Aunque la decoración de galletas es una técnica que está
en auge, su origen se remonta al s. XIV, cuando en Suiza, Austria y Alemania se
empezaron a tallar en madera, moldes de galletas para imprimir en ellas motivos
bíblicos.
El molde con el que se cortaban las galletas se llamaba
springele, y el más antiguo está en el museo Naciconal Suizo de Zúrich. Es un
molde redondo, tallado en madera y representa el cordero pascual.
En la actualidad, se ha sustituido la madera de antaño,
por el metal y el plástico, para la fabricación de los moldes cortapastas, y
los hay de múltiples formas y temáticas. En mi caso, y dado que estamos en
fechas previas a la Navidad, he utilizado para esta entrada dos moldes con
motivos típicamente navideños; los renos y los copos de nieve.
Ingredientes:
-400gr. de harina de repostería
-200gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-1 huevo
-1 yema de huevo
-120gr. de azúcar
-1 cucharada de vainilla líquida
-1 pizca de sal
Para la glasa de escritura:
-2 claras de huevo (preferiblemente pasteurizadas)
-400gr. de azúcar glas (tiene que ser del comprado, no
sirve el que hacéis en casa en la thermomix)
-10 gotas de vinagre de manzana
-colorante alimentario rojo (en gel ó pasta)
-colorante alimentario negro (en gel ó pasta)
Preparación:
Tamizamos la harina sobre la encimera. Hacemos un hueco
en el centro como si fuera el cráter de un volcán, en él echamos los restantes
ingredientes: la mantequilla cortada en daditos, el huevo, la yema, el azúcar,
la cucharada de vainilla y la sal.
Con las manos bien limpias amasamos el
conjunto hasta formar una masa homogénea. No hay que amasar mucho tiempo, sólo
el necesario para que se integren bien todos los ingredientes, y luego formamos
una bola y la dejamos reposar durante una hora, cubierta de papel film.
A continuación cortamos una lámina de papel film, la estiramos sobre la encimera, y ponemos en el
centro la masa, por encima ponemos otra lámina de papel film, y después con un
rodillo de cocina aplanamos hasta que la masa quede de un grosor de unos 3mm. Luego retiramos la lámina de plástico de arriba, y con los moldes cortapastas
vamos haciendo las galletas y las colocamos en la bandeja del horno, sobre papel sulfurizado.
A continuación con el horno
previamente calentado a 180º con calor arriba y abajo, las horneamos por espacio
de 10 minutos aproximadamente, cuidando de que no se doren en exceso.
Finalmente las sacamos del horno, y las dejamos enfriar sobre una rejilla antes
de decorarlas.
Mientras las galletas enfrían, preparamos la glasa, para ello batimos las claras ligeramente y luego vamos añadiendo el azúcar glass poco a poco, sin dejar de batir. Nos quedará una pasta de una consistencia parecida a la pasta de dientes.
Cuando todo el azúcar esté integrado, añadimos las gotas de vinagre, batimos un minutos más y ya tenemos la glasa de escritura, también llamada glasa de delineado, lista.
El paso siguiente consiste en colorear la glasa, y en nuestro caso vamos aplicar una decoración súper sencilla, simplemente utilizaremos el color negro para los ojos de los renos, y el
rojo para el hocico, por ello separamos la glasa en tres partes. Una la dejamos tal cual
está, es decir de color blanco, que es la que usaremos para decorar los
cristales de hielo o copos de nieve. Otra la teñimos de color negro, para ello
vamos añadiendo el colorante negro poco a poco, hasta obtener el tono deseado.
Procedemos de la misma forma con la parte restante, utilizando en este caso el
color rojo.
Por último metemos cada
color en una manga pastelera con una boquilla del número 2 ó 3, y vamos decorando
las galletas como veis en la foto.
En el caso de los copos de nieve, he puesto una “perla”
en el centro, porque queda más bonito, pero es opcional.
Obviamente aquí la imaginación puede volar libre,
utilizando los moldes cortapastas y los colores que más os gusten.
Para aplicar la glasa, empezaremos pegando la boquilla a la
galleta, apretamos un poco, y levantamos hacia arriba formando un ángulo de
unos 45º, presionando siempre de manera suave y constante sobre la manga, y
avanzamos llevando el cordón de glasa en el aire en todo momento, hasta llegar
al final, que de nuevo pegamos la boquilla a la galleta y retiramos.
Personalmente pienso que la decoración de galletas es
todo un arte, y como tal necesita una destreza, la cual sólo se consigue con tiempo y paciencia. De todos modos no
se trata de hacer unas galletas perfectas, lo importante es que sean sabrosas y pasar una rato
divertido en la cocina.
Con el tiempo y a medida que vayamos dominando la
glasa, los resultados irán mejorando poco a poco. Aquí como en casi todo, la
experiencia es un punto a favor.
Un saludo.
Me apunto la receta. ¿Dónde conseguiste los moldes? Me gustaría comprar un lote así variadito.
ResponderEliminarHola. Gracias por el comentario, perdona por la tardanza en contestar, no había visto el mensaje.
EliminarLos moldes los compré por internet, y ya no recuerdo dónde. Lo siento, de todos modos en cualquier bazar seguro que encuentras cortadores de galletas que te gustan.
Un beso