Como os prometí en la anterior entrada, hoy os traigo un dulce típico de esta época del año, los Carnavales, en la localidad coruñesa de Ordes, a cuya comarca pertenezco.
Os hablo de los llamados Periquitos de Carnaval, una masa que se fríe en la sartén, se hacen de manera similar a las rosquillas, pero con forma de nudo como podéis ver en la foto de abajo, y más finitos que las rosquillas, por eso unas de sus características es su textura crujiente.
Se guardan en perfecto estado en un bote de cristal durante días, y esto también es típico, ni en cajas, ni en latas, ni en bolsas, aunque yo como botes de cristal grandes no tengo, uso botes de plástico que me regalaron en un tienda de chuches, de los que vienen con los chupas de pica-pica, porque los iban a tirar y a mí me vienen de maravilla para guardar los dulces como magdalenas, galletas, rosquillas, y en este caso los periquitos.
Os animo a que preparéis esta receta en casa, porque su elaboración es muy sencilla, de hecho si tenéis niños pequeños les encantará colaborar, además los ingredientes que se emplean todos los tenemos por casa, y lo más importante, tienen un sabor absolutamente increíble a anís y limón. ¡Os encantarán!
Ingredientes:
-2 huevos
-100gr. de azúcar
-225gr. de harina de fuerza
-225gr. de harina de todo uso
-zumo de 1/2 limón
-ralladura de 1/2 limón
-40gr. de licor de anís
-8 gotas de esencia de anís
-50gr. de aceite de oliva
-2 cucharaditas de levadura royal
-1 pizca de sal
-aceite de girasol para freír
Preparación:
En primer lugar lavamos bien un limón, y lo pelamos con un pelador o en su defecto con un cuchillo, procurando que salga solo la parte amarilla, sin nada de la piel interior de color blanco.
Paralelamente ponemos el aceite en una sartén al fuego, y añadimos la mitad de la piel de limón, cuando empiece a coger un color dorado, apartamos el aceite del fuego, y dejamos enfriar.
Por otra parte en la thermomix o en un robot similar, añadimos el azúcar y la otra mitad de la piel del limón, y pulverizamos en velocidad progresiva 5-7-10 durante 15 segundos. Si no tenéis robot, la mitad del limón lo ralláis con un rallador de cocina.
Aparte batimos los huevos hasta que empiecen a espumar, añadimos la mezcla de limón y azúcar, (o bien la ralladura de limón y el azúcar por separado si en lugar del robot usasteis el rallador manual), batimos hasta obtener una mezcla homogénea, después añadimos la sal, el zumo de limón, el licor de anís, la esencia de anís, el aceite de oliva colado y seguimos batiendo durante un par de minutos hasta que todos los ingredientes estén integrados.
Después vamos integrando la harina poco a poco, al principio utilizamos el batidor manual de varillas, y después con la ayuda de una cuchara de madera, vamos añadiendo la harina hasta que se forme una bola de masa suave, que se despegue de las manos. Seguidamente dejamos reposar esta bola de masa en el frigorífico durante al menos un par de horas, aunque yo los amaso la víspera, y dejo la masa reposar toda la noche en el frigorífico.
Después del reposo, untamos con un poco de aceite la superficie de trabajo, cortamos pequeñas porciones de masa, con las manos la estiramos formando tiras muy finas, de un tamaño similar al de las rosquillas, pero más finitas, y en lugar de forma cilíndrica, en este caso hacemos un nudo con la masa. Así hasta terminar con toda la masa.
Por último ponemos una sartén con abundante aceite a fuego medio-alto, cuando esté caliente vamos friendo los periquitos, y cuando estén dorados por ambos lados, los escurrimos y retiramos a una bandeja sobre papel absorbente.
Ya para terminar, y una vez fríos, los espolvoreamos con azúcar glas y los guardamos en un bote de cristal como se acostumbra hacer en Ordes.
Y esto ha sido todo, espero que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado. Con ese deseo me despido.
Un abrazo.