Mostrando entradas con la etiqueta queso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta queso. Mostrar todas las entradas

lunes, 13 de febrero de 2023

Tarta de queso sin horno


Cómo pasa el tiempo, ya estamos a mediados de febrero, y mañana es el día de San Valentín, el Dios del Amor y la Amistad.

Yo no soy de celebrar estas fechas, creo que las amistades hay que cuidarlas siempre, y estar ahí para lo que haga falta en los momentos complicados, y el amor hay que demostrarlo todos los días, pero es verdad que tener un detalle especial ese día con nuestra pareja tampoco es malo, al contrario, y no tiene por qué ser caro, es más una cuestión de actitud que una decisión de tipo monetario.

El año pasado hice una tarta de queso con forma de corazón, y dado que hoy es víspera del día de los enamorados, creo que es la fecha ideal para publicarla.

Es una tarta que no va al horno, y es muy fácil de hacer. La mayoría seguro que ya la conocéis, pero os enseño cómo la preparo yo. 

Ingredientes:

-1 paquete de galletas tipo María
-80gr. de mantequilla derretida
-500gr. de queso crema (el mío de Quescrem)
-200gr. de leche entera
-200gr. de nata de montar
-2 sobres de cuajada
-150gr. de azúcar
-mermelada de fresa o de frutos rojos (la mía es casera de fresa)
- fruta fresca para decorar: fresas o frutos rojos (opcional)

Elaboración:

Comenzamos preparando una base de galletas, para ello trituramos bien las galletas metiéndolas en una bolsa de plástico y aplastándolas con un rodillo de cocina. Luego echamos las galletas trituradas en un bol, y añadimos la mantequilla derretida. 

Mezclamos bien y después con esta mezcla de galletas y mantequilla cubrimos la base del molde, sobre la cual habremos puesto previamente papel de hornear, presionando con el dorso de una cuchara para que compacte, y mientras seguimos con la preparación de la tarta ponemos el molde en el congelador, para así asegurarnos de que la mantequilla se endurece, y la base de galleta no rompe.

Una vez terminada la base, continuamos con la preparación de la tarta, para ello ponemos un cazo al fuego, añadimos la nata, el azúcar, el queso y los dos sobres de cuajada diluidos en la leche. Removemos bien para que la mezcla no se pegue, y cuando esté a punto de ebullición, retiramos del fuego, dejamos enfriar un par de minutos, y la vertemos en el molde sobre la base de galletas, dejándola caer muy suavemente sobre el dorso una cuchara, para que no rompa la base de galletas. 

Después la dejamos enfriar a temperatura ambiente, y cuando esté fría la llevamos al frigorífico hasta el momento de servir, y es entonces cuando la desmoldamos, y decoramos por encima con una capa de mermelada de fresa o de frutos rojos, y si queréis podéis poner también alguna fruta fresca, en este caso unas fresas o unos frutos rojos que son los que mejor le van a esta tarta.

También se puede preparar en la thermomix, para ello debéis seguir los siguientes pasos:

1- Echamos las galletas en el vaso, y programamos 15 segundos /velocidad 8

2- Con la espátula bajamos las galletas, añadimos la mantequilla (en este caso a temperatura ambiente) y programamos 3 minutos / 50ºC/ velocidad 3. Luego extendemos la mezcla en el molde, sobre papel de hornear, extendiéndola y presionando con el dorso de una cuchara para que quede bien compacta y la llevamos al congelador.

3- Añadimos el queso, la leche, la nata, el azúcar y los dos sobres de cuajada al vaso, y programamos 9 minutos / 90ºC/ velocidad 4

4- Vertemos la mezcla sobre la base de galletas, volcándola suavemente sobre el dorso de una cuchara, y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Después cuando esté fría la llevamos al frigorífico hasta el momento de servir, que la desmoldamos y la decoramos con mermelada de fresas o de frutos rojos.

Como veis es una tarta muy fácil y muy rica. Esta era la tarta favorita de mi madre, así que con vuestro permiso, y todo mi cariño, se la dedico a ella.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta.

Hasta entonces. Un abrazo.

sábado, 11 de diciembre de 2021

Crema de queso azul con uvas y nueces caramelizadas


Se acercan las fiestas navideñas, y la receta que os traigo hoy resulta perfecta como entrante. Se trata de una crema de queso azul que lo ideal es prepararla la víspera para que tenga la consistencia adecuada y se asienten los sabores. 

Las nueces que la acompañan también se pueden caramelizar con antelación y así en el último momento solo habría que presentarla en recipientes individuales y ya tenéis este entrante listo para servir a la mesa, y así disponéis de más tiempo para preparar el resto de platos, que son fechas en las que suele haber mucho trajín en la cocina.

Si os gusta el contraste de sabores y texturas, este entrante os encantará, y aunque lleva queso azul, que tiene un sabor muy pronunciado, como se utiliza poca cantidad para hacer la crema, en el resultado final se nota pero no tiene un sabor fuerte.

Sin más dilación os detallo la lista de ingredientes y los pasos a seguir para su elaboración.

Ingredientes:

Para la crema

-250ml. de nata para montar (35% M.G.)
-60gr. de queso de untar tipo philadelphia
-30gr. de queso azul
-sal
-pimienta molida

Para las nueces caramelizadas

-1 ½ vasos de nueces pecanas
-1 vaso de azúcar
-1/3 vasos de agua
-zumo ½ limón

Decoración:

-uvas
-nueces caramelizadas

Preparación:

La víspera comenzamos realizando la crema, para ello ponemos un cazo a fuego medio, añadimos la nata y los dos quesos, removemos para que se fundan los quesos y se integren en la mezcla. Dejamos cocer unos 10 minutos hasta que comience a espesar, en ese momento añadimos una pizca de pimienta molida y una pizca de sal, y continuamos con la cocción otros 10 minutos más aproximadamente, pero bajando el fuego al mínimo. Cuando la mezcla haya espesado lo suficiente, retiramos del fuego, y cuando enfríe la pasamos a un bote de vidrio con tapa y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

Aparte tenemos que caramelizar las nueces, para ello ponemos el azúcar, el agua y el zumo de limón en una olla a fuego bajo. Cuando al hervir se empiecen a formar burbujas, añadimos las nueces y con una cuchara de madera removemos continuamente.

Al principio notaremos que el azúcar se va caramelizando, y transcurridos unos minutos ese caramelo que se había formado se cristalizará, es como si se secara y se hubiera adherido a las nueces, eso es señal de que todo va bien, pero todavía no hemos terminado, tenemos que seguir removiendo hasta que se produzca la siguiente fase, en la cual el azúcar que ya se había adherido a las nueces, recupera el brillo perdido al cristalizarse, en ese momento apagamos el fuego, e inmediatamente extendemos las nueces en la encimera sobre papel de hornear, o sobre un tapete de silicona. Cuando estén frías las guardamos en un bote de vidrio con tapa.

Finalmente solo nos queda la presentación, para ello colocamos un poco de crema de queso en el fondo de recipientes individuales (en este caso utilicé unas cucharillas de aperitivo) y encima colocamos la mitad de una uva fresca y una nuez pecana caramelizada tal y como se ve en la foto, y listo para servir a la mesa y sorprender a vuestros invitados.

Y esto ha sido todo por hoy. En unos días vuelvo con una nueva receta.

Un abrazo.

lunes, 31 de agosto de 2020

Ensalada de burrata, rúcula, tomates secos y piñones


A punto de despedir agosto, y ya en la recta final de este atípico verano, no tanto en lo climatológico como en lo social por el tema del covid, aprovecho para traeros la receta de una ensalada riquísima que preparé varias veces en los últimos meses.

En el penúltimo post subí la receta de la ensalada caprese, que combina albahaca, tomate y mozzarella, un queso de origen italiano. Pues bien, la que os propongo hoy también lleva un queso de origen italiano, primo hermano de la mozzarella, en este caso el queso burrata.

Hay quien considera la burrata como un tipo de mozzarella, debido a que la mozzarella es  su principal ingrediente, pero la burrata es más que eso, es un queso en sí mismo, no un subproducto.

Tienen en común que ambos son quesos frescos de origen italiano, la mozzarella de la región de Campania, y la burrata de la región de Apulia, pero se diferencian fundamentalmente en su textura, mucho más cremosa en el caso de la burrata, de hecho recibe ese nombre porque recuerda a la mantequilla (burrata en italiano) En cuanto a la presentación, la mozzarella puede tener forma rectangular, de trenza y más frecuentemente forma de bola o pequeños trozos redondos, mientras que la burrata tiene forma de saco pequeño. Hay más características que las diferencian pero cualquiera de estos quesos están riquísimos en ensaladas.

La mozzarella es más fácil de encontrar a la venta, en cualquier supermercado la tienen, la burrata en cambio cuesta más encontrarla, aunque Mercadona la tiene, si bien no la he comprado nunca allí y por tanto no puedo opinar sobre el producto.

Volviendo a lo que os comentaba, estas dos ensaladas, la caprese y esta,  están absolutamente deliciosas y en verano que duda cabe que las ensaladas apetecen más, por eso quería publicar la recetas en esta época del año, y como de momento estamos en verano, aunque aquí por el norte estos días llueva y haga fresquito, seguro que aun nos quedan días de sol y temperaturas agradables, así que os animo a que toméis nota y comprobéis por vosotros mismos lo que os digo.

Ingredientes por comensal:

-1 saquito de queso burrata
-3 ó 4 tomates secos en aceite de oliva
-rúcula
-1 puñadito de piñones
-aceite de oliva virgen extra (del mejor que encontréis)
-orégano seco
-tomillo seco
-sal en escamas (sal maldon)

Preparación:

Cubrimos el fondo del plato con la rúcula lavada y secada con un papel de cocina. Sobre ella, y alrededor del plato, colocamos 3 ó 4 tomates secos en aceite de oliva cortados por la mitad. En el centro del mismo colocamos el queso burrata cortado también por la mitad para que su interior cremoso quede al descubierto. Después esparcimos por arriba  unos piñones ligeramente tostados en la sartén, espolvoreamos un poco de orégano seco y de tomillo seco, y por último echamos la sal en escamas y regamos con un generoso chorro del mejor aceite de oliva que encontréis, y ya está lista para servir a la mesa.

Os aseguro que es una ensalada exquisita, y si bien la burrata y el aceite le aportan bastantes calorías,  y por tanto no es precisamente una opción ideal para personas que sigan una dieta hipocalórica, no pasa nada porque de vez en cuando uno se dé un capricho, y más si se trata de un plato de comida sana como es el caso.

Bueno, pues espero que os haya gustado mi propuesta de hoy.

Dentro de unos días volveré con una nueva receta. Hasta entonces solo me resta daros las gracias por seguirme y desearos una feliz semana.

Un abrazo