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jueves, 30 de abril de 2020

Donuts caseros con glaseado


Hace unos días subí las fotos a facebook e instagram de unos donuts que llevaba años sin hacer, y a raíz de eso varias personas me pidieron la receta, de modo que aunque tengo más de cincuenta recetas pendientes en la carpeta de borradores esperando a ver la luz, y no tenía pensado publicarla por el momento, hoy le toca a los donuts.

 No solo os voy a  dar la receta, sino que visto el interés que despertaron mis donuts, al final os daré una serie de consejos para que nada quede fuera de control en el caso de que os animéis a prepararlos y que el resultado no sea el esperado por vosotros, sino que sea mucho mejor del que podáis imaginar, porque os aseguro que si seguís los consejos lograréis unos donuts caseros que os sorprenderán, tan tiernos como los comprados, e incluso más ricos y lógicamente más sanos, así que paso ya a detallaros lo que necesitáis para prepararlos.

Ingredientes:

-250ml de leche entera
-500gr. de harina de fuerza
-70gr. de azúcar
-1 huevo
-50gr. de mantequilla
-25gr. de levadura fresca de panadería ó 9gr. de levadura deshidratada de panadería
-una pizca de sal
-cáscara de media naranja
-cáscara de medio limón
-1/2 vaina de vainilla o 1 cucharada de vainilla líquida
-4 vainas de cardamomo (opcional)
-aceite de girasol para freír.
Para la glasa:
-250gr. de azúcar glas
-6 cucharadas de agua (ver consejos y observaciones al final)
-1cucharada de zumo de limón

Preparación:

La masa de los donuts la podéis preparar en la panificadora, en la amasadora, en la thermomix, e incluso a mano. Yo en esta ocasión la hice en la panificadora, pero os indicaré también cómo hacerlos en la thermomix y cómo hacer para amasarlos a mano.

Independientemente de dónde amasemos, lo primero que debemos hacer es aromatizar la leche, para ello ponemos al fuego 300ml de leche (no me he equivocado, he puesto en los ingredientes 250ml porque esa es la cantidad que realmente necesitamos, pero debemos echar algo más porque al hervir se evapora y si echamos la cantidad justa luego no obtendremos los 250ml que nos hacen falta) junto con las cáscaras de naranja y limón, la media vaina de vainilla abierta por la mitad longitudinalmente, y las semillas de cardamomo. Tan pronto como levante el hervor, apartamos del fuego y dejamos enfriar.

Para preparar la masa en la panificadora, colamos la leche para retirar las cáscaras de los cítricos, la vainilla y el cardamomo y echamos 250ml en la cubeta, junto con el azúcar, la sal, el huevo, la harina y la levadura por ese orden. A continuación seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina es el número 7, y tiene una duración de 1hora y 30 minutos, de los cuales los primeros 20 minutos son de amasado y los restantes de levado. Finalizado el programa, retiramos la masa de la cubeta a una superficie untada con aceite de girasol, desgasificamos y con ayuda de un rodillo de cocina estiramos la masa dejándola con un grosor de aproximadamente 1cm. Después cortamos los donuts de un diámetro aproximado de 10cm. para ello hay unos cortadores especiales, pero si no los tenéis os podéis ayudar de un vaso por la parte del borde, y para el hueco central podéis emplear un tapón de una botella como el de la coca cola por ejemplo. Después los vais colocando sobre cuadraditos de papel de hornear  untados también en aceite de girasol. Cuando los tengáis todos cortados y colocados sobre los trozos de papel de hornear, los cubrís con film transparente, y dejáis que vuelvan a subir un poco, al menos 30 minutos si la temperatura ambiente es alta, sino necesitarán más tiempo, incluso hasta 1 hora.

Seguidamente ponéis un cazo alto y estrecho con aceite de girasol al fuego, dejáis que coja una temperatura ni muy alta ni demasiado baja, y vais echando los donuts de uno en uno en el aceite, cogiéndolos por el papel de hornerar, dejando que se doren primero por una parte y luego le dais la vuelta y los dejáis dorar por la otra. A continuación los vais retirando a una fuente sobre papel absorbente.
Al terminar de freír todos los donuts, se prepara la glasa para ello en un cuenco mezclamos el azúcar glas, el agua y el zumo de limón, y después con un pincel de cocina pintamos todos los donuts con la glasa, y dejamos secar sobre una rejilla entre 15 y 30 minutos, y listos ya para degustar. 

Así, recién hechos, es como mejor están, porque con el tiempo se resecan, para ello es importante meterlos en una lata o sino cubrir el recipiente en el que estén con papel film, para que no entre aire y se mantengan frescos el máximo posible, y aun así no aguantan mucho. Al día siguiente de hacerlos ya no saben igual, es lo malo que tienen. 

Si en lugar de la panificadora optáis por amasar a mano, que sepáis que no tiene ninguna dificultad, en ese caso tamizamos la harina y la echamos en un cuenco,  la mezclamos junto con la sal y el azúcar. Luego hacemos un hueco en el centro como si se tratase del cráter de un volcán, y en él añadimos la levadura disuelta en la leche, el huevo ligeramente batido y la mantequilla a temperatura ambiente, y mezclamos bien con una cuchara o una espátula de madera hasta que ya no se pueda seguir trabajando la masa con ella.

En ese momento espolvoreamos una pizca de harina en la encimera y seguimos amasando durante aproximadamente unos 10 ó 15 minutos, hasta conseguir una masa lisa, sin ningún grumo, y que no se pegue a la superficie de trabajo.

Después pasamos de nuevo la masa al  cuenco en el que se inició el amasado, tapamos con papel film, esperamos a que doble el volumen, lo cual dependerá de la temperatura ambiente, y cuando eso suceda, desgasificamos, estiramos con el rodillo, los cortamos, los dejamos levar nuevamente tapados con papel film, y después los freímos y finalmente los pincelamos con la glasa de la misma manera que comenté más arriba.

Para preparar la masa en la amasadora,  simplemente añadimos todos los ingredientes en el vaso, dejamos amasando entre 10 ó 15 minutos, luego esperamos a que leven hasta que doblen el volumen, después desgasificamos, estirarmos la masa con el rodillo, cortamos los donuts, los dejamos tapados para que vuelvan a levar y luego freimos  y pincelamos con glasa.

Por último si optáis por la thermomix para prepararlos debéis seguir los siguientes pasos:

1- Echamos la leche en el vaso, y programamos 1minuto/ temperatura 37º/velocidad 1
2- Añadimos la levadura y programamos 30 segundos / velocidad 3
3- A continuación echamos en el vaso el resto de ingredientes: el azúcar, la mantequilla, el huevo, la harina y la pizca de sal y programamos 3 minutos/ sin temperatura/ velocidad espiga. Al terminar dejamos que la masa leve hasta que suba por el bocal.
4- Cuando la masa asome por el bocal, programamos de nuevo 1 minuto/ sin temperatura/ velocidad espiga para desgasificarla
5- Sacamos la masa del vaso y la echamos sobre la encimera untada con aceite de girasol, la extendemos con un rodillo, y seguimos con la secuencia ya descrita que consiste en cortar los donuts, dejar que leven de nuevo, freirlos y por último  pincelarlos con la glasa.

Consejos y observaciones:

-En la lista de ingredientes os hablo del cardamomo para perfumar la leche. Esta especia muy utilizada en la cocina hindú, no es fácil de encontrar en las tiendas de alimentación, pero imagino que en las herboristerías lo encontraréis sin dificultad, pues tiene varias propiedades medicinales.

En todo caso en la sección de gourmet del Corte Inglés la tienen porque en alguna ocasión las compré allí. También en internet están a la venta. Las que tengo ahora en casa las compré por Amazon.

Es verdad que esta especia le da un aroma especial a los donuts, pero no es imprescindible en absoluto, eso sí, en caso de que no la utilicéis os aconsejo que en lugar de emplear la cáscara de media naranja  para perfumar la leche, echéis la cáscara completa de la naranja.

-Respecto a lo de perfumar la leche, a mí parecer, es lo que marca la diferencia entre unos donuts ricos, y unos donuts irresistibles. Si no perfumamos la leche, no aportamos aroma, y al final el donuts no dejará de ser una masa dulce, tierna y esponjosa, pero sin más.

Respecto a este mismo tema, en la lista de ingredientes os menciono las vainas de vainilla o bien la vainilla líquida. A los más puristas nos gusta más el producto natural, es decir la vainilla en vaina, pero la esencia de vainilla también le aporta mucho aroma. Lo único que en caso de optar por esta opción la añadáis a la leche una vez que haya hervido con las cáscaras de los cítricos y haya enfriado.

-En el desarrollo de la receta os hablo de ir colocando los donuts una vez cortados sobre cuadraditos de papel de hornear untados con aceite (cada donut en un cuadradito) Esto se hace para que al trasladarlos hasta  el aceite donde los vamos a freír, como han estado levando y han crecido, y si los tocamos con las manos pierden volumen y se deforman.

Se trataría de coger el donut en el papel, y  volcarlo sobre el aceite con cuidado de no quemarse. Si os da miedo que os salte aceite y os podáis quemar, echad el papel también dentro, luego con una pinza de cocina cuando le vayáis a dar la vuelta al donut para que se dore por la otra parte, retiráis el papel sin peligro.

-Respecto a la glasa con la que se pincelan los donuts, necesitáis 6 cucharadas de agua si se utiliza azúcar glas del comprado porque ese contiene almidón, pero si utilizáis azúcar blanco normal del que tenéis en casa y lo pulverizáis vosotros con la thermomix u otro robot de cocina, entonces en lugar de 6 cucharadas, poned sólo 4 cucharadas de agua.

-Por último, para freír los donuts os aconsejo que utilicéis un cazo estrecho y hondo por, dos motivos. Primero porque así es más económico ya que vais a utilizar menos aceite, y segundo y  fundamental, porque es conveniente freír los donuts de uno en uno, pues así la temperatura del aceite se mantiene constante y es más fácil de controlar, ya que la temperatura del aceite es fundamental porque si está muy alta, se dorarían muy pronto por fuera pero quedarían sin terminar de hacer por dentro, y si está muy baja, absorben aceite y no quedarían bien. Los donuts deben resultar tiernos, esponjosos, pero nada aceitosos. De hecho el aceite de la fritura apenas baja después de haberlos freído todos.


Mirad cómo queda el glaseado, y en la foto del corte, que podéis ver abajo, se aprecia perfectamente la esponjosidad.


Bueno, pues con todos estos consejos espero que si os animáis a prepararlos no tengáis ningún problema, pero si os surge alguna duda me escribís un correo en el formulario de contacto, y en cuanto me sea posible gustosamente os responderé.

Y por hoy nada más, feliz fin de semana. Hasta la próxima

sábado, 8 de septiembre de 2018

Masa de hojaldre casera


La receta de hoy, la masa de hojaldre, habréis oído que  no es muy adecuado elaborarla en esta época del año, porque necesitaríamos bajas temperaturas y hasta ahora aunque por las noches refresca bastante, sobre todo aquí en el norte, lo cierto es que durante el día hace bastante calor, de todos modos, yo utilizo un truco que me permite elaborar hojaldre casero aunque estemos en plena ola de calor, y hasta la fecha me ha funcionado siempre, y es meterla la masa durante el tiempo de reposo en el congelador en lugar de la nevera. Esto lo hago siempre, pues en verano la temperatura ambiente ya de por sí es alta, y en invierno tenemos el problema de la calefacción, que habría que apagarla durante un par de horas antes de comenzar con el proceso y airear la cocina, así que yo, incluso en pleno invierno, utilizo el congelador en lugar del frigorífico, pues estar sin calefacción cuando hace frío no me apetece nada. Eso sí, al utilizar el congelador acorto un poco el tiempo de reposo, lo cual tiene incluso otra ventaja, y es que se reduce la duración de todo el proceso.

Aclarado lo anterior, y antes de dar paso a la receta en sí misma, solo me resta animaros a preparar el hojaldre en casa, por varios motivos, pero el principal porque su sabor y calidad no tiene punto de comparación con el comprado. Por otra parte, es una receta que está bastante mitificada, conozco personas que se defienden muy bien en la cocina, y en cambio no se atreven con la elaboración del hojaldre, y no hay motivo para ello, tan solo es una receta que se alarga en el tiempo por los períodos de reposo, pero ni siquiera es trabajosa. En definitiva, que si os animáis a prepararla comprobaréis que no tiene mayor misterio, y luego la satisfacción de ver cómo esa masa que elaboraste con tus propias manos, crece y crece en el horno, y posteriormente comprobar las capas que se han creado, es una experiencia única..., yo diría que marca un antes y un después en la vida de cualquier aficionado a la cocina.

La receta que yo utilizo es la de Susana del blog Webosfritos, un blog de referencia donde los haya. La única modificación que hice de la misma es la que os mencioné al principio, que utilizo el congelador y no la nevera para dejar reposar la masa, por lo demás lo hago todo igual, sin cambiar absolutamente nada, de manera que si os surge alguna duda os recomiendo que echéis un vistazo a la receta de Susana pinchando aquí, porque ella explica cada paso con todo detalle y además da una serie de recomendaciones para que el éxito final esté asegurado. Por otra parte yo me olvidé de fotografiar los primeros dos pasos, si bien con las explicaciones espero subsanar ese error, en todo caso Susana tiene todas las fotos y podéis verlas allí.

Bueno, pues sin más dilación vamos con la receta propiamente dicha. Para elaborarla necesitaréis los siguientes ingredientes:

-500gr. de harina de fuerza
-250gr. de agua a temperatura ambiente
-60gr. de mantequilla fundida
-350gr. de mantequilla en un bloque
-12gr. de sal

Preparación:

1º-En primer lugar hacemos un plastón, que es el nombre que recibe la masa que vamos a hojaldrar. Para hacer esa masa colocamos la harina en la encimera, hacemos un hueco en el centro y en él echamos el agua, la sal y la mantequilla fundida. Después con las manos vamos amasando, llevando la harina hacia dentro lentamente hasta formar un bola, pero sin trabajar mucho la masa, tan solo se trata de mezclar todos los ingredientes y formar un bola.

2º- Con un cuchillo bien afilado hacemos un cruz bastante profunda, que llegue aproximadamente hasta la mitad de la bola de masa, tapamos con papel film, y guardamos en el frigorífico entre 1 ó 2 horas.

3º- Sacamos la bola de masa de la nevera y con un rodillo de cocina la extendemos formando una cruz, utilizando para ello como referencia los cortes que realizamos en el paso anterior. A la hora de formar la cruz dejaremos en el centro un poco más de más, que quede más gruesa en esa zona que en el resto.

En esta imagen podéis apreciar un mayor grosor en el centro

4º- A continuación en la zona central, donde la masa tiene mayor espesor, colocamos la mantequilla que habremos sacados 20 minutos antes del frigorífico. La mantequilla la colocamos en bloque, aunque yo para que se adaptara mejor la corté por la mitad, y coloqué una parte al lado de la otra como se ve en la siguiente imagen.



5º-Seguidamente envolvemos la mantequilla con los brazos de la cruz como si fuésemos a cerrar un paquete. Empezamos por el lado izquierdo como se aprecia en la siguiente imagen.


6º- Después el lado derecho


7º- A continuación el lado más alejado de nosotros


8º- Finalmente el lado más próximo a nosotros. Procuramos en cada doblez que hagamos tapar bien la mantequilla para que cuando tengamos hecho el paquete final quede cubierta de masa por todos lados.



9º-Una vez formado el paquete con la mantequilla dentro, con el rodillo de cocina le damos unos golpes secos y luego estiramos la masa hasta formar un rectángulo como se aprecia en la siguiente imagen


10º- A continuación el rectángulo obtenido lo doblamos en tres partes, primero la parte más alejada de nosotros


11º- Después la parte más cercana a nosotros, quedando con ello la abertura en la parte de arriba


12º- Después tal como está la masa la giramos 90º a la derecha, de manera que el cierre que estaba en la parte de arriba pasa a estar a nuestra derecha (a la izquierda de la imagen). En la siguiente fotografía lo podéis apreciar mejor


13º-Seguidamente repetimos los pasos 9, 10 y 11, es decir estiramos formando un rectángulo, y doblamos en tres partes, primero la más lejana a nosotros y luego la más cercana. Con eso obtenemos dos dobleces.  A continuación colocamos esta masa en una fuente, tapamos con papel film, y la llevamos o bien a la nevera durante 30 minutos, o bien en el congelador durante 15 minutos.

14º- Transcurrido el tiempo de reposo repetimos los pasos 9, 10, 11, 12 y 13 y con ello conseguiremos 4 dobleces. Y de nuevo llevamos al frigorífico 30 minutos ó al congelador 15 minutos.

15º-Terminado el tiempo de reposo indicado repetimos una vez más los pasos 9, 10, 11, 12 y 13, de manera que ya habremos logrado las 6 dobleces necesarias, y llegados a este punto ya tenemos nuestra masa de hojaldre hecha. A partir de aquí podemos elaborar con ella un sinfín de recetas, porque si hay una masa versátil en cocina es la masa de hojaldre, se adapta tanto a preparaciones dulces como saladas.

Como habéis podido comprobar es un proceso largo pero nada complicado, si bien es cierto que una vez llegados aquí no es cuando más apetece ponerse a trabajar con ella, pero no os preocupéis, esta masa tiene otra ventaja añadida, y es que se puede congelar sin problema. Yo es lo que hago casi siempre, aprovecho algún día que estoy por casa para hacer cantidad, luego la congelo, y cuando la necesito echo mano de ella. 

Para congelarla lo que hago es estirarla bien con el rodillo hasta darle las dimensiones que considero adecuadas, y luego con un pincel de cocina retiro los restos de harina y posteriormente la enrollo en papel de hornear como la que venden en el supermercado, así cuando la voy a utilizar solo tengo que descongelarla y ya está lista para darle uso sin necesidad de estirarla con el rodillo.

Bueno, pues poco a poco, en futuras entradas, os iré mostrando recetas que emplean hojaldre, ya veréis qué buen aspecto tiene el hojaldre casero. Hablo del aspecto porque el sabor  por desgracia no puedo compartirlo con vosotros, aunque me gustaría, porque de verdad que no tiene color con respecto a las compradas.

Y nada más por esta ocasión, dentro de unos días volveré con una nueva receta. Estad atentos!!!

Un beso

miércoles, 3 de febrero de 2016

"Orellas" de Carnaval (con levadura de panadería)


Si hay un dulce típico de los carnavales en Galicia son las orellas. Se trata de una masa frita que antes de freírla se corta en porciones y estira con un rodillo de cocina.

Hay personas para quienes las "orellas" por encima de todo han de resultar crujientes, si es vuestro caso ésta no es vuestra receta, (para vosotros os dejo la otra versión que podéis ver pinchando aquí) porque salen exquisitas, pero tiernas, sin embargo a mí me encanta la textura que tienen. 

Recién salidas de la sartén están verdaderamente absolutamente deliciosas. Con el paso del tiempo pasa como todas las masas que llevan levadura de panadería, que pierden algo, pero al día siguiente de hacerlas aun están realmente ricas. Aunque bueno, es muy raro que duren tanto, porque una vez hechas desaparecen en un abrir y cerrar de ojos.

Os dejo ya la receta

Ingredientes:

-500gr. de harina de trigo
-15gr. de levadura fresca de panadería
-40gr. de manteca de vaca (si no tenéis usad mantequilla)
-3 huevos
-70ml. de leche
-50ml. de licor de anís
-4 gotas de esencia de anís
-80gr. de azúcar
-ralladura de un limón
-una pizca de sal
-aceite de girasol para freír

Preparación:

Yo en mi caso he utilizado la panificadora para el amasado, para ello añadís la manteca de vaca derretida, los huevos, el licor y la esencia de anís, la leche, el azúcar, la ralladura de limón, la sal, la harina y por último la levadura desmenuzada. 

Activamos el programa de solo amasado, que en mi panificadora es el número 11 y tiene una duración de 20 minutos. Cuando haya terminado reiniciamos de nuevo el mismo programa y cuando finalice de nuevo, sacamos la masa de la cubeta y la pasamos a un cuenco, tapado con papel film, hasta que haya doblado el volumen.

Si hacéis el amasado a mano, tamizáis la harina sobre una superficie, en el centro hacéis un hueco como si se tratase del cráter de un volcán y en él añadís los demás ingredientes, luego amasáis hasta que la masa no se pegue a las manos y después hacéis con ella una bola y la pasáis a un cuenco tapado con un paño de cocina o con papel film hasta que doble el volumen. 

Cuando eso suceda, amasamos de nuevo para desgasificar y tapamos y esperamos nuevamente a que vuelva a doblar el volumen. Con este doble levado evitamos que luego la masa se encoja cuando la estiremos con el rodillo.

Cuando haya levado por segunda vez, ponemos una sartén con abundante aceite de girasol al fuego, y mientras éste se calienta, sacamos la masa a una superficie untada con aceite, hacemos pequeñas porciones del tamaño de una nuez, las estiramos con un rodillo de cocina y las freímos en la sartén.

A medida que se vayan haciendo las orellas, las colocamos en un plato o fuente sobre papel absorbente, y cuando hayamos terminado de freírlas todas, las pasamos a una fuente de servir, y las espolvoreamos por encima con azúcar.

Espero que os hayan gustado. Con ese deseo me despido hasta dentro de unos días. 

Saludos.

domingo, 3 de enero de 2016

Roscón de Reyes sin masa madre en Panificadora


Para clausurar la temporada navideña de este año, he elegido una receta de categoría: el roscón de reyes.

No por casualidad este blog lleva por título “rosquillas y roscones”, y es que el roscón de reyes relleno de nata es mi dulce favorito. Hay otros dulces que me gustan mucho, pero como éste ninguno, eso sí, siempre que se trate de un roscón de calidad, no los que venden en los supermercados y tiendas de alimentación.

Es cierto que es una receta un poco laboriosa, pero es un trabajo que se hace en varias fases, con lo cual resulta menos cansino, además con la panificadora el proceso se simplifica mucho porque casi todo el trabajo lo hace la máquina, y el resultado creedme que es insuperable.

De verdad que el esfuerzo bien merece la pena, tanto por lo rico que está, como por la satisfacción de haber hecho nosotros mismos el roscón. Si os animáis a hacerlo, aparte de los ingredientes que os detallo, para cumplir con la tradición, debéis disponer de un haba seca y una figurita pequeña, las cuales han de quedar ocultas en la masa, porque quien las encuentre correrá distinta suerte según cuenta la siguiente estrofa:

“He aquí el roscón de reyes,
tradición de un gran banquete,
en el cual hay dos sorpresas
para los que tengan suerte.

En él hay muy bien ocultas
un haba y una figura,
el que lo vaya a cortar
hágalo sin travesuras.

Quien al comerlo se encuentre
una cosa un tanto dura,
a lo peor es el haba
a lo mejor, la figura

Si es el haba lo encontrado,
este postre pagará,
más si ello es la figura
coronado y Rey será”

Creo que queda claro de qué va el tema, ¿verdad? Bueno, pues vamos ya con la receta y luego que Dios reparta suerte, jeje.

Ingredientes (para 2 roscones como el de la foto):

Para la masa
-100gr. de leche entera
-4 huevos
-120gr. de azúcar
-60gr. de azúcar invertido (sirve miel)
-10gr. de sal
-60gr. de manteca de vaca (sirve mantequilla)
-10gr. de licor de anís
-4 gotas de esencia de anís
-1 pizca de colorante alimentario amarillo para paella (opcional)
-600gr. de harina de fuerza
-25gr. de levadura prensada de panadería

Para el relleno (de 1 roscón)
-500ml. de nata líquida (35% M.G.)
-200gr. de azúcar glas

Para la decoración
-guindas en almíbar
-frutas escarchadas
-azúcar perlado
-almendras laminadas

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes de la masa, por el orden en el que aparecen en la lista. Iniciamos el programa de solo amasado, que en mi panificadora es el nº 11, y tiene una duración de 20 minutos. Una vez finalizado el programa, lo reiniciamos dos veces más, hasta completar una hora de amasado.

A continuación sacamos la masa de la cubeta y la echamos en una superficie plana untada en aceite, en mi caso la encimera. La dejamos reposar durante 10 minutos y luego la dividimos en dos partes iguales. Cogemos una de las partes y con las manos untadas en aceite formamos una bola, luego con los dedos índice y pulgar presionamos en el centro y hacemos un agujero. Después vamos girando la masa con las dos manos intentado alargar el agujero y a la vez procurando que nos quede un grosor uniforme. Cuando el roscón tenga el tamaño deseado, lo trasladamos a una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.

Con la otra parte de la masa procedemos de la misma manera, y luego ponemos las bandejas de los roscones dentro del horno apagado, para que leven, hasta que triplique el volumen.

Una vez que los roscones hayan levado lo suficiente, los pincelamos con un huevo batido, los decoramos por encima a nuestro gusto (en esta ocasión he utilizado azúcar perlado y guindas en almíbar) y lo llevamos al horno, previamente calentado a 150º, durante 30 minutos, calor abajo los primeros 15 minutos, y después calor arriba y abajo hasta el final.

Si veis que se doran demasiado por la parte de arriba le ponéis por encima un trozo de papel de aluminio, y seguís con la cocción hasta que estén listos. Después los sacamos del horno, los dejamos enfriar y con un cuchillo los cortamos por la mitad. Para que luego a la hora de montar la capa de arriba, coincida en su sitio, podemos poner una marca con un palillo.

Seguidamente preparamos el relleno, para ello echamos en un bol la nata líquida bien fría, añadimos el azúcar glas y la montamos con las varillas. Cuando esté lista, le echamos en una manga pastelera con boquilla rizada, y cubrimos toda la base del roscón. A continuación colocamos la parte de arriba del roscón, haciendo coincidir las marcas de los palillos y listo para disfrutar de un delicioso desayuno la mañana de reyes.



Aquí os dejo una foto del corte, ¿a qué apetece con un vaso de leche calentito?

Antes de finalizar, comentaros una serie de cuestiones, para que si os animáis a prepararlo tengáis éxito.

Cuando le deis forma al roscón procurad hacer un agujero bastante grande, porque luego en la fase de levado, al crecer la masa, se reduce mucho, y corremos el riesgo de que  se cierre. Para mayor seguridad podéis colocar en el centro un aro de emplatar untado en aceite, y luego cuando saquemos el roscón del horno lo retiramos, si bien yo nunca he hecho esto, una porque no me hizo falta, y otra porque luego al retirar el aro no queda tan bonito, porque no se crea corteza en el centro, pero para mayor seguridad no está mal emplearlo.

En cuanto al horno, ya sabéis que cada horno es un mundo, pero mi consejo es que pongáis una temperatura baja (150º) porque la masa del roscón es pura esponja, y no necesita temperaturas muy altas, sino se quema o queda muy seco. Otro detalle relativo al horno, es que los dos roscones se horneen por separado, porque de ese modo se controla mejor la cocción. 

Por último, el relleno os aconsejo que lo hagáis en el último momento, y si no se come todo, el que sobre, como lleva nata hay que guardarlo en un lugar frío de la casa  y tapado para que no se endurezca, salvo que en lugar de nata de vaca utilicéis “nata vegetal”, algo que no os recomiendo, porque si bien es más fácil de trabajar y no necesita frío, porque se mantiene bien en un lugar fresco de la casa, ni es sana ni está rica como la nata de vaca. 

Bueno, pues si lo hacéis espero que os salga todo bien, y sino tampoco pasa nada, seguro que estará rico que es lo que realmente importa, y la próxima vez saldrá mejor.

Y nada más por hoy... ¡que los reyes os traigan muchos regalos!

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Panettone en panificadora


El Panettone es un clásico de la Navidad, su origen se atribuye a un tal Toni, que era un pinche en la cocina de Ludovico Sforza, también conocido por su apodo, Ludovico el Moro, el cual fue duque de Milán.

Al parecer en la vigilia de Navidad, al jefe de cocina de los Sforza se le quemó el bizcocho que había preparado para el convite ducal, y entonces el pinche Toni, en un acto de generosidad, decidió utilizar la masa de pan que había preparado para consumir él mismo ese día, y le añadió huevos, azúcar y frutas confitadas, amasó de nuevo el conjunto y tras un nuevo levado de la masa final, la horneó y el resultado fue un pan tan exquisito que todos los comensales lo alabaron, y el duque en homenaje y reconocimiento a su creador, lo denominó Panettone, es decir, Pan de Toni.

Al margen de que sea o no cierto, no deja de ser una historia curiosa, en cualquier caso lo que sí parece indiscutible es que desde la Edad Media era costumbre preparar por Navidad un pan más rico que el consumido a diario, así que no es extraño que le añadieran a la receta original otros ingredientes como huevos, mantequilla, azúcar, frutas confitadas, frutos secos, etc.

Desde luego si lo que buscaban era un pan rico, el Panettone lo es y mucho, y en contra de lo que pueda parecer es muy fácil de preparar con los medios que tenemos hoy en día a nuestro alcance. También se puede amasar a mano, pero para que salga esponjoso es necesario un amasado largo y a mano resulta un trabajo un tanto pesado. 

Yo he utilizado la panificadora en el programa que solo amasa y que en mi panificadora tiene una duración de 20 minutos. He amasado por espacio de una hora, lo cual significa que una vez finalizado el programa lo he iniciado dos veces más para completar la hora. Podéis amasar algo menos de una hora, pero menos de 45 minutos no os lo recomiendo.

La receta que os propongo es la que vengo utilizando últimamente, porque desde que la probé me gustó tanto el resultado que ya no experimenté con otras, y además tiene la ventaja de que no necesitamos elaborar una masa madre, y por tanto sólo hay un levado, con lo cual el proceso de elaboración se simplifica bastante.

Os dejo ya con la receta, y os animo a que la probéis, porque seguro que vais a triunfar igual que Toni, jeje.

Ingredientes (para 2 unidades):

-100 gr. de leche entera
-180 gr. de azúcar
-10 gr. de sal
-4 huevos de tamaño mediano
-60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-1 cucharada de agua de azahar
- la piel rallada de una naranja
-600gr. de harina de fuerza
-25 gr. de levadura prensada de panadería (ó un sobre de 9 gr.)
-300gr. de uvas pasas

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes, salvo las uvas pasas, por el orden en que aparecen en la lista. Iniciamos el programa de solo amasado y cuando termine lo reiniciamos nuevamente hasta completar una hora de amasado. 

A continuación sacamos la masa a una superficie untada con aceite y dividimos la masa en dos partes, luego con un rodillo de cocina aplanamos primero una mitad de la masa y colocamos encima la mitad de las uvas pasar, enrollamos la masa sobre sí misma como si fuéramos a hacer un brazo de gitano, unimos ambos extremos y le damos forma de bollo, luego lo echamos en el molde que tendremos untado de mantequilla y enharinado, y procedemos de la misma manera con la otra parte de la masa y las uvas restantes. 

Luego esperamos a que la masa leve, hasta casi triplicar el volumen, después pintamos la superficie de los dos Panettones con huevo batido y llevamos al horno, previamente precalentado a 170º , durante 40 minutos aproximadamente, en la parte central del horno, con calor abajo los primeros 25 minutos y después calor arriba y abajo. 

Si vemos que se nos dora demasiado por arriba podemos taparlo con papel de aluminio y continuamos con la cocción hasta que esté listo.

Con las cantidades que os he puesto hice dos Panettones en moldes de 15cm. de diámetro.

A parte de uvas pasas se pueden utilizar otros ingredientes como frutas confitadas, frutos secos ó pepitas de chocolate, en mi caso sólo he utilizado uvas pasas porque me chiflan, en cambio ni la fruta confitada ni los frutos secos me agradan especialmente. 

Por otra parte he utilizado uvas pasas de Málaga, que están exquisitas pero tienen el inconveniente de que llevan pepita, y si no os gusta encontraros las pepitas en la boca utilizad pasas sultanas que también están muy ricas.

Cuando echéis la masa en los moldes para el proceso de levado, procurad que no sobrepase la mitad del molde, porque luego sube mucho y corremos el riesgo de que se desborde

Por último recordad que el secreto de este dulce está en un amasado largo y por supuesto en utilizar ingredientes de primerísima calidad, con eso y los consejos que os he dado el éxito es seguro, no lo dudéis.

Un abrazo