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martes, 13 de febrero de 2024

"Orellas" de Carnaval (sin levadura)


La receta de hoy de hoy me hubiera gustado haberla publicado la semana pasada, porque es una de las recetas típicas del Carnaval en mi tierra, Galicia; me estoy refiriendo a las “Orellas de Carnaval”, pero por diferentes motivos no pude hacerlo, de todos modos como hoy es martes, el día grande del Entroido (así se denomina al Carnaval en Galicia), aun estoy a tiempo, además el próximo fin de semana todavía se celebra el denominado sábado y domingo de piñata, que ponen fin a estas fiestas, las cuales en algunos pueblos de Galicia duran todo un mes, así que si os animáis todavía estáis a tiempo de preparar esta receta, si bien no es necesario que sea Carnaval para hacer un dulce de sartén tan rico como este


En el blog ya tengo dos recetas de Orellas publicadas. Una la podéis ver pinchando aquí, se trata de una receta que incorpora levadura de panadería. No salen unas orellas crujientes, requisito indispensable para la mayoría de la gente, pero si hay personas que no le gusten las crujientes o no pueda comerlas, esas le encantarán, sobre todo recién hechas, ¡están espectaculares!

La otra receta que tengo publicada, es la de mi amiga Tere Rico, una experta repostera, y cuya receta ha sido ganadora en varios concursos. La receta la podéis ver pinchando aquí. Son unas orellas deliciosas, pero para mi tienen un inconveniente, y es que incorporan mucha cantidad de manteca cocida de vaca, que junto al resto de ingredientes, hace que no me sienten del todo bien al estómago, y esa fue la razón de buscar una receta más ligera, y después de probar la receta que voy a publicar hoy, tengo claro que se queda conmigo para siempre, porque no he sentido molestias estomacales, y para mi gusto son las más ricas que he probado nunca.

Os dejo a continuación con la lista de

Ingredientes:

-4 huevos medianos
-2 cáscaras de huevo de aceite de girasol
-2 cáscaras de huevo de anís (os recomiendo Anís El Mono, porque he probado otras marcas y no quedan igual)
-2 cáscaras de huevo de azúcar
-550gr. aproximadamente de harina de todo uso.
-1 pizca de sal
-ralladura de una naranja
-ralladura de un limón
-4 gostas de esencia de anís (opcional, yo se las pongo porque me gusta mucho el sabor a anís. La esencia que yo uso es de la marca Arconsa, y la compro en la farmacia de mi pueblo, que siempre la tienen a la venta por estas fecha, pero si usáis esta marca, tened cuidado de no pasaros con la cantidad, porque es un aroma muy concentrado)
-azúcar glass para espolvorear por encima
-aceite de girasol para freír

Preparación:

Yo para preparar la masa de las orellas uso la panificadora, porque deja una masa lisa y brillante, que luego se extiende perfectamente con el rodillo, queda finísima, y no rompe.

Comienzo echando en la cubeta de la panificadora los cuatro huevos, de los cuales elijo uno, y ese lo rompo con cuidado con la punta de un cuchillo por la parte superior, dejando solo el hueco necesario para vaciar el huevo. Después con la cáscara bien lavada, echo dos cáscaras llenas de azúcar, otras dos cáscaras de anís, y por último dos cáscaras más de aceite de girasol. A continuación se añade las ralladuras de naranja y limón, la esencia de anís, y por último una pizca de sal y la harina, que en esta ocasión utilicé en total 550gr., pero de entrada partí de 475gr.

Ponemos la panificadora en funcionamiento en el programa de solo amasado, que en mi máquina dura 20 miutos.

Trascurridos unos 3 ó 4 minutos de iniciado el programa, abrimos la tapa de la panificadora y miramos si el contenido de la cubeta ha formado una bola, en cuyo caso la cantidad de harina es la correcta, pero por el contrario, si la masa no se despega de las paredes de la panificadora, es porque nos hemos quedado cortos con la harina y debemos seguir añadiéndole más, en pequeñas cantidades, hasta que se despeque de la paredes y forme una bola.

El hecho de que la harina añadida no sea la exacta es debido a varios motivos, uno que cada tipo de harina absorbe más o menos líquidos, y en esta receta en concreto, se debe fundamentalmente a que usamos como unidad de medida la cáscara del huevo, y según sea el huevo de grande, mayor o menor proporción de líquidos habrá con respecto a la harina utilizada, y según el caso, puede ser necesario añadirle más, siguiendo el criterio que os acabo de comentar, pero siempre poco a poco, para no excedernos.

Una vez terminado el programa de amasado, lo reiniciamos, y amasamos otros 20 minutos. En total sobre 40 minutos de amasado.

Cuando la masa esté hecha, la echamos en una bolsa de plástico limpia, en la cual previamente habremos añadido un poco de aceite de girasol y frotamos la bolsa todavía vacía, para que las paredes de la misma se impregnen de aceite. Después sacamos la masa de la cubeta y la echamos en la bolsa, la atamos, y la dejamos en el frigorífico hasta el día siguiente.

Yo suelo preparar la masa por la noche, y a la mañana siguiente la divido en porciones, sobre la encimera untada con aceite de girasol. Con estas cantidades salen en torno a 20 unidades, dependiendo del tamaño que hagamos las orellas.

A continuación las estiramos con un rodillo, y las freímos en la sartén en aceite de girasol, primero por un lado, y luego por el otro.


Por último, una vez frías, las espolvoreamos por encima con azúcar glass, aunque en esta ocasión yo no lo tenía y le puse del normal, pero con el azúcar glass quedan más bonitas.

Espero que os animéis a prepararlas, estoy segura de que os sorprenderá el resultado.

Gracias por leerme. Un abrazo y hasta la próxima.

miércoles, 25 de octubre de 2023

Escobas de bruja de hojaldre y chocolate para Halloween


Se acerca Halloween, y aunque personalmente no lo celebro, comparto con vosotros una receta ideal para el postre, el desayuno o la merienda de las fechas que se aproximan.

Se trata de unos pasteles de hojaldre rellenos con crema de cacao, y con forma de escoba de bruja.

Si optáis por preparar el hojaldre en casa, podéis acceder a la receta que tengo publicada en el blog, pinchando aquí. Sino tenéis la opción de comprarlo, y en este caso la dificultad de la receta es prácticamente nula.

Para prepararla necesitaréis los siguientes

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-crema de cacao (Nocilla, Nutela, o similares)
-1 paquete de galletas tipo Mikado (para simular el palo de la escoba)

Preparación:

Si compráis el hojaldre, os aconsejo que utilicéis uno que sea de buena calidad. En el mercadona tienen uno elaborado con mantequilla, y si bien no es como el casero, siempre es mejor opción que los que llevan grasa de palma.

Lo primero que hay que hacer es desenrollar la masa, y cortarla a lo ancho en dos partes iguales.

Una de esas partes la cubrimos con crema de cacao, aunque también podéis utilizar una tableta de chocolate derretida con un poco de mantequilla en el microondas, a intervalos de 30 segundos para que no se queme el chocolate.

Después colocamos encima la otra mitad del hojaldre, y con un cuchillo o un cortador de pizzas, cortamos la masa de nuevo por la mitad, pero esta vez a lo largo y después la dividimos el 4 partes, de manera que nos quedarán 8 rectángulos de aproximadamente la misma medida.

Seguidamente cortamos cada rectángulo en tiras finas desde abajo hasta arriba, dejando un centímetro por la parte de arriba sin cortar. Posteriormente cogemos un palillo largo de madera de los que se utilizan para las brochetas, lo envolvemos en papel de aluminio, y sobre el vamos enrollando cada rectángulo de hojaldre por la parte de arriba donde no cortamos la masa. Procedemos así con los restantes rectángulos hasta terminar de hacer las 8 escobas

A continuación las colocamos en la bandeja de horno, sobre papel de hornear, separamos un poco las tiras de hojaldre para simular mejor las cedras de la escoba, y horneamos a 180º C  en la parte central de horno, con calor arriba y abajo, hasta que tengan un bonito color dorado.

Por último dejamos enfriar, y cuando están frías retiramos el palillo y colocamos en su lugar una galleta tipo mikado, y ya tenemos listas nuestras escobas de bruja, que seguro que cuando las pongáis en la mesa encantan a todo el mundo, sobre todo a los más pequeños.

Termino por hoy. Hasta pronto, un abrazo
 

domingo, 21 de mayo de 2023

Tarta Red Velvet con frutos rojos y frosting de queso

La receta de hoy me hace especial ilusión tenerla en el blog, porque fue la tarta que decidí preparar cuando a principios de este año una amiga me pidió si le hacía una tarta para las bodas de oro de sus padres.

Desde el principio supe que tenía que tratarse de una tarta con la suficiente consistencia y firmeza, pues había que trasladarla al lugar del convite, con lo que eso significa.

Paralelamente una amiga que conocí hace ya unos años en la blogosfera (espero algún día dar el paso del mundo virtual al real, y tomarme un café con ella) coincidió que por esas fechas publicó el video de una tarta Red Velvet. Os hablo de Puri, la autora del blog; willyviajera

Desde el principio que vi el video que subió Puri, supe que esa iba a ser la tarta elegida, porque reunía los requisitos de consistencia y firmeza que necesitaba, y aunque nunca había hecho la tarta Red Velvet (la había probado en un par de ocasiones, pero nunca la había preparado yo), viniendo la receta de Puri, sabía que iba a acertar, como así ha sido.

Un par de semanas antes de las bodas de oro de los padres de mi amiga, coincidió que estaba de cumpleaños el hijo de otra amiga, y también le hice yo la tarta. ¿Adivináis cuál fue la tarta elegida…? Pues sí, ha sido la Tarta Red Velvet, porque aunque de Puri me fio totalmente, quería hacer un ensayo primero, y no había mejor ocasión para ello.

El resultado ha sido del todo satisfactorio, a la gente le encantó, y a mí también me gustó, más que las que recordaba haber comido en su día.

Así que llegados a este punto solo me queda indicaros la lista de ingredientes, y la posterior elaboración, y por supuesto darle las gracias a Puri, y recomendaros que visitéis su blog y os suscribáis a su canal, porque tiene recetas muy variadas, tanto dulces como saladas. Para ver el vídeo de esta tarta que subió Puri, pinchad aquí.

Ingredientes:

Para el bizcocho

-300gr. de harina de repostería
-20gr. de cacao puro en polvo
-1 cucharadita de levadura química Royal
-una pizca de sal
-2 huevos
-300gr. de azúcar
-200ml. de aceite de oliva suave (el mío de Aceites Abril)
-1 cucharadita de pasta de vainilla (en su defecto sustituir por esencia de vainilla)
-butter milk (240gr. de leche entera y 30gr. de zumo de limón)
-colorante en gel rojo
-3 cucharaditas de vinagre de manzana
-1 cucharadita de bicarbonato

Para el frosting de queso:

-200gr. de mantequilla
-300gr. de queso crema (el mío de Quescrem)
-200gr. de azúcar glas
-1 cucharadita de esencia de vainilla
(Opcional)
-6 hojas de gelatina
-40ml. de leche entera

Para el relleno y la decoración

- frosting de queso 
-frutos rojos (fresas, frambuesas y arándanos)

Elaboración:

Comenzaremos preparando el bizcocho, para ello primero preparamos la butter milk añadiendo a un cuenco 240gr. de leche entera y 30gr. de zumo de limón. Removemos con una cuchara y dejamos reposar como mínimo 10 minutos.

En un recipiente aparte mezclamos los ingredientes secos; la harina, el cacao, la levadura en polvo y la sal, y reservamos.

En otro recipiente batimos los 2 huevos con el azúcar hasta que espumen, después le añadimos el aceite y la pasta de vainilla y seguimos batiendo. Reservamos.

Al cuenco donde teníamos la butter milk en reposo le añadimos colorante rojo en gel y mezclamos hasta obtener un color rojo intenso. Dado que el bizcocho en el horno pierde intensidad de color, si le echáis muy poco después no saldrá con el color rojo que estamos buscando. En todo caso si os quedáis cortos con el colorante, no os preocupéis que más adelante tendréis la ocasión de añadirle más.

Continuamos con la elaboración del bizcocho, y ahora le añadiremos al cuenco que contiene los huevos, la butter milk coloreada de rojo, mezclamos un poco y seguidamente vamos añadiendo poco a poco la mezcla de harina, cacao, levadura y sal que teníamos reservada. Cuando esté todo integrado, desleímos en tres cucharaditas de vinagre de manzana, una cucharadita de bicarbonato, y lo añadimos a la mezcla anterior.

Antes de meterlo en el horno, nos fijamos que la masa del bizcocho tenga un intenso color rojo, si no es así le añadimos un poco más y lo integramos hasta tener un tono homogéneo.

Finalmente vertemos la masa en un molde, con papel de hornear en la base, y untado con mantequilla y espolvoreado de harina en los laterales, y lo llevamos al horno precalentado a 180ºC en la parte central del mismo.

En el momento de introducir el bizcocho dentro del horno, bajamos la temperatura del mismo a 160-170ºC lo dejamos cocer de 50 a 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio.

Cuando el bizcocho esté listo, lo dejamos enfriar sobre una rejilla antes de desmoldarlo. Después con un cuchillo cortamos la parte superior para dejarlo plano (esta capa la podéis desmigar con las manos, y aprovechar las migas para la decoración de la tarta).

El bizcocho que nos queda, lo cortamos horizontalmente por la mitad para conseguir dos planchas y reservamos. Si lo hacéis el día anterior como en mi caso, dejadlo dentro de una bolsa de plástico para que no se reseque.

Una vez que tengamos listo el bizcocho tenemos que preparar el frosting de queso, para ello mezclamos en el bol de la batidora la mantequilla a punto pomada (significa que ha de estar a temperatura ambiente y con una textura similar a la de una pomada) y batimos hasta que blanquee. Después añadimos el queso y seguimos batiendo hasta integrarlo, y a continuación incorporamos el azúcar y la vainilla y batimos hasta lograr una crema suave con aspecto sedoso.

En mi caso para evitar problemas con el frosting, y que aguante firme, tengo un truco que he visto por internet (no cito la fuente porque no la recuerdo) y que consiste en añadir 6 hojas de gelatina previamente hidratadas, disueltas en 40ml. de leche caliente, se deja que baje la temperatura de la mezcla hasta que esté tibia, y luego la añadimos al froting, batimos unos minutos hasta que esté todo integrado, y listo para introducirlo en una manga pastelera y decorar con él nuestro pastel.

En este caso para aportarle frescor a esta tarta de por sí deliciosa, pero tal vez un poco empalagosa para los que no les gustan los postres excesivamente dulces, les he añadido al relleno fruta fresca, concretamente frutos rojos, mayormente fresas troceadas, cuyo sabor ácido complementa muy bien los sabores de esta tarta. También le añadí arándonos frescos, estos lógicamente enteros, los cuales al morderlos, la sensación en boca es inigualable. En menor medida le añadí frambuesas, estas solo las utilicé para la decoración de la tarta, en el relleno no las puse.

Respecto a la decoración, mezclé parte del frosting con la fruta para el relleno, luego cubrí los bordes con frosting, y decoré con frutos rojos y flores naturales.

 

La foto de arriba es de la tarta que preparé para el cumpleaños del hijo de mi amiga. Abajo os dejo dos fotos del corte para que veáis cómo queda por dentro.

La primera foto de este post corresponde a la tarta que preparé para las bodas de oro de los padres de mi amiga. Yo quería hacer una tarta redonda de dos pisos, pero ella la prefirió rectangular.

En fin, parece una tarta complicada, sobre todo por la cantidad de ingredientes que lleva, pero os aseguro que no lo es. Es un poco laboriosa, como la mayoría de tartas de este tipo, pero no es nada difícil. 

En cuanto al sabor, aun a sabiendas de que este tipo de tartas no son de mis preferidas, quedé muy contenta con el resultado. También por lo que me contaron, tuvieron mucho éxito entre los invitados, y eso es para mí la mayor recompensa.

Bueno, pues por fin termino por esta ocasión. Dentro de unos días si la alergia me lo permite, volveré con una nueva receta.

¡Os espero! Hasta entonces. Un abrazo.

lunes, 10 de abril de 2023

Monas de Pascua 2023


Como os había prometido en el anterior post, hoy os muestro las monas de Pascua que preparé este año. Ya sabéis que las monas se las regalan los padrinos a los ahijados por Pascua.

En Galicia lo mona consiste en un dulce muy parecido al roscón de Reyes, pero con decoración típica de estas fechas (pollitos, huevos, plumas, etc). Suele dársele forma de bollo, a modo de un pan dulce, pero también se hacen trenzas, y en otros casos se les da forma de roscón con agujero en medio.

En algunas zonas del levante español, preparan también por estas fechas un pan dulce muy similar, que recibe el nombre de “panquemao”, en Asturias lo típico es un bizcocho mantecado, mientras que en Cataluña lo típico son las figuras de chocolate.

Ayer, Domingo de Resurrección, comimos en casa de unos familiares, y para el postre preparé un semifrío de limón, con una decoración acorde a la fecha. Os muestro la foto abajo, pero la receta de este postre la publicaré en breve.


Para preparar las monas tradicionales de mi tierra, he introducido algunas variaciones en la receta que seguía siempre. Os dejo a continuación la receta de este año

Ingredientes:

Para el prefermento

-70gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-90gr. de leche entera
-2 huevos medianos
-25gr. de levadura fresca (la mía de Levanova) ó 1 sobre de levadura seca de panadería
-20 gr. de azúcar

Para la masa

-Todo el prefermento
-320gr. de harina de fuerza  (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-80gr. de azúcar
-5gr. de sal
-75gr. de mantequilla sin sal
-1 huevo
-1 pizca de esencia de anís
-ralladura de 1 naranja y de 1 limón

Elaboración:

En primer lugar preparamos el prefermento, para ello ponemos la leche al fuego, cuando levante el hervor apartamos del fuego, dejamos reposar hasta que esté tibia y entonces añadimos la levadura, desleímos y añadimos el azúcar y lo huevos batidos. Mezclamos todo y finalmente añadimos la harina. Mezclamos hasta integrarla y luego dejamos reposar tapado con papel film, en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que triplique el volumen.

Cuando el prefermento haya triplicado el volumen, removemos con una cuchara, volvemos a tapar y dejamos reposar de nuevo hasta que nuevamente triplique el volumen. Cuando lo haga volvemos a remover con una cuchara y de nuevo vuelta a reposar para que por tercera y última vez vuelva a triplicar el volumen.

Después añadimos todo el prefermento a la cubeta de la panificadora, añadimos también la mantequilla a temperatura ambiente, el huevo, las ralladuras de cítricos, la esencia de anís, el azúcar, la harina y la sal, por ese orden, y seleccionamos el programa de “solo amasado” que en mi máquina es el número 11 y tiene una duración de 20 minutos.

Al finalizar el programa de amasado, dejamos la masa dentro reposando con la máquina apagada y la tapa abierta para que no se recaliente, durante 10 minutos, y de nuevo volvemos a seleccionar el mismo programa para continuar amasando 20 minutos más. Después retiramos la masa, le damos la forma deseada a nuestra mona (yo algunas las hice redondas como si se tratase de un bollo de pan, y otras las hice con un agujero en el centro igual que los roscones), y dejamos reposar en un lugar lejos de corrientes de aire hasta que las monas tripliquen su volumen (hablo en plural, porque con estas cantidades os saldrán 2 monas de tamaño mediano tirando a pequeño, pero si queréis podéis hacer una sola más grande).

Por último solo nos resta pincelarlas con huevo batido, espolvorear azúcar por encima, y hornear a 150ºC en la parte central del horno, con fuego abajo los primeros 10 minutos, y luego fuego arriba y abajo hasta que adquieran un bonito color dorado por arriba.

También podéis amasar las monas en la thermomix, para ello preparáis el prefermento tal como os indico más arriba, y después de que haya triplicado el volumen por tercera vez, lo añadías al vaso, junto con los restantes ingredientes, dejando para el final la harina y después de esta la levadura, y programamos tiempo 3 minutos, función amasar. Una vez finalizado, retiramos la masa del vaso, le damos la forma deseada y a partir de aquí, procedemos de la misma manera que os indico más arriba.

Abajo podéis ver una de las que preparé, esta con forma de roscón
 con agujero en el centro.


Y con esto doy por terminada la Pascua de este año. En cuanto a vosotros espero que hayáis disfrutado de estos días de asueto, y deciros que dentro de unos días volveré con una nueva receta. ¡Os espero!

Un abrazo.

miércoles, 5 de abril de 2023

Pan de Pascua Serbio


En estas fechas lo que toca es recetas típicas de Semana Santa y de Pascua. En las redes sociales abundan estos días las fotos de torrijas (las mías las podéis ver pinchando aquí), de leche frita (que ya publiqué en su día y podéis ver pinchando aquí), y como no, las monas de Pascua, que todos los años os muestro las mías, y este año si nada lo impide también lo haré.

Pero hoy comparto con vosotros la receta de un Pan de Pascua típico de Serbia. Es un pan vistoso y muy rico, con cierto parecido al pan de molde. Este pan resulta ideal para estos días festivos que se aproximan y que nos permiten disfrutar de un desayuno con calma, sin las prisas impuestas por el horario laboral. Unas rebanadas de este pan tostadas, untadas en una buena mantequilla y por encima una mermelada casera, acompañado todo con un zumo de fruta recién exprimido, constituye un desayuno de auténtico lujo.

Os animo a que lo preparéis, parece muy laborioso, pero puestos en materia descubriréis que no es para tanto, y la satisfacción de haberlo hecho uno mismo no tiene precio.

Si tenéis una panificadora o la thermomix, ni siquiera necesitáis amasar a mano, tan solo estirar la masa con un rodillo, y dado que es una masa muy manejable no entraña ninguna dificultad.

Os detallo a continuación la lista de

Ingredientes:

-550gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-150ml. de leche entera
-75ml. de aceite de oliva suave (el mío de Aceites Abril)
-15gr. de sal
-20gr. de azúcar
-100gr. de mantequilla sin sal
-1 huevo tamaño L
-1 yogur griego sin azúcar (125gr.)
-20gr. de levadura fresca (la mía de Levanova) ó 7gr. de levadura seca

Elaboración:

Comenzamos disolviendo la levadura en la leche ligeramente templada. Removemos bien para integrarla y dejamos reposar la mezcla durante unos veinte minutos.

Aparte mezclamos los ingredientes secos, es decir, la harina, la sal, y el azúcar. Después añadimos el aceite, la leche, el yogur griego y el huevo batido. Amasamos el conjunto durante unos 10 ó 15 minutos, hasta que consigamos una masa elástica.

Cuando tengamos la masa lista, formamos una bola, y la guardamos en un recipiente untado con aceite, dejándola reposar en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que doble su volumen.

Una vez que la masa haya crecido la dividimos en 8 porciones iguales. Cada una de ellas la estiramos con un rodillo, lo más finas que podamos, y dándole forma rectangular.

Cuando tengamos la primera porción de masa estirada, es decir, una vez formada la primera lámina rectangular de masa, la pincelamos con la mantequilla derretida, pero esta última que no esté caliente, tan solo tibia.

Colocamos la siguiente lámina sobre la anterior, aplastamos ligeramente y hacemos coincidir los bordes, y untamos de nuevo con mantequilla. Repetimos esta operación hasta terminar con las 8 láminas. Aclararos que sobre la última lámina no se extiende mantequilla.

Terminado todo el proceso, presionamos todas las capas con las manos, procuramos en la manera de lo posible que todos los bordes coincidan y estiramos con el rodillo formando así un único rectángulo más grande.

Después cortamos ese rectángulo en 4 tiras y las enrollamos sobre sí mismas. Luego colocamos las 4 partes en un molde rectangular cubierto con papel de horno, y dejamos reposar de nuevo hasta que hayan doblado su tamaño.

A continuación precalentamos el horno a 180º C, pintamos con un poco de leche, y horneamos durante unos 45 minutos en la parte central, los primeros 15 minutos con fuego solo abajo, y los restantes con fuego arriba y abajo. Cuando tenga un bonito color dorado, retiramos del horno, desmoldamos, y lo dejamos enfriar sobre una rejilla.

Como os decía al principio, si tenéis una panificadora podéis preparar la masa en ella. Para ello, disolvemos la levadura y el azúcar en leche tibia y la echamos en la cubeta. Dejamos reposar durante unos 20 minutos.

A continuación añadimos el huevo ligeramente batido, el aceite, el yogur griego, la harina de fuerza y la sal, y seleccionamos el programa de ”solo amasado”, que en mi panificadora tiene una duración de 20 minutos.

Una vez terminado, dejamos reposar la masa dentro de la cubeta 10 minutos, y activamos de nuevo el mismo programa de “solo amasado”, con lo cual la masa está 40 minutos amasándose con un descanso de 10 minutos en medio.

Una vez finalizado por segunda vez el programa de amasado, retiramos la masa de la cubeta, formamos una bola, y la guardamos en un recipiente untado con aceite, dejándola reposar en un lugar cálido, alejado de corrientes de aire, hasta que doble su volumen. Y a partir de aquí se procede a dividir y extender la masa igual que por el método tradicional.

Por último existe la opción de hornear el pan en la misma panificadora, para ello introducimos las 4 porciones finales de la masa en la cubeta limpia, seleccionamos el programa de “solo horneado”, seleccionamos tueste alto, y duración del programa 45minutos. Al finalizar desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Lo que no tenéis panificadora, pero tenéis thermomix, podéis utilizar este robot para amasar el pan, para ello debéis seguir los siguientes pasos.

1- Echamos en el vaso la leche y programamos tiempo 3 minutos/ temperatura 37ºC/velocidad 1,5

2- Añadimos el azúcar y la levadura y programamos tiempo 30 segundos/velocidad 4

3- Por último añadimos el huevo ligeramente batido, el aceite, el yogur griego, la harina de fuerza y por último la sal, y programamos tiempo 3 minutos/ función amasar.

4- A partir de aquí, retiramos la masa del vaso, formamos una bola con ella, y procedemos en todo momento de igual manera que por el método tradicional.

Al final como podéis ver, queda un pan muy bonito, y lo mejor de todo es que está muy rico, e igual acompaña a algo dulce como salado, como un fiambre por ejemplo.

Espero que os guste. Nos vemos dentro de unos días.

Mientras tanto que seáis muy felices y que disfrutéis de estos días de descanso.

Un abrazo.

jueves, 16 de febrero de 2023

Hojas de limón (Paparajotes)


A mí juicio, actualizar un blog de cocina, significa algo más que publicar con periodicidad, supone también escoger una receta acorde a la época del año en la que se publica, porque en pleno agosto, con un sol de justicia, no tiene mucha lógica publicar la receta de un cocido, por poner un ejemplo.

El caso es que como estamos inmersos en fechas carnavalescas, hoy toca una receta dulce de carnaval, típica de mi tierra, aunque no tan popular como las Orejas o las Filloas. Me refiero a las Hojas de Limón, típicas también de Murcia, donde se conocen como Paparajotes.

El propio Álvaro Cunqueiro, conocido escritor, periodista y gastrónomo, incluye la receta de las Hojas de Limón en su célebre libro A Cociña Galega.

Yo debo ser de las pocas personas aficionadas a la cocina que no tiene ese libro, así que no hice su receta sino la de una compañera a la que que quiero y admiro mucho, María José, del blog Laurel y Canela. Os animo a que lo visitéis pues tiene recetas muy interesantes.

Antes de esta receta había probado con otras muy parecidas, pues llevo unos años preparando las Hojas de Limón en casa por carnavales, pero hace unos días María José subió su receta a las redes sociales y probé a prepararlas con su receta, y la verdad es que están de vicio.

Sería conveniente utilizar hojas de un limonero ecológico, y aun así hay que lavarlas primero y secarlas después con papel de cocina.

Las hojas de limón le dan un sabor sutil y delicioso a este dulce, precisamente para eso se utilizan; para darle aroma y para que la masa se adhiera a ellas.

A la hora de comerlas, se coge la hoja por el pecíolo ( es el "tallo" de la hoja) y la masa se desprenden fácilmente.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

-250ml. de leche a temperatura ambiente
-150gr. de harina de repostería
-1 huevo
-el zumo de un limón
-una pizca de sal
-aceite de girasol para freír (el mío de Aceites Abril)
-azúcar glas

Preparación:

En un cuenco batimos el huevo, luego añadimos la leche, el zumo de limón, y una pizca de sal. Mezclamos bien. Por último añadimos la harina tamizada y batimos hasta que no queden grumos.

Dejamos reposar la mezcla entre media hora y un par de horas.

Después ponemos una sartén al fuego, añadimos aceite de girasol, y cuando esté caliente cogemos las hojas por el pecíolo, y las sumergimos en la masa, y luego las freímos primero por un lado y luego por el otro.

A medida que se van haciendo, se van retirando a una fuente sobre papel absorbente y se continúa con el proceso hasta terminar con la masa, o con las hojas, dependiendo de lo que se termine antes.

Cuando estén frías, se espolvorean con azúcar glas.

Como habéis observado la masa no lleva azúcar, no lo necesita, el azúcar glas que le espolvoreamos por encima le da el punto justo de dulzor.

Están muy ricas, os lo aseguro, y no son nada complicadas de hacer, de manera que si tenéis un limonero, o algún buen vecino que lo tenga y os dé las hojas, como me pasó a mí con mi vecina Vanessa, no dudéis en preparar esta receta. Os sorprenderá el resultado.

Termino por hoy ¡Disfrutad del carnaval!

Un abrazo.

lunes, 13 de febrero de 2023

Tarta de queso sin horno


Cómo pasa el tiempo, ya estamos a mediados de febrero, y mañana es el día de San Valentín, el Dios del Amor y la Amistad.

Yo no soy de celebrar estas fechas, creo que las amistades hay que cuidarlas siempre, y estar ahí para lo que haga falta en los momentos complicados, y el amor hay que demostrarlo todos los días, pero es verdad que tener un detalle especial ese día con nuestra pareja tampoco es malo, al contrario, y no tiene por qué ser caro, es más una cuestión de actitud que una decisión de tipo monetario.

El año pasado hice una tarta de queso con forma de corazón, y dado que hoy es víspera del día de los enamorados, creo que es la fecha ideal para publicarla.

Es una tarta que no va al horno, y es muy fácil de hacer. La mayoría seguro que ya la conocéis, pero os enseño cómo la preparo yo. 

Ingredientes:

-1 paquete de galletas tipo María
-80gr. de mantequilla derretida
-500gr. de queso crema (el mío de Quescrem)
-200gr. de leche entera
-200gr. de nata de montar
-2 sobres de cuajada
-150gr. de azúcar
-mermelada de fresa o de frutos rojos (la mía es casera de fresa)
- fruta fresca para decorar: fresas o frutos rojos (opcional)

Elaboración:

Comenzamos preparando una base de galletas, para ello trituramos bien las galletas metiéndolas en una bolsa de plástico y aplastándolas con un rodillo de cocina. Luego echamos las galletas trituradas en un bol, y añadimos la mantequilla derretida. 

Mezclamos bien y después con esta mezcla de galletas y mantequilla cubrimos la base del molde, sobre la cual habremos puesto previamente papel de hornear, presionando con el dorso de una cuchara para que compacte, y mientras seguimos con la preparación de la tarta ponemos el molde en el congelador, para así asegurarnos de que la mantequilla se endurece, y la base de galleta no rompe.

Una vez terminada la base, continuamos con la preparación de la tarta, para ello ponemos un cazo al fuego, añadimos la nata, el azúcar, el queso y los dos sobres de cuajada diluidos en la leche. Removemos bien para que la mezcla no se pegue, y cuando esté a punto de ebullición, retiramos del fuego, dejamos enfriar un par de minutos, y la vertemos en el molde sobre la base de galletas, dejándola caer muy suavemente sobre el dorso una cuchara, para que no rompa la base de galletas. 

Después la dejamos enfriar a temperatura ambiente, y cuando esté fría la llevamos al frigorífico hasta el momento de servir, y es entonces cuando la desmoldamos, y decoramos por encima con una capa de mermelada de fresa o de frutos rojos, y si queréis podéis poner también alguna fruta fresca, en este caso unas fresas o unos frutos rojos que son los que mejor le van a esta tarta.

También se puede preparar en la thermomix, para ello debéis seguir los siguientes pasos:

1- Echamos las galletas en el vaso, y programamos 15 segundos /velocidad 8

2- Con la espátula bajamos las galletas, añadimos la mantequilla (en este caso a temperatura ambiente) y programamos 3 minutos / 50ºC/ velocidad 3. Luego extendemos la mezcla en el molde, sobre papel de hornear, extendiéndola y presionando con el dorso de una cuchara para que quede bien compacta y la llevamos al congelador.

3- Añadimos el queso, la leche, la nata, el azúcar y los dos sobres de cuajada al vaso, y programamos 9 minutos / 90ºC/ velocidad 4

4- Vertemos la mezcla sobre la base de galletas, volcándola suavemente sobre el dorso de una cuchara, y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Después cuando esté fría la llevamos al frigorífico hasta el momento de servir, que la desmoldamos y la decoramos con mermelada de fresas o de frutos rojos.

Como veis es una tarta muy fácil y muy rica. Esta era la tarta favorita de mi madre, así que con vuestro permiso, y todo mi cariño, se la dedico a ella.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta.

Hasta entonces. Un abrazo.

lunes, 30 de enero de 2023

Pastelitos variados de hojaldre (I)


¿Cómo lleváis este tiempo de frío invierno? Yo regular, he estado unos días con una gripe tremenda. Por lo menos ahora no tengo fiebre y el dolor de garganta va remitiendo. La tos y la afonía persisten, pero eso tarda más en pasar.

En cuanto al frío, es lo que toca aquí en el norte, pero con la calefacción y la cocina de leña encendida se lleva bien. Me gusta que en invierno se note que es invierno y que haga frío, y en verano que haga calor, aunque dentro de unos límites, sin temperaturas extremas. Tolero mejor el frío que el calor, porque el frío como os decía se combate, pero el calor es más difícil.

Pero dejo la meteorología a un lado, y voy a lo que importa; recuerdo que hace tiempo cuando publiqué la receta de la elaboración de la masa de hojaldre, os prometí que os iría subiendo recetas con esta masa. Desde entonces algunas recetas con hojaldre ya os he mostrado, y hoy os traigo la receta de unos pasteles variados de hojaldre que hice hace tiempo para regalar.

En esta ocasión son tres tipos diferentes de pasteles; canutillos de hojaldre rellenos de crema pastelera, mini cañas de hojaldre con cabello de ángel, y por último unas “rosas” de hojaldre y manzana. De estas últimas me hubiera gustado tener fotos del paso a paso, pero desgraciadamente no las tengo, de todos modos os indicaré lo más detalladamente posible el proceso para que si os animáis las podáis hacer vosotros en casa. Es muy fácil, no tienen ninguna complicación, de todos modos si con la explicación que os voy a dar no os queda claro, en internet hay no solo fotos, sino también vídeos, de estos deliciosos pastelitos de hojaldre y manzana, que además de ricos quedan muy bonitos.

En cuanto a la elaboración del hojaldre, aunque a mucha gente le asusta, yo os animaría a que lo prepararéis vosotros en casa según os explico aquí

Dado que congela muy bien lo podéis preparar con antelación, pero  si lo veis complicado no tendréis problema para comprarlo, porque en todos los supermercados lo tienen a la venta en la sección de refrigerados. 

Empezamos con los canutillos rellenos de crema pastelera:

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-500ml. de leche entera
-40gr. de maicena
-3 yemas de huevo
-100gr. de azúcar
-1 trocito de canela en rama, o 1 vaina de vainilla
-la cáscara de 1 limón (solo la parte amarilla)
-huevo batido para pincelar
-azúcar glas para espolvorear

Elaboración:

En primer lugar elaboramos la crema pastelera, para ello de los 500ml. de leche, reservamos un vaso y el resto lo ponemos en un cazo al fuego junto con la cáscara de limón y la rama de canela, o si lo preferís, la vaina de vainilla. Si optáis por esta última, para aprovechar bien todo su aroma, debéis primero partirla por la mitad longitudinalmente con un cuchillo, después sacáis los granillos que contiene en su interior, y los añadís a la leche, así como la propia vaina.

Cuando la leche levante el hervor, apartamos del fuego y dejamos que infusione hasta que esté totalmente fría. En ese momento la colamos para retirar las pieles de limón y la canela o bien la vainilla según el caso, y la ponemos de nuevo al fuego junto con el azúcar hasta que alcance el punto de ebullición.

Mientras la leche se calienta añadimos al vaso de leche que habíamos reservado, las tres yemas de huevo batidas y la maicena, mezclamos bien y cuando la leche comience a hervir añadimos esta mezcla, bajamos el fuego al mínimo, y removemos constantemente con un batidor de varillas hasta que espese. En ese momento retiramos del fuego, cubrimos con film transparente para evitar que se forme costra en la superficie, y la dejamos enfriar. 

La preparación de la crema pastelera ya la podéis preparar la víspera y guardarla en el frigorífico.

Mientras la crema pastelera enfría, cortamos tiras largas de hojaldre de unos 2cm. de ancho, y las vamos enrollando alrededor del canutillo, procurando que queden las vueltas algo superpuestas para que luego no tenga huecos por donde se cuele el relleno. Hay que evitar también llegar al extremo del canutillo, para que cuando salga del horno tengamos por donde sujetarlo para retirar la masa.

Una vez que tengamos todos los canutillos con el hojaldre, los pincelamos con huevo batido, y los llevamos al horno precalentado a 180º C, con calor arriba y abajo hasta que tengan un bonito color dorado.

Cuando estén hechos, los retiramos del horno, dejamos que enfríen un poco para no quemarnos, y con una mano sujetamos el hojaldre sin presionar mucho para que no rompa, y con la otra tiramos del extremo del canutillo que sobresale. Después dejamos que enfríen por completo, y finalmente rellenamos de crema pastelera, y espolvoreamos por encima azúcar glas. Como veis son muy fáciles de hacer, y están deliciosos.

Seguimos con las cañitas de hojaldre y cabello de ángel.

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-cabello de ángel (el mío de la marca Hida)
-huevo batido para pincelar
-granillo de almendra

Elaboración:

Para elaborar estas cañas he usado cabello de ángel comprado, pues en casa lo hice varias veces, pero últimamente no lo hago porque la parcela que tenemos dedicada a huerto en la finca no da para plantar tantas cosas, y hay que priorizar. En realidad daría para más, pero buena parte de ella la ocupan y disfrutan mis gallinas felices.

Otra razón por la que no siembro calabazas de cabello de ángel, también conocidas como cidras, es porque el que he comprado me ha parecido de muy buena calidad, y como tampoco uso mucho pues cuando lo necesito compro un bote y listo. Como os indico en la lista de ingredientes es de la marca Hida, que ya había probado otros productos de esta marca y me encantaron. Podéis verlos todos los productos que comercializan pinchando aquí.

Dicho esto, la elaboración de las cañas de cabello de ángel es muy sencilla, simplemente cortamos cuadrados de masa de aproximadamente 8cm.x4cm., colocamos un montoncito de cabello de ángel en medio, enrollamos dejando la abertura por abajo, pintamos con huevo batido y echamos por encima granillo de almendra.

Por último, los llevamos al horno, precalentado a 180ºC, con calor arriba y abajo, hasta que tengan un bonito color dorado. ¡Están de vicio!

Por último vamos con las “rosas” de manzana y hojaldre

Ingredientes:

-1 lámina rectangular de hojaldre
-2 manzanas grandes (3 si son pequeñas)
-zumo de ½ limón
-agua
-mantequilla
-azúcar moreno o mermelada de albaricoque
-canela en polvo
-azúcar glas para decorar

Preparación:

Para la elaboración de las “rosas” de hojaldre y manzana, comenzamos lavando bien las manzanas, luego las cortamos en cuartos, es decir cada manzana en dos, y luego cada parte nuevamente en dos. Después les retiramos el corazón, y cortamos cada cuarto de manzana en lonchas finas.

A continuación colocamos las lonchas de manzana en un bol, cubrimos con agua fría y añadimos el zumo de limón, y llevamos el bol al microondas durante 3 minutos a máxima potencia.

Transcurrido el tiempo, echamos las manzanas dentro de un colador para escurrirlas bien. Reservamos.

Por otra parte, desenrollamos la masa de hojaldre, y cortamos tiras de 4 ó 5 centímetros de ancho por unos 30 centímetros de largo (generalmente el largo de las tiras coincidirá con el ancho que trae la lámina de hojaldre, si utilizáis hojaldre comprado)

Después fundimos un poco de mantequilla, y pincelamos las tiras de hojaldre. Sobre ellas esparcimos un poco de azúcar moreno y de canela molida, y con un rodillo presionamos un poco, no se trata de estirar la masa, sino de que el azúcar y la canela se adhieran ligeramente a ella. En este paso también podéis cambiar el azúcar moreno por mermelada, la de albaricoque le va especialmente bien. Si optáis por la mermelada no es necesario hacer presión con el rodillo porque la mermelada se adhiere a la masa por sí sola.

A continuación vamos colocando las lonchas de manzana que teníamos reservadas, procurando que queden algo superpuestas, es decir, que una loncha monte un poco en la anterior, y con la parte de la piel hacia fuera del hojaldre, y de manera que sobresalga algo por encima del mismo; y además las colocamos desde la mitad de la tira de hojaldre hacia arriba, dejando la mitad del hojaldre hacia abajo libre, sin nada. Después la parte de abajo la doblamos sobre la parte de arriba, y con ello observaréis que así las manzanas quedan sujetas para que no se suelten al darle la forma de “rosa”.

Por último vamos enrollando la tira hasta llegar al final, y ya tenemos la flor formada. Después con cuidado la metemos dentro de una cápsula de papel, y esta a su vez dentro de un molde para magdalenas, para que no pierdan la forma en el horno.

Finalmente las metemos en el horno, previamente precalentado a 180º C con calor arriba y abajo, hasta que estén hechas. Después solo queda retirar la bandeja del horno, dejar enfriar, y espolvorear por encima azúcar glas.

Bueno, pues para finalizar con este largo post, deciros que obviamente el hojaldre da para muchísimas otras combinaciones, tanto dulces como las de hoy, como también saladas, así que os iré mostrando más recetas elaboradas con esta versátil masa.

Gracias por estar ahí. Un abrazo.

miércoles, 18 de enero de 2023

Yogur Griego con Manzanas Asadas



Para el primer post de este 2023, he elegido una receta dulce, muy fácil de preparar y absolutamente deliciosa.

Se trata de un yogur griego con manzanas asadas, muy suave y cremoso, y con una mezcla de sabores del propio yogur, con la manzana y el toque de canela que le añadí, que lo convierte en irresistible. La verdad es que la foto no le hace justicia.

El pasado domingo asamos un pollo en el horno de leña. Es un horno de barro de Pereruela (Zamora) que le compramos hace unos años a Paqui de La Fábrica de Pereruela. Esos hornos mantienen la calor muchas horas, para que os hagáis una idea, el pollo lo horneamos para comer a mediodía y al día siguiente por la mañana todavía mantenía algo de calor. Por eso después de los asados casi siempre dejamos algo dentro, y el otro día metimos unas manzanas, porque tanto a mi marido como a mí nos encantan las manzanas asadas. Algunas las comimos así sin más, y otras las reservé para preparar estos yogures.

Os dejo a continuación la lista de ingredientes y después os comento cómo preparé las manzanas asadas y los yogures.

Ingredientes:

Para las manzanas asadas

-6 manzanas (las mías Golden)
-2 vasos de agua (si es en horno eléctrico llegará un vaso)
-130gr. de azúcar
-1 trocito de mantequilla cortada en cubitos (opcional)
-1 pizca de canela molida

Para los yogures (7 unidades)

-1 yogur natural
-250ml. de nata de montar
-550ml de leche entera
-1 cucharada sopera de azúcar
-6 manzanas asadas

Preparación:

Lo primero lógicamente es asar las manzanas, para ello las lavamos bien bajo el grifo, luego le hacemos un corte en la piel transversalmente y si lo preferís le sacáis el corazón y repartir en el interior unos cubitos de mantequilla. Yo en esta ocasión ni le saqué el corazón ni le añadí mantequilla.
  
Ponemos las manzanas en una bandeja, añadimos el azúcar y el gua, y las metemos en el horno hasta que estén asadas.

En mi caso como el horno todavía tenía una temperatura muy alta, las cubrí con papel aluminio para que no se quemara la piel, pero si las asáis en horno eléctrico, no creo que os haga falta, ni tampoco necesitaréis tanta agua, con un vaso o incluso algo menos pienso que será suficiente, porque en los hornos eléctricos no se evapora tanto como en los de leña.

En el horno eléctrico las ponéis a media altura, con calor arriba y abajo, y a 180º aproximadamente, durante unos 35 minutos más o menos, hasta que veáis que tienen un bonito color dorado.

Una vez asadas las dejáis enfriar, y si las queréis comer así, las podéis servir acompañadas con un rosetón de nata montada por ejemplo, y espolvoreadas con una pizca de canela molida y regado por encima con el almíbar que sueltan en el horno.



Si las vamos a emplear para la base de los yogures, le retiramos los rabitos y el corazón si no lo habíamos hecho antes de hornearlas, las cortamos en trocitos (en mi caso también la piel, porque me gusta la piel de las manzanas asadas, pero si nos os gusta encontrarla en los yogures la retiráis), mezcláis con el almíbar que sueltan y con una pizca de canela molida, y repartís la mezcla en los vasos de la yogurtera. Reservamos.

Aparte preparamos el yogur, para ello ponemos al fuego la leche, la nata y el azúcar, y cuando esté a punto de hervir apagamos el fuego, dejamos que entibie y cuando esté a 37ºC, añadimos el yogur, mezclamos bien y repartimos en los vasos de yogur, encima de la manzana asada.

Por último, ponemos los vasos dentro de la yogurtera, y la dejamos encendida durante unas 10 horas aproximadamente. Pasado ese tiempo, ya estará los yogures perfectamente cuajados, tapamos los vasos de los yogures, y los dejamos en el frigorífico para que enfríen completamente, mínimos 4 horas, aunque yo los dejo de un día para otro. Y después a disfrutar de un postre, sano y muy rico.

Si no tenéis yogurtera, podéis prepararlos en el horno, en unos vasos de cristal. La temperatura del horno ha de estar en torno a los 37ºC durante todo el proceso, sin exceder nunca los 45ºC, porque a temperaturas superiores a esa, las bacterias encargadas de transformar la lactosa de la leche en ácido láctico muere.

Esto ha sido todo por hoy. Gracias por leerme.

Un abrazo.