Una de las cosas que me planteé cuando empecé con el blog, es si un día se me agotarían las recetas, pero ese temor a día de hoy no existe, al contrario, hoy me pregunto si me quedará vida para publicarlas todas, pues ya en la carpeta de borradores tengo un montón, y una de ellas es la receta de
hoy: el fondant casero de nubes.
Tengo varias recetas de tartas y de galletas
decoradas con él y creo que antes de publicarlas, lo que procede primero es que
os cuente cómo preparo el fondant, por aquello de empezar por el principio, así
que vamos a ello
Ingredientes:
-nubes blancas de azúcar (marshmalows)
-el doble de azúcar glas que de nubes (del comprado porque tiene
incorporado almidón)
-1 cucharadita de
agua
-colorantes
alimentarios (preferiblemente en gel)
-mantequilla
-aromas
alimentarios (opcional)
Preparación:
Untamos con mantequilla un cuenco apto para microondas,
echamos en él los marshmalows, junto con unas gotas de aromatizante si queréis
darle algún aroma concreto, y una cucharadita de agua, y lo llevamos al
microondas por intervalos de 30 segundos.
En cada uno de los intervalos, retiramos el cuenco del
microondas, removemos bien con una espátula de madera, y volvemos a introducir
hasta que esté todo disuelto.
Seguidamente pasamos el azúcar por un colador para que no
lleve grumos y lo vamos agregando poco a poco al cuenco de los marshmallows
removiendo primero con la espátula de madera, y luego cuando se va convirtiendo
en una pasta manipulable con las manos, nos untamos éstas con un poco de
mantequilla, echamos un poco de azúcar glas en la encimera de la cocina, y
seguimos amasando y añadiendo azúcar hasta que consigamos formar una bola que
no se pegue a las manos.
Cuando hayamos terminado de amasar, lo cubrimos con papel
film y lo guardamos en el frigorífico durante al menos 4 horas.
Transcurrido el tiempo de reposo en el frigorífico,
dividimos el fondant en tantas partes como colores deseemos obtener, y para
teñirlo utilizamos colorantes en gel de los colores elegidos (yo utilizo
siempre los de wilton que dan muy buen resultado) añadiéndolos poco a poco con
la punta de un palillo, y amasando bien hasta conseguir la tonalidad deseada y
un color homogéneo (al principio cuesta algo, pero con un poco de paciencia se
consigue)
Y ya tenemos nuestro fondant listo para usar y dar rienda
suelta a la imaginación en tartas, galletas, etc.
Pues nos vemos dentro de unos días. Mientras que seáis
muy felices.
Un abrazo