Inmersos ya en
pleno Carnaval, os traigo la receta de un dulce muy típico de estas fechas aquí
en Galicia, las “orellas”.
Ya tenía una
receta de “orellas” publicada en el blog, cuyo enlace os dejo al final de este
post, pero hoy os muestro otra para que comparéis y quedéis con la que más os guste.
De entrada os
digo que las dos están deliciosas, a mí por sabor me costaría decantarme por
una u otra receta, si bien en textura son muy diferentes. Las que tenía ya publicadas, recién hechas quedan finitas pero al mismo tiempo muy tiernas. Tienen el
inconveniente de que conforme pasa el tiempo van perdiendo la frescura del
principio.
En cambio, las
que os presento hoy, son unas “orellas” con una textura crujiente y quebradiza
que me recuerda en cierto modo al hojaldre. A diferencia de las otras no
pierden con el tiempo, ni en lo referente al sabor ni a la textura.
Esta receta es de
una amiga, Tere Rico, del blog un momento dulce, lo cual en sí mismo ya es garantía absoluta de éxito, y si encima os digo que con esta receta su autora recibió
por dos ocasiones el primer premio en el concurso de la “Orella” del Corte
Inglés, ya no hará falta que os siga convenciendo de que es una receta que
merece muchísimo la pena. Os indico lo que necesitáis para prepararlas.
Ingredientes:
-1 kg. de harina
de todo uso
-1 sobre de
levadura royal (16gr.)
-5 huevos caseros
-200ml de anís La
Asturiana o El Mono
-10 gotas de
esencia de anís de buena calidad (la mía de la marca Arconsa, que compro en la
farmacia del pueblo)
-100ml de vino
blanco
-2 cucharadas de
azúcar
-1 cucharadita de
sal
-ralladura de 1
limón
-ralladura de 1
naranja
-200gr. de
manteca cocida de vaca
-aceite de oliva
suave o de girasol para freír las “orellas” aromatizado con la piel de 1 limón
y un trozo pequeño de canela en rama.
Preparación:
Para preparar la
masa de las “orellas” en mi caso utilizo la panificadora, porque me ahorra
mucho trabajo (tranquilos, más abajo os
indico cómo amasarlas por el método tradicional)
En primer lugar
comienzo por rallar muy finita la piel de un limón y de una naranja. Después
añadimos a la cubeta de la panificadora los ingredientes comenzando por los
cinco huevos ligeramente batidos, a continuación añadimos las ralladuras de
limón y naranja, los 200ml. de anís, la esencia de anís, el vino blanco, la sal
y el azúcar, y seleccionamos el programa de solo amasado, que en mi máquina es
el número 11 y dura veinte minutos.
Al terminar este
tiempo, volvemos a programar de nuevo el mismo programa, y poco a poco vamos
añadiendo a la bola de masa que se había formado en la cubeta de la
panificadora, pequeñas porciones de manteca de vaca, procurando que se vaya
integrando en la masa muy lentamente, y seguimos amasando hasta que esté toda
integrada y la masa resultante no se pegue a las paredes. En mi caso opté por
programar una tercera vez el programa de solo amasado, pero mereció la pena
porque al final quedó una masa con aspecto excelente, que al estirarla era tan
finita que casi se podía ver el día a través de ella, no es para menos, pues el
proceso de amasado duró exactamente 1 hora 10 minutos, algo casi impensable si
se trata de amasar a mano.
Una vez que la
masa esté lista la dejamos reposar como mínimo un par de horas, en mi casa la
dejé toda la noche en la nevera, y al día siguiente por la mañana la parto con
las manos en pequeñas porciones y con un rodillo de cocina las voy estirando y
friendo en aceite de girasol o de oliva suave aromatizado con la cáscara de un
limón y un trocito pequeño de canela en rama.
Cuando están
doradas por un lado les damos la vuelta para que se hagan por el otro lado, y
luego las escurrimos y las retiramos a
una fuente sobre papel absorbente haciendo varias capas e intercalando más
papel entre cada una de ellas.
Finalmente cuando
estén frías, las espolvoreamos con azúcar glass y las colocamos en una bandeja.
Esta masa también
la podéis preparar en la amasadora tipo Kitchendaid o similar, utilizando la
pala de amasar, y sino por el método tradicional de siempre, es decir con las
manos, para ello tamizáis la harina junto
con la levadura sobre una superficie de trabajo, hacéis un huevo en el centro
como si fuese el cráter de un volcán, y en él echáis los huevos ligeramente
batidos, la sal, el azúcar, las ralladuras de limón y naranja, la esencia de
anís, el licor de anís, y el vino blanco. Vamos amasando hasta formar una bola.
En ese momento vais añadiendo la manteca de vaca en pequeña porciones y la
vamos integrando poco a poco a la masa. Continuamos amasando con las manos, hasta que quede una masa lisa que no se
peque a la superficie.
Después se deja
reposar como mínimo durante un par de horas, y a partir de aquí se procede de igual modo
que indico más arriba.
Y para finalizar,
antes de despedirme os dejo el enlace a la receta de otros dulces típicos de
Carnaval que tengo publicados en el blog.
Finalizo por hoy, vuelvo dentro de unos días. Mientras disfrutad mucho de este fin de semana carnavalero.