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miércoles, 17 de enero de 2024

Bombón de morcilla sobre compota de manzana


Pasada la primera mitad del mes de enero, parece que las fiestas navideñas forman parte de un pasado lejano, aunque he visto por ahí cuando voy en coche, algunos rezagados que todavía no han retirado la decoración de esas fechas. En mi caso como este año no decoré la casa me ahorré ese trabajo, que `por otra parte no me gusta nada, porque me entra la nostalgia.

Os menciono la Navidad, porque la receta que os traigo hoy, suele formar parte en los últimos tiempos de mis aperitivos para esas fiestas, y aunque llega tarde por la fecha en la que estamos, considero que a lo largo del año siempre hay algún cumpleaños, aniversario de boda o similar, en los que este aperitivo tiene cabida y os dejará un muy sabor de boca, a vosotros y a vuestros invitados, siempre que no seáis aprensivos con eso de la sangre que contiene la morzilla. Yo hace años era una de esas personas, ahora poco a poco voy abriendo un poco mi mente en temas culinarios, y la verdad es que disfruto de cosas que antes me negaba a probar, la receta de hoy es un claro ejemplo de ello.

Estos bombones de morzilla sobre compota de manzana, que así se llama la receta, los preparo siempre en la thermomix, y aunque en la foto que ilustra la receta aparecen manzanas de la variedad fuji de nuestro manzano, las que utilizo para la elaboración de este aperitivo son manzanas reineta, que tienen un punto ácido que combina muy bien con la morzilla. Precisamente la variedad de manzanas fuji es quizás la que menos os recomiendo porque son más dulzonas y les falta ese puntito de acidez.

Si se diera el caso de que el resultado de la pasta de manzana y morcilla os pareciera muy ácida, podéis añadirle una pizca de azúcar; lo mismo ocurre con la compota de manzana que compone la base, pero os aconsejo añadir muy poquito e ir probando.

Os dejo a continuación la lista de ingredientes y su posterior elaboración.

Ingredientes:

-350gr. de manzana reineta
-250gr. de morzilla (sirve la de Burgos y también la de cebolla)
-1 pizca de pimienta molida
-150gr. de agua
-2 claras de huevo
-120gr. de granillo de almendra cruda
-aceite de oliva suave para freír. El mío de Aceites Abril

Preparación:

En primer lugar aclararos que el peso de las manzanas que figura en el índice de recetas, es con estas peladas y descorazonadas. Una vez hecho esto las cortamos en trozos y ya las tenemos listas para procesar.

Seguidamente ponemos en el vaso de la thermomix 100gr. de manzanas, programamos 4 segundos / velocidad 4.

A continuación bajamos los restos con la espátula, y después añadimos la morzilla, 1 pizca de pimienta, y programamos 4 segundos / giro inverso / velocidad 4. Terminado el tiempo, vertemos el contenido en un cuenco y lo guardamos en el frigorífico para que coja consistencia. Hasta aquí lo podéis dejar preparado la noche anterior, como suelo hacer yo.

El siguiente paso, con el vaso lavado, consiste en poner el resto de las manzanas (250gr.) y el agua y programar 15minutos / 100 ºC / velocidad 1. Una vez terminado el tiempo, programamos 30 segundos / velocidad 7, y reservamos.

Por otra parte formamos bolas de tamaño un poco más grande que una avellana, las rebozamos en las claras de huevo previamente batidas, y después las pasamos por el picadillo de almendra.

Cuando tengamos todas las bolas formadas, ponemos aceite de oliva suave en una sartén al fuego, y cuando esté caliente (no en exceso), las freímos en él, y luego las dejamos escurrir el exceso de aceite sobre papel de cocina absorbente.

Por último, repartimos la compota de manzana en cucharillas de aperitivo, y colocamos encima un bombón de morzilla en cada cucharilla.

Y esto ha sido todo por hoy. Espero que os haya gustado la receta. Dentro de unos días volveré con otra nueva propuesta.

Un abrazo

lunes, 27 de febrero de 2023

Bollos Preñaos

Para terminar febrero, os traigo una receta típica de Asturias; los bollos preñaos, los cuales también son típicos en Galicia, aunque no tan populares como en Asturias.

Hacía mucho que no preparaba esta receta, pero el día 3 de este mes, se celebró en mi parroquia la festividad de San Blas, y hace años los miembros de la Comisión de Fiestas organizaban ese día una fiesta con degustación de filloas y otros productos típicos para acompañarlas, en cambio este año cambiaron las filloas por bollos preñaos, como se les denomina en Asturias, y yo cuando vi el cartel de las fiestas me entraron ganas de comerlos. Como además no iba a ir a la fiesta, pues ese día tenía previsto viajar a Barcelona, si quería comerlos no me quedaba más remedio que prepararlos, y no lo pensé dos veces.

Utilicé como de costumbre mi masa preferida, la que empleo desde siempre para las empanadas y las pizzas.

Respecto a esta receta, a mi juicio, buena parte del éxito de la misma radica en utilizar unos chorizos adecuados, entendiendo por tal aquellos chorizos que no estén muy curados, sino más bien blanditos, porque resultarán más jugosos por dentro, y luego con la calor del horno, parte de esa grasita se transfiere al pan, lo cual le da un sabor exquisito.

Aparte de eso he seguido un truco que le vi a mi querida amiga Chus, del blog Siguiendo a Nenalinda, y consiste en hervir los chorizos en sidra o en vino blanco, de esa manera resultarán todavía más sustanciosos. Abajo en la descripción os explico cómo lo hago.

Os dejo sin más dilación con la lista de

Ingredientes:

Para la masa

-300 ml. de agua
-450gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-25gr. de levadura prensada o bien un sobre de levadura de panadería deshidratada (la mía de la prensada, de Levanova)
-una pizca de sal
-una cucharada de aceite de oliva (el mío de Aceites Abril)

Para el relleno

-3 chorizos poco curados
-1 vaso de sidra natural o de vino blanco (opcional)

Preparación:

Comenzamos preparando el relleno de los bollos preñaos, para ello ponemos los chorizos y la sidra en una olla pequeña y la llevamos al fuego, cuando levante el hervor, bajamos el fuego al mínimo y esperamos hasta que se consuma la mayor parte del líquido y quede una salsita semilíquida. En ese momento apagamos el fuego, esperamos que enfríen, y cortamos los chorizos en rodajas de un dedo de grosor aproximadamente. Reservamos.

El paso anterior se puede obviar como os decía más arriba, y entonces cortamos directamente los chorizos en rodajas sin cocerlos previamente.

A Continuación preparamos la masa de los bollos, para ello echamos en la panificadora el agua, el aceite de oliva, la sal, la harina tamizada, y la levadura, en ese orden. Luego iniciamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi panificadora dura 1hora 30 minutos.

Una vez finalizado el programa de la panificadora, volcamos la masa de la cubeta sobre una superficie enharinada, desgasificamos ligeramente, y dejamos que repose durante unos 5 ó 10 minutos.

Transcurrido el tiempo de reposo, cortamos la masa en pequeñas porciones del tamaño de un huevo de gallina aproximadamente. A continuación cogemos una de estas porciones, y con las dos manos la estiramos un poco, luego colocamos en el centro una rodaja de chorizo, cerramos y boleamos ligeramente y la colocamos en la bandeja del horno, sobre papel de hornear. Continuamos así hasta terminar con todas las porciones de masa. Después las tapamos con un paño de cocina, y dejamos en un lugar cálido y alejado de corrientes de aire hasta que doblen el volumen.

Cuando veamos que los bollos han crecido, precalentamos el horno a 180ºC, y mientras el horno se calienta, con un pincel de cocina, podéis pintar ligeramente los bollitos por arriba con el líquido resultante de la cocción de los chorizos en sidra, de esta manera saldrán con un precioso color doradito. Este es un truco mío para que salgan más atractivos a la vista, si bien, en esta ocasión no lo hice para ceñirme en lo posible a la receta original.

Cuando el horno esté caliente, colocamos la bandeja en la parte central con calor arriba y abajo, y en unos 15 a 25 minutos ya estarán hechos, dependerá un poco del tamaño de vuestros bollos.

Esto ha sido todo, espero que os haya gustado la receta. Nos vemos de nuevo en unos días.

Un abrazo, y gracias por leerme.

miércoles, 25 de enero de 2023

Pizza Romana


Hoy vengo con una nueva receta de pizza, en este caso una clásica; la pizza romana, que seguro que todos habéis probado en alguna ocasión, y cuyos ingredientes, además del tomate, el queso y el orégano de siempre, incluyen el jamón cocido, los champiñones frescos laminados y las aceitunas negras. Sin duda una combinación de ingredientes muy afortunada, que la convierten en una de mis pizzas favoritas.

La masa es la misma que llevo utilizando hace ya muchos años, para las pizzas y las empanadas, y me da tan buenos resultados que creo que ya no la cambiaré nunca.

Os dejo con la lista de ingredientes y a continuación os explico cómo la preparo.

Ingredientes:

Para la masa

-150ml. de agua
-240gr. de harina de fuerza (la mía de Harina Tradicional Zamorana)
-1 cucharada de aceite de oliva virgen extra (el mío de Aceites Abril)
-1/2 sobre de levadura de panadería o 12gr. de levadura fresca
-1 cucharadita de sal

Para el relleno

-70gr. de tomate triturado
-8 champiñones medianos ó 12 pequeños
-12 aceitunas negras cortadas por la mitad
-10 lonchas de jamón cocido
-200gr. de queso mozzarella fresco
-orégano seco
-especias para pizza (Es opcional. Yo uso las de Jauja)

Preparación:

Empezaremos preparando la masa, y en mi caso pese a que tengo panificadora, y para hacer masas es ideal, por comodidad y para acelerar el proceso, muchas veces utilizo la thermomix. Para ello echo el agua, la sal y el aceite de oliva en el vaso, y programo 3 minutos/ temperatura 37º/velocidad cuchara. Después añado el resto de ingredientes, es decir, la harina y la levadura, y programo 3 minutos/función amasar. Una vez terminado de amasar, guardo la masa en un cuenco untado en aceite, y lo cubro con papel film hasta que la masa haya doblado el volumen.

Para amasarla en la panificadora echamos todos los ingredientes en la cubeta por el siguiente orden: agua, sal, aceite de oliva, harina y levadura; y seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado que en mi máquina dura 1 hora 30 minutos (20 de amasado y los restantes de levado).

Si no tenéis robot de cocina para preparar la masa, se amasa perfectamente a mano, para ello echáis en un recipiente amplio la harina previamente tamizada y la sal, removéis con una cuchara de madera para mezclar, y luego hacéis un huevo en medio como si se tratase del cráter de un volcán, y añadís en él el agua tibia, en la cual habréis desleído previamente la levadura. Después vais mezclando con la ayuda de una cuchara de madera en un principio, y luego cuando se empiece a formar una bola, seguís amasando en la encimera, con las manos, durante unos diez minutos. A continuación guardáis la masa en un cuenco untado en aceite y lo tapáis para evitar que entren corrientes de aire, y ya solo queda esperar que la masa doble su volumen, en ese momento estará lista para seguir con la preparación de la pizza.

Con la masa ya lista, el siguiente paso consiste en precalentar el horno, con calor arriba y abajo, a 250º.

Mientras el horno se va calentando, estiramos la masa con la ayuda de un rodillo, dándole forma redonda, para ello estiramos del centro hacia fuera, y la colocamos sobre la bandeja del horno en la cual habremos colocado previamente papel de hornear en la base. Sobre la masa extendemos el tomate triturado, y sobre él espolvoreamos orégano seco al gusto y yo además le pongo una mezcla de especias para pizza de la marca Jauja.

Seguidamente añadimos el queso desmenuzándolo con las manos en pequeños montoncitos, y lo repartimos por toda la superficie. Después limpiamos los champiñones, y con una mandolina los cortamos en láminas finas, y los distribuimos por toda la superficie. Por último ponemos las lonchas de jamón cortadas en trozos no muy pequeños, y las aceitunas negras cortadas por la mita, y horneamos con la bandeja del horno situada sobre la base del mismo, es decir, la bandeja, en contacto con la base del horno. Esto último es importantísimo para que la base de la pizza salga crujiente.

Finalmente cuando veamos que la pizza está cocida, en mi horno tarda en torno a los 12-15 minutos, la retiramos y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe un poco y después la cortamos en porciones y lista para servir y disfrutar.

Espero que os haya gustado la receta de hoy. Muchas gracias por leerme. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta. Hasta entonces, que seáis muy felices.

Un abrazo.

viernes, 20 de enero de 2023

Empanada de pollo y champiñones


En la anterior entrada, os comenté que había asado unas manzanas en el horno de leña, con el calor residual que quedó después de preparar un asado de pollo (podéis ver la receta pinchando aquí)

Pues bien, como solo somos dos personas en casa, mi marido y yo, un pollo entero es mucho y siempre sobra bastante, pero eso no es un problema, porque las sobras siempre acabo reciclándolas, bien sea en croquetas, en una ensalada, o como en este caso, en una empanada de pollo y champiñones, que os aseguro que está de vicio.

Os dejo ya con la lista de ingredientes y su elaboración, veréis que fácil es.

Ingredientes:

Para la masa

-300ml de agua
-450gr de harina de fuerza (la mía Harina Tradicional Zamorana)
-25gr de levadura fresca de panadería ó 9gr de levadura de panadería deshidratada
-1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra (el mío de Aceites Abril)
-2 cucharaditas pequeñas de sal

Para el relleno

-6 cebollas
-400gr. de champiñones limpios y laminados
-sobras de pollo asado
-pimientos en conserva (los míos en esta ocasión eran caseros)
-aceite de oliva virgen extra (el mío de Aceites Abril)
-1 pizca de sal
-1 cucharada de pimentón dulce (el mío de Jauja)
-1/2 vasito de vino blanco (opcional)

Preparación:

Echamos en la cubeta de la panificadora el agua, el aceite de oliva, la sal, la harina tamizada y la levadura, por ese orden, y luego iniciamos el programa de amasado con fase posterior de levado que en mi panificadora es el número 7 y tiene una duración de 1 hora 30 minutos.

Mientras la panificadora prepara la masa, nosotros aprovechamos para elaborar el relleno, y para ello ponemos una sartén antiadherente al fuego y cubrimos la base de la misma con aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos las cebollas cortadas en juliana fina, y salamos ligeramente.

Dejamos que se rehogue a fuego suave durante unos 20 minutos.
 

Después añadimos los champiñones limpios y cortados en láminas finas. Cuando levanten el hervor, añadimos medio vaso de vino blanco (esto es opcional).

Dejamos que se hagan a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que se evapore todo el líquido que sueltan. En ese momento retiramos la sartén del fuego, para que el aceite pierda algo de calor, y añadimos el pimentón, removemos bien y dejamos reposar hasta que la masa esté lista.
 

Cuando la panificadora haya terminado retiramos la masa de la cubeta, la colocamos sobre una superficie enharinada y desgasificamos ligeramente, y la dividimos en dos partes casi iguales, solo una un poquito más grande que la otra. Cogemos la parte más grande y con ayuda de un rodillo la extendemos finamente, la colocamos en la base de una bandeja de horno sobre papel sulfurizado.

Aparte, a los champiñones y la cebolla que teníamos en la sartén, les escurrimos el aceite, y le añadimos los restos de pollo desmenuzados y mezclamos bien. Después con esa mezcla rellenamos la empanada.

 

Por encima repartimos unos pimientos en conserva.
 

A continuación tapamos con la masa restante que habremos estirado previamente con el rodillo. Hacemos un agujero en el centro para que respire en el horno.

Después pincelamos con el aceite con pimentón que quedó en la sartén donde habíamos sofrito la cebolla y los champiñones.
 

Por último la llevamos al horno, en el mío en la cuarta ranura empezando por abajo, justo en la parte central, a 180º los primeros 15 minutos con fuego abajo, y luego 10 minutos más con fuego arriba y abajo, y los últimos 5 minutos solo fuego arriba para que coja un bonito color dorado. A lo mejor en vuestro horno puede tardar más o menos, eso ya lo vais viendo.

Cuando esté hecha la retiramos del horno y la colocamos sobre una rejilla hasta que enfríe.

Espero que os haya gustado. Hasta la próxima.

Un abrazo.

domingo, 25 de diciembre de 2022

Emulsión de Patatas con Pulpo


Como todavía es día de Navidad, aproveché un ratito para pasar por aquí a desearos a todos los que me leéis, que hayáis pasado hoy un buen día, y ayer una tranquila y agradable Nochebuena en compañía de vuestros seres queridos. De paso comparto con vosotros la receta de un entrante que preparé para la cena de ayer, y aunque ya lo había preparado en otras ocasiones, no tenía foto, pero esta vez pude hacérsela y como es tan fácil de preparar y está tan rico, y dado que todavía quedan fiestas por delante, os dejo la receta por si a alguien le puede interesar prepararlo de cara a Fin de Año, Año Nuevo o Reyes.

Se trata de una emulsión de patatas con pulpo, y la receta en la que me basé es de Rosa Ardá de Velocidad Cuchara.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la emulsión de patata:

-1.750ml. de agua
-2 hojas de laurel
-sal
-700gr. de patatas peladas y cortadas en dados
-250gr. de nata de montar
-35gr. de aceite de oliva virgen extra (yo como sabéis utilizo Abril)
-pimienta molida

Para la ajada:

-1 diente de ajo
-80gr. de aceite de oliva virgen extra (el mío Abril)
-1 cucharadita colmada de pimentón dulce (yo siempre utilizo Jauja)
-1/2 cucharadita de pimentón picante (el mío también de Jauja)
-sal al gusto

Para la presentación final:

-400gr. de tentáculos de pulpo cocido
-unas escamas de sal Maldon

Preparación:

Esta receta se puede preparar íntegramente en la thermomix (os indicaré los pasos a seguir más abajo), pero yo solo he utilizado el robot de cocina para preparar la emulsión de patata, en cambio la cocción de las mismas y la ajada la hice aparte porque me resulta más cómodo, de manera que lo primero que hice fue cocer las patatas, para ello se pelan, se lavan bien bajo el grifo y luego se cortan en dados, y se añaden a una olla, junto con dos hojas de laurel y la sal necesaria, luego cubrimos con agua fría y ponemos al fuego hasta que estén cocidas. Las mías tardaron cerca de 20 minutos desde que levantaron el hervor.

Una vez cocidas las patatas se escurren y se echan en el vaso de la thermomix. Añadimos también la nata, el aceite y una pizca de pimienta molida y se programa tiempo 3 minutos /temperatura 70ºC/ velocidad 4.

Una vez transcurrido el tiempo, retiramos la emulsión de patatas a una manga pastelera y la servimos en cuencos individuales (la razón de introducirla en una manga, es para evitar que se nos caigan restos por fuera y estropeen la presentación).

Mientras las patatas se estaban cociendo, ya fui preparando el pulpo, que en mi caso era pulpo ya cocido envasado al vacío, que para esta receta me parece ideal porque se adelanta tiempo, y además cocer un pulpo a propósito para esta receta me parece un desperdicio, ya que se necesita poca cantidad, y es tan caro que no está la cosa como para desperdiciarlo.

Al venir cocido, solo hay que sacarlo del envase, secar un poco con una servilleta de papel, y luego cortar los tentáculos en rodajas no demasiado gruesas. Reservamos.

Mientras esperaba por las patatas, también preparé la ajada, para ello ponemos el aceite en una sartén al fuego, y le añadimos un ajo cortado por la mitad (y sin el germen interior). Cuando el ajo esté dorado, apagamos el fuego, retiramos el ajo, y cuando el aceite haya perdido algo de temperatura añadimos el pimentón dulce y el picante, removemos y reservamos.

Por último solo nos queda el montaje final, y para ello rellenamos los cuencos individuales en los que vayamos a presentar este entrante, con la emulsión de patata que tenemos en la manga pastelera, dejando un 1/3 de los mismos sin rellenar. Encima repartimos el aceite con el pimentón entre todos los cuencos, y por último repartimos las rodajas de pulpo, espolvoreamos por encima unas escamas de sal maldon, y listo para disfrutar de un entrante fácil de preparar y absolutamente delicioso, que incluso podéis preparar con antelación, y luego antes de servir, lo ponéis unos minutos dentro del horno caliente, y así de esta manera, con un golpe de calor en el horno, el pulpo para mi gusto incluso queda mejor. En todo caso nunca lo presentéis frío, porque pierde mucho, sin duda caliente está mejor.

A continuación os dejo todos los pasos que debéis seguir si queréis preparar la receta íntegramente en la thermomix.

1-Ponemos en el vaso el agua, y el laurel, y programamos tiempo 12 minutos/temperatura 100ºC/velocidad 1.

2- Añadimos la sal, colocamos el cestillo en su posición dentro del vaso y ponemos dentro las patatas peladas y cortadas (tienen que quedar cubiertas por el agua), y programamos tiempo 20 minutos/temperatura 110ºC/velocidad 1. Cuando finalice el tiempo, retiramos el cestillo con la espátula, tiramos el agua de cocción y volvemos a colocar el vaso en la máquina.

3-Echamos la patatas cocidas en el vaso, añadimos la nata, el aceite, una pizca de pimienta molida, y rectificamos de sal si fuera necesario (para ello probamos primero una patata, y si vemos que está baja de sal añadimos una pizca más), y programamos tiempo 3 minutos/ temperatura 70ºC/velocidad 4. Una vez terminado el tiempo, introducimos la emulsión de patatas en una manga pastelera.

4-Después de lavar bien el vaso y secarlo, añadimos el aceite y 1 ajo cortado por la mitad (sin el germen central) y programamos tiempo 1 minuto/temperatura 100ºC/velocidad 1.

5-Retiramos el ajo, añadimos el pimentón dulce, el picante y la sal, y programamos tiempo 20 segundos/sin temperatura/velocidad 3. Después ya solo nos queda el montaje final, tal como os señalo más arriba.

Como os decía al principio, todavía quedan fiestas por delante, y os animo a que probéis este entrante que estoy segura que os va a sorprender muy gratamente.

Y por hoy termino, mañana si puedo os subo la receta de una tarta de mousse de turrón blando, que está exquisita, y es facilísima de preparar. Incluso a mí que no me gustan demasiado los dulces típicos de la Navidad, en especial el turrón blando, esta tarta me encanta.

Hasta mañana. Un beso a tod@s

lunes, 7 de noviembre de 2022

Pastel de Cabracho


Este año me ha pasado Halloween sin preparar ninguna receta propia de esas fechas, también es cierto que a mí es una temática que no me atrae nada. Brujas, arañas, fantasmas, sangre…, todo eso me desagrada bastante.

La verdad es que el tiempo pasa volando, y en las tiendas ha sido terminar Halloween y ponerse con la decoración navideña en modo ON, y precisamente la receta que os traigo hoy, el pastel de cabracho, bien pudiera formar parte de los entrantes en las próximas fiestas navideñas.

La primera y única vez que probé un pastel de cabracho fue en Asturias. Allí la mayoría de locales de hostelería lo ofrecen, y por eso pensaba que era una receta típica asturiana, pero su origen es otro bien distinto. Se trata de una receta del reputado cocinero vasco, Juan Mari Arzak, quien en la década de los 70, modificó el pastel de merluza, sustituyendo esta por el cabracho.

Lo cierto es que desde que probé este pastel en Asturias, quise preparar la receta en casa, pero pasaron años hasta que pude conseguirlo, porque no encontraba el cabracho a la venta en ninguna pescadería, por eso cuando a finales del verano del año pasado acompañé a mi marido a un centro comercial por motivos laborales, mientras lo esperaba entré al supermercado que había en ese centro comercial, y al llegar a la sección de pescadería casi no me podía creer que lo que tenía ante mis ojos eran dos ejemplares de cabracho. Solo había dos, los justos para preparar esta receta…, pareciera que estuvieran esperando por mí. El caso es que vine para casa con ellos más contenta que si me hubiera tocado la lotería, y más contenta me quedé cuando preparé el pastel, porque salió delicioso.

Además de rico, es muy fácil de preparar, y tiene otra ventaja, y es que se prepara la víspera. Sin más dilación, os dejo con la lista de

Ingredientes:

-500gr. de cabracho fresco
-300ml. de nata líquida
-180gr. de tomate frito
-4 huevos
-1 ó 2 pimientos del piquillo en conserva (opcional)
-una pizca de sal
-mantequilla y pan rallado para untar el molde

Para cocer el cabracho

-el cabracho eviscerado pero con la cabeza (en mi caso eran 2 unidades)
-1 zanahoria
-1 cebolla
-1 puerro
-1 hoja de laurel
-unos granos de pimienta negra
-una pizca de sal

Preparación:

En primer lugar cocemos los cabrachos, para ello echamos en una olla el pescado eviscerado pero con las cabezas, la zanahoria, la cebolla, el puerro, la hoja de laurel, los granos de pimienta y una pizca de sal. Cubrimos con agua, y una vez que levante el hervor, dejamos cocer a fuego bajo durante 15 minutos aproximadamente. Después retiramos el pescado a una fuente, y el caldo lo colamos, y de nuevo volvemos a echar el caldo ya colado en la olla y el pescado, y volvemos a cocerlo otros 15 minutos más. Una vez finalizado el tiempo de cocción, retiramos el pescado, lo dejamos enfriar y después lo desmenuzamos con las manos, retiramos las espinas y reservamos.

El caldo no lo tiréis, lo volvéis a pasar por el colador por si se pudiera desprender alguna espina del pescado, dejáis que se enfríe, y lo congeláis para otra ocasión en la que necesitéis un caldo de pescado.

Por último echamos en un cuenco el pescado desmenuzado, la nata, los huevos, el tomate frito, una pizca de sal, y los pimientos del piquillo en conserva si optáis por añadírselos (yo os animaría a que se los pongáis porque le dan un punto de sabor muy bueno), y luego con la batidora trituramos todo.

Después vertemos la mezcla en un molde rectangular, previamente untado con mantequilla y espolvoreado con pan rallado. Esto se hace para que desmolde bien y no se pegue a las paredes.

Por finalizar, precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo, y lo cocemos al baño María, procurando que el agua no entre en ebullición, para que no salpique y entre dentro del molde que contiene el pastel, y horneamos durante unos 40 ó 45 minutos, hasta que esté cuajado, lo cual comprobaremos introduciendo un palillo, y si sale limpio es que ya está listo, sino hay que continuar con la cocción unos minutos más y volver a hacer la prueba del palillo.

Este pastel es típico servirlo en pequeñas porciones, sobre tostas de pan, y acompañado de salsa rosa.

Pues esto ha sido todo por hoy. Dentro de unos días volveré con una nueva receta.

Hasta pronto.

viernes, 11 de febrero de 2022

Pan de Ajo (en Panificadora)



Esta receta que os presento hoy, el pan de ajo, ha sido todo un descubrimiento para mí, no solo por su forma, sino sobre todo por su sabor.

Pese a ello hace ya tiempo que no lo preparo, quizás porque siendo un aperitivo, me apetece más tomarlo en la terraza de casa, al aire libre. Allí, este pan acompañado de unas lascas de jamón ibérico, unos tomates de la huerta aliñados, y una cervecita fresca, resolvió en más de una ocasión, una comida de domingo.

Se trata de un pan, repleto de aroma, con una textura crujiente en el exterior y muy jugoso en su interior, que a nadie dejará indiferente.

La receta, con alguna pequeña variación, la saqué del libro “Los Secretos del Pan Casero” de Esbieta, un libro que os recomiendo si os gusta la cocina, y más concretamente el mundo de las masas, porque ella es una maestra en este terreno y sus recetas nunca fallan.

Os dejo ya con la lista de

Ingredientes:

Para la masa
-400gr. de harina de todos uso
-230gr. de agua tibia (36ºC)
-6gr. de levadura fresca
-una pizca de sal
-15gr. de azúcar

Para el aderezo
-5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
-1 manojo de perejil fresco
-5 dientes de ajo
-una pizca de sal para el aderezo
-sal en escamas para espolvorear por encima

Preparación:

En primer lugar diluimos el azúcar y la levadura en el agua tibia, después vertemos la mezcla en la cubeta de la panificadora, y añadimos la harina y la sal por ese orden.

Seguidamente seleccionamos el programa de amasado con fase posterior de levado, que en mi máquina dura 90 minutos.

Mientras la panificadora realiza su tarea, aprovechamos para preparar el aderezo, para lo cual, lavamos bajo el grifo el manojo de perejil, lo secamos con papel de cocina, y le retiramos los tallos gruesos, quedándonos solo con las hojas y los tallos más finitos, los cuales echamos en el vaso de la batidora. Añadimos también los ajos pelados y sin el germen central, por último añadimos la sal y el aceite, y mezclamos todo con la batidora. Reservamos.

Cuando la masa esté lista, espolvoreamos harina sobre la superficie de trabajo, volcamos la masa de la cubeta, y desgasificamos. Después con un rodillo de cocina, la estiramos formando una lámina de aproximadamente 40x30cm. (como podéis ver en la foto de abajo no hace falta que os quede perfecta, jeje…)

A continuación echamos unas cucharadas de aderezo sobre la masa, y con la ayuda de un pincel de cocina, untamos bien por todas partes.



Después con un cortapizzas o un cuchillo, cortamos tiras de unos 4 ó 5cm. de ancho.


Seguidamente colocamos las tiras de masa en una bandeja de horno, unas a continuación de otras, formando un disco como el que se ve en la foto de abajo, y a continuación dejamos reposar en un lugar alejado de corrientes de aire, y con una temperatura cálida, hasta que doble el volumen. Si en casa no tenéis un sitio así, meted la bandeja dentro del horno encendido a 25ºC.



Una vez que el pan de ajo haya doblado su volumen, pincelamos por encima un poco más de aliño, espolvoreamos unas escamas de sal Maldon, y metemos en el horno precalentado a 190ºC, colocándolo en la parte inferior, con calor arriba y abajo, durante unos 30-35 minutos.

Yo en esta ocasión utilicé la panificadora porque me simplifica el proceso, ya que permite sacar la masa con el primer levado hecho, pero si no tenéis panificadora podéis usar la amasadora. El tiempo de amasado es de unos 20 minutos a velocidad mínima. Después solo tenéis que esperar a que la masa suba, duplicando su volumen, y lo siguiente, es estirarla, cortar tiras, formar el disco, dejar reposar de nuevo hasta que vuelva a doblar el volumen, y por último hornear.

Por supuesto que también se puede amasar a mano, no entraña mayor dificultad, simplemente el trabajo de estar amasando en torno a unos 20minutos, un trabajo que teniendo la panificadora, que deja perfectamente las masas, yo prefiero ahorrar.

Esto es todo por hoy, dentro de unos días volveré con una receta muy típica de mi tierra en las fechas que se avecinan, los carnavales, que están ya a la vuelta de la esquina.

Hasta entonces. Que seáis muy felices.

sábado, 11 de diciembre de 2021

Crema de queso azul con uvas y nueces caramelizadas


Se acercan las fiestas navideñas, y la receta que os traigo hoy resulta perfecta como entrante. Se trata de una crema de queso azul que lo ideal es prepararla la víspera para que tenga la consistencia adecuada y se asienten los sabores. 

Las nueces que la acompañan también se pueden caramelizar con antelación y así en el último momento solo habría que presentarla en recipientes individuales y ya tenéis este entrante listo para servir a la mesa, y así disponéis de más tiempo para preparar el resto de platos, que son fechas en las que suele haber mucho trajín en la cocina.

Si os gusta el contraste de sabores y texturas, este entrante os encantará, y aunque lleva queso azul, que tiene un sabor muy pronunciado, como se utiliza poca cantidad para hacer la crema, en el resultado final se nota pero no tiene un sabor fuerte.

Sin más dilación os detallo la lista de ingredientes y los pasos a seguir para su elaboración.

Ingredientes:

Para la crema

-250ml. de nata para montar (35% M.G.)
-60gr. de queso de untar tipo philadelphia
-30gr. de queso azul
-sal
-pimienta molida

Para las nueces caramelizadas

-1 ½ vasos de nueces pecanas
-1 vaso de azúcar
-1/3 vasos de agua
-zumo ½ limón

Decoración:

-uvas
-nueces caramelizadas

Preparación:

La víspera comenzamos realizando la crema, para ello ponemos un cazo a fuego medio, añadimos la nata y los dos quesos, removemos para que se fundan los quesos y se integren en la mezcla. Dejamos cocer unos 10 minutos hasta que comience a espesar, en ese momento añadimos una pizca de pimienta molida y una pizca de sal, y continuamos con la cocción otros 10 minutos más aproximadamente, pero bajando el fuego al mínimo. Cuando la mezcla haya espesado lo suficiente, retiramos del fuego, y cuando enfríe la pasamos a un bote de vidrio con tapa y la guardamos en el frigorífico hasta el momento de servir.

Aparte tenemos que caramelizar las nueces, para ello ponemos el azúcar, el agua y el zumo de limón en una olla a fuego bajo. Cuando al hervir se empiecen a formar burbujas, añadimos las nueces y con una cuchara de madera removemos continuamente.

Al principio notaremos que el azúcar se va caramelizando, y transcurridos unos minutos ese caramelo que se había formado se cristalizará, es como si se secara y se hubiera adherido a las nueces, eso es señal de que todo va bien, pero todavía no hemos terminado, tenemos que seguir removiendo hasta que se produzca la siguiente fase, en la cual el azúcar que ya se había adherido a las nueces, recupera el brillo perdido al cristalizarse, en ese momento apagamos el fuego, e inmediatamente extendemos las nueces en la encimera sobre papel de hornear, o sobre un tapete de silicona. Cuando estén frías las guardamos en un bote de vidrio con tapa.

Finalmente solo nos queda la presentación, para ello colocamos un poco de crema de queso en el fondo de recipientes individuales (en este caso utilicé unas cucharillas de aperitivo) y encima colocamos la mitad de una uva fresca y una nuez pecana caramelizada tal y como se ve en la foto, y listo para servir a la mesa y sorprender a vuestros invitados.

Y esto ha sido todo por hoy. En unos días vuelvo con una nueva receta.

Un abrazo.

domingo, 3 de octubre de 2021

Tortitas de Camarones


Hoy os traigo una receta típica del Sur de nuestro país, que está para chuparse los dedos, me refiero a las tortitas de camarones.

Aquí por el Norte es muy complicado encontrar camarones frescos, que sería lo ideal, pero sirven también los camarones cocidos o congelados.  Los que yo utilicé eran congelados, y la cabeza se la retiré, lo cual no debe hacerse, pero a mí me da repelús ;)

La primera vez que probé estas tortitas fue en un bar en Valladolid, y me gustaron tanto que después en cuanto conseguí los camarones la puse en práctica.

La receta la saqué de la red, pero no recuerdo de dónde y ahora no la encuentro, por eso no cito lo fuente, pero fue de las recetas consultadas la que más me convenció, y después de probar el resultado  comprobé que la intuición no me había fallado, porque estaban exquisitas, mucho más ricas todavía que las que probé en aquel bar de Valladolid.

Creo que la diferencia en buena parte radica en utilizar harina de garbanzo recién molida, y eso lo conseguimos moliendo los garbanzos en un robot de cocina, yo lo hice en la thermomix. Mejor esto que comprar la harina de garbanzos en el supermercado.

Cuánto más líquida sea la masa, más se expandirá en la sartén y más finas y crujientes saldrán las tortitas, pero también absorben más aceite y resultan más indigestas. Estas ni son muy finitas ni muy gruesas, y para mí gusto resultan ideales, de todos modos si os gustan más finas, añadid una ó dos cucharadas más de agua a la masa.

Ingredientes:

-150gr. de camarones
-100gr. de harina de trigo
-100gr. de harina de garbanzo
-250ml. de agua fría
-1 cebolla dulce, pequeña (si es grande ½ cebolla)
-unas ramas de perejil fresco
-aceite de oliva virgen suave para freír
-sal

Preparación:

Limpiamos la cebolla y la picamos finamente. Reservamos.

Lavamos el perejil, retiramos las hojas,  desechando los tallos, las picamos finamente y reservamos también.

En un cuenco añadimos la cebolla picada, las hojas de perejil picadas, la harina de trigo, la harina de garbanzos, y una pizca de sal. Mezclamos bien con una cuchara de madera, y por último añadimos el agua y mezclamos hasta obtener una masa homogénea. Después añadimos los camarones, mezclamos un poco, y dejamos reposar la masa en el frigorífico durante 1 ó 2 horas.

Transcurrido el tiempo de reposo, ponemos una sartén grande al fuego, cubrimos la base con aceite, y cuando esté el aceite bien caliente, pero sin que llegue a humear, vamos echando cucharadas de masa. Como es una masa bastante blanda, se expandirá en la sartén formando la tortita.

Dejamos que se hagan por un lado, y luego le damos la vuelta para que se doren por el otro. Después la retiramos del aceite, y las pasamos a una fuente sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Así hasta terminar con toda la masa, y después servir en caliente, que es como más ricas están.

La verdad es que es una receta deliciosa, ideal para un día de fiesta o celebración, y aunque no es precisamente barata, pues los camarones son carísimos,  como se necesita poca cantidad se puede uno permitir un capricho de vez en cuando.

Espero que os haya gustado. Nos vemos dentro de unos días con una nueva receta.

Un abrazo.

martes, 14 de septiembre de 2021

Empanada de bacalao con uvas pasas en horno de leña


Hola amig@s,

Desde el pasado mes de diciembre no he vuelto a realizar publicaciones en el blog, porque en el mes de enero falleció mi madre, la luz de mi vida.

Ya nada será igual sin ella, pero ahora que llegó septiembre y es el mes de la vuelta a la rutina, mi intención es continuar con la actividad en el blog, por mí, y también por ella, porque sé que es lo que le gustaría.

Una de las cosas que a ella le gustaba mucho era la empanada de bacalao con uvas pasas, y como la tenía en la carpeta de borradores desde hace tiempo, ha sido la elegida en esta ocasión.

Cuando tengo tiempo y ganas la hago en horno de leña, que da un poco más de trabajo, pero tiene aún mejor sabor, si cabe. Por supuesto que se puede hacer en horno convencional, de hecho yo la hago muchas veces. A continuación os detallo la lista de los

Ingredientes:

Para la masa
-300 ml. de agua
-480gr. de harina de fuerza
-25gr. de levadura fresca ó un sobre de levadura de panadería deshidratada
-una pizca de sal
-una cucharada de aceite de oliva

Para el relleno
-500gr. de bacalao desalado
-250gr. de uvas pasas
-4 cebollas medianas
-pimientos rojos en conserva (o asados y sin piel ni semillas)
-aceite de oliva virgen extra
-una cucharada de pimentón dulce
-sal

Preparación:

En primer lugar preparamos el relleno, porque lo ideal es que esté frío cuando formemos la empanada. Para ello cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra, cuando esté caliente añadimos la cebolla, salamos y removemos, y a continuación bajamos el fuego al mínimo, dejando que se vaya pochando muy lentamente, entre 30 y 40 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando esté la cebolla bien pochada, retiramos del fuego, y añadimos el pimentón, removemos bien y con una cuchara retiramos el exceso de aceite a un recipiente (lo necesitaremos después para pintar la empanada al final).

Mientras la cebolla se va pochando aprovechamos para hidratar las uvas pasas, para ello las ponemos en un cuenco, las cubrimos con agua caliente y reservamos.

Por otro lado desmigamos el bacalao con las manos, le retiramos las espinas, y lo escurrimos bien.

Al final cuando la cebolla esté pochada y hayamos apartado el exceso de aceite, le añadimos el bacalao y las uvas pasas bien escurridas, mezclamos bien y reservamos hasta el momento de rellenar la empanada.

Con el relleno ya listo, lo siguiente es hacer la masa, para ello echamos el agua tibia en un bol, añadimos la sal y la cucharada de aceite (sirve el que nos sobró de pochar la cebolla, teniendo cuidado de que nos quede suficiente para pintar la empanada en el paso final), mezclamos y seguidamente vamos añadiendo la harina poco a poco. Después de echar el primer puñado de harina y cuando esté bien integrada, añadimos la levadura desmenuzándola con las manos, removemos bien y seguimos añadiendo harina hasta incorporarla toda. Al principio podemos utilizar un batidor de varillas, y después cuando la masa se empiece a desprender de las paredes amasamos a mano, mínimo diez minutos.

Se puede amasar en la batidora, y también en la panificadora, utilizando el programa de amasado que en la mía dura 20 minutos, o en la thermomix siguiendo los siguientes pasos:

1-Añadir el agua, la sal y el aceite al vaso, y programar, 3 minutos/temperatura 37º/ velocidad cuchara

2-Añadir la harina y por último la levadura desmenuzada, y programar función amasar, 3 minutos/ velocidad espiga.

Una vez hecha la masa, la dejamos reposar en un lugar cálido, dentro de un recipiente tapado con papel film o con un paño de cocina, para evitar las corrientes de aire, hasta que doble el volumen.

Cuando haya doblado el volumen, la amasamos de nuevo un par de minutos sobre la encimera untada con un poco de aceite, y la dividimos en dos mitades, una ligeramente más grande que la otra.

La mitad más grade la estiramos bien con el rodillo y la colocamos en la bandeja del horno sobre papel de hornear, luego en el centro añadimos todo el relleno, y después como la masa tiende a encogerse, con la mano izquierda vamos estirando del centro hacia los bordes, y con la otra mano extendemos el relleno.


Cuando tengamos todo el relleno extendido de manera uniforme, ponemos por encima unas tiras de pimiento rojo


Cubrimos con la otra mitad de la masa, sellando los bordes con las manos. En el centro hacemos un agujero para que salga el vapor durante la cocción.


Por último con un pincel pintamos con el aceite que habíamos reservado del relleno.


La metemos en el horno, previamente calentado a 180ºC, justo en la parte central, 15 minutos con calor abajo, luego otros 15 minutos con calor arriba y abajo, y por último calor solo arriba hasta que coja un bonito color dorado.

En horno de leña ya es más complicado. A mí me dieron un truco, y es que una vez calentado el horno y retirado los rescoldos, esperar hasta que se pueda esparcir una cucharada de harina por la superficie y no se queme. Después hay que ir vigilando de vez en cuando por la mirilla hasta que veamos que está hecha.


Parece muy complicado pero es más laborioso que difícil, de todos modos el esfuerzo merece la pena, porque está verdaderamente deliciosa. Espero que os guste.

Un abrazo