lunes, 10 de julio de 2017

Rodajas de calabacín rebozadas


Hola a tod@s. ¿Qué tal lleváis el verano? Espero que mejor que yo, porque la alergia me sigue dando la lata como si la primavera no hubiera quedado atrás. Espero que pase pronto esta etapa, y mientras aprovecho los días de relativa mejoría para visitar vuestras cocinas, y compartir con todos vosotros una nueva receta.

La escogida en esta ocasión no puede ser más sencilla, y es que entre que en verano no apetece pasar mucho tiempo entre fogones, y que la medicación de refuerzo que tomo para la alergia cuando tengo un día malo consume todas mis energías, pues he elegido algo fácil y sencillo, pero que me gusta tanto que la haría todos los días, y os prometo que no exagero, de modo que esta receta de ninguna manera podía faltar en mi blog. Os hablo de los calabacines rebozados. 

Una de las plantas de calabacín que tenemos este año en el huerto

En la finca de al lado de casa tenemos una pequeña huerta que en esta época del año también ocupa buena parte de mi tiempo, pues hay muchas tareas que realizar: regar, eliminar las malas hierbas, poner guías... En fin, un montón de trabajo y eso que la parcela es pequeñísima.. El caso es que  entre otras plantas, tengo dos ejemplares de calabacín, y ya están a pleno rendimiento, y aunque lo preparo de otras formas para darles salida, ésta sin duda es mi receta preferida.

Así solos, sin más, ya son una exquisitez, pero también los podéis servir en una comida tipo tapeo, o como acompañamiento de otros platos. Se pueden comer fríos o calientes, al gusto de cada uno.
Pese a que el rebozado es una técnica muy sencilla y conocida por todos,  en esta receta hay algunos consejos que os serán útiles para que el resultado sea perfecto.  En primer lugar es importante que al cortar las rodajas de calabacín las saléis y las dejéis en reposo entre 30 minutos y una hora, para que “suden” y luego el rebozado no quede aguado.

Además antes de rebozarlas debéis secarlas con papel de cocina para eliminar cualquier resto de agua.

Luego cuando saquéis las rodajas de calabacín de la sartén, las escurrís bien y las colocáis sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.

Si os gusta el calabacín y seguís estos consejos, el éxito lo tenéis asegurado. Para la preparación necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

-Calabacín
-huevos
-harina
-aceite de oliva suave
-sal

Preparación:

En primer lugar se corta el calabacín en rodajas no muy gruesas, luego como os indico más arriba se extienden sobre una superficie limpia, se salan y se dejan reposar al menos 30 minutos, dentro de un escurridor de verduras o sobre una rejilla.

Trascurrido el tiempo de reposo ponemos una sartén al fuego con abundante aceite y cuando esté caliente, se secan bien con papel de cocina las rodajas de calabacín, después se pasan por huevo y harina, y luego se fríen en aceite por ambos lados y se retiran a una fuente sobre papel absorbente. Por último los pasamos a la fuente de servir  y a disfrutar!!! 

Y nada más por hoy, si la alergia no lo impide nos vemos en unos días. Mientras que seáis muy felices.

lunes, 26 de junio de 2017

Ensalada de cogollos de lechuga con pimientos, atún y anchoas


Ya llegó el verano, y con él la primera ola de calor de la temporada, así que hoy os traigo una receta muy apropiada para esta época del año. Se trata de una ensalada de cogollos de lechuga con pimientos del piquillo, atún y anchoas.

Cuando hace tanta calor apetece menos cocinar, y ya no digamos encender el horno o los fogones, en cambio una ensalada se prepara en un abrir y cerrar de ojos, es sana y le sienta de maravilla al cuerpo, porque es ligera y refrescante.

Esta ensalada no la preparo muy a menudo, y eso que está riquísima, pero en verano que es cuando más apetecen las ensaladas, como tenemos una finca al lado de casa y en ella entre otras cosas ponemos lechugas y tomates, para darles salida casi siempre terminamos preparando la típica ensalada básica de lechuga con tomate y cebolla. 

En esta ocasión en cambio, me decidí por esta ensalada, porque la otra semana estuvimos de viaje por Huesca, y de vuelta a casa paramos en Navarra donde compramos una lata de pimientos del piquillo de Lodosa, los cuales, como soy muy impaciente, ya los preparé rellenos de bacalao (esta receta la subiré en otra ocasión), y unos pocos que me sobraron decidí darles salida con esta ensalada.

Al igual que la mayoría de ensaladas, no tiene ni la más mínima dificultad. Si os animáis a prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes (para 2 personas):

-3 cogollos de lechuga
-1  lata de anchoas
-4 pimientos del piquillo
-200gr. de atún en aceite de oliva
-Aceitunas verdes y negras (en esta ocasión no le puse porque no tenía)
-Sal
-Vinagre de Módena

Preparación:

En primer lugar lavamos bien los cogollos de lechuga bajo el grifo, luego los secamos con papel de cocina, por último retiramos las hojas de fuera,  cortamos cada uno en cuatro partes longitudinalmente, y los disponemos en una fuente todo alrededor de la misma, y después salamos.

Seguidamente escurrimos el atún y lo colocamos en el centro de la fuente. Encima de los cogollos vamos colocando los pimientos del piquillo cortados en tiras longitudinalmente y sobre éstos disponemos los filetes de anchoa, y después esparcimos por toda la fuente un puñado de aceitunas verdes y negras.

Aparte preparamos una vinagreta con el aceite de oliva que le hemos escurrido al atún y con un chorro de vinagre de Módena. La proporción ha de ser una parte de vinagre por tres de aceite. Mezclamos bien, y cuando tengamos la vinagreta preparada, aliñamos bien  con ella toda la ensalada, y lista ya para servirla a la mesa y disfrutar de un plato lleno de sabor y nutrientes.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva propuesta.

Un abrazo a tod@s

sábado, 17 de junio de 2017

Torta de Guitiriz

La receta que os traigo hoy la preparo desde hace mucho tiempo, no con la asiduidad que quisiera, porque no es precisamente light, pero si por mí fuera haría una torta de Guitiriz cada semana. Así se llama la receta de hoy, y no es más que un bizcocho, una “bica” como la llamamos aquí, que tiene la particularidad de que se elabora con harina de maíz, pero harina de maíz amarillo, no la harina blanca precocida que se utiliza para preparar las famosas arepas venezolanas.

Guitiriz es una localidad lucense, limítrofe con la provincia de La Coruña, y pertenece a la comarca de la “Terra Chá”, cuya capital es Villalba, pueblo por el que siento un especial cariño, pues de allí es natural Pablo, mi pareja, y como no podía ser de otro modo, también tiene su dulce típico, el roscón de Villalba, pero ese queda para otra ocasión.

Volviendo a lo que nos ocupa, la torta de Guitiriz tiene incluso su propia leyenda. Al parecer la Virgen pidió cobijo en varias casas del lugar porque llovía incesantemente, y en ninguna accedieron a sus peticiones. Llamaron entonces a la puerta de una casa en la que habitaba una mujer que tenía varios hijos y vivían en la más absoluta pobreza. La mujer les dijo que cobijo sí, pero que no podía darles de comer porque no tenía qué ofrecerles. Entonces la Virgen le pidió que cogiese cenizas del fuego y que amasase una torta con ellas. Al principio la pobre mujer se mostró incrédula, pero ante la insistencia de la Virgen accedió y cocinó una torta con la que alimentó a todos  los de la casa. Aquella misma noche la lluvia caía cada vez con más intensidad, tanta que al final todo el pueblo quedó sumergido bajo las aguas, quedando solo a salvo la casa de aquella humilde y generosa mujer que le había dado cobijo.

En fin, aunque no sea más que una leyenda merece ser contada, ¿no creéis? Lo que es indiscutible es que este bizcocho no deja indiferente al que lo pruebe. La harina de maíz le confiere un sabor muy delicado y una textura un tanto granulosa que resulta muy agradable al paladar. Si a ello le unimos el aroma de la manteca de vaca cocida, y el aroma del anís, el resultado es indescriptible..., hay que probarla para saber de qué hablo.

Para los que no sois de Galicia, os será difícil encontrar la manteca de vaca cocida, y en ese caso podéis clarificar la mantequilla. Yo nunca lo hice, pero en Internet si buscáis información al respecto la encontraréis sin problema. Y sino utilizad mantequilla directamente, no tendrá ese aroma característico a manteca de vaca, pero seguro que la torta está muy rica igualmente.

En cuanto a la harina, como comentaba más arriba, tiene que ser harina amarilla de maíz y no puede estar precocida. La que he usado en esta ocasión es de la marca Adpan y la compré en los supermercados Dia. La cadena de supermercados Gadis de aquí de Galicia también la tiene a la venta.
En otras ocasiones la he comprado allí. En todo caso si tenéis dificultad para conseguirla podéis ir a algún herbolario, que si no la tienen seguro que os la piden. En este caso la harina es fundamental que sea de maíz, es el ingrediente estrella y no se puede sustituir por otro tipo de harina.

Otro apunte antes de dejaros con la receta, es comentaros que lo habitual es prepararla en un molde con agujero central, para que se haga uniformemente por el centro y por los laterales.

Y ahora sí, paso a detallaros la lista de ingredientes y la elaboración paso a paso por si os animáis a preparar la torta de Gutiriz en casa.

Ingredientes:

-8 huevos
-250gr. de manteca cocida de vaca
-180gr. de azúcar
-200gr. de harina amarilla de maíz
-100gr. de harina de trigo con levadura
-ralladura de 1 limón
-1 chupito de anís
-3 gotas de esencia de anís (opcional)

Preparación:

En primer lugar separamos las claras de las yemas y reservamos. Seguidamente con la batidora mezclamos la manteca de vaca a temperatura ambiente con 100gr. de azúcar, hasta conseguir una crema blanquecina. Luego vamos añadiendo las yemas de los huevos una a una, sin añadir la siguiente mientras la anterior no esté totalmente integrada. Cuando hayamos terminado de añadir  las yemas echamos la ralladura de limón, el chupito de anís, y la esencia de anís, y seguimos batiendo unos minutos más para que se mezcle todo. Por último añadimos los dos tipos de harina previamente tamizadas, mezclamos con movimientos envolventes con ayuda de una espátula, y reservamos.

Aparte batimos las claras de los huevos a punto de nieve con 80gr. de azúcar, y las vamos incorporando poco a poco a la mezcla de huevos, harina y manteca, ayudándonos de nuevo de la espátula y con movimientos envolventes.

Ya para finalizar echamos la mezcla en un molde con forma de corona previamente untado y enharinado, espolvoreamos un poco de azúcar por encima para que forme costra (este azúcar no está incluido en la lista de ingredientes) y llevamos al horno previamente calentado,  a unos 200º con calor solo en la parte de abajo, y en la segunda ranura del horno empezando por  abajo, durante aproximadamente 40  minutos.

Antes de sacarlo del horno, pinchamos con un palillo, y si sale limpio es que está hecho, entonces lo retiramos a una rejilla que permita circular el aire por la parte de abajo, y cuando haya enfriado los desmoldamos y servimos en una bandeja con blonda decorativa.

Los que tengáis thermomix también podéis utilizarla para preparar la masa. Para ello debéis seguir los siguientes pasos.

1-Colocamos la mariposa en las cuchillas y vertemos en el vaso las claras de los huevos con  80gr. de azúcar, y programamos 8 minutos (1 por cada clara)/ temperatura 50º / velocidad 3,5.
2-Volvemos a programar de nuevo 8 minutos /velocidad 3,5 pero esta vez sin temperatura.
3-Retiramos el merengue que acabamos de conseguir y lo reservamos.
4-Sin lavar el vaso, y con la mariposa en la cuchilla, añadimos la mantequilla y el azúcar restante (100gr.) y programamos velocidad 3 hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina.
5-En ese momento vamos añadiendo las yemas una a una, sin añadir la siguiente mientras la anterior no esté totalmente incorporada.
6-Un vez añadidas todas las yemas, retiramos la mezcla a un cuenco, y con la ayuda de una espátula, incorporamos  en varias tandas las claras que teníamos montadas, con movimientos envolventes.

A partir de aquí la preparación es la misma que por el método tradicional que os detallo más arriba.

Espero que la receta de hoy haya sido de vuestro agrado. Dentro de unos días nos vemos de nuevo con una propuesta. Os espero 

¡Sed  felices!

lunes, 12 de junio de 2017

Salmorejo cordobés




Menos mal que la primavera ya toca a su fin, porque la de este año está siendo especialmente difícil por mis problemas de alergia. El año pasado en cambio, estuve perfecta, tanto que ya me las prometía muy felices, pero a pesar de estar cinco años vacunándome, y tomar diariamente antihistamínicos, la susodicha no está por la labor de dejarme en paz tan fácilmente, así que hoy, aprovechando que parece que tengo unos días de tregua, os presento una nueva receta muy apropiada para esta época del año, cuando el calor ya aprieta, me estoy refiriendo al salmorejo.

Siendo gallega, es fácil comprender que sea un plato de incorporación reciente a mi recetario, pero desde que lo descubrí, me cautivó.

Pese a ser un sabor un tanto novedoso para mí, no me supuso ningún esfuerzo adaptar el paladar al mismo, al contrario. Lo único que he notado es que cada vez que lo preparo me gusta más y más.
Antes de tener la thermomix ya lo preparaba y me gustaba, pero creo que con la thermomix se logra una finura difícil de igualar. Encima no hay que colarlo para eliminar pepitas ni pieles, con lo cual se ensucia menos y se ahorra trabajo, y por si esto no fuera suficiente, la emulsión final del aceite sale perfecta, para mi gusto mejor que con la batidora. En todo caso os dejo la preparación de las dos maneras, en thermomix y por el método tradicional, de modo que no tenéis excusa para no hacerlo.

Si os animáis, necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

-150gr. de aceite de oliva de sabor suave (1 vasito)
-1 kg de tomates bien maduros
-175gr. de miga de pan del día anterior (en mi caso pan de barra)
-1 ó 2 ajos (si lo queréis suave solo uno, si lo queréis más fuerte los dos)
-1 cucharadita de sal
-30gr. de vinagre (la receta original no lleva)

Para acompañar
-huevos duros picados
-jamón ibérico picado
-picatostes, etc.                       

Preparación en thermomix:

1-Colocamos una jarra sobre la tapa del vaso, pesamos el aceite y lo reservamos para el final.
2-Ponemos en el vaso el ajo (sin la parte central para evitar que resulte indigesto), los tomates muy bien lavados y la sal. Trituramos programando 30 segundos /velocidad 5
3-Añadimos el pan y el vinagre, y programamos de nuevo 30 segundos /velocidad 5
4-Seguidamente lo batimos programando 2 minutos /velocidad 10
5-A continuación bajamos los ingredientes hacia el fondo del vaso con la espátula, colocamos la tapa y el cubilete y programamos 1,5 minutos / velocidad 5 para emulsionar el aceite que teníamos reservado, el cual vamos vertiendo poco a poco sobre la tapa, alrededor del cubilete, hasta que termine de incorporarlo.
6-Finalmente lo guardamos en un tupper, lo dejamos en el frigorífico hasta que esté bien frío, y luego lo servimos en cuencos individuales o en platos hondos, y encima ponemos unas cucharaditas de huevos duros picados, jamón picado, unos picatostes o cualquier otro ingrediente que os apetezca. Yo en ocasiones le añado jamón picado y espárragos verdes hechos a la plancha y troceados. Es una combinación que me gusta mucho.

Preparación por el método tradicional:

Lavamos muy bien los tomates, los cortamos en trozos grandes, y los trituramos con la batidora. A continuación colamos la mezcla para eliminar pepitas y pieles que le hayan quedado. Después añadimos el pan troceado, mezclamos bien y esperamos unos 30 minutos para que el pan se ablande y sea más fácil de batir. Transcurrido el tiempo de espera añadimos el ajo (sin la parte central para evitar que nos repita), añadimos también el vinagre, y la sal, y batimos de nuevo hasta que quede lo más fino posible. Por último vamos añadiendo el aceite poco a poco sin dejar de batir, y cuando esté todo bien integrado vertemos en un recipiente que llevaremos al frigorífico hasta el momento de consumirlo. A la hora de servirlo lo más habitual es acompañarlo de huevos cocidos y jamón.

Pues con esta humilde, sana, rica y fresquita receta me despido por hoy. Nos vemos en unos días.

Un beso 

miércoles, 31 de mayo de 2017

Tarta de Santiago


Hoy toca receta dulce, y un dulce típico de mi tierra que seguro que todos conocéis: la tarta de Santiago.

Como sabréis el ingrediente principal es la almendra, y pese a que Galicia no es tierra de almendros son muchos los dulces típicos de esta región que incluyen almendra entre sus ingredientes. Además de esta tarta que hoy os presento, también lleva almendra la tarta de Mondoñedo, el roscón de Villalba (ambas localidades lucenses), los famosos almendrados de la localidad orensana de Allariz, etc.

De todos ellos quizás el más célebre es la tarta de Santiago. Si os gusta la almendra os va a encantar seguro, y además es tan fácil de preparar que no tenéis excusa. Ya sé que os digo siempre lo mismo, pero es absolutamente cierto, de hecho poco más hay que hacer que mezclar los ingredientes, y el resultado es un  rico pastel muy jugoso por dentro. En la sobremesa, acompañado de un licor típico también de nuestra tierra como es el licor café, sienta de maravilla. Es cierto que no es precisamente un dulce ligth, pero tiene la ventaja de que un trocito sabe a gloria, pero más resulta empalagosa.

Sin más os dejo con la receta

Ingredientes:

-350gr. de almendra cruda molida de buena calidad
-6 huevos camperos
-275gr. de azúcar
-la ralladura de un limón
-1 nuez de mantequilla sin sal
-1 chorro de brandy (opcional)
-azúcar glass para espolvorear la superficie

Preparación:

En un cuenco batimos ligeramente los huevos hasta que empiecen a espumar y luego poco a poco le añadimos el azúcar y continuamos batiendo unos minutos más, después añadimos la ralladura de limón y si lo deseamos un chorrito de brandy, mezclamos todo y finalmente echamos la harina de almendra, lo integramos todo y vertemmos en un molde redondo de 22 cm. de diámetro previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina, con el fin de evitar que la tarta se peque a las paredes a la hora de desmoldarla. Por último la introducimos en el horno, previamente calentado a 180º, con fuego solo abajo, en la segunda ranura empezando por abajo, y durante aproximadamente 40 minutos hasta que veamos que la superficie esté dorada.

Cuando esté  la tarta cocida , la retiramos del horno y la colocamos sobre una rejilla para que circule el aire por debajo hasta que esté fría, luego la desmoldamos, le colocamos encima la cruz de santiago, espolvoreamos azúcar glass, luego retiramos con cuidado la cruz, y ponemos la tarta sobre una bandeja con blonda decorativa, y lista ya para servir (En esta ocasión yo he utlizado un molde de aluminio de un solo uso, para hornearla y la presenté en ese mismo molde porque no tenía en casa ninguna blonda redonda)

Los que tengáis thermomix también podéis utilizarla para preparar esta tarta, para ello debéis seguir los siguientes pasos.


1-En primer lugar echamos en el vaso el azúcar y programamos 10 segundos/velocidad progresiva 5 a 10
2-Después añadimos la piel de limón y volvemos a programar 10 segundos/velocidad progresiva 5 a 10
2- Incorporamos los huevos y el brandy si deseamos emplearlo, y programamos 10 segundos/velocidad 4
3-Añadimos la almendra molida y  programamos 20 segundos/velocidad 3

A partir de aquí vertemos la mezcla en el molde y seguimos los mismos pasos que en la preparación por el método tradicional.

Como os dije, esta tarta acompañada de un chupito de un buen licor café está riquísima, tanto en la sobremesa, como para darse un capricho a cualquier hora del día.

Y con este rico y típico postre de mi tierra me despido de vosotros y del mes de mayo. Nos vemos dentro de unos días. Mientras que seáis muy felices. 

Un abrazo

miércoles, 24 de mayo de 2017

Pimientos rellenos de tortilla


Hoy por fin me he sentado a redactar una nueva entrada. Digo por fin, porque  he estado ausente debido a que mi madre y yo acompañamos a mi pareja a un viaje a Madrid por motivos laborales, y una vez terminados sus quehaceres, aprovechando además que el 17 de mayo era festivo en Galicia, bajamos los tres a la Mancha, una tierra que cada vez me gusta más. Era la segunda ocasión que visitaba esta región y espero que haya más porque aun nos quedan muchos sitios por ver, y eso que visitamos un montón de pueblos, algunos tan pintorescos como Tembleque,  el Romeral, Consuegra, El Toboso, Almagro, Campo de Criptana,  el Alcázar de San Juan, y Mota del Cuervo. Fueron pocos días, pero como en esta época del año hay muchas horas de luz  un día da para mucho.

Fue un viaje maravilloso, porque mi madre estuvo perfectamente, lo único malo es que hacía bastante calor, para los lugareños nada fuera de lo normal, pero para nosotros que estamos acostumbrados a temperaturas más suaves era un poco excesivo. Probamos algunos platos típicos de esta tierra, que no por humildes y sencillos dejan de estar exquisitos. Por lo demás todo normal, lo pasamos muy bien, pese a que ir acompañados de una persona dependiente limita mucho nuestros movimientos, pero es algo a lo que estamos acostumbrados y nos encanta que nos acompañe, lo triste vino luego a la vuelta del viaje, porque entre otras mascotas tenemos cuatro canarios, los cuales cuidaron mis primos Vanesa y Toni en nuestra ausencia, y ya de vuelta a casa, como estos días hace muy buen tiempo también aquí en Galicia, ayer al caer la tarde decidí colgar la jaula fuera en la pared de casa para que les diera el aire, y no sé qué ha fallado porque la jaula se cayó al suelo y de los pajaritos ni rastro, algo normal teniendo en cuenta que tenemos varios gatos, y aunque éstos son absolutamente adorables, se trata de felinos y tienen sus instintos. Lo único que me consuela un poco es saber que los pajaritos han tenido un final rápido..., muy triste pero rápido.

En fin, la vida sigue, así que hoy acudo de nuevo a mi cita con vosotros, en esta ocasión con un entrante que seguro que os va a encantar: los pimientos rellenos de tortilla. Son muy fáciles de preparar aunque un poco laboriosos, pero el resultado merece la pena. Os dejo la receta por si os animáis a prepararla.

Ingredientes (para 4 personas):

-2 pimientos rojos italianos
-2 pimientos verdes italianos
- 8 huevos
- 6 patatas
-1 cebolla grande
-aceite de oliva virgen extra
-sal

Preparación:

Antes de nada deciros que en mi caso cuando hago esta receta  procuro comprar los dos tipos de pimientos, verdes y rojos, por motivos puramente cromáticos, pero podéis optar solo por uno de ellos como es lógico, el que más os guste o el que os resulte más fácil de encontrar en el mercado.
Para comenzar con la preparación primero retiramos el rabito y vaciamos las semillas del interior de los pimientos, luego los lavamos bien bajo el grifo del agua fría para evitar posibles restos de pesticidas y los reservamos en un recipiente alto y estrecho, como por ejemplo un vaso de tubo, para que cuando los rellenemos no se caiga el relleno.

Aparte pelamos las patatas y las cortamos en cubitos pequeños, y picamos la cebolla, después cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, y  freímos en  él las patatas y la cebolla.
Mientras batimos en un cuenco los huevos, y cuando las patatas y la cebolla estén hechas las retiramos de la sartén con la ayuda de una espumadera para retirar el exceso de aceite, las añadimos al cuenco de los huevos, salamos y mezclamos todo bien.

A continuación  rellenamos cada pimiento con esta mezcla, y cuando estén todos, ponemos de nuevo al fuego la sartén que utilizamos para freír las patatas y la cebolla, echamos más  aceite si hiciera falta, y luego con una espátula se cubre la base de los pimientos por donde hemos introducido el relleno, le damos la vuelta en la sartén sobre el aceite caliente con cuidado de que no se desparrame el interior, y dejamos que se cuaje el huevo por esa zona durante unos minutos manteniendo el pimiento en vertical, y luego los doramos bien por todos lados, sin que no se nos quemen, para que se hagan los pimientos por toda la superficie, y cuaje la tortilla en su interior. Cuando vayan estando los retiramos a una fuente sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite, y después los cortamos en rodajas y los colocamos en la fuente de servir. Nada más por hoy, nos vemos en unos días, espero que en unas circunstancias más alegres.

Un saludo

lunes, 15 de mayo de 2017

Costilla fresca de cerdo con patatas



A pesar de estar ya a mediados de mayo, estos días de atrás hizo un tiempo bastante desapacible con temperaturas más bajas de lo que sería de esperar para esta época del año, así que cuando en el supermercado he visto que tenían la costilla fresca de cerdo de oferta, no dudé en comprarla para preparar este rico plato que hoy os presento, el guiso de costillas con patatas, el cual llevaba mucho tiempo sin hacer y ya me apetecía.

Tengo que reconocer que soy un poco especial con las comidas, a veces me paso largas temporadas sin cocinar un plato en concreto, y luego de repente un buen día lo hago, y después durante un tiempo lo repito con frecuencia, hasta que me “harto” de nuevo por otra larga temporada. ¿os pasa lo mismo a vosotros...? En fin, el caso es que lo hice la semana pasada, y ya estoy deseando repetirlo ;-)

El guiso de costilla fresca con patatas es un plato tradicional que se elabora en la mayoría de hogares, y aunque en cada uno le aportan su toque personal, siempre sale rico a pesar de utilizar ingredientes muy humildes que están al alcance de cualquiera.

Aparte de rico,  es muy completo y nutritivo porque aporta proteínas, carbohidratos y un bajo contenido en grasas, aunque para eso debemos procurar escoger costilla magra y luego en casa  le eliminamos  bien el exceso de la misma.

Os dejo ya la receta

Ingredientes (para 3 personas):

-500gr de costilla fresca de cerdo
-6 patatas medianas
-3 dientes de ajo
-1 cebolla
-1/2 pimiento rojo
-1/2 pimiento verde
-3 zanahorias
-1 tomate maduro
-1 puñado de guisantes
-1 vaso de vino blanco
- 1 cucharada de pulpa de pimiento choricero
-aceite de oliva virgen extra
-sal
-pimienta
-1 hoja de laurel seco
-agua

Preparación:

Cuando compréis la costilla pedidle al carnicero que os la corte en trozos no muy grandes. Luego en casa la salpimentáis. Yo utilizo un bote que contiene 5 tipos de pimientas y lleva molinillo incorporado, de ese modo se mantiene mejor el aroma.

Después se dora en una olla en la que habremos puesto aceite de oliva virgen extra hasta cubrir la  base. Cuando la costilla esté dorada añadimos la hoja de laurel, los pimientos cortados en trozos pequeños y las zanahorias cortadas en rodajas. Rehogamos todo junto durante unos minutos y luego añadimos la cebolla y los ajos, ambos bien picados, mezclamos todo y dejamos que se hagan unos minutos más, a continuación echamos el tomate picado (si no tenéis podéis usar 2 cucharadas soperas de tomate triturado).

Dejamos que se haga todo junto hasta que el líquido que suelta el tomate se haya consumido, y en eso momento echamos el vaso de vino blanco, continuamos cocinando hasta que se evapore el alcohol y se reduzca el vino. Entonces añadimos la pulpa de pimiento choricero, rehogamos todo unos minutos más y por último añadimos las patatas cortadas en trozos pequeños. 

A la hora de cortar las patatas, procurad no llegar con el cuchillo al final, sino que a mitad de corte, haced palanca con el cuchillo y las cascáis para que de ese modo suelten más almidón al cocerse, y la salsa del guiso quede más espesa.

Junto con las patatas añadid los guisantes, cubrid con agua del grifo, y cuando el conjunto final esté bien cocido, rectificáis de sal y retiráis del fuego. 

Lo dejáis reposar unos diez minutos con la olla tapada para que se asienten los sabores, y después ya podéis servirlo y degustar este sencillo y delicioso plato.


Pues ésta ha sido la propuesta de hoy. Espero que fuera de vuestro agrado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Os espero!!!

Mientras os deseo a todos una feliz semana

lunes, 8 de mayo de 2017

Rosquillas de San Isidro (tontas y listas)

El origen de estas ricas rosquillas con aroma de anís, se atribuye a una famosa rosquillera llamada Tía Javiera, al parecer sus rosquillas tenían mucho éxito, lo cual propició que otros vendedores las pusiesen a la venta en sus tenderetes, utilizando como reclamo un falso parentesco con la Tía Javiera.

Al margen de leyendas y anécdotas, lo que es un hecho es que en el mes de mayo en Madrid estas rosquillas adornan los escaparates de todas las pastelerías. Pero no hace falta ir a Madrid para degustarlas, son muy fáciles de hacer, y las podéis preparar en casa sin ningún problema. Si os animáis os dejo la receta a continuación.

Ingredientes:

Para la masa de las rosquillas
-100gr. de aceite de oliva suave
-180gr de azúcar
-3 huevos
-400gr de harina de repostería
-1 sobre de levadura Royal
-1 pizca de sal
-la piel de un limón (solo la parte amarilla, sin nada de pieles blancas)
-50gr de licor de anís
-2 cucharaditas de anís en grano

Para pintar las tontas
-1 yema de huevo

Para el glaseado de las listas
-1 clara de huevo
-1 cucharadita de licor de anís
-1 pizca de sal
-6 gotas de zumo de limón
-250gr de azúcar glass

Preparación:

En primer lugar ponemos una sartén al fuego y echamos el aceite de oliva y la piel de limón bien lavada bajo el grifo para eliminar posibles restos de pesticidas. Cuando la piel del limón empiece a dorarse retiramos del fuego, colamos el aceite y lo reservamos.

Aparte en otra sartén echamos los granos de anís y los tostamos moviéndolos constantemente para que no se quemen. Cuando estén, los echamos en un mortero, los trituramos lo más fino posible, y reservamos también.

Por otro lado empezamos a preparar la masa de las rosquillas, para ello batimos en un cuenco los huevos. Cuando estén espumosos añadimos la mitad del aceite frito (utilizamos para la masa 50 gr., los otros 50gr. los reservamos), el anís en grano triturado, el licor de anís, el azúcar y la sal. Mezclamos bien y luego vamos añadiendo la harina poco a poco. Cuando hayamos añadido un poco de harina, echamos el sobre de levadura, y continuamos añadiendo la harina restante sin dejar de remover. Primero nos podemos ayudar de un batidor de varillas, y ya al final utilizaremos las manos hasta obtener una masa homogénea y manejable. Ya os advierto que queda una masa suave que tiende a pegarse a las manos, y para evitarlo os aconsejo mojarlas en el aceite restante.

Cuando la masa esté preparada, la pasamos a otro cuenco untado con parte del aceite reservado y tapada con papel film y la dejamos reposar en el frigorífico durante una hora aproximadamente.

Finalmente se precalienta el horno a 200º y mientras hacemos las rosquillas tomando pequeñas porciones de masa con las manos untadas en el aceite reservado, formamos una bola con cada una de ellas, las aplastamos un poco, y con los dedos índice y pulgar hacemos un hueco en el centro para darle forma de rosquilla.

A medida que vamos haciendo las rosquillas, las vamos colocando en una bandeja de horno, sobre papel sulfurizado, y cuando estén todas hechas, la mitad de ellas (las tontas) las pincelamos con la yema de huevo. Dejamos reposar unos diez minutos más, y volvemos a pincelarlas de nuevo, luego las horneamos (yo en mi horno en la tercera ranura empezando por abajo) hasta que estén doradas por arriba. En ese momento las retiramos del horno y las dejamos sobre una rejilla para que enfríen. Cuando estén frías las tontas ya estarán listas para guardarlas en una lata donde se guardan en perfecto estado durante días. En cuanto a las listas tenemos que preparar un glaseado para bañarlas en él, pare ello batimos la clara de huevo ligeramente, añadimos la cucharadita de licor de anís, las 6 gotas de zumo de limón y la sal. Mezclamos bien y luego vamos añadiendo el azúcar glas poco a poco sin dejar de remover. Finalmente bañamos la otra mitad de las rosquillas por la parte de arriba en esta glasa, las volvemos a colocar en la rejilla hasta que la glasa esté seca, y ya tenemos las rosquillas listas finalizadas para guardarlas en la lata junto a las tontas.

Estas rosquillas también las podéis preparar en la thermomix, de esta manera os ahorráis bastante trabajo, pare ello los pasos a seguir son los siguientes.

1-El primer paso de calentar el aceite y aromatizarlo con la cáscara de limón, así como tostar los anises os aconsejo hacerlo de la forma tradicional, para ello seguís las instrucciones de los dos primeros párrafos de esta receta.
2-Echamos en el vaso de la thermomix 50 gr de aceite aromatizado, los anises triturados, el licor de anís, el azúcar y los huevos y programamos 15 segundos /velocidad 4
3-Agregamos la sal, la harina y la levadura y programamos 3 minutos /velocidad espiga
4-Retiramos la masa del vaso y la colocamos en un bol engrasado con parte del aceite restante. Tapamos con papel film, y dejamos reposar en el frigorífico durante una hora aproximadamente.
5-A partir de aquí se sigue con el proceso igual que por el método tradicional.

Espero que la receta de hoy os haya gustado, y si os animáis a ponerla en práctica mejor, porque estas tradiciones gastronómicas nunca se deberían perder. Yo pese a no vivir en Madrid hace ya unos años que en el mes de mayo preparo estas rosquillas, y espero seguir haciéndolo muchos años más, porque en el desayuno, con un descafeinado con leche están deliciosas ;)

Como ayer fue el día de la madre, con vuestro permiso, esta receta se la dedico a la mía. Espero poder celebrar muchos días más esta festividad con ella a mi lado y en un estado de salud aceptable. Te quiero mucho mamá!!!

domingo, 30 de abril de 2017

Pincho de morcilla de Burgos y huevo de codorniz



Para despedir el mes de abril y dar la bienvenida al mes de mayo, el mes de las flores, las comuniones, y de un montón de festividades patronales y fiestas gastronómicas, he elegido una receta de lo más sencilla: el pincho de morcilla con huevo de codorniz.

Se trata de un pincho que cualquiera puede hacer en su casa, no se necesita ninguna experiencia en temas culinarios, simplemente necesitáis una sartén y comprar los ingredientes que además de económicos son fáciles de encontrar, pues cualquier tienda de ultramarinos los tiene.

La morcilla que he utilizado en este ocasión es la morcilla de Burgos, aunque otras veces también he empleado la morcilla de cebolla, que le sienta igualmente de maravilla por el toque dulce que le aporta la cebolla.

Si algún día invitáis a alguien a casa y queréis preparar un picoteo sin complicaros mucho la vida, este pincho, acompañado de otros (en próximas entradas os subiré más recetas de pinchos sencillos a la par que exquisitos) o por sí solo, es una opción ideal. Os dejo la receta por si os animáis.

Ingredientes:

-12 rodajas de morcilla (de Burgos o de cebolla)
-12 huevos de codorniz
-1 barra de pan
-pimentón picante
-aceite de oliva
-sal
- 3 ó 4 tomates rama

Preparación:

Cortamos la barra de pan en rodajas de unos 4 ó 5 cm. de grosor, las tostamos en el tostador o en una sartén antiadherente, las untamos con unos tomates rama cortados por la mitad y reservamos.

En otra sartén echamos unas gotas de aceite de oliva virgen extra y doramos un poco las rodajas de morcilla de Burgos por ambos lados, luego colocamos cada una de ellas sobre cada tostada de pan que teníamos reservado.

Por último freímos los huevos de codorniz en una sartén con aceite de oliva virgen extra, cuando veamos que la clara está bien cuajada y la yema aun líquida en su interior, escurrimos bien y colocamos sobre la rodaja de morcilla, por último espolvoreamos sal y un poco de pimentón picante sobre los huevos, y listos para servir a los comensales.

Si veis que antes de terminar de preparar los últimos pinchos, los primeros ya se han enfriado, le podéis dar uno ó dos minutos de grill en el horno, pero en ese caso cuando vayáis a freír los huevos, tan pronto como la clara de huevo se haya cuajado los retiráis de la sartén, porque después en el horno se terminarán de hacer.

Como veis más fácil imposible, así que no hay excusa para no prepararlos.

Y por hoy me despido, dentro de unos días vendré con una nueva receta que hace tiempo que tengo pendiente de publicar pero he esperado al mes de mayo para hacerlo, porque se trata de las rosquillas de San Isidro, y como sabéis esta festividad se celebra el 15 de mayo, entre otros muchos sitios en Madrid, de donde son típicas estas rosquillas de las que os hablo, de manera que si os interesa la receta estad atentos.

Os espero. Mientras que seáis muy felices.

viernes, 21 de abril de 2017

Mermelada de fresas



Hola de nuevo a todos. Después de unos días de descanso y relax y ausente del blog, vuelvo con una receta de fresas: la mermelada de fresas, porque a estas alturas ya han bajado bastante de precio y es el momento ideal para elaborar esta rica mermelada, para lo cual se necesitan los siguientes 

Ingredientes:

-1kg de fresas (bien lavadas y desprovistas del pedúnculo)
-650gr. de azúcar
-zumo de medio limón

Preparación:

Lo primero es lavar muy bien las fresas bajo el grifo del agua fría para eliminar posibles restos de pesticida, y luego se les corta el pedúnculo, se trocean y se echan en una olla junto con el azúcar. Se dejan macerando durante unas horas en la nevera. En mi caso suelo dejarlas toda una noche, y al día siguiente por la mañana pongo la olla a fuego medio, durante  30 minutos aproximadamente, removiendo de vez en cuando.

Pasado ese tiempo, con la fruta ya totalmente cocida,  la trituro con la batidora, añado el zumo de medio limón, y pongo de nuevo al fuego hasta que adquiere la consistencia deseada. Cuanto más larga sea la cocción más irá reduciendo y por tanto espesando.

En caliente es más complicado comprobar qué consistencia tiene, por lo que el truco para no pasarnos con la cocción, es coger un cucharada y echarla en un plato, cuando enfríe vemos como queda y si nos parece que está aun muy líquida se deja un poco más al fuego.

Cuando esté en el punto de consistencia deseado, apagamos el fuego, y en caliente echamos la mermelada en botes de cristal que habremos esterilizado previamente (botes y tapas) poniéndolos a hervir durante unos veinte minutos en agua y luego secándolos cuidadosamente. También sirve lavarlos en el lavavajillas.

Una vez que tengamos los frascos llenos, los cerramos bien, los hervimos en una olla durante 15 minutos, transcurrido ese tiempo los retiramos y los dejamos boca abajo hasta que enfríen, de esa manera hacen el vacío, y ya quedan listos para ponerles una etiqueta con el nombre del producto y la fecha de envasado, y guardarlos en la despensa, donde se conservan durante muchísimo tiempo, permitiéndonos así disfrutar de nuestra fruta preferida fuera de temporada.

La mermelada sale también muy rica si la preparáis en la thermomix y os ahorra mucho trabajo y tiempo, en ese caso debéis utilizar los siguientes ingredientes por cada tanda que preparéis

-500gr de fresas bien lavadas y sin pedúnculo
-30gr de zumo de limón
-325gr de azúcar

Y los pasos a seguir para su preparación son los siguientes:

1- Ponemos en el  vaso el azúcar, el zumo de limón  y la fruta troceada y trituramos 10 seg./ velocidad 6
2- Programamos 35min./115º/velocidad 1 y colocamos el cubilete del revés y encima de éste el cestillo, también del revés para asegurarnos que no salpique.
3- Comprobamos le punto de cocción de la mermelada y si no tiene aun la consistencia deseada programamos 10min./115º/velocidad 1, después cuando esté en el punto optimo procedemos a envasarla como se ha descrito más arriba.

Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a ponerla en práctica. Es muy fácil y el resultado merece totalmente la pena, pues no tiene nada que ver con las mermeladas industriales. Por las mañanas una capa de esta mermelada sobre unas tostadas de pan untadas con mantequilla son una auténtica delicia. 

Nada más por hoy. Solo daros las gracias como siempre por seguirme. Nos vemos dentro de unos días.

Sed muy felices!!!