lunes, 26 de diciembre de 2022

Tarta Mousse de Turrón de Jijona


Estos días estoy inspirada, y de hecho creo que es la primera vez que publico dos entradas en días consecutivos, desde que creé el blog, allá a mediados de julio del 2015.

¡Dios mío cómo pasa el tiempo!, parece que fue ayer, sin embargo cambiaron tantas cosas desde entonces a mi alrededor… Personas con las que me unía un vínculo tan fuerte que consideraba indestructible, y sin embargo desaparecieron de mi vida, y además en un momento muy complicado para mí.

Afortunadamente, de la incredulidad y la tristeza inicial, pasé a sentir una gran paz interior. La deslealtad y la traición de esas personas, ha sido sin duda el mayor y el mejor aprendizaje que he tenido nunca. Ha sido como una sanación. Después de lo ocurrido siento una paz que nunca había sentido,  y que ha creado una conexión especial con mis antepasados, porque los problemas venían de atrás, pero las máscaras tardaron en caer.

En estos últimos años he pensado mucho en mis padres, he tenido muchos diálogos imaginarios con ellos, y tengo la absoluta convicción de que están orgullosos por cómo me he comportado en todo este asunto.

En fin, me estoy desviando del tema, pero es que estas fechas me ponen melancólica. Ya tengo tendencia a ello de por sí, soy lo que definirían como una persona PAS (persona altamente sensible), y para más inri, tímida e insegura.   El caso es que se acerca Fin de Año, y eso nos invita a hacer balance. Son fechas para echar una mirada atrás y recordar a los que no están físicamente a nuestro lado, pero que vivirán siempre en el recuerdo.

Es tiempo también para ponerse metas de cara al nuevo año, que luego casi siempre quedan en simples propósitos, al menos en mi caso. 

También para reflexionar acerca de nuestra existencia… Yo como podéis comprobar soy mucho de comerme el coco, aunque últimamente ya estoy haciendo algo de callo, y ciertos comportamientos que antes me podían arruinar el día, o incluso la semana entera, ahora apenas me inmutan. 

Podía tratarse de algo tan simple como cruzarme con algún conocido por la calle y que no me saludara; podía ser una mirada o un gesto que yo por alguna razón interpretaba como de rechazo (que no necesariamente significaba que lo fuera), el caso es que sufría por todo, y me he dado cuenta de que no puedo vivir así, esperando siempre la aceptación de los demás, que tengo que vivir mi propia vida, y no preocuparme por lo que los demás digan o piensen de mí. Lo importante es ser fiel a mí misma, a mis principios, no hacer daño a nadie, y por lo demás, como decía Violeta Parra: ”Gracias a la vida que me ha dado tanto/ Me ha dado la risa y me ha dado el llanto…”

Bueno, vamos a lo que importa, que es la receta que os traigo hoy; una tarta mousse de turrón de Jijona, conocido también como turrón blando.

Ya os decía ayer que a mí no me gusta este turrón, me resulta muy empalagoso, en cambio en esta tarta entra muy bien, porque es una tarta con un sabor suave a turrón, que está deliciosa, os lo prometo.

Tiene también otra ventaja, y es que se prepara el día anterior, o incluso la antevíspera, y además es muy fácil de preparar y se tarda muy poco tiempo.

Incluso tiene otra ventaja añadida, y es que en casi todos los hogares cuando finalizan estas fiestas quedan sobras de turrón, pues bien, no os preocupéis, con esta tarta las podéis “reciclar” y de paso disfrutar de un bocado delicioso.

Si el día de Fin de Año cenáis en casa, o la comida del día de Año Nuevo, o bien el día de Reyes, y no tenéis un postre elegido, os recomendaría esta tarta sin dudarlo.

Para prepararla vais a necesitar los siguientes

Ingredientes:

-500ml de nata de montar 35% M.G.
-1 tableta de 250gr de turrón de Jijona
-120ml. de leche
-1 yema de huevo
-7 hojas de gelatina
-1 base de bizcocho genovés (es el mismo bizcocho que el del brazo de gitano que podéis ver pinchando aquí)

Para el almíbar de bañar el bizcocho:

-1 vaso de agua
-1/2 vaso de azúcar
-1/2 vaso de brandy

Para decorar
-almendra crocante
-virutas de chocolate
-christmas toppers

Preparación:

Comenzamos poniendo las hojas de gelatina en agua fría. Reservamos.

Cortamos la plancha del bizcocho del tamaño de la base de un molde desmontable. El mío es el molde de Lekué de 23cm., que tiene una base cerámica, que permite servir directamente la tarta en la misma, pero si no tenéis ese molde, cortáis un círculo de papel de hornear del tamaño de la base del molde, y después ponemos la plancha de bizcocho encima.

Lo siguiente será emborrachar el bizcocho, para ello hacemos un almíbar ligero poniendo 1 vaso de agua y ½ vaso de azúcar al fuego, cuando hierva y el azúcar se haya disuelto, añadimos ½ vaso de brandy, dejamos que hierva unos minutos más para que se evapore el alcohol, y con el almíbar caliente, y la ayuda de un pincel de silicona, emborrachamos bien todo el bizcocho. Reservamos.

Aparte batimos la leche y la yema de huevo. Ponemos al fuego, y cuando esté a punto de entrar en ebullición, añadimos el turrón previamente desmenuzado (las manos bien limpias son la mejor herramienta). Removemos la mezcla con una cuchara de madera, durante unos minutos, intentando deshacer los grumos de turrón. Después de que el turrón esté bien integrado (si os siguen quedando grumos podéis utilizar la batidora para deshacerlos), vamos añadiendo las hojas de gelatina de una en una, hasta integrarlas todas. Reservamos.

Cuando la mezcla de turrón esté templada, montamos la nata en la batidora, y luego la añadimos a la nata, y continuamos batiendo unos segundos hasta conseguir una mezcla homogénea.

Por último echamos esta mezcla en el molde, alisando la superficie con una espátula, y guardamos en la nevera unas 8 horas. Mejor dejarlo de un día para otro.

Por último solo nos queda desmoldar, decorar con virutas de chocolate y almendra crocante, y si tenéis por casa algún adorno típico de estas fechas también se lo ponéis, porque  queda bonito, y por los ojos también entra la comida.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero que la receta haya sido de vuestro agrado.

Un abrazo.

domingo, 25 de diciembre de 2022

Emulsión de Patatas con Pulpo


Como todavía es día de Navidad, aproveché un ratito para pasar por aquí a desearos a todos los que me leéis, que hayáis pasado hoy un buen día, y ayer una tranquila y agradable Nochebuena en compañía de vuestros seres queridos. De paso comparto con vosotros la receta de un entrante que preparé para la cena de ayer, y aunque ya lo había preparado en otras ocasiones, no tenía foto, pero esta vez pude hacérsela y como es tan fácil de preparar y está tan rico, y dado que todavía quedan fiestas por delante, os dejo la receta por si a alguien le puede interesar prepararlo de cara a Fin de Año, Año Nuevo o Reyes.

Se trata de una emulsión de patatas con pulpo, y la receta en la que me basé es de Rosa Ardá de Velocidad Cuchara.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la emulsión de patata:

-1.750ml. de agua
-2 hojas de laurel
-sal
-700gr. de patatas peladas y cortadas en dados
-250gr. de nata de montar
-35gr. de aceite de oliva virgen extra (yo como sabéis utilizo Abril)
-pimienta molida

Para la ajada:

-1 diente de ajo
-80gr. de aceite de oliva virgen extra (el mío Abril)
-1 cucharadita colmada de pimentón dulce (yo siempre utilizo Jauja)
-1/2 cucharadita de pimentón picante (el mío también de Jauja)
-sal al gusto

Para la presentación final:

-400gr. de tentáculos de pulpo cocido
-unas escamas de sal Maldon

Preparación:

Esta receta se puede preparar íntegramente en la thermomix (os indicaré los pasos a seguir más abajo), pero yo solo he utilizado el robot de cocina para preparar la emulsión de patata, en cambio la cocción de las mismas y la ajada la hice aparte porque me resulta más cómodo, de manera que lo primero que hice fue cocer las patatas, para ello se pelan, se lavan bien bajo el grifo y luego se cortan en dados, y se añaden a una olla, junto con dos hojas de laurel y la sal necesaria, luego cubrimos con agua fría y ponemos al fuego hasta que estén cocidas. Las mías tardaron cerca de 20 minutos desde que levantaron el hervor.

Una vez cocidas las patatas se escurren y se echan en el vaso de la thermomix. Añadimos también la nata, el aceite y una pizca de pimienta molida y se programa tiempo 3 minutos /temperatura 70ºC/ velocidad 4.

Una vez transcurrido el tiempo, retiramos la emulsión de patatas a una manga pastelera y la servimos en cuencos individuales (la razón de introducirla en una manga, es para evitar que se nos caigan restos por fuera y estropeen la presentación).

Mientras las patatas se estaban cociendo, ya fui preparando el pulpo, que en mi caso era pulpo ya cocido envasado al vacío, que para esta receta me parece ideal porque se adelanta tiempo, y además cocer un pulpo a propósito para esta receta me parece un desperdicio, ya que se necesita poca cantidad, y es tan caro que no está la cosa como para desperdiciarlo.

Al venir cocido, solo hay que sacarlo del envase, secar un poco con una servilleta de papel, y luego cortar los tentáculos en rodajas no demasiado gruesas. Reservamos.

Mientras esperaba por las patatas, también preparé la ajada, para ello ponemos el aceite en una sartén al fuego, y le añadimos un ajo cortado por la mitad (y sin el germen interior). Cuando el ajo esté dorado, apagamos el fuego, retiramos el ajo, y cuando el aceite haya perdido algo de temperatura añadimos el pimentón dulce y el picante, removemos y reservamos.

Por último solo nos queda el montaje final, y para ello rellenamos los cuencos individuales en los que vayamos a presentar este entrante, con la emulsión de patata que tenemos en la manga pastelera, dejando un 1/3 de los mismos sin rellenar. Encima repartimos el aceite con el pimentón entre todos los cuencos, y por último repartimos las rodajas de pulpo, espolvoreamos por encima unas escamas de sal maldon, y listo para disfrutar de un entrante fácil de preparar y absolutamente delicioso, que incluso podéis preparar con antelación, y luego antes de servir, lo ponéis unos minutos dentro del horno caliente, y así de esta manera, con un golpe de calor en el horno, el pulpo para mi gusto incluso queda mejor. En todo caso nunca lo presentéis frío, porque pierde mucho, sin duda caliente está mejor.

A continuación os dejo todos los pasos que debéis seguir si queréis preparar la receta íntegramente en la thermomix.

1-Ponemos en el vaso el agua, y el laurel, y programamos tiempo 12 minutos/temperatura 100ºC/velocidad 1.

2- Añadimos la sal, colocamos el cestillo en su posición dentro del vaso y ponemos dentro las patatas peladas y cortadas (tienen que quedar cubiertas por el agua), y programamos tiempo 20 minutos/temperatura 110ºC/velocidad 1. Cuando finalice el tiempo, retiramos el cestillo con la espátula, tiramos el agua de cocción y volvemos a colocar el vaso en la máquina.

3-Echamos la patatas cocidas en el vaso, añadimos la nata, el aceite, una pizca de pimienta molida, y rectificamos de sal si fuera necesario (para ello probamos primero una patata, y si vemos que está baja de sal añadimos una pizca más), y programamos tiempo 3 minutos/ temperatura 70ºC/velocidad 4. Una vez terminado el tiempo, introducimos la emulsión de patatas en una manga pastelera.

4-Después de lavar bien el vaso y secarlo, añadimos el aceite y 1 ajo cortado por la mitad (sin el germen central) y programamos tiempo 1 minuto/temperatura 100ºC/velocidad 1.

5-Retiramos el ajo, añadimos el pimentón dulce, el picante y la sal, y programamos tiempo 20 segundos/sin temperatura/velocidad 3. Después ya solo nos queda el montaje final, tal como os señalo más arriba.

Como os decía al principio, todavía quedan fiestas por delante, y os animo a que probéis este entrante que estoy segura que os va a sorprender muy gratamente.

Y por hoy termino, mañana si puedo os subo la receta de una tarta de mousse de turrón blando, que está exquisita, y es facilísima de preparar. Incluso a mí que no me gustan demasiado los dulces típicos de la Navidad, en especial el turrón blando, esta tarta me encanta.

Hasta mañana. Un beso a tod@s

martes, 20 de diciembre de 2022

Bacalao con coliflor



Dadas las fechas en las que estamos, toca una receta típica de Navidad, y en este caso os traigo un plato típico de la cena de Nochebuena aquí en Galicia; me refiero al bacalao con coliflor.

A estas alturas quien más quien menos imagino que ya tiene el menú elegido, pero si queda algún despistado al que se le haya echado el tiempo encima y que todavía no tenga nada en mente, os propongo este plato típico de mi tierra.

Cuando vivían mis padres lo preparábamos siempre, ahora hay años que no, pero  en todo caso a lo largo del año lo preparamos en más de una ocasión.

Es un plato con una elaboración muy sencilla y con un sabor delicioso, aunque la foto no le hace justicia, así que si os gusta el bacalao, probad esta receta que os aseguro que os va a encantar.

Lo importante para que salga bien es utilizar un bacalao de calidad, una coliflor bien fresca y un buen aceite de oliva, con eso el éxito está asegurado, así que paso ya a detallaros la lista de

Ingredientes (para 4 personas):

-4 lomos de bacalao gruesos 
-4 patatas grandes
-1 coliflor grande
-4 huevos
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-aceite de oliva virgen extra (yo empleé la variedad hojiblanca de Aceites Abril)
-1 cucharadita de pimentón dulce (siempre utilizo el de mi marca preferida: Productos Jauja)
-sal

Preparación:

En primer lugar ponemos un cazo con agua al fuego y cuando levante el hervor, echamos los huevos, dejamos cocer durante 10 minutos, y después retiramos a un cuenco con agua fría. Cuando los huevos estén fríos, retiramos la cáscara y reservamos.

Mientras se están cociendo los huevos vamos pelando las patatas y limpiando la coliflor, retirándole las hojas. Después las patatas las cortamos en dados grandes y la coliflor la cortamos en ramilletes medianos.

Seguidamente echamos la coliflor y las patatas en una olla, añadimos agua hasta que cubra 1 ó 2 dedos por encima, y desde que comience a hervir, cocemos durante unos 12 minutos a fuego medio. Transcurrido ese tiempo añadimos a la olla los lomos de bacalao previamente desalados y cocemos el conjunto durante unos 5 minutos más desde que levante de nuevo el hervor. Seguidamente retiramos los lomos de bacalao a una fuente, colocamos alrededor los huevos duros cortados por la mitad, y reservamos.

Una vez retirado el bacalao, probamos las patatas y rectificamos de sal si fuese necesario, después reservamos un vaso del líquido de cocción, y escurrimos bien las patatas y la coliflor y las vertemos en una fuente. Reservamos.

Mientras se cocina el bacalao y la verdura, aprovechamos para preparar la ajada, para ello ponemos una sartén al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra, y cuando esté caliente añadimos el ajo laminado, lo doramos ligeramente y seguidamente añadimos la cebolla cortada en juliana. Sofreímos a fuego medio hasta que esté bien pochada. Apagamos el fuego y añadimos el pimentón, mezclamos bien y después añadimos 4 cucharadas soperas del agua de la cocción, mezclamos y se lo echamos por encima a los lomos de bacalao, a las patatas y a la coliflor, y listo para servir y disfrutar.

Pues con el deseo de que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado, me despido hasta la próxima.

Un abrazo.

lunes, 28 de noviembre de 2022

Detalles para invitados 2022


Desde los inicios del blog, allá por el 2015, todos los años os muestro los detalles que preparo a lo largo del año, para repartir a los invitados a eventos como bautizos, comuniones o similares de personas de mi entorno.

Este año post covid ha habido bastantes eventos, por lo que no os los enseño todos ya que en algunos el detalle a regalar se repite, de modo que os enseño solo aquellos en los que he introducido alguna novedad. También sucede que algunos no he tenido ni tiempo a sacarles foto.

Empiezo con la Primera Comunión de Martín, el hijo de una prima, que se celebró el pasado 14 de mayo, el mes por excelencia de las comuniones.

En este caso preparé unos botes de mermelada, y dos tipos de galletas, unas con la foto del niño, y otras con unos cortadores con forma de cáliz que compré en un viaje a Burgos, son de la marca Ibili, y ya los había utilizado en anteriores ocasiones, pero a Martín le gustaron y sus deseos eran órdenes, máximo en un día en el que él era el protagonista de la jornada.

En la foto que encabeza el post, podéis ver cómo quedaron los detalles que preparé para la comunión de Matín, y en la foto de abajo, os muestro las galletas que preparé para Nico en el mes de junio, por encargo de una amiga, que conoce a su madre.

El niño es una aficionado al fútbol, y la madre quería unas galletas con forma de balón de fútbol y con la camiseta de su equipo: el Barça, para agasajar a los invitados a su Primera Comunión.

Para teñir el fondant utilicé colorantes en gel de Wilton, y si bien no logré el tono que deseaba, creo que dan el pego, y lo importante es que al niño y a su mamá, les gustaron.




Por último os muestro las galletas de mantequilla que preparé para la Primera Comunión de Noa, también por encargo de mi amiga que conoce a la madre.

Noa es una niña que le encanta el color verde, y la madre quería unas galletas con su nombre para colocar en la mesa dulce que le iba a preparar, así que opté por preparar unas galletas redondas, decoradas con fondant teñido de un color verde claro, y en cada galleta una letra del nombre en color blanco para que destacara más. Para sujetar la galleta, una vez cortada y colocada sobre la bandeja del horno, la pinché por el centro con un palillo de madera, de los que se utilizan para las brochetas, y para que el palillo no se quemase en el horno, la parte que quedaba fuera de la galleta lo cubrí con papel de aluminio, que luego retiré al enfriar la galleta. Por último decoré la galleta con  fondant, y una vez que este se secó, metí cada una en una bolsa transparente, a modo de piruleta, y la até con una cinta, de color verde, por supuesto. (Unas galletas igual a estas, pero con los colores del Barça, también se las preparé a Nico, como podéis ver en la foto anterior).

Aparte de estas galletas con el nombre de la niña para la mesa dulce, también le preparé unas galletas, con su foto, para repartir a los invitados.

Abajo os dejo la foto de las galletas de Noa.


Este año han sido todo comuniones, y alguna para el año próximo si no hay novedad también habrá, pero eso os lo cuento si Dios quiere en otro post dentro de un año, por estas fechas, como de costumbre.

Así pues esto ha sido todo por hoy. En breve nos vemos de nuevo, espero.

Un abrazo.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Paella Marinera


Pocas recetas se identifican más con nuestro país que la paella, y aunque en el blog ya tenía publicada la receta de una paella mixta, la receta de hoy es de una paella de marisco.

Diría que es una paella más para días de fiesta o celebración, por lo que os recomiendo que utilicéis marisco fresco de buena calidad, porque la diferencia en el resultado final lo justifica. En ese sentido si cuenta con el sello de "PescadeRías ¿de onde sinon?" la calidad y el manejo adecuado del producto es un hecho.

Otra cosa que os recomiendo es que empleéis Azafrán de La Mancha D.O.P. y no un colorante cualquiera o un azafrán de fuera de peor calidad. Si seguís los consejos que os recomiendo más abajo, os aseguro que le aportará el color suficiente a la paella, además de aroma.

Os dejo ya con la lista de los ingredientes que necesitáis para preparar esta rica paella.

Ingredientes (para 4 personas):

-4 tazas de arroz
-9 tazas de caldo de pescado
-300gr. de calamares
-12 mejillones
-12 langostinos (ó 12 cigalas pequeñas)
-12 almejas
-300gr. de berberechos
-1 pimiento morrón grande
-4 dientes de ajo
-1 tomate triturado
-1 vaso de guisantes frescos o congelados
-aceite de oliva virgen extra Abril
-28 hebras de azafrán D.O.P. La Mancha
-1 cucharada sopera de pulpa de pimiento choricero
-1 hoja de laurel

Para el caldo:

-Huesos de rape, o también morralla, o bien espinas, cabezas y colas de pescado que pedís a vuestra pescadera de confianza
-1 zanahoria
-1 puerro
-1 rama de apio
-sal
-agua

Preparación:

En primer lugar preparamos el caldo de pescado, para ello ponemos una olla al fuego con agua y añadimos el pescado elegido, el puerro, la zanahoria, la rama de apio, y la sal. Dejamos que se cueza durante 30 minutos aproximadamente. Antes de apagarle el fuego rectificamos de sal si fuese necesario y reservamos.

Aparte en una olla con un poquito de agua y una hoja de laurel abrimos los mejillones. Dejamos enfriar y retiramos la cocha de arriba, dejando solo la que está adherida a la carne del mejillón. Reservamos

Los berberechos y las almejas los tenemos en agua con sal al menos durante 2 horas para que suelten la arena, cada uno en un recipiente distinto. Después los lavamos bien bajo el grifo, escurrimos y reservamos.

Por otro lado colocamos la paella al fuego, añadimos aceite de oliva virgen extra con que apenas cubra la base de la paella y añadimos los langostinos, dejamos que se hagan un poco por un lado, y luego le damos la vuelta para que se hagan por el otro, y retiramos y reservamos. Después le toca el turno a los calamares, previamente limpiados y cortados en trozos (en mi caso en anillas). Dejamos que se hagan unos minutos, y retiramos y reservamos.

A continuación añadimos el pimiento morrón cortado en tiras, después de que haya estado unos minutos rehogándose a fuego bajo y ya esté blandito, añadimos los ajos picados, seguimos rehogando un par de minutos removiendo para que no se quemen los ajos, y después añadimos el tomate previamente triturado.

Cuando el líquido del tomate se haya consumido, es el momento de echar una cucharada de pulpa de pimiento choricero, removemos de nuevo el conjunto.

A continuación echamos 9 medidas de caldo de pescado previamente colado, y cuando levante el hervor añadimos los guisantes (si son congelados, los descongeláis primero), y después subimos el fuego al máximo, añadimos 4 medidas de arroz de grano redondo, si es arroz bomba mejor, pero nunca arroz de grano largo. Para medir el arroz usaremos la misma medida que la que utilizamos para medir el caldo, y procuramos que el arroz quede uniformemente repartido.

Justo después de añadir el arroz, añadiremos las hebras de Azafrán D. O. P. de La Mancha. Recomiendan emplear 7 hebras por persona, y en este caso como es una paella para 4 personas utilizaremos 28 hebras, y para aprovechar todo su aroma y el color que le aporta a la paella, primero aconsejan que se aplasten bien en el mortero, y a continuación se le añade medio vaso de agua caliente, y se deja infusionar unos 30 minutos, y luego en el momento de añadir el arroz, añadimos también el contenido del mortero, por lo que este paso ya hay que tenerlo preparado con antelación al momento de añadir el arroz.

Después de añadir el caldo, los guisantes, el arroz y el azafrán, toca añadir los berberechos y las almejas y dejamos cocer todo junto a fuego alto durante 5 minutos removiendo solo una vez al principio, y solo los justo para que quede bien repartido, y luego bajamos el fuego y colocamos por encima los langostinos, los mejillones y los calamares a modo de decoración, y dejamos cocer otros 15 minutos más, pero esta vez sin remover absolutamente nada porque de lo contrario el arroz suelta el almidón y no queda el grano suelto.

Transcurrido el tiempo de cocción, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos diez minutos antes de servir cubierto con papel de aluminio.

Para terminar aclararos que la foto que ilustra este post es de una paella para dos personas, por eso veréis menos ingredientes de los que cito en la receta.

Y eso es todo. Nos volvemos a ver dentro de unos días.

Hasta pronto. Un abrazo.

lunes, 7 de noviembre de 2022

Pastel de Cabracho


Este año me ha pasado Halloween sin preparar ninguna receta propia de esas fechas, también es cierto que a mí es una temática que no me atrae nada. Brujas, arañas, fantasmas, sangre…, todo eso me desagrada bastante.

La verdad es que el tiempo pasa volando, y en las tiendas ha sido terminar Halloween y ponerse con la decoración navideña en modo ON, y precisamente la receta que os traigo hoy, el pastel de cabracho, bien pudiera formar parte de los entrantes en las próximas fiestas navideñas.

La primera y única vez que probé un pastel de cabracho fue en Asturias. Allí la mayoría de locales de hostelería lo ofrecen, y por eso pensaba que era una receta típica asturiana, pero su origen es otro bien distinto. Se trata de una receta del reputado cocinero vasco, Juan Mari Arzak, quien en la década de los 70, modificó el pastel de merluza, sustituyendo esta por el cabracho.

Lo cierto es que desde que probé este pastel en Asturias, quise preparar la receta en casa, pero pasaron años hasta que pude conseguirlo, porque no encontraba el cabracho a la venta en ninguna pescadería, por eso cuando a finales del verano del año pasado acompañé a mi marido a un centro comercial por motivos laborales, mientras lo esperaba entré al supermercado que había en ese centro comercial, y al llegar a la sección de pescadería casi no me podía creer que lo que tenía ante mis ojos eran dos ejemplares de cabracho. Solo había dos, los justos para preparar esta receta…, pareciera que estuvieran esperando por mí. El caso es que vine para casa con ellos más contenta que si me hubiera tocado la lotería, y más contenta me quedé cuando preparé el pastel, porque salió delicioso.

Además de rico, es muy fácil de preparar, y tiene otra ventaja, y es que se prepara la víspera. Sin más dilación, os dejo con la lista de

Ingredientes:

-500gr. de cabracho fresco
-300ml. de nata líquida
-180gr. de tomate frito
-4 huevos
-1 ó 2 pimientos del piquillo en conserva (opcional)
-una pizca de sal
-mantequilla y pan rallado para untar el molde

Para cocer el cabracho

-el cabracho eviscerado pero con la cabeza (en mi caso eran 2 unidades)
-1 zanahoria
-1 cebolla
-1 puerro
-1 hoja de laurel
-unos granos de pimienta negra
-una pizca de sal

Preparación:

En primer lugar cocemos los cabrachos, para ello echamos en una olla el pescado eviscerado pero con las cabezas, la zanahoria, la cebolla, el puerro, la hoja de laurel, los granos de pimienta y una pizca de sal. Cubrimos con agua, y una vez que levante el hervor, dejamos cocer a fuego bajo durante 15 minutos aproximadamente. Después retiramos el pescado a una fuente, y el caldo lo colamos, y de nuevo volvemos a echar el caldo ya colado en la olla y el pescado, y volvemos a cocerlo otros 15 minutos más. Una vez finalizado el tiempo de cocción, retiramos el pescado, lo dejamos enfriar y después lo desmenuzamos con las manos, retiramos las espinas y reservamos.

El caldo no lo tiréis, lo volvéis a pasar por el colador por si se pudiera desprender alguna espina del pescado, dejáis que se enfríe, y lo congeláis para otra ocasión en la que necesitéis un caldo de pescado.

Por último echamos en un cuenco el pescado desmenuzado, la nata, los huevos, el tomate frito, una pizca de sal, y los pimientos del piquillo en conserva si optáis por añadírselos (yo os animaría a que se los pongáis porque le dan un punto de sabor muy bueno), y luego con la batidora trituramos todo.

Después vertemos la mezcla en un molde rectangular, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado. Esto se hace para que desmolde bien y no se pegue a las paredes.

Por finalizar, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, y lo cocemos al baño María, procurando que el agua no entre en ebullición, para que no salpique y entre dentro del molde que contiene el pastel, y horneamos durante unos 40 ó 45 minutos, hasta que esté cuajado, lo cual comprobaremos introduciendo un palillo, y si sale limpio es que ya está listo, sino hay que continuar con la cocción unos minutos más y volver a hacer la prueba del palillo.

Este pastel es típico servirlo en pequeñas porciones, sobre tostas de pan, y acompañado de salsa rosa.

Pues esto ha sido todo por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Hasta pronto.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Brazo de gitano relleno de crema


La receta que os presento hoy, el brazo de gitano relleno de crema, me trae muchos recuerdos de la infancia, porque formaba parte de las sobremesas en casa, los días de fiesta, cuando había invitados.

Por entonces el brazo de gitano lo comprábamos en la panadería del pueblo, entre otras cosas porque en un día de fiesta bastante ajetreo hay de por sí en la cocina, cómo para pararse a preparar un dulce como este, que si bien es muy sencillo, tiene cierta elaboración, aunque la parte buena es que parte del proceso se puede hacer la víspera, o incluso la. Yo es lo que suelo hacer, la antevíspera preparo la crema pastelera, la víspera monto la nata y horneo la plancha de bizcocho, y el propio día solo tengo que montarlo y decorarlo al gusto.

Pero lo mejor es que os pase a explicar la receta. De entrada para un brazo de gitano como el de la foto, que da perfectamente para unas diez raciones generosas, necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

Para la plancha de bizcocho

-8 huevos medianos
-125gr. de harina común de todo uso
-125gr. de azúcar
-1 pizca de sal
-1/2 sobre de levadura tipo Royal

Para la crema pastelera

-500gr. de leche entera
-40gr. de maicena
-1 vaina de vainilla
-2 yemas de huevo

Para el decorado

-nata montada o merengue suizo
-azúcar glas
-guindas en almíbar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, para ello lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 500ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.

El siguiente paso consiste en preparar la plancha de bizcocho, para ello añadimos a la batidora tipo kichenaid los huevos, el azúcar y una pizca de sal, y batimos por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la mezcla doble el volumen inicial.

Seguidamente retiramos el recipiente de los huevos de la máquina, y con un batidor manual de varillas vamos integrando con movimientos envolventes la harina previamente tamizada y la levadura en polvo, procurando que no quede ningún grumo.

A continuación vertemos la mezcla en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado para que no se pegue, y horneamos con el horno precalentado a 180º C, en la parte central del mismo, con calor arriba y abajo.

Cuando esté hecho, retiramos del horno, y cortamos otro trozo de papel sulfurizado del tamaño de la plancha del bizcocho, lo colocamos por encima, y luego lo vamos enrollando en caliente, a la vez que vamos despegando el papel que tenía por abajo.

Guardamos enrollado hasta que enfríe.

Por último rellenamos con la crema pastelera que teníamos reservada, enrollamos de nuevo y espolvoreamos la superficie azúcar glas, después decoramos al gusto con nata montada o bien con merengue suizo y  se termina con unas guindas en almíbar.

Abajo os dejo una foto del corte, ¿no me digáis que no resulta apetecible? Pues animaros a prepararlo, que no es nada difícil, y dejando el bizcocho horneado la víspera y la crema hecha, el trabajo que da es muy llevadero.


Pues con esto me despido por hoy. Espero volver pronto con una nueva receta.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

Un abrazo.

sábado, 10 de septiembre de 2022

Pizza de berenjenas, queso de cabra y miel


Ya ha pasado bastante tiempo desde la anterior entrada, más del que tenía previsto, pero ahora con la llegada de septiembre y la vuelta a la rutina, aquí estoy de nuevo con energías renovadas después del parón veraniego.

Para la vuelta he elegido una pizza, y no una pizza cualquiera, la de hoy yo la calificaría como una pizza gourmet. Si sois amantes de la mezcla de sabores dulce-salado os encantará seguro. Para mí desde luego está entre las preferidas. Espero que sea también de vuestro agrado.

Para prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

Para la masa

-240gr. de harina de fuerza
-150ml. de agua
-1 cucharada de aceite de oliva
-1 cucharadita de sal
-12gr. de levadura fresca de panadería (ó ½ sobre de levadura seca de panadería)

Para el relleno

-70gr. de tomate triturado
-1 bola de queso mozzarella
-1 rulo pequeño de queso de cabra (de 250 a 300 gramos)
-1 berenjena
-1 cucharada de miel
-orégano seco y en este caso le añadí también una mezcla de especias especial para pizzas
-aceite de oliva virgen extra para freír la berenjena

Preparación:

En primer lugar preparamos la masa. Yo en esta ocasión la amasé en la thermomix, pare ello echamos el agua, el aceite y la sal en el vaso, y programamos 3 minutos/temperatura 37 grados/velocidad cuchara.

Después añadimos la harina y la levadura, y programamos 3 minutos/función amasar. Una vez transcurrido el amasado, guardamos la masa en un cuenco untado con aceite y tapada con papel film hasta que doble el volumen.

Si tenéis panificadora, también podéis prepara la masa en ella, para ello se echan todos los ingredientes de la masa en la cubeta empezando por el agua, la sal y el aceite, siguiendo por la harina y finalizando con la levadura. Después se selecciona el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina dura 90 minutos (20 de amasado y los restantes de levado), y ya sale la masa lista para darle forma.

A falta de robot de cocina, también se puede amasar perfectamente a mano, para ello añadís a un cuenco amplio la harina tamizada y la sal, luego mezcláis bien y hacéis un hueco en el centro como si se tratase del cráter de un volcán, luego añadís el agua tibia en la cual se habrá diluido previamente la levadura. Seguidamente se va mezclando con la ayuda de una cuchara de madera, y cuando se empiece a formar una bola que se despega de las paredes, seguís amasando a mano en la encimera durante diez minutos. Después dejáis reposar la masa en el mismo cuenco en el que se inició el amasado, tapándolo con papel film hasta que doble el volumen.

Mientras esperamos a que la masa crezca, aprovechamos para cortar la berenjena en rodajas con una mandolina, luego vamos colocando las rodajas en un escurridor de verdura, espolvoreándolas con sal fina, y dejamos reposar durante 30 minutos. Esto se hace para que pierdan parte del agua que contienen, y también el amargor característico. Transcurrido el tiempo de reposo, las lavamos bajo el grifo para sacarle la sal, las escurrimos bien y las secamos sobre papel de cocina, y después las salteamos en una sartén con una pizca de aceite de oliva virgen extra, durante 1 minuto por cada lado. A medida que van estando las berenjenas, las vamos retirando a una fuente y reservamos.

Cuando la masa esté lista, precalentamos el horno a 2500 calor arriba y abajo, y seguidamente procedemos a darle forma a la pizza, para ello estiramos la masa sobre la encimera espolvoreada con una pizca de harina, dándole la forma deseada, en este caso redonda.

A continuación colocamos la masa en la bandeja, y encima extendemos el tomate triturado, sobre él espolvoreamos una pizca de orégano seco. Yo en esta ocasión le añadí también una pizca de especias especial para pizza, pero esto es opcional.

Después añadimos por toda la superficie el queso fresco de mozzarella cortado en trocitos pequeños, y sobre él colocamos alternativamente las berenjenas reservadas y el queso rulo de cabra cortado en rodajas finitas.

Finalmente colocamos la bandeja en la parte de abajo del horno, ¡ojo!, no en la última rejilla, sino en la base misma del horno para que así nos quede una pizza jugosa, pero con una base crujiente que resulta deliciosa. Cuando esté hecha, en mi horno tarda unos 20 a 25 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla para que enfríe un poco antes de servir, si bien nada más salir del horno debemos coger una cucharada de miel, y la dejamos caer en forma de hilo por toda la superficie.

Con esto termino por hoy, dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Un abrazo

miércoles, 29 de junio de 2022

Coca de hojaldre y cabello de ángel


En el anterior post publiqué la receta de la coca de San Juan, y hoy os presento la receta de otra coca, en este caso una coca de hojaldre con cabello de ángel. 

Las dos están exquisitas, aunque la de hoy es mucho más sencilla de preparar, salvo que optéis por hacer el hojaldre en casa, en cuyo caso, más abajo en la lista de ingredientes os dejo el enlace a la receta que tengo publicada en el blog desde hace tiempo. Animaros con el hojaldre, no es difícil, solo es un poco laborioso, pero dado que congela perfectamente, podéis prepararlo con antelación.

Para hacer esta coca, necesitaréis los siguientes 

Ingredientes:

-2 placas de hojaldre rectangulares (ver receta pinchando aquí)
-400gr. de cabello de ángel
-un puñado de piñones o de almendra picada
-una pizca de azúcar para espolvorear por encima
-1 huevo para pintar por encima

Preparación:

Comenzamos colocando una placa de hojaldre en la bandeja, sobre papel de hornear, y con un tenedor pinchamos para que no suba.


A continuación distribuimos uniformemente el cabello de ángel.


Después cubrimos con la otra plancha de hojaldre, pincelamos con huevo batido, y con un tenedor aplastamos los bordes.


Por último espolvoreamos un poco de azúcar por encima, y luego esparcimos por toda la superficie o bien piñones, o bien almendra picada.




Llevamos al horno, precalentado a 180º con calor arriba y abajo, y en la parte central, hasta que el hojaldre adquiera un bonito color dorado.


Después colocáis la bandeja del horno sobre una rejilla, y cuando enfríe  servís la coca en una bandeja con blonda, y lista para degustarla.

Abajo os dejo una foto del corte para que veáis cómo queda, y respecto a la primera foto, como podéis apreciar lleva piñones por encima, a diferencia de las demás que llevan almendra en grano, y eso es porque son fotos que le hice a dos cocas preparadas en distintas fechas. A mí me gusta más con piñones, pero eso va en gustos.

Otra diferencia en la primera foto con respecto a las otras, es que la coca aparece cortada en porciones, algo lógico, pues no va a comer toda la coca una sola persona, y de una sentada, pero os hago referencia a ello, porque mi consejo es que la cortéis antes de hornear, porque las láminas de  hojaldre una vez horneado son tan finas que se rompen al hacer presión con el cuchillo.



Bueno, pues espero que os haya gustado la receta de hoy. Hasta la próxima.

Un abrazo y gracias por seguirme.

martes, 21 de junio de 2022

Coca de San Juan


Estamos a las puertas de la noche de San Juan, la más mágica del año, y también la más corta, y esa noche en muchos lugares del Levante español, el dulce que no puede faltar es la denominada Coca de San Juan, un dulce tipo brioche, que lleva crema pastelera, y va decorada con piñones y frutas confitadas.

En Galicia también se prepara un dulce muy similar, que se llama “Tarta Larpeira” la cual se consume especialmente por San Juan, pero también a lo largo del año. Podéis ver la receta de la “Larpeira” pinchando aquí.

Hay cocas de muy diversos ingredientes, y las hay dulces y saladas, pero la de hoy es dulce, porque aquí en Galicia en la cena de la noche de San Juan no pueden faltar las sardinas a la brasa y el churrasco, y a mayores una coca salada sería excesivo, en cambio un trozo de esta coca, o de una larpeira gallega en la sobremesa sientan de maravilla.

No me enrollo más y os dejo con la lista de ingredientes:

Para la masa madre

-20gr. de leche tibia
-10gr. de levadura fresca (ó 3gr. de levadura deshidratada)
-40gr. de harina de fuerza

Para la masa

-toda la masa madre
-125gr. leche a temperatura ambiente
-50gr. de azúcar
-1 huevo pequeño
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-40gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-ralladura de una naranja
-250gr. de harina de fuerza
-una pizca de sal

Para la crema pastelera

-250gr. de leche entera
-2 yemas de huevo
-20gr. de maicena
-50gr. de azúcar
-1 vaina de vainilla

Para decorar

-piñones y fruta confitada

Para el almíbar

-120ml. de agua
-120ml. de licor de anís
-90gr. de azúcar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, porque tiene que estar fría cuando la empleemos, por eso es aconsejable prepararla antes, incluso se puede hacer la víspera y guardarla en el frigorífico.

Para prepararla lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 250ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos.

El siguiente paso consiste en preparar la masa madre, para ello mezclamos bien todos los ingredientes, y dejamos tapado con papel film hasta que doble el volumen.

Cuando la masa madre esté lista la añadimos a la cubeta de la panificadora o bien a la amasadora y a continuación los ingredientes de la masa principal en el orden que aparecen en la lista de ingredientes, y amasamos durante una hora. En mi panificadora el programa de amasado dura 20 minutos, con lo cual hay programarla de nuevo dos veces. Con las amasadoras ocurre lo mismo, una vez finalizado el tiempo de amasado hay que volver a programar las veces necesarias hasta completar la hora.

Una vez finalizado el amasado dejamos la masa en reposo durante 10 minutos para que se relaje, y después con la ayuda de un rodillo la aplanamos dándole forma ovalada, la colocamos en la bandeja del horno, y la dejamos allí con la puerta cerrada para que no entren corrientes de aire, hasta que haya triplicado su volumen.

Ahora en verano como la temperatura ambiente es alta no hace falta encender el horno, pero si hacéis esta receta en invierno, os aconsejo que cuando la dejéis reposar en el horno para levar, que lo encendáis a baja temperatura, en torno a los 25ºC, porque así sube más pronto.

Cuando haya levado lo suficiente, la pincelamos con un huevo batido (este huevo no figura en la lista de ingredientes), echamos la crema pastelera que habíamos reservado en una manga con boquilla rizada y hacemos una especie de enrejado por encima como se aprecia en la foto.

Por último decoramos con guindas en almíbar y piñones al gusto, y llevamos al horno, previamente precalentado a 150ºC con calor abajo los primeros 10 minutos, y luego calor arriba y abajo hasta que adquiera un bonito color dorado en la superficie. En ese momento retiramos del horno y colocamos la bandeja sobre una rejilla.

Mientras la coca se cuece en el horno, preparamos el almíbar poniendo un cazo al fuego con el agua, el licor de anís y el azúcar, y dejamos hervir durante unos 10 minutos hasta que adquiera una consistencia como de punto de hebra, que se consigue cuando al poner una gota entre los dedos índice y pulgar, se forma como un hilo. Apagamos el fuego y reservamos.

Cuando retiremos la coca del horno, en caliente, inyectamos con una jeringa de repostería el almíbar por distintos puntos de la coca, procurando que quede el almíbar bien distribuido. Dejamos enfriar y listo para servir.

Para que no se reseque una vez fría os aconsejo que la guardéis en una bolsa de plástico o bien que la cubráis con papel film.

La coca auténtica de San Juan no lleva este almíbar, pero os aseguro que le queda de vicio, hará que esté mucho más tierna y jugosa.

Pues espero que os haya gustado la receta de hoy, y deseo que disfrutéis mucho la noche de San Juan.

Hasta pronto. Un abrazo.