lunes, 7 de noviembre de 2022

Pastel de Cabracho


Este año me ha pasado Halloween sin preparar ninguna receta propia de esas fechas, también es cierto que a mí es una temática que no me atrae nada. Brujas, arañas, fantasmas, sangre…, todo eso me desagrada bastante.

La verdad es que el tiempo pasa volando, y en las tiendas ha sido terminar Halloween y ponerse con la decoración navideña en modo ON, y precisamente la receta que os traigo hoy, el pastel de cabracho, bien pudiera formar parte de los entrantes en las próximas fiestas navideñas.

La primera y única vez que probé un pastel de cabracho fue en Asturias. Allí la mayoría de locales de hostelería lo ofrecen, y por eso pensaba que era una receta típica asturiana, pero su origen es otro bien distinto. Se trata de una receta del reputado cocinero vasco, Juan Mari Arzak, quien en la década de los 70, modificó el pastel de merluza, sustituyendo esta por el cabracho.

Lo cierto es que desde que probé este pastel en Asturias, quise preparar la receta en casa, pero pasaron años hasta que pude conseguirlo, porque no encontraba el cabracho a la venta en ninguna pescadería, por eso cuando a finales del verano del año pasado acompañé a mi marido a un centro comercial por motivos laborales, mientras lo esperaba entré al supermercado que había en ese centro comercial, y al llegar a la sección de pescadería casi no me podía creer que lo que tenía ante mis ojos eran dos ejemplares de cabracho. Solo había dos, los justos para preparar esta receta…, pareciera que estuvieran esperando por mí. El caso es que vine para casa con ellos más contenta que si me hubiera tocado la lotería, y más contenta me quedé cuando preparé el pastel, porque salió delicioso.

Además de rico, es muy fácil de preparar, y tiene otra ventaja, y es que se prepara la víspera. Sin más dilación, os dejo con la lista de

Ingredientes:

-500gr. de cabracho fresco
-300ml. de nata líquida
-180gr. de tomate frito
-4 huevos
-1 ó 2 pimientos del piquillo en conserva (opcional)
-una pizca de sal
-mantequilla y pan rallado para untar el molde

Para cocer el cabracho

-el cabracho eviscerado pero con la cabeza (en mi caso eran 2 unidades)
-1 zanahoria
-1 cebolla
-1 puerro
-1 hoja de laurel
-unos granos de pimienta negra
-una pizca de sal

Preparación:

En primer lugar cocemos los cabrachos, para ello echamos en una olla el pescado eviscerado pero con las cabezas, la zanahoria, la cebolla, el puerro, la hoja de laurel, los granos de pimienta y una pizca de sal. Cubrimos con agua, y una vez que levante el hervor, dejamos cocer a fuego bajo durante 15 minutos aproximadamente. Después retiramos el pescado a una fuente, y el caldo lo colamos, y de nuevo volvemos a echar el caldo ya colado en la olla y el pescado, y volvemos a cocerlo otros 15 minutos más. Una vez finalizado el tiempo de cocción, retiramos el pescado, lo dejamos enfriar y después lo desmenuzamos con las manos, retiramos las espinas y reservamos.

El caldo no lo tiréis, lo volvéis a pasar por el colador por si se pudiera desprender alguna espina del pescado, dejáis que se enfríe, y lo congeláis para otra ocasión en la que necesitéis un caldo de pescado.

Por último echamos en un cuenco el pescado desmenuzado, la nata, los huevos, el tomate frito, una pizca de sal, y los pimientos del piquillo en conserva si optáis por añadírselos (yo os animaría a que se los pongáis porque le dan un punto de sabor muy bueno), y luego con la batidora trituramos todo.

Después vertemos la mezcla en un molde rectangular, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado. Esto se hace para que desmolde bien y no se pegue a las paredes.

Por finalizar, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, y lo cocemos al baño María, procurando que el agua no entre en ebullición, para que no salpique y entre dentro del molde que contiene el pastel, y horneamos durante unos 40 ó 45 minutos, hasta que esté cuajado, lo cual comprobaremos introduciendo un palillo, y si sale limpio es que ya está listo, sino hay que continuar con la cocción unos minutos más y volver a hacer la prueba del palillo.

Este pastel es típico servirlo en pequeñas porciones, sobre tostas de pan, y acompañado de salsa rosa.

Pues esto ha sido todo por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Hasta pronto.

miércoles, 12 de octubre de 2022

Brazo de gitano relleno de crema


La receta que os presento hoy, el brazo de gitano relleno de crema, me trae muchos recuerdos de la infancia, porque formaba parte de las sobremesas en casa, los días de fiesta, cuando había invitados.

Por entonces el brazo de gitano lo comprábamos en la panadería del pueblo, entre otras cosas porque en un día de fiesta bastante ajetreo hay de por sí en la cocina, cómo para pararse a preparar un dulce como este, que si bien es muy sencillo, tiene cierta elaboración, aunque la parte buena es que parte del proceso se puede hacer la víspera, o incluso la. Yo es lo que suelo hacer, la antevíspera preparo la crema pastelera, la víspera monto la nata y horneo la plancha de bizcocho, y el propio día solo tengo que montarlo y decorarlo al gusto.

Pero lo mejor es que os pase a explicar la receta. De entrada para un brazo de gitano como el de la foto, que da perfectamente para unas diez raciones generosas, necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

Para la plancha de bizcocho

-8 huevos medianos
-125gr. de harina común de todo uso
-125gr. de azúcar
-1 pizca de sal
-1/2 sobre de levadura tipo Royal

Para la crema pastelera

-500gr. de leche entera
-40gr. de maicena
-1 vaina de vainilla
-2 yemas de huevo

Para el decorado

-nata montada o merengue suizo
-azúcar glas
-guindas en almíbar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, para ello lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 500ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos en el frigorífico hasta el momento de utilizarla.

El siguiente paso consiste en preparar la plancha de bizcocho, para ello añadimos a la batidora tipo kichenaid los huevos, el azúcar y una pizca de sal, y batimos por espacio de 10 minutos aproximadamente, hasta que la mezcla doble el volumen inicial.

Seguidamente retiramos el recipiente de los huevos de la máquina, y con un batidor manual de varillas vamos integrando con movimientos envolventes la harina previamente tamizada y la levadura en polvo, procurando que no quede ningún grumo.

A continuación vertemos la mezcla en la bandeja del horno sobre papel sulfurizado para que no se pegue, y horneamos con el horno precalentado a 180º C, en la parte central del mismo, con calor arriba y abajo.

Cuando esté hecho, retiramos del horno, y cortamos otro trozo de papel sulfurizado del tamaño de la plancha del bizcocho, lo colocamos por encima, y luego lo vamos enrollando en caliente, a la vez que vamos despegando el papel que tenía por abajo.

Guardamos enrollado hasta que enfríe.

Por último rellenamos con la crema pastelera que teníamos reservada, enrollamos de nuevo y espolvoreamos la superficie azúcar glas, después decoramos al gusto con nata montada o bien con merengue suizo y  se termina con unas guindas en almíbar.

Abajo os dejo una foto del corte, ¿no me digáis que no resulta apetecible? Pues animaros a prepararlo, que no es nada difícil, y dejando el bizcocho horneado la víspera y la crema hecha, el trabajo que da es muy llevadero.


Pues con esto me despido por hoy. Espero volver pronto con una nueva receta.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

Un abrazo.

sábado, 10 de septiembre de 2022

Pizza de berenjenas, queso de cabra y miel


Ya ha pasado bastante tiempo desde la anterior entrada, más del que tenía previsto, pero ahora con la llegada de septiembre y la vuelta a la rutina, aquí estoy de nuevo con energías renovadas después del parón veraniego.

Para la vuelta he elegido una pizza, y no una pizza cualquiera, la de hoy yo la calificaría como una pizza gourmet. Si sois amantes de la mezcla de sabores dulce-salado os encantará seguro. Para mí desde luego está entre las preferidas. Espero que sea también de vuestro agrado.

Para prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

Para la masa

-240gr. de harina de fuerza
-150ml. de agua
-1 cucharada de aceite de oliva
-1 cucharadita de sal
-12gr. de levadura fresca de panadería (ó ½ sobre de levadura seca de panadería)

Para el relleno

-70gr. de tomate triturado
-1 bola de queso mozzarella
-1 rulo pequeño de queso de cabra (de 250 a 300 gramos)
-1 berenjena
-1 cucharada de miel
-orégano seco y en este caso le añadí también una mezcla de especias especial para pizzas
-aceite de oliva virgen extra para freír la berenjena

Preparación:

En primer lugar preparamos la masa. Yo en esta ocasión la amasé en la thermomix, pare ello echamos el agua, el aceite y la sal en el vaso, y programamos 3 minutos/temperatura 37 grados/velocidad cuchara.

Después añadimos la harina y la levadura, y programamos 3 minutos/función amasar. Una vez transcurrido el amasado, guardamos la masa en un cuenco untado con aceite y tapada con papel film hasta que doble el volumen.

Si tenéis panificadora, también podéis prepara la masa en ella, para ello se echan todos los ingredientes de la masa en la cubeta empezando por el agua, la sal y el aceite, siguiendo por la harina y finalizando con la levadura. Después se selecciona el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina dura 90 minutos (20 de amasado y los restantes de levado), y ya sale la masa lista para darle forma.

A falta de robot de cocina, también se puede amasar perfectamente a mano, para ello añadís a un cuenco amplio la harina tamizada y la sal, luego mezcláis bien y hacéis un hueco en el centro como si se tratase del cráter de un volcán, luego añadís el agua tibia en la cual se habrá diluido previamente la levadura. Seguidamente se va mezclando con la ayuda de una cuchara de madera, y cuando se empiece a formar una bola que se despega de las paredes, seguís amasando a mano en la encimera durante diez minutos. Después dejáis reposar la masa en el mismo cuenco en el que se inició el amasado, tapándolo con papel film hasta que doble el volumen.

Mientras esperamos a que la masa crezca, aprovechamos para cortar la berenjena en rodajas con una mandolina, luego vamos colocando las rodajas en un escurridor de verdura, espolvoreándolas con sal fina, y dejamos reposar durante 30 minutos. Esto se hace para que pierdan parte del agua que contienen, y también el amargor característico. Transcurrido el tiempo de reposo, las lavamos bajo el grifo para sacarle la sal, las escurrimos bien y las secamos sobre papel de cocina, y después las salteamos en una sartén con una pizca de aceite de oliva virgen extra, durante 1 minuto por cada lado. A medida que van estando las berenjenas, las vamos retirando a una fuente y reservamos.

Cuando la masa esté lista, precalentamos el horno a 2500 calor arriba y abajo, y seguidamente procedemos a darle forma a la pizza, para ello estiramos la masa sobre la encimera espolvoreada con una pizca de harina, dándole la forma deseada, en este caso redonda.

A continuación colocamos la masa en la bandeja, y encima extendemos el tomate triturado, sobre él espolvoreamos una pizca de orégano seco. Yo en esta ocasión le añadí también una pizca de especias especial para pizza, pero esto es opcional.

Después añadimos por toda la superficie el queso fresco de mozzarella cortado en trocitos pequeños, y sobre él colocamos alternativamente las berenjenas reservadas y el queso rulo de cabra cortado en rodajas finitas.

Finalmente colocamos la bandeja en la parte de abajo del horno, ¡ojo!, no en la última rejilla, sino en la base misma del horno para que así nos quede una pizza jugosa, pero con una base crujiente que resulta deliciosa. Cuando esté hecha, en mi horno tarda unos 20 a 25 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla para que enfríe un poco antes de servir, si bien nada más salir del horno debemos coger una cucharada de miel, y la dejamos caer en forma de hilo por toda la superficie.

Con esto termino por hoy, dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Un abrazo

miércoles, 29 de junio de 2022

Coca de hojaldre y cabello de ángel


En el anterior post publiqué la receta de la coca de San Juan, y hoy os presento la receta de otra coca, en este caso una coca de hojaldre con cabello de ángel. 

Las dos están exquisitas, aunque la de hoy es mucho más sencilla de preparar, salvo que optéis por hacer el hojaldre en casa, en cuyo caso, más abajo en la lista de ingredientes os dejo el enlace a la receta que tengo publicada en el blog desde hace tiempo. Animaros con el hojaldre, no es difícil, solo es un poco laborioso, pero dado que congela perfectamente, podéis prepararlo con antelación.

Para hacer esta coca, necesitaréis los siguientes 

Ingredientes:

-2 placas de hojaldre rectangulares (ver receta pinchando aquí)
-400gr. de cabello de ángel
-un puñado de piñones o de almendra picada
-una pizca de azúcar para espolvorear por encima
-1 huevo para pintar por encima

Preparación:

Comenzamos colocando una placa de hojaldre en la bandeja, sobre papel de hornear, y con un tenedor pinchamos para que no suba.


A continuación distribuimos uniformemente el cabello de ángel.


Después cubrimos con la otra plancha de hojaldre, pincelamos con huevo batido, y con un tenedor aplastamos los bordes.


Por último espolvoreamos un poco de azúcar por encima, y luego esparcimos por toda la superficie o bien piñones, o bien almendra picada.




Llevamos al horno, precalentado a 180º con calor arriba y abajo, y en la parte central, hasta que el hojaldre adquiera un bonito color dorado.


Después colocáis la bandeja del horno sobre una rejilla, y cuando enfríe  servís la coca en una bandeja con blonda, y lista para degustarla.

Abajo os dejo una foto del corte para que veáis cómo queda, y respecto a la primera foto, como podéis apreciar lleva piñones por encima, a diferencia de las demás que llevan almendra en grano, y eso es porque son fotos que le hice a dos cocas preparadas en distintas fechas. A mí me gusta más con piñones, pero eso va en gustos.

Otra diferencia en la primera foto con respecto a las otras, es que la coca aparece cortada en porciones, algo lógico, pues no va a comer toda la coca una sola persona, y de una sentada, pero os hago referencia a ello, porque mi consejo es que la cortéis antes de hornear, porque las láminas de  hojaldre una vez horneado son tan finas que se rompen al hacer presión con el cuchillo.



Bueno, pues espero que os haya gustado la receta de hoy. Hasta la próxima.

Un abrazo y gracias por seguirme.

martes, 21 de junio de 2022

Coca de San Juan


Estamos a las puertas de la noche de San Juan, la más mágica del año, y también la más corta, y esa noche en muchos lugares del Levante español, el dulce que no puede faltar es la denominada Coca de San Juan, un dulce tipo brioche, que lleva crema pastelera, y va decorada con piñones y frutas confitadas.

En Galicia también se prepara un dulce muy similar, que se llama “Tarta Larpeira” la cual se consume especialmente por San Juan, pero también a lo largo del año. Podéis ver la receta de la “Larpeira” pinchando aquí.

Hay cocas de muy diversos ingredientes, y las hay dulces y saladas, pero la de hoy es dulce, porque aquí en Galicia en la cena de la noche de San Juan no pueden faltar las sardinas a la brasa y el churrasco, y a mayores una coca salada sería excesivo, en cambio un trozo de esta coca, o de una larpeira gallega en la sobremesa sientan de maravilla.

No me enrollo más y os dejo con la lista de ingredientes:

Para la masa madre

-20gr. de leche tibia
-10gr. de levadura fresca (ó 3gr. de levadura deshidratada)
-40gr. de harina de fuerza

Para la masa

-toda la masa madre
-125gr. leche a temperatura ambiente
-50gr. de azúcar
-1 huevo pequeño
-1 cucharadita de esencia de vainilla
-40gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-ralladura de una naranja
-250gr. de harina de fuerza
-una pizca de sal

Para la crema pastelera

-250gr. de leche entera
-2 yemas de huevo
-20gr. de maicena
-50gr. de azúcar
-1 vaina de vainilla

Para decorar

-piñones y fruta confitada

Para el almíbar

-120ml. de agua
-120ml. de licor de anís
-90gr. de azúcar

Preparación:

Empezaremos preparando la crema pastelera, porque tiene que estar fría cuando la empleemos, por eso es aconsejable prepararla antes, incluso se puede hacer la víspera y guardarla en el frigorífico.

Para prepararla lo primero que haremos es abrir la vaina de vainilla longitudinalmente por la mitad y con la punta de un cuchillo raspar los granos que contiene en su interior, añadir la vaina y los granos a un cazo junto con la leche y ponerla al fuego hasta que empiece a hervir. En ese momento apartamos del fuego y dejamos en infusión hasta que enfríe. Después pasamos por un colador para retirar los restos de vainilla, y medimos 250ml. de leche que es la que necesitamos para esta receta (recalco esto porque la leche al hervir, parte se evapora, de modo que os aconsejo que cuando la pongáis al fuego añadáis un poco más de la necesaria para compensar esa merma)

Seguidamente añadimos las yemas a un cuenco y el azúcar, y batimos bien hasta que blanqueen, después añadimos la leche infusionada y la maicena, batimos bien todo el conjunto hasta conseguir una mezcla homogénea, y ponemos de nuevo a fuego bajo, removiendo constantemente hasta que espese, en ese momento, apagamos el fuego, y cubrimos con papel film para que no haga costra al enfriarse. Reservamos.

El siguiente paso consiste en preparar la masa madre, para ello mezclamos bien todos los ingredientes, y dejamos tapado con papel film hasta que doble el volumen.

Cuando la masa madre esté lista la añadimos a la cubeta de la panificadora o bien a la amasadora y a continuación los ingredientes de la masa principal en el orden que aparecen en la lista de ingredientes, y amasamos durante una hora. En mi panificadora el programa de amasado dura 20 minutos, con lo cual hay programarla de nuevo dos veces. Con las amasadoras ocurre lo mismo, una vez finalizado el tiempo de amasado hay que volver a programar las veces necesarias hasta completar la hora.

Una vez finalizado el amasado dejamos la masa en reposo durante 10 minutos para que se relaje, y después con la ayuda de un rodillo la aplanamos dándole forma ovalada, la colocamos en la bandeja del horno, y la dejamos allí con la puerta cerrada para que no entren corrientes de aire, hasta que haya triplicado su volumen.

Ahora en verano como la temperatura ambiente es alta no hace falta encender el horno, pero si hacéis esta receta en invierno, os aconsejo que cuando la dejéis reposar en el horno para levar, que lo encendáis a baja temperatura, en torno a los 25ºC, porque así sube más pronto.

Cuando haya levado lo suficiente, la pincelamos con un huevo batido (este huevo no figura en la lista de ingredientes), echamos la crema pastelera que habíamos reservado en una manga con boquilla rizada y hacemos una especie de enrejado por encima como se aprecia en la foto.

Por último decoramos con guindas en almíbar y piñones al gusto, y llevamos al horno, previamente precalentado a 150ºC con calor abajo los primeros 10 minutos, y luego calor arriba y abajo hasta que adquiera un bonito color dorado en la superficie. En ese momento retiramos del horno y colocamos la bandeja sobre una rejilla.

Mientras la coca se cuece en el horno, preparamos el almíbar poniendo un cazo al fuego con el agua, el licor de anís y el azúcar, y dejamos hervir durante unos 10 minutos hasta que adquiera una consistencia como de punto de hebra, que se consigue cuando al poner una gota entre los dedos índice y pulgar, se forma como un hilo. Apagamos el fuego y reservamos.

Cuando retiremos la coca del horno, en caliente, inyectamos con una jeringa de repostería el almíbar por distintos puntos de la coca, procurando que quede el almíbar bien distribuido. Dejamos enfriar y listo para servir.

Para que no se reseque una vez fría os aconsejo que la guardéis en una bolsa de plástico o bien que la cubráis con papel film.

La coca auténtica de San Juan no lleva este almíbar, pero os aseguro que le queda de vicio, hará que esté mucho más tierna y jugosa.

Pues espero que os haya gustado la receta de hoy, y deseo que disfrutéis mucho la noche de San Juan.

Hasta pronto. Un abrazo.

lunes, 6 de junio de 2022

Kartoffelsalat (Ensalada alemana de patatas)


Con el verano llamando a la puerta, aunque aquí en el norte llevamos unos días de lluvia y de temperaturas más bien bajas para esta época del año, apetecen platos más ligeros, menos elaborados y sobre todo fresquitos, y las ensaladas cumplen estas características.

La receta que os traigo hoy es típica de Alemania, y tiene dos variantes, con mayonesa, la que elaboran en la zona norte del país, y sin mayonesa, más típica del sur de Alemania, de Austria e incluso de Croacia.

La que lleva mayonesa recuerda a la ensaladilla rusa, aunque sin pimientos, ni guisantes ni atún. Puede llevar huevo, aunque yo no se lo pongo.

La que no lleva mayonesa, va aliñada con una vinagreta y recuerda a las “papas aliñás” típicas de algunas regiones del sur de España.

Las dos versiones están deliciosas, yo casi siempre la hago con mayonesa, pero probé esta ensalada sin mayonesa en la ciudad alemana de Baden Baden, y aunque algo fuertecita de sabor, resultaba exquisito el contraste con las salchichas fritas que la acompañaban.

He visto esta ensalada en varios blogs y las salchichas se las añaden sin freír y cortadas en trozitos, pero yo las veces que la he probado en Alemania siempre la salchichas iban aparte, por eso las he freído ligeramente y las serví enteras. En este caso dos salchichas tipo Frankfur por persona, y se convierte así en un plato único muy completo.

Os dejo ya con la lista de ingredientes y su elaboración, veréis que fácil es

Ingredientes:

-1kg. de patatas (en mi caso variedad Monalisa)
-16 pepinillos agridulces
-1 cebolleta
-cebollino fresco o perejil (al gusto de cada uno)
-2 salchichas fritas por persona

Para la versión con mayonesa:

-7 cucharadas de mayonesa
-1 cucharada de mostaza

Para la versión sin mayonesa:

-90ml. de aceite de oliva virgen extra
-30ml. de vinagre de vino blanco

Elaboración:

En primer lugar hay que hervir las patatas en agua con sal, para ello las lavamos bien bajo el grifo, luego las echamos en una olla sin pelarlas, las cubrimos con agua y cuando empiecen a hervir añadimos la sal necesaria. Cuando estén cocidas, las escurrimos y dejamos que enfríen. Una vez frías, las pelamos y las cortamos en rodajas un poco gruesas. Reservamos

Respecto a las patatas, deciros que conviene utilizar una variedad de patata que mantenga la forma una vez cocida, la variedad “Monalisa” va muy bien, y la patata roja “Red Pontiac” también. Es conveniente asimismo que sean patatas de un tamaño similar para que se cuezan todas al mismo tiempo.

Por otra parte cortamos los pepinillos en rodajas del mismo grosor que las patatas. Picamos finamente la cebolleta, y por último picamos el cebollino (o el perejil) lo más fino posible.

Aparte preparamos la mayonesa y la mezclamos con la mostaza.

Por último mezclamos las patatas con los pepinillos, la cebolleta y el cebollino o perejil (de este último reservamos un poco para decorar por encima), y luego añadimos la mezcla de mayonesa y mostaza y la integramos bien. Dejamos enfriar en el frigorífico.

A la hora de servir espolvoreamos con un poco de cebollino fresco o perejil (según cual hayamos elegido) y acompañamos con un par de salchichas (por persona) fritas en el último momento.

Si preferís la versión sin mayonesa de esta receta, preparáis una vinagreta mezclando 90ml. de aceite de oliva virgen extra con 30ml. de vinagre de vino en un tarro de cristal con tapa, agitando bien para que emulsione, y luego vertéis esa vinagreta sobre las patatas aun calientes, por lo que os aconsejo cocerlas enteras pero peladas. Luego al escurrirlas, con ayuda de un tenedor y un cuchillo, las cortáis en rodajas gruesas, antes de que enfríen, y acto seguido añadís la vinagreta.

Una vez que las patatas estén frías, añadís el resto de ingredientes: los pepinillos, la cebolleta, y el cebollino o perejil e integráis todo bien. Acompañáis con un par de salchichas fritas por persona.

Como veis es una receta muy sencilla. Espero que os animéis a prepararla y que os guste.

Un abrazo.

martes, 31 de mayo de 2022

Natillas caseras


Hoy vuelvo con una nueva receta, y en esta ocasión con un postre de los de toda la vida, pero no por ello menos apetecible: las natillas.

Ahora a finales de la primavera, con la llegada del calor, apetecen más los postres ligeros y sobre todo bien frescos, y una sobremesa con unas natillas caseras recién sacadas de la nevera, y con la canela echada por encima en el último momento, seguro que harían las delicias de la mayoría. A mí confieso que me encantan.

Para prepararlas necesitaréis los siguientes

Ingredientes (para 4 personas):

-500ml. de leche entera (también sirve semidesnatada)
-3 yemas de huevo
-10gr. de maicena (1 cucharada sopera)
-80gr. de azúcar
-1 rama de canela
-cáscara de ½ limón (solo la parte amarilla)
-canela molida
-4 galletas María para la decoración final (opcional)

Preparación:

Comenzamos echando la leche en un cazo, junto con la rama de canela y la cáscara de limón, luego lo ponemos al fuego y lo llevamos a ebullición. Tan pronto levante el hervor, retiramos del fuego y dejamos infusionar hasta que enfríe.

Cuando la leche que teníamos infusionando con el limón y la canela esté fría, la colamos y reservamos.

Aparte echamos en un cuenco las yemas de huevo con el azúcar y batimos con unas varillas, pasados unos minutos añadimos la maicena y un poco de la leche que teníamos reservada. Mezclamos bien con el batidor hasta obtener una mezcla homogénea.

La leche restante la ponemos de nuevo al fuego, cuando veamos que va a levantar el hervor bajamos el fuego al mínimo y añadimos la mezcla de huevos, azúcar y maicena, y removemos constantemente con las varillas hasta que empiece a espesar. En ese momento retiramos del fuego y vertemos las natillas en recipientes individuales, colocamos encima una galleta María, dejamos que enfríe y luego las guardamos en la nevera hasta el momento de consumirlas.

Cuando se sirvan se espolvorean con canela molida al gusto.

Para mí las natillas son de esos postres de toda la vida que nunca me aburren, y aunque las preparo a menudo, aun no tenía la receta publicada en el blog. Imagino que todo el mundo sabe hacer unas natillas, pero así como os he explicado es como las hago yo, y quería que una receta tan entrañable, que me trae recuerdos de la infancia, tuviera cabida en el blog.

Gracias por leerme. Un abrazo y hasta pronto.

domingo, 22 de mayo de 2022

Cachopo de Ternera (Receta asturiana)


En el plano gastronómico asociamos a Asturias con la fabada, la sidra, el arroz con leche…, y por supuesto con el cachopo. Allí os servirán los más grandes, por lo que pidiendo uno, pueden comer varias personas, pero no hace falta viajar a Asturias para degustar un buen cachopo, pues en casa podemos hacer unos ricos cachopos para la familia, que poniendo cuidado en elegir bien los ingredientes, nada tendrán que envidiarle a los asturianos, salvo el tamaño, muy probablemente, pero eso tampoco es ningún problema, en lugar de hacer uno muy grande, podemos hacer dos más pequeños y asunto resuelto.

La receta de cachopo clásico es la que os traigo hoy, y consiste en dos filetes de ternera, rellenos de jamón curado y queso, y luego rebozados en harina, huevo y pan rallado, y posteriormente fritos en aceite.

Como veis es una receta que no tiene mayor misterio ni complicación, lo importante es la calidad de los ingredientes y por supuesto un acompañamiento adecuado, para lograr un plato completo y exquisito.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes (para 2 personas):

-2 filetes de ternera
-4 lonchas finitas de jamón ibérico
-4 lonchas finitas de queso
-harina y pan rallado para rebozar
-2 huevos
-aceite de oliva virgen extra suave para freír
-pimientos del piquillo asados
-2 dientes de ajo
-ensalada básica de lechuga, tomate y cebolla para acompañar
-2 patatas grandes
-sal

Preparación:

Comenzamos cortando los filetes de ternera por la mitad. A continuación con un mazo de cocina los aplastamos un poco, salamos ligeramente (no conviene pasarse, porque el jamón ya le aporta algo de sal), y luego formamos el cachopo, para ello colocamos una mitad del filete en un plato, encima de este colocamos una loncha de jamón ibérico, a continuación las dos lonchas de queso, después otra loncha de jamón y finalmente la otra mitad del filete de ternera. Hacemos lo mismo con el otro filete de ternera y las restantes lonchas de jamón y queso. Reservamos.

Después colocamos en un plato el pan rallado, en otro la harina, y en otro los dos huevos batidos. Reservamos todo.

Pelamos las patatas, las cortamos en bastoncitos, y reservamos.

En una sartén echamos aceite de oliva hasta cubrir la base, y cuando esté caliente freímos las patatas. Si son muchas para hacerlas todas de una vez, las hacemos en dos tandas. Cuando estén doradas las retiramos a un plato y salamos.

En el mismo aceite donde hemos frito las patatas añadimos unos pimientos del piquillo en conserva y un par de ajos pelados y cortados por la mitad, desechando el germen central. Cuando los ajos empiecen a dorarse los retiramos (ya no los necesitaremos) y sacamos los pimientos a un plato. Reservamos.

Por último rebozamos por ambos lados uno de los cachopos pasándolo por harina, después por huevo batido, y finalmente por pan rallado, y freímos en la sartén, unos 2 ó 3 minutos por cada lado, a fuego medio-bajo. Cuando esté hecho lo pasamos a un plato sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite, y procedemos del mismo modo con el otro cachopo.

Y ya solo nos queda servir a la mesa los cachopos, acompañados de los pimientos, las patatas fritas, y una ensalada de lechuga, tomates y cebolla preparada en el último momento.

Abajo podéis ver una foto del corte. No me digáis que no tiene buena pinta, con el queso fundido en el centro, y ese rebozado tan rico en el exterior.


Pues esto ha sido todo por hoy. Nos vemos pronto con una nueva receta.

Un abrazo.

lunes, 16 de mayo de 2022

Pizza de pimientos del piquillo, anchoas y cebollas

                                                                                  


Después de unos días desaparecida, aunque afortunadamente no por nada malo, salvo un par de días que lo pasé mal por la alergia, al fin he sacado tiempo para compartir con vosotros una nueva receta, en esta ocasión una pizza de pimientos del piquillo en conserva, cebolla y anchoas; unos ingredientes muy básicos pero que dan como resultado una pizza con una mezcla de sabores muy rica, especialmente si os gusta el contraste dulce-salado, que le aportan la cebolla y las anchoas.

Para la masa he elegido la que uso siempre, porque cuando el resultado es bueno para qué cambiar, aunque sigue en la lista de pendientes una pizza con masa de fermentación lenta, pero aun no le ha llegado el momento.

Sin más rodeos os dejo ya con la lista de ingredientes y su posterior elaboración.

Ingredientes:

Para la masa
-240gr. de harina de fuerza
-150ml. de agua
-1 cucharada de aceite de oliva
-1 cucharadita de sal
-12gr. de levadura fresca de panadería (ó ½ sobre de levadura seca de panadería)

Para el relleno
-70gr. de tomate triturado (yo no tenía en esta ocasión y utilicé en su lugar tomates enteros en conserva)
-6 pimientos del piquillo en conserva
-2 latitas de anchoas en conserva
-1 cebolla
-180gr. de mezcla de quesos (en mi caso emmental, gouda y mozzarella)
-orégano seco

Preparación:

Empezaremos preparando la masa, y en mi caso pese a que tengo panificadora, y para hacer masas es ideal, por comodidad y para acelerar el proceso, muchas veces utilizo la thermomix. Para ello echo el agua, la sal y el aceite de oliva en el vaso, y programo 3 minutos/ temperatura 37º/velocidad cuchara. Después añado el resto de ingredientes, es decir, la harina y la levadura, y programo 3 minutos/función amasar. Una vez terminado de amasar, guardo la masa en un cuenco untado en aceite, y lo cubro con papel film hasta que la masa haya doblado el volumen.

Para amasarla en la panificadora echamos todos los ingredientes en la cubeta por el siguiente orden: agua, sal, aceite de oliva, harina y levadura; y seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado que en mi máquina dura 1 hora 30 minutos (20 de amasado y los restantes de levado).

Si no tenéis robot de cocina para preparar la masa, se amasa perfectamente a mano, para ello echáis en un recipiente amplio la harina previamente tamizada y la sal, removéis con una cuchara de madera para mezclar, y luego hacéis un huevo en medio como si se tratase del cráter de un volcán, y añadís en él el agua tibia, en la cual habréis desleído previamente la levadura. Después vais mezclando con la ayuda de una cuchara de madera en un principio, y luego cuando se empiece a formar una bola, seguís amasando en la encimera, con las manos, durante unos diez minutos. A continuación guardáis la masa en un cuenco untado en aceite y lo tapáis para evitar que entren corrientes de aire, y ya solo queda esperar que la masa doble su volumen, en ese momento estará lista para seguir con la preparación de la pizza.

Con la masa ya lista, el siguiente paso consiste en precalentar el horno, con calor arriba y abajo, a 250º.

Mientras el horno se va calentando, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo, dándole la forma deseada (en este caso yo la hice rectangular), y la colocamos sobre la bandeja del horno en la cual habremos colocado previamente papel de hornear. Sobre la masa extendemos el tomate triturado, y sobre él espolvoreamos orégano seco al gusto.

Seguidamente añadimos los pimientos del piquillo cortados en tiras, y encima las anchoas.


Después la cebolla cortada en juliana fina.
 
 
Por último distribuimos el queso por toda la superficie, y horneamos con la bandeja del horno situada sobre la base del mismo, es decir, la bandeja, en contacto con la base del horno. Esto último es importantísimo para que la base de la pizza salga crujiente.

Finalmente cuando veamos que la pizza está cocida, en mi horno tarda en torno a los 12-15 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe un poco y después la cortamos en porciones y lista para servir y disfrutar.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Gracias por leerme.

Un abrazo.                                                                        

lunes, 25 de abril de 2022

Truchas a la Navarra


Donde vivo, con la llegada de la primavera se dan cita a la orilla de los ríos los pescadores buscando las tan preciadas truchas. Hablo lógicamente de la pesca fluvial, cuya temporada comienza en marzo y finaliza a finales de julio aquí en Galicia.

Desgraciadamente desde que mi padre falleció no he vuelto a probar truchas de río, de modo que me tengo que conformar con las de piscifactoría, que tampoco están nada mal, y se pueden comer en cualquier época del año, aunque no sé por qué pero es en primavera y verano cuando más me apetecen.

La receta que os presento hoy, truchas a la Navarra, es muy sencilla de preparar y está de vicio, y si utilizáis truchas de río es el no va más, pero si no tenéis esa suerte y son truchas de piscifactoría, procurad que no sean muy grandes, porque cuánto más pequeñas más ricas estarán.

Vamos ya con la receta, veréis qué fácil es

Ingredientes (para 4 personas)

-1kg. de truchas
-lonchas finas de jamón ibérico (mejor si tiene algo de grasita)
-harina para rebozar
-aceite de oliva suave para freírlas
-sal
-pimentón picante
-2 dientes de ajo

Preparación:

En primer lugar evisceramos las truchas y las lavamos bien bajo el grifo. Después las secamos con papel de cocina, espolvoreamos con una pizca de pimentón picante en su interior, rellenamos cada trucha con una loncha de jamón, las salamos y las rebozamos ligeramente en harina. Reservamos.

Aparte echamos aceite de oliva suave en una sartén y añadimos dos dientes de ajo que previamente habremos chafado dándole un golpe fuerte con la hoja de un cuchillo. Esperamos a que los ajos se doren, en ese momento los retiramos y añadimos las truchas y las freímos a fuego medio-alto, primero por un lado y luego por el otro, hasta que estén doradas por ambos lados.

A medida que se vayan haciendo las vamos retirando a una fuente, y las servimos acompañadas de una ensalada básica de lechuga, tomate y cebolla, y unas patatas que habremos cocido, y después las escurrimos y seguidamente le echamos aceite de oliva virgen extra por encima.

Como veis más fácil y sencillo imposible, y lo más importante, un plato delicioso, que a mí me trae muchos recuerdos de la infancia, de cuando mi padre iba a pescar los domingos a un río de aquí de la zona, y mi madre le preparaba algo de comer, muchas veces una tortilla, y mientras él llenaba la bota de vino, y después cuando regresaba, si la jornada había sido productiva, las truchas las vendían en un restaurante de la zona para hacerse con un dinerito extra, y si traía pocas piezas, entonces preparaba mi madre esta receta que os acabo de mostrar, y al ser pocas casi todas me las comía yo, porque ya se sabe que para unos padres primero que ellos son los hijos, así que en justa recompensa esta entrada se la dedico a ellos dos, a Antonio y a Carmen, mis adorados padres, que ahora vuelven a estar juntos de nuevo y me cuidan desde el cielo. ¡Os quiero!

Y con esto finalizo por hoy. Nos vemos en unos días.

Un abrazo.