Hola a tod@s. ¿Qué tal
lleváis el verano? Espero que mejor que yo, porque la alergia me sigue dando la
lata como si la primavera no hubiera quedado atrás. Espero que pase pronto esta
etapa, y mientras aprovecho los días de relativa mejoría para visitar vuestras
cocinas, y compartir con todos vosotros una nueva receta.
La escogida en
esta ocasión no puede ser más sencilla, y es que entre que en verano no apetece
pasar mucho tiempo entre fogones, y que la medicación de refuerzo que tomo para
la alergia cuando tengo un día malo consume todas mis energías, pues he elegido
algo fácil y sencillo, pero que me gusta tanto que la haría todos los días, y
os prometo que no exagero, de modo que esta receta de ninguna manera podía
faltar en mi blog. Os hablo de los calabacines rebozados.
En la finca de al
lado de casa tenemos una pequeña huerta que en esta época del año también ocupa
buena parte de mi tiempo, pues hay muchas tareas que realizar: regar, eliminar
las malas hierbas, poner guías... En fin, un montón de trabajo y eso que la
parcela es pequeñísima.. El caso es que
entre otras plantas, tengo dos ejemplares de calabacín, y ya están a
pleno rendimiento, y aunque lo preparo de otras formas para darles salida, ésta
sin duda es mi receta preferida.
Así solos, sin
más, ya son una exquisitez, pero también los podéis servir en una comida tipo
tapeo, o como acompañamiento de otros platos. Se pueden comer fríos o
calientes, al gusto de cada uno.
Pese a que el
rebozado es una técnica muy sencilla y conocida por todos, en esta receta hay algunos consejos que os
serán útiles para que el resultado sea perfecto. En primer lugar es importante que al cortar las rodajas de
calabacín las saléis y las dejéis en reposo entre 30 minutos y una hora, para
que “suden” y luego el rebozado no quede aguado.
Además antes de
rebozarlas debéis secarlas con papel de cocina para eliminar cualquier resto de
agua.
Luego cuando
saquéis las rodajas de calabacín de la sartén, las escurrís bien y las colocáis
sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Si os gusta el
calabacín y seguís estos consejos, el éxito lo tenéis asegurado. Para la
preparación necesitaréis los siguientes
Ingredientes:
-Calabacín
-huevos
-harina
-aceite de oliva
suave
-sal
Preparación:
En primer lugar
se corta el calabacín en rodajas no muy gruesas, luego como os indico más
arriba se extienden sobre una superficie limpia, se salan y se dejan reposar al
menos 30 minutos, dentro de un escurridor de verduras o sobre una rejilla.
Trascurrido el
tiempo de reposo ponemos una sartén al fuego con abundante aceite y cuando esté
caliente, se secan bien con papel de cocina las rodajas de calabacín, después
se pasan por huevo y harina, y luego se fríen en aceite por ambos lados y se
retiran a una fuente sobre papel absorbente. Por último los pasamos a la fuente
de servir y a disfrutar!!!
Y nada más por hoy, si la alergia no lo impide nos vemos en unos días. Mientras que seáis muy felices.