Hace unos días he visto una viñeta de un conocido humorista, que me hizo gracia. En ella aparecía un grupo de gente en la playa, unos bañándose y otros tumbados en la arena tomando el sol, y en medio un hombre vendiendo castañas asadas. Si a algo asociamos las castañas es al otoño, a los días fríos e incluso lluviosos, pero este año no solo no llueve (cosa que personalmente agradezco), sino que a juzgar por las altas temperaturas pareciera que seguimos en verano, y como la cosa no cambie vamos camino de comer las castañas asadas a la orilla del mar ;)
Pese a las altas temperaturas en las horas centrales del día, lo cierto es que las noches caen frías, y por las mañanas apetece tomar algo calentito… Esta oscilación térmica es una señal inequívoca de que el otoño ha llegado, y con él además de las castañas, llegan también los membrillos, las uvas, algunas variedades de manzana, y un montón de frutos más.
Pues de manzanas precisamente va la receta de hoy, en concreto el dulce de manzana, que es ideal para aprovecharlas cuando tenemos un excedente de ellas y queremos evitar que se nos estropeen, ya que el dulce de manzana lo podemos congelar, y así aguanta un sinfín de tiempo, luego cuando lo vayamos a consumir lo sacamos unas horas antes del congelador, y después lo mantenemos en el frigorífico una vez abierto, y así se conserva muchísimo tiempo, entre otras cosas porque el azúcar actúa como conservante natural.
La elaboración es idéntica a la del dulce de membrillo, y también en sabor recuerda en parte al dulce de membrillo, aunque resulta quizás un poco más suave... La verdad es que no sabría por cuál decantarme, los dos están exquisitos.
Os dejo ya con la receta
Ingredientes:
-1.200 gr. de manzanas.
-1.000 gr. de azúcar
-zumos de un limón
Preparación:
Lavamos bien las manzanas bajo el grifo del agua fría, sobre todo si son compradas, pues podrían tener restos de pesticidas. Luego las descorazonamos, las pelamos y las cortamos en gajos no muy grandes y las echamos en una olla. Por encima echamos el zumo de limón y el azúcar y dejamos macerar durante 12 horas aproximadamente. Yo lo que hago es dejarlas macerando toda la noche, y luego a la mañana siguiente sigo con la preparación.
Una vez transcurrido el tiempo de maceración, podréis comprobar que parte del azúcar se ha disuelto y la mezcla está más líquida. Ese es el momento de poner la olla al fuego y dejar cocer por espacio de 50 minutos a 1 hora. Después trituramos todo con la batidora.
Para terminar solo nos queda envasar el dulce de manzana en tuppers, los cuales dejaremos abiertos, en un lugar fresco y seco, durante 48 horas, y después ya podemos taparlos y guardarlos en el frigorífico si lo vamos a consumir ya, o bien congelarlos, y así se conserva durante un año ó más.
Observaciones:
Para que el dulce de manzana cuaje sin problema son importantes dos cosas: la primera utilizar manzanas de la variedad Reineta o Granny Smith, y segunda, que el porcentaje de azúcar empleado no sea infierior al 80% de la fruta.
Con estos consejos no deberíais tener ningún problema, así que si os gusta la receta no dudéis en ponerla en práctica. Os encantará seguro ;)