miércoles, 9 de diciembre de 2015

Panettone en panificadora


El Panettone es un clásico de la Navidad, su origen se atribuye a un tal Toni, que era un pinche en la cocina de Ludovico Sforza, también conocido por su apodo, Ludovico el Moro, el cual fue duque de Milán.

Al parecer en la vigilia de Navidad, al jefe de cocina de los Sforza se le quemó el bizcocho que había preparado para el convite ducal, y entonces el pinche Toni, en un acto de generosidad, decidió utilizar la masa de pan que había preparado para consumir él mismo ese día, y le añadió huevos, azúcar y frutas confitadas, amasó de nuevo el conjunto y tras un nuevo levado de la masa final, la horneó y el resultado fue un pan tan exquisito que todos los comensales lo alabaron, y el duque en homenaje y reconocimiento a su creador, lo denominó Panettone, es decir, Pan de Toni.

Al margen de que sea o no cierto, no deja de ser una historia curiosa, en cualquier caso lo que sí parece indiscutible es que desde la Edad Media era costumbre preparar por Navidad un pan más rico que el consumido a diario, así que no es extraño que le añadieran a la receta original otros ingredientes como huevos, mantequilla, azúcar, frutas confitadas, frutos secos, etc.

Desde luego si lo que buscaban era un pan rico, el Panettone lo es y mucho, y en contra de lo que pueda parecer es muy fácil de preparar con los medios que tenemos hoy en día a nuestro alcance. También se puede amasar a mano, pero para que salga esponjoso es necesario un amasado largo y a mano resulta un trabajo un tanto pesado. 

Yo he utilizado la panificadora en el programa que solo amasa y que en mi panificadora tiene una duración de 20 minutos. He amasado por espacio de una hora, lo cual significa que una vez finalizado el programa lo he iniciado dos veces más para completar la hora. Podéis amasar algo menos de una hora, pero menos de 45 minutos no os lo recomiendo.

La receta que os propongo es la que vengo utilizando últimamente, porque desde que la probé me gustó tanto el resultado que ya no experimenté con otras, y además tiene la ventaja de que no necesitamos elaborar una masa madre, y por tanto sólo hay un levado, con lo cual el proceso de elaboración se simplifica bastante.

Os dejo ya con la receta, y os animo a que la probéis, porque seguro que vais a triunfar igual que Toni, jeje.

Ingredientes (para 2 unidades):

-100 gr. de leche entera
-180 gr. de azúcar
-10 gr. de sal
-4 huevos de tamaño mediano
-60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
-1 cucharada de agua de azahar
- la piel rallada de una naranja
-600gr. de harina de fuerza
-25 gr. de levadura prensada de panadería (ó un sobre de 9 gr.)
-300gr. de uvas pasas

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora todos los ingredientes, salvo las uvas pasas, por el orden en que aparecen en la lista. Iniciamos el programa de solo amasado y cuando termine lo reiniciamos nuevamente hasta completar una hora de amasado. 

A continuación sacamos la masa a una superficie untada con aceite y dividimos la masa en dos partes, luego con un rodillo de cocina aplanamos primero una mitad de la masa y colocamos encima la mitad de las uvas pasar, enrollamos la masa sobre sí misma como si fuéramos a hacer un brazo de gitano, unimos ambos extremos y le damos forma de bollo, luego lo echamos en el molde que tendremos untado de mantequilla y enharinado, y procedemos de la misma manera con la otra parte de la masa y las uvas restantes. 

Luego esperamos a que la masa leve, hasta casi triplicar el volumen, después pintamos la superficie de los dos Panettones con huevo batido y llevamos al horno, previamente precalentado a 170º , durante 40 minutos aproximadamente, en la parte central del horno, con calor abajo los primeros 25 minutos y después calor arriba y abajo. 

Si vemos que se nos dora demasiado por arriba podemos taparlo con papel de aluminio y continuamos con la cocción hasta que esté listo.

Con las cantidades que os he puesto hice dos Panettones en moldes de 15cm. de diámetro.

A parte de uvas pasas se pueden utilizar otros ingredientes como frutas confitadas, frutos secos ó pepitas de chocolate, en mi caso sólo he utilizado uvas pasas porque me chiflan, en cambio ni la fruta confitada ni los frutos secos me agradan especialmente. 

Por otra parte he utilizado uvas pasas de Málaga, que están exquisitas pero tienen el inconveniente de que llevan pepita, y si no os gusta encontraros las pepitas en la boca utilizad pasas sultanas que también están muy ricas.

Cuando echéis la masa en los moldes para el proceso de levado, procurad que no sobrepase la mitad del molde, porque luego sube mucho y corremos el riesgo de que se desborde

Por último recordad que el secreto de este dulce está en un amasado largo y por supuesto en utilizar ingredientes de primerísima calidad, con eso y los consejos que os he dado el éxito es seguro, no lo dudéis.

Un abrazo

lunes, 30 de noviembre de 2015

Paella mixta


Para despedir noviembre, y antes de empezar con las recetas típicas de las fechas navideñas que ya están ahí  a la vuelta de la esquina, hoy os traigo una receta que en casa nos encanta, la paella.

En este caso se trata de una paella mixta, un plato  muy agradecido, que está riquísimo, y que por otra parte si seguís las indicaciones que os dejo, es una receta que no falla nunca. 

Ingredientes (para 4 personas):

-4 tazas de arroz
-750gr. de pollo cortado en trozos
-250gr. de calamares
-8 mejillones
-8 langostinos
-250gr. de berberechos
-1 pimiento morrón grande
-4 dientes de ajo
-1 tomate
-1 vaso de guisantes frescos o congelados
-aceite de oliva
-azafrán molido
-1 cucharada sopera de pulpa de pimiento choricero
-perejil picado

Para el caldo:
-2 carcasas de pollo (también le va muy bien un caldo de pescado, para ello en lugar de las carcasas de pollo, utilizad huesos de rape, morralla, espinas, colas de pescado...)
-1 zanahoria
-1 puerro
-1 rama de apio
-sal
-agua

Preparación:

En primer lugar preparamos el caldo de pollo, para ello ponemos una olla al fuego con agua y añadimos las carcasas de pollo, el puerro, la zanahoria, la rama de apio, y la sal. Dejamos que se cueza durante 1 hora  aproximadamente. Antes de apagarle el fuego rectificamos de sal y reservamos.

Aparte en una olla con un poquito de agua y una hoja de laurel abrimos los mejillones. Dejamos enfriar y retiramos la cocha de arriba, dejando solo la que está adherida a la carne del mejillón. Reservamos

Los berberechos los tenemos en agua con sal al menos durante 2 horas para que suelten la arena. Después escurrimos y lavamos bien bajo el grifo y reservamos.

Por otro lado colocamos la paella al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva y freímos en él los trozos de pollo previamente salpimentados. Cuando estén hechos los retiramos a una fuente y reservamos. 

A continuación añadimos los langostinos, dejamos que se hagan por un lado, y luego le damos la vuelta para que se hagan por el otro, y retiramos y reservamos. Después le toca el turno a  los calamares, los previamente limpiados y cortados en trozos, y  los echamos a la paella, cuando estén hechos retiramos también y  reservamos. 

Si fuera necesario echamos un poco más de aceite de oliva,  y  añadimos el pimiento morrón cortado en tiras, después de que haya estado unos minutos rehogándose y ya esté blandito, añadimos los ajos picados, seguimos rehogando un par de minutos removiendo para que no se quemen los ajos, y después añadimos el tomate previamente triturado.

Cuando el líquido del tomate se haya consumido, es el momento de echar la pulpa de pimientos choriceros, removemos de nuevo, y añadimos el pollo y los calamares que habíamos reservado. 

A continuación echamos 9 medidas de caldo de pescado previamente colado, y cuando levante el hervor añadimos los guisantes ( si son congelados, los descongeláis primero), y un poco de colorante alimentario para paella, o mejor aún, azafrán molido (si echáis azafrán en hebra, debéis de freírlo un poco en el aceite del sofrito antes de añadir el caldo, para que así suelte mejor su aroma)

Dejamos que hierva el caldo en la paella durante unos 10 ó 15  minutos para que los trozos de pollo se terminen de hacer, y después subimos el fuego al máximo, añadimos 4 medidas de arroz de grano redondo, si es arroz bomba mejor, pero nunca arroz de grano largo (usamos la misma medida que utilizamos para medir el caldo). 

Una vez añadido el caldo, echamos los berberechos y  dejamos cocer todo junto a fuego alto durante 5 minutos removiendo solo una vez al principio, y solo los justo para que no se pegue abajo, y luego bajamos el fuego y colocamos por encima los langostinos y los mejillones a modo de decoración, y dejamos cocer otros 15 minutos más, pero esta vez sin remover absolutamente nada porque sino el arroz suelta el almidón y no queda el grano suelto.

Transcurrido el tiempo de cocción, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos diez minutos antes de servir.

Espero que os haya gustado.

Hasta pronto. Saludos.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Boquerones fritos con cachelos



Hace unos días estaba en dudas sobre qué preparar para la comida del mediodía, y justo en ese momento vino el pescadero y fui a ver qué tenía (digo que vino el pescadero, porque vivo en el rural y tanto el pescadero como el panadero o el frutero tienen reparto a domicilio por esta zona) 

Al final me decanté por unos boquerones por varias razones: son fáciles de limpiar, rápidos de preparar, no dan problemas con las espinas, y están exquisitos.

En esta ocasión los acompañé de cachelos (en Galicia, al menos en mi zona, le llamamos cachelos a las patatas cocidas con la piel) y de tomates a la plancha.

Os dejo la receta, que si bien no tiene ninguna dificultad y seguro que ya conocéis, a mí me apetece tenerla en el blog porque quiero que éste sea ante todo un archivo en el que guardar todas mis recetas.

Ingredientes (para 4 personas):

-1kg. de boquerones
-4 patatas grandes
-2 tomates
-1 cebolla
-harina para rebozar el pescado
-aceite de oliva
-sal

Preparación:

Primero lavamos bien las patatas bajo el grifo porque las vamos a cocer sin retirarles la piel. Después las cortamos en rodajas gruesas, las echamos en una olla, añadimos una cebolla cortada por la mitad, salamos, cubrimos de agua y ponemos al fuego.

Aparte limpiamos bien el pescado retirándole las vísceras, luego lo lavamos en agua fría, lo escurrimos bien, lo salamos y reservamos. 
 
Después ponemos al fuego dos sartenes, y en una cubrimos el fondo con aceite de oliva, cuando esté caliente vamos rebozando el pescado en harina y echándolo en la sartén dándole la vuelta para que se fría por los dos lados, y luego lo pasamos a una fuente sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. 

En la otra sartén ponemos solo unas gotas de aceite de oliva y echamos los tomates cortados en rodajas gruesas. Pasados unos minutos les damos la vuelta para que se hagan por ambos lados, y los pasamos a una fuente de servir y salamos en el último momento.

Cuando las patatas estén cocidas, las escurrimos, y en caliente rociamos con un buen aceite de oliva. Por último solo nos queda emplatar, colocando por un lado los boquerones con los cachelos, y los tomates los presentamos en una fuente aparte para que quien quiera se sirva.

Como veis, una receta muy sencilla de preparar, que resuelve una comida sin gastar apenas dinero, algo que siempre es de agradecer. Espero que os haya gustado.

Un saludo.

martes, 17 de noviembre de 2015

Sopa Castellana


La sopa castellana es uno de esos platos tradicionales que se van transmitiendo de generación en generación. Es sencillísima de preparar y sienta muy bien al cuerpo en un frío día de invierno, o después de un día de excesos gastronómicos. Por otra parte utiliza ingredientes muy sencillos que siempre tenemos por casa, y otra ventaja es que nos sirve para aprovechar los restos de pan del día anterior.

Este plato tiene años de historia, y origen humilde, pues al parecer surgió en tierras zamoranas, en época de escasez de alimentos, en los que la clase trabajadora no tenía nada que echar a la olla más que pan sobrante, duro como una piedra y ajos, y así haciendo de la necesidad virtud, surgió un plato que ha ido evolucionando hasta el día de hoy, que se ha enriquecido con la incorporación de otros ingredientes como los huevos, el jamón y/o el chorizo, convirtiéndolo así en un plato mucho más completo, pero sigue siendo en esencia, un plato humilde, como lo fue en sus orígenes.

Vamos ya  con la receta.

Ingredientes (para 4 personas):

-180gr. de pan de candeal (pan de Castilla) preferiblemente
-100gr. de jamón curado en taquitos
-1 chorizo en taquitos
-4 huevos de gallina
-12 dientes de ajo (1 cabeza grande ó 2 pequeñas)
-1 cucharadita de pimentón dulce
-2 litros de caldo de ave o de jamón
-aceite de oliva virgen extra

Para el caldo:
-2 carcasas de pollo si es un caldo de ave ó 1 codillo de jamón curado si es caldo de jamón
-2 puerros
-2 zanahorias
-1 rama de apio
-sal

Preparación:

Primero tenemos que hacer el caldo, para ello cocemos las carcasas de  pollo o el codillo de jamón, los puerros y las zanahorias y la rama de apio en abundante agua,  luego con una cuchara sacamos la grasa que tenga en la superficie, lo pasamos por un colador y reservamos.

A parte, cubrimos el fondo de una olla con aceite de oliva y echamos los dientes de ajo laminados, pasados un par de minutos añadimos el jamón y el chorizo cortado en daditos y rehogamos todo junto, luego apartamos del fuego para que baje un poco la temperatura del aceite para añadir  el pimentón y que éste no se queme. 

Cuando se haya disuelto el pimentón en el aceite, llevamos de nuevo al fuego, añadimos el pan cortado en trozos, rehogamos un poco el pan en el aceite, y acto seguido añadimos el caldo que teníamos reservado. Cuando empiece a hervir, salamos al gusto y luego escalfamos en la sopa 4 huevos (1 por persona), tapamos y pasados unos minutos, cuando el huevo esté cuajado, apartamos del fuego y dejamos reposar. Servimos en caliente.

Se puede utilizar agua en vez de caldo, es más rápido, pero yo os recomiendo el caldo, porque le da más sustancia al plato, y bien desgrasado no tiene por qué añadir calorías.  Si no disponemos de tiempo para hacer el caldo, podemos hacerlo el día anterior, y sino también existe la posibilidad de utilizar los caldos de los que venden en brick, en cambio las famosas pastillas de caldo no os las recomiendo porque no son nada sana.

El pan, conviene que sea pan candeal conocido también por esta zona como pan de Castilla, pero si tenéis dificultad para adquirirlo, serviría también una barra de pan. En cuanto a la cantidad que se utiliza, yo he usado aproximadamente 180gr. pero aquí va un poco por gustos, hay a quien le gusta la sopa más suelta, y a quien le gusta más espesita, por lo tanto la cantidad de pan que os indico es orientativa

Y nada más por hoy, espero que os haya gustado la receta, y si es así, os animo a ponerla en práctica, porque es muy fácil y está muy rica.

Un saludo y hasta la próxima.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Dulce de membrillo


Hoy vuelvo de nuevo con una receta dulce y muy otoñal: el dulce de membrillo.

Realmente tengo que reconocer que aunque prefiero la primavera y el verano, el otoño también tiene sus encantos, pues aunque llega el frío y la lluvia, y la vegetación se apaga, al otoño no le falta colorido, ya que los tonos verdes de la primavera, dan paso a una amplia gama de tonalidades pardas, ocres y rojizas, que tiñen de color el paisaje y le otorgan un encanto especial.

Aparte de paisajes evocadores, el otoño nos trae también otros regalos muy apetecibles como las setas, las castañas, o el mismo membrillo, del que versa la entrada de hoy.

El membrillo es un fruto muy aromático, pero muy astringente y duro, por lo que no se puede comer crudo, pero preparado como os muestro a continuación, es una autentica delicia. Vamos con ello.

Ingredientes:

-1kg. de membrillos (pelados y limpios)
-800gr. de azúcar
-zumo de 1 limón

Preparación:

Lo primero es lavar los membrillos y quitarles esa vellosidad aterciopelada que los recubre. Luego se pelan y se corta cada membrillo  en 4 trozos, y se les saca el corazón y las pepitas.

Después los echamos en una olla, los cubrimos con agua fría, y los llevamos al fuego, donde los dejaremos hervir hasta que estén cocidos. En ese momento los retiramos del fuego, los colamos y los dejamos enfriar.

El siguiente paso es pesarlos, y los ponemos en  una  olla, añadiendo además 800gr. de azúcar por cada kilo de membrillos, y el zumo de un limón. Ponemos de nuevo a fuego bajo, y removiendo con frecuencia, para evitar que se peguen al fondo. Dejamos al fuego durante una hora pasada, hasta que veamos que el membrillo adquiere un color rojizo y que ha espesado. En ese momento, pasamos la batidora, trituramos bien todo, y cuando haya perdido algo de calor lo metemos en tuppers untados con un poco de aceite de girasol para que luego desmolde con más facilidad.

Para asegurarnos de que el membrillo va a cuajar, y no lo retiramos del fuego antes de tiempo, basta con poner un plato o fuente en el congelador, luego lo sacamos y echamos en él una cucharadita del membrillo que tenemos en la olla, si vemos que se endurece es señal de que está listo.

Es importante también dejar los tuppers abiertos durante 2 ó 3 días, porque el membrillo se seguirá secando durante las horas siguientes a su elaboración. Después ya podemos cerrar los tuppers y guardarlos en el frigorífico donde se conservan durante un año sin problemas, pero si no queréis ocupar espacio en el frigorífico, también los podéis guardar en el congelador, donde se conservarán aun mucho más tiempo.

Últimamente yo lo que hago, es envasar el membrillo en un tupper grande, y luego al pasar  2 ó 3 días de meterlo en el tupper, lo corto en porciones, y lo meto en bolsas para envasar al vacío, y después esas bolsas las guardo en el congelador y voy cogiendo a medida que necesito.

Hay gente que ya tritura el membrillo en el momento de añadir el azúcar, pero yo prefiero esperar al final, cuando ya está cocido y se apaga el fuego, porque así no salpica.

Nada más por hoy, espero que os haya gustado la receta. Con ese deseo me despido hasta el próximo día.

Un beso.

martes, 13 de octubre de 2015

Crema de verduras


Casi sin darnos cuenta, ya estamos inmersos en pleno otoño, y con la bajada de temperaturas apetecen platos de cuchara, como el que hoy os presento: una crema de verduras, que aparte de estar riquísima, es muy sana, porque aporta muchos nutrientes y apenas contiene grasas, con lo cual las personas que están haciendo dieta, pueden disfrutar de un plato verdaderamente apetitoso.

Es también muy apropiada para los niños, que por lo general, no suele gustarles la verdura, y así camuflada es más fácil que se animen. También es ideal para personas mayores, que tienen más problemas para masticar, pero en general es apropiada para todos, porque como dije está riquísima.

Os animo a que la preparéis, porque todo son ventajas, y como podéis comprobar a continuación, es súper sencilla de elaborar. Vamos con ello.

Ingredientes:

-4 puerros
-4 patatas medianas
-3 calabacines medianos
-1 cebolla
-3 zanahorias
-1 tomate
-2 muslos de pollo
-1 ajo

Preparación:

Colocamos una olla al fuego, cubrimos el fondo con aceite de oliva, y echamos los puerros, las zanahorias, la cebolla y el ajo picados. 

Removemos de vez en cuando, y pasados unos minutos echamos los calabacines y el tomate troceados, rehogamos todo junto unos minutos más y luego añadimos los muslos de pollo y las patatas cortadas en dados, cubrimos todo con agua fría, salamos y dejamos hervir hasta que esté la carne de pollo cocida. 

Luego sacamos la carne a un plato, reservamos y con la batidora trituramos la verdura.

Después retiramos la piel y el hueso del pollo, y la carne la picamos y la añadimos a la olla. Ponemos de nuevo al fuego hasta que levante el hervor, y ya está lista la crema para llevar a la mesa y servir.

Esta receta yo no la preparo siempre con los mismos ingredientes, en esta ocasión utilicé los que he descrito, pero depende un poco de lo que tenga a mano. Lo que nunca debe faltar para que esté igual de rica es el puerro, la patata, el calabacín y el pollo, todo lo demás aunque falte algún ingrediente, o añadamos otros que no figuran en la lista, no influye demasiado en el resultado final.

En cuanto a las cantidades, son orientativas, se puede utilizar más de un ingrediente y menos de otro, sin que eso afecte tampoco al resultado. Y hablando de cantidades, con las que yo utilicé da para unas ocho raciones, lo que ocurre es que yo la guardo en un tupper en el frigorífico, y así tengo crema para dos ó tres días, que con lo rica que está nunca aburre.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.

Saludos

lunes, 5 de octubre de 2015

Flan de coco


Hoy vengo con un postre facilísimo que utiliza como ingrediente protagonista el coco, el cual unos, entre los que me encuentro, adoran y otros en cambio detestan. Quizás sea por su sabor tan pronunciado, pero el caso es que con el coco no suele haber término medio.

Sin embargo en esta receta, solo uso el coco rallado para la decoración final una vez desmoldado, porque para elaborar el flan he utilizado leche de coco, la cual le otorga un sabor más suave y sutil, así que os animo a todos a que lo prepararéis. Os dejo ya con la receta.

Ingredientes:

-450gr. de leche condensada
-400ml. de leche de coco
-300ml. de leche entera
-6 huevos
-coco rallado (para la decoración final)
-50 gr. de azúcar (para el caramelo)

Preparación:

La preparación, como la de cualquier otro flan, es muy sencilla. Lo primero es batir los huevos en un cuenco, seguidamente incorporamos la leche de coco, la leche entera y la leche condensada y batimos bien hasta que quede una mezcla homogénea, y reservamos.

A continuación precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Luego, hacemos el caramelo, y para ello ponemos al fuego el azúcar con unas gotas de agua, y con cuidado de no quemarnos, vamos removiendo hasta que se forme el caramelo, y lo echamos en el molde o flaneras individuales que vayamos a utilizar, cubriendo bien la base y los laterales.

Posteriormente echamos la mezcla de huevos y llevamos al horno, al baño María, durante unos 45minutos, hasta que veamos que está hecho. Para comprobarlo pinchamos con un palillo y si éste sale limpio es que ya está listo para sacarlo del horno.

Si durante la cocción, se dorara demasiado por la parte de arriba, colocamos encima del flan un trozo de papel de aluminio, y continuamos con la cocción hasta que esté cuajado. Una vez fuera del horno, lo dejamos enfriar, y lo llevamos al frigorífico cubierto con papel film hasta el momento de servir, cuando lo desmoldamos y decoramos con coco rallado.

Mirad qué pinta tan deliciosa tiene


Pues esto ha sido todo por hoy. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Hasta entonces que seáis muy felices. 

Un saludo.