viernes, 29 de abril de 2016

Tocinillo de cielo



El tocinillo de cielo es un dulce tradicional, típico sobre todo de Andalucía, donde todo parece indicar que tuvo su origen, concretamente en la provincia de Cádiz, en Jerez de la Frontera para ser más exactos. 

Al parecer los bodegueros de esta zona utilizaban claras de huevo para el proceso de clarificación del vino, y lógicamente eso creaba un excedente de yemas de huevo, las cuales regalaban a las monjas y fueron ellas las que con sólo agua, azúcar y yemas crearon esta auténtica delicatessen.

El nombre de tocinillo de cielo se debe por un lado a su aspecto y textura, y por otro lado es debido a su origen religioso, pues lo elaboraban las monjas en el convento.

Paso ya a daros la receta, veréis que fácil es

Ingredientes:

-6 yemas de huevo
-250gr. de azúcar
-125ml. de agua
-caramelo líquido para el molde

Preparación:

Primero caramelizamos el molde, lo ideal sería hacer el caramelo en casa, para ello ponemos un vaso de azúcar en una sartén antiadherente y añadimos una cucharilla del café de agua, dejamos que se vaya haciendo el caramelo removiendo con un utensilio de madera para que no se queme el azúcar. 

Cuando el caramelo esté listo, cubrimos con él la base y las paredes del molde y reservamos.

Aparte ponemos en un cazo el agua y el azúcar al fuego, cocemos durante unos veinte minutos hasta que el agua se vaya evaporando y se forme un almíbar que alcance el punto de hebra. Sabréis que ha alcanzado ese punto cuando al coger una cucharada de almíbar y dejarla caer no lo hace de golpe, sino que se forma una especie de hilo o hebra. Se observa sobre todo al final que las últimas gotas se van deslizando de la cuchara poco a poco. 

Otra forma de saberlo es coger un poco del almíbar entre los dedos índice y pulgar, y si al separarlos vemos que se forma ese hilo o hebra del que os hablaba, es que está en el punto deseado. Entonces apartamos del fuego y dejamos que enfríe un poco.

Por otro lado batimos las yemas en un cuenco y cuando el almíbar esté templado se lo añadimos al cuenco de las yemas poquito a poco, y sin dejar de batir. 

Por último pasamos la mezcla por un colador, y la echamos en el molde caramelizado. Finalmente lo llevamos al horno, a 170º baño María, calor arriba y abajo, durante unos 40 minutos aproximadamente. 

Antes de sacarlo del horno pinchamos con un palillo o un cuchillo y si sale limpio es que ya está listo, de lo contrario continuamos con la cocción unos minutos más hasta que esté.

En último lugar retiramos del horno, dejamos enfriar a temperatura ambiente, y luego lo llevamos al frigorífico hasta que lo vayamos a desmoldar para servir. Podéis hacer como yo y servirlo en cuadraditos, o bien en porciones y acompañado de un rosetón de nata, con alguna fruta fresca... En fin, eso según los gustos y la imaginación de cada uno.

Aclararos antes de finalizar que el azúcar que figura en la lista de ingredientes es el que se utiliza para la elaboración de la receta en sí misma, no el empleado para hacer el caramelo.

Un abrazo y hasta pronto

sábado, 23 de abril de 2016

Sopa de ave con fideos y verduras


Estos días de atrás en los que he estado con bronquitis he tomado muchas sopas y purés por prescripción médica. En uno de esos días hice una sopa de ave con verduras y fideos que os presento a continuación.

Ingredientes:

-6 litros de agua
-2 carcasas de ave (mejor gallina, sino pollo)
-6 puerros
-1 calabacín grande
-1 cebolla
-2 tomates medianos
-3 zanahorias medianas
-1 taza de guisantes finos
-1 manojo pequeño de judías verdes frescas
-6 huevos duros
-apio
-250gr. de fideos finos
-sal
-aceite de oliva virgen extra
-azafrán

Preparación:

Primeramente ponemos una olla con los seis litros de agua al fuego y añadimos el apio y las dos carcasas de ave limpias de restos de pieles y de grasa, y con ello preparamos un caldo, dejando cocer a fuego bajo durante una hora aproximadamente. 

Después retiramos el apio, y las carcasas de ave, las cuales llevamos a una fuente, las dejamos enfriar y luego le sacamos toda la carne que tengan y reservamos, el caldo por un lado y la carne picada por otro.

En otra olla o cazo ponemos agua fría al fuego, cuando empiece a hervir añadimos los huevos con cuidado de que no se rompan, y cuando levanten de nuevo el hervor, mantenemos en el fuego durante diez minutos, luego retiramos, escurrimos el agua caliente, los cubrimos de agua fría, y cuando estén fríos retiramos la cáscara y reservamos.

Aparte, mientras se va haciendo el caldo de ave, y se van cociendo los huevos, ponemos una olla o una sartén antiadherente al fuego, cubrimos la base con aceite de oliva virgen extra, y echamos la zanahoria previamente pelada y limpia, cortada en trocitos pequeños, y las judías, las cuales habremos lavado bien bajo el grifo y luego cortado el rabito y la punta, y después las picamos también en trozos pequeños para lo cual las cortamos en dos mitades longitudinalmente y luego transversalmente en trozos los más finos posible. 

Removemos de vez en cuando, y transcurridos cinco minutos añadimos los puerros y la cebolla cortados también muy finos, rehogamos todo junto unos minutos más, y en una tercera tanda echamos el calabacín (con la piel) cortado en cubitos pequeños y los tomates rallados, y lo rehogamos todo junto (zanahorias, judías, puerros, cebolla, calabacín y tomates) durante unos veinte minutos aproximadamente, a fuego bajo y removiendo de vez en cuando.

Por último añadimos los guisantes al caldo de ave que teníamos reservado, los dejamos cocer unos diez minutos, a continuación echamos el sofrito de verduras, los huevos duros picados, los fideos, el azafrán, y la sal, y dejamos cocer la pasta el tiempo que nos indique el fabricante en el envase. Transcurrido ese tiempo, apagamos el fuego, y dejamos reposar unos minutos antes de servir.

Bien calentita, en un día invierno que haga frío, sienta muy bien al cuerpo. Y cuando uno está constipado ya no digamos. 

Es cierto que da un poco de trabajo si no tenemos un procesador de alimentos que nos ayude a picar la verdura, pero podemos hacer gran cantidad como hice yo en esta ocasión y guardarla en el frigorífico durante días, y así al llegar a casa solo tenemos que calentar la sopa y listo.

Saludos.

viernes, 15 de abril de 2016

Guisantes con jamón


De nuevo he estado ausente unos días, pues la gripe de la que os hablé días atrás, al final derivó en bronquitis, y todavía no estoy recuperada, pero lo peor ha pasado, o eso espero, así que de nuevo acudo a mi cita con vosotros para presentaros una plato que cocino en casa muy a menudo: los guisantes con jamón.

Son muy facilitos de preparar y en casa nos gustan mucho. Además es un plato muy completo desde el punto de vista nutricional, porque el jamón, entre otras propiedades, aporta proteínas, y los guisantes aportan entre otros, minerales como el calcio y el magnesio, además son muy ricos en fibras solubles. Si a eso le añadimos las propiedades del huevo, tenemos un plato tan nutritivo que serviría perfectamente como plato único.

Os recomiendo que utilicéis unos guisantes muy tiernos, esa es la clave. Si es posible utilizad también huevos camperos, y por supuesto un buen aceite de oliva virgen extra, con esto el resultado será un éxito rotundo.

Os explico cómo se preparan, o para ser más exactos cómo los preparo yo. 

Ingredientes (para 2 personas)

-600gr. de guisantes frescos ó congelados
-4 lonchas de jamón serranos un poco gruesas
-4 huevos duros
-1 cebolla
-2 dientes de ajo
-1 cucharadita de pimentón dulce
-aceite de oliva virgen extra

Preparación:

En primer lugar ponemos una olla con agua al fuego, cuando comience a hervir echamos los guisantes congelados y a la que vuelva a levantar el hervor salamos a nuestro gusto. 

Los dejamos hervir a fuego bajo unos diez minutos aproximadamente, hasta que estén cocidos, y luego los escurrimos y reservamos los guisantes por un lado y ¼ de vaso del líquido de cocer los guisantes por otro.

Mientras se cuecen los guisantes ponemos otra olla con agua al fuego, cuando levante el hervor echamos los 4 huevos a cocer, con cuidado de que no se rompan. Cuando lleven diez minutos hirviendo ya estarán cocidos, entonces apagamos el fuego, sacamos los huevos a otro recipiente, los cubrimos con agua fría, y reservamos.

Aparte cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra y añadimos la cebolla y los ajos, ambos bien picaditos, y cuando empiecen a dorarse, añadimos las cuatro lonchas de jamón cortadas en pequeños trozos, rehogamos todo junto unos minutos y luego apartamos la sartén del fuego para que el aceite pierda algo de temperatura y añadimos el pimentón, removemos bien y a continuación echamos el líquido de cocer los garbanzos que teníamos reservado. 

De nuevo ponemos la sartén al fuego y cuando empiece a levantar el hervor echamos los guisantes removiendo de vez en cuando durante unos minutos para que se vaya consumiendo el líquido.

Mientras retiramos la cáscara de los huevos, los picamos en trozos pequeños y añadimos a la sartén con los guisantes y el jamón, mezclamos todo bien durante un breve instante, y ya estarán listos para servir a la mesa.

Este mismo plato también puede prepararse de la misma manera, pero en vez de añadir los huevos duros picados, se termina la cocción de los guisantes en el horno en cazuelas de barro individuales, y encima de cada cazuela se casca un huevo que se cuajará con el calor del horno. Yo los hago de las dos formas, y de cualquiera de ellas están exquisitos.

Un beso 

sábado, 2 de abril de 2016

Fresas con nata


A principios de abril ya encontramos en todos los supermercados y fruterías fresas a muy buen precio, bueno, para ser más exactos fresones, porque las fresas tardan un poco más.

Yo días atrás compré una bandejita y preparé con ellas este postre que es todo un clásico y que todo el mundo sabe cómo se prepara, pese a ello aquí os dejo mi receta

Ingredientes (para 4 personas)

-20 fresones (5 por persona)
-500ml. de nata líquida (35% M. G.)
-200gr. de azúcar glas

Para decorar (opcional)
-sirope de fresa, sirope de chocolate, caramelo líquido, granillo de almendra, etc.

Preparación:

En primer lugar lavamos bien las fresas bajo el grifo, con agua fría, luego las secamos con papel de cocina, retiramos el rabito, y reservamos 4 enteras para la decoración final, y la parte de arriba de otras 4 cortadas en horizontal por la mitad. 

Las fresas restantes las picamos en trocitos pequeños y las repartimos en 4 cuencos o copas de postre.

A parte montamos la nata, para ello la vertemos en un bol que esté bien frío, le añadimos el azúcar glas, y batimos con las varillas hasta que esté bien montada. A continuación echamos la nata en una manga pastelera con boquilla rizada y decoramos con ella los cuencos por encima de las fresas.

Por último en cada cuenco colocamos en el centro la fresa que teníamos cortada por la mitad, la fresa entera que habíamos reservado la cortamos en 4 trozos longitudinales y la colocamos en el cuenco cómo se observa en la imagen, y finalmente terminamos la decoración con sirope de fresa, en este caso.

Este postre conviene prepararlo en el momento de servirlo, en todo caso podéis guardarlo en la nevera si es por poco tiempo.
Como es lógico la decoración va al gusto de cada uno, en esta ocasión yo las presenté así, otras veces lo hice diferente. Es cuestión de gustos e imaginación.

Nada más por hoy, espero que os haya gustado la receta, y no dejéis de ponerla en práctica, porque muchas veces echamos mano de los botes de nata en spray y no tienen punto de comparación con la nata de buena calidad montada en casa.

Un abrazo y hasta pronto.