáscara de un
limón (solo la parte amarilla, sin pieles blancas)
Para la
decoración
-1 vaso de azúcar
-1 pizca de licor
de anís para humedecer el azúcar
Para el almíbar
-100gr de agua
-100gr de licor
de anís
-70gr de azúcar
Preparación:
Echamos en la
cubeta de la panificadora todos los ingredientes de la masa, por el orden en el
que aparecen en la lista. Iniciamos el programa de solo amasado, que en mi
panificadora es el nº 11, y tiene una duración de 20 minutos. Una vez
finalizado el programa, lo reiniciamos dos veces más, hasta completar una hora
de amasado.
A continuación
sacamos la masa de la cubeta y la echamos en una superficie plana untada en
aceite, en mi caso la encimera. La dejamos reposar durante 10 minutos y luego
la dividimos en dos partes iguales. Cogemos una de las partes y con las manos
untadas en aceite formamos una bola, luego la colocamos sobre papel sulfurizado
(papel de hornear) y con un rodillo la extendemos formando un circulo no
demasiado fino, en torno a unos 2,5 cm. de grosor, y hacemos unos cortes
transversales.
Con la otra parte
de la masa procedemos de la misma manera, y luego ponemos las bandejas de las
larpeiras dentro del horno apagado, para que leven, hasta que tripliquen el
volumen.
Mientras
aprovechamos para preparar la crema pastelera, para ello de los 500ml de leche
reservamos un vaso y el resto lo ponemos en un cazo al fuego, con la cáscara de
limón y la rama de canela. Cuando levante el hervor, apartamos del fuego y
dejamos que la leche infusione hasta que esté completamente fría. En ese
momento la colamos para retirar las pieles del limón y la canela, y la echamos en
una olla, añadimos el azúcar, y llevamos de nuevo al fuego hasta que alcance el
punto de ebullición.
Entre tanto añadimos al vaso de leche que habíamos reservado las 3 yemas de huevo batidas y la maicena, mezclamos bien y cuando la leche comience a hervir, añadimos esta mezcla, bajamos el fuego al mínimo, y removemos constantemente hasta que espese, en ese momento retiramos del fuego, cubrimos con film transparente para evitar que se forme costra, y la dejamos enfriar. Cuando esté fría la introducimos en una manga pastelera de boquilla rizada.
Una vez que las
larpeiras hayan levado lo suficiente, las pincelamos con un huevo batido,
después rellenamos los cortes con crema pastelera, y en cada cuadrado echamos
una cucharadita de postre de azúcar humedecido en unas gotas de licor de
anís. A continuación llevamos las
larpeiras al horno previamente calentado a 150º (en el mío en la tercera ranura
empezando por abajo) durante 30 minutos, calor abajo los primeros 15 minutos, y
después calor arriba y abajo hasta el final.
Si veis que
se doran demasiado por la parte de arriba le
ponéis por encima un trozo de papel de aluminio, y seguís con la cocción hasta
que estén listos.
Mientras las larpeiras se hacen en el horno preparamos el almíbar, para ello echamos en un cuenco todos los ingredientes (agua, licor de anís y azúcar) y los ponemos al fuego, cuando el almíbar empiece a hervir esperamos un par de minutos y cuando las larpeiras estén hechas las sacamos del horno, y en caliente las emborrachamos generosamente en almíbar, y ya solo queda dejar enfriar y servir en una bandeja sobre blonda decorativa.
Aquí os dejo una foto del corte. Está deliciosa, tanto en el desayuno acompañando un café como en la sobremesa.
El consejo para
que la larpeira salga verdaderamente rica está en ser generosos con el almíbar,
si veis que no queda bien empapada, preparáis más, pero no os quedéis cortos, y
luego para que no se reseque, la que no consumáis en el momento procurad
taparla con papel film, de esa manera se mantendrá siempre jugosa y con todo su
aroma.
Bueno, como veis
es una receta bastante laboriosa, pero
en contra de lo que se pueda pensar, no es nada complicada, por otro lado es un
trabajo que se hace en varias fases, de modo que espero que eso no os eche para
atrás, y que os animéis a preparar la larpeira en vuestras casas, seguro que
repetís.
Un beso a tod@s. Gracias por visitar mi cocina.